Un secuestro: Sexo y Amor? NUEVO CAPITULO =)

Hello.
Su piel se le erizo, no sabía que decir, que le diría? No tenían tema de conversación y ni siquiera sabía quién era. Tubo ganas desesperadas de quitarse la venda de sus ojos pero sus manos estaban atadas, suspiro, que diría?.
-Hola- dijo tímidamente, escucho una risita de parte del chico.
-Hola- escucho de nuevo su voz- cómo te llamas?- le pregunto, y una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo, su voz era demasiado varonil.
-___(tu nombre) Meyer- dijo ella, y se apresuro en preguntarle el de el- y tú?
-Nicholas Jonas, pero dime Nick- Nicholas pensó… ella<Dime Nick> Jonas su apellido, volvió a pensar, luego… Nick Jonas…, recordó el grafiti y…
-Oh Por Dios!- exclamo- tu eres…
-Nick Jonas? La súper estrella? Si- noto el sarcasmo en sus palabras.
-No yo quise decir…- cayó por un segundo- el chico del grafiti…
-El chico del grafiti?- pregunto sin entender.
-Una noche antes de que me trajeran a este lugar pase por una calle llena de grafitis por las paredes y… había un grafiti tuyo… una foto tuya con cadenas y decía ‘’Libérenlo, necesitamos un presidente en el 2040’’- suspiro- la foto se me hacia familiar, ahora sé por qué.
-mis chicas- susurro, pero ___ logro escucharlo.
-tus… chicas?- pregunto ella.
-mis fans- podría jurar que sonrió, su sexto sentido femenino le dijo que si sonrió.
-tienes muchas eh!- ella también sonrió.
-son geniales.

Casa de la familia Jonas – L.A California.
La agente Williams se despidió, sin nada más que decir fue rumbo a la puerta, salió de aquella casa llena de lagrimas y sufrimiento, suspiro cansada, odiaba ver familias destrozadas por culpa de malditos inescrupulosos que no tienen otra cosa que hacer más que secuestrar a inocentes. Trato de quitarse esos pensamientos de su cabeza, pues debía mantener el pensamiento frio para poder soportar el peso de este caso.
-Espere…- sintió una mano agarrarla por el brazo justo cuando estaba por abrir la puerta de su auto, rápidamente giro, y se encontró con dos grandes ojos de color marrón miel que la miraban profundamente.
-Se le ofrece algo?- dijo zafándose del agarre- Joseph no?
-Dígame Joe- suspiro.
-Dime Sara y háblame de tu- actuó cortante.
-Está bien- dijo Joe.
-Ahora por favor te pido que seas breve tengo muchas cosas que hacer- joe suspiro de nuevo y se apresuro a hablar.
-Mira… esto es muy difícil para toda mi familia, pero… solo quiero saber cuáles son las posibilidades de que mi hermano siga vivo- Joe casi se atraganto al decir lo último. Sara lo miro atentamente, podía ver el sufrimiento en sus ojos. <Pobre> pensó… no quería estar en sus zapatos.
-Joe soy solo una agente no manejo ese tipo de posibilidades, me baso en las pistas y en la lógica, asique respondiendo a tu pregunta… No lo sé.

Dreams.
Y de nuevo dieron paso al silencio, ninguno de los dos volvió a hablar, quizás como había pensado ___ no tenían tema de conversación, o quizás los dos eran demasiado tímidos para dirigirse más de diez palabras. La duda volvió a invadir a ___ era comprensible que secuestren a aquel chico siendo el famoso, estrella de Hollywood y Broadway y uno de los chicos con más dinero, pero y ella? Apenas y tenia donde caerse muerta, con suerte tenía un grupo de amigos y ni siquiera fue popular en el colegio, no se consideraba tampoco una persona con enemigos, tal vez la señora Hoffman del departamento de alado no la soporte, pero no la veía peligrosa y mucho menos capaz de ser una secuestradora, suspiro, últimamente se le estaba haciendo rutina suspirar mas de cien veces al día.

-Esto es raro y frustrante- hablo ella.
-qué?- pregunto él.
-Es demasiado raro que me hayan secuestrado a mí, no soy una persona famosa y mucho menos alguien con dinero, mi sueldo apenas me alcanza para vivir y… es frustrante no saber porque me tienen aquí- quiso llorar, pero se sintió bien al compartir su frustración con otra persona.
-Lamento no decir lo mismo- dijo irónico- creo que yo no me pregunto porque me secuestraron, es más que obvio que quieren dinero y saben que mi familia y yo lo tenemos, aunque si me he preguntado por qué yo.
-Un castigo de Dios?- dijo ella dudosa.
-Castigo de Dios?- repitió el- no lo pensé, quizás porque no me considero una mala persona, he cometido errores como todos, pecados también, no soy perfecto, pero castigarme así? Que mal he hecho?- pregunto, se escuchaba dolido.
-Tampoco soy perfecta, pero tampoco me considero una pecadora ni mala persona, tal vez… solo tal vez la vida me está dando una cachetada por la cara para que despierte del profundo sueño en el que estaba.
-Yo solo vivía mis sueños. Es eso tan malo?