Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva

Capitulo 002. +

—¡¿Quién te crees para decirme a donde ir?!
—¡Soy tu padre!– salgo de la cocina donde se originan todos los gritos.
—¡No iré a Londres!–me detengo y lo miro desafiante–, sobre mi cadáver.

Su cara palidece y se muta, abre la boca para formular una palabra, pero le es imposible. Bajá su mirada un poco y espera un momento. Vaya que le afectó que le dijera eso. No creí que fuera tan ruda, él es quien es rudo conmigo.
Da dos pasos hacia atrás y se recarga en la silla del comedor marrón. Vuelve a bajar la mirada y esta vez lo escucho sollozar. Nunca lo había escuchado llorar, nunca en mi vida. Es raro verlo así, nunca lo he visto tan vulnerable.

—Enserio serás un cadáver si te quedas–limpia las lágrimas que lo corrompieron y me vuelve a dirigir esa mirada que es típico en él, el cual también herede–.

Lo miro expectante, con los ojos sumamente abiertos y atemorizados. ¿Tan grave es la situación? No, no lo creo. Sólo quiere alejarme de la vida que ya tengo construida aquí. "Esos compañeros tuyos son mala influencia", "Solo te traerán problemas".
Pongo en blanco mis ojos y lo miro de nuevo. Vuelve a su miraba vulnerable. Vaya que si esta preocupado.

—Entonces–me acerco un poco–, ¿iré sola?

Sonríe y me abraza. Yo no reacciono, no sabía que hacer, él casi nunca me abrazaba. La última vez que lo hizo, fue cuando cumplí 15 años, y ese sí que fue un abrazo muy corto. Pasa un tiempo y se despega de mí.

—Iras con alguien que te protegerá y...
—Espera, espera–interrumpo–, ¿iré con un guardaespaldas? –asiente, con una pizca de confusión en su rostro–, yo no iré con un inútil guardaespaldas.
—Oh, claro que lo harás–me sonríe–, es más, ya no tarda en llegar–mira a su reloj–.
—¿Ya lo tenías todo planeado?
—Sí– me vuelve a sonreír–, desde que naciste lo planeé todo–abro mis ojos de la sorpresa–. Ahora, ve y empaca.

Sale de la habitación y me deja sola. ¿Cómo me pudo pasar esto? Todo iba tan bien, antes de saber que mi papa es un agente de la maldita CIA. Yo siempre término pagando todo. Todo.
Subo a mi habitación y me encierro. Saco mi maleta turquesa del armario, donde la tengo oculta bajo varias prendas, y me dispongo a empacar todo lo que necesito.


iPod, listo. Computadora portátil, listo. Cámara, listo. Vida arruinada, lista.
Baje las escaleras con mis shorts de mezclilla y una blusa rosa pastel, un molote y unos toms blancos. Necesitaba sentir como si nada más serán unas vacaciones, sin tiempo definido. Todo tiene que tener un final, entonces ¿como es que el peligro no tendrá un fin? Creo que tengo demasiada esperanza en esto. Pero, ¿y si nunca termina? ¿Estaré atada a una ciudad de presumidos, por siempre?
Tengo que relajarme, esto sólo hará que me vuelva insoportable. Si de por sí, tener un maldito guardaespaldas cuidándome el maldito trasero es irritante.

—¡Aly, ya está aquí, abre la puerta!

Hablando de guardaespaldas, me da curiosidad saber quien es. Espero y no haya contratado a un torpe musculoso, me desesperan ese tipo de hombres, pero tampoco un sabelotodo, me hará golpearlo en las pelotas.
Abro la puerta y mi mandíbula cae hasta el piso, él hace lo mismo.

—No–cierro la puerta en su cara–. No, no, no, no, no–mi padre se acerca confundido y lo apunto con mi dedo índice–, ¡No!
—¿Qué te sucede? Eso es de mala cortesía–abre la puerta–Pasa, Malik.
—Sabe señor Sanders, no creo poder hacer esto...
—No, no, no, si podrás, además, ya te pague–lo jala adentro–. Malik, ella es mi hermosa hija, Alaska.
—Papá, ya nos conocemos–pongo en blanco mis ojos–.
—Y vaya que nos conocemos–sonríe burlón y yo le mandó una mirada asesina–.

Nos mira confundido y mientras lo hacia, un silencio incómodo nos rodea. Zayn y yo nos mirábamos, pero yo de una manera asesina y él de una manera cómica y bromista.

—Me podrían explicar, porfavor.

Muevo mi mandíbula ligeramente hacia la izquierda, tratando de encontrar un poco de dolor, antes de contarle la verdad. Zayn fue lo peor que me pudo pasar, así que trate de olvidarlo, pero esto hace que todo el trabajo que hice en olvidarlo haya sido en vano. Suspiro y agarro una bocanada de aire.

—Zayn y yo solíamos ser novios.

Regresa ese silencio incómodo. Me mira de manera sorpresiva y con un toque de burla. Se ríe un poco y voltea a ver a Zayn, que mira nervioso a todos lados.

—¿Cómo es que no me entere?–me mira de nuevo–

Vuelvo a suspirar y trato de buscar una respuesta que no lo hiera, ya que hace un rato estaba llorando con el hecho de que posiblemente me moriría si me quedo aquí. Muevo mi pie derecho en círculos, exponiendo mi temor y nerviosismo tras ese acto.
Mi padre me había abandonando en los últimos años, es por eso mi indiferencia hacia él. Me dejo sola por así decirlo. Ahora que si se preocupa por mi, me es raro. Hace mucho que no sentía esa protección.

—Me dejaste sola– me mira confundido y triste–, ¿y querías que te dijera con quien salía?–Zayn se notaba incómodo en esta conversación–Será mejor que nos vayamos.

Los dos asienten, toman mis cosas y salimos de la gran casa.


Ya estábamos en camino al aeropuerto, y él no ha dicho una palabra desde que partimos de mi casa, al igual que yo. Lo único que nos separa del silencio, es la música de fondo.
El aeropuerto se encontraba en las afueras de la ciudad, así que podía ver como mi ciudad natal y mi vida personalmente construida se van alejando. Esto me esta deprimiendo, y a la vez me va enfureciendo. ¿Por qué tengo que pagar por todo esto? Yo no quise que mi padre trabajara en la CIA.
Además, ¿cómo es que no me lo pudo decir antes? ¿Porqué lo ocultaría de mí? El único recuerdo de su esposa, mi mamá.

—Sabes, la verdad no tienes porque hacer esto– dirijo mi mirada hacia él, pero él no la despega del camino–, puedes dejarme en el avión y listo.

Se ríe. ¿Qué es tan gracioso?

—¿Crees que tu padre no pensaría en que me dirías eso?–frunzo el ceño–, nos tiene vigilados.
—¿Disculpa?
—Me hablara todos los días, a cada hora para preguntarme como estas y darle un registro de todo lo que sucede. Y cada vez que me llame, rastreara la llamada. Me explico todo lo que tendré que hacer y lo que él hará.
—En pocas palabras, no tendré libertad en nada.
—Exacto–sonríe–.

Crucé de brazos y me mantuve en mi propio puchero.

—Por cierto, ¿qué, exactamente, te hizo hacer esto?
—El dinero, Alaska. Todo es dinero.

Detengo mi mirada en él, que sigue sonriendo. Entonces, no le importo. No lo hace por que en verdad este preocupado por mi. Pues claro, es por eso que terminé con él, sólo se preocupaba por sí mismo.
Que estúpida soy.

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Capitulo 003. +

Y la ganadora es:

Zoe Jones

Aplaudan damas y caballeros porque la ganadora a la patética vida del año pasara frente a ustedes.

--Cambia tu actitud muchachita—mi padre me apunta con su delgado y largo dedo. Él es el culpable de mi actitud, así que no venga y me pida que la cambie.

--¿Por qué?, porque no mereces tener una hija que te lleve la contraria, que te diga tus verdades—grito y mi garganta duele un poco por el esfuerzo—Yo no me iré a Londres

Cierra los ojos y estoy segura que cuenta internamente. Digamos que eso es algo habitual en él cuando lo hago molestar, no es que lo haga mucho pero…

--Tienes que irte si quieres seguir viva—

--¿Y que si no quiero seguir viva?—lo reto. Se pone de pie y camina hasta el pequeño bar que tiene en su lujosa oficina. Se sirve un whisky y vuelve a su escritorio de caoba fina.

--No estoy para tus juegos Zoe, tienes que irte, tu vida está en peligro—lo esté o no lo esté, yo no me iré. Piensa que puede manejarme a su antojo y que yo lo obedeceré como soldadito. Papá que poco me conoces.

Eso es lo que pasa cuando tu padre está más interesado en su trabajo que en pasar tiempo con su hija. No es que me importe o me duela, no, pero lo que realmente me molesta es su manera de querer controlar a todo el mundo, su manera de ordenar hacer lo que él desea después de una mala jugada por parte suya

--Por tu maldita culpa papá ¡siempre es por tu maldita culpa!—ahora es mi turno de ponerme de pie—Todo lo malo que nos pasa siempre ha sido por tu culpa, mi vida está aquí y no me iré solamente porque tú lo decides—camino hacia la puerta decidida a dejar esta conversación. Para mí ha terminado, pero para él, por supuesto, que no.

--No te quiero perder—volteo y lo miro. Por primera vez en mis 19 años veo algo más que arrogancia en su mirada. Su gesto se comprime y bebe de un sorbo el resto de su copa. Camina a paso lento hacia mí y toma mi mano.

Él no es un hombre que demuestre lo que siente, que demuestre sus debilidades, desgraciadamente sé que mi madre y yo somos esas debilidades. Pero aun así yo no abandonare mi vida. Y suena tan irónico que diga que no me quiere perder cuando nunca me ha tenido.

--Papá, tú me perdiste hace mucho—me doy la vuelta y salgo de la habitación.


Suelto el libro en mi bolsa de viaje y me dispongo a salir de mi habitación. Echo un último vistazo y maldigo lo más alto que puedo.
Tendré que dejar el único lugar donde realmente me siento cómoda, donde he podido encontrar amigos que me comprendan, que piensen y sientan igual que yo, y mi padre simplemente llega y me lo arrebata de las manos.

Al enterarme que mi padre trabaja para la CIA simplemente he querido darle un maldito tiro en la cabeza, o mejor dármelo a mí. No puedo creer que mi padre se haya metido en eso, pero bueno, siempre me pareció realmente sospechoso el hecho de no saber realmente a lo que se dedicaba mi padre, mientras mis compañeros tenían padres bomberos, policías, médicos, abogados, yo tenía a un maldito miembro de la CIA. Increíble

Ahora sé que la gente tenía razón cuando decían que yo era diferente, bueno, en realidad ellos decían que era rara, pero creo que se escucha mejor diferente. Soy diferente al resto de ustedes. Castíguenme por ello.

--Zoe, se hace tarde—me importa un comino padre. Lo miro recargado en el umbral de la puerta, tan despreocupado. Me dan ganas de estrangularlo.

--Vamos—

El camino al aeropuerto es realmente rápido. Mi padre no hace más que decirme y repetirme que lo que estoy haciendo es lo mejor, que estoy huyendo por mi seguridad, que estoy en peligro, y bla, bla, bla.

Realmente lo único que quiero es perderlo de vista y hacerle creer que volare hacia Londres mientras me quedo aquí. En mi ciudad, donde está la gente que quiero. Y no, no son mis padres.

Entramos al enorme sitio y comienzo a caminar hacia la puerta V-13 que es donde mi vuelo despegara. No quiero despedirme. No quiero abrazarlo. No quiero mirarlo. Si estoy en esta situación es solamente por su culpa, así que, mejor dejémonos de malditas cursilerías.

--Bueno papá fue un gusto conocerte, nos vemos en otra vida—le doy un saludo de soldado y le doy la espalda.

--No tan rápido jovencita—me toma del codo y me jala hacia él—Si piensas que soy un estúpido para dejarte ir por tu cuenta, estas muy equivocada—lo miro mientras me arrastra a los sanitarios. ¿Por qué mierda vamos a los baños?—No me arriesgare a que desobedezcas mis reglas, como siempre

Llegamos hasta los baños y nos paramos frente el muñequito con pantalones. Lo miro expectante y levanta la mano. Es su señal para que espere. De repente la puerta se abre y un joven sale y estrecha la mano con mi padre.

--Estamos listos—dice mi padre y el chico desconocido para mí se gira hacía mí. Olviden lo desconocido—Zoe, él es Liam y será tu guardaespaldas.

¿Guardaespaldas? ¿Qué mierda?

Liam me mira y sonreí. Maldito sínico, simio estúpido. Liam y yo alguna vez fuimos amigos, muy cercanos pero cuando me di cuenta que los demás con los cuales solíamos pasar el rato eran unos falsos, hipócritas y mentirosos, decidí alejarme de ellos. Lo hablé con él, pero él no escuchó. Así que aquí estamos, después de algunos años, nos volvemos a encontrar y en la situación que hace que quiera colgarlo de las bolas.

--¿Es en serio?—pregunto al mismo tiempo en que Liam dice

--Hola Zoe

Mi padre asiente hacia él y sonríe. Malditos desgraciados

--Es hora de irnos—Liam sonríe y yo le doy mi mejor sonrisa fingida

--Vamos, no esperemos más para que mi maldita vida acabe—me doy la vuelta y dejo a los dos hombres solos. Me dirijo hasta mi puerta y trato de subir lo más rápido posible. Una vez arriba en el avión Liam se deja caer pesadamente a mi lado.

--Tu papá se preocupa por ti Zoe-- su comentario no hace que me inmute

--Claro, se preocupa tanto que me manda a Londres con el primer tipo que le pasa en frente, que pasa si fueses un maldito secuestrador, destripador y violador

--Pero no lo soy—sonríe. No sonrías estúpido.

--Eres un maldito estúpido y arrogante hombre. Además de un muy, muy mal amigo—siseo entre dientes

--Veo que sigues siendo una dramática—

--Veo que sigues siendo un imbécil—una risita sale de él y cierro los ojos.

Este será un vieja realmente interesante.

Hi: