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Back [Harry Styles]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Back [Harry Styles]
decime por favor que vas a poner algo de caroline flack y te voy amar toda mi vida, ahre.
No sé si me gusta o no, pero "jodido louis tomlinson" hace valer esa oración, lo quiero bien forro. Encima los tres juntos, por dios, ¿en qué pensabas?????? voy a sufrir porque no sé si esta bueno o no, igualmente siempre me gusta lo que escribís PERO TEMA COMPLICADO SIENDO FAMOSOS, es como todo muy repetitivo, confio en vos charly!!1 all over again fue de lo mejor que leí en fics junto con 'manual de lo prohibido' y otras, así que ya te quiero por eso.
tkm charly
No sé si me gusta o no, pero "jodido louis tomlinson" hace valer esa oración, lo quiero bien forro. Encima los tres juntos, por dios, ¿en qué pensabas?????? voy a sufrir porque no sé si esta bueno o no, igualmente siempre me gusta lo que escribís PERO TEMA COMPLICADO SIENDO FAMOSOS, es como todo muy repetitivo, confio en vos charly!!1 all over again fue de lo mejor que leí en fics junto con 'manual de lo prohibido' y otras, así que ya te quiero por eso.
tkm charly
iaratomlinsonn
Re: Back [Harry Styles]
Charlie! que te pario!!!
ahora de repente puf! su harry, su rulitos en una banda!!
te exijo que la sigas!!
porque ahora todas queremos saber como sigue esto, porque seguro se pone a averiguar sobre la banda! muero! Zayn, Louis y Harry! los 3 juntos! pobre kate, ahora si que la matas!!
aaaaaaaaah
seguila!!
xqe después del recital de esta noche, te colapso twitter para que subas capitulo! jaja
te quiero :)
ahora de repente puf! su harry, su rulitos en una banda!!
te exijo que la sigas!!
porque ahora todas queremos saber como sigue esto, porque seguro se pone a averiguar sobre la banda! muero! Zayn, Louis y Harry! los 3 juntos! pobre kate, ahora si que la matas!!
aaaaaaaaah
seguila!!
xqe después del recital de esta noche, te colapso twitter para que subas capitulo! jaja
te quiero :)
nadiita
Re: Back [Harry Styles]
Charlie, la vas a seguir???
Anda sube capitulo no importa la corto que sea, realmente extraño leerte. :[
Anda sube capitulo no importa la corto que sea, realmente extraño leerte. :[
If you say so
Capítulo 7.
.
Capítulo 7.
Miércoles 11 de Abril, 09.13 am. Manchester. Manchester Central.
No era la mejor mañana.
Y aún así, intentaba que lo sea. Debía serlo. Porque estaba en Manchester, y estaba esperando junto con mi familia por lo siempre había querido pero nunca me había arriesgado a hacer. Mis primos estaban allí, la hermana de mi madre estaba allí, Robin estaba allí, mi madre estaba allí y Gemma estaba allí; y no había tenido contacto en los últimos meses con ella por lo que no dejaba de comentar, hablar, pedir e insistir para que me confesara con ella, con la inocencia de que realmente sucedería en algún momento del día.
Pero no era así. Porque en ese momento, me parecía desesperante la manera en la que ella buscaba que sintiera algo, aunque fuera nerviosismo y ansiedad.
Des no estaba allí. Era su pueblo natal y no estaba allí, por cuestiones de negocios. Quería suponer que no me interesaba porque no era así; pero prefería culparlo por la incomodidad que sentía formarse en mi pecho cada segundo con más intensidad a realmente afrontar el hecho que me generaba sentirme de esa manera tan vacía.
Gemma seguía conversando; y conversaba, y conversaba, y conversaba. Palabra tras palabra, frase tras frase, como si estuviera escuchándola o como si tuviera algún tipo de significado para mí. No lo tenía; no le encontraba sentido a nuestro intercambio mínimo, ni a nada de lo que se encontraba en mi vida en ese momento.
Cuando finalmente terminó de hablar de forma continua, encontré mi lugar cómodo sobre el suelo. Estábamos sobre una gigantesca fila, pero me encontraba apartada de ella temporalmente. Mi hermana entendió luego de horas de torturarme que necesitaba estar solo y lo aceptó. Simplemente volvió a su lugar cerca de mi madre y mis primos. Mis labios se curvaron débilmente hacia arriba por la imagen de mi familia más cercana junta, pero rápidamente mis ojos rodaron al sentir una suave brisa chocar mi piel.
Once. Once era la cantidad de días que llevaba sin tocarla. Once días que llevaba sin verla sonreír, o incluso quizás más, porque sus últimos días en la ciudad no habían sido en absoluto felices. Once días sin verla, ni siquiera teniendo algún contacto que nos permitiera que la distancia dejara de existir. Once días sin escuchar su voz. Once días sin ver el increíble azul oscurecido que decoraba sus ojos a diario.
Once.
Y fueron días… sin sol. O al menos, no sentía más que lluvia y frío a mi alrededor; no sólo de forma metafórica, sino también meteorológica. No había pasado un sólo segundo en esos días en que no sintiera las gotas chocar contra el piso, la humedad que atrapaba el ambiente, sin pensar en ella. No había pasado siquiera un minuto en el que no quería tenerla entre mis brazos, acurrucada, dormida, resplandeciente, pura, hermosa. Sonriendo contra mi pecho, protegida de todo mal y de todo miedo que intentara consumirla.
Pero no era de esa manera. Porque ella no estaba allí. Ya no estaba.
Se había ido.
Y no creía en las mínimas probabilidades que volviera.
Ella era obstinada; y lo sabía, desde el primer momento en que la había visto. Era terca y no había manera de desviar su objetivo una vez que estaba fijado. Y al parecer, su objetivo esta vez, era dejarme. Pero precisamente por haberla conocido y entendido sus cualidades, era por lo que no podía sentirme enojado con ella.
Me sentía… vacío. Había algo en mi vida por lo que me faltaba luchar a diario. No había nadie a quien salvar o consolar, ni siquiera a quien insistir para ganar. Era miserable. Mi vida, desde hacía once días, era completamente miserable.
Mi iPhone vibró en el bolsillo trasero de mis jeans y lo saqué de allí para observar qué había generado el sonido, con ese mínimo desdén de esperanza que fuera algo relacionado a ella. Sin embargo, el nombre de mi mejor amiga estaba allí, adjuntado con unas palabras de aliento y de suerte. Sonreí, tipeando una respuesta en la pantalla, contestando el resto de los mensajes que había evitado leer por el malhumor que se había apoderado de mí antes de levantarme de mi cama.
Mientras bajaba en mis mensajes de texto, sabía lo que estaba haciendo. Sabía lo que buscaba y sabía por que lo hacía. Sabía que necesitaba confirmarlo, por milésima vez, y sabía que todavía tenía necesidad de descargarme por ello pero no lo haría en ese momento. Sólo… necesitaba leerlo. Leerla, a ella, una vez más. Leer nuestra última despedida.
“And I know when I die, you’ll be on my mind. And I’ll love you, always.”
Siempre. Era una palabra genérica, referida al tiempo o la duración. Jamás había sido del tipo de persona que las utilizaba, ni en un extremo ni en otro. Solían ser un reflejo de un momento muy triste o muy feliz, y no me alegraba prometer sin cumplir. Pero sólo leerlo, sabiendo que provenía de ella, me hacía creer.
Quizás me hacía caer en ese engaño de que en verdad sería para siempre. Quizás me hacía pensar en que era eterno, de esa manera extraña en la que ya se había terminado. Quizás era lo que necesitaba para confirmar que en verdad sus palabras tenían valor, que aunque no las hubiera dicho igual las sentía.
Porque yo las sentía. Demonios, las sentía quizás en un nivel tan profundo que no podía quitar el sentimiento de mí. Tal vez no era lo correcto decirlo el día de su despedida; tal vez tuve que haberlo dicho antes, recordárselo y repetírselo hasta que su cerebro y su razón entendieran que estaba bien que yo lo sintiera y que permitirse sentirlo la haría sentir más viva.
Pero no había vuelta atrás.
Porque ella no estaba. No estaba.
El mediodía llegaba a su fin mientras estaba allí, esperando, afuera del Manchester Central. Me preguntaba que era de ella, de su vida, a cada segundo de mi día. Me preguntaba si aún me necesitaba, si aún me extrañaba; me preguntaba si al fin era feliz, si ya había aprendido a dejar atrás y mirar hacia el futuro como tanto le había sugerido de forma indirecta en reiteradas ocasiones. Me preguntaba si mi regalo le había llegado, si la habría sorprendido y me preguntaba si lo estaba usando en ese preciso momento.
Me preguntaba si la nostalgia de saber el significado que existía detrás de ese reloj la había golpeado tan duro como a mí. Me preguntaba si se preguntaba que hubiera sucedido con nosotros si jamás se hubiera ido. Me preguntaba si su mente le había jugado el mismo truco que a mi cuando lo envié, volviendo como una película en reversa al principio y reflejando cada pequeño momento juntos de manera tortuosa. Me preguntaba si ella tenía la certeza de que jamás dejaría de esperarla, sin importar cuánto tiempo o lo que pudiera suceder entre nosotros. Me preguntaba si sabía que la distancia no era en absoluto un determinante para el amor que sentía a cada segundo, sólo por ella.
Me preguntaba si algún día recibiría una respuesta y si ella podía perdonarse a sí misma para volver a creer una vez más.
Me preguntaba si volvería a verla y sólo pensar la respuesta más factible logró que un malestar se dispersara por todo mi cuerpo.
Me obligué a ocultar mis síntomas de un posible vómito, recordando cómo la última semana un virus se había instalado en mi organismo para no dejarme siquiera respirar con normalidad. Mi madre me vio con una sonrisa, borrándose al ver mis facciones en desasosiego e inquietud. Abandonó la fila dejando a mi hermana a cargo, a sólo unas personas de llegar al escritorio y pedir mi número correspondiente. Se acercó a mí, agachándose a mi altura como cuando era sólo un niño, y pude sentir como volvía atrás a cuando ella acariciaba mi cabello entonces lacio luego de que me hubiera lastimado contra el suelo y besaba mi mejilla con afecto.
Precisamente el mismo afecto que encontraba hoy en sus ojos.
Preguntó por mi salud y asentí a todas sus recomendaciones, dejándole entendido que me encontraba bien. Y si no lo hacía, lo estaría. Porque ya no estaba enfermo inmunológicamente, pero si me encontraba anímicamente. Hecho que mi madre sabía por certeza por su maldito instinto y por las veces que había entrado a mi habitación sin permiso encontrándome con mi vista fija en el interesante techo, rostro húmedo de lágrimas.
Media hora después, estaba una vez más dentro de la fila con mi familia intentando hacer que todo sea mejor. Y en realidad, lo hacían. De alguna forma extraña, estar con ellos en ese momento me había hecho olvidar todo lo que había reflexionado durante la mañana, y realmente enfocarme en cuanto había deseado eso antes de que llegara alguien a quien desear incluso más que mis sueños de siempre.
Cuando mi turno llegó, firmé algunos papeles, me entregaron mi número y luego de las cuestiones técnicas, estaba casi allí. A sólo pasos de todo lo que había querido en algún momento. Y aunque lo había descartado el último año habiendo decidido estudiar, de alguna manera, eso me llevaría a lo que ahora se convirtió en mi prioridad. Y aunque no fuese de esa manera, no tenía ninguna otra opción que me llevara hasta ella, ni nada que pudiera hacerme feliz en ningún otro aspecto más que eso.
Entonces, mi madre besó mi mejilla y me acerqué finalmente, separando mi vida nueva de la antigua acortando la distancia.
Levanté el micrófono, parpadeé una vez más y un último pensamiento cruzó mi mente antes de que todo pareciera acelerarse como en una película cómica.
Esto es por tí, cariño.
---
Mhm. Bueno. Otros diez días de demora. Perdón por eso. Pensaba subir en el fin de semana largo pero pueden hecharle la culpa a Harry Styles por estar en Argentina desde el 2 de mayo. No pude concentrarme en escribir y estuve estudiando para el parcial del sábado. El próximo sábado, si apruebo todo, es mi último día de estudio por al menos dos semanas. Así que ahí voy a adelantar. No se durante esta semana, porque tengo que estudiar alrededor de 120 hojas; pero lo voy a intentar.
Es corto. Todavía me cuesta darle forma a la historia y también a las narraciones de Harry; porque no estoy precisamente acostumbrada a su punto de vista. Miren las fechas, no se olviden de eso. Espero que les guste y aunque tampoco es el giro que me hubiera gustado darle a la historia, si alguien más escribe puede entender que hay veces que no hay otra salida si se revisa lo escrito o simplemente no sería lo mismo si se cambia la idea original. Tengan bien en claro, que esto sigue tratándose de Kate y Harry. En absoluto pasa a ser todo sobre Harry y su supuesta carrera musical. Para nada. Confío en que voy a encontrar la manera de que esto sea diferente, y espero que les guste. Gracias por todos los comentarios; los leí todos y quizás la próxima vez responda algunos de este capítulo. Muchas gracias por el apoyo, charlie loves you♥.
Miércoles 11 de Abril, 09.13 am. Manchester. Manchester Central.
No era la mejor mañana.
Y aún así, intentaba que lo sea. Debía serlo. Porque estaba en Manchester, y estaba esperando junto con mi familia por lo siempre había querido pero nunca me había arriesgado a hacer. Mis primos estaban allí, la hermana de mi madre estaba allí, Robin estaba allí, mi madre estaba allí y Gemma estaba allí; y no había tenido contacto en los últimos meses con ella por lo que no dejaba de comentar, hablar, pedir e insistir para que me confesara con ella, con la inocencia de que realmente sucedería en algún momento del día.
Pero no era así. Porque en ese momento, me parecía desesperante la manera en la que ella buscaba que sintiera algo, aunque fuera nerviosismo y ansiedad.
Des no estaba allí. Era su pueblo natal y no estaba allí, por cuestiones de negocios. Quería suponer que no me interesaba porque no era así; pero prefería culparlo por la incomodidad que sentía formarse en mi pecho cada segundo con más intensidad a realmente afrontar el hecho que me generaba sentirme de esa manera tan vacía.
Gemma seguía conversando; y conversaba, y conversaba, y conversaba. Palabra tras palabra, frase tras frase, como si estuviera escuchándola o como si tuviera algún tipo de significado para mí. No lo tenía; no le encontraba sentido a nuestro intercambio mínimo, ni a nada de lo que se encontraba en mi vida en ese momento.
Cuando finalmente terminó de hablar de forma continua, encontré mi lugar cómodo sobre el suelo. Estábamos sobre una gigantesca fila, pero me encontraba apartada de ella temporalmente. Mi hermana entendió luego de horas de torturarme que necesitaba estar solo y lo aceptó. Simplemente volvió a su lugar cerca de mi madre y mis primos. Mis labios se curvaron débilmente hacia arriba por la imagen de mi familia más cercana junta, pero rápidamente mis ojos rodaron al sentir una suave brisa chocar mi piel.
Once. Once era la cantidad de días que llevaba sin tocarla. Once días que llevaba sin verla sonreír, o incluso quizás más, porque sus últimos días en la ciudad no habían sido en absoluto felices. Once días sin verla, ni siquiera teniendo algún contacto que nos permitiera que la distancia dejara de existir. Once días sin escuchar su voz. Once días sin ver el increíble azul oscurecido que decoraba sus ojos a diario.
Once.
Y fueron días… sin sol. O al menos, no sentía más que lluvia y frío a mi alrededor; no sólo de forma metafórica, sino también meteorológica. No había pasado un sólo segundo en esos días en que no sintiera las gotas chocar contra el piso, la humedad que atrapaba el ambiente, sin pensar en ella. No había pasado siquiera un minuto en el que no quería tenerla entre mis brazos, acurrucada, dormida, resplandeciente, pura, hermosa. Sonriendo contra mi pecho, protegida de todo mal y de todo miedo que intentara consumirla.
Pero no era de esa manera. Porque ella no estaba allí. Ya no estaba.
Se había ido.
Y no creía en las mínimas probabilidades que volviera.
Ella era obstinada; y lo sabía, desde el primer momento en que la había visto. Era terca y no había manera de desviar su objetivo una vez que estaba fijado. Y al parecer, su objetivo esta vez, era dejarme. Pero precisamente por haberla conocido y entendido sus cualidades, era por lo que no podía sentirme enojado con ella.
Me sentía… vacío. Había algo en mi vida por lo que me faltaba luchar a diario. No había nadie a quien salvar o consolar, ni siquiera a quien insistir para ganar. Era miserable. Mi vida, desde hacía once días, era completamente miserable.
Mi iPhone vibró en el bolsillo trasero de mis jeans y lo saqué de allí para observar qué había generado el sonido, con ese mínimo desdén de esperanza que fuera algo relacionado a ella. Sin embargo, el nombre de mi mejor amiga estaba allí, adjuntado con unas palabras de aliento y de suerte. Sonreí, tipeando una respuesta en la pantalla, contestando el resto de los mensajes que había evitado leer por el malhumor que se había apoderado de mí antes de levantarme de mi cama.
Mientras bajaba en mis mensajes de texto, sabía lo que estaba haciendo. Sabía lo que buscaba y sabía por que lo hacía. Sabía que necesitaba confirmarlo, por milésima vez, y sabía que todavía tenía necesidad de descargarme por ello pero no lo haría en ese momento. Sólo… necesitaba leerlo. Leerla, a ella, una vez más. Leer nuestra última despedida.
“And I know when I die, you’ll be on my mind. And I’ll love you, always.”
Siempre. Era una palabra genérica, referida al tiempo o la duración. Jamás había sido del tipo de persona que las utilizaba, ni en un extremo ni en otro. Solían ser un reflejo de un momento muy triste o muy feliz, y no me alegraba prometer sin cumplir. Pero sólo leerlo, sabiendo que provenía de ella, me hacía creer.
Quizás me hacía caer en ese engaño de que en verdad sería para siempre. Quizás me hacía pensar en que era eterno, de esa manera extraña en la que ya se había terminado. Quizás era lo que necesitaba para confirmar que en verdad sus palabras tenían valor, que aunque no las hubiera dicho igual las sentía.
Porque yo las sentía. Demonios, las sentía quizás en un nivel tan profundo que no podía quitar el sentimiento de mí. Tal vez no era lo correcto decirlo el día de su despedida; tal vez tuve que haberlo dicho antes, recordárselo y repetírselo hasta que su cerebro y su razón entendieran que estaba bien que yo lo sintiera y que permitirse sentirlo la haría sentir más viva.
Pero no había vuelta atrás.
Porque ella no estaba. No estaba.
El mediodía llegaba a su fin mientras estaba allí, esperando, afuera del Manchester Central. Me preguntaba que era de ella, de su vida, a cada segundo de mi día. Me preguntaba si aún me necesitaba, si aún me extrañaba; me preguntaba si al fin era feliz, si ya había aprendido a dejar atrás y mirar hacia el futuro como tanto le había sugerido de forma indirecta en reiteradas ocasiones. Me preguntaba si mi regalo le había llegado, si la habría sorprendido y me preguntaba si lo estaba usando en ese preciso momento.
Me preguntaba si la nostalgia de saber el significado que existía detrás de ese reloj la había golpeado tan duro como a mí. Me preguntaba si se preguntaba que hubiera sucedido con nosotros si jamás se hubiera ido. Me preguntaba si su mente le había jugado el mismo truco que a mi cuando lo envié, volviendo como una película en reversa al principio y reflejando cada pequeño momento juntos de manera tortuosa. Me preguntaba si ella tenía la certeza de que jamás dejaría de esperarla, sin importar cuánto tiempo o lo que pudiera suceder entre nosotros. Me preguntaba si sabía que la distancia no era en absoluto un determinante para el amor que sentía a cada segundo, sólo por ella.
Me preguntaba si algún día recibiría una respuesta y si ella podía perdonarse a sí misma para volver a creer una vez más.
Me preguntaba si volvería a verla y sólo pensar la respuesta más factible logró que un malestar se dispersara por todo mi cuerpo.
Me obligué a ocultar mis síntomas de un posible vómito, recordando cómo la última semana un virus se había instalado en mi organismo para no dejarme siquiera respirar con normalidad. Mi madre me vio con una sonrisa, borrándose al ver mis facciones en desasosiego e inquietud. Abandonó la fila dejando a mi hermana a cargo, a sólo unas personas de llegar al escritorio y pedir mi número correspondiente. Se acercó a mí, agachándose a mi altura como cuando era sólo un niño, y pude sentir como volvía atrás a cuando ella acariciaba mi cabello entonces lacio luego de que me hubiera lastimado contra el suelo y besaba mi mejilla con afecto.
Precisamente el mismo afecto que encontraba hoy en sus ojos.
Preguntó por mi salud y asentí a todas sus recomendaciones, dejándole entendido que me encontraba bien. Y si no lo hacía, lo estaría. Porque ya no estaba enfermo inmunológicamente, pero si me encontraba anímicamente. Hecho que mi madre sabía por certeza por su maldito instinto y por las veces que había entrado a mi habitación sin permiso encontrándome con mi vista fija en el interesante techo, rostro húmedo de lágrimas.
Media hora después, estaba una vez más dentro de la fila con mi familia intentando hacer que todo sea mejor. Y en realidad, lo hacían. De alguna forma extraña, estar con ellos en ese momento me había hecho olvidar todo lo que había reflexionado durante la mañana, y realmente enfocarme en cuanto había deseado eso antes de que llegara alguien a quien desear incluso más que mis sueños de siempre.
Cuando mi turno llegó, firmé algunos papeles, me entregaron mi número y luego de las cuestiones técnicas, estaba casi allí. A sólo pasos de todo lo que había querido en algún momento. Y aunque lo había descartado el último año habiendo decidido estudiar, de alguna manera, eso me llevaría a lo que ahora se convirtió en mi prioridad. Y aunque no fuese de esa manera, no tenía ninguna otra opción que me llevara hasta ella, ni nada que pudiera hacerme feliz en ningún otro aspecto más que eso.
Entonces, mi madre besó mi mejilla y me acerqué finalmente, separando mi vida nueva de la antigua acortando la distancia.
Levanté el micrófono, parpadeé una vez más y un último pensamiento cruzó mi mente antes de que todo pareciera acelerarse como en una película cómica.
Esto es por tí, cariño.
---
Mhm. Bueno. Otros diez días de demora. Perdón por eso. Pensaba subir en el fin de semana largo pero pueden hecharle la culpa a Harry Styles por estar en Argentina desde el 2 de mayo. No pude concentrarme en escribir y estuve estudiando para el parcial del sábado. El próximo sábado, si apruebo todo, es mi último día de estudio por al menos dos semanas. Así que ahí voy a adelantar. No se durante esta semana, porque tengo que estudiar alrededor de 120 hojas; pero lo voy a intentar.
Es corto. Todavía me cuesta darle forma a la historia y también a las narraciones de Harry; porque no estoy precisamente acostumbrada a su punto de vista. Miren las fechas, no se olviden de eso. Espero que les guste y aunque tampoco es el giro que me hubiera gustado darle a la historia, si alguien más escribe puede entender que hay veces que no hay otra salida si se revisa lo escrito o simplemente no sería lo mismo si se cambia la idea original. Tengan bien en claro, que esto sigue tratándose de Kate y Harry. En absoluto pasa a ser todo sobre Harry y su supuesta carrera musical. Para nada. Confío en que voy a encontrar la manera de que esto sea diferente, y espero que les guste. Gracias por todos los comentarios; los leí todos y quizás la próxima vez responda algunos de este capítulo. Muchas gracias por el apoyo, charlie loves you♥.
ccharlie.
Re: Back [Harry Styles]
necesito que se encuentren de una vez :@
HANDY
HANDY
HANDY
HANDY
MANDY
MANDY
MANDY
PUTA
PUTA
PUTA
HANDY
HANDY
HANDY
HANDY
MANDY
MANDY
MANDY
PUTA
PUTA
PUTA
beingharrygirl
Re: Back [Harry Styles]
Subiste!!! Realmente creí que ya no la seguirías así que ya había dejado de pasarme por esta novela, pero hoy quizá comprobar que no habías subido y WOW!! me encontré con un cap!!!
Comprendo que estés demasiado ocupada con todo eso de tus estudios, pero por favor, no nos dejes tanto tiempo esperando, no tienes ni la más mínima idea de todo lo que sufrí en estos diez días.
Volviendo al capítulo,pobre de mi Hazza lo que debe de estar sufriendo mi bebe, ¿cómo cuantos caps van a pasar para que lleguen al tiempo actual de la novela?
Siguela!!
Comprendo que estés demasiado ocupada con todo eso de tus estudios, pero por favor, no nos dejes tanto tiempo esperando, no tienes ni la más mínima idea de todo lo que sufrí en estos diez días.
Volviendo al capítulo,pobre de mi Hazza lo que debe de estar sufriendo mi bebe, ¿cómo cuantos caps van a pasar para que lleguen al tiempo actual de la novela?
Siguela!!
If you say so
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