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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
Ficha de la serie
• Titulo: Dos Más Uno.
• Autor: Brynn Paulin.
• Adaptación: Si.
• Género: Hot, Drama, Romance.
• Contenido: Alto lenguaje, escenas eróticas, étc.
• Advertencias: Solo subire cuando vea suficientes comentarios.
• Otras páginas: No.
Dos Más Uno
Glitter on the mattress Glitter on the highway Glitter on the front porch Glitter on the highway The Love Shack is a little old place where we can get together, love shack baby... Love Shack, that's where it's at! Love Shack, that's where it's at! Huggin' and a kissin', dancin' and a lovin', wearin' next to nothing Cause it's hot as an oven The whole― ♥
La Profesora de matemáticas de la Universidad, _____ Swift, vive la vida por el buen camino. Y después de todo, uno más uno siempre es igual a dos. Pero cuando dos de sus estudiantes varones adultos visitan su Oficina una tarde, pronto descubre que uno más dos podría ser una ecuación nueva y mejor para explorar...
Última edición por María Payne Smith el Miér 14 Ago 2013, 2:22 pm, editado 1 vez
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Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
~Capítulo Uno...~ Parte 1
— ¿Tiene un momento, Profesora Swift?
_____ Swift levantó la vista de los exámenes de álgebra que estaba puntuando, y suprimió un suspiro al ver a los dos hombres que ocupaban la entrada de su despacho. Dios mío,
no Zayn Malik y Liam Payne. Ella les invitó a pasar, no teniendo realmente mucha opción ya que técnicamente y por cinco minutos más estaban en su horario de oficina.
Tomando aire y poniendo una sonrisa en su cara, intentó aplacar la atracción instantánea que la golpeaba cada vez que veía a uno de esos hombres, dos de sus estudiantes.
— ¿Cómo puedo ayudarles, caballeros? — preguntó.
Le gustaría ayudarles en algunas maneras que la
llevarían a tener problemas con la administración de la
Universidad de Culver Rapids. ¿Cómo podía no tener pensamientos escandalosos cuando los especiales –calientes dos por uno- se ponían ante ella vestidos en camisetas medio
desabrochadas y tejanos muy desgastados? Los suaves tejidos se adaptaban deliciosamente a sus duros cuerpos de veinteañeros. Ella se imaginaba que ambos iban por los veintisiete o veintiocho, mayores que sus estudiantes habituales, pero aun así fuera de su alcance. Con su suave
cabello castaño oscuro y ojos chocolate, podrían haber sido mellizos. De
hecho, sus estructuras corporales eran similares, también, pero ella sabía que no estaban emparentados. Ellos se miraron entre sí cuando entraron. Liam se desplazó hasta el viejo sofá que ella había colocado a un lado de su oficina y se sentó, repanchingado y con las piernas extendidas. Zayn cerró la puerta, y se apoyó en ella. La mirada intencionada que le dirigió a ella la asustó. Puso las manos en el escritorio y se puso en su papel de profesora, mientras un temblor de conciencia aprisionaba su columna vertebral.
— ¿Chicos? — preguntó.
Zayn frunció el entrecejo.
— No somos chicos..._____. Somos adultos y no mucho más jóvenes que tú.
Ella levantó una ceja ante su tono y el desafío implícito de sus palabras.
— ¿Puedo ayudaros? — Consultó, añadiendo una entonación a su voz. Esforzándose por mantener la compostura, se apoyó en el respaldo de su silla, poniendo las manos en los brazos, y cruzó las piernas. Mientras se alisaba la larga falda, se preguntó si quizá debía coger el teléfono y avisar a seguridad.
Estás siendo una boba, se dijo a sí misma. Los dos eran señores, buenos estudiantes, y no tenían ninguna anotación en su historial de haber creado problemas. No necesitaba preocuparse. Se acercaba la mitad de curso y no era raro que los estudiantes la visitaran pidiendo ayuda. Zayn alcanzó su bolsillo trasero y sacó una hoja de papel doblada.
— Me gustaría que firmaras esto — le dijo mientras se
encaminaba hacia ella, y entonces puso el formulario en su
escritorio.
— Es una solicitud de baja de clase... — Bien, bah, _____. Seguro que ya lo sabe. Empujando un mechón de su cabello castaño claro tras su oreja, revisó el formulario y vio
que estaba sin rellenar. — El trimestre está avanzado como para darse de baja de una clase.
— Sí, pero me parece lo mejor.
— ¿Vais a dejar la escuela? Tenéis un sólido sobresaliente en el curso.
Él levantó un hombro.
— No necesito la clase y...es un problema —
Girándose, le hizo un gesto a Liam y su amigo le presentó un formulario similar. — Liam también la deja.
Ella parpadeó ante el segundo formulario, también en blanco.
— Me imagino que no lo entiendo. Ya que ambos son estudiantes excelentes, ¿Qué clase de problema hay? ¿Un conflicto de horarios? ¿Problemas con otro estudiante? ¿Mi forma de enseñar?
Zayn sacudió la cabeza negativamente mientras ella hablaba.
- ¿Mi cojera? —añadió ella. Algunos estudiantes se distraían con su andar saltarín y con el bastón que usaba para apoyarse. Era difícil de disimular ya que ella pasaba mucho tiempo de pie ante la pizarra demostrando las ecuaciones.
- Sí —contestó Zayn— Pero no en la forma que piensas.
- Suave, Zayn — le murmuró Liam detrás de él. Él la miró. — ¿No has notado que te observamos? ¿Nunca?
Bien, sí, ella lo había hecho. Siempre le hacía sentir un cosquilleo hasta las puntas de los pulgares. Se tenía que repetir frecuentemente que eran estudiantes y estaban concentrados en sus lecciones. El recordatorio era como un cubo de agua helada para su excitación. Dos chicos atractivos como Liam y Zayn no estarían ni remotamente interesados en su coja y vieja profesora de matematicas. Su atención no tenía nada que ver con ella como mujer.
— Sí —contestó cautelosamente— Pero soy vuestra profesora. Se supone que debéis estar pendientes de mí
— _____, estaríamos pendientes aunque no fueras nuestra profesora. No he aprendido nada en tu clase porque estoy demasiado ocupado observándote y pensando en...— Él
se interrumpió con un suspiro— Simplemente, firma el formulario, ¿de acuerdo?
Ella quería saber que estaba pensando él. Era probable que fuera mejor no saberlo. Sólo la metería en problemas.
Ella cogió su bolígrafo.
— Deberíais saber que aunque os firme esto, todavía necesitáis que el Decano de Matemáticas lo autorice. Se le enviará la documentación cuando hayáis entregado los
formularios. Necesitaréis una muy buena razón para dejar el curso tan tarde en el semestre.
Y hasta ahora, ella no había escuchado ninguna buena razón. Y ninguno de ellos le dijo nada mientras ambos la miraban como si ella tuviera que saberlo. Ella tragó al ver sus
ardientes miradas marrones, volviendo a reprimir la reacción temblorosa que siempre experimentaba en su presencia. Era una locura. Ella se había percatado de otros estudiantes atractivos anteriormente, pero nunca se había sentido atraída por ellos.
Es demasiado pronto para la crisis de la mediana edad, así pues ¿Qué es esto? Se preguntó. Su mano tembló ligeramente mientras firmaba con su nombre. Unos momentos
más tarde, ella les alcanzó los documentos a los hombres.
— Aquí están. Buena suerte. ¿Os graduáis pronto, verdad?
La sonrisa de Zayn era brillante mientras cogía los
documentos, mientras que Liam parecía...nervioso. ¿Nervioso?
¿Por qué?
— Sí, en Junio —contestó Zayn— Tu última clase ya ha pasado ¿cierto? Y después de tus horas de oficina, ¿ya puedes marcharte hasta otro día?
____ le dirigió un parpadeo, sospechando que si tuviera un medidor de estupidez en la frente, estaría brillando como un fluorescente de neón. Dios mío. ¿Estaba él...quedándose
con ella? La extraña idea la sorprendió y lo miró fijamente por un momento, mientras los engranajes empezaban a encajar y ella empezaba a ver qué era lo que estaba pasando.
— Sí —finalmente contestó.
— ¿Tienes planes para esta noche? —le preguntó Zayn.
Subire el resto cuando comenten.
Última edición por María Payne Smith el Miér 14 Ago 2013, 2:23 pm, editado 1 vez
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Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
Harriet escribió:Nueva lectora, siguela porfavor
Bienvenida, ahora la sigo ;)
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Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
foodmusiclife escribió:Hola! Nueva lectora:) Síguela por favor!
Bienvenida, ahora la sigo hermosa
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Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
~Capítulo Uno...~ Parte 2
— ¿Tienes planes para esta noche? —le preguntó Zayn.
— ¿Para cenar? —añadió rápidamente Liam.
Planes... mmm, planes... bien eso significaría su serie de chicas favorita, pantalones de pijama de franela y uno o dos cenas de soltera, palomitas de microondas o panecillos de
pizza. Ella asintió, indicando que tenía algún plan para la noche. No podía salir con un estudiante – dos estudiantes, según su caso. ¿Cuán malo era eso? Era la mejor oferta que había tenido en... bueno... nunca. Y parecía como que ambos estaban pidiéndole para salir. Extraño. Una cita con dos hombres al mismo tiempo. Su coño hormigueó con ese
pensamiento. Estás loca. Para de pensar en eso! Se dijo a sí misma. Los estudiantes universitarios no pedían citas con los profesores como ella. Una proposición, tal vez. Especialmente si ellos pensaban que podían mejorar la nota pero ¿sacarla a
cenar? No, difícilmente.
Ella miró su reloj.
— Mi horario de oficina ha terminado. Así que voy a recoger y seguir con mi noche de miércoles. Os deseo buena suerte para el resto de vuestro trimestre...
_____ se interrumpió conmocionada, mientras Zayn daba la vuelta a su escritorio y suavemente la levantaba de su silla. Su pierna protestó ligeramente con el movimiento, pero era tan usual, que ella casi ni lo notó, especialmente cuando estaba de pie a pocos centímetros de un amplio torso masculino. El olor de él llegó hasta ella, una mezcla de pino que nunca iba a olvidar. Su brazo era sólido alrededor de su cintura, a la vez sujetándola y atrapándola. Las manos se subieron a su pecho para apartarlo y se apoyaron en músculos cálidos y fuertes. Incluso a través de su camiseta no se podía disimular lo poderoso que era.
— Sr. Malik —ella saltó, la exclamación sonando mucho más entrecortada de lo que hubiera querido. En unos dos segundos, él iba a detectar cuán atraída se sentía por él. Eso no era aceptable. — Déjame ir y vete.
La otra mano de él se deslizó por la espalda de ella.
— No.
— Por favor no hagas que avise a seguridad. Tienes demasiado a perder.
Zayn la miró fijamente.
— ¿Demasiado a perder? Tal vez. — Sus labios se apretaron y su cabeza se inclinó ligeramente mientras onsideraba sus palabras. — Hemos visto cómo nos miras.
Oh, Dios. Ella pensaba que había ocultado su deseo mejor que eso. Mierda.
— Y apuesto que si pasara mi mano por tu costado y
por encima de tus pechos, encontraría los pezones duros como
rocas. ¡Doble mierda! Ella no se atrevía a mirar hacia abajo para ver si los tenía presionando la seda de su blusa. Desesperada, intentó librarse de su abrazo. Ella se congeló cuando Liam llegó por detrás y acarició sus hombros. La embriagadora esencia de su colonia densa y especiada le acompañaba. Y mientras los olores de especias y
pino flotaban a su alrededor, ella se perdió en los aromas intoxicantes y el calor que se desplazaba a través de ella como una sábana seductora. Su pulso se disparó, pero no de miedo. No estaba asustada de esos hombres. Estaba temerosa de ella misma y de lo podía llegar a hacer. Los profesores universitarios no cedían ante los avances de sus estudiantes, no los profesores que querían seguir empleados.
— Relájate —le murmuró él. — No haremos nada con lo que no estés de acuerdo y que desees.
Y esa era la cruz de su dilema.
— Sólo vente a cenar con nosotros —Zayn la urgió.
— No puedo. Sois estudiantes.
— No tus estudiantes— respondió mientras las manos cálidas de Liam seguían desplazándose por sus hombros.— Ya no.
Que técnicamente hubiera puesto su firma en una línea de puntos no cambiaba la posición de autoridad de ella. Tomando aire agitadamente y esperando que no se notara, ella reunió toda la disciplina que pudo manejar.
— Venga —ella reiteró, añadiendo con voz fría.— Soltadme y dejaré mi oficina ahora o tendré que informar de vuestro comportamiento.
Ambos hombres se apartaron tan rápidamente, que ella dio un ligero traspiés. Agarrándose al borde de su escritorio, se mantuvo en pie sobre piernas temblorosas. Zayn dio la vuelta
al escritorio, parándose justo en frente de ella. Él puso sus manos planas en la superficie y se inclinó hacia ella.
— Vamos a follarte. De eso, puedes estar segura —le prometió.
— Jesús! —exclamó Liam, golpeándole en el hombro. — Vigila tu lenguaje. Ella vale mucho más que una simple follada.
_____ los miró fijamente, su boca ligeramente entreabierta.
— Salid de aquí. Y mejor que no os encuentre en mi camino fuera de aquí esta noche.
Los dedos de una de las manos de Zayn se retorcieron en un puño que golpeó su escritorio. Ninguno de los hombres parecía feliz con su petición. Muy malo. Todos tenían su futuro en juego. Resistiendo al deseo urgente de coger su bastón o dejarse caer en el asiento, ella se mantuvo firme incluso mientras los huesos de su pierna derecha empezaban a dolerle por el esfuerzo.
Zayn y Liam se miraron el uno al otro. Liam parecía decir algo con sus ojos e hizo un gesto señalando la puerta con su cabeza. Zayn volvió a mirarla, entonces soltó un suspiro exasperado. Sin más palabras, se giró y salió de la oficina. Liam le dirigió a ella una pequeña sonrisa y le siguió. Sólo entonces cuando había cerrado la puerta silenciosamente
detrás de él, _____ cedió a su debilidad y se dejó caer pesadamente en su silla.
Ella iba a pagarlo con dolor al día siguiente. Con dolor y arrepentimiento. Pero todavía tenía su trabajo, y ya que ambos habían justamente abandonado sus clases, tampoco
tendría la tentación de verlos sentados en la primera fila del aula. Mientras ausentemente se frotaba el muslo, dio gracias al cielo por apiadarse de ella mientras a la vez se maldecía de ser tan malditamente fuerte. Si inhalaba con fuerza, todavía podía olerlos, su aroma pegándose a sus ropas. Por eso era que ella valoraba las matemáticas por encima de todo. No daban sorpresas. No había desviaciones ni efectos. El número dos no se mostraba en una ecuación pretendiendo ser un cinco. Cerrando los ojos, ella apoyó la espalda y descansó la cabeza en la silla. Pesarosamente, sonrió. Usualmente no había nada que no pudiera ser solucionado por una matemática en forma; pero lo sucedido la había sacado de su circuito habitual y no tenía ni idea de cómo iba a arreglarlo.
-------------------.---------------------
— Que forma de hacerla alucinar — riñó Liam a Zayn mientras subían a su coche. Ellos habían esperado casi dos años para hacer saber a ____ sus intenciones. Había sido un ejercicio de paciencia, vigilando, esperando, deseando que ella no se metiera en ninguna relación seria con nadie antes de que ellos estuvieran listos. Tenían el presentimiento de que no iba a iniciar ninguna relación con nadie que ella considerara un estudiante de la universidad, incluso aunque ese hombre no estuviera en su clase.
Apuntándose a su clase – que ellos no necesitaban – para conocerla mejor había sido la idea más peregrina que habían tenido y completamente contraria a la inclinación de que
ella nunca iba a considerar citarse con un estudiante. Pero ya que se graduaban ese semestre, habían pensado que estar en su aula al menos por el último periodo, le daría a ella la oportunidad de conocerlos mejor antes de que le pidieran salir.
No se habían imaginado que iba a resultarles intolerable sentarse ahí, deseándola tanto, clase tras clase.
— Tú me conoces. Siempre franco y directo —contestó Zayn, con una sonrisa de auto reproche curvando sus labios.
Su cabeza cayó en el reposacabezas y miró hacia el techo.
— Abro la boca. Digo la primera cosa que me pasa por la cabeza.
Liam hizo rodar sus ojos mientras ponía en marcha el coche.
— Intenta reprimir eso un poquito, eh —Él golpeo con
los dedos el volante mientras la agitación le atacaba el estómago. —No sé qué diablos vamos a hacer ahora.
— ¿Enviarle flores? ¿Disculparnos? ¿Intentar no pensar con la cabeza pequeña? No sé
— No voy a rendirme
Última edición por María Payne Smith el Miér 14 Ago 2013, 2:24 pm, editado 1 vez
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Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
Hola, nueva lectora. Síguela, ya quiero saber qué haran ese par de chicos :twisted:. Bye xx
Invitado
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Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
Nueva lectora! Me llamo micaela y soy de Argentina, me encantaron los capitulos, seguila!!!
MicaelaDirectioner
Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
~Capítulo Uno...~ Parte 3
Durante los últimos dos años, desde que _____ llamó su atención, ninguna otra mujer les había interesado a ninguno de los dos. Si ella continuaba rechazándolos, les iba a herir más
de lo que ella pensaba. No tenía ni idea de lo muy interesados que estaban en ella, como frecuentemente habían hablado de tenerla de compañera y las implicaciones de su minusvalía. No era algo que pudieran tomarse con ligereza. Y no era sólo sobre sexo. Cada nueva faceta que ellos descubrían en ella, la hacía más preciada.
Era un delicado camino a recorrer, aprender sobre una mujer que querían desesperadamente, pero no siendo capaces de acosarla. El cielo lo prohibiera.
— Dios, no puedo esperar al año próximo para estar fuera de aquí y en New England. No más gilipolleces de esta universidad. — Rechinó Zayn.
— Credibilidad — le recordó Liam. Ellos ya tenían una carrera escribiendo libros de viajes, pero querían alguna licenciatura en su formación.
— Sí, Claro. — Le llegó como respuesta. Liam sabía que la idea había destrozado a Zayn tres años antes. — ¿Piensas que ella se vendría con nosotros a New England?.
Liam se encogió de hombros. No le gustaba pensar en dejarla atrás. Era una cuestión polémica ahora mismo. Ellos tenían que ir paso a paso. Primero lo primero: entregar los
formularios para que el departamento las registrara, lo primero de la siguiente mañana. Y...
—Creo que deberíamos ir a clase mañana
— Por supuesto que deberíamos. Aún nos quedan dos meses...
— A la de _____.
— Eso la asustaría tanto como decirle que queremos follárnosla — replicó Zayn.
— ¿Tienes una idea mejor?.
— ¿No llamará a los guardas por entrar autorización? No. Pues entonces, creo, toca ir a clase.
-------------------.------------------
_____ nunca había estado menos descansada por la mañana. Toda la noche se la había pasado dando vueltas sin parar, despertándose cada tanto de sueños eróticos que la habían hecho sentir acalorada y sudorosa entre las sábanas enredadas en sus piernas. Cada vez que había cerrado los ojos, había sentido los brazos de Zayn y Liam alrededor suyo.
Sujetándola firmemente. Desnudándola. Tocándola. Pero justo cuando uno de ellos iba a tomarla, se despertaba de golpe. Una frustración llena de deseo desesperado la había
atormentado hasta que finalmente había cogido el vibrador de su mesilla de noche. No podía aguantar más. Después de un orgasmo vacío, necesitaba más, pero no del tipo de liberación que un juguete a pilas podía darle.
Golpeando con la mano el interruptor de la alarma de su despertador para desconectarlo, miró al techo envuelto en la oscuridad sombría de las primeras horas de la mañana.
Viendo las caras de los amantes soñados en la tiniebla, mientras sus ojos se adaptaban, se estiró para encender la luz y borrar las imágenes.
Si fuera tan fácil.
¿Por qué había dicho que no? Su razonamiento parecía menos sensato después de una noche intranquila. Otros profesores tenían citas con estudiantes. Mientras que el
estudiante no dependiera académicamente del profesor en ningún caso, la administración miraba hacia otro lado y daba su permiso implícitamente, aunque no iban a dar directamente su aprobación inequívoca. Cuando empezara su primera clase
de la mañana, la clase a la que Liam y Zayn habían anteriormente asistido, ellos ya habrían probablemente entregado los formularios de cese, eliminando su relación estudiante-profesor.
Todavía considerándolo, se sentó y se frotó la pierna derecha. Su camisón estaba enrollado en su cintura, revelando la autopista de cicatrices de su extremidad. Frunció el ceño y
se pasó el dedo por la línea plateada. Un viaje desafortunado cayendo por la ladera de una montaña el año de su graduación de bachillerato, y su pierna había quedado destrozada. Los huesos se habían roto en varios sitios, los músculos se habían desgarrado, la piel se había abierto por las piedras y ramas; y luego había intervenido el bisturí del cirujano. Irónicamente, el resto de su cuerpo no había sufrido ningún otro daño, sólo algunas magulladuras, dos esguinces y algunos cortes que habían sanado rápidamente. En resumidas cuentas, ella era afortunada de poder andar aún.
¿Qué pensarían Liam y Zayn de sus cicatrices?
Dios mío! ¿Por qué tenía que pensar en esas cosas?
Con un suspiro disgustado, alcanzó su bastón y se puso en pie. Un lío con ellos sería más peligroso y desafortunado que su calamitosa caída por la cuesta de esquí de hacía casi
veinte años.
Se encaminó a la ducha, determinada a recuperar el control de sus pensamientos y la serenidad de su clase. Había consuelo en el cálculo. Algunos lo entendían, otros no; pero
para ella, los números eran amigos esperando mostrarle un rompecabezas. Si sólo la pudieran ayudar a solucionar la perplejidad que ahora mismo reclamaba su atención. No
importaba cómo colocara las cifras en su cabeza, los centímetros separando su boca de la de Zayn volvían a su memoria. Un centímetro dividido por la mitad, luego por la mitad, luego por la mitad, entonces, pronto no habría nada entre sus labios.
Gruñendo frustrada, se apresuró a través de su rutina mañanera. Cuando llegó a la universidad y se metió en su clase segundos antes de que se iniciaran las lecciones, su
resolución estaba hecha jirones. Tal vez no debería haber dicho que no a Zayn y Liam, para empezar.
Pensamientos de pasar la noche en sus brazos, junto con los sueños de la noche anterior, inmediatamente la asaltaron.
¡Ahora no! Dios bendito, ¿cómo podía dar clases si la fantasía de dos tíos súper macizos le llenaba todos sus pensamientos? Estaba fatal.
Frunciendo el ceño mientras subía a la tarima, se juró acabar con ese hechizo. Había tenido ofertas de hombres de su edad que no eran estudiantes. No tenía porqué hacer eso.
¿Qué esperarían Zayn y Liam de ella, en cualquier caso? Su
estómago pareció retorcerse. Si estaban jugando con ella...
Por favor, por favor, que no sea eso. Que humillante. Al menos no se había dejado enredar.
— Buenos días a todos — dijo cuando llegó a la tarima y puso su bolsa en la mesa. Sacó el libro de texto con las lecciones que habían estado revisando para un próximo examen. — Vamos a seguir en donde lo dejamos el pasado miércoles. Si por favor siguen con los ejemplos, vayan a la página...
Se interrumpió mientras levantaba la vista. Zayn y Liam estaban sentados en la primera fila mirándola como si pudieran ver a través de sus ropas, y les gustara lo que veían.
El libro de ____ se cayó de la tarima con un golpe sordo y se deslizó al suelo. Si, ella estaba sorprendida de verlos. El ataque sorpresa había sido una buena elección. Zayn se puso en pie de golpe y había recogido el libro antes de que ella pudiera reaccionar. Mirándola desde su posición agachada, le alcanzó el libro.
— Aquí está, Profesora Swift.
Muy, muy pronto iba a llamarla _____ de nuevo y así sería como siempre la llamaría a partir de ese momento. Bien, a menos que le llamara cariño. Sus palabras eran como
una pulla, prometiendo actos ilícitos con sólo unas simples palabras inocentes. Si él se inclinaba hacia delante sólo un poquito, iba a estar a meros centímetros de su cuerpo. Él
quería oler su excitación. Saborearla. Sentir su húmeda calidez alrededor de él. Esperaba que viera todo esto en su mirada. No estaba simulando nada. Un mechón se soltó del moño de cabello castaño claro de ella, bloqueándole la visión de sus delicados rasgos. Él no tenía
ninguna duda de que aún le estaba mirando con sus ojos color whisky. Se podría perder en ellos, demonios, se podría ahogar en ellos.
Ella dejó ir un suspiro tembloroso y cogió el libro. Oh sí. Había captado sus intenciones.
Él sonrió y volvió a su asiento.
— Suavemente — le murmuró Liam.
— Lo siento — dijo ella a la clase — Si vais a la página ciento doce, podéis seguir con la lección.
Ella miró a Liam y a él como preguntándoles ¿Qué demonios estáis haciendo aquí? Ya que habían pedido el cese de su clase, no deberían estar en el aula, escuchando sus lecciones. Ni se habían molestado en llevar sus libros. Habían planeado esto para romper sus defensas, y los libros de texto no eran necesarios para eso.
Ignorándoles cuidadosamente, ____ resumió las lecciones que había enseñado durante el semestre. Un ligero acento sureño se deslizaba dulcemente en los giros de su voz cuando
hablaba. Podría estar escuchándola horas enteras. Ella hablaba y la sangre se apresuraba a ir hacia su pene.
Deseaba poderle sacar la chaqueta que llevaba esa mañana. La gruesa tela escondía sus pezones y sólo permitía ver la curva de sus senos con dificultad. Sería lo primero que
desaparecería cuando la tuviera en sus brazos. Sus palmas se dolían por pasar por su suave piel mientras él lamía las ocultas cimas con su lengua.
Ella cojeó de la tarima a la pizarra para demostrar algunas ecuaciones, y el puño de Zayn se apretó en su mesa. Él miró a Lim. Sus manos estaban apretadas también. Su
discapacidad no les molestaba como a otra gente, pero les dolía verla sufrir y esa mañana, ella se apoyaba en su bastón con dificultad, su cojera más pronunciada de lo habitual.
Él quería tomarla en brazos y llevarla a todas partes, no dejar que ella tuviera que sufrir incomodidades nunca más.
Ella miró su reloj. —Bien, ahora todos vamos a hacerlo.
X veces Pi...
Zayn dibujó una línea en su pupitre mientras ella hablaba y escuchaba el sonido de su voz más que sus palabras. No le importaba nada saber calcular el diámetro de un círculo o
cualquier otra cosa sobre lo que fuera la lección hoy. Él prefería a ____ más Liam más Zayn, igual a tres. Tres eran igualmente perfectos, entonces _____, Liam y Zayn eran
igualmente perfectos. Perfectos... sí. Dejó que su mente imaginara lo que quería hacer con ella, algo que no tenía nada que ver con la escuela y todo con el futuro. En su ensoñación
diurna, ______ yacía en una enorme cama con cuatro postes. Liam estaba a un lado de ella mientras él estaba al otro. Sus manos la recorrían mientras ella gemía de placer. Él iba
besándola desde el hombro hacia el pecho...
— Sr. Payne, Sr. Malik — dijo ella, irrumpiendo su fantasía. — Me gustaría verles en mi despacho después de la clase. Los demás, pueden irse. Recuerden estudiar. El
examen es el lunes por la mañana.
Él miró a su reloj sorprendido. ¿Había estado tanto tiempo soñando? ¿Era ya hora de terminar la case? No. Ella los estaba despidiendo veinte minutos antes. Bien, eso nunca
había sucedido.
Ella volvió a su mesa mientras él miraba alrededor. De nuevo ignorándole a él y a Liam, metió su libro de texto en la bolsa y se dirigió a la puerta donde se reunió con el tropel de
estudiantes que salían del aula. Ellos le dejaron paso abriéndose como el Mar Rojo bíblico. En pocos minutos, había desaparecido de su vista.
— ¿Vas a quedarte ahí sentado mirando su culo desaparecer, o vienes? — Le preguntó Liam, ya de pie.
Zayn le frunció el ceño, metió su libreta en la mochila que tenía a los pies. Liam era su mejor amigo, pero era siempre tan irritantemente terrenal y comedido. Zayn se sentía como si su mundo estuviera al borde de un precipicio.
— Voy — le gruñó, levantándose. — ¿Qué crees que quiere ella? — Probablemente no lo mismo que él deseaba tanto que no le dejaba dormir algunas noches.
— ¿Juzgando por cómo parecía antes? Darnos una patada en el trasero.
— Me juego a que podría dejarnos planos si se lo propusiera. La vistes en la máquina de pesas del gimnasio. Me juego que con sus músculos y su bastón es letal.
Liam rió.
— Si ella te mata, te prometo seguir yo con esto.
Zayn se rió también. No le importaba compartir mujeres con Liam, y Liam lo sabía. De hecho, Zayn sabía que en sus relaciones a tres bandas, Liam y las mujeres estaban a veces
solos, así como él y las mujeres lo estaban. No le molestaba en absoluto. Le gustaría ver a Liam y _____ juntos.
Maldición. Eso sería muy caliente...
Desesperadamente, esperaba que ella pensara en algo más que en echarles la bronca en su oficina. Aunque el vestíbulo estaba atestado de gente, fácilmente la vieron en
cuanto salieron del aula. La expectación recorrió a Zayn. Eso era. Él sabía que ahí
estaba el punto de inflexión, mientras ellos no la jodieran. Él y Liam se abrieron paso entre los estudiantes que les rodeaban, ignorando las protestas mientras su atención estaba centrada en seguir a _____ como misiles termo dirigidos. La siguieron pegados a sus talones mientras ella entraba en su despacho.
Sintiéndolos cerca, ella no se molestó en cerrar la puerta. En lugar de eso, continuó hasta la mesa y dejó su bolsa. Zayn cerró la puerta, llenándose de turbación al ver su espalda
rígida. Oh mierda. Eso no era bueno.
— ¿Por qué estabais vosotros dos en mi clase si habéis pedido el cese? ¿Estáis jugando conmigo? — Exigió ella.
— ¿Jugando? — Liam hizo eco a su pregunta.
Ella se giró entonces. El dolor de sus ojos casi tumbó a Zayn.
— No estáis ya en mi clase. Quiero que os mantengáis fuera.
— ____ — murmuró. Él no pudo evitarlo. Un momento, estaba al lado de la puerta y al siguiente, su mochila había caído al suelo y estaba al lado de ella.
Sin pedir permiso, él la rodeó con sus brazos. El placer le recorrió al notar la perfección con que el pequeño cuerpo de ella llenaba sus brazos y cómo sus suaves pechos se
apretaban contra él. Su ligero perfume de flores le rodeaba y su pene reaccionó inmediatamente. Mientras ella le miraba con sus asombrados ojos de color whisky, él sabía que nunca se había sentido tan atraído por una mujer. Su bastón cayó golpeando el suelo.
— ¡Déjame ir! — pidió ella, golpeando su pecho. Sus brazos se apretaron. Probablemente la estaba fastidiando, pero no podía dejarla ir, no hasta que ella comprendiera.
— No jugaríamos contigo. No como estás pensando. — Le prometió él. — Queremos estar donde tú estés. Desde que nos echaste de tú despacho ayer por la tarde, tú clase nos
pareció el mejor sitio donde ir aunque hubiéramos entregado los
formularios de cese esta mañana.
— ¿Por qué yo? — Preguntó ella.
— ¿Crees en el destino? ¿En las almas gemelas? — Preguntó Zayn.
_____ levantó una ceja mirándole, su incredulidad patente en todos sus rasgos.
— En realidad, sí. Pero seguramente no estáis sugiriendo nada de eso — Ella hizo una pausa y estudió el rostro de él mientras la miraba con su más sincera expresión. Ella tenía que ver que él iba en serio. Los ojos de ella se agrandaron. — Y tú estás diciendo esto. Soy por lo menos seis años mayor que tú, por el amor de Dios.
— Seis años no son nada. No en lo referente al destino — Él probablemente parecía un perfecto idiota hablando de sus sentimientos, pero como le había dicho a Liam la noche
anterior, él decía lo que sentía. No es que eso fuera una novedad para Liam. Y además, a las mujeres les gustaban esos rollos, ¿no?
_____ le dio un puñetazo en el hombro.
— ¡Déjame ir, bruto! Nos conocemos a duras penas, no sabéis nada sobre mí y yo tampoco os conozco aparte de lo que os he visto en clase.
— Entonces, conócenos —la urgió Liam. Él se paró al lado de ellos y también deslizó un brazo alrededor de _____.
— Por favor. Te prometo que no lo lamentarás.
— Lo dudo sinceramente — espetó ella, pero entonces se calmó y se calló.
Zayn aguantó la respiración mientras veía como ella rumiaba. Casi podía ver sus pensamientos mientras ella calculaba las variables en la situación. Su mano se aplanó en su pecho, los dedos flexionándose ligeramente.
— Maldición —ella murmuró por lo bajo. — Es la cosa más estúpida que he considerado nunca —Ella hinchó el pecho. — ¿Cuándo entregasteis los formularios?
— A las ocho en punto —contestó él. La esperanza empezó a arraigar en él, y esta vez, cuando _____ se separó, la dejó ir. La frente de ella se arrugó mientras los
miraba, pero el hecho que no hubiese solicitado la presencia de los guardas de seguridad le dio ánimos. Alcanzando tras de ella, se apoyó en el escritorio para
apoyarse. Lentamente, ella lo rodeó.
— Rhonda no deja que esas cosas se queden sin seguir su curso —dijo ella — Las solicitudes ya estarán en la mesa del Decano Butler. Puede que incluso las haya firmado ya.
— Y... —apuntó Liam.
— Entonces ya no sois alumnos míos, imagino
Zayn sonrió. — Esto es fantástico.
Ella levantó las cejas y ladeó la cabeza.
— Estáis en una zona intermedia, en realidad.
— ¿Cómo de intermedia? — preguntó Liam.
— Erais alumnos míos. Acabáis de presentar la baja. Si alguno descubriera que había algo entre nosotros, se preguntarían cuando ha empezado eso. Si yo os he presionado — Ella meneó la cabeza y cerró los ojos por un momento. — Si os veía en un ambiente no académico, aun siendo estudiantes de esta universidad, habría menos espacio para
las especulaciones.
— ¡Maldición! —exclamó Zayn y miró por encima de ella a Liam.
— ¿Qué pasa? —preguntó _____.
— La única razón por la que nos apuntamos a tus clases era para estar más cerca de ti. No necesitamos álgebra. Somos estudiantes de último curso. Yo pasé el nivel de mates fuera de la universidad y Liam acabó con los suyos durante su primer año.
— Esperad... ¿para estar más cerca de mí?
Liam cogió su bastón y se lo llevó rodeando la mesa.
— No nos pegues con esto. Te vimos en la sala de máquinas del gimnasio. Creo que podrías hacernos bastante daño. Ya ves, nos fijamos en ti hace dos años. Tú estabas abandonando el gimnasio. Unos cuantos mechones de tu pelo se pegaban a tu cara...
— Él es fotógrafo. Se da cuenta de esas cosas — interrumpió Zyn. Él le dio un codazo a Liam. — Pareces un acosador.
— ¿Yo? Tú eres el que ayer se puso tan aciago y craso con ella
La risa musical de _____ los interrumpió.
— Vosotros dos... —Ella meneó la cabeza y dio golpecitos con las uñas en la mesa mientras visiblemente luchaba con alguna decisión. — Mirad. Aquí no puede haber nada.
El estómago de Zayn cayó a sus pies, el disgusto marchitando su persistente erección.
— _____...
— Venid a mi casa. Es la casa blanca que hay al final de la calle Marigold.
Este capitulo bien larguito se lo dedico a todas mis lindas y hermosas lectoras, espero que os guste en el siguiente capi comienza la accion asi que estense preparadas.
Os quiere, Maria.
:bye:
Última edición por María Payne Smith el Miér 14 Ago 2013, 2:25 pm, editado 1 vez
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Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
Wow me encanta =O van a ir a la casa. Síguelaaa. Bye xx
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Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
Nueva lectoraaaaaaaaaaaaaa, me encanto encerio me EN CAN TOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, asique seguila okkokokokokoko? ah
Bueno espero que la sigas y que te caiga bien un besooo
Bueno espero que la sigas y que te caiga bien un besooo
Believe in youself
Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |
~Capítulo Dos...~
— Esto es lo más estúpido que has hecho nunca — murmuró _____ para sus adentros mientras daba vueltas en su cocina, por millonésima vez desde que había llegado a su hogar. El vino se enfriaba en la nevera, un asado con verduras se estaba cocinando en su horno, y ella estaba lista. Se paso las manos por la blusa y los tejanos. Parecían casuales, pero debajo llevaba su conjunto más sexi de ropa interior en seda y
encaje rojos. Todo estaba listo para la llegada de Zayn y Liam. ¿Por qué no podía mantenerse tranquila?
Porque estás a punto de tener relaciones sexuales con dos de tus más increíblemente calientes estudiantes.
— Ex estudiantes —se corrigió en voz alta. Y no eran sólo calientes. Liam era tranquilo y bastante reflexivo mientras que Zayn era extrovertido y exuberante. Podían parecerse
físicamente, pero sus personalidades eran polos opuestos.
Le gustaba eso. Liam era un ancla mientras que Zayn era una escapada. Una buena combinación. Se equilibraban el uno al otro.
El timbre de la entrada sonó y se sobresaltó como si no hubiera estado esperando que sonara desde las cuatro. Diles que has cambiado de opinión. Diles que se vayan. Su sentido común le urgía mientras se apresuraba hacia la puerta. La abrió completamente y se quedó boquiabierta por cuan atractivos se veían, vestidos informalmente en tejanos y camisas deportivas. Por un momento, se preguntó si estaban locos por ir sin chaqueta. Era el mes de marzo en Michigan.
El invierno había empezado a alejarse, pero no lo suficiente como para ir sin abrigo. Pero ellos eran hombres, no niños. Una ola caliente la atravesó. Sus hombres. Pronto. Al menos
para esa noche.
— Entrad —dijo ella, dando un paso atrás y dejándoles entrar. Ellos parecieron estar incómodos ahí en la entrada por un momento. Zayn echó una mano hacia adelante, y ella vio que tenía un libro en ella.
— Es para ti —dijo.
— Gracias — ¿Le habían traído un libro? De acuerdo. Ella miró la cubierta. Cuatro años en la carretera: El primer año. Elección interesante. ¡Un momento! El libro estaba
escrito por Zayn Malik y Liam Payne. Los miró sorprendida.
- Después del instituto, queríamos viajar y ver los Estados Unidos — explicó Leo. — Y eso hicimos. Yo tomé fotos, y Zayn escribió el texto. Nuestro editor nos hizo un contrato el año pasado por los cuatro libros.
- Se encogió de hombros. — En cualquier caso, es por eso que no empezamos en la Universidad de Culver hasta que tuvimos veintitrés.
— Ya nos han pedido que escribamos algo más. Cuando nos graduemos en mayo, iremos a hacer un libro sobre Nueva Inglaterra. Tú nos dijiste que no nos conocías. Esto es parte
de lo que somos.
Ella miró de nuevo el libro. Increíble. Tenían veintisiete y eran tan dotados.
— Esto es increíble. Estoy impresionada — les dijo.
Zayn cogió el libro de su mano y lo dejó en la mesita al lado de la puerta.
— No es importante. Sólo parte de lo que somos. Queríamos que supieras que nos mantenemos solos y que no dependemos de créditos bancarios ni tampoco de préstamos de mamá y papá. Somos adultos, _____.
Antes de que ella pudiera responder que sabía eso o no estarían en su casa, la boca de él estaba encima de la suya.
Ella tomó un aliento sorprendido que rápidamente se convirtió en un gemido mientras se apoyaba en él. Sabía a café y menta y...oh, tan rico. Un pulso empezó en su estómago,
extendiéndose hasta que no pudo evitar restregarse contra él.
Su rígida erección presionaba su abdomen. Se sintió más ardiente sólo pensando en lo mucho que él la deseaba.
Liam se acercó a ellos, y Zayn la trasladó a los brazos de su amigo. Tan pronto como la boca de Zayn se levantó, fue substituida por la de Liam. El pulso se esparció por todo su
cuerpo hasta que sintió los pechos sensibles al tacto, que sin embargo necesitaba con urgencia. Se presionó contra Liam, amando el tacto de su firme pecho. Mientras él la besaba, Zayn se colocó detrás de ella y puso sus labios en su cuello. Sus manos se agarraron a sus caderas, su cuerpo arrimado al de ella.
Atrapada entre los dos, sus sentidos explotaron. El marcado aroma a pino y especias de ellos, el sabor a canela de Liam, su calor, la recia piel masculina en contacto con la
suya, el sonido de sus respiraciones excitadas, su corazón martilleando en sus oídos...
En la lejanía, oyó su bastón golpear el suelo mientras alcanzaba a Liam. Sus brazos se enroscaron alrededor del cuello de él y se puso de puntillas apoyándose en su pierna
buena para alcanzar su boca. Zayn continuaba sujetándola, dándole apoyo mientras una de sus manos iba acariciándole lentamente su costado. Sus dedos extendidos se pararon justo
junto a su pecho.
Ella gimió, queriendo más, mientras su lengua tocaba la de Liam en cada beso. Sus manos se extendían en la baja espalda de ella, apretándola contra la dureza de su pene.
Oh Dios, oh Dios, oh Dios...
Dos hombres. Dos penes. Dos bocas calientes. El placer ilícito la llenó, calentándola más con cada movimiento. La situación en si misma era como un caramelo erótico, pero el
sentirlos a ambos...Abrió una puerta que ella nunca se había atrevido a abrir antes. Nunca hubiera pensado en hacerlo.
Alcanzando a su espalda, enterró los dedos en el sedoso cabello de Zayn. La boca de él recorría cálidamente su cuello.
Le abrió el cuello de su camisa para mordisquearle el hombro, y ella se estremeció en respuesta. Las reacciones vibraban en su interior, la humedad fluyó fuera de control cual lava de un volcán, desde su coño mojando sus bragas. Sus muslos, usualmente firmes a pesar de su discapacidad, parecían de gelatina. Ninguno de los hombres la dejaba ir. Ella no temía caerse. Al menos no físicamente. Mientras apartaba su boca de la de Liam para tomar aire, recordó la comida que se calentaba en su cocina y la mesa puesta en el comedor.
— Preparé la cena — dijo ella.
La lengua de Zayn empezó a dar lametazos a su hombro. El siguió luego con un mordisquito que lanzó una vibración por toda la columna vertebral. Ambos hombres parecían dispuestos a tomar el control y dominarla, ahora que habían encontrado la forma de llegar a ella. La hizo ponerse más húmeda de lo que nunca había estado. Repentinamente, la visión de ella misma atada a la cama mientras ellos dos hacían
turnos para follarla llenó su pensamiento y gimió de necesidad.
Zayn movió su boca más cerca de su cuello, y volvió a mordirquearla.
— Me gusta la comida que tengo aquí — dijo él.
— Oh, si — contestó Liam, tomando la boca de ella una vez más.
¿Quién necesitaba la comida, en cualquier caso? Decidió ella. Ansiosamente, ella besó a Liam, mezclando sus lenguas, lamiéndole el labio inferior. Cuando las manos de él se
deslizaron por debajo de su trasero y la levantó, ella envolvió sus piernas alrededor de la cintura de él y se restregó contra su ingle.
— Mi dormitorio es por ahí —dijo ella, haciendo un gesto hacia más allá de la entrada y hacia la derecha. Zayn la cogió por el cinturón, guiando el camino mientras Liam
continuaba besándola.
La mano de Liam se deslizó hasta la cintura trasera de sus tejanos por donde la tela se abría, y se puso a acariciarle el trasero por donde podía. Ella se quedó helada y se apartó
un poco. Aún atrapada en sus brazos, lo miró.
— Sí — susurró él. Urgiéndola, diciéndole a ella lo que quería. Sus dedos se flexionaron en sus nalgas y ella se empujó adelante hacia su erección.
Zayn lo paró al lado de la cama de ella con su cobertor crema con rosas de Jericó bordadas. Hacía juego con el resto de su habitación femenina y casi infantil. Si hubiera pensado en ambos hombres en ese ambiente remilgado, probablemente hubiera opinado que estaban fuera de lugar, pero visto de cerca, con ella junto a ellos...
Bien, tal vez aún estuvieran fuera de lugar.
— Relájate —le canturreó Zayn acercándose más y acariciándole con las palmas los costados. Esta vez sus dedos rozaron sus pechos y un escalofrío de placer la recorrió.
Repentinamente, deseó que él los acariciara completamente, los apretara, incluso que le pellizcara los pezones. Ella había leído sobre eso, pero nunca le había pasado con anterioridad. Ella nunca había disfrutado de otra cosa que de sexo sencillo y sin complicaciones. Oh, ella quería mucho más. Cuanto más.
Ella sentía sus jugos fluyendo. Sería un milagro que la bragueta de Liam no estuviera húmeda. ¿Le importaba? En realidad, no. Ella quería esa polla metida profundamente en
ella, follándola hasta que ella chillara en su clímax.
_____ casi se echó a reír. ¿Gritar? Ella nunca había gritado antes. Era más bien una especie de gemido lo que le salía cuando se corría.
Liam la dejó en el suelo y ella mantuvo el equilibrio, manteniendo la mayor parte del peso en su pierna buena. Tras de ella, Zayn le sacó la camisa de los pantalones mientras
Liam se afanaba con sus botones. Impacientemente, Zayn se la sacó por los hombros antes de que su amigo hubiera terminada de desabrochar la mitad de ellos. Sus manos encallecidas estrecharon sus antebrazos mientras le besaba la parte posterior del cuello.
Ella dejó ir un pequeño grito mientras un temblor la recorría. Nunca había sabido que su cuello era una zona erógena. Olas residuales le ponían la piel de gallina. Inclinando
la cabeza hacia delante, le dio mejor acceso a él, sintiéndose completamente hedonista. Se sentía tan bien.
— Te gusta — le murmuró Zayn contra la piel.
— Si, por Dios, no te pares.
Liam le sacó la camisa por los brazos y la dejó caer al suelo, al lado de sus pies desnudos.
— ¿Qué tal esto? — le preguntó Liam mientras le cogía las muñecas por detrás de la espalda y le besaba un camino hacia el pecho, ocasionalmente lamiéndole la cremosa piel
blanca.
— ¡Sss... si! — aulló ella cuando le cogió un pezón excitado entre los dientes a través del sujetador. Su coño se apretó tan fuertemente, que pensó que se iba a correr en ese mismo momento. El aplanó la lengua por encima de la cima capturada, entonces la lamió y luego la succionó profundamente.
Su cuerpo se sacudió. Dios bendito, ella podría parecer una virgen por la fuerza de sus reacciones a sus caricias.
El aire frío acarició su pezón mientras él se movía hacia el otro y le aplicaba el mismo tratamiento. Ella luchó por desasir sus manos, queriendo acariciar su cabello con los
dedos y mantenerlo ahí donde estaba mientras succionaba. Él la sujetó más fuerte, manteniéndola cautiva.
¡Sí! Su cuerpo gritaba. Era todo lo que siempre había secretamente deseado.
Liam se estiró y la miró a los ojos, su mirada oscura y posesiva.
— Eres nuestra ahora, niña.
— Oh...
Mientras él continuaba sujetándola, las manos de Zayn rodearon su cintura dirigiéndose hacia el cierre de sus tejanos. Los ojos de ella se agrandaron y un miedo frío la llenó.
Incapaz de usar sus manos, dio un estirón hacia atrás contra su cuerpo.
Ambos la dejaron de sujetar de inmediato y ella se agarró a tientas a la cama. Desconcertada, ella se sentó en el borde. Liam se arrodilló a su lado mientras Zayn daba un paso atrás y se ponía las manos en los bolsillos de sus pantalones.
El tejido se tensaba sobre su dura polla y ella gimió, tapándose la cara con los dedos.
Liam la cogió por las muñecas y se los apartó.
— ¿Qué sucede? — le preguntó.
¡Dios! Era tan estúpida y los deseaba tanto.
— Lo siento... Yo... — Ella se mordió el labio y sacudió la cabeza. — Pensé que podría no pensar, que no me importaría. Quiero decir, no es que no haya tenido relaciones sexuales antes, pero no me importaba tanto — ella balbuceó — Tengo muchas cicatrices. Montones de cicatrices. Son horribles.
Zayn inmediatamente se puso de rodillas al otro lado de ella. —Cariño, ¿no te imaginas que ya nos lo imaginamos?
Ella rió amargamente — Me apuesto a que no como esas.
— No importa — Él puso una mano posesivamente sobre la pierna derecha de ella. Su palma la acarició desde la rodilla a la junta de su muslo. No había forma de que no notara los bordes rígidos de sus cicatrices. Ella tragó, pero el nudo en su garganta no desapareció. Casi no podía respirar.
— Decís esto ahora — Ella se moriría de humillación si veía una mirada de repulsión en sus rostros.
— Nena — murmuró Liam. La besó en el estómago, jugueteando con su ombligo con la punta de la lengua. — Si, nos importa pero sólo porque te hiere a ti. Eres tan malditamente hermosa. Nada en esa pierna va a hacer que deje de desearte. Demonios, mi pene se pone como el acero cada vez que te tengo cerca. Eso no va a cambiar. Y sé que Zayn se siente igual.
A su lado, Zayn asintió. Se inclinó hacia delante y capturó uno de sus pezones. Un momento después, sus dedos estaban tirando de la tela de su sujetador y su boca estaba sobre su piel desnuda.
Dejándolos, Liam se puso en pie, pero ella no vio donde iba mientras Zayn la empujaba de espaldas a la cama. Su torso la cubrió mientras la exploraba con sus manos y boca.
Se oyó el sonido metálico de las argollas de su cortina n deslizándose por el raíl. Inclinando la cabeza vio a Liam cerrando las cortinas de las ventanas. La habitación estaba en
penumbras. Su oscura figura retornó a la cama. Oyó un sonido y el olor sulfuroso de una cerilla que se encendía y brillaba. Él encendió la vela de la mesita de noche, que formó
una luz parpadeante.
Hipnotizada, vio como Zayn se ponía en pie, y ambos hombres se sacaron las camisas. Ella sabía que ellos se entrenaban ya que la habían visto en el gimnasio pero, ¡dulce madre de Dios! Sus pechos amplios y firmes eran más de lo que ella había imaginado nunca. Ella se arrinconó más en su cama mientras ellos se subían al colchón a su lado, arrastrándose hasta que sus cabezas estaban al mismo nivel.
Liam la besó, metiéndole la lengua en la boca mientras que Zayn se colocó a horcajadas sobre su cuerpo. Alcanzando la espalda de ella, le desabrochó el sujetador y se lo sacó.
— ____, tienes los pechos más increíbles — le dijo.
Inmediatamente sus manos se los tomaron, tanteado su peso. La sensación de sus dedos moviéndose por su piel estaba incrementada por tener la vista bloqueada. Todo lo que
podía ver eran los brillantes ojos marrones de Liam mientras tomaba su boca, se separaba y ladeaba, y volvía a tomársela. El calor de su cuerpo se reavivó hasta un punto
ardoroso y ella arqueó su espalda para Zayn. Intentó alcanzarlo, pero Liam le atrapó las manos por encima de la cabeza. Él hizo una pausa, mirándola.
— Zayn va a desabrocharte los tejanos ahora, ¿de acuerdo?
Ella se mordió el labio y asintió.
— Di sí, nena. Dilo en voz alta.
— Sí — susurró ella. Aunque aún estaba aterrorizada de que ellos se disgustaran al ver su cuerpo, no iba a acobardarse. Ella los necesitaba y rezaba para que valiera la pena y ellos actuaran como si no vieran sus cicatrices, ya que la luz de la vela iba a empañar su visión, y que un milagro ocurriría... cualquier cosa.
Esforzándose en mantenerse en calma, no se encogió cuando Liam rodó a su lado y ella pudo ver a Zayn arrodillándose encima de sus piernas, sus dedos en el cierre de sus tejanos.
Inclinándose hacia delante, él lamió su camino hasta la cintura y ombligo. Al mismo tiempo, notó que el botón cedía. El sonido de la cremallera lo siguió. Sin aliento, ella levantó las caderas para ayudarlo. Aunque Liam le acariciaba el brazo para
tranquilizarla, ella no podía apartar la mirada de la cara de Zayn.
Él levantó la vista y le sonrió, entonces enganchó sus dedos en sus bragas y en los pantalones. De un tirón, los bajó al principio de sus muslos, exponiendo los rizos de ella.
Ambos hombres respiraban con dificultad. Zayn parecía no poder evitarlo cuando presionó su boca al inicio de su coño e inhaló profundamente. Si ella no estaba mojada antes...
Como si él hubiera leído su mente, el soltó una de sus manos y deslizó un largo dedo por su abertura. La partió con el movimiento y se encaminó hacia su interior para acariciar los
pliegues resbaladizos.
— Oh! Cariño, estás tan malditamente lista.
Ella asintió.
— Apresúrate. Os necesito a ambos tan desesperadamente .
Los ojos de él se encontraron con los de ella y volvió a tirar de sus pantalones hacia abajo. Hasta que no hubo apartado las prendas no le miró la pierna, pero Liam ya había
dejado ir una exclamación. En un momento de pánico, la mirada de ella fue de un hombre al otro. Como había temido, el horror llenaba sus rasgos, pero no el horror de desagrado
que ella había estado temiendo.
— Nena, debe haber sido horrible — susurró Liam, acercándose más. A la vez, la boca de Zayn recorría las cicatrices como si pudiera sanarla y borrarlas.
— Eres tan preciosa que me está matando pensar el dolor que tuviste que soportar — le dijo. Lentamente sus labios se desplazaron hacia arriba, mientras que la boca de Liam seguía donde él había pasado. Ella no podía recordar que su pierna se hubiera sentido mejor en mucho tiempo.
Zayn llegó a la grieta entre sus piernas y su coño y la lamió mientras ella gemía por más. Si sólo se moviera un poco. Y entonces lo hizo, sus pulgares abriéndola y su boca
estaba en su sexo, deslizando la lengua por sus pliegues, mordisqueando y chupando su clítoris.
Los puños de ella se cerraron sobre el cabezal. Él deslizó un dedo dentro de su estrecho canal. ____ cerró los ojos, empujando la cabeza contra el colchón. ¿Por qué había
pensado que eso era una mala idea?
Ella dobló sus piernas hacia arriba, abriéndose más para dar espacio a los hombros de Zayn. Por suerte, ella aún era algo flexible a pesar de que su pierna había quedado
demasiado dañada para poder mantener su peso. No podría hacer acrobacias, pero no iba a dificultar sus relaciones sexuales.
Liam había desaparecido y ella se preguntó momentáneamente dónde habría ido. El pensamiento fue fugaz ya que Zayn introdujo otro dedo al juego, estirando sus suaves carnes para acomodarlos. Sus caderas se elevaron hacia él mientras una sensación de mareo llenaba su matriz. Parecía enroscarse en sí mismo, llevando todo el foco de tensión que ella sentía construirse ahí.
— Sabes tan bien, amor — dijo ásperamente Zayn entre lametazos de su lengua. — Y maldición, estás tan estrecha. Vas a estrujarme tanto, de veras.
Su coño se contrajo y él gimió — sí — mientras otra riada de crema tenía que haberle llenado la boca.
Mientras sus dedos trabajaban dentro y fuera de ella, él se movió hacia arriba y le tomó el clítoris entre los dientes otra vez. La sensación fue como un rayo a través de su
cuerpo y ella gritó – por primera vez realmente gritó – con el abrumador clímax que arqueó su cuerpo y lo levantó de la cama.
Cuando el mundo dejó de girar para ella, abrió los ojos. Liam estaba sentado a su lado, apoyándose en los cojines. Se había sacado los pantalones y se acariciaba el pene desde la
raíz a la punta mientras miraba como Zayn le daba placer.
Girándose, ella se arrastró hacia él y se arrodillo entre sus muslos. Su ancha polla invitaba a su boca, y no había nada que pudiera detenerla cuando se inclinó hacia delante y envolvió
sus labios alrededor del encendido capullo. Su lengua limpió la
gotita que se había formado en la punta.
— Maravilloso — susurró ella mientras que se hundía en él, llenándose la boca con su dura carne.
— Si, nena — dijo él jadeante. El placer se extendió por su cuerpo mientras él agarraba su pelo con los dedos. A ella le gustaba que él fuera rudo. Le gustaba el ligero estirón. Sometiéndose a su deseo no verbalizado, ella trabajó arriba y abajo su polla y tomó todo lo que pudo de él. Saboreó todas las crestas, acariciando con la lengua el piercing que tenía en
la cabeza de su pene. Ella nunca había visto un hombre con piercing ahí, y se preguntó cómo se sentiría. Increíble, se imaginó. Ya que Zayn y Liam compartían tantas cosas, ella se preguntó si Zayn también tendría un piercing, pero el pensamiento voló al notar sus manos en su culo.
— Voy a follarte, como te prometí — le dijo. Ella tembló anticipadamente, pero no dejó de trabajar con su boca a Liam. El pene de Zayn golpeó contra su culo mientras él se inclinaba hacia delante. Levantando las caderas lo mejor que pudo, lo invitó a entrar, y un momento más tarde su punta presionaba su entrada. El tiempo pareció detenerse mientras ella esperaba que él entrara en su interior. Había pasado tanto tiempo desde que ella había estado con un hombre, y sus juguetes no podían compararse.
Sus labios se tensaron sobre Liam y él soltó una maldición, con los dedos tensándose en su pelo antes de liberarse. Repentinamente, él la tomó por las muñecas y puso sus manos a ambos lados de su cadera. Hizo que la posición de ella cambiara, con los hombros más bajos y su culo más alto en el aire para Zayn. Incapaz de hacer más que moverse
ligeramente sobre la polla de Liam, con la mayor parte de ella dentro de su boca, ella esperó a que la longitud de Zayn se empalara dentro de ella, su cuerpo vibrando de necesidad. Le gustaba eso más de lo que nunca hubiera imaginado. Indefensa. Sometida. De ellos.
El alivio llegó cuando Zayn lentamente empujó su voluminoso contorno dentro de ella, y soltó un profundo gemido de aceptación. Él sujetó sus caderas, dándole apoyo pero a la
vez manteniéndola inmóvil mientras empujaba hacia delante,
poco a poco.
Frenéticamente, ella deslizó la lengua por el pene de Liam hasta que él se removió debajo de ella. Entonces él la sorprendió liberándose y poniendo su cabeza al lado de su pene. Él inmediatamente volvió a tomarle las muñecas. Su longitud acariciaba la mejilla de ella mientras Zayn hacía el último empujón para colocarse completamente dentro de ella.
Se sentía tan bien, con carne dura por almohada, con carne dura dentro de ella. Sus gemidos salían libremente mientras una riada desbocada de placer llenaba la habitación y
la arrastraba a ella.
— Te sientes tan bien — le dijo Zayn — Como sería. Te estaría follando siempre. ¡Ohm!
maldición, apriétame así. Te gusta ¿no? ¿Estar con hombres? Siendo nuestra. Puedo ver lo mucho que te gusta. Estás tan mojada y tan estrecha. sabía que
El cuerpo de ella se convulsionó al oír sus palabras. Otra liberación quedaba a su alcance. Él sólo tenía que empujarla un poco.
— Fóllame duro — rogó ella
— No estás al mando aquí, Profesora. Es hora de que los alumnos enseñen al profesor.
Y así lo hicieron. Las manos que sujetaba Liam se cerraron mientras Zayn se empujaba dentro de ella, cada penetración perfecta mandaba corrientes vibrando hacia sus extremidades con la promesa del placer explosivo por llegar. Su respiración se volvió
entrecortada. Asumiendo la forma animal en que Zayn la estaba follando, ella apretó su cara contra la ingle de Liam, inhalando su olor almizclado. A pesar de las palabras de Zayn,
la distancia entre alumnos y profesora se había desvanecido.
Todos los números excepto el tres le habían fallado. El sexo, primario y crudo, parecía rodearla. Eran cavernícolas o guerreros o príncipes y ella era su mujer.
Nada más importaba.
Entonces los dedos de Zayn se tensaron, clavándose en sus caderas. Levantándola, guiándola. _____ gritó mientras su orgasmo la atravesaba.
— Por lo más sagrado — murmuró sin sentido mientras caía desmadejada contra Liam.
Pero no había tregua.
Ella oyó un crujido y sintió las manos de Liam en su mejilla. Tan pronto Zayn se retiró de ella, Liam la levantó en sus brazos y la sentó encima de su enhiesta polla. Mientras se
deslizaba en su grosor, pecho a pecho con él, ella vio a Zayn por el rabillo del ojo. Se había sacado el condón y vuelto a la cama. Su atención volvió a Leo cuando miró fijamente a sus
firmes ojos marrones.
Sus labios se abrieron por la forma en que él la llenaba. Cerró los ojos, saboreando todos los deliciosos centímetros de él. Sus piercings añadían una profundidad de sensaciones que
ella nunca había imaginado mientras frotaban contra las delgadas paredes de su coño en una promesa de placer implacable.
— ¿Estás bien? — le preguntó.
— Oh sí. No te preocupes, os lo diría si algo fuera demasiado. Liam la guió al deslizarse por su longitud. Zayn se puso detrás de ella. Su polla, ya lista o quizá sólo semierecta, se presionaba contra sus nalgas. La traviesa sensación añadía otra capa a esa fantasía hecha realidad. Mientras la base de la polla de Liam golpeaba repetidamente contra su clítoris
sensibilizado,Zayn la rodeó para agarrarle los pechos. Sus dedos se enroscaron en sus pezones y los pellizcó.
— Sí — dijo ella en un suspiro. Se inclinó hacia la boca de Liam, necesitando completar la conexión. Su lengua inmediatamente abrió los labios de ella y penetró en su interior.
A ella nunca la habían besado como Liam la besaba. Le reclamó con la lengua la boca tan completamente como su gruesa polla reclamaba su coño. El llevó sus manos a su pelo
y enredándole los dedos para mantenerle la cabeza como él la quería mientras cambiaba el ángulo para besarla más profundamente.
Zayn continuaba moviéndose a su espalda mientras ella tomaba a Liam. El rítmico deslizamiento de carne contra carne aumentó las sensaciones de ella, llevándola
laberinto sexual que hacía desaparecer excepto esos dos hombres y lo que le
Preocupaciones, consecuencias y cualquier de ese momento se desvanecieron.
— Ahora sé cómo la gente se mete en problemas por el sexo — gimió ella — Nunca... uf...
— ¿Te gusta que te follemos?
Ella inclinó su cabeza para apoyarla en su hombro.
— Como si no lo supierais. Como si no lo sintierais. — Ella acercó su boca a su oído. Sus manos se deslizaron sobre las de él todavía sobre sus pechos y ella apretó ligeramente.
— Más fuerte — le urgió, poniendo voz a una necesidad que nunca hubiera soñado en declarar en el pasado. En ese momento, parecía lo correcto. Ella podía hacer o pedir
cualquier cosa a ellos sin vergüenza. Mientras apoyaba sus manos en Liam para sujetarse, Zayn estiró sus pezones y ella se estremeció alrededor de Liam.
Mirándolo a los ojos, le folló más duramente.
Liam miraba los ojos jaspeados de _____, su aliento atascado en su pecho. En lo más profundo de él, la conexión con ella fue completa. Él conocía a esa mujer, y ese momento
estaba predestinado y cambiaría su futuro para siempre.
Aunque no se había sentido excluido por lo que habían estado haciendo antes, él se había sentido algo fuera de juego respecto al vínculo que se había formado entre _____ y Zayn.
Él había luchado contra los celos. No tenían lugar, y ahora... era como si hubiera completado un círculo uniéndolos.
Deslizó sus manos por encima del cuerpo de ella, sintiendo que no podía tocarla lo suficiente. La piel de ella era como seda caliente bajo sus manos, y eso aún lo excitaba más
ya que la única seda que había acariciado había estado encima de una mujer. No podía pensar en nada más que en su tacto contra su piel y la sensación de su vaina ordeñando su
polla tan fuertemente como si un puño estuviera apretándole toda su longitud.
La dulce fricción de sus pelotas tensándose contra su cuerpo le indicó que no iba a poder aguantar mucho más.
Apretó los dientes mientras luchaba para no correrse. Necesitaba que ella alcanzara su orgasmo antes. Nada podía compararse al estrecho abrazo de su coño alrededor suyo
mientras temblaba en sus brazos y gritaba de placer. Necesitaba oírlo. Necesitaba sentirlo.
Alcanzando entre sus cuerpos al notar que se acercaba al punto culminante, movió dos dedos entre sus labios y capturó su erecto clítoris. Dulcemente, se lo pellizcó. _____ se sacudió, sus ojos salvajes mientras un grito estrangulado salía de su garganta. Sus uñas se clavaron en los hombros de él y se agitó convulsivamente, moviéndose sobre él en un
éxtasis desenfrenado.
Hermosa, pensó él en la lejanía, pero todos sus otros pensamientos habían sido arrastrados por la liberación orgásmica de placer que atravesó su entrepierna y explotó en
su polla.
Sus jadeos entrecortados interrumpían el silencio mientras volvía en sí. _____ sonrió. Inclinándose hacia él, le tomó la cara entre las manos y lo besó suavemente en los labios, su boca entreteniéndose en la de él como para saborearlo antes de
dejarlo. Girando su torso para encarar a Zayn con dificultad, ella repitió el gesto.
Con un gruñido, se salió de Liam pero permaneció a horcajadas sobre él. — Si tuviera que poneros nota, definitivamente eso sería una matrícula de honor y también unos cuantos puntos extras.
Zayn gruñó y la arrastró a sus brazos, entonces se movió para tumbarla entre él y Liam. Él besó su sien pero cuando la miró, su expresión de su cara era intensa.
— No nos digas esos. No pienses eso.
— ¿Pensar qué? — Dijo ella confundida.
— En nosotros. Como estudiantes.
— No estaba...
— Somos hombres, completamente adultos que te queremos y queremos cuidar de ti.
— Jesús, hombre — le recriminó Liam. — Tranquilízate. Era sólo una forma de expresarse — Miró a _____. — ¿Me equivoco o le dirías eso a cualquier hombre y no sólo a uno que fuera tu alumno?
— Ningún otro hombre me ha hecho sentir así, pero si lo hubiera hecho, sí, podría haberle dicho eso. Y... — ella suspiró. — Nunca he tenido relaciones con un alumno.
Instintivamente, Liam sabía que mentalmente ella había añadido ―hasta ahora. Como el menor de su familia, a Zayn le costaba asumir que la gente lo tomaba con seriedad.
— ¿Y qué sientes por nosotros? — Le preguntó tranquilamente.
Ella se mordió el labio inferior y estuvo callada un momento.
— Siempre había pensado que... ¿sabéis? Los números son... ordenados. Sé lo que esperar al respecto. Y he organizado mi vida de esta forma. Siempre he hecho las cosas de una manera segura, siguiendo un programa. Entonces vosotros aparecisteis. No había sido consciente de los hombres en mis clases antes, pero vosotros dos... me distraíais. Nadie
lo había hecho antes. Cuando vinisteis a mi despacho el otro día, y me dijisteis las cosas que me dijisteis, lo único que podía pensar era ¿y ahora qué? Me gusta quienes sois, cómo os comportáis. Me siento atraída por lo atractivos que sois ambos. Vuestras personalidades me atraen. — Deslizó una mano por cada uno de los pechos masculinos. — Y no hay
forma de negarlo, ambos estáis tan buenos como para hacerme pecar. No hay nada que no me guste de vosotros. Y todo lo que sé me atrae. Y quiero conoceros más.
Zayn envolvió sus brazos alrededor de su cintura.
— Dios, es exactamente como me siento. Quiero saberlo todo sobre ti.
— No voy a mentir — murmuró ella — Estoy asustada. Esto no es una relación habitual. La gente hablará de nosotros tres. Y del hecho que sois estudiantes. Hay una gran área nebulosa. No puedo arriesgar mi puesto de trabajo — Hizo una pausa y tomó aliento — Pero me asusta más negar esto. Quiero explorarlo y ver lo que tenemos y si puede llevarnos a algo permanente.
Liam reprimió un gruñido. El pensamiento de dejarla ir hizo arder su estómago. Silenciosamente, él también la envolvió con sus brazos, justo debajo de los de Zayn. Él quería decirle a ella que su empleo no importaba. Él quería llevarla con ellos cuando se fueran a trabajar en su próximo libro. Con la nariz le acarició el hombro a ella mientras el
cansancio por el ejercicio sexual lo sumergía en el sueño. Un descanso rápido y luego más...
— Todo irá bien, _____.
Tenía que ir bien.
Última edición por María Payne Smith el Miér 14 Ago 2013, 2:26 pm, editado 1 vez
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