Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
❆ Seven Sisters❆
Página 5 de 11. • Comparte
Página 5 de 11. • 1, 2, 3, 4, 5, 6 ... 9, 10, 11
Re: ❆ Seven Sisters❆
AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR <3
Me ah encantado el capitulo <3 aksjdkasdjk escribes super, cariño c: Mmm, el novio llega Y luego entrarán los chicos ah. Bueeeeeeh, espero el capitulo de bob c: besos <3
Me ah encantado el capitulo <3 aksjdkasdjk escribes super, cariño c: Mmm, el novio llega Y luego entrarán los chicos ah. Bueeeeeeh, espero el capitulo de bob c: besos <3
Invitado
Invitado
Re: ❆ Seven Sisters❆
oh,shit. me hice la boba y no entré al foro estos días y ahora que se me da por revisar los temas me encuentro con esto *ooooooooooooooooooooooooooo* amé el cap,hel,estuvo divino (???) juro que leí las fichas,pero ni me di cuenta que daniella era el personaje de ana XD i'm sorry. por suerte lo aclararon en los comentarios y ahí entendí jojojojoj me encantó todo<3 viene el puto de David ahrré que ni lo conocía y ya lo puteaba xdddd y vienen las sensualidades de mis chicos *-* fdhjfrhj bueno,espero mi cap...okno. ya lo subo,grlz :333
Delph.
Re: ❆ Seven Sisters❆
Capítulo 003.
Heidi Pettièrs y Louis Tomlinson.
Observo fascinada cada rincón del parque. De todos a los que he concurrido, el de Camden, Inglaterra es el que más me gusta. Principalmente porque aumentan el premio en el concurso de HOT DOG’S, por lo que si gano nuevamente esta vez, me llevaré más dinero a casa. Había perdido de vista a mi madre apenas entramos hace unas cuantas horas. Para mí, el tiempo aquí no existía.
— ¡Y ahora démosle una cálida bienvenida a Heidi Pettièrs, ganadora consecutiva los últimos cuatro años!
Me sobresalto con la sola mención de mi nombre, pero luego, cuando la gente se abre para dejarme pasar, avanzo con la frente en alto, mostrando una sonrisa tanto a los que me abuchean como a los que me aplauden. Intento no demostrar demasiado cuan nerviosa estoy, si no, me volveré loca. Detesto los ataques de nervios, me hacen sentir débil. Me dejo llevar y destruyo cualquier cosa material que se me plante enfrente. La última vez fue aquel plato viejo que mamá se llevó de casa de la abuela Tina, a quien nunca conocí, y estuve castigada por dos semanas enteras. Intenté decirle a Gretel, mi madre, que no había sido mi intención, pero aun así me encerró en el baño para que «reflexione sobre lo ocurrido». A mamá le cambia el humor cuando de alguna forma u otra mencionamos a su familia. Ella siempre es así y no me molesto en hacer algo. Sería inútil; mamá no razona conmigo jamás.
Subo a la enorme tarima que hace de escenario e intento no mirar al público; se me pondrían los pelos de punta. Me doy un apretón de manos con los otros concursantes, que básicamente son hombres gigantes con barbas grises que parecen camioneros, excepto por un tipo que tiene pinta de universitario al que nunca había visto concursar los últimos años, pero que sí me resulta conocido de algún otro lado. Le dedico una mirada de desafío y luego, cuando giro el rostro para ver hacia adelante, me topo con la multitud que posan sus ojos sobre mí. Reconozco a mamá en una de las últimas filas. Al menos, no tendré que recurrir a aquel viejo hombre y su megáfono para encontrarla. Aparto la mirada y hago tres respiraciones. Inspira, expira; inspira, expira; inspira,expira. A penas siento el boing que anuncia que comienza mi tiempo, porque ya tengo un hot dog en mi mano y lo llevo a mi boca en un movimiento veloz. Pienso en Manuel, mi mejor amigo, y en cuanto se reiría al verme así, devorando una pila de panchos que tengo en frente como si mi vida dependiera de ello. Y en parte, es así. Cuatro mil dólares me vendrían geniales ahora que Marco, mi jefe, está con problemas para pagarnos nuestro servicio en el Hot Chili´s, el restaurante mexicano en el que trabajo. Ingiero una gran cantidad de salchicha y pan; casi ni mastico. Siento como la comida baja por mi estómago en un nudo. Estoy algo mareada, pero ignoro esa sensación también y me concentro en ganar. Me encuentro a punto de hacerlo, y cuando lo consigo, toco el timbre de mi mesa que anuncia al ganador.
— ¡Y nuevamente, Heidi Pettièrs se lleva la victoria! —chillan por el micrófono a todo volumen.
De seguro tengo un aspecto terrible, con restos de comida entre los dientes y todo, pero eso no me impide alzar los brazos en un claro signo de victoria. La gente chilla, pero me concentro en Gretel, que aplaude también, con una pequeña sonrisa en la comisura de los labios.
—Lo hiciste genial — dice el tipo universitario. Tiene unos ojos zafiros preciosos.
Le sonrío y murmuro un «gracias» casi imperceptible.
Troto hasta donde se encuentra mi madre y me quedo parada frente a ella, sin saber qué hacer. Nunca demostramos que nos queremos; sería extraño darle un abrazo ahora mismo. Por eso, solo le sonrío.
—Estuviste excelente —me felicita, con los brazos cruzados.
—Gracias, mamá.
Meto mis manos en los bolsillos traseros de mis jeans y cuando me vuelven a llamar para que reciba mi premio, vuelvo al escenario y me doy la mano nuevamente con los otros cuatro concursantes.
—Lo hiciste genial, preciosura —susurra un viejo con voz petulante, mirándome de una forma que me provoca arcadas.
Lo ignoro y me doy vuelta, concentrándome en el muchacho que parece universitario, que en este momento está vomitando en una esquina. «Demasiadas engullidas, amigo», pienso, recordando mi experiencia hace dos años atrás. Me carcajeo un rato y sigo haciéndolo cuando me toman una foto con los demás, incluyendo el animador, que se pone a un costado mío y me abraza en el último minuto. Luego, esta foto pasará a formar parte del estante que tengo dedicado a los concursos. Mamá aplaude con más fuerza; la distingo entre la multitud.
Si no consigo entrar a ninguna universidad el año que viene, al menos tendrá que estar orgullosa de los concursos que gané.
[…]
— ¡Heidi, ven para acá! —me ordena Marco, el día siguiente.
Son las nueve de la mañana, hora de madrugada para mí, y el jefe nos mandó a llamar a mí y a Karen, la otra empleada, para que vengamos a limpiar, a pesar de que nuestros turnos aun no comienzan. Lanzo un bufido y dejo la escoba a un lado, encaminándome a la oficina, que está detrás de una puerta que cita «solo personal autorizado».
Es una habitación con paredes llenas de marcas de humedad y el escritorio de madera pintado descolorido en las patas. El techo tiene partes negras a intervalos cortos y el suelo de piedra es algo irregular, por lo que tengo que mirar hacia abajo para no darme un buen golpe y romperme todos los dientes. Marco está sentado en su silla de siempre, en la que no debes reclinarte demasiado si no quieres acabar en el suelo. Veo casi imposible que él no se haya caído alguna vez de ahí. Es un hombre rechoncho, más bajo que mi metro setenta y nueve, con una barba insipiente debajo de una boca de labios gruesos y ojos como de serpiente. Jamás me agradó su aspecto de viejo pervertido.
—Toma asiento —me pide, acompañando sus palabras con un gesto de su gruesa mano izquierda.
Lo hago con cuidado, sentándome en la punta del sillón que tiene agujeros en el tapizado, tratando de no ensuciar demasiado mis pantaloncillos cortos. «Solo a vos se te ocurre traer shorts blancos al trabajo, Heidi», replico en mi interior.
—Eres una chica muy talentosa, mi querida Heidi —comienza, con ese acento suyo entre italiano y español.
Asiento, tratando de ocultar mi expresión de desagrado. De repente, Marco se levanta de su asiento con algo de dificultad y se acerca a mí, sentándose a mi lado de sopetón, provocando que el sillón se mueva ligeramente. Tiene un estómago de borracho grandísimo.
Evito reírme en su cara de puerco.
—Eres tan talentosa como caliente —dice en un murmullo con esa voz grave.
Un estremecimiento me recorre la espina dorsal. Marco posa su horrible manopla sobre mi muslo desnudo y yo pego un salto, poniéndome de pie en un instante.
— ¡QUITA TUS SUCIAS MANOS DE MI CUERPO, VIEJO PERVERTIDO!
Dios. Dios. Dios. El desayuno me sube por la garganta y corro hacia la cocina, con ambas manos sobre la boca, sabiendo que no conseguiré retenerlo. Vomito el jugo de naranja y los huevos revueltos, tosiendo frenéticamente. Karen se acerca, me recoge el pelo suelto y me pasa un vaso de agua cuando acabo. Le doy una mirada de agradecimiento, recojo mi bolso con flecos y salgo del restaurante, tratando de pasar por encima del piso mojado. Hace frío y solo tengo unos shorts y una camiseta de maga corta deportiva que ya me llega un poco más arriba de las caderas. Maldición, mi aspecto tampoco es el de una chica decente que no se deja manosear por desconocidos. Debo darme una vuelta por alguna feria de ropa urgente. Levanto la tapa de mi móvil y busco el nombre de mi madre, ya que aún no me lo sé de memoria. Espero hasta el cuarto pitido, pero nadie contesta, así que aprieto el botón rojo para finalizar la llamada; seguramente está en casa de la familia Patterson, haciendo el lavado o planchando la ropa. Mejor, aun no estoy preparada para contarle lo sucedido. Sé que se enfadará mucho y querrá romper todo el edificio, y yo tendré que ir gritando tras ella que no lo haga, que los socios del gimnasio del segundo piso no merecen morir. A veces, Gretel puede parecer una adolescente llena de ira y deseosa de venganza con sus estúpidas acciones. Comienzo a caminar en dirección a casa: nuestro lindo remolque de cuatro ruedas. Luego podré explicar a mamá todo y pedirle que me acompañe a presentar mi renuncia. No quiero verle más la cara al viejo, peor me da lástima Karen, aunque es más grande que yo, es mucho más tímida y si el pedófilo de Marco llega a hacerle algo seguro no hablará ni reaccionará de la misma forma que yo, la maldita Heidi Pettièrs que se lleva el mundo por delante.
Tal vez pueda pedirle a Gretel que la recomiende con los Patterson…; yo ni loca me acerco allí, no podría soportar ni un segundo estar con esos pendejos de mierda hijos de los Patterson que están todo el día comiéndose los mocos. Diu. Malditos pendejos ricachones. Me consuelo diciendo que ya encontraré otro empleo pronto.
Estoy por cruzar la calle, sin ver aquel auto último modelo que pasa a una velocidad vertiginosa. Casi no siento el impacto contra mi cuerpo, pero sé que mañana estaré hecha bolsa. Ruego que no me haya roto algo.
— ¡Y ahora démosle una cálida bienvenida a Heidi Pettièrs, ganadora consecutiva los últimos cuatro años!
Me sobresalto con la sola mención de mi nombre, pero luego, cuando la gente se abre para dejarme pasar, avanzo con la frente en alto, mostrando una sonrisa tanto a los que me abuchean como a los que me aplauden. Intento no demostrar demasiado cuan nerviosa estoy, si no, me volveré loca. Detesto los ataques de nervios, me hacen sentir débil. Me dejo llevar y destruyo cualquier cosa material que se me plante enfrente. La última vez fue aquel plato viejo que mamá se llevó de casa de la abuela Tina, a quien nunca conocí, y estuve castigada por dos semanas enteras. Intenté decirle a Gretel, mi madre, que no había sido mi intención, pero aun así me encerró en el baño para que «reflexione sobre lo ocurrido». A mamá le cambia el humor cuando de alguna forma u otra mencionamos a su familia. Ella siempre es así y no me molesto en hacer algo. Sería inútil; mamá no razona conmigo jamás.
Subo a la enorme tarima que hace de escenario e intento no mirar al público; se me pondrían los pelos de punta. Me doy un apretón de manos con los otros concursantes, que básicamente son hombres gigantes con barbas grises que parecen camioneros, excepto por un tipo que tiene pinta de universitario al que nunca había visto concursar los últimos años, pero que sí me resulta conocido de algún otro lado. Le dedico una mirada de desafío y luego, cuando giro el rostro para ver hacia adelante, me topo con la multitud que posan sus ojos sobre mí. Reconozco a mamá en una de las últimas filas. Al menos, no tendré que recurrir a aquel viejo hombre y su megáfono para encontrarla. Aparto la mirada y hago tres respiraciones. Inspira, expira; inspira, expira; inspira,expira. A penas siento el boing que anuncia que comienza mi tiempo, porque ya tengo un hot dog en mi mano y lo llevo a mi boca en un movimiento veloz. Pienso en Manuel, mi mejor amigo, y en cuanto se reiría al verme así, devorando una pila de panchos que tengo en frente como si mi vida dependiera de ello. Y en parte, es así. Cuatro mil dólares me vendrían geniales ahora que Marco, mi jefe, está con problemas para pagarnos nuestro servicio en el Hot Chili´s, el restaurante mexicano en el que trabajo. Ingiero una gran cantidad de salchicha y pan; casi ni mastico. Siento como la comida baja por mi estómago en un nudo. Estoy algo mareada, pero ignoro esa sensación también y me concentro en ganar. Me encuentro a punto de hacerlo, y cuando lo consigo, toco el timbre de mi mesa que anuncia al ganador.
— ¡Y nuevamente, Heidi Pettièrs se lleva la victoria! —chillan por el micrófono a todo volumen.
De seguro tengo un aspecto terrible, con restos de comida entre los dientes y todo, pero eso no me impide alzar los brazos en un claro signo de victoria. La gente chilla, pero me concentro en Gretel, que aplaude también, con una pequeña sonrisa en la comisura de los labios.
—Lo hiciste genial — dice el tipo universitario. Tiene unos ojos zafiros preciosos.
Le sonrío y murmuro un «gracias» casi imperceptible.
Troto hasta donde se encuentra mi madre y me quedo parada frente a ella, sin saber qué hacer. Nunca demostramos que nos queremos; sería extraño darle un abrazo ahora mismo. Por eso, solo le sonrío.
—Estuviste excelente —me felicita, con los brazos cruzados.
—Gracias, mamá.
Meto mis manos en los bolsillos traseros de mis jeans y cuando me vuelven a llamar para que reciba mi premio, vuelvo al escenario y me doy la mano nuevamente con los otros cuatro concursantes.
—Lo hiciste genial, preciosura —susurra un viejo con voz petulante, mirándome de una forma que me provoca arcadas.
Lo ignoro y me doy vuelta, concentrándome en el muchacho que parece universitario, que en este momento está vomitando en una esquina. «Demasiadas engullidas, amigo», pienso, recordando mi experiencia hace dos años atrás. Me carcajeo un rato y sigo haciéndolo cuando me toman una foto con los demás, incluyendo el animador, que se pone a un costado mío y me abraza en el último minuto. Luego, esta foto pasará a formar parte del estante que tengo dedicado a los concursos. Mamá aplaude con más fuerza; la distingo entre la multitud.
Si no consigo entrar a ninguna universidad el año que viene, al menos tendrá que estar orgullosa de los concursos que gané.
[…]
— ¡Heidi, ven para acá! —me ordena Marco, el día siguiente.
Son las nueve de la mañana, hora de madrugada para mí, y el jefe nos mandó a llamar a mí y a Karen, la otra empleada, para que vengamos a limpiar, a pesar de que nuestros turnos aun no comienzan. Lanzo un bufido y dejo la escoba a un lado, encaminándome a la oficina, que está detrás de una puerta que cita «solo personal autorizado».
Es una habitación con paredes llenas de marcas de humedad y el escritorio de madera pintado descolorido en las patas. El techo tiene partes negras a intervalos cortos y el suelo de piedra es algo irregular, por lo que tengo que mirar hacia abajo para no darme un buen golpe y romperme todos los dientes. Marco está sentado en su silla de siempre, en la que no debes reclinarte demasiado si no quieres acabar en el suelo. Veo casi imposible que él no se haya caído alguna vez de ahí. Es un hombre rechoncho, más bajo que mi metro setenta y nueve, con una barba insipiente debajo de una boca de labios gruesos y ojos como de serpiente. Jamás me agradó su aspecto de viejo pervertido.
—Toma asiento —me pide, acompañando sus palabras con un gesto de su gruesa mano izquierda.
Lo hago con cuidado, sentándome en la punta del sillón que tiene agujeros en el tapizado, tratando de no ensuciar demasiado mis pantaloncillos cortos. «Solo a vos se te ocurre traer shorts blancos al trabajo, Heidi», replico en mi interior.
—Eres una chica muy talentosa, mi querida Heidi —comienza, con ese acento suyo entre italiano y español.
Asiento, tratando de ocultar mi expresión de desagrado. De repente, Marco se levanta de su asiento con algo de dificultad y se acerca a mí, sentándose a mi lado de sopetón, provocando que el sillón se mueva ligeramente. Tiene un estómago de borracho grandísimo.
Evito reírme en su cara de puerco.
—Eres tan talentosa como caliente —dice en un murmullo con esa voz grave.
Un estremecimiento me recorre la espina dorsal. Marco posa su horrible manopla sobre mi muslo desnudo y yo pego un salto, poniéndome de pie en un instante.
— ¡QUITA TUS SUCIAS MANOS DE MI CUERPO, VIEJO PERVERTIDO!
Dios. Dios. Dios. El desayuno me sube por la garganta y corro hacia la cocina, con ambas manos sobre la boca, sabiendo que no conseguiré retenerlo. Vomito el jugo de naranja y los huevos revueltos, tosiendo frenéticamente. Karen se acerca, me recoge el pelo suelto y me pasa un vaso de agua cuando acabo. Le doy una mirada de agradecimiento, recojo mi bolso con flecos y salgo del restaurante, tratando de pasar por encima del piso mojado. Hace frío y solo tengo unos shorts y una camiseta de maga corta deportiva que ya me llega un poco más arriba de las caderas. Maldición, mi aspecto tampoco es el de una chica decente que no se deja manosear por desconocidos. Debo darme una vuelta por alguna feria de ropa urgente. Levanto la tapa de mi móvil y busco el nombre de mi madre, ya que aún no me lo sé de memoria. Espero hasta el cuarto pitido, pero nadie contesta, así que aprieto el botón rojo para finalizar la llamada; seguramente está en casa de la familia Patterson, haciendo el lavado o planchando la ropa. Mejor, aun no estoy preparada para contarle lo sucedido. Sé que se enfadará mucho y querrá romper todo el edificio, y yo tendré que ir gritando tras ella que no lo haga, que los socios del gimnasio del segundo piso no merecen morir. A veces, Gretel puede parecer una adolescente llena de ira y deseosa de venganza con sus estúpidas acciones. Comienzo a caminar en dirección a casa: nuestro lindo remolque de cuatro ruedas. Luego podré explicar a mamá todo y pedirle que me acompañe a presentar mi renuncia. No quiero verle más la cara al viejo, peor me da lástima Karen, aunque es más grande que yo, es mucho más tímida y si el pedófilo de Marco llega a hacerle algo seguro no hablará ni reaccionará de la misma forma que yo, la maldita Heidi Pettièrs que se lleva el mundo por delante.
Tal vez pueda pedirle a Gretel que la recomiende con los Patterson…; yo ni loca me acerco allí, no podría soportar ni un segundo estar con esos pendejos de mierda hijos de los Patterson que están todo el día comiéndose los mocos. Diu. Malditos pendejos ricachones. Me consuelo diciendo que ya encontraré otro empleo pronto.
Estoy por cruzar la calle, sin ver aquel auto último modelo que pasa a una velocidad vertiginosa. Casi no siento el impacto contra mi cuerpo, pero sé que mañana estaré hecha bolsa. Ruego que no me haya roto algo.
- :
- niñas,ahí tienen la mierdaza de capítulo que delfina pudo escribir xd. ya lo tenía hecho y ahí quedo *w* espero que les guste más que a mí,por supuesto. entiendan mi inexperiencia (?? jojojo sigue: ¡ANA! :33 sube capítulo,perra. las amooooooooooooooooooooooo,grlz<3333
Delph.
Re: ❆ Seven Sisters❆
quiero leer el cap de ana y apenas subo el mío xd.
ned: más tardeen mil años contesto tu mp,tengo paja ahora mismo,ah. no me odieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees,yo te amo ._.
ned: más tarde
Delph.
Re: ❆ Seven Sisters❆
Daré mi breve opinión porque me estoy yendo de viaje.
Amé los caps de los dos, Bere se metió en problemas y en unos muy heaves y Heidi ganó un concurso de Hot dogs, fue acosada por su jefe y chocó con un auto. Quiero saber cómo sigue su historia
Amé los caps de los dos, Bere se metió en problemas y en unos muy heaves y Heidi ganó un concurso de Hot dogs, fue acosada por su jefe y chocó con un auto. Quiero saber cómo sigue su historia
Pevensie
Re: ❆ Seven Sisters❆
Chicaaaaaaaas, (para que lo lean todas) les quiero avisar que me voy de viaje 5 días por semana santa y que me desconectaré un poco de internet. Las amo y escribiré cuando vuelva
Pevensie
Re: ❆ Seven Sisters❆
¡me encantaron ambos caps!
las personalidades de estas chicas me encantan.
siganla sdjkghdf.
las personalidades de estas chicas me encantan.
siganla sdjkghdf.
Invitado
Invitado
Re: ❆ Seven Sisters❆
¡Ambos capitulos estuvieron estupendos! Helen escribes genial c: y tu también Delph c: ; tampoco me habia dado cuenta de que Daniella era Ana hasta que vi su comentario xd, pienso que David sera otro malcriado . Heidi debio haberle dado una leccion a ese viejo pervertido ><, a question: ¿El universitario de ojos zafiro era Lou, no? . En fin me han encantado los capitulos.
Invitado
Invitado
Re: ❆ Seven Sisters❆
gweeeeeeeeeeeeen,¿tú crees que es lou? fjhfjdh ya veremos xd.
¡capítulo,bitccccccccccccccccccccccccccch! osea,ana (?)
¡capítulo,bitccccccccccccccccccccccccccch! osea,ana (?)
Delph.
Re: ❆ Seven Sisters❆
BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOB <3. Mi querida darlin. ah. ¡Tu escribes taaaaaaaaan hermoso! *-* Emptiness explota, wachas xd.
¿Quién era el tipo universitario? ¿Acaso el hermoso de Louis? xd. Esperaré el de Ana Banana (?)
Y tu mp <3 besos a tudas c:
Holly: Yo también me fui de vacaciones xd
¿Quién era el tipo universitario? ¿Acaso el hermoso de Louis? xd. Esperaré el de Ana Banana (?)
Y tu mp <3 besos a tudas c:
Holly: Yo también me fui de vacaciones xd
Invitado
Invitado
Página 5 de 11. • 1, 2, 3, 4, 5, 6 ... 9, 10, 11
Página 5 de 11.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.