Dom caliente-Sum frío {Larry Stylinson} -Terminada-

LarryLarcel Stylinson escribió:Una hora, UNA HORA es lo que he tardado en leerme la novela, y he tardado "tanto" porque me he duchado para hacer un descanso. ME ENCANTA! Es perfecta! :solteria: 
Tía síguela cuanto antes :DDDDDDDDD
Tu nueva lectora, Dulce xx.

Una hora? Wow, y hubieras tardado menos jaja. Ya la sigo y ¡Bienvenida!

cobulaa escribió:Estupido y sensual Louis por fin recapacita y Zayn no es tan zorra como pense ahora me siento mal de haberle dicho asi Ksjsjsjs hermoso Zayn xd
Y a Harry le van a dar duro :3 tienes que seguirlaa plsss >.< 
Un besoo  bye <3

Arrepentimiento ModeOn.

Ahora es cuando todas le cantamos a Harry " te va a doler (8) "

Cecidedirectio escribió:Chingado siguela plis (cara de angelito ) beso cuidate

Ya la sigo!!!
y disculpa la ignorancia pero ¿Qué es chingado? D:

El corazón de Harry latía con fuerza. Sentía que su pecho iba a estallar. Louis le ofrecía todo lo que siempre había querido. Y eso lo asustaba a muerte. ¿Qué si lo perdía? ¿Y si perdía a Louis? Eso lo destruiría.

—¿Ángel?

—Tengo miedo, Louis —susurró Harry.

—¿Y crees que yo no? —se burló Louis—. Nunca he conocido a nadie en mi vida que me afectara de la forma en la que lo haces. ¿Qué pasa si estoy tomando la decisión equivocada aquí? ¿Qué pasa si tú decides que no soy el Dom para ti después de esto? ¿Qué pasa si tratas de dejarme otra vez?

Harry negó.

—No, si me comprometo contigo y llevo tu collar, yo nunca te dejaré.

—Tú estabas usando mi collar antes, Harry, y trataste de dejarme.

—Eso no era un collar real —insistió Harry—. Eso era algo que utilizaste para mostrar tu propiedad. No significaba nada para ti, y por lo tanto, no significaba nada para mí.

—Buen punto. —Louis se echó a reír y le dio al collar en su mano una pequeña sacudida—. Pero este es uno diferente, ángel. Éste significa algo para mí, y te lo estoy ofreciendo.

Harry no podía mantener sus manos alejadas, le temblaron cuando las acercó para tocar el collar de suave cuero. Quería esto tanto, ¿pero podía confiar en él, sobre todo después de que Louis trajo a otro sum a la casa?

—¿No traerás a casa a otros sumisos? ¿No habrá más otros sumisos, y punto?

—No, tú eres mi único sum.

—¿Contrato exclusivo?

Louis sonrió. —Por supuesto.

—¿A tiempo completo?

—No me gustaría que fuera de otro modo.

—¿Tengo que seguirte llamando Maestro?

—Sólo cuando estemos haciendo una escena, de lo contrario puedes llamarme Louis. —Sonrió de nuevo—. O querido, o cielo o cariño. Me conformo con cualquiera de ellos.

—¿En serio? ¿No te importaría que te llamase cielo o algo así?

—No, en absoluto.

—Parece que realmente estás aceptando todo esto, de repente. Sólo hace un poco, estabas dispuesto a follar a otro hombre. ¿Cómo sé que esto no es sólo para que puedas obtener un pedazo de mi culo?

—Porque hace un rato, yo no sabía cuánto me dolería si te fueras. —La sonrisa dejó los labios de Louis, y de repente se veía muy serio—. Realmente sabía antes de lo sucedido con Zayn que estaba tomando la decisión equivocada. Lo envié a su casa, Harry. No me lo follé. Me di cuenta de que causarte dolor me estaba destrozando, y no me gustó cómo me sentí cuando supe que te había causado dolor.

Harry arqueó una ceja. Ese era un gran discurso para un Dom tan controlado como Louis parecía serlo, pero ¿era suficiente? —Así que, ¿qué pasa la próxima vez que no haga algo que quieras?

—Voy a palmearte el culo.

Harry parpadeó, luego, lentamente, comenzó a sonreír. —¿Lo prometes?

—Por supuesto. —La sonrisa de Louis era contagiosa, y Harry se vio incapaz de resistirse a elevar sus labios en los extremos—. Puede ser que incluso te vende los ojos y te ate mientras lo hago.

Harry gimió, empujando hacia atrás la cabeza contra la almohada. No podía creer lo mucho que lo encendían las palabras Louis.

—¿Me restringirás ahora?

Las cejas de Louis se arquearon. Harry inhaló bruscamente cuando Louis se movió de repente, agarrando sus manos y manteniéndolas por encima de su cabeza. Un momento más tarde, Harry sentía los suaves puños de terciopelo envolverse alrededor de sus muñecas.

La sonrisa sensual en el rostro de Louis cuando miró de nuevo hacia él hizo que la garganta de Harry se secara repentinamente. Se lamió los labios y trató de tragar, pero sus acciones solo provocaron que los ojos color avellana de Louis se hicieran más oscuros por la inconfundible pasión.

—Maestro —le susurró Harry.

—Louis —dijo Louis—. No estamos en una escena en este momento, ángel.

Harry parpadeó, sintiendo de repente… algo. Él no estaba seguro de lo que era. Quería a Louis de todas las maneras en las que pudiera conseguirlo, pero también quería al Dom que Louis era. Harry no estaba seguro de poder separar a los dos hombres.

—Yo... yo...

La mano de Louis ahuecó un lado de la cara de Harry cuando el hombre se inclinó cerca de él.

—Siempre voy a ser tu Maestro, Harry. Nada cambiará eso. Pero habrá momentos en los que sólo quiera ser un hombre contigo, no un Dom.

Harry parpadeó rápidamente mientras las lágrimas brotaban de sus ojos. —Está bien.

—Antes de que te toque, quiero esto alrededor de tu garganta. —Louis levantó el collar—. Necesitas saber que incluso si sólo estamos juntos como amantes, yo sigo siendo tu Maestro. ¿Vas a usar mi collar, Harry?

Harry inclinó la cabeza hacia un lado, sorprendido por la incertidumbre que podía ver en los ojos de Louis. Nunca habría pensado que Louis podría ser inseguro sobre cualquier cosa. El hombre parecía muy seguro de sí mismo, siempre controlado.

Pero Harry no estaba seguro de nada. Sabía exactamente lo que quería, en lo profundo de su corazón, lo que había querido desde el primer momento en el que puso los ojos en la fotografía de Louis.

Harry inclinó la cabeza hacia atrás, dejando al descubierto su garganta para su Dom. Sonrió al oír la inhalación rápida de Louis. Un momento después, sintió los dedos de Louis temblar contra su cuello cuando el hombre enganchó el collar alrededor del mismo.

—Tan bello, mi ángel —susurró Louis mientras sus dedos acariciaban el cuero por encima del collar—. Mañana hablaremos con Rio para que nos redacte un contrato permanente.

—Sí, Louis. —Harry no creía que su respuesta fuera necesaria, pero de todos modos se la dio. Quería que supiera que no sólo aceptaba todo lo que el Dom decía, sino que estaba de acuerdo con él—. Sí, Maestro.

—Siempre serás mío, ángel.

Harry asintió, la sensación del nudo en la garganta fue demasiada para hablar. Louis le estaba dando todo lo que siempre quiso tener. Ahora, Harry podría darle lo único que él había estado guardando para el hombre.

Con intención deliberada, Harry separó las piernas y las levantó, los lados de sus rodillas rozando los flancos de Louis. Estaba bastante seguro de que Louis había pillado la idea general cuando el rostro del hombre se sonrojó, y el hambre llenó sus ojos.

—Mi ángel hermoso. —La sonrisa de Louis era salvaje—. Todo mío.

Por mucho que había previsto estar con Louis, no estaba preparado para la intensidad con la que este trató de darle placer. El hombre empezó con su cuello, justo donde el collar estaba envuelto alrededor, besando y lamiendo la piel allí.

Louis lamió una línea a lo largo de la suave curva de la oreja de Harry antes de susurrarle. —¿Te gusta eso, ángel?

—Por favor, Louis.

Louis se movió por el cuerpo de Harry, dibujando pequeños círculos alrededor de sus pezones, cada vez más cerca con cada círculo antes de tirar de los pequeños aros de plata.

—¿Te gustan mis caricias, ángel?

—¡Sí! —siseó Harry.

Louis le pellizcó los pezones, tirando de las pequeñas y doloridas protuberancias. Harry se arqueó, empujando su pecho hacia el suave toque de Louis. Dios, se sentía tan bien.

Harry gimió en protesta cuando Louis se apartó de él hasta que vio la mano del hombre en la mesita de noche y cómo sacaba una botella de lubricante y un condón. Louis abrió el condón, entonces lo rodó sobre su dura polla.

Harry se mojó los labios repentinamente secos, anticipando lo que iba a venir. Vio a Louis abrir la botella de lubricante y verter una cantidad generosa sobre su polla antes de extenderla alrededor de la misma.

Él roció un poco más sobre sus dedos. Cuando Louis se inclinó y rodó los dedos entre sus nalgas, sus piernas temblaban. Louis lo volvía loco, con cada suave caricia.

Louis no le dijo ni una palabra, sólo pasó los dedos por la raja de su culo y apretó un dedo en el apretado círculo de músculos de la entrada de Harry. Este se sacudió y gimió, luego se empujó nuevamente contra la dura intrusión. Louis dejó el paquete del condón vacío en la cama, y luego empujó dos dedos en el culo de Harry.

La cabeza de Harry cayó hacia atrás cuando Louis comenzó a empujar sus dedos, y luego los sacaba, lentamente al principio, luego a mayor velocidad. Pequeños maullidos comenzaron a caer de sus labios, y sus manos se cerraron en puños cuando Louis añadió otro dedo, empujando los tres rápidamente.
La polla de Harry goteaba. Podía sentir las pequeñas gotas de líquido pre-seminal que goteaban por los lados de su polla. Todo su cuerpo se estremeció cuando Louis utilizó los dedos de su mano libre para frotar las gotas por la cabeza de su polla. Louis parecía prestar especial atención a la pequeña ranura en la parte superior.

Cuando el cuerpo de Harry se sacudió, Louis soltó una risita. —Recuerda, ángel, no te correrás hasta que yo lo diga.

Harry asintió rápidamente, pero tenía serias dudas acerca de su capacidad para no correrse cuando estaba siendo tan estimulado. No lo ayudó nada cuando Louis sacó los dedos del cuerpo de Harry y agarró sus caderas.

Louis agarró las nalgas de Harry y tiró de ellas separándolas más. Alineó la cabeza de su polla contra el orificio. Agonizante centímetro a centímetro, Louis se empujó, hasta que sus huevos se presionaron contra el culo de Harry.

—Estás tan jodidamente apretado, ángel —gruñó Louis.

Harry podía sentir su estrecho círculo de músculos agarrando a Louis cuando el hombre se salió hasta que sólo la cabeza de su polla estaba dentro. Su cuerpo ondulaba alrededor de la polla de Louis. No quería dejar ir al hombre, pero se sentía tan condenadamente bien cuando este se empujaba hacia dentro. Los dedos de Louis se clavaron en sus caderas mientras se empujaba profundamente a su interior.

Sabía que tendría contusiones por la mañana, y la idea lo calentó casi tanto como la sensación de Louis golpeando su culo. El cuerpo de Harry onduló con necesidad y ni siquiera tuvo que moverse para sentir su cuerpo cayendo hacia el orgasmo.

—Joder, ángel —gruñó Louis. Él agarró su polla y comenzó a acariciar a Harry arriba y abajo.

—Córrete para mí, ángel —ordenó Louis con dureza—. Córrete para tu Maestro.

Louis se inclinó y chupó uno de los pezones de Harry durante unos instantes antes de pasar al otro. Esta vez, usó los dientes, mordiendo suavemente la rígida carne y tirando del aro de plata. Harry se volvió loco, gritando mientras se liberaba y llenaba la mano de Louis.

La mente de Harry se volvió puré cuando Louis se inclinó hacia atrás y lo agarró por los muslos y comenzó a empujarse una y otra vez. La habitación se desvaneció alrededor de Harry, reduciéndolo al hombre con él y a la conexión de sus cuerpos.

Podía oír su propia respiración pesada frente a la rápida y corta de Louis. Podía sentir la polla de Louis todavía moviéndose en su interior. Pensó que tal vez había oído los latidos del corazón de Louis sincronizándose con el suyo.

Antes que Harry pudiera analizarlo demasiado, la habitación se precipitó de nuevo con un fuerte rugido. Un momento después, se dio cuenta de que el fuerte grito de éxtasis provenía de él.

Sus piernas parecían de goma y caían sin fuerzas a cada lado. Sus brazos se movieron contra las restricciones en sus muñecas. Su respiración era entrecortada, su cuerpo temblando. Se sentía maravilloso.

Levantó la vista hacia el hombre que se inclina sobre él, maravillándose ante la lujuria que lo atravesó a pesar de que acababa de ser follado. La cabeza de Louis estaba atrás sobre sus hombros. Su pecho subía y bajaba. Se veía glorioso.

Harry sabía que su obsesión con el Dom no había disminuido después de haber sido follado por el hombre. Sólo se había hecho más fuerte. Estaba extasiado.





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Aquí está el último capítulo después de años de tardanza. Realmente lo siento chicas pero he tenido algunos problemas con mis ojos. Se supone que tenía un anzuelo y ahora tengo que operarme si quiero conservar mi ojo izquierdo. Es una mierda en realidad pero bueno, pasan que cosas.

QUE?!?! ULTIMO CAPITULO?!?!?! Oh Dios y yo que hago cuando la termines?! Voy a morir!
Mucha suerte con tu operacion, saldra super bien, te mando mis energias positivas desde ya!
Besitos, Dulce:3

OMG! he quedado con la garganta seca después de esto! Alabad a la que escribió esto! 
es que.. es tan dskjhkhdkjahkjadhfkjdfhkjdfh sdkjhdskhdskjhsdfkdskdsjhkfdhkdsfhjsd 
He aquí unas imagenes de como estoy actualmente, disfrutalas (:
       :vicplz:  :sersi:      :jejeje:  :deos:     
Ah.. te loveo <3 :bye:

Suerte con tu operacion :)

LarryLarcel Stylinson escribió:QUE?!?! ULTIMO CAPITULO?!?!?! Oh Dios y yo que hago cuando la termines?! Voy a morir!
Mucha suerte con tu operacion, saldra super bien, te mando mis energias positivas desde ya!
Besitos, Dulce:3

Sip, último capítulo... no lo sé, leer la siguiente adaptación que haga (? :$  ¡no mueras, linda! aún quedan muchos fics larry smut que leer :') 
Oh, ¡¡muchas gracias!! sé que todo saldrá bien, estoy tranquila (:
besos. xx

AdrianaDirectioner:) escribió:OMG! he quedado con la garganta seca después de esto! Alabad a la que escribió esto! 
es que.. es tan dskjhkhdkjahkjadhfkjdfhkjdfh sdkjhdskhdskjhsdfkdskdsjhkfdhkdsfhjsd 
He aquí unas imagenes de como estoy actualmente, disfrutalas (:
       :vicplz:  :sersi:      :jejeje:  :deos:     
Ah.. te loveo <3 :bye:

Jaja aún queda!! sí, definitivamente es un genio quien lo escribió. Jaja hey!! yo estaba algo así cuando la leí por primera vez! 

ok, no tengo idea de cómo insertar imágenes, creo me vendría bien un tutorial eh. xx

Cecidedirectio escribió:Suerte con tu operacion :)

Muchísimas gracias, linda. 

¿Lista para el epílogo? (:

—¿Estás seguro de que quieres hacer esto, ángel?

—Estoy seguro, Maestro. —La sonrisa de Harry hizo que su cara entera brillara—. Quiero que todos sepan que te pertenezco.

—Harry, nosotros podemos anunciarlo, ya sabes. No tenemos que montar un espectáculo para ellos.

Harry se rió entre dientes y se frotó contra el cuerpo de Louis. —¿No quieres que los otros Dom sepan lo mucho que me controlas?

Louis tenía que admitir que lo quería. Sentía un placer perverso en saber había otros Dom que querían a Harry, pero el hombre le pertenecía exclusivamente. A él le gustaba pensar que la sumisión de Harry le pertenecía sólo a él también. Sólo que no estaba seguro de cómo se sentía acerca de que Harry estuviera mostrándose para el placer de los demás.

—Yo te pertenezco a ti y sólo ti, Maestro —susurró Harry contra el costado del cuello de Louis. Los ojos de Louis se cerraron mientras trataba de reprimir el profundo estremecimiento que sacudió su cuerpo con el ligero toque.

—Sigue así, y la cuestión de quién controla a quien será obvia para todo el mundo.

La cabeza de Harry cayó hacia atrás mientras su risa llenaba la pequeña habitación donde se encontraban. Se suponía que se estaban preparando para montar un espectáculo para la fiesta de la víspera de Año Nuevo en Floggers. Louis sólo quería llevar a Harry a casa y desnudarse con él. En los días desde que Harry había aceptado su collar, Louis había recuperado el fuerte control que tenía sobre sí mismo. Se sentía más seguro de lo que se había sentido nunca. Y entonces Harry le sonreía, o lo tocaba, y la restricción de Louis volaba por la ventana.

Harry tenía una capacidad única para llevarse pieza por pieza, su disciplina duramente ganada, luego lo ayudaba a construirla de nuevo, devolviéndole todos los pedazos de control que necesitaba y algo más. Le daba paz, tranquilidad y confort, y bien, se lo daba todo.

No era mucho pedir darle algo a cambio. Exponer su relación ante los otros Dom parecía importante para su ángel, y no le podía negar nada al hombre.

Acarició con su mano el resplandeciente costado de la cara de Harry. —Mi bello ángel —susurró—. Vamos a mostrarles cómo respondes ante tu Maestro, mostrarles lo maravillosamente que te sometes a mí.

—Sí —susurró Harry mientras se inclinaba hacia Louis de nuevo—. Por favor, Maestro.

Louis gimió mientras su polla se endurecía como el acero.

—¿Sabes lo que me haces cuando ruegas, ángel?

—Lo sé.

—Sabes que vas a ser castigado por haber provocado a tu Maestro.

—Lo sé.

Louis sonrió. —Entonces, asume la posición de reposo para que pueda ayudarte a prepararte, ángel.

Louis tragó con fuerza con la gracia con la que Harry se mostraba cuando se ponía de rodillas en el suelo y extendía sus piernas. Sus manos descansaban a cada lado con las palmas sobre sus muslos, con los hombros cuadrados, y su mirada hacia el frente.

—Hermoso.

—Gracias, Maestro.

Tan tranquilo como Harry se veía en su posición, Louis aun podía sentir el temblor del hombre cuando le acariciaba los hombros. Le gustaba tocarlo y lo hacía con mucha frecuencia.

La respuesta de Harry incluso a un ligero toque despertaba mucho a Louis, tanto, que a menudo terminaba follándose al hombre dondequiera que estuvieran en ese momento. Otra forma en la que Harry le robaba su control. Pero sin duda, siempre se lo devolvía aceptando cada orden que le daba. Louis aún tenía que encontrar algo en lo que Harry objetara, no una buena paliza, una buena follada, o incluso dormir atado y con los ojos vendados. A Harry le encantaba todo. Era el sumiso perfecto.

—Manos, ángel.

Louis sonrió ante el entusiasmo con el que Harry levantó las manos al aire. El hombre verdaderamente disfrutaba estando restringido. Louis no podía esperar para ver la reacción de Harry cuando se diera cuenta de que las restricciones que Louis había traído hoy eran diferentes a las que habían usado anteriormente en sus juegos. Estos puños de muñeca se conectaban a los puños de los tobillos, manteniendo las manos de Harry atadas a los tobillos y con seguridad fuera del camino mientras Louis azotaba al hombre.

Louis puso un brazalete en cada una de las muñecas de Harry, pero no las ató juntas. Sintió la sorpresa de Harry cuando envolvió unos puños similares alrededor de sus tobillos. Una vez que estuvo esposado, Louis acarició con los dedos la fruncida frente de Harry.

—Tú vas a amar esto, ángel, sólo tienes que esperar y ver.

Harry asintió, la confusión escrita en su cara como Louis sabía que pasaría. Lo ayudó a ponerse de pie, luego se agachó para reajustar el pequeña tanga roja que apenas cubría la ingle del hombre. Se echó a reír cuando la polla de Harry palpitó en su mano.

—Pronto, ángel, pero no antes de que yo lo diga.

El aliento de Harry se enganchó. —Quiero que te sientas orgulloso, Maestro, solo estoy... Estoy realmente cerca.

—Harás que me sienta orgulloso, ángel, no tengo ninguna duda. No te he dado permiso para correrte todavía, y no lo harás. Es tan simple como eso.

Harry pareció un poco sorprendido por un momento, y luego se echó a reír. —¿Tú crees que es simple?

—Sé que lo es. —Louis acarició con su dedo el collar envuelto alrededor de la garganta de Harry—. Soy tu Maestro, y yo digo que es así de simple.

—Sí, Maestro.

—Ahora, ¿dónde está esa cinta roja?

—La metiste en tu bolsillo. —Harry puso los ojos en blanco—. Todavía no entiendo por qué quieres mi cuello cubierto. Pensé que la idea era que todo el mundo supiera que te pertenezco a ti.

—Lo es, ángel —dijo Louis mientras sacaba la cinta roja de su bolsillo y la ataba alrededor del cuello de Harry,

asegurándose de que cubría el collar que le había dado a su sum—. Pero, quiero que todos vean lo hermoso que eres cuando estás en tu sumisión antes de que se den cuenta que no te pueden tener.

—Lo único que quieres es mostrar tus juguetes.

—Lo hago. Quiero mostrarle al mundo a mi hermoso ángel. —Louis se echó a reír—. Y entonces quiero mostrarles que mi ángel me pertenece sólo a mí.

—Yo vivo para servirte, oh Maestro.

Louis arqueó una ceja ante las palabras atrevidas de Harry. Este podría ser un sum, y uno perfecto para eso, pero el hombre todavía tenía una mente propia y un sentido del humor salvaje. Lo ponía en práctica en los momentos más extraños.

Hacía la vida de Louis feliz.

—Está bien, ángel, hora de que salgamos al escenario. Si necesitas parar en cualquier momento, sólo házmelo saber, ¿de acuerdo?

—No lo haré.

Louis asintió. No tenía la menor duda de que Harry seguiría adelante con sus planes para el espectáculo. La demostración que estaba a punto de presentar era sencilla en comparación con algunas cosas que habían hecho juntos en la escena.

Louis estaba nervioso. No porque Harry estuviera casi desnudo o mostrándole su sumisión a todo el mundo, sino porque Louis no sabía si podría no seguir y follar al hombre allí mismo, en el escenario.

La sumisión de Harry despertaba en Louis un punto álgido en todo momento. Saber que solo se sometería a él lo hacía aún mejor. Louis tenía grandes problemas para mantener sus manos fuera del hombre.

—No te correrás hasta que yo lo diga, ángel.

—Sí, Maestro.

Louis sonrió y se inclinó para besar a Harry suavemente en los labios.

—Vas a estar perfecto.

—Gracias, Maestro.

Louis tomó la mano de Harry y lo sacó de la pequeña habitación. Se reunió con Rio detrás del escenario. Aun a sabiendas de que le debía mucho al hombre, Louis estaba emocionado porque Harry no miraba a nadie ni nada que no fuera él. Ni siquiera reconocía que Rio estaba allí.

—Rio.

—Louis. —Rio deslizó su mirada a Harry—. Harry.

Louis sonrió cuando Harry continuó mirándolo sólo a él. —Saluda a Rio, ángel.

—Hola Rio —dijo Harry, dándole al hombre una rápida inclinación de cabeza antes de nuevamente volver a mirar a Louis.

—Vosotros dos lucís bien —dijo Rio—. ¿Supongo que esta semana ha ido bien para los dos?

—Sí.

Louis se negó a decir más que eso. No quería arruinar la sorpresa, aunque, por la sonrisa que Rio le estaba dando, Louis sospechaba que ya lo sabía. El hombre era demasiado inteligente para no saberlo.

—¿Supongo que somos los siguientes?

—Sí, y luego Liam y su sum nos darán una demostración después de que vosotros hayáis terminado. Vosotros me prometisteis algo espectacular. Estoy deseando verlo.

Louis miró a Harry cuando su sumiso le tiró de la manga. Inclinó la cabeza ligeramente cuando se inclinó, y luego comenzó aparecer una sonrisa en sus labios mientras este le susurraba al oído.

—Rio, mi sum y yo necesitaremos una habitación privada cuando hayamos terminado con nuestra demostración. Harry siente que necesitará unos minutos para recobrar la compostura.

Rio arqueó una ceja. —Debe ser todo un espectáculo.

—Oh, lo será.

—¿La sala en la que se encontraban antes sería aceptable?

Louis pensó en el gancho en el techo, el banco alto en medio de la habitación con restricciones y sonrió. —Será perfecto, gracias.

Una luz roja se apagó de repente sobre sus cabezas. Rio miró hacia arriba, y luego se echó a reír.

—Creo que es su turno.

Louis asintió. Acarició con la mano el centro de la espalda a Harry cuando sintió al hombre temblar a su lado.

—Gracias, Rio. Si pudieras darnos un momento a solas, te lo agradecería. Tengo que preparar a mi sum.

Rio asintió y salió a través de las cortinas que los separaban de la audiencia. Louis se volvió para abrazar a Harry. —Aún hay tiempo para cambiar de opinión, ángel.

—No, sólo quería decirte que he sido un sum malo.

—¿Oh? —Louis no veía cómo. Harry parecía conocer todos sus deseos incluso antes de que él mismo lo supiera.

—Hice algo sin tu permiso, Maestro.

Louis estaba intrigado. —¿Qué hiciste, ángel?

Harry se dio la vuelta y se dobló por la cintura, con las manos descansando sobre sus piernas. Sus ojos verdes brillaban mientras miraba por encima del hombro. Parecía estar esperando algo. Las cejas de Louis se juntaron en un ceño confuso mientras miraba el cuerpo de Harry. Estuvo a punto de tragarse la lengua cuando se dio cuenta de que había una pequeña impresión de algo bajo el tanga de Harry.

—¿Harry? —Las manos del sum temblaron de deseo desenfrenado cuando él se acercó y tiró del borde de la tira a un lado. El aire en sus pulmones siseó cuando vio el rojo tapón anal plantado firmemente en el culo de Harry.

—¿Te taponaste tú mismo? —le susurró Louis.

—Yo sabía que la presentación de esta noche sería intensa para los dos, y quería estar preparado para ti.

—Dulce infierno, ángel, tal vez ni siquiera lleguemos a la presentación. —Louis tragó duro. Su polla se sentía como si estuviera tratando de encontrar una manera de salir de sus pantalones. Se sentía tan excitado, Louis se preguntó cómo podría hilar dos frases completas.

No sirvió de nada cuando Harry separó las piernas para que Louis pudiera ver el saco de los huevos del hombre que colgaban debajo del tapón. No pudo evitarlo. Metió la mano y agarró el tapón, girándolo en el culo de Harry.

—¡Maestro!

—Joder, Harry, tú eres la jodida cosa más sexy que jamás he visto.

Louis bombeaba el tapón dentro y fuera del culo de Harry hasta que oyó pequeños gemidos cayendo de los labios del hombre. Sabía que si seguía, se correría, y él quería eso en su presentación.

Aun así, le tomó casi todo su control empujar el tapón profundamente en el culo de Harry y tirar del tanga de nuevo sobre él. Le dio una palmada, deleitándose con el fuerte gemido que le dio en respuesta.

Cuando Harry se enderezó, Louis lo rodeó y palmeó el grueso bulto en la parte delantera del tanga. Apretó su cuerpo contra el de Harry y lamió una pequeña marcar en el cuello del hombre, mordiendo la piel salada.

—Tú me perteneces, ángel, y voy a tocarte cada vez que quiera. Pediré todo lo que quiera de ti. Me perteneces para hacer lo que yo quiera. ¿Lo entiendes?

—Sí, Maestro.

—Vamos a salir ahí fuera y mostrarle al mundo el perfecto sum que eres, y luego te voy a llevar de nuevo a esa pequeña habitación y follar tu culo hasta que grites.

Harry se estremeció.

—Sí, Maestro.

—Vamos, ángel.

La respiración agitada de Louis contrastaba con su calma exterior. Él sólo quería salir al escenario y hacer su demostración, para después, tener a Harry solo en algún lugar para poder violar al hombre. Ese era su objetivo principal en este momento.

Ya no le importaba darle a los otros Dom una muestra de lo que no podían tener. No le importaba mostrar a su sum. Ni siquiera se preocupaba por mostrarle al mundo que Harry le pertenecía. Sólo quería a Harry.

Louis abrió la cortina y escoltó a Harry al escenario. Podía oír el murmullo de la multitud cuando vieron al sum carentemente vestido y apenas se reprimió a sí mismo de gruñir.

—Asume la posición de reposo.

Louis esperó a que Harry se arrodillarse en el suelo del escenario, y luego se puso en cuclillas a su lado. Observando cuidadosamente a Harry mientras enganchaba los puños de las muñecas con los puños en sus tobillos. Quería ver la reacción de Harry.

Louis no estaba decepcionado. El hombre inhaló suavemente y le lanzó una mirada rápida llena de una excitación profunda. Louis sonrió y pasó el dorso de su mano por la enrojecida mejilla de su sum.

—Pensé que te gustaría esto —dijo Louis lo suficientemente suave para que solo Harry lo escuchara.

—Gracias, Maestro —le susurró Harry.

—No hay de qué, ángel. Ahora, mirada al frente. Ya es hora de vendarte los ojos.

Harry miró al frente. Louis sacó la venda para los ojos de su bolsillo y suavemente la colocó sobre la cabeza del hombre.

Louis se levantó. Harry parecía perfecto. Hacía la posición de reposo como un sumiso que lo había estado haciendo durante años. Todos en la audiencia podían verlo. Pero sólo Louis podría tenerlo.

Comenzó a caminar lentamente alrededor de Harry, arrastrando los extremos de su flogger sobre los hombros de Harry, y luego por la espalda y el pecho.

—Tú oirás mi voz solamente, ángel. No te moverás a menos que yo lo diga. Sólo responderás para mí y seguirás cada una de mis órdenes.

—Sí, Maestro.

Louis comenzó a colocar pequeños azotes del flogger contra la piel de Harry. En primer lugar, trabajó las nalgas de Harry justo en el borde superior donde se unían a la espalda y, a continuación, se trasladó a la parte delantera, prestando especial atención a los pezones.

Louis se vanagloriaba de los susurros de la gente que los veía. Era una cosa hermosa para ver, tal despliegue de control por parte de un sumiso. Harry no se movió. Su pecho subía y bajaba cada vez más con los golpecitos del flogger, pero no movió ni un dedo. Hizo exactamente lo que Louis le había ordenado.

Louis se enamoró de cada franja roja en la piel. Cada una mostraba la sumisión de Harry, su amor por ser dominado. Cada una mostraba a Louis cuánto quería esto Harry.

Finalmente redujo sus golpes y rodó los extremos de cuero del flogger sobre la piel de Harry. Sabía que el público estaba tan excitado como él. ¿Cómo podrían no estarlo después de presenciar la sumisión de Harry?

Dio la vuelta colocándose detrás de Harry, para que el público pudiera ver cada pulgada de su sum. Esperó, anticipando. Hubo un silencio en el aire como si cada Dom que observaba estuviera conteniendo la respiración. Louis esperaba eso. La mejor parte de la presentación aún no había llegado.

—Córrete.

El cuerpo de Harry se puso rígido. Sus manos se apretaron en puños, y un gemido se redujo de sus labios. A pesar del tanga que lo cubría, algunas gotas de semilla se escaparon, goteando por la parte delantera del material cuando Harry hizo exactamente lo que su Maestro le había ordenado.

El asombro y el silencio llenaron la habitación por un momento, y luego un fuerte aplauso llegó de la audiencia. Louis estaba malditamente orgulloso de su sum, pero también necesitaba tener al hombre a solas antes de explotar.

Se agachó y desabrochó el pestillo de fijación de los tobillos y las muñecas de Harry.

Se puso de pie de nuevo y ayudó a Harry ponerse en pie. Este se tambaleó un poco, y Louis puso una mano en medio de su espalda para sostenerlo. Podía sentir el calor torrencial que salía del cuerpo del hombre y tosió para cubrir un gemido.

Cuando Louis miró, la multitud se había acercado, rodeando el escenario. Louis podía leer el deseo de poseer a Harry en los ojos de varios Dom. Podía ver la envidia en los ojos de varios sumisos.

Quiso sonreír, reír. Quería gritarle al mundo que podían mirar, pero no podían tocar. Harry era suyo. En su lugar, simplemente Louis levantó la mano y tiró de la cinta atada alrededor del cuello de Harry hasta que cayó y reveló su collar.

Louis ni siquiera esperó las protestas y los gemidos de decepción antes conducir a Harry de vuelta por donde habían venido. Le llevó más tiempo del que le hubiera gustado llegar a la pequeña habitación donde habían estado antes, y estrelló la puerta contra la pared en su prisa por entrar.

La suave risa de Harry lo relajó solo un poco, pero aún tenía que tener su dolorida polla dentro del apretado culo de su sumiso. Esperar podría significar que dejara de respirar. Louis puso a Harry en el banco alto y aseguró las restricciones de sus muñecas a los ganchos incorporados. Aseguró sus tobillos también, entonces se dejó caer la parte inferior del asiento.

Le tomó sólo unos momentos más quitarse la camisa y deshacer sus pantalones, empujándolos hacia abajo por sus muslos. Cuando se acercó, se detuvo justo en contra el culo de Harry y entre sus piernas atadas.

Louis arrastró sus manos por los muslos de Harry hasta el tanga que cubría su cuerpo. Él rio para sus adentros cuando se dio cuenta que se había olvidado de quitarle la maldita cosa antes ponerle las restricciones.

Louis no veía la hora de reclamar a su sum. Sabía que no tenía control. Se agachó, agarró el borde de la tela y tiró, deleitándose con el sonido del tanga al desgarrarse en sus manos.

—¿Maestro?

—Me olvidé de quitarte el tanga, ángel.

La suave risa de Harry llenó la habitación.

—Pero no te olvides del tapón. No creo que ambos quepan.

—¿Te refieres a este tapón? —le preguntó mientras retorcía el tapón en el culo de Harry.

—Si… sí —siseó Harry mientras arqueaba su cuerpo.

Louis jugó con el tapón un momento antes de sacarlo y dejarlo caer al lado del banco. Rápidamente miró a su alrededor buscando lubricante, sabiendo que eso era algo que no podía olvidar.

—En el bolsillo, Maestro.

Louis miró a Harry y arqueó una ceja. —¿Qué?

—El lubricante.
Louis frunció el ceño. Los ojos de Harry todavía estaban vendados. ¿Cómo podía saber que estaba buscando el lubricante?

—¿Cómo sabes que eso es lo que estoy buscando?

—Debido a que nunca me follas sin lubricante, y si lo hicieras, ya estarías en mi culo.

Louis torció los labios juntos mientras trataba de contener la risa. Metió la mano en su bolsillo y, efectivamente, había un pequeño tubo de lubricante. Louis sacudió la cabeza mientras abría el tubo y rociaba un poco.

Lo frotó sobre su polla, cubriéndose a sí mismo, y luego goteó un poco más de lubricante en la raja del culo de Harry. Él empujó dos dedos dentro del agujero, asegurándose de extender el lubricante alrededor generosamente, luego los liberó.

El hombre ya estaba extendido por el tapón, y Louis estaría por siempre agradecido de que Harry hubiera pensado por adelantado. Esto confirmaba que era el sum perfecto. Siempre estaba tratando de anticiparse a las necesidades de Louis. Además, solía tener razón.

Louis cogió los muslos de Harry y tiró del culo del hombre hasta el final de la banca. Sus ojos casi se cruzaron mientras se veía hundirse en el apretado agujero. Harry tembló a su alrededor, sosteniendo su polla, sosteniéndolo como si estuvieran hechos para estar juntos.

—Tan, jodidamente hermoso, mi ángel —susurró Louis, más para sí mismo que para Harry.

Salió hasta que sólo la cabeza de su polla se mantuvo en el estrecho canal, luego se vio hundirse de nuevo. La imagen era demasiado perfecta como para solo verla un par de veces.

Sin embargo, la necesidad de sentir a Harry correrse en sus brazos era abrumadora. Louis comenzó a empujarse más duro, más rápido y más profundo. Podía sentir el sudor empezar a construirse entre sus omóplatos.

Mientras observaba, la polla de Harry comenzó a llenarse hasta que se levantó en su ingle, dura y espesa. El nivel de excitación de Louis parecía estar ligado al de Harry. El placer que Harry sentía, lo llenaba más.

Louis llegó a cada lado del cuerpo de Harry y agarró los extremos del banco donde los tobillos de Harry estaban restringidos. Él los empujó hasta doblar las rodillas de Harry, y que sus tobillos estuvieran cerca de su cuerpo.

—Abre las piernas, ángel.

Louis tragó saliva cuando Harry hizo lo que ordenó. Las rodillas del hombre cayeron a los lados, mostrando su ingle maravillosamente. Louis seguía empujándose en el culo mientras alargaba la mano y agarraba la botella de lubricante. Rápidamente la apretó y sacó un poco, dejó caer el tubo de nuevo.

Envolvió la mano alrededor de la polla de Harry, comenzó a acariciar al hombre con cada empuje de sus caderas. Cuanto más rápido golpeaba el apretado culo de Harry, más rápido acariciaba la polla del hombre.

Usó su otra mano para acariciar las marcas que el flogger había dejado en la piel de Harry. Este siseó y se apoyó en cada caricia como si ansiara el contacto.

—Quiero escuchar tu placer, ángel.

Harry, tan controlado, tan bueno en seguir órdenes, abrió la boca y gritó, el dulce sonido llenó la habitación. Mientras Louis más lo tocaba, más le gustaba a él, más fuerte era el grito de Harry.

—Un sum perfecto, tan hermoso —gimió Louis—. Córrete por mí, mi ángel, córrete por tu Maestro. Déjame sentir tu placer.

Harry gritaba cuando el líquido caliente se derramó sobre la mano de Louis. Su interior se apretó, los músculos envueltos alrededor de su polla ondularon y lo arrastraron sobre el borde. Embistió tan profundamente en el culo de Harry como pudo, y luego dejó que su orgasmo lo consumiera.

Louis sintió que su cuerpo ardía mientras llenaba el culo con su liberación. Su piel se erizó con la sensación, el aire a su alrededor parecía acariciarlo como si tratara de arrebatarle su clímax hasta que las piernas de Louis se sacudieron.

Se inclinó sobre el cuerpo de Harry mientras trataba de recuperar el control, un control que estaba dispuesto a entregarle a su sum. Podía sentir el corazón de Harry latiendo contra él mientras plantaba pequeños besos a lo largo de su clavícula.

—¿Estás bien, ángel? —le preguntó Louis mientras empujaba la venda de los ojos de Harry, sacándosela por la cabeza. Harry parpadeó varias veces y luego sonrió.

—Estoy perfecto.

—Sí. —Louis sonrió mientras miraba a los ojos suaves verdes que lo miraban con adoración—. Sí, eres perfecto. —Él pasó los dedos por el collar decorativo envuelto alrededor de la garganta de Harry—. Tú eres el sum perfecto para mí.

Fin

Genialllllllllllllllllll muero bien morida XD

Si haces algun otro tema me avisas eee amo como escribes