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Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
Destiny Oliver
I will show you how to party.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
❛❛ Nombre completo: Destiny Oliver.
❛❛ Edad: 21 años.
❛❛ Apodos: Des, aunque muchos la llaman Tin o Tinny.
❛❛ Chico y rol: Zayn Malik {la graciosa.
❛❛ Capítulo de tu autoría:
- the roadtrip capítulo idk:
- La rubia despertó de su sueño algo confundida. Miró hacia todos lados buscando respuestas de donde estaba y, cuando las encontró, se tiró contra el suelo de nuevo, suspirando cansada. No era la primera vez que la idea de irse de allí se le cruzaba por la cabeza. Se estaba cansando de todo; la única amiga que tenía allí era Fauna, un pan de dios, pero esta tenía su grupo y no vivía pendiente de ella, por lo que cuando la otra rubia estaba con sus amigas, se quedaba completamente sola. Sin olvidar los malos tratos que recibe cada día por parte de Beau, y claro, que Zuzu y Sarah le hablaban cuando les convenía, a pesar de que había buena vibra con aquellas dos chicas, ya que sus personalidades encajaban perfectamente.
Volvió a suspirar, preguntándose qué hacer. Cambiar no entraba en sus expectativas, sabia perfectamente quién era y que jamás sería de otra forma, pero también la atormentaba el hecho de tener una sola amiga de todos los que eran, y que a esta jamás le desagradara nadie. Ya se había hecho una mala reputación en el comienzo del viaje, más aún cuando hablaba con asco de todo su alrededor y despreciaba lo que podían hacer. Si bien, había unos cuantos con su misma personalidad, Tiffany jamás encajó de todo en su grupo, porque a pesar de ser tan fría y egoísta, había algo que la carcomía por dentro, y era la conciencia, la de la Clairton que solía ser, quien le recordaba que había pasado por todo eso y no tenía necesidad de que los demás lo hagan, sabiendo ya lo que se sentía.
— ¿Estás bien? —Se dio vuelta asustada, hace unos segundos todo era silencio y juraba que estaba sola.
— Sí lo estoy, Fauna —Mintió, para no preocupar a la chica—Gracias por preguntar.
— Se que no lo estás —Comentó la rubia sentándose como indo a su lado— Todos me toman por tonta, pero no lo soy, y se que estás mal.
— Perdón, sabes que odio mentirte, pero la verdad no se qué es lo que me tiene así —Bufó, sin encontrar respuesta, como siempre —Siento que estoy siendo la clase de persona que yo odiaba hace unos años, que hago todo mal de nuevo, ¿Sabes? La única persona con la que he hablado todo este tiempo eres tú.
— ¿Qué hay de Zuzu y Sarah?
— No lo sé, odio ver que te traten mal a veces, aunque nos llevemos bien, pero es de nuevo lo mismo —Se encogió de hombros—, perseguir todo de lo que intento escapar.
— ¿Y por qué no intentas comenzar todo de nuevo?
— ¿Te refieres a que pida disculpas e intente hacerme amiga de todos? —Fauna asintió. Tiffany consideró la idea, tratando de dejar de lado su gran orgullo por un momento, con este presente, no podría hacer nada bien—Puede que lo haga—Sonrió. Se acercó para abrazar a su amiga —No entiendo como todos te subestiman así. Eres una de las mejores personas que he conocido —Fauna sonrió—. Nunca creas nada de lo que te dicen, ¿está bien? —Asintió con su cabeza— Y si te hacen algo, vienes, me dices a mi y le damos una paliza entre las dos.
Su amiga rió y se fue alejando lentamente. Tiffany suspiró por milésima vez, sonriendo, esta vez, realmente feliz. Esa charla le había servido demasiado; iba a hacer borrón y cuenta nueva, como si fuese el primer día del viaje.
Volvió tranquilamente a donde todos se encontraban, milagrosamente tranquilos; cada uno con su grupo de amigos, nada anormal pasaba, y se cuestionó si era por la ausencia de sus caprichos. Jackie le dio una venenosa mirada en cuando las juntaron; ella sería con quien primero hablaría. Se acercó a ella, con miedo de que se le tirara encima.
— ¿Vienes conmigo un segundo? —Preguntó tímidamente.
— ¿Quieres envenenarme?
— Claro que no —Frunció su ceño, ¿Para tanto era?
Se alejaron un poco de los demás, la castaña desconfiando de la rubia. Ninguna sabía que decir, Tiffany pensaba que lo tomaría como un truco o una mentira, mientras que Jackie no tenía ni idea de lo que diría.
Clairton suspiró nerviosa y soltó; —Quiero que seamos amigas. Intentaré estar de buenas con todos en el viaje, y tu pareces odiarme más que nadie.
— No eres el tipo de persona que suele agradarme a mí, y créeme, que yo nunca discrimino a nadie.
— Lo se, y es por eso que quiero empezar todo de nuevo, que podamos llevarnos bien, ¿Y quién sabe? Podríamos llegar a ser amigas —La chica se quedó en silencio por un segundo, analizándola, a ella y la situación en general.
— ¡Claro que sí! —Chilló—Estaba esperando que me lo dijeras, odio llevarme mal con la gente y tú no eres la excepción, pero creí que eras de las típicas plásticas y preferí alejarme de tí.
— Genial —Sonrió emocionada.
— Creo que deberías seguir con ese chico, Beau —Comentó—; a el si pareces no gustarle.
— Sí, eso haré —Jackie comenzó a alejarse—. ¡Ledger! —La llamó de nuevo, ella se dio la vuelta —Gracias y perdón, ya sabes, por todo.
****
Esta sería la parte más difícil de todas. El intentar entablar una conversación con alguien que ha estado ignorándote todo el tiempo y te ha respondido mal cada vez que le hablabas, no era nada fácil. A pesar de eso, las cosas habían mejorado con casi todos los de allí, salvo claro con Jeremy, no había nadie a quien odiara más que a ese rubio mal teñido.
Divisó al oji-verde recostado en la parte de atrás de la camioneta, tomó una respiración fuerte y caminó hacia él.
Sin abrir los ojos, se quejó; — ¿Qué quieres?
— Hablar —Beau abrió los ojos de repente al escuchar su voz, erala última persona que esperaba.
— ¿No estabas quejándote por no tener un baño junto a Sebastien? —Preguntó sarcásticamente. Tiffany rodó los ojos, sería aún más difícil de lo que creía.
— ¿Qué problema tienes conmigo? Desde que nos conocimos lo único que has hecho fue darme respuestas negativas y miradas frías, ¿Qué he hecho? Eres la persona con la que menos he hablado y me tratas como si fuera la asesina de tu madre, Beau. Las personas tienen sentimientos y, a pesar de que yo no sea la mejor de ellas también los tengo, aunque tú no lo parezcas.
— ¡¿Puedes parar?! —Explotó él—Hablas de mí como si yo tuviera la culpa de todo, como si yo fuese la mala persona aquí. Pero déjame decirte algo —Retó—, yo no lo soy; yo no soy el estúpido que solo piensa en que su cabello este bien peinado y mis uñas no se rompan, el que desprecia el esfuerzo de los demás siendo que soy un inútil, yo no soy ese, ¿Lo sabes? Tú eres la que sobra aquí, Tiffany, tú eres la inútil, tú eres la que trata mal a todos y luego se arrepiente y juega a la víctima, ¿Y sabes otra cosa? Eres patética, y has perdido el poco respeto que me quedaba hacia ti —Para ese instante, Tiffany se ahogaba en sus lágrimas; todo volvía a ser como antes, sus compañeros sacando cada lado malo de ella, su madre juzgándola e insultándola solo por su sexualidad. Al fin y al cabo, Beau tenía razón, era una molesta inservible, y no importaba si mejoraba las cosas con todos los demás, de todas formas la odiarían e insultarían a sus espaldas, le harían creer que eran sus amigos solo por lástima, y en cualquier momento, Fauna también se alejaría de ella. Por esas y mil y un razones más, a la mañana siguiente, volvería a su casa con su miserable familia y vida.
****
Ya era la hora. Lo último que haría sería decir adiós, por lo que se fijó que todos estuvieran dormidos. Caminó sigilosamente intentando no despertar a nadie, y se largó a caminar. No conocía su rumbo, no tenía dinero, ni tampoco le sacaría a ellos, se lo habían ganado, pues ella no había hecho nada, y no se merecían perder todo lo que habían logrado por su culpa. Sintió un nudo en su garganta, los extrañaría a pesar de todo, pero no podía seguir así. Probablemente iría a la casa de tus tíos o primos, dudaba que sus padres la dejaran volver. Sintió pasos detrás de ella y se largó a correr. Era muy temprano, a penas amanecía y no era de lo más normal ver a una chica de 17 años caminando sola por esas calles. Aceleró sus piernas lo más que pudo, el miedo la carcomía en ese momento, no sabía qué hacer, ¿Qué querría de ella? ¿Dinero? Estaba más pobre que él. ¿Acaso la violaría? Tragó saliva nerviosa y trató de no pensar en lo peor.
El semáforo cambió a rojo, Tiffany no paró su trote, sintió a esa persona aún más cerca, la bocina de un coche se escuchó a lo lejos, más ella la ignoró, de las dos formas arriesgaría su vida. El auto la rozó por atrás, tirándola en la esquina, unos cuantos insultos por partes del conductor se escucharon, mas este no paró a ayudarla. Ya era tarde, sus ojos estaban cerrados, pero sentía su presencia allí. Su respiración estaba agitada por tanto correr, al igual que las suyas. Sí, eran dos.
— ¿Estás bien? ¿Te hizo algo? —El alma le volvió al cuerpo, en cuanto abrió sus ojos, se encontró con Fauna y Daniel y sus preocupadas expresiones. Detrás de ellos, un tanto más lejos, se encontraban todos los demás, repartidos en las dos camionetas. La mirada cortante y decepcionada de Beau se sentía sin siquiera mirarlo, la rubia sintió un dolor en el pecho, sus lágrimas no dejaban de caer, pero en ese momento se sentía un tanto querida, todos se habían tomado la molestia de salir a buscarla, aún así cuando podría estar durmiendo o haciendo cualquier otra cosa, por primera vez en su vida, alguien se había preocupado por ella. Minutos después asintió, respondiéndole.
No pudo pronunciar una palabra en todo el camino de vuelta, estaba avergonzada, ni siquiera tenía el coraje de verlos a la cara y aún seguía algo shockeada por la "persecución".
A la noche, por decisión general, decidieron hacer una fogata, un tanto alejados de donde estaban, así no causaban problemas. Todos estaban muy unidos en ese momento, a pesar de las enemistadas que habían y una que otra decepción amorosa, perecían muy felices de estar así y Tiffany no puedo sentirse más contenta. Algunos tarareaban canciones y otros simplemente hablaban, se contaban anécdotas de su vida y reían ante algún que otro chiste que lanzaban. Todo era muy improvisado y eso era lo que más les agradaba a todos, y a pesar de no llevarse con la mayoría entre ellos, se sentían bastante cómodos en ese momento. La rubia se encontraba al lado de Fauna, su más amiga, y a su lado estaba Violet, quien en cuanto la miró, le dio una dulce sonrisa. Analizó a uno por uno; Zuzu, quien le guiñó un ojo en cuanto cruzaron miradas; Tylerle dio una sonrisa al instante y Beau, esta vez, la vio como si nada; ninguna mirada de reproche ni odio, quizás alguien estaba a punto de cambiar de opinión.
bueno mi tumblr está muerto en este momento así que tuve que poner icons de mis galerías y no puedo poner el gif de zayn :juay:pero cuando reviva(?) edito askdgas
esop, hace mucho no tengo un capítulo para escribir bc me ausenté un mes y solo hice diálogos en este momento porque no tengo ningún turno, así que si el cap está feo ya sabes por qué es(¿ kjasdgas y la frase salió de una canción pero bueno, pensé que quedaría bien con su personalidad de todas formas, además de que no soy buena inventándola por mi misma lol):
besos<3
hood.
Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
truelove. escribió:Cami escribió:.Alice Roden.
Frase que la identifique.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
❛❛ Nombre completo: Alice Roden.
❛❛ Edad: veintidós.
❛❛ Apodos: Aly, Al.
❛❛ Chico y rol: Daniel Sharmand | Problemática.
❛❛ Capítulo de tu autoría:
- cap:
La oscuridad se cernía sobre las solitarias cuadras de Londres. Ni siquiera los autos que con frecuencia inundaban la ciudad de gritos y persecuciones habían salido a jugar esa noche. Sus pasos y respiraciones eran la única prueba de que el tiempo no se había detenido.
Zayn había propuesto que tomaran un paseo para poder hablar mejor las cosas y tener un corto descanso del drama que abrumaba el apartamento. Si bien era bastante tarde y poco recomendable salir a esas horas, Coraline sabía que era mejor que arriesgarse a que su primo escuchara toda la conversación y comenzara a sacar conclusiones al respecto.
Así que por eso estaban allí, vagando por las calles frías de la gran ciudad y manteniendo un incómodo silencio que debía ser interrumpido pronto. Alguno de los dos debía hablar o la caminata habría de ser completamente inútil, puesto que esa había sido la principal razón por la cual habían salido.
Sin embargo, ella no se sentía con ánimos de comenzar algo que no podría controlar. Estaba segura de que una charla con el moreno no solo no arreglaría la situación, sino que también desenterraría varios cadáveres que se había ocupado de enterrar hacía tiempo. Además, todavía no tenía muy en claro si era odio o lástima lo que sentía por su acompañante nocturno.
– Lo siento.
Incorporó su cabeza, quitando la mirada de sus pies y posicionándola en el ojimiel. Se preguntaba si realmente había escuchado esas palabras, y que significado – profundo o más vago – tenían. ¿De qué, de todo lo que había pasado, se estaba disculpando?
Se quedó callada, sin saber muy bien que responder. Era tan fácil perdonarlo por algunas cosas y tan difícil por otras, que incluso llegaba a mezclarse a ella misma en ese enredo de problemas y perdones.
– ¿Te quedarás callada?
Sin quererlo siquiera, bajó la vista nuevamente hacia sus zapatos, concentrándose en el patrón de estos. Luego dio una corta respiración y se preparó para el combate:
– ¿Por qué te disculpas?
{…}
Zayn no sabía con precisión como responder a esa pregunta, ni que tanto abarcaba su disculpa. Comprendía que eran palabras vacías, que aún le faltaba aceptar muchos sucesos que había transitado en su infancia de los cuales Coraline había sido, trágicamente, la protagonista. Solo podía pedirle perdón por el daño recientemente hecho, por más que quisiera darle mucho más que eso. Ella no se merecía toda la mierda por la que había pasado gracias a él y su silencio.
Ya no podía pretender ocultarse tras el resguardo de patéticas excusas que solo llevaban a enterrarlo más y más, formando un oscuro agujero en su roto corazón. No, era tiempo de asumir lo que hacía mucho tiempo se estaba planteando: él era culpable de todas y cada una de sus miserias. Una vez que lo terminara de digerir por completo, ahí sí le pediría disculpas por todo lo que había hecho. En aquel momento no estaba preparado, no en su totalidad.
– Siento haber sido el causante de tus malos ratos en los últimos días – admitió –, no te mereces toda la mierda que te tiré. Siempre me he llevado mal con Styles, y en el intento de hacerle daño a él te lo hice a ti.
La miró a los ojos, pero la vista gacha de la muchacha le impidió el acceso a sus emociones. Quería saber, desde lo más profundo de su ser, si ella sería capaz de perdonarlo luego de lo mucho que lo había jodido todo. Necesitaba ver a la antigua Coraline, la pequeña que perdonaba hasta el más grande pecado y siempre llevaba una sonrisa en su rostro; aquella que le había enamorado desde el primer minuto en la casa de los Horan. ¿Por qué era tan difícil recordar momentos felices sin llevarse el sabor amargo de lo que nunca volvería a ser?
– No me gustó que me llamaras zorra.
Tragó saliva, intentando que las imágenes se fueran de su mente. Recordó por qué a ella le disgustaba tanto esa palabra. ¿Cómo había podido llamarla así? ¿Cómo no se había dado cuenta antes de lo mucho que le había herido? Había sido un idiota total al no haber razonado su extraño comportamiento; la cachetada no había sido producto de una blasfemia, sino de un recuerdo turbio y oscuro que permanecía marcado como una cicatriz en su piel y consciencia.
Con un movimiento ágil, tomó el brazo izquierdo de su acompañante y le dio media vuelta a su cuerpo, provocando un tiempo muerto en la caminata. Ella la miró con los ojos llenos de miedo y curiosidad, como si él fuera la bestia más temida de sus peores pesadillas. Y eso lo asustó, puesto que nunca había podido imaginar que alguien pudiese verlo de ese modo tan escalofriante.
– Nunca te haría daño, Coraline – ya lo has hecho, le susurró una voz en dentro de su cabeza –, no intencionalmente. No estaba en mis planes decirte eso, y no recordé hasta ahora cuanto significado tenía. Realmente te pido disculpas.
Le estaba dando un paso libre para hablar de eso que tanto le costaba recordar. Se preguntaba si ella tomaría invitación, o si tenía tanto miedo y cobardía como él en aquellos momentos. Había ciertos temas que era mejor que no tocaran jamás.
– Está bien – le escuchó decir –, disculpas aceptadas.
Sin embargo, su rostro no decía lo mismo. La falsa sonrisa no podía ocultar los cristales aguados de sus castaños ojos ni la amargura que se veía en estos. Él sabía que tan solo había aceptado para no tener que escarbar en algo que los hundiría a los dos. Y, egoísta o no, a pesar de que Coraline se había vuelto una evasiva y retraída muchacha, aquel comportamiento le estaba salvando de una gran catástrofe que podía desarmarse y no podía sentirse más que alegre por ello.
Aunque su felicidad solo duró por unos cuantos segundos, puesto que una nueva y amarga sensación se extendió por su cuerpo. ¿Realmente podía alegrarse por algo así, luego de todo lo que había pasado? ¿Tan quemada tenía su mente como para que ese tipo de pensamientos cruzaran por esta?
Odiaba ser así. Poner sus miedos por sobre los sentimientos de los demás solo le recordaba lo dañado que estaba y lo que nunca llegaría a ser. Había nacido maldito y nunca había gozado de la inocencia que perduraba durante la infancia; su máxima prioridad siempre había sido la subsistencia. Era un hombre independiente a quien le habían enseñado desde pequeño que nunca se podía confiar en nada ni en nadie.
Salió de sus pensamientos para darse cuenta de que habían retomado la caminata, solo que para el sentido contrario. Faltaban unas pocas cuadras para volver a la prisión del drama, aquel lugar donde se alojaba junto con sus compañeros de habitación.
Solo había una pregunta más que debía hacer antes de que el trayecto acabara y volvieran ignorarse el uno al otro. No podía perder la oportunidad de sacarse la gran duda que socavaba su cabeza día y noche.
– ¿Puedo preguntarte algo?
Tomó su silencio como un sí, animándose a continuar:
– ¿Tú y Styles…?
– No.
Vio como el rostro de Coraline se llenaba de furia y su cuerpo comenzaba a zarandearse de un lado para el otro. Antes de poder analizar sus palabras y ver que había dicho para ponerla de tal modo, la muchacha volvió a su aspecto neutral y todo pareció callarse nuevamente.
Quería preguntarle que le había puesto así y cómo había hecho para recuperarse tan pronto, pero el miedo a saberlo era mayor a la duda que le carcomía por dentro.
Sus pensamientos se arremolinaban en una nube de confusión y dolor, pero había una cosa que tenía muy en claro: nada volvería a ser lo mismo luego de esa noche.
- mi nene(?):
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]¡Ficha aceptada!¡Cami! :A:primero que nada, me alegra mucho que estés por aquí bc te extraño:'c, segundo, amé el pj que elegiste, me gusta como queda con Daniel c: y tercero, ¡Mi Dios! Hace tanto que no me paso por tu fic que ya he olvidado todo, pero jamás olvide que escribías tan bello<3 amé tu escrito, me gustaba la historia desde antes y ahora debo retomarla, pero me molesto mucho que Zayn tratará mal a Coraline bc ella es buena, o al menos lo que recuerdo, en fin, estás aceptada y quedará esperar ahora c: besos Cami<3 ily<33
Yo también te extraño, Vic c: Sé que últimamente he estado un poco distanciada de ti, pero no es por nada en específico; simplemente que estoy muy colgada viste. Además, tú me has cambiado :ay:ahque.
Me alegro de que te haya gustado el escrito, querida <3 Y bueno, nada, estoy muy emocionada por esta nc
Cami loves u more <3
Me alegro de que te haya gustado el escrito, querida <3 Y bueno, nada, estoy muy emocionada por esta nc
Cami loves u more <3
Cami
Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
Naatiu escribió:Zarah Di Salvo
El amor te puede cambiar, todos lo saben.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
❛❛ Nombre completo: Zarah Elizabeth Di Salvo.
❛❛ Edad: veinte años.
❛❛ Apodos: Zar.
❛❛ Chico y rol: Liam Payne | La tímida.❛❛ Capítulo de tu autoría :
- Escrito :
Ocho meses atrás…
Mi teléfono sonaba por enésima vez y yo seguía ignorándolo. No valía la pena contestar porque sabía lo que iba a escuchar; unas hipócritas palabras provenientes de una persona hipócrita.
Unos fuertes y repetitivos golpes provenientes de la puerta de mi departamento, hizo que dejara de ver por la ventana. Fruncí mi ceño y caminé hacia ésta.
― ¿Por qué no contestas mis llamadas? ―Fue lo primero que escuché al abrirla. Levante mi mirada para ver como lucia. Seguía siendo atractivo, pero su mirada ya no era la misma. Sus ojos habían perdido el brillo; no eran aquellos ojos de los cuales me enamoré.
― ¿Qué haces aquí? ―le pregunte volviendo a bajar mi mirada para que no viera mis ojos cristalizados―. Te dejé en claro que ya no quería nada de ti.
― ¿Ignorándome? ―preguntó con un tono sarcástico.
―Dime que no pensabas que te iba a llamar, porque sabes que no soy así ―le respondí volviendo a levantar mi mirada.
―Solo quiero que me dejes explicarte lo que sucedió esa noche, permíteme hacerlo. ―Lo miré a los ojos y deje que saliera algo parecido a una risa.
―Vete. ―le ordené cerrándole la puerta en las narices.
― ¡Quiero explicarte! ―gritó desde el otro lado.
― ¿Explicarme como te devorabas a aquella chica? Creo que con lo que vi lo tengo todo claro. ¡Ahora vete! ―Le grité de vuelta.
Estuve allí por tres minutos, esperando a que él me dijera que todo había sido un error y que aquella chica era la que había saltado hacia él y le había robado aquel maldito beso. Pero solo escuché sus pasos a través del pasillo.
Presente...
―Oh vamos Andrea ―me dice Jess golpeando mi brazo―. Tienes que salir con algún chico…no, en verdad DEBES salir con algún chico.
―Eso ya no es para mí ―le respondo tomando mi taza de café.
― ¡Por Dios! ―habla Abby con exageración―. Llevas ocho meses sola, ¡Ocho!
― ¿Y qué? Me siento bien estando sola. Ustedes bien saben que no quiero volver a estar dentro de mi habitación y comiendo helado por unas semanas, como ya ocurrió.
―Pero Andy, eso sucedió hace ocho meses y ya lo has superado. Ese tipo era un verdadero dolor de trasero y nosotras muchas veces te lo dijimos ―declara Jess.
―Eso es verdad, tú no nos escuchaste porque estabas loca por aquellos dos metros de sensualidad.
― ¡Abby! ―regaña Jessica―. No ayudas.
―En verdad, ninguna ayuda. Quiero estar sola y así lo haré nada de citas o salidas a clubes…Sola.
Al momento de terminar mi maravillosa frase, ambas se echan a reír de forma cómplice. Rápidamente deje mi taza a un lado y me puse de pie.
― ¡¿Qué rayos han hecho?! ―exclamo captando la atención de todos en el lugar.
―Baja la voz pequeña Andy ―dice Abby mientras toma de mi brazo para sentarme.
―Ahora son ustedes el dolor de trasero ―comento―, díganme inmediatamente que es lo que han hecho.
―Bueno… ―comienza Jess―. Tyler tiene un amigo el cual está de paso por la ciudad y bueno, hicimos que guardara un día para ti; así le puedes enseñar lo bonito del lugar.
Fulmino a ambas con mi mirada y les digo: ―Merecen la muerte, pequeños pedazos de mi…
―Alto ahí ―dice Abby―. Recuerda el frasco de groserías.
― ¿Se puede saber cuándo tengo esta cita con ese chico?
―Mañana ―responde Jess.
―Ustedes me volverán loca ―les digo dramáticamente―. Pero iré a esa estúpida cita. Y no quiero que ustedes caigan en mi departamento para ayudarme con mi ropa o el maquillaje iré como yo quiera.
―Oh bueno sí es así esperamos a que dejes el pijama atrás, pequeña ―comenta Jess.
―Acabas de arruinar mi plan. ―Nos quedamos en silencio, para luego explotar en risas.
***
Según mis lindas amigas, debía estar en un café hoy a las tres en punto y el reloj marcaba las dos. Suelto un bufido y levanto las mantas hasta mi cabeza para ahogar el ruido del grito de frustración que sale. Cuando todo desaparece, me levanto con un paso perezoso para llegar hasta el baño y darme la ducha más rápida del mundo.
Mis amigas en verdad me conocían cuando me decían que dejara el pijama atrás, porque ese era mi plan. No quería impresionar al misterioso chico, pero mis planes cambiaron a último minuto. Un lindo y floreado vestido esperaba en mi cama junto a unos tacones. Llevaba un tiempo sin usarlos sólo porque a él no le gustaba como me vía con ellos.
Antes de salir, me detuve frente al espejo. Todo el sufrimiento había quedado atrás y aquí se encontraba mi nueva yo.
***
Mi canción favorita sonaba a todo volumen por los auriculares. Levanto mi mano para detener al taxi más próximo y así emprender camino hasta el café. Le doy la dirección al chófer y me acomodo en el asiento. La profunda letra de la canción hace que la cante en silencio y otra vez él viene a mi mente. Nunca pudo entender aquella bella canción y tampoco hizo el esfuerzo de hacerlo.
― ¿Señorita? ―habla el chófer―. Ya estamos aquí.
Elimino todo pensamiento acerca de él y le doy las gracias al hombre para luego bajarme.
Me quedo de pie en la entrada buscando con la mirada a algún chico estando solo pero no lo encontraba. Un ligero toque hizo que me girara para encontrarme con un apuesto chico.
― ¿Andrea? ―pregunta con una sonrisa cálida.
― ¿Eres el amigo de Tyler? ―le respondo.
―William ―me responde señalándome una mesa vacía. Antes de poder sentarme, él ya se encontraba sacando mi silla para que yo pudiera sentarme.
―Gracias ―le digo―. Y bueno, creo que me debería disculpar por mis amigas, ambas son un tanto imprudentes.
―No te preocupes, tuve el gusto de conocerlas un par de días atrás y son un verdadero
―Dolor de trasero ¬―le interrumpo antes de que pudiera terminar.
―Iba a decir encanto pero sí tú lo dices ―dice riéndose.
― ¿Decir trasero es inapropiado en la primera cita? ―pregunto sin pensar.
―No lo creo, decir trasero es lo más normal del mundo.
―Sí, ya lo creo ―le digo negando con la cabeza mientras él se ríe tirando su cabeza hacia atrás.
Así continuamos el resto de la cita, entre risas y… ¿coqueteos? Tal vez. Ya se había hecho tarde y debía marcharme. Como todo caballero, me acompañó hasta las afueras del café para que pudiera coger un taxi.
―Esto es lo más raro para mí, ¿lo sabes, no? ―le digo deteniéndome.
―Lo es también para mí. ―me dice mientras las comisuras de su boca se elevaban. Sin haberlo invocado, él aparece en mis pensamientos. ¿William debía saber acerca mi terrible ex?
Antes de que pudiera decir alguna palabra él ya estaba hablando: ― ¿Sabes que es más raro que esto? Mi familia y sus películas de Navidad. La vemos todos los años y siempre son las mismas. ¡Me sé los diálogos!
―Sí eso es raro ―le comento mientras me rio―. Ha sido un gusto, William.
―El placer ha sido mío, querida Andy. ―Un taxi había llegado y yo estaba dispuesta a tomarlo pero su mano me detuvo. ― ¿Nos volveremos a ver?
―Sí así lo quieres ―le respondo. Dejó mi camino libre y me subí al taxi. Miré por la ventana para ver su cautivadora sonrisa y luego volví mi mirada hacia el camino.
Estos ocho meses había gastado mi mente en pensar que todo lo que el amor hacia era romperse, quemarse y terminar. Pero todo eso había cambiado el día de hoy, todo estaba comenzando de nuevo.
¡Ficha aceptada!
Pensé que ya había aceptado la ficha ;-; bc ya había leído tu escrito e idk:'c aksjda me gusta mucho como escribes, es decir la forma en la que lo hacías era atrapante y dejaba con ganas de leer más; no puedo decir más que me encanto y que me gusta Liam y Lily xd sjnksdf admito que tenía ganas de saber qué ocurría con el perro del ex novio de Andy, but idk xd aksjdnak aceptada y ahora a esperar resultados<3
disappear.
Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
truelove. escribió:Neverland. escribió:
- He is perfect, beautiful; everything that I want, my meant to be.:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Dallas Lavigne
Cuando tengo que elegir entre dos males, eligo el que todavia no he probado.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
❛❛ Nombre completo: Dallas Galaxy Lavigne
❛❛ Edad: 20
❛❛ Apodos: Dalls, Laxy
❛❛ Chico y rol: Niall Horan {La asuta
❛❛ Capítulo de tu autoría: en spoiler.
- Spoiler:
- The Life {N.C:
Capítulo OO2
— Dallas Galaxy Lavigne
La señora Molinns habla sobre lo importante que era mantener nuestro peso, claro que yo, siempre intentó mantenerlo. Me duelen los pies y la espalda, estos tacones de punta me están amenazan como matarme — y estoy segura de que pronto lo lograrán—, llevo parada con la espaldas recta por más de una hora, y no he podido bajar la cabeza, o de ser así me castigarían. Muevo mi cuello hacia los lados, provocando que este truene.
—Bien, señoritas, es la hora de pesarlas—Dice la señora de cabello blanquecino—. Primero la señorita Lavigne, adelante.
Camino nerviosamente hasta la báscula me quitó los tacones y bata blanca, quedando en ropa interior, no me preocupo, estamos puras mujeres. Me siento incómoda de que vean todos y cada uno de mis movimientos.
«Estoy gorda», pienso.
Me subo a las caja de metal, esta fría, muy fría. No me atrevo a bajar la cabeza para verificar mi peso, hasta que la chica con camiseta negra, pantalones pitillos y cabello pelirrojo dice:
—Cuarenta y tres kilos—¿Qué? ¿Cuarenta y tres? Mi peso ideal debería ser cuarenta, no puedo me puedo permitir pesar esto.
Suben a las demás chicas a la báscula, todas son perfectas y casi ninguna esta arriba de la marca establecida.
Me pongo mi ropa: converse color negro, pants del mismo color y una camiseta roja, añado una chaqueta que combina. Salgo del edificio, pero una voz conocida llama mi nombre y me detiene, me doy cuenta de que es la señora Mulins.
«Estoy en problemas»
—¡Dallas!, que bueno que te alcanzo, niña.
—¿Se le ofrece algo, señorita?—Digo bajando la cabeza.
—Si, mira, Dallas, pasas de la marca de peso establecida, y eso no puedo permitirlo, así que te diré una última advertencia: bajas de peso, o quedas fuera del programa.—Me dice, con mirada severa.
—¡No!—Exclamo, asustada.—, por favor no me saque del programa, le prometo que bajare de peso.
—Más te vale, Dallas, es una última advertencia. Que pases buena tarde.—Me dedica una última mirada y se va.
Ahora tendré que bajar de peso, ya pensaba hacerlo antes, estoy bastante gorda.{...}
Alewndra, mi hermana, me ha obligado a comer, ya que estamos en un restaurante y ahí se encuentran amigas suyas y de su novio, Josh. La comida es italiana, es pesada y engordativa. La miro con asco.
—Tenemos que decirles algo a todos—Dice Alewndra, se para de su silla. Todos los presentes la miramos con atención—. Josh me ha pedido matrimonio y...¡Nos vamos a casar!
¿Se van a casar?, esto no estaba bien. Tengo ganas de escupir el vino que he tragado y echarme a llorar. ¿Qué haría yo sin mi hermana?, la única persona que estoy totalmente segura de querer en verdad. Finjo la mejor sonrisa que puedo, se supone que expresa felicidad.
Sigo comiendo todo lo que puedo, debo contener todo lo que quiero decir, no quiero que Alewndra y Josh se casen, si, yo sé que el es bueno para ella y que están enamorados pero no quiero que ella me deje sola. Tal vez me haga casó los primeros meses, probablemente los primeros años, después tendrán hijos y ¿que será de mi?{...}
Cuando llego a mi casa lo primero que hago es verme en el espejo, ¡soy horrible!
Estoy gorda, tengo ojeras y mi cabello rubio, y mi color de piel desentonan.
Subo las escaleras, hasta llegar a mi cuarto, cierro la puerta con seguro y me meto al baño, lo cierro igual que la puerta, tomó mi cepillo de dientes y pongo el lado del palo en mi boca hasta que toca la campanilla. Siento que el vómito se avecina, sigo intentando, saco el cepillo de mi boca y mi cuerpo expulsa todo lo que acabo de comer, lo hago una vez más, se que esto está mal y se siente horrible, y dolía, claro que dolía, dejo de hacerlo y me enjuago la boca, después cepilló mis diente, me desvisto y me pongo la pijama.
Me meto a la cama, mi expresión es neutra, no muestro ningún sentimiento ahí. Escucho como se cierra la puerta del cuarto de mi hermana.
Me levanto de mi cama sigilosamente, abro la puerta de mi cuarto y salgo de el sin hacer ningún ruido. Llego al jardín trasero, me recuesto en el pasto, mirando al cielo, las lágrimas empiezan a salir. A mi mente llegan recuerdos, que siempre han estado ahí, pero escondidos para mi propio bien. Recuerdo a mis padres, ellos murieron en accidente de avión cuando yo tenía 13 años, aún despierto cada noche con esa pesadilla: yo gritándoles que no subieran al avión y ellos diciendo adiós y cosas como: «Volveremos pronto», «Las amamos», «Estaremos bien», pero esta claro que no volvieron, ni los volvimos a ver. Ellos me hacen mucha falta, lo eran todo para mi.
Siento que veo más allá del cielo, como si estuviera viendo hacia otra galaxia, y a seres de otros planetas. Mi abuela siempre creyó en el más allá, y que no estábamos solos en el universo, por es mi segundo nombre; Galaxy. Ella lo escogió debido a sus creencias. Yo también creo que no estamos solos en el universo, y que hay un más allá. Creo que mis padres están en ese más allá, mirándonos en forma de estrellas, ellos son otra estrella en el cielo, todas las noches, yo creo que son una sola. Específicamente, la más brillante de todas.
Recuerdo que mi padre me dijo —hace varios años— que cuando tuviera problemas, o me sintiera sola mirara esa estrella, el viajaba mucho por su trabajo y también me dijo que cuando lo necesitara mirara a esa estrella y el estaría ahí para mi, ahora se que lo necesito más que nunca, a el y a mi madre.
Se que yo no iré al cielo con ellos, porque no estoy haciendo las cosas bien, me iré al infierno, al séptimo círculo definitivamente.
En la divina comedia, Dante afirmaba que en el infierno habían nueve círculos y el séptimo era el de los violentos, violentos con su cuerpo. Yo encajaba en esa categoría, vomitar no era la mejor opción, pero me ayudaba a no subir de peso por la comida que ingería, pero ¿Que más podía hacer?
Yo estaba completamente gorda y nada, ni nadie puede decir lo contrario.
- Peace, Love & Fuck you:
Capítulo VeintiséisGoodbye
—¡Yo no quería enamorarme!—exclamo
Allison con una sonrisa medio fingida me responde:—Nadie esta libré de caer en esa desgracia, Andromeda—bajo la cabeza
—pero...
—el "pero" es la palabra más puta que conozco—me interrumpe la castaña—"te quiero, pero..."; "podría ser, pero..."; "no es grave, pero...". ¿Te das cuenta? Una palabra de mierda que sirve para dinamitar lo que era, o lo que podría haber sido...— tiene razón, aunque no quiera admitirlo.
Nos quedamos en silencio. Tengo puesta una pijama rosada, estoy despeinada, con el rímel corrido, y abrazo a mi viejo oso de peluche. Definitivamente ya no soy la misma chica que hace unos meses.
Son las tres y media de de la tarde, no he querido salir de mi cama después de lo que ha pasado ayer, se me forma un nudo en la garganta y las lágrimas amenazan con salir al recordar mi miseria. Y he aprendido una lección: la curiosidad a matado más corazones que gatos.
Intento tragarme el nudo que tengo en la garganta, para seguir hablando.
—aún tengo que tomar una decisión, quedarme en Canterbury, y estudiar aquí, o simplemente irme... —digo y mis ojos se cristalizan—aún no se que caminó tomar.
—lanza una moneda al aire, me encantaría que te quedarás aquí, con nosotras—suspira pesadamente—, yo no puedo meterme en tu decisión, recuerda que esta marcará tu felicidad.
Ally sabe exactamente que palabras decir en el momento correcto, es por eso que siempre es mi primera opción, tratándose de apoyo y consuelo.
Recuerdo que una vez, cuando tenía cinco años, antes de que mis padres se separarán, mi madre me decía que la felicidad era la clave de la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron que quería ser yo cuando fuera grande. Yo respondí "Feliz". Me dijeron que yo no entendía la pregunta y yo, les dije: "ustedes no entienden la vida". Claro que después de eso tuve que soportar un buen castigo, pero valió la pena hacérselos saber.
Tengo una idea. Me paro de la cama, saco una moneda fea y opaca de mi cartera y mientras la sostengo entre mis manos le digo a mi amiga:—se que esto es ridículo, pero tengo que intentarlo— ella sonríe débilmente—. Si cae cruz, me quedo. Si cae cara me voy a Nueva York.
Lanzo la moneda al aire. Mientras esta da vueltas, como si estuviera en cámara lenta, repentinamente me encuentro deseando que caiga de cierto lado. Tomo la moneda del suelo, y ni siquiera veo el lado en el que cayo. Solamente la sostengo entre mi puño, con una expresión vacía y me vuelvo a sentar en la cama.
—¿ya tomaste una decisión, cierto?—me pregunta Ally, después de observar mis últimas acciones.
—si, me iré a Nueva York.{...}
Espero con las chicas a que llegue mi vuelo. Ya nos hemos despedido previamente, aunque se que lo volveremos a hacer, una vez que hagan la primera llamada.
Todas hablan entre sí, mientras yo me mantengo callada. Miro hacia la entrada del aeropuerto, y visualizo una inconfundible cabeza llena de rizos.
—Ally, creo que te buscan—ella sale corriendo directo a abrazar a su novio. Sonrió con melancolía. Esa sonrisa se desvanece cuando veo entrar al castaño detrás de el. Finjo demencia y camino lentamente hacia el lado contrario. Se que me esta siguiendo, pero no soy tan valiente como para voltear.
Siento que alguien me toca el hombro con delicadeza.
«¡demonios!», pienso.
Giro sobre mis talones, encontrándome con sus ojos azules.
—¿qué?—pregunto bruscamente
—Andromeda...—me dice Louis, y mira a los ojos, yo aparto la vista inmediatamente—...tenemos que hablar.
—tu y yo no tenemos nada de que hablar
Nos quedamos callados unos segundos
—lo siento—dice repentinamente. El corazón comienza a latirme rápido
—¿lo siento?, ¿sólo eso puedes decir?— digo con una risa sarcástica— ¡no vas a arreglar esto con un estúpido "Lo siento"!
—¿qué sientes por mi?—me pregunta, pacíficamente.
—lo que tu nunca llegaras a sentir por mi...
— ¿tu me amas...?
—No, no te amo.
—dimelo viéndome a los ojos.
—da lo mismo.
«¡Claro que te amo, carajo!», reprimo mis ganas de decir aquello.
Volvemos a quedarnos en silencio.
«Vuelo número 47, con destino a la ciudad de Nueva York»
—supongo que es el adiós—me dice
—si, adiós.
—adiós.
Camino dejando a Louis atrás. Ana, Allison, Emma, Angie y Harmony me abrazan con fuerza.
—Andromeda tu solo recuerda: Si no puedes volar entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrastraste, pero se lo que hagas sigue moviendote hacia adelante—Me dice Emma antes de que me vaya.
Me subo al avión, me siento en el lugar correspondiente y por mi mejilla resbalan dos lágrimas, parece que no soy tan fuerte como aparentaba ser. Miro por la ventana y de repente me doy cuenta de que todo ha terminado de verdad, ya no hay vuelta atrás, lo siento y justo entonces intentó recordar en que momento comenzó todo y descubro que todo empezó antes de lo que pensaba, mucho antes, y es ahí, justo en ese momento, cuando me doy cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y por mucho que me esfuerce ya nunca volveré a sentir lo mismo, ya nunca tendré esa sensación de estar a tres metros sobre el cielo.
Hola, soy Dallas Arantza. Dime como gustes: Ari, Ara, Dalls.
Aquí mi audición, espero tener suerte :bye:¡Ficha aceptada!Tus escritos han sido demasiados tristes para mi pequeño corazón:'c(?) xd akjdas me gusta la manera en la que escribes, aunque he notado algunos faltas del tilde pero se puede arrrglar. Galaxy, en tu primer escrito me ha dado más que pena, su situación es infernal y no me gusta que se trate a ella misma así, hay que querer a nuestro cuerpo(?) y en el segundo, no sé bien cual es la historia pero si Louis se merecía que lo dejaran, pues ahí tiene xd aksdbka en fin, estás aceptada y ahora queda esperar c: besod Dallas<33
asdfghjklñ
Si, Louis se lo merecía, no hizo bien las cosas
Besos
Invitado
Invitado
Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
¡vico, de mi amor! esta idea está genial, uh, tu ingenio ha crecido mucho en estos dos meses dejándome totalmente impresionada, debo decir. la idea es simplemente increíble y única, me gustó eso de jugar con la trama y Anabelle, le da su toque; si no hubiese sido por que tó la diriges, no hubiese seguido leyendo, but u know, tú me puedes (?) <333 so, es obvio que participaré {en nombre de las otras dos audiciones que dejé en el aire, tuyas, principalmente :c} además de que me enamoro cada vez que veo tú perfil :c y la palabra fast me recuerda a speed and love y me huele a eso :c ah. y nada, no sé que más decir (?) oh, audicionaré por biebs y jasmine villegas o katelyn, se ven tan hermosos, idk.
un beso grande, ilysm<3.
un beso grande, ilysm<3.
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bigtimerush.
Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
Habla, cuando tus palabras sean mejores que el silencio[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
❛❛ Nombre completo: Alaska Elizabeth Brennan
❛❛ Edad: 20 años.
❛❛ Apodos: Alaska, Lizzie, Beth.
❛❛ Chico y rol: Niall Horan | La astuta.
❛❛ Capítulo de tu autoría:
- Spoiler:
- Runaways{NC:
- Charlie HarlenPor: Priscilla.-|| Prisc.
Tan fría, tan sucia... Charlotte necesitaba escapar.
"Estuviste maravillosa Lottie", le susurraron al oído y ella solo quería levantar de la cama y correr, como si el mismísimo demonio la estuviese persiguiendo. Pero estaba atada, y no podía moverse por mas que quisiera.
Lottie, ese era el sobrenombre que le había puesto su padre cuando la mando a la calle a conseguir dinero.
Una lagrima negra rodó en su mejilla producto del excesivo maquillaje con el que disfrazaba su cara cada noche, evitando, así, ser descubierta. Aunque Charlie sabia que todo el barrio, y la mitad de la cuidad sabían quien se escondía atrás de esas medias de red, botas hasta la rodilla negra, dos centímetros por debajo de su trasero y el cautivante top rojo.
La castaña sintió como el hombre de no mas de treinta años se levantaba de la cama y comenzaba a ponerse su ropa. Dejo caer otra lagrima mas y esta vez fue por el odio que le tenia a su padre.
El la había obligado, el era la única soga que la mantenía cautiva en ese asqueroso trabajo.
Ademas de la madre de Nirvana, Charlie también se prostituía para conseguir dinero, y no era por puro placer, por que cada vez se sentía mas vacía y menos mujer. Lo hacia por que de lo contrario, el la mataría.
La castaña había recibido mas de un golpe cuando intentaba discutir con su padre. "No quiero esto... No lo haré", había dicho luego de regresar a su casa, la primera vez que había hecho algo así, y lo único que recibió fue una paliza y un pase gratis al hospital con la escusa de haberse caído en la tina, aunque es su casa no tuviese una.
Pero la realidad era que ya se le habían acabado las escusas, y no sabia cual diría ese mismo día cuando regresara a casa. Quizás, esta vez no iría al medico para que curara sus heridas, lo haría sola, y luego las maquillaría... Si, eso haría.
La puerta de la habitación del hotel barato se cerro de golpe, luego de que el hombre saliera a través de ella, para continuar con su vida, mientras que la de Charlie se caía a pedazos.
Atrajo sus pierna hacia su pecho y lloro... Lloro como cada noche.
Su vida no era si. Ella solía tener una familia feliz. Su padre y su madre se amaban, o eso pensaba ella, hasta que su madre se marcho con otro hombre, dejándolos solos.
Joseph cayo en la depresión, y lamentablemente, el alcohol fue su única salida. Eso y el odio inevitable a su hija. Charlie sabia que era por el parecido que tenia con su madre y fue esa la principal cusa por el cual la empujo a esa vida. Debía pagar... por su madre.
Adolorida, se levanto y comenzó a vestirse, como pudo. Sus manos temblaban y no era por el frío. El miedo se estaba apoderando de su cuerpo. No había conseguido suficiente dinero, y su padre le había pedido cierta cantidad antes de salir. Apenas tenia la mitad, lo que significaba uno o dos golpes mas.
Podrían entrar por la ventana, y esconderse en su habitación... Eso haría.***
La calle estaba totalmente vacía, por suerte. Eran tan solo las siete de la mañana cuando sus pies se detuvieron frente a su pequeña y descolorida casa. Su ventana se encontraba milagrosamente abierta, y eso la alegraba.
Camino hasta la reseca enredadera que se alzaba a un costado de su casa, para comenzar a subir hasta el techo del porche y de ahí, caminar hasta su ventana.
Se saco las botas y las tiro dentro de su habitación para luego entrar ella sin hacer ningún ruido.
Soltó todo el aire de sus pulmones cuando piso el suelo, y corrió hasta su puerta para asegurarla con llave. Estaría bien hasta la noche y quizás ahí podría reunir lo que su padre necesitaba.
No había sido su culpa. Ella solo se había sentado en el mismo bar, a la misma hora, y solo había conseguido dos hombres en toda la noche. Ya no era lo mismo que antes, ella era distinta, se notaba si infelicidad en su cara y hasta le costaba fingir.
Se quito el pequeño vestido negro que había usado esa noche, remplazandolo por su pijama.
Las medias de red estaba rotas, y debía comprar otras. Pero eso lo resolvería cuando despertara.
Camino hacia la ventana para cerrar las cortinas cuando se percato que su vecino la estaba mirando.
Niall Horan conocía su secreto, mas que nadie. Desde que había comenzado a hacer eso, y luego de que el rubio la encontrara sentada afuera de su casa con las botas, el vestido, el maquillaje excesivo, y las medias, el salia de su casa cada día, a las seis en punto, a esperarla... o eso creía Charlie, mientras fumaba uno o dos cigarrillos.
El rubio le sonrió mientras daba una ultima calada y arrojaba el cigarro a la calle. Levanto la mano en forma de saludo y luego se perdió dentro de su casa. Quizás si la esperaba.***
Un fuerte ruido en la puerta interrumpió el sueño de la castaña pasado el medio día. Era su odioso padre exigiendo una respuesta que ella nunca daría. Solo se dedico a seguir durmiendo, despertándose seis horas mas tarde. Tenia hambre y dolor de cabeza.
Ya no había golpes y por lo que pudo escuchar, la casa estaba en silencio.
Eran casi las ocho de la noche, y probablemente su padre estaría aun en su trabajo o borracho.
Abrió la puerta con cuidado y camino hasta las escalera, para asegurarse de que no estuviese tirado en el sofá, y cuando estuvo segura, bajo. Camino hasta la cocina, y comenzó a revolver las estanterías en busca de comida.
El calendario marcaba el numero y mes equivocado, pero Charlie era mas que consciente del día que era. Nirvana se había cansado de repetirlo, hasta que ella le dijo que estaba loca y que no había forma que eso fuera funcionara.
Huir era la solución, si, pero solo eran unos pobres adolescentes marginados que no llegarían ni a la frontera, ya que serian capturados mucho antes y Charlie ya tenia suficiente con su vida, como para aguantar a su padre aun mas enojado.
Cocino un par de huevos revueltos y un par de tostadas. Eso estaría bien por un tiempo y una vez que termino, limpio cualquier tipo de evidencia antes de volver a subir para darse un buen baño.
Amaba dejar que el agua cayera por su cuerpo relajando coda musculo, llevándose cualquier suciedad consigo, sobretodo la de su alma. Pero no podía darse el lujo de quedarse ahí para siempre. Su padre volvería en cualquier momento.
Cerro el grifo antes de salir de la ducha. Volvió a enfundarse en su pijama ya que no le veía sentido ponerse otra cosa, cuando faltaban solo dos horas para volver a ponerse esa ropa apretada, ademas, de que su vida social se había reducido a nada, y para Charlie era mejor si. No quería tener que explicarle a alguien mas su falta de sueño, o los moretones y cortes en su piel.
El espejo reflejaba un monstruo, un cuerpo si vida, y totalmente desecho. Su rostro era el de una mujer de mas de treinta año, aunque solo tuviese dieciocho. Seco una lagrima solitaria y luego comenzó a limpiar el resto del maquillaje que aun yacía sobre su piel. Deseaba ser libre de una maldita vez.
Abrió la puerta rápidamente en cuanto termino, decidida a regresar a su habitación, pero vio a su padre parado frente a esta con el ceño fruncido y el típico brillo en los ojos que no le gustaba para nada a Charlie. El pie de si padre fue mas rápido que ella posicionándose entre el marco y la puerta, cuando la castaña intento volver a cerrar la puerta. Y a quien quería engañar... No podía luchar contra el. Era mas fuerte, y le quedo mas que claro cuando el la empujo haciendo que se tropezara y cayera dentro de la ducha, para poder entrar.
-¿Donde esta el dinero Lottie?-pregunto su padre. Ahí estaba de nuevo ese maldito apodo. Charlie no respondió.- Lottie, ¿donde esta el dinero?-volvió a preguntar, separando las palabras de una manera tan perversa, que hizo que Charle sintiera miedo.
-No lo tengo-respondió en un susurro, llevándose las rodillas hasta su pecho para protegerse.
-¿Que?-pregunto Joseph, aunque sabia que había escuchado a la perfección.
-No lo tengo-repitió ella, solo un poco mas fuerte.
-¡Mierda Lottie!-soltó, golpeando su puño en los azulejos del baño- ¡Te advertí! ¡Te dije que necesitaba el dinero para pagar la hipoteca de la casa!-soltó, mientras la tomaba con fuerza por un brazo y la alzaba. Charlie temió que lo hubiese dislocado.- ¿Que quieres? ¡¿Quieres que nos quedemos en la calle?! ¡¿Es eso lo que quieres?!-le grito, zamarreando a la chica que ya tenia las lagrimas a medio camino.
-Lo siento, no fue mi intención... El bar no estaba tan lleno como otras noches-dijo como escusa Charlie, con desesperación. Le estaba haciendo daño.
-Me vale una mierda tus escusas... Tendrías que haberte quitado la ropa y haberles hecho un baile sobre una de las mesas... ¡No lo se! Tendrías que haberlo intentado-
-Lo intente, de verdad lo intente-
-¡Pero no lo suficiente, Lottie!-
-¡Que no me llames así!-grito la castaña, enfrentando a su padre, a quien le brillaron los ojos de odio.
Joseph la empujo sobre el lavado haciendo que el rostro de la chica impactara contra este y luego cayera al suelo, de nuevo.
-Te diré como se me de la gana-soltó el, alzándola, para arrastrarla fuera del baño, por el pasillo, ignorando por completo la sangre en el rostro de su hija. La metió dentro de su habitación, soltándola sobre su cama.- Espero que esta noche puedas juntar lo que te he pedido- soltó Joe- Se útil Lottie, no como tu la zorra de tu madre- dicho esto, salió cerrando la puerta detrás de el y Charlie lloro, sintiendo el sabor metálico de la sangre en su labio.
Se levanto como pudo, y arrastro sus pies hasta el pequeño espejo que tenia colgado sobre una de las paredes. Un pequeño tajo cortaba su labio inferior, y otro, un poco mas grande y abierto, una de sus cejas. Posiblemente, en un par de horas le dolería todo, y eso se vería peor.
Limpio sus herida, buscando una buena escusa para faltar a su trabajo, aunque se ganara otra paliza, no se sentía de ánimos para fingir. Pero no era una opción dentro de su vida. Su padre no lo permitiría ni loco, ni borracho. Nada la salvaría, excepto.. huir.
El plan de Nirvana se le vino a la cabeza, y por primera vez después de haberle dicho que estaba loca, pensó que la chica era un maldito genio. Que importaba todo lo demás, cuando ella estaba muriendo en vida.
Corrió hasta el pequeño armario que tenia en su pequeña habitación y saco una mochila roja, para luego comenzar a guardar las pocas prendar presentables que tenia. Estaba decidió, así todo eso fuera una maldita broma por parte de Nirvana, ella huiría. Escaparía de su vida, y la su padre para construir una mejor, en algún lugar, lejos.
Un perfume, una foto de su madre y ella cuando eran felices y el sobre con dinero que guardaba bajo el colchón para que su padre no descubriera que se quedaba con las propinas, y algún que otro interés, entraron a la perfección. Solo necesitaba algo de comida para sobrevivir un par de días.
Cambio su pijama por un par de jeans rotos y descoloridos, y un poleron negro que ocultaba todas las marcas y cortes en su piel, antes de bajar para recoger todo lo que había en la despensa.
Su padre estaba viendo fútbol cuando paso detrás de el, hacia la cocina. Tomo todo lo que pudo antes de salir por la puerta trasera. Se pregunto que diría su padre cuando no la encontrara en su habitación, que diría cuando a la mañana siguiente no regresara, ¿La buscaría? Posiblemente, no. Ahora si podría odiarla todo lo que quisiera, ya que le estaba dando una buena razón. Lo estaba dejando, como su madre.
El claro se encontraba solo a cuatro cuadras de su casa, y por lo visto estaba llegando tarde. Los chicos estaban subiendo a la vieja y oxidada camioneta, que según Nirvana le prestarían para huir.
La castaña acelero el paso llegando hasta el grupo. No se molesto en presentarse ni anunciar su llegada. Nirvana había dicho que podían ir los que quisieran, y por lo visto se lo habían tomado muy a pecho.
-Que bueno que viniste-susurraron a su espalda. Charlie no conocía esa voz, pero aun así le resultada familiar. Antes que pudiera girar para ver quien era, el dueño de la voz se paro a su lado, dejando ver sus brillantes ojos azules que inundaron de paz a Charlotte.
-Pero...-
-Ya no importa... seremos libres-la interrumpió. "¿Que demonios hacia Niall Horan ahí? Tenia una vida perfecta. Familia perfecta, casa perfecta, hasta el era perfecto", se pregunto Charlie, cayendo ante la hermosa sonrisa que el rubio le estaba regalando.
Nivana sonrió al verla y luego subió a la camioneta seguida por otra chica.
-Vamos Charlie, seamos libres...-dijo Niall tomando su muñeca para ayudarla a subir. Ocuparon los últimos asientos y, aunque la castaña hubiese preferido no tenerlo cerca, el se sentó junto a ella.
Lo que paso a continuación, Charlie no lo recuerda. Solo dijo su nombre, por que los demás lo hicieron, y propuso una regla. Pero después no volvió a abrir la boca. Quería salir de ahí, y no entendía por que Niall Horan se estaba preocupando por ella. Era demasiado estúpido, como lo que estaba a punto de hacer. Quizás debía bajarse e ir por su cuenta... Seria lo mejor.
Hizo un ademan para levantarse, pero la mano de Niall hizo que volviera a hundirse en el sillón, justo cuando Nirvana cerraba las puertas, y un chico desconocido encendía la camioneta, hacia un destino incierto.
-Estarás bien Charlie, ya no mas...-susurro Niall, mientras ella veía la carretera pasar a través de los vidrios sucios de la camioneta. "Estaría bien", se auto-convenció. Por lo menos, muchísimo mejor que ahora.
Te dejo el link de la sinopsis por si no entendes por donde va la cosa:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]- Does he know? Cap1:
- Capitulo I[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Los suegros | Parte IPosiblemente, para James, esas serian unas vacaciones normales. Visitaría a su familia en Mullingar, pasaría las tardes en la pileta con sus amigos bajo el sol intenso tomando algún que otro refresco, mientras a provechaban el tiempo para ponerse al día, y almorzaría con sus abuelos los domingos. Pero para mí, era mucho más.
No todos los días conoces a la familia de tu novio, y más cuando lleva saliendo con su hijo por más de tres años. Ese, sin dudas, no sería un verano común y corriente.
Con James habíamos sido amigos desde mi primer día en la Universidad. Yo era nueva y no entendía mucho la dinámica en la institución. Me sentía como sapo de otro poso.
Era patética la forma en la que caminaba de un lado con un mapa de la Universidad en las manos para orientarme cada vez que tenía que cambiar de salón para asistir a otra clase.
James fue el resultado de mi torpeza y falta de coordinación.
¿Qué ser humano sería capaz de caminar y leer un mapa a la misma vez?
Posiblemente, el común denominar de la población mundial, menos yo.
James termino bañado en el café que tenía pensado tomar antes de la clase de historia, y yo con un moretón en el trasero gracias a mi poco sensual, grácil, femenina y otras cosas más, caída.
El aun suele reírse de nuestro no tan cotidiano encuentro en el pasillo, aunque la verdad, no fue nada gracioso. Mis mejillas se ponen rojas de la vergüenza al recordarlo.
Fuimos compañeros en unas pocas clases, ya que era dos años mayor, y compartimos tardes de fin de semana, borracheras en algún que otro bar, y noches de películas en su departamento.
El primer año éramos los mejores amigos, siempre estaba ahí para él, y él para mí. Hasta que sucedió lo imaginable.
Los sentimientos eran casi tangibles, y ya no podíamos seguir actuando como amigos. Éramos mucho más que eso, aun sin reconocerlo.
James era todo lo que una madre querría para su hija. Alto, castaño, con unos hermosos ojos azules, y musculoso. Y yo lo había encontrado. Si mi madre pudiese verlo, seguramente estaría orgullosa y satisfecha de que su única hija tuviese en manos de semejante adonis.
Pero aun habiendo sido bendecido por los mismísimos Dioses físicamente, el era una persona solidaria, cariñosa, graciosa, alguien en la que podías confiar, inteligente y sofisticado. Estaba ahí siempre que lo necesitaba, y me hacía reír cuando estaba triste. Era la clase de hombre que solo aparecen en libros o novelas, y lo que toda una mujer sueña con encontrar.
Y entre toda la población femenina, el me había elegido. A mí, una chica descoordinada, torpe, sin gracia alguna. Era mucho más de lo que merecía, y aun así, me acepto como su novia, y ahora me iba a presentar ante sus padres.
Tenía razones de sobra para estar nerviosa.
-Ya basta Kay… Juro que voy a morir de aburrimiento-dijo James detrás de la puerta.
Llevaba casi media hora encerrada en su habitación decidiendo que vestimenta era la apropiada para conocer a los padres de mi novio. ¿Debía usar vestido o pantalones? ¿Con o sin maquillaje? ¿Tacones o bailarinas? Y por último, ¿el pelo debía llevarlo suelo o atado? Mi madre posiblemente sabría qué hacer. Me hubiese contado la historia completa de cómo se conocieron ella y mi padre, como se presentaron ante la familia, y hasta el casamiento. Pero no la tenía.
Hacía ya cuatro años que ella se había marchado de este mundo, después de luchar como una verdadera guerrera contra un cáncer terminal. Siempre admire la fortaleza con la que enfrento la vida, y la enfermedad. Deseaba tanto ser como ella, o por lo menos lograr la cuarta parte de lo que logro mi madre.
Oh, mami, no sabes cuánto te extraño.
-Ya me canse de ver televisión… Bob Esponja ya no me parece tan divertido como antes, y es realmente un milagro por que amaba a ese tipo…-reí, limpiando la lágrima solitaria a que había comenzado su descenso sobre mi mejilla. Ese era James. Mi superman que venía a rescatarme, aun inconscientemente.
-Ponte a ver una película entonces-sugerí quitándome los short blancos, que lo único que hacían bien era hacerme ver aun más gordas mis piernas pálidas sin gracia, y la blusa azul que había escogido.
-No creo que los “Pitufos” o “La guerra de las Galaxias” sean una gran opción para matar el tiempo y el aburrimiento…-soltó. Ese chico podía actuar realmente como un niño pequeño cuando se lo proponía.
Rápidamente me puse el vestido floreado a la rodilla que me había probado en primer lugar, y camine hasta el baño para maquillarme un poco.
Nunca había sido una chica materialista, ni mucho menos me interesaba lo que la gente opinara de mi persona, pero esto era algo importante, y sobrepasaba cada una de mis creencias o valores.
¿Y si no les caía bien? ¿Si no era lo suficientemente buena o lo que ellos querían para su hijo mayor?
Mierda, necesitaba verme bien.
-Kay, es de vital importancia que abras la puerta dentro de los próximos cinco segundos o corres el riesgo de perder a tu novio por aburrimiento-dijo.
-Cállate, James-solté, abriendo la puerta, encontrando a mi novio apoyado en el marco con una gran sonrisa en el rostro. Realmente podía morir de aburrimiento, y yo de los nervios. No sabía si era mejor reírme por su actitud de niño despreocupado, o llorar por no poder ser la novia perfecta para ese chico.
Me tape la cara con mis manos, para que no viera lo inútil que podía llegar a ser con el maquillaje. Gire sobre mis talones para encerrarme en el baño y sacarme el estúpido delineado y el brillo labial rosa que me había aplicado. Era patético, y me sentía como tal.
-Oye… Kay, espera-dijo James, agarrándome por la cintura para que no pudiera seguir huyendo… ¡Perfecto! Justo lo que necesitaba… Seguir humillándome frente a él.
-Déjame James… Por favor, esto es vergonzoso.-dije, intentando soltarme de su agarre. ¿Por qué demonios abrí la puerta si no había terminado de maquillarme?
-Kay, por el amor de Dios… No huyas de mí, no de mí.-
-Soy un desastre, un verdadero desastre-susurre, mientras James me giraba entre sus brazos para quedar cara a cara. Yo era unos centímetros más baja que él, por lo que podía sentir su respiración chocar contra mi frente. ¿Era demasiado tarde para llamar al servicio de hadas madrinas? No, aun era temprano… Pero esto no era un cuento. Las hadas madrinas no existían en el mundo real.
-¿Por qué dices eso? Estas bien así, estas hermosa-dijo, besando mi frente.- Eres perfecta para mi…-
-¿Y si no les caigo bien a tus padres? ¿Y si no soy lo que ellos pensaban?-pregunto.
-Kay, ¿Qué cosas dices? Ellos no esperan una super modelo, ni una cantante reconocida… Solo esperan a una chica que es capaz de hacer feliz a su hijo cada vez que despierta y la encuentra en su cama junto a él… Y tú eres capaz de eso Kay, no tienes nada que temer. Te van a adorar, casi tanto como yo te adoro a ti-beso una vez más mi frente, y luego bajo hasta mis labios.-Bueno, creo que se no está haciendo tarde, así que te ayudare…-dicho esto, volvió a girarme y me obligo a sentarme en su cama, para luego salir corriendo hacia el baño.
Regreso minutos después con una toalla húmeda y su característica sonrisa en el rostro.
-¿Qué piensas hacer, superman?-pregunte, haciendo referencia a la remera que llevaba puesta. La “S” resaltaba sobre el fondo azul haciéndolo lucir como un adolescente, y no como el hombre de veintitrés años que realmente era.
-Vamos a quitarte ese maquillaje. Me gustaste natural y despeinada… No tienes que fingir para mis padres-sonrió, y luego tomo mi cara delicadamente entre sus manos, para comenzar a limpiar. Saco el delineado de mis ojos, y el brillo de mis labios, terminando su limpieza con un pequeño besos en los mismos.- Mucho mejor, princesa-
-Eres perfecto, ¿Sabias?-Bese sus labios una vez más. Su sabor era adictivo, y no me molestaría intoxicarme con ellos.
-No más que tú-respondió, poniéndose de pie, para sacar un par de bailarinas de la maleta, y enfundarlas en mis pies desnudos.-Creo que estas son bonitas-agrego, mirándolas. Eran de color rosa pastel y tenían un pequeño moño en la punta. Perfecto, justo lo que necesitaba.
-Te amo demasiado…-lo bese de nuevo, enredando mis dedos en su cabello. Era delicioso, casi mágico. Dudaba que hubiese algo mejor en el mundo entero.
-Mmm, Kay… Necesitamos estar en media hora en el aeropuerto, no tientes a este hombre a hacer cosas que nos hagan llegar tarde-soltó sobre mis labios. Sonreí aun más. Ese hombre volvía locos mis sentidos.-Por favor, cierra la maleta… Yo iré a llamar a Liam para que nos lleve.- Dejo la toalla en el cesto de ropa sucia y su detuvo antes de salir de la habitación, examinándome con su mirada crítica y seria. ¿Qué andaba mal ahora?-Solo falta algo para que estés perfecta-dijo, caminado de nuevo hacia mí. Paso uno de sus brazos sobre mi cabeza y libero mi cabello atado apenas con una pequeña hebilla en forma de flor, y luego volvió a sonreír satisfecho- Ahora si te pareces a la Kaitlin que conocí en el pasillo, y me tiro su café encima.- Abrí la boca para protestar, pero el cuerpo de James me daba, ya, la espalda, desapareciendo por completo por la puerta.
Me levante de la cama, para comenzar a recoger la ropa que había descartado y meterla dentro de la enorme maleta que llevaba para pasar los próximos dos meses en la casa de mis suegros.
Hasta la palabra misma causaba cierto nerviosismo y miedo en mí.
Suegros… SUEGROS. Los padres de James, sonaba mejor.
Cerré la maleta, y decidí salir antes de que mi novio volviera por mi y me arrastrara escaleras abajo.
Di una última mirada al espejo de cuerpo entero que tenia junto a la puerta comprobando lo bueno que era James eligiendo. Su hubiese sabido que mi novio tenía un don para la moda, le hubiese permitido entrar a la habitación mucho antes. Definitivamente lo llevaría conmigo la próxima vez que saliera de compras.
Ahora si podía decir que tenía un novio completo.
Sonríe frente al espejo, y respire profundo. Todo saldría bien. Serian las mejores vacaciones en mi vida, y terminaría de conocer por completo a James y su entorno. No tenía por qué temer. El tenía razón. Me aceptarían si veían que su hijo era feliz, y él lo era.
Alise las tablas en mi vestido, y salí de la habitación para encontrarme con James. Solo faltaban horas para conocer a su familia.
-¿Lista?- pregunto James cuando entre a la sala de estar. Posiblemente estaba todo, menos lista, pero el simple hecho de verlo ahí parado frente a mí, con un bolso colgando de su hombro y una gran sonrisa, me daba la seguridad que yo estaba necesitando.
-Lista-respondí, avanzando con mi maleta, hacia la puerta.
Mi equipaje era el doble que el de James. Lo más probable era que yo estuviese exagerando. Llevaba cosas “por si la dudas”, cosas que no usaría en todo el viaje… Pero ¿a quien voy a engañar? Me llevo media hora vestirme para ver a mis suegros, algo me decía que esa maldita costumbre seria rutina de todos los días durante los siguientes dos meses, y para eso, debía llevar bastante ropa para asegurarme.
El ascensor se abrió frente a nosotros, dejándonos ver el vestíbulo del edificio. James odiaba esas cosas, pero yo no pensaba subir ni bajar ocho pisos por las escaleras. Se lo había dejado en claro el primer día que vine, y el parecía que había aceptado el hecho de que su novia era una vaga y ahora debía entrar a esa caja metálica solo para complacerla.
-¿De qué te ríes?- Me había descubierto. Se me hacía imposible no mirar la expresión de su rostro cuando el ascensor paraba bruscamente en el piso indicado.
-Te ves pálido… Además, me gusta la manera en la que aprietas su labio inferior con tus dientes para aguantar las ganas de gritar, llorar, o salir huyendo de esta cosa-sonreí abiertamente ante mi broma, sabia de ante mano que él no se quedaría callado, y defendería su propio ego.
-¡Oye! Eres mala… Yo no lloro… Podría salir corriendo, pero no lloraría-respondió, haciendo que ensanchara aun más la sonrisa.
-Pues entonces deja de comportarte como si estuvieras a punto de hacerlo, porque juro que alguno de estos días me veré obligara a comprar pañuelos descartables y pegarlos en la pared del ascensor-
-Eres mala-
-No, soy realista-respondí, abriendo las puertas del vidrio que tenía el edificio. El sol choco contra mi piel produciendo que una ola de calor recorriera todo mi cuerpo. La temperatura era elevada a pesar de que recién empezaba el verano.
Después de todo, había hecho bien en elegir el vestido. Peor que llegar mal vestida a la casa de tus futuros suegro seria llegar toda sudada y despeinada. Podía sentirme un poco más tranquila entonces.
-Tu realidad es muy distinta a la mía-respondió, sosteniendo la puerta para que pudiera terminar de salir junto a mi enorme maleta. Cualquiera que me viera en ese momento pensaría que estaba a punto de mudarme.
-¡Mira! Es Liam. Al parecer llego antes de tiempo…-esquive el tema intentando enfocarme en otra cosa.
-No quedara así, Kay. Voy a vengarme-
-Ya quisieras-
-James, Kay, es bueno verlos-dijo Liam bajando de su Mercedes Benz negro. Sus ojos brillantes y su sonrisa fácil se encontraron con mi mirada al momento que bajo de su auto ya estacionado frente al edificio donde vivíamos con James.
-Liam… Es bueno verte después de tanto tiempo-dije sarcásticamente, abriendo mis brazos para recibirlo con un abrazo.
-Nos vimos ayer Kay-respondió castaño soltando una carcajada.
-Payne, mas te vale que sueltes a mi chica en este instante-soltó James. Su entrecejo se había fruncido, pero aun sonreía con la mirada. Posiblemente Liam era el único chico que podía acercase a mi tanto como para darme un abrazo.
Era casi cómica la forma en la que James me sobreprotegía. No iba a engañarlo con otro hombre, porque lo amaba a él. Y, aunque llevase más de tres años diciéndoselo, el seguía insistiendo en actuar como el macho alfa de la manada, dispuesto a proteger lo que era suyo, con garras y dientes.
Es tan machista como suena, y no siempre me agradaba ser considerada un objeto. Pero a James, podía perdonarle cualquier cosa. Menos, que me engañara.
-Tranquilo hermano… Ella es como una mejor amiga para mí. No pienso meter mi nariz en la falda de tu novia. Respeto a Kay, y por más desesperado que este… ella siempre será tuya James… Relájate. –contesto Liam. Al parecer, el no había notado el humor que había en la voz de mi novio. Liam era como un hermano para mí, y James lo sabía.
-Así me gusta, Payne. Así me gusta-El castaño se separo de mí y le dio un amistoso abrazo a su mejor amigo.
James me había presentado a su grupo el mismo día que colisioné contra él. Liam estaba entre ellos, y fue con el que mejor me relacione. Los demás era demasiado estirados para mi gusto, y hasta sospechaba que hablaban de mi y torpeza a mis espaldas.
No me interesaba en lo absoluto. Liam y James eran lo suficientemente buenos, y lo había considerado mis amigos, y aliados en la Universidad, en solo una semana.
-No puedes quejarte de mí, James… ¿Qué otro amigo se ofrece a llevarte a ti y a tu bella novia al aeropuerto? Asúmelo, si no fuese por mí y mi generosidad, tendrías que pagar una considerable suma de dinero para dejar tu auto en el estacionamiento…-
-O podríamos tomar un taxi, Liam. No pienso asumir que eres tan importante y sin ti no puedo vivir-
-No le hagas caso Liam. James esta en el plan de negar todo hoy-intervine, guiñándole un ojo a mi amigo. James rio mientras me señalaba con su dedo índice en forma de advertencia. Una promesa se escondía a detrás de sus ojos. Iba a vengarse, y por más raro que suene, lo amaba aun más.
-¡Acá no!-Liam interrumpió nuestro juego de miradas.-Y en mi auto menos… Dicen que los baños de los aviones son cómodos-mis mejillas se ruborizaron al instante. ¡Qué oportuno, Liam!
-Eres un pervertido, ¿sabes? No pienso hacer eso que tú piensas que haremos y menos a más de trescientos metros del suelo. Así que quita esas ideas de tu cabeza, hiciste que Kay se ruborizara…-soltó James, aunque seguía riendo.
-Como digas…Yo solo comentaba-respondió Liam alzando sus manos en signo de paz-Eres cruel conmigo, así que me voy a limitar a recoger la maleta de Kay y llevarla hasta el auto.- Liam se hizo el ofendido mientras tomaba mis cosas y comenzaba a desandar el camino hasta su auto.
Típico en ellos. Parecían niños cuando comenzaban a pelar sin razón alguna. Pero lo peor era que ninguno hablaba enserio.
Me sorprendería el día que ellos se enojaran de verdad el uno con el otro. Y como era poco probable, seguían fingiendo peleas.
Posiblemente su genética denotaba otra cosa, pero para mí, eran hermanos, mejores amigos, incluso antes de nacer.
Mire a James, quien se encogió de hombros inocentemente, antes de caminar hasta el auto aparcado a solo unos metros de donde nos encontrábamos. Entre a la parte trasera sin dudarlo, y un segundo después James y Liam se sentaron en los asientos de adelante.
Hablamos del clima, de lo que haríamos esas vacaciones, escuchamos música, y Liam menciono a Niall, nuevamente, como el malo de la película.
Sabía que James y Niall no tenían una buena relación. El me había contado que no habían hablado en un par de años, y que tampoco se habían visto. Aunque seguía ocultándome el porqué. El decía que así era mejor. Su hermano estaba lejos, en Londres precisamente, y que ese año volvería para volver a unir a la familia. Una familia destruida por alguna causa.
Reí con ellos, cante, e incluso me incline varias veces hacia adelante para subir el volumen de alguna que otra canción, pero no opine. Y menos de Niall.
-Llegamos-anuncio Liam poco después. El aeropuerto se alzaba frente a nosotros. Vi algunos aviones despegar, y otros aterrizar, y me tranquilice a mi misma diciendo que todo estaría bien. No era la primera vez que viajaba en esas cosas, pero seguían dándome miedo, como una niña pequeña le teme a la oscuridad.
-Gracias por informarnos Liam, no nos habíamos dado cuenta-dijo James, sarcásticamente. Bajo del auto sin esperar respuesta por parte del castaño, y de inmediato abrió la puerta trasera para mí. Sonreí, tomándole la mano que había tendido para ayudarme, y me aferre a él cuando estuve fuera del auto. Su olor a menta intoxicaba.
-Llego la hora, princesa-me susurro, y luego beso mi frente como siempre lo hacía. Dulce y suavemente.
-Amigo, yo seré pervertido, pero tú eres un meloso-interrumpió Liam, abriendo el maletero para sacar nuestras cosas.
-Cállate-
-Dejen de pelar, parecen niños de cinco años… ¿Es mucho pedirles que finjan aunque sea tener la edad que aparentas?-pregunte, tomando mi maleta, mientras James tomaba su bolso.
-Tu novio lo hace a diario contigo… Que no te engañe, en realidad tiene un coeficiente intelectual de un niño de dos-soltó Liam. Había estacionado frente a las puertas del aeropuerto, por lo que probablemente no iba a acompañarnos, y dudaba que James lo dejara dar un paso más después de lo que acababa de decir.
-Te paste de listo, Payne- dijo James.
-Lo sé, y me encanta… Bueno tortolos, hasta acá los acompaño. Tengo cosas que hacer… cosas importantes. Viajare a Londres mañana. Mi madre me está esperando y no pienso perderme su cena de bienvenida.- el castaño camino hacia James y lo abrazo, deseándole suerte y unas buenas vacaciones, y luego hizo lo mismo conmigo.- Cuídense, no quiero sorpresas cuando vuelvan…-
-Las habrá, no te preocupes-respondió James. Lo mire confundida, y el sonrió aun mas, trasladando la picardía a sus ojos. ¿Qué sorpresa? ¿De qué hablaban ahora? –Tranquila-susurro para mi, y luego agito un brazo para despedir a sus amigo. Lo imite, viendo como el auto se perdía entre la fila de autos que hacían el intento de salir del estacionamiento lo más rápido posible.
Antes que pudiera reaccionar, James tomo mi mano y tiro de ella para entrar al recinto. El lugar estaba abarrotado. La gente corría de un lado a otro, cargando bolsos pesados, maletas, o simplemente a sus hijos para evitar que se extraviaran. James y yo, en cambio, caminamos por el amplio pasillo con una sonrisa en el rostro, tomados de la mano, como una pareja feliz, que verdaderamente éramos.
Me aferre más a él, como si de esa manera pudiese exprimir su fortaleza y hacerme dueña de ella. Necesitaba confianza en mí misma, coraje, valor, y un montón de otros sinónimos. Pero no había llegado hasta acá por nada.
Por ahora, me sentía segura al lado de él. No quería tentar a la suerte, por lo que no tenía pensado soltar sus manos hasta que aterrizáramos en Mullingar y estuviésemos en camino a su casa.
James paró en seco, tirando de mi brazo para que lo imitara. Fruncí el seño mientras abrí la boca para preguntar qué sucedida, pero él se adelanto.
-Escúchame Kay… Deja los nervios y el miedo acá en Dublín. No tienes nada que temer. Ellos van a amarte, y estoy más que seguro que lo harán por que sos la principal causa por la que mi familia volverá a unirse este verano. Probablemente hubiese sido un verano frio y seco, pero no es así… Por qué vas a estar ahí, y mis padres te lo agradecerán, te lo aseguro.-dijo James tomándome por los hombros, mirándome atentamente, como si quisiera asegurarse de que cada palabra que salía de su boca era escuchada y entendida a la perfección por mí.
-Gracias- logre articular. Entre todas las respuestas que podía darle, elegí esa. Un monosílabo. Pero era todo lo que podía decir, eso, era todo lo que necesitaba.
-¿Por qué me agradeces?-pregunto él, frunciendo el ceño. Solía hacerlo a menudo, era un gesto personal, algo inevitable para su cuerpo.
-Por dejarme entrar a tu vida-respondí, sin estar del todo consciente de lo que acababa de decir. Las palabras salían de mi boca, y la mayoría de las veces no podían detenerla.
James se limito a sonreír, mientras besaba mis labios. Le devolví la sonrisa, sintiendo sus manos recorrer mis abrazos hasta volver a encontrarse con mis manos.
-¿Vamos?-pregunto una vez más. Lo había escuchado durante toda una semana hacerme la misma pregunta, seguido de “Mullingar es divertido”, o “Serán las mejores vacaciones. Tu, yo, y mi familia”. Y la mayoría de las veces respondía con dudas. Pero ya no.
Sabía que si regresaba no habría vuelta atrás, iba a perderme una gran oportunidad.
Además, nada malo podría pasar.
-Vamos-respondí, avanzando hacia los detectores de metales.
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Última edición por Priscilla.- el Sáb 18 Ene 2014, 10:15 pm, editado 1 vez
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Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
Prisc, va por el Nialler.
Todo al caño :wtfpls:
Ya estuvo que no quede:ay:
Todo al caño :wtfpls:
Ya estuvo que no quede:ay:
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Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
Admito que será difícil la decisión but idk, aun nada está dicho y tengo que repasar bien las fichas. Ay, por mí las pondría a todas xd pero sería extraño so por estos días seguiré respondiendo y aceptando fichas. Y quién sabe, tal vez cierre audiciones prontito<3
disappear.
Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
Sí, no has aceptado la mía te esperamos pacientes, hermosa.
wanweird
Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
No he respondido siquiera comentarios, y me siento como tonta xd pero lo haré, sólo que ando vaga para todo lol
disappear.
Re: Fast | Audiciones Cerradas | Resultados.
suele suceder yo tampoco he estado muy al pendiente de casi nada, so, don't worry :B
wanweird
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