Dom caliente-Sum frío {Larry Stylinson} -Terminada-

Omg nueva lectora de hecho la empeze a leer solo que no sabía como crearme cuenta ups :$

Y pase de página :)

ckjhdkjvhkjhdkjhkxchjckjckvxhcxkjvhckxhcvkxjhcvkxhvckjhvcxkcxhj SIGUE <3

Ya ni se que comentarte por que de verdad que se me acaban las ideas ES QUE TU NOVELA LA AMODORO :enamorado: . siguela pronto.
Besitos  :(L):

Cecidedirectio escribió:Omg nueva lectora de hecho la empeze a leer solo que no sabía como crearme cuenta ups :$

¡Bienvenida!
al comienzo es un poco difícil eso de la cuenta (yo he tenido muchas y casi siempre termino perdiendo las contraseñas y eso xD)

gracias por leer y por crear una cuenta para comentar :D <3

Cecidedirectio escribió:Y pase de página :)

Yeah!





gracias :D

AdrianaDirectioner:) escribió:ckjhdkjvhkjhdkjhkxchjckjckvxhcxkjvhckxhcvkxjhcvkxhvckjhvcxkcxhj SIGUE <3

kasjdhjasdhldkjgfjhlasklahfdlasklakshdajalasa bueno <3

Maria_Smile escribió:Ya ni se que comentarte por que de verdad que se me acaban las ideas ES QUE TU NOVELA LA AMODORO :enamorado: . siguela pronto.
Besitos  :(L):

Jaja la amadoras (hace mucho no leía esa palabra xD)

ya la sigo <3

cobulaa escribió:kjhsfajk Louis se muere por follar a Harry aunque quien no xd
Esta buenisima siguela pls
un besoo
Bye <3

Yo tuviera pene, no lo pienso y me voy en busca de Harry :') xx

Louis abrió los ojos, parpadeando ante la luz de la luna que brillaba a través de la ventana de su dormitorio. Dejó caer su brazo sobre sus ojos ante la sensación de cansancio como si no hubiera dormido ni un instante. Demasiados pensamientos en su cabeza lo habían mantenido divagando.

Estaba tan confundido que no sabía en qué dirección estaba yendo. Harry era todo lo que siempre quiso tener en un sum, pero no era un arreglo permanente. En tan sólo unos días, tendría que dejarlo con quien fuera que firmara su siguiente contrato con él. Sólo la idea de que estuviera con alguien más lo enfadaba tanto que casi vibraba.

Ni una sola vez, desde que había comenzado a trabajar con sumisos, Louis había querido firmar un contrato a largo plazo con nadie. Le gustaba la libertad que venía al tener a alguien nuevo todo el tiempo. Le gustaba la emoción y la variedad de tener un sum diferente cuando quería uno. No quería estar atado a un solo hombre.

Al menos, eso es lo que trató de decirse cuando escoltó a Harry a la habitación de invitados unas horas antes. Necesitaba un poco de tiempo para pensar, tiempo para decidir por qué estaba tan atraído por el hombre, por qué sentía que estaba perdiendo la cabeza.

Se había pasado todo el día encerrado en su despacho, tratando de trabajar, ignorando el conocimiento de que Harry estaba sentado arriba esperándolo. Podría haberlo llevado de nuevo a la sala de juegos, pero su fascinación era tan grande en lo que al hombre se refería, que tenía miedo de rogarle que rompiera las reglas de su contrato y follar al hombre.

Louis se sentó de repente cuando una idea lo golpeó. Tal vez tenía que pasar algún tiempo con otro sumiso para recuperar su punto de vista. Había estado tan absorto en Harry, que no había pensado en estar con nadie más por el momento. Y tal vez eso era lo que lo hacía perder el control.

Desde el comienzo de su vida como Dom, Louis había pasado de un sum a otro. Nunca se había quedado con uno solo más que unos pocos días, incluso si había repetido las escenas con ellos. Nunca había querido estar atado de esa forma.

Y tal vez ese era su problema. Estaba permitiendo que su fascinación por Harry lo atara a un sum. Louis bajó las piernas por el borde de la cama, se levantó y se dirigió a su armario.

La idea de traer a casa a otro sum para jugar sonaba mejor y mejor. Podría ser lo que necesitaba para dejar de obsesionarse con Harry. Rápidamente se puso un traje y se salpicó un poco de colonia. Quería verse bien cuando se fuera. Siempre ayudaba a atrapar a los sumisos más sexys.

Cogió la chaqueta del perchero, Louis salió de su dormitorio y fue por el pasillo. Hizo una pausa fuera de la puerta de Harry, llamó suavemente. Oyó el golpeteo de los pies cuando el hombre cruzó corriendo la habitación para abrir la puerta.

Louis se sorprendió de que Harry todavía tuviera la venda en los ojos. Había pensado que el hombre ya se la habría quitado. Louis acarició con su mano un lado de la cara de Harry, sintiendo el salto del hombre ante el inesperado toque.

—Voy a salir un rato, Harry.

—Sí, Maestro.

—Te puedes quitar la venda de los ojos si lo deseas. — Louis lamentablemente dejó caer su mano—. No sé cuándo volveré.

—Sí, Maestro. —Harry sonaba tranquilo, triste, pero no se movió para quitarse la venda de los ojos.

—Si necesitas algo de comer, Berwick puede conseguirlo para ti.

—Sí, Maestro.

Louis frunció el ceño. Se sentía como si estuviera traicionándolo, de alguna manera, y sabía que no debería. No tenían un contrato a largo plazo. Demonios, sólo llevaban juntos unos días. Entonces, ¿por qué se sentía como una mierda?

—Descansa un poco, Harry.

Louis ignoró la pequeña voz en su cabeza que le decía que estaba cometiendo un enorme error y se fue. Oyó la puerta cerrarse detrás de él antes de llegar a la parte inferior de las escaleras.

Louis hizo una pausa por un momento. Le tomó toda su fuerza de voluntad no volver por las escaleras y llevarse a Harry a la sala de juegos. Quería al hombre más de lo que quería su siguiente respiración.

Y eso era lo último que un hombre como él necesitaba. Louis apretó los dientes y se obligó a soltar la barandilla. Caminó hacia la entrada y salió por la puerta. Tenía que controlarse. Lo sabía. Y Harry estaba llevándose el último control inmediato que le quedaba. Eso lo hacía peligroso.

De un modo u otro, Louis esperaba romper este extraño agarre que Hazz tenía sobre él. Recuperaría su famoso control, y todo su mundo volvería de nuevo en lugar.

Tenía que hacerlo. Tenía miedo de saber lo que sucedería si no conseguía el control de nuevo. Tenía miedo de a quién podría lastimar.













Harry oyó risas cuando la puerta principal se abrió y luego se cerró de golpe. Fuertes pasos acompañados de las risas por las escaleras. Saltó de la cama y corrió través de la habitación. Apretó la oreja a la puerta para escuchar.

Risitas suaves y una risa áspera sonó cuando alguien pasó por delante de su habitación. Un momento después, una puerta por el pasillo se abrió y se cerró. Harry se mordió la uña del pulgar cuando se dio cuenta de que la puerta que había oído llevaba a la sala de juegos, y que Louis no había vuelto a casa solo.

Le había dado permiso para quitarse la venda de los ojos, pero no le había dado permiso para salir de su habitación. No sabía si se le permitía vagar libremente alrededor de la casa.

Pero su curiosidad lo carcomía. ¿A quién había traído a casa? ¿Por qué había traído a alguien? ¿Por qué lo había dejado en primer lugar? ¿Estaba satisfecho con su arreglo? ¿Quería cancelar su contrato?

Tantas preguntas y tan pocas respuestas. Harry sintió que estaba perdiendo la cabeza. Quería a Louis como nunca había querido a nadie en su vida. Pensó que podría perderse sin estar bajo la dirección del hombre. Había dominado cada uno de sus momentos de vigilia durante los últimos dos años.

Y justo cuando pensaba que su viaje podría estar llegando a su fin, el camino por el que viajaba se había nublado y no sabía qué camino tomar o cómo comportarse. Sus tutores no estaban aquí para aconsejarlo.

Harry no podía soportarlo más. Tenía que saber lo que estaba pasando. Abrió la puerta y se deslizó por el pasillo hacia la sala de juegos. Podía oír los ruidos que llegaban de dentro, pero ya no sonaba la risa. Eran más como gemidos, e hicieron que la sangre de Harry se congelara.

Rezando para que lo que encontrara no fuera lo que pasaba por su cabeza, abrió la puerta del cuarto de juegos. El espectáculo que vieron sus ojos se marcaría en la mente de Harry durante el resto de su vida.

Louis estaba casi desnudo detrás de un hombre de pelo negro que colgaba suspendido del techo, tanto como Harry lo había estado cuando lo había llevado por primera vez a la sala de juegos.

Louis estaba blandiendo su flogger, marcando la espalda del hombre. Los gemidos de placer que caía de los labios del hombre disparaban fragmentos de dolor al corazón de Harry. La excitación creciente en el rostro enrojecido de Louis era aún peor. Louis, su Maestro, había traído a casa a otro sum para jugar.

—¿Maestro? —Harry lamentó la palabra suavemente murmurada en el momento en el que cayó de sus labios.

Louis lo miró fijamente, con una expresión de sorpresa en su rostro. La boca de Harry se abrió mientras trataba de formar las palabras para preguntar qué estaba haciendo otro sum allí, pero ningún otro sonido salió.

—Harry —dijo Louis mientras bajaba el flogger—. No recuerdo haberte dado permiso para salir de tu habitación.

—Yo... oí ruidos.

—Vuelve a tu habitación, Harry. —Louis hizo un gesto con la mano—. Iré a verte cuando haya terminado de jugar con Zayn.

Harry frunció el ceño y negó un poco. Extendió las manos con desesperación. —Pero... Pero ¿por qué necesitas otro sumiso? Estaba en la habitación del pasillo. Podrías haber venido a mí.

—No creo que tenga que pedir tu permiso, Harry.

Se estremeció al oír la aspereza en la voz de Louis. Su tono era frío, antipático, y casi hostil, como si Harry hubiera hecho algo mal, muy mal.

—Pero... Pero, Maestro, yo…

—Vete, Harry. —Louis señaló hacia la puerta.

Habiendo sido entrenado para seguir las ordenes de su Maestro incluso si no le gustaban, comenzó a alejarse cuando el otro sum se rio. Harry cerró los ojos por un momento y respiró hondo.

No era así como se suponía que las cosas sucederían. Rufus, Rio, y Liam, todos, le prometieron que si se pegaba al plan, Louis sería suyo. Ese plan no incluía a otro sum o esta angustia.

Harry abrió los ojos y se dio la vuelta, endureciéndose a sí mismo por la desaprobación que sabía que iba a ver en el rostro de Louis por desobedecer la orden de su Amo. Él tenía que saber si tenía futuro.

—Por favor, Maestro, despídelo.

—¿Qué?

—Despídelo —dijo Harry de nuevo. Corrió por la habitación y se arrodilló a los pies de Louis, implorando al hombre con los ojos—. Por favor, Maestro, no necesitas otro sum. Soy tu sumiso.

—Durante los próximos días —resopló Louis—, y entonces firmarás un contrato con quien quieras.

—Firmaré un contrato contigo, un contrato a largo plazo. —Era, de hecho, el mayor deseo de Harry—. Seré tuyo.

—¿Qué? ¿Esperas que pase el resto de mi vida con un sum, al que ni siquiera puedo follar? —Louis sacudió la cabeza—. No lo creo, Harry.

Una sensación sofocante obstruyó la garganta de Harry. Trató de tragar. —Me estoy guardando para el que firme un contrato a largo plazo conmigo. Si tú lo haces, yo podría…

—No, Harry.

Cogió la pierna del pantalón de Louis. —Por favor, Maestro, yo… —La mano de Harry cayó sin fuerzas en su regazo cuando Louis sacudió la pierna poniendo distancia.

—Yo no tengo que firmar un contrato a largo plazo para follar a este sum, Harry. No tengo que firmar ningún contrato. Zayn me deja follarlo sólo por el privilegio de estar bajo mi azote. No necesito un sumiso a largo plazo.

Louis hablaba con tanta crueldad, que Harry se preguntaba cómo podía haber pensado alguna vez que era su tipo. Sintió cómo su corazón se marchitaba en el interior de su pecho, le era difícil respirar. Lágrimas de desesperación surgieron ante sus ojos al ver su sueño de estar con Louis escaparse.

—Por favor, Maestro. —Harry intentó una vez más—. Dejaré que me folles. Sólo envíalo lejos.
—¿Y romper las reglas de nuestro contrato? No lo creo. — Louis hizo una mueca—. Nunca he roto las reglas de un contrato en mi vida, y no voy a empezar contigo. Ahora, vuelve a tu habitación, Harry. Cuando haya terminado con Zayn, iré a verte.

—Puercoespín, Maestro.

Las cejas de Louis se alzaron. —¿Es tu palabra segura?

—Por favor, haré lo que quieras. Sólo échalo.

—Lo siento, Harry, pero no puedo hacer eso. Tú no tienes que participar en esta escena pero…

—No tienes que estar involucrado en esta escena —repitió lentamente Harry mientras su mundo se desmoronaba a su alrededor—. Eso es todo esto para ti, verdad, una escena.

La sensación de mareo intenso y la desolación se apoderó de Harry mientras se ponía de pie. Se retiró, incapaz de apartar los ojos de los dos hombres en la habitación, uno de los cuales le estaba rompiendo el corazón, y otro que lo estaba reemplazando.

—Yo pensé —Harry tragó—. Pensé que sería el único, pero no es así. No eres más que una fantasía que construí en mi mente.

—¿El único qué, Harry?

Harry negó. —No tiene importancia, Louis. Tú no eres quien pensé que eras. —Harry se rio incómodamente cuando la angustia se apoderó de él. Apoyó las manos contra su esternón, tratando de buscar una medida de restricción—. Tal vez nunca lo fuiste.

Harry podía ver la confusión en el rostro de Louis. Se mezclaba con la furia apenas disimulada que imaginaba que el hombre estaría sintiendo con su desobediencia. Pero nada de eso le importaba ya.

Podría haberse entrenado correctamente para ser el sum de Louis, soñando con eso durante años, pero esto no era lo que esperaba. Ni siquiera se acercaba. Louis obviamente no era el Dom que había estado buscando.

—Adiós, Louis.

Le dio la espalda al hombre que había querido con cada fibra de su ser durante tanto tiempo y fue la cosa más difícil que había hecho. Y fue aún más difícil aceptar el hecho de que Louis no era su Amo.

Los pasos de Harry eran lentos, mientras caminaba por el pasillo hasta la habitación de Louis. Se sentía entumecido. Quizá su gran error fue asumir que él lo desea tanto como él quería a Louis. Tal vez fue haber pensado que el hombre era el Maestro que Harry necesitaba. Y quizás, ese hombre no existía.

Le tomó unos minutos encontrar el contrato que ambos habían firmado. Louis lo había dejado en el pantalón que había estado usando esa noche. Rompió el contrato en dos y lo puso en la almohada de Louis.

Los dedos le temblaban mientras cogía la hebilla del collar alrededor de su cuello. Sabía que un sumiso nunca debía quitarse el collar. Sólo su Maestro podía hacerlo. Incluso si los sum querían quitarse el collar, debían pedírselo a su Maestro para poder hacerlo.

Pero de todas formas, Louis no era su Amo.

Harry desabrochó el collar y lo apartó de su cuello. Las lágrimas rodaron por su rostro mientras frotaba los dedos sobre la delgada pieza de cuero. Puede que no tenga mucho significado para otra gente, para Louis, pero la pequeña tira de cuero significaba el mundo para Harry. Había sido un símbolo de todo lo que siempre quiso tener en la vida, y ahora todo lo que representaba era un par de noches de placer y un corazón roto.

Harry puso el collar de cuero encima del contrato desgarrado y se alejó antes de cogerlo de nuevo. Sabía que sería sancionado por haber violado el contrato. Esperaba eso. Sólo que no le importaba.

Buscó alrededor de la habitación de Louis, hasta que encontró un par de pantalones de correr y una simple camiseta de algodón. Se vistió rápidamente, entonces se paró en medio de la habitación, pensando. Ahora sólo tenía que encontrar una manera de llegar a casa. Harry cogió el teléfono y llamó a la única persona que se le ocurrió que podía ayudarlo a salir del lío que había hecho.

—¿Tío Rufus? —dijo Harry en voz baja cuando su tío contestó. Sus dedos se cerraron en el cable del teléfono cuando la angustia lo llenó—. Necesito algo de ayuda.

Goshhhhh muero bien muerta XD

No sé pero como que estoy acostumbrada a que la rubia sea la puta XD.
Pobre Hazza ;-; Louis es un imbesil, odio Zouis de verdad me carga >:c no me gusta. Y mas ahora que la puta de Zayn se interpuso entre Larry, Shoro :( Siguela :D