Re: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu |

por Invitado Sáb 31 Ago 2013, 6:30 am

Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu | - Página 8 Pnp6

~Capítulo cuatro...~ Parte 2

¿Era una cobarde? _____ no podía negar que tal vez lo fuera. Ella usaba su discapacidad para no hacer cosas que podían incomodarla.
Incapaz de hacer nada más, ella se puso a trabajar de forma mecánica, pero los números o le depararon ningún placer mientras ella luchaba por volver a la normalidad. Cada vez que veía al decano del departamento, él le dedicaba una sonrisa sarcástica que evidenciaba su triunfo. Él la vigilaba con ojos de depredador, como si esperara algún movimiento para
darle caza.
Pero él ya la había cazado.
Una semana después de su ultimátum y de la confrontación con Liam y Zayn, ella solicitó una entrevista con el Decano Butler.
El vestíbulo parecía inquietantemente vacío mientras ella cojeaba hacia el despacho de él. Tenía un fuerte hormigueo en el estómago; aún así, sabía que tenía que verlo. Ella deseaba
no tropezarse ni con Zayn ni con Liam. Bien... De hecho no había visto ninguno de los dos hombres desde la última escena en su cocina. Parecía que se mantenían a distancia de ella, y que habían cambiado cualquier rutina que usaran antes para coincidir en su camino. Su ausencia absoluta le hacía preguntarse si habían dejado la escuela completamente.
Por supuesto, eso no tendría sentido. Era un campus grande. Era fácil evitarla.
La secretaria del decano miró hacia arriba y la sonrió cuando _____ entró en su suite de oficinas.
— Te está esperando — le dijo. — Puedes entrar.
_____ asintió y pasando por el lado de su escritorio entró en el despacho que había tras ella.
La misma sonrisa salvaje iluminaba la cara de Butler cuando ella entró.
— Cierra la puerta y toma asiento — le dijo él, haciendo un gesto hacia los sillones de cuero que había de cara a su mesa.
Ella no estaba segura de querer colocarse tan cerca de él, pero lo hizo. A pesar de su proposición de mal gusto, y de la posición en que él la había colocado, era un miembro
respetado del personal universitario. Ella dudaba mucho que él fuera a atacarla, especialmente con su secretaria al otro lado de una de esas notoriamente finas paredes.
— ¿Qué puedo hacer por ti, _____? — le preguntó una vez ella estuvo sentada en su asiento.
Los dedos de ella se cerraron fuertemente sobre la longitud del bastón que había colocado atravesado sobre sus piernas, sus nudillos blanqueándose. Ella había pensado en ello
durante toda la semana. Todo lo que tenía que hacer era soltárselo, decírselo a él, y habría terminado.
Ella estudió su rostro sin arrugas y el pelo castaño oscuro que no evidenciaban su edad. Parecía más un hombre en treintañero, que uno a finales de los cuarenta. Vestido
impecablemente, era un hombre atractivo. Un premio. ¿Por qué la quería a ella? ¿Era un juego? Ella le había dado vueltas y vueltas sin resultado. Pero ella sabía una cosa. No
quería estar sola.
— Profesora Swift — apuntó él. — ¿Estás aquí por lo que discutimos?
— Sí — contestó ella.
— He estado vigilándote. ¿Ya no estás con los Sres. Malik y Payne?
Ella meneó la cabeza. — No. — Tomó aire profundamente. Un calor desesperado le atenazaba la espalda y su estómago se sacudió, iniciando una sublevación que ella no
estaba segura de poder parar. ¿Qué pensaría él si vomitaba encima de su escritorio?
Afortunadamente, no había comido hoy. De hecho, la última vez que comió debía ser la mañana del día anterior. No estaba segura.
— He pensado mucho sobre esto — le dijo ella. Ahora o nunca. Simplemente hazlo Bree. — Yo... renuncio.
El palideció, y sus ojos se abrieron por la sorpresa.
— Renuncio — reiteró — O sea que este es mi aviso de que lo dejo en dos semanas.
— No — repuso él — Limpia tu despacho hoy. Ya encontraré un reemplazo para ti para el resto de tus clases este semestre. Debo decirte, estoy muy decepcionado contigo.
— ¿Por qué? ¿Por qué pensaste que follaría contigo? Yo elijo mis parejas, gracias.
— No, sino por qué nunca pensé que dejarías que una relación interfiriera con tu carrera. Sabes perfectamente que no te hubiera presionado para tener relaciones sexuales
contigo.
— Sí, lo sé. — Pero él habría hecho todo lo posible para interferir en su vida y en última instancia hacer que actuara según su voluntad. Si ella permanecía sola durante
demasiado tiempo, ella debía admitirlo, podía ser que cediera a los deseos de él. Él no era completamente repulsivo, y la soledad podía resultar insoportable.
Su renuncia no iba a cambiar las cosas entre ella y Zayn y Liam. Dios sabía si ellos imaginaban que ella se había marchado ya que habían estado evitándola como si fuera una
apestada. Pero tenía que hacerlo.
— Así pues ¿no tendremos ningún problema? — preguntó Butler. ¿Presentaría ella cargos por acoso sexual después de todo? Eso es lo que quería saber. No estaba tan seguro de sí mismo como pretendía.
Ella lo miró maliciosamente. Dos personas podían jugar ese juego.
— ¿Mientras no tenga problemas con unas buenas referencias? — contraatacó ella.
— Brillantes — gruñó él.
— Quiero una carta firmada de referencias en el membrete de la Universidad.
— Hecho — contestó él, obviamente irritado.
Ella asintió con la cabeza y se levantó, dirigiéndose a la puerta. Tenía mucho que hacer.
— Por lo que pueda importarte — dijo Butler cuando ella alcanzaba el pomo de la puerta — Lamento que te vayas.
Ella hizo rodar los ojos sin mirarlo. — Gracias — murmuró y se deslizó fuera de la oficina.
Fiel a sus palabras, un sobre de papel manila conteniendo diversas cartas de referencia fue entregado en su despacho menos de una hora después de que ella se marchara del despacho del decano. Ella experimentó una extraña mezcla de libertad eufórica y pánico al verlas. Cuidadosamente, las puso en su maletín, y miró alrededor de su oficina... Tenía
bien poca cosa que llevarse consigo ese día. Sabiendo que ese momento se acercaba, ella había ido llevándose sus objetos personales a casa durante los últimos dos días mientras
reunía el valor para reunirse con Butler.
Con una bolsa para lienzos colgada a través y un maletín en su mano, cerró la puerta de su despacho por última vez y lucho con las nostálgicas lágrimas. Eso era para mejor. Quien sabía lo que el futuro le depararía, pero ella no lo iba a lamentar.
Decidida, se encaminó a su plaza de aparcamiento y justo se tropezó con Zayn cuando salía al aire fresco de la mañana.
— _____ — exclamó él, sujetándole por los antebrazos, estabilizándola.
¿Por qué era que tenía que chocar con él cuando justamente ella estaba intentando huir? El universo tenía un sentido del humor perverso.
La electricidad que la llenaba en todas las ocasiones en que él la tocaba le atravesó el cuerpo y la llenó de deseo. Ella se forzó a esbozar una sonrisa valiente. Aunque no consiguió más que levantar un lado de su boca.
— Zayn.
— ¿No se supone que deberías estar dando tus clases? — le preguntó él.
En otras palabras, él no estaría allí si no pensara que estaba seguro de... eso. Realmente se había terminado. Ella meneó la cabeza.
— No. — Oh, Dios, necesito largarme de aquí. Ella miró su reloj. — Voy camino a una entrevista. Me tengo que ir.
Zayn inmediatamente la soltó y dio un paso atrás, con una mirada extraña en su cara.
Ella intentó alegrar su sonrisa, malditamente algo casi imposible.
— Adiós. Te veo por aquí — O no.
— Sí... nos vemos — Zayn dijo débilmente como si no acabara de creérsela.
Ella no miró atrás mientras iba hacia su coche. Su brillante Prius de sólo seis meses de antigüedad. Dios bendito, esperaba poder afrontar los pagos. Del coche. De su casa.
Su instinto matemático le indicó que estaría bien por al menos seis meses. Estaba asustadísima.
¿Y para qué? Ella miró por encima del hombro y vio a Zayn vigilándola, con los ojos estrechados.
Así que era eso. Él todavía estaba cabreado, y ella se dio cuenta de que cualquier esperanza de eventualmente contarles a ellos lo que había hecho y reparar la situación se borró de un plumazo, cual hojas secas arrastradas por un viento enérgico. Al menos ella estaba libre de las constricciones que se había auto impuesto.
Ellos estaban en lo cierto: había sido una cobarde.
Zayn miró fijamente a _____ mientras se marchaba, su frente arrugada. Algo iba mal. Él sabía malditamente bien que ella debería estar dando clases en ese momento. Como un
tonto enamorado, había estado rondando la puerta de su aula durante la última semana mientras escuchaba como daba sus lecciones.
Después de verla marcharse, se dirigió al edificio. Desde fuera del aula donde ella normalmente daba su curso de álgebra, miró por la ventanilla. Para su sorpresa, ese idiota,
el Decano Butler, estaba dando la clase de ella. ¿Estaría enferma? No le había parecido enferma. Bueno, aparentaba estar agobiada. Probablemente, él también tenía un aspecto
penoso.
Tal vez ella tenía realmente una cita. Había consultado su reloj...
Liam estaría en clase por cuarenta y cinco minutos más. Zayn decidió llamarlo al móvil en cuanto terminara ese tiempo. Aún no habían decidido qué hacer con _____, pero ambos
estaban de acuerdo en que eso no había terminado. Aunque no sabían bien que hacer. No era como si pudieran forzarla a dejar su trabajo y confiar en ellos. El tiempo, habían decidido, iba a ayudar en la situación. Si _____ les echaba de menos tanto como ellos a ella, estaría mejor dispuesta para escucharles cuando la confrontaran de nuevo.
Dejar que ese imbécil ganara era impensable.
Él abandonó el aula y se dirigió a la zona de estudios cercana al final del pasillo. Cuando pasó por el despacho de _____, un bedel estaba en la puerta de la oficina. Zayn vio
horrorizado como el hombre estaba sacando la placa con su nombre de la puerta.
¡Oh, mierda!
Su esforzada bravata y su extraña salida se fundieron con la realidad que veía y su estómago dio un vuelco. Al mismo tiempo, una extraña esperanza preñada de temor
empezó a despuntar. Sacando su teléfono, tecleó un rápido mensaje de texto
para Liam. Eso no podía esperar.

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_____ acababa de desembalar sus cosas y encender su ordenador portátil en su oficina cuando oyó unos golpes familiares. Como ella normalmente no estaba en casa a esas
horas, había muy poca gente que fuera a golpear impacientemente a su puerta.
¿Estaba preparada para otra ronda de confrontación?
Por supuesto. Si a ellos, ella les importaba lo suficiente como para ir hasta ahí, a ella, ellos le importaban lo suficiente como para hacer que se quedaran. Durante todo el camino
conduciendo de vuelta a su hogar ella se había estado recriminando no haberle dicho a Zayn la verdad sobre lo que estaba pasando. ¿Qué mal le habría hecho? Le hubiera dado
una oportunidad de o bien retomar la relación o reiterar que estaba finiquitada.
Los golpes no pararon mientras ella iba hacia la parte delantera de su casa para dejarlos entrar. El dejà vu la golpeó fuertemente mientras veía como la nueva y recientemente
enmarcada pintura al lado de la puerta se movía, pero esta vez no cayó antes de que ella pudiera llegar ahí.
El par estaban perfectos cuando ella abrió la puerta.
Hermosos, perfectos, su sueño. Justo fuera de su alcance.
— ¿Te ha despedido? — Preguntó Liam sin siquiera saludar.
— No — Ella elevó un hombro. — Teníais razón. Yo usaba mi empleo como red de seguridad, como protección frente a la vida. Por eso he dimitido. — Dio un paso atrás
para dejarlos entrar. — Entrad. No tenéis que estar aquí en el porche. Quiero decir, bien, no podría importarme menos si alguien os ve aquí, pero puede que estéis más cómodos
dentro.
_____ quería dejar muy claro que no se estaba escondiendo de su relación ante nadie, si aún había una relación que observar. Podían hacer el amor en el patio delantero por lo que a ella le importaba. Ella simplemente necesitaba sentir el calor de su adoración una vez más. Física y emocionalmente. Se había sentido tan privada de ellos la última semana, que pensaba que no podría resistirlo si ellos se alejaban otra vez.
Pero hasta el momento, ellos eran los que había hecho todo lo posible para alcanzarla. Era la hora de que lo hiciera ella.
Zayn se adelantó, y el alivio la llenó. Él había resultado el más herido. Deslizó sus manos por los brazos de ella y entonces le tomó por la barbilla. Sus pulgares acariciaron sus
mejillas.
— Deja que seamos tu zona de confort. — Dijo él — Podemos cuidar de ti. Estarás con nosotros y nos ocuparemos que nunca te falte nada.
Perdida en sus ojos, ella sintió.
— De acuerdo.
Él se echó para atrás y cogió un petate grande que ella no había visto antes. Liam también cogió uno. Le sonrió y le dirigió una mirada inquisitiva.
— Nos mudamos aquí, nena.
— De acuerdo — dijo ella otra vez. Sonrió por primera vez en muchos días con una sonrisa verdadera. Ella estaba encantada con ello. Si iban a tener una relación, lo quería todo. Juntos en todo, y eso incluía vivir como una familia.
Amantes. Maridos y mujer. Bueno, tal vez no estuvieran listos para ese último papel.
Cuando Zayn se inclinó hacia adelante para besarla, la mirada de sus ojos le dijo a ella que tal vez sí lo estuvieran.
Sus labios se deslizaron sobre los de ella, su lengua trazó la junta de sus labios antes de que ella se abriera para él.
Sabía tan maravilloso, mientras la reclamaba. Ella gimió, presionándose contra él.
Él se apartó, y cerró la puerta de entrada de un golpe.
— Vete desnudando, cariño. Te necesito terriblemente. Necesito saber que esto es real.
— Espera — interrumpió Liam. — Necesito un beso antes.
Ella se fundió en sus brazos con tanta naturalidad como había estado en los de Zayn. Pertenecía a ambos. Los dedos de él se deslizaron por su cabello, manteniéndola donde él
quería mientras le saqueaba los labios. El cuerpo de ella reaccionó, acalorándose y humedeciéndose.
— Maldita sea, estás tan cachonda — susurró Zayn. La empujó por la espalda y alargó las manos para tomarle los pechos. Acarició los pezones entre sus dedos.
Ella los necesitaba en ese momento. Ansiosamente, tiró de su camisa, rasgando la tela cuando unos cuantos botones no cedieron. Golpearon los azulejos, el sonido aumentando su excitación. Ella se arrancó la prenda. Las manos de Zayn inmediatamente se deslizaron bajo su sujetador. Deleitada por sus manipulaciones, y gimiendo en la boca de Liam, abrió sus pantalones y se los sacó retorciéndose. Sus bragas siguieron a continuación.
— El sofá — jadeó ella contra la boca de Liam. Él la levantó en brazos y la llevo hasta la salita. Zayn iba delante de ellos. Él se arrancó la ropa y se estiró en el sofá. Liam la colocó a horcajadas sobre él. Cerniéndose sobre la polla de Zayn, ella se desabrochó el sujetador y lo tiró a un lado. Movió sus caderas adelante y atrás, provocando la punta de él con
su mojado coño. No le importaba en absoluto la gran ventana panorámica que tenían delante. Que la gente viera lo mucho que quería a sus hombres. No le importaba nada en ese momento.
— Zorra — gruñó él.
— ¿Yo? Seguro que no.
Frunciendo el cejo, él la agarró por las caderas y la bajó por su rígido pene. Ambos gruñeron por la brusca fricción. Ella podría estar siempre follándoselo.
Mientras se movían, piel con piel, ella lo miró con los ojos agrandados
— ¿Condón?
El sonrió.
— ¿Vas a cabrearte si no paro y me pongo uno?
— Ni hablar — Ella era de ellos, ocurriera lo que ocurriera. Era bastante improbable que justamente se quedara preñada en ese momento, y además podía ponerse a tomar la
píldora urgentemente. Si decidían ir por ese camino. Tal vez no fueran por ahí. El pensar en un bebé de cabello oscuro y ojos marrones no la aterrorizaba tanto como antes lo habría
hecho.
Y en ese momento, también ella necesitaba sentir a Zayn de esa manera.
Por el rabillo del ojo, vio la ropa de Liam caer al suelo. Un ruido de cremallera se oyó, y luego el sonido del aluminio romperse. Sus piernas aparecieron a cada lado de ella en el
amplio sofá. Se tensó momentáneamente con sus manos en su trasero. Mientras cabalgaba en la verga de Zayn, Liam la abrió.
Sus dedos fríos de deslizaron por su ano. Ella se dio cuenta inmediatamente de que la estaba lubricando. Ahí. Para eso. Ella sabía que el sexo anal era una posibilidad siendo tres, pero el pensamiento la asustaba un poco. Nunca lo había hecho. Aún así, sensaciones decadentes atravesaron su pelvis mientras él trabajaba con un dedo dentro de ella. Los dedos de Liam continuaron por un sitio, mientras Zayn la follaba por otro... ella cerró los ojos y se sumergió en la maravilla de todo eso.
— Nena, estás tan cachonda — dijo Liam rasposamente. — ¿Estás lista? Por Dios, estate preparada.
Abrumada, ella asintió.
— Zayn, sal de ahí — le dijo a su amigo.
Inmediatamente, Zayn sacó su pene del estrecho agarre de sus pliegues. Ella gimió al notarse vacía. Necesitaba que la llenaran. Necesitaba saber que no estaba sola y que esos
hombres la amaban y estaban realmente con ella. Comprometidos. Amándola tanto como ella los amaba a ellos. Su pene pegajoso golpeó el estómago de ellos mientras Liam se colocaba bien. Ella deseó no estar tan tensa cuando su punta empezó a presionar su abertura.
— Relájate, nena — la urgió.
Zayn arrastró la boca de ella a un beso tórrido. Por algunos instantes, sus labios y lengua reclamaron su boca, pero Liam no se movió. Ella estaba completamente perdida en
Zayn cuando finalmente Liam empezó a avanzar. El capullo de su polla estaba dentro de ella antes de que pudiera pensar en cerrarse. Ella gimió por la impresión ilícita de tenerlo dentro.
Su cuerpo tembló mientras luchaba por respirar.
— Más — rogó.
Lentamente, siempre muy lentamente, Liam fue avanzando lentamente, moviéndose y haciendo pausas hasta que ella lo aceptó completamente. Cuando él la lleno por completo... oh, el placer que sentía la asaltó. Y su necesidad. Necesitaba que él se moviera. Ella meneó el culo para que se afanara a bombear dentro y fuera de ella, pero él no se movió.
Al menos, no sus caderas.
Inclinándose hacia delante, él presionó sus labios entre sus omoplatos.
— Zayn, ahora — dijo. Zayn se movió debajo de ella, y ella exclamó cuando su punta golpeó la abertura de su coño. Los dos dentro de ella a la vez.
Oh, sí.
Tan lentamente como Liam había entrado en ella, Zayn hizo su recorrido en su doblemente ceñida hendidura, estirando su sensible carne. Pronto ambos hombres estaban hundidos hasta el fondo en ella. Sentirse tan llena casi pudo con ella, y se preguntó cómo iba a manejar su orgasmo cuando todo su cuerpo se constriñera. Ya se sentía tan malditamente tensa. Podía desmayarse en ese momento. No importaba. Sabía que ellos la cuidarían.
— Os amo — dijo ella mientras empezaron a moverse
como una unidad en un ritmo alterno perfecto. — Gracias por
no rendiros conmigo.
Zayn la miró, su mirada clara a pesar de la pasión de su rostro.
— También te quiero, _____
— Tanto — exclamó Liam — Te quiero tanto, tantísimo.
Él se puso rígido y golpeó hacia adelante, mandándola a ella a volar entre las estrellas. El éxtasis la llenó, y ella sospechó que sería muy feliz por mucho tiempo, por muchos
años venideros. Con sus dos hombres amándola, ¿Cómo podía ser de otro modo?
Zayn le cogió el rostro con ambas manos mientras ella bajaba del cielo y Liam se salía de ella.
— Pase lo que pase, esto es felicidad para siembre, _____. Haremos frente a cualquier cosa juntos. No importa lo que venga.
Liam se arrodilló al lado del sofá. Ella lo besó, luego besó
a Zayn.

- Esto está hecho. Vosotros sois mi mundo.

por Invitado Sáb 31 Ago 2013, 6:40 am

Bueno esta novela esta por terminar ya sol falta el epilogo, espero que les haya gustado y espero verlas en mi siguiente novela, aqui pondre el link cuando la empiece, pronto os subire el epilogo.

por **Edibeth** Sáb 31 Ago 2013, 2:35 pm

Ahhhhh q emocion de verdad que lindo y triste q ya se acabe espero cn ansias el epilogo

por **tortugitastyles** Sáb 31 Ago 2013, 7:16 pm

aaaaaaaaaaaaww que tiernos:emocion: Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu | - Página 8 3275125450

pero perves tambien Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu | - Página 8 4222964207

siguela

por **tortugitastyles** Lun 02 Sep 2013, 1:38 pm

siguela

por **check my flow** Vie 06 Sep 2013, 8:38 pm

SOOOORRRY POR NO COMENTAR ANTES!!
habia perdido el link i'm sorry
como me gusta la nove!!!!!! haaaaaaaa es lo mas!!!
seguilaa!!
pone el epilogo ya poooooooooorrfas!!!!

por **cristicatajesi** Dom 08 Sep 2013, 12:19 pm

Sigue con el epilogo pliss estuvo increible la nove pon un link si la continuaras o haras otra parecida que yo encantada la leo

por **Aguuz.** Lun 16 Sep 2013, 12:39 pm

volviiiii!!!!! en serio lamento cada dia que no comente!!!! hace años que no entro y me disculpo con toooooooodas las chicas!!! perdoooooooooooooooooooooooooooooooooooon!!!! tu nove esta genial y eres una de las mejores escritoras que e visto =D Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu | - Página 8 1187795894

Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu | - Página 8 1187795894

por **kate medina** Mar 17 Sep 2013, 6:06 pm

por **Harriet** Sáb 28 Sep 2013, 1:27 am

perdon por no haberme pasado antes, sjdksjdks es tan genial, ame las partes de los capítulos y los capítulos enteros claro XD jaja no puedo creer que apenas es el cap 4 :o omg sjdks

por **cristicatajesi** Miér 02 Oct 2013, 3:51 pm

Plissss siguela enserio porfis sigue con el epilogo

por Invitado Sáb 18 Ene 2014, 9:34 am

Hola
Se que me desapareci por muuuuucho tiempo
Y la verdad no tengo escusa y lo siento mucho pero vengo para dejarles el final y subir un libro muy parecido a este
Sin mas demora os subo el Epilogo

por Invitado Sáb 18 Ene 2014, 9:43 am

Dos Más Uno | Liam, Zayn y Tu | - Página 8 Xptg

~Epilogo...~

Dos años más tarde

— _____, ¿estás bien?

Ella miró hacia arriba de las hojas que estaba estudiando, y sonrió a su marido. Liam comprobaba constantemente como estaba, necesitando asegurarse que estaba segura durante todos los pasos del camino. Ella dejó caer las hojas y se apoyó en él. Ella nunca hubiera imaginado, dos años antes, que estaría haciendo la ruta de los Apalaches

sin bastón para uno de los libros de los muchachos. Cuando el padre de Liam, un médico que resultaba que adoraba a su hijo más de lo que Liam era consciente, la había conocido, había insistido en que había tratamientos para la pierna de _____.

Finalmente, unos simples hierros eliminaron su bastón y ahora, ella caminaba casi con normalidad. Era una solución que no habría funcionado para todo el mundo, pero ella había sido afortunada.

— Estoy bien, cariño — le dijo a él. — Feliz como una perdiz. No estoy cansada. Estoy bien. — Ella se dio unos golpecitos en el vientre. — También lo está el pequeño. Deja de preocuparte.

Ella soltó un grito alegre cuando fue levantada súbitamente desde atrás.

— Nos gusta preocuparnos. Nos hace felices.

Rodando los ojos, rió a su otro esposo mientras él le besaba la barriga. No tenían ni idea de quién era el niño que esperaba. No importaba. Ambos hombres tenían el mismo tipo de sangre, parecían casi gemelos y amarían al niño como propio. El bebé sería de todos ellos.

— ¿Sabes que me haría feliz? — rió ella.

— No voy a ir andando ahora al Starbucks — replicó Zayn —Olvídate. No puedes tomar cafeína.

— Estaba pensando en helado, pero me conformaría con sexo.

Habían estado haciendo ruta durante varios días y virtualmente no habían disfrutado de privacidad alguna, por eso ella echaba de menos a sus hombres. No era que no se hubieran besado y tocado, habían recibido su ración de miradas también. Era algo que la gente en su situación tenía que estar acostumbrada a recibir. La gente simplemente no entendía cuan afortunados y cuán felices ellos tres eran.

Los brazos de Liam le llegaron por el otro lado.

— Eso puede ser difícil.

Ella sonrió.

— Ambos sois ingeniosos. Confío en que trabajéis en ello. He oído que hay un sitio abajo en el pueblo. Un hostal delicioso. Incluso podría ser que tuvieran helado y estéis fuera de riesgo respecto a mis deseos sexuales. — Ella parpadeó seductoramente, disfrutando al sentirse tan amada y feliz.

Sus vidas eran casi tan perfectas como se podía pedir. Seguro, tenían problemas, pero como se habían prometido los unos a los otros, trabajaban en ellos conjuntamente.

— No quiero estar nunca fuera de riesgo — gruño Liam.

Zayn le dio un apretón.

— Prepárate, mujer. Va a ser una larga noche.

— ¡Yuhuu, Venga, vaqueros al galope! — rió ella.

No hacía falta ser matemático para descifrar el significado de eso. ¡Gracias a Dios! Todo lo que necesitaban saber era que dos más uno era igual a perfección. Y tres de ellos lo tenían hasta el infinito.

Repitiéndose.

Fin

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Espero les haya gustado mucho la novela.

Pronto estare por aqui con otra novela que se llama Tentando

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