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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
aranzhitha escribió:sube capi porfa :o
siii plis !!!
Ciin :)
Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
AAHHHHH.... NJSKAFHJSDJ AMO TU NOVELA
ES TAN GENIAL..
TAN HOT..
ÉL ESTA TAN SEXY(JOE)..
NO PUEDE ESPERAR MAS PLEASE SEGUILAPRONTO
P.D: NEW READER!
ES TAN GENIAL..
TAN HOT..
ÉL ESTA TAN SEXY(JOE)..
NO PUEDE ESPERAR MAS PLEASE SEGUILAPRONTO
P.D: NEW READER!
DaaiJb
Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Ahora le dejo dos caps, perdon por no subir :P
NiinnyJonas
Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Capítulo XIX
Entonces, fue cuando Lee vio que se acercaba un hombre. Era alto, esbelto y atractivo. Al ver a Peter, se quedó muy quieto y lo miró con frialdad. Entonces, Lee sintió una sensación muy extraña en el estómago. Le hizo una señal a Peter, pero él no la vio. Carraspeó, pero no le sirvió de nada. Lee vio cómo el hombre apretaba las manos hasta convertirlas en puños y, entonces, echó a correr todo lo rápidamente que pudo para evitar un desastre.
El desconocido fue más rápido. Sin intercambiar palabra, agarró a Peter por el cuello del abrigo y empezó a tirar de él hacia la puerta.
—¡Hijo de perra! —gritaba el hombre—. Esta vez has ido demasiado lejos...
—¿Qué está usted haciendo? —le espetó Lee, agarrándolo de la manga—. ¡Suéltelo!
—Ya estoy harto de vosotros, los periodistas...
—¿Periodistas? ¡Un momento! –exclamó Lee—. ¡Nosotros no somos periodistas!
—Yo soy actor —anunció Peter—. No me pegue en la cara.
—¡Suéltelo! —exclamó Katy, acercándose tan rápidamente como su volumen le permitía.
El hombre miró a Katy y notó su estado de buena esperanza. Al mirar a Lee, vio lo mismo. Entonces, soltó a Peter y dio unos pasos atrás.
—¿Qué diablos...?
—Somos... —dijo Lee. Entonces, al ver que Peter echaba a andar hacia atrás e iba a tropezarse directamente contra ___________, se quedó muda.
—¿Peter? —dijo ella—. ¿Qué es lo que pasa aquí?
—Oh, no —susurró Katy. Peter le dedicó una sonrisa a su amiga.
—Hola...
Sin embargo, ___________ no estaba pendiente de sus amigos, sino del hombre que había estado a punto de pegar a Peter. El modo en que lo miraba estremeció a Lee. Había tanto dolor en sus ojos, tanta traición...
—Eres un canalla —susurró ___________. Entonces, empezó a andar hacia el lado contrario. Sin embargo, él la agarró por el brazo.
—Espera, ___________...
Ella negó con la cabeza y siguió andando tan rápidamente como se lo permitían sus altos tacones. En un abrir y cerrar de ojos, salió del hotel. El hombre pareció apenarse mucho. Entonces, les dedicó a los tres una mirada furiosa y salió corriendo detrás de ___________. Cuando se hubo marchado, Peter se derrumbó contra una pared.
—Creo que la hemos fastidiado —dijo.
—¿Tú crees? —le espetó Lee, con la voz llena de ironía.
___________ estaba de pie, en la acera, tratando de parar un taxi. Las lágrimas le nublaban la visión...
Acababa de comprender que Joe sabía su apellido. Más que eso. Conocía a sus amigos. Lo sabía todo y nunca le había dicho ni una sola palabra. ¿Cómo podía haber sido tan estúpida?
—___________...
—No te acerques a mí —susurró, al ver que era Joe.
—___________, espera, no lo comprendes.
—¿Qué tengo que comprender? —replicó ella, zafándose de él cuando le tiró del brazo—. Me has mentido.
—¿Mentirte? No tengo ni idea de lo que está pasando.
—¿No? Entonces, ¿cómo es que conoces a mis amigos?
—No los conozco. No los había visto en toda mi vida. Pensaba que eran periodistas.
—Por favor... No insultes mi inteligencia.
—Si te paras a pensar un momento, verás que...
—¿Que he confiado en ti?
—Eso no es cierto —replicó él, mirándola con frialdad—. Nunca confiaste en mí.
—Pero yo...
—Ni siquiera me dijiste tu apellido...
Él la miró con el rostro lleno de desilusión. ___________ deseó que aquellos últimos quince minutos desaparecieran. No. Tendría que retirarlo todo.
Joe tenía razón. Nunca había confiado en él.
—Joe...
—Es inútil, ___________. No puedo hacerlo. No puedo estar con alguien que no confía en mí. Que no se puede abrir conmigo.
—Yo quiero hacerlo.
—Mira, no sé cuál es tu secreto. Hasta hace cinco minutos, no me importaba. Te habría seguido amando aunque hubieras sido una atracadora de bancos, pero no se trata de eso, ¿verdad? Todo se reduce a la confianza. Sin ella, no hay nada —añadió, antes de darse la vuelta y empezar a marcharse.
Tenía razón. ___________ comprendió que había puesto en peligro su relación y que... lo había perdido todo.
—Joe... —susurró. Él se detuvo, pero no se volvió—. Mi apellido es Carrington. ___________ Carrington.
Los segundos pasaron mientras ella rezaba para que Joe regresara con ella. Su plegaria fue contestada. Desgraciadamente, Dios dijo no.
Joe se estaba tomando un whisky mientras contemplaba la espectacular vista que tenía desde su apartamento. En realidad, no estaba viendo nada. Excepto a ella.
___________ Carrington. El nombre le había resultado familiar, pero no había podido localizarlo. Al llegar a casa, había realizado una búsqueda en internet. Entonces, lo comprendió todo. Era una mujer extraordinariamente rica, pero Joe, por experiencia propia y por la de sus clientes, conocía las desventajas. Tenía toda la razón del mundo para mostrarse reticente, pero hasta cierto punto. Después de tantas semanas, de la intimidad que habían compartido, no parecía conocerlo. Solamente se acostaban juntos. Nada más. Su error había sido enamorarse de ella. El teléfono lo sobresaltó. No sabía si contestar. No quería hablar con nadie. Al final, decidió levantar el auricular.
—¿Sí?
—Joe. Tenemos que hablar.
—Ahora, no, Jane, ¿de acuerdo?
—Ahora.
—No estoy de humor.
—Es una pena, porque voy a ir a verte de todos modos.
En aquel momento, oyó que alguien metía una llave en la cerradura. Se lamentó inmediatamente de haberle dado a Charley una llave de su casa. Jane entró enseguida, con el teléfono móvil todavía en la mano. Charley la siguió y cerró la puerta.
—¿Qué estás bebiendo?
—Whisky —respondió él. Jane arrugó la nariz.
—¿Tienes leche?
Joe asintió. Jane se volvió a Charley. Entonces, le apretó la mano como si quisiera darle alguna señal y se marchó a la cocina. Entonces, Charley se sentó en el sofá, muy cerca de la butaca en la que Joe estaba sentado.
—¿Qué es lo que pasa? Normalmente no venís así a mi casa, especialmente no cuando yo estoy dentro.
—Técnicamente, no... Diablos. No se trata de eso.
—¿Entonces de qué?
—Has estado saliendo con alguien. Con ___________ Carrington.
—¿Cómo lo sabes?
—Por Jane.
—¿Es que ahora es adivina?
—No. Conoció a una mujer en la consulta del ginecólogo. Empezaron a hablar. Jane le habló sobre ti y la otra mujer le dijo que tenía una amiga... Decidieron tratar de presentaros. La mujer que Jane conoció era amiga de ___________.
—¡La embarazada!
—Claro.
—¿Me estás diciendo que se conocieron accidentalmente?
—Sí. Cuando Jane se enteró de lo que había ocurrido en el hotel cuando fue a sus clases de preparación al parto, a las que también va la otra mujer, insistió en que viniéramos. ¿Qué ocurrió exactamente?
—Fui un estúpido...
Joe tomó otro sorbo de whisky. Charley lo miró fijamente. En aquel momento, Jane entró con su vaso de leche.
—Hablad...
—¿Sobre qué?
—Sobre ___________ ¿llevas viéndola mucho tiempo? ¿Por qué no nos hablaste de ella?
—La verdad es que no supe quién era hasta hoy mismo. Se suponía que era algo íntimo... Por lo demás, no hay mucho que decir. Nos veíamos los miércoles por la noche...
—¿Para...? —preguntó Jane. Joe asintió—. Genial.
—No salió como habíamos esperado.
—¿Por qué no?
—Se suponía que tenía que ser solo sexo, sin ataduras, pero estas empezaron a surgir...
—¿Qué clase de ataduras?
—Nada de especial. Yo me enamoré de ella, lo que es una locura, porque ni siquiera la conozco.
—No es ninguna locura. Charley se enamoró de mí cuando yo creía que era otra persona.
—Eso también fue una locura.
—Pero mira qué estupendos resultados.
—Desgraciadamente, yo no soy Charley, ni tengo tan buena suerte.
—No conozco a ___________, pero conozco a sus amigos. Todos son buenas personas. Y la quieren mucho. No hablan más que maravillas sobre ella. De hecho, sin saber todo esto, estábamos convencidos de que los dos os enamoraríais.
—¿Cómo dices?
—Creíamos que era cosa del destino. ¿Cómo si no podría explicarse?
—Jane, esa mujer no confió en mí lo suficiente ni para decirme su apellido.
—¿Y qué? Se tarda tiempo en conocer a una persona. Dile que estás enamorado de ella.
—Eso no es lo que ella quiere.
—Sí que lo es. Te lo prometo.
—¿Cómo lo sabes? Tú misma has dicho que no la conocías.
—Te conozco a ti —dijo Jane, dejando el vaso encima de la mesa—. Sé el tiempo que llevas buscando a la mujer adecuada y que nunca has encontrado lo que estabas buscando. ¿Te has parado a pensar que, tal vez no conocer a ___________ te dio tiempo para conocerla? ¿Para amarla? Si te lo hubiera dicho todo al principio, seguro que habrías encontrado una razón para dejarla.
—Sí, tal vez tengas razón.
—¿Te has parado a pensar también que podría ser que te estés aferrando a cualquier cosa para escapar?
—Sí, también se me ha ocurrido.
El desconocido fue más rápido. Sin intercambiar palabra, agarró a Peter por el cuello del abrigo y empezó a tirar de él hacia la puerta.
—¡Hijo de perra! —gritaba el hombre—. Esta vez has ido demasiado lejos...
—¿Qué está usted haciendo? —le espetó Lee, agarrándolo de la manga—. ¡Suéltelo!
—Ya estoy harto de vosotros, los periodistas...
—¿Periodistas? ¡Un momento! –exclamó Lee—. ¡Nosotros no somos periodistas!
—Yo soy actor —anunció Peter—. No me pegue en la cara.
—¡Suéltelo! —exclamó Katy, acercándose tan rápidamente como su volumen le permitía.
El hombre miró a Katy y notó su estado de buena esperanza. Al mirar a Lee, vio lo mismo. Entonces, soltó a Peter y dio unos pasos atrás.
—¿Qué diablos...?
—Somos... —dijo Lee. Entonces, al ver que Peter echaba a andar hacia atrás e iba a tropezarse directamente contra ___________, se quedó muda.
—¿Peter? —dijo ella—. ¿Qué es lo que pasa aquí?
—Oh, no —susurró Katy. Peter le dedicó una sonrisa a su amiga.
—Hola...
Sin embargo, ___________ no estaba pendiente de sus amigos, sino del hombre que había estado a punto de pegar a Peter. El modo en que lo miraba estremeció a Lee. Había tanto dolor en sus ojos, tanta traición...
—Eres un canalla —susurró ___________. Entonces, empezó a andar hacia el lado contrario. Sin embargo, él la agarró por el brazo.
—Espera, ___________...
Ella negó con la cabeza y siguió andando tan rápidamente como se lo permitían sus altos tacones. En un abrir y cerrar de ojos, salió del hotel. El hombre pareció apenarse mucho. Entonces, les dedicó a los tres una mirada furiosa y salió corriendo detrás de ___________. Cuando se hubo marchado, Peter se derrumbó contra una pared.
—Creo que la hemos fastidiado —dijo.
—¿Tú crees? —le espetó Lee, con la voz llena de ironía.
___________ estaba de pie, en la acera, tratando de parar un taxi. Las lágrimas le nublaban la visión...
Acababa de comprender que Joe sabía su apellido. Más que eso. Conocía a sus amigos. Lo sabía todo y nunca le había dicho ni una sola palabra. ¿Cómo podía haber sido tan estúpida?
—___________...
—No te acerques a mí —susurró, al ver que era Joe.
—___________, espera, no lo comprendes.
—¿Qué tengo que comprender? —replicó ella, zafándose de él cuando le tiró del brazo—. Me has mentido.
—¿Mentirte? No tengo ni idea de lo que está pasando.
—¿No? Entonces, ¿cómo es que conoces a mis amigos?
—No los conozco. No los había visto en toda mi vida. Pensaba que eran periodistas.
—Por favor... No insultes mi inteligencia.
—Si te paras a pensar un momento, verás que...
—¿Que he confiado en ti?
—Eso no es cierto —replicó él, mirándola con frialdad—. Nunca confiaste en mí.
—Pero yo...
—Ni siquiera me dijiste tu apellido...
Él la miró con el rostro lleno de desilusión. ___________ deseó que aquellos últimos quince minutos desaparecieran. No. Tendría que retirarlo todo.
Joe tenía razón. Nunca había confiado en él.
—Joe...
—Es inútil, ___________. No puedo hacerlo. No puedo estar con alguien que no confía en mí. Que no se puede abrir conmigo.
—Yo quiero hacerlo.
—Mira, no sé cuál es tu secreto. Hasta hace cinco minutos, no me importaba. Te habría seguido amando aunque hubieras sido una atracadora de bancos, pero no se trata de eso, ¿verdad? Todo se reduce a la confianza. Sin ella, no hay nada —añadió, antes de darse la vuelta y empezar a marcharse.
Tenía razón. ___________ comprendió que había puesto en peligro su relación y que... lo había perdido todo.
—Joe... —susurró. Él se detuvo, pero no se volvió—. Mi apellido es Carrington. ___________ Carrington.
Los segundos pasaron mientras ella rezaba para que Joe regresara con ella. Su plegaria fue contestada. Desgraciadamente, Dios dijo no.
Joe se estaba tomando un whisky mientras contemplaba la espectacular vista que tenía desde su apartamento. En realidad, no estaba viendo nada. Excepto a ella.
___________ Carrington. El nombre le había resultado familiar, pero no había podido localizarlo. Al llegar a casa, había realizado una búsqueda en internet. Entonces, lo comprendió todo. Era una mujer extraordinariamente rica, pero Joe, por experiencia propia y por la de sus clientes, conocía las desventajas. Tenía toda la razón del mundo para mostrarse reticente, pero hasta cierto punto. Después de tantas semanas, de la intimidad que habían compartido, no parecía conocerlo. Solamente se acostaban juntos. Nada más. Su error había sido enamorarse de ella. El teléfono lo sobresaltó. No sabía si contestar. No quería hablar con nadie. Al final, decidió levantar el auricular.
—¿Sí?
—Joe. Tenemos que hablar.
—Ahora, no, Jane, ¿de acuerdo?
—Ahora.
—No estoy de humor.
—Es una pena, porque voy a ir a verte de todos modos.
En aquel momento, oyó que alguien metía una llave en la cerradura. Se lamentó inmediatamente de haberle dado a Charley una llave de su casa. Jane entró enseguida, con el teléfono móvil todavía en la mano. Charley la siguió y cerró la puerta.
—¿Qué estás bebiendo?
—Whisky —respondió él. Jane arrugó la nariz.
—¿Tienes leche?
Joe asintió. Jane se volvió a Charley. Entonces, le apretó la mano como si quisiera darle alguna señal y se marchó a la cocina. Entonces, Charley se sentó en el sofá, muy cerca de la butaca en la que Joe estaba sentado.
—¿Qué es lo que pasa? Normalmente no venís así a mi casa, especialmente no cuando yo estoy dentro.
—Técnicamente, no... Diablos. No se trata de eso.
—¿Entonces de qué?
—Has estado saliendo con alguien. Con ___________ Carrington.
—¿Cómo lo sabes?
—Por Jane.
—¿Es que ahora es adivina?
—No. Conoció a una mujer en la consulta del ginecólogo. Empezaron a hablar. Jane le habló sobre ti y la otra mujer le dijo que tenía una amiga... Decidieron tratar de presentaros. La mujer que Jane conoció era amiga de ___________.
—¡La embarazada!
—Claro.
—¿Me estás diciendo que se conocieron accidentalmente?
—Sí. Cuando Jane se enteró de lo que había ocurrido en el hotel cuando fue a sus clases de preparación al parto, a las que también va la otra mujer, insistió en que viniéramos. ¿Qué ocurrió exactamente?
—Fui un estúpido...
Joe tomó otro sorbo de whisky. Charley lo miró fijamente. En aquel momento, Jane entró con su vaso de leche.
—Hablad...
—¿Sobre qué?
—Sobre ___________ ¿llevas viéndola mucho tiempo? ¿Por qué no nos hablaste de ella?
—La verdad es que no supe quién era hasta hoy mismo. Se suponía que era algo íntimo... Por lo demás, no hay mucho que decir. Nos veíamos los miércoles por la noche...
—¿Para...? —preguntó Jane. Joe asintió—. Genial.
—No salió como habíamos esperado.
—¿Por qué no?
—Se suponía que tenía que ser solo sexo, sin ataduras, pero estas empezaron a surgir...
—¿Qué clase de ataduras?
—Nada de especial. Yo me enamoré de ella, lo que es una locura, porque ni siquiera la conozco.
—No es ninguna locura. Charley se enamoró de mí cuando yo creía que era otra persona.
—Eso también fue una locura.
—Pero mira qué estupendos resultados.
—Desgraciadamente, yo no soy Charley, ni tengo tan buena suerte.
—No conozco a ___________, pero conozco a sus amigos. Todos son buenas personas. Y la quieren mucho. No hablan más que maravillas sobre ella. De hecho, sin saber todo esto, estábamos convencidos de que los dos os enamoraríais.
—¿Cómo dices?
—Creíamos que era cosa del destino. ¿Cómo si no podría explicarse?
—Jane, esa mujer no confió en mí lo suficiente ni para decirme su apellido.
—¿Y qué? Se tarda tiempo en conocer a una persona. Dile que estás enamorado de ella.
—Eso no es lo que ella quiere.
—Sí que lo es. Te lo prometo.
—¿Cómo lo sabes? Tú misma has dicho que no la conocías.
—Te conozco a ti —dijo Jane, dejando el vaso encima de la mesa—. Sé el tiempo que llevas buscando a la mujer adecuada y que nunca has encontrado lo que estabas buscando. ¿Te has parado a pensar que, tal vez no conocer a ___________ te dio tiempo para conocerla? ¿Para amarla? Si te lo hubiera dicho todo al principio, seguro que habrías encontrado una razón para dejarla.
—Sí, tal vez tengas razón.
—¿Te has parado a pensar también que podría ser que te estés aferrando a cualquier cosa para escapar?
—Sí, también se me ha ocurrido.
Capítulo XX
___________ se secó los ojos. Afortunadamente no se había puesto rimel, porque si no, en aquellos momentos lo tendría por toda la cara.
—¿Es que acaso creías que no te apoyaríamos? —le preguntó Lee.
—No. No era nada de eso. Era solo que quería que fuera algo íntimo. Nunca quise que fuera nada más que sexo.
—La cuestión es —dijo Peter, desde el sofá—, qué es lo que vas a hacer ahora.
—¿A que te refieres? El me ha dejado. Se ha terminado todo.
—Cuéntanos lo que pasó —dijo Katy.
—Ya lo he hecho.
—Con detalles.
—Él me dijo que yo no confiaba en él —susurró, tras tomar un sorbo de zumo de naranja—.
Que nunca había confiado en él y que no podía haber una relación cuando no existía confianza.
—¿Y? —preguntó Ben.
—y ¿qué?
—Tiene que haber más.
—Me dijo que no sabía cuál era mi secreto y que, hasta aquel momento, no le había importado. Me dijo que me habría amado de todos modos...
___________ dejó de hablar. Le pareció notar que Lee miraba a Katy y que Peter hacía lo mismo con Ben. Y que Trevor miraba a Lee.
—___________ —dijo Lee—, ¿acabas de decir lo que creo que has dicho?
___________ asintió lentamente. En aquel momento, Peter se puso de pie.
—Eso lo cambia todo, ¿no te parece? —afirmó.
—¿Tú crees? A pesar de todo se marchó, Peter. No me di cuenta de lo mucho que estaba perdiendo hasta que no fue demasiado tarde.
A pesar de haber terminado su consulta, Joe seguía en su despacho, pensando en ___________. Era mejor que la situación se hubiera terminado. Al fin y al cabo, era solo sexo. Había sacado la situación de contexto y la había convertido en algo muy romántico, lo que estaba lejos de la realidad.
Si aquello era cierto, ¿por qué se sentía tan mal, como si hubiera perdido algo que le era vital? ¿De verdad estaba enamorado de ella? Estaba seguro de que así era, pero necesitaba su confianza. Solo con eso, la relación sena sólida y podrían salir adelante.
Cerró los ojos. Una vez más, estaba analizando en exceso el tema. Lo llevaba haciendo toda la semana. Además, ¿qué sabía él del amor? Nada, a excepción de lo bien que se sentía cuando estaba con ella... Sin embargo, también necesitaba que ella se apoyara en él, que confiara en él... En aquel momento, el teléfono móvil empezó a sonar.
—Doctor Jonas al habla.
—Joe, soy Charley.
—¿Qué pasa?
—Jane está de parto. ¿Puedes venir al hospital?
—Estaré allí dentro de veinte minutos
Rápidamente, agarró el abrigo y salió corriendo. Su ahijado venía de camino. Deseó poder compartir aquel sentimiento con ___________...
El teléfono no dejaba de sonar, así que ___________ tuvo que salir de la bañera y contestar Estaba allí, relajándose con una mascarilla de barro verde. Podría ser Joe... Sabía que solo era un sueño, pero, aun así...Además, sabía que él no habría llamado tantas veces seguidas. Se habría limitado a dejar un mensaje en el contestador.
—¿Sí?
—Gracias a Dios...
—Peter, ¿qué te pasa?
—Katy se ha puesto de parto.
—¿Cómo?
—Está en el hospital y quiere que vayas. Yo me reuniré allí contigo, ¿de acuerdo?
—Sí, sí, claro.
Cuando colgó el teléfono, le temblaba todo el cuerpo. Rápidamente, se puso unos vaqueros, un jersey y unos zapatos, agarró el bolso y bajó corriendo a la calle. En taxi, solo tardaría quince minutos. En aquellos momentos, deseó que Joe estuviera a su lado...
El taxi tardó treinta y cinco minutos a causa del tráfico. ___________ se subía por las paredes.
Cuando por fin llegaron al hospital, pagó rápidamente al taxista, que la miraba de un modo muy raro, y entró corriendo en el vestíbulo. Allí, tomó un ascensor y subió a la planta de maternidad.
Mientras ascendía pensó que no quería ver el parto, pero le habría gustado estar al lado de su amiga desde el principio.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron por fin en la cuarta planta, siguió una flechas rojas que llevaban hasta maternidad. Al llegar, vio sentados en los sofás de la sala de espera a Peter, a Andy, a Lee, a Trevor, a dos hombres que no había visto nunca antes... y a Joe.
—¿Qué estás haciendo tú aquí?
—Mi amiga está a punto de tener un hijo — respondió él.
—¿Jane?
—Sí. Menuda coincidencia, ¿verdad?
—Sí, parece que nos ocurren demasiadas —susurró ella.
—¿___________? —le dijo Peter, poniéndose de pie—. ¿Podría hablar contigo?
—¿Es que no puede esperar?
Peter miró a Lee y a Trevor y se encogió de hombros.
—Claro.
—¿Es que acaso creías que no te apoyaríamos? —le preguntó Lee.
—No. No era nada de eso. Era solo que quería que fuera algo íntimo. Nunca quise que fuera nada más que sexo.
—La cuestión es —dijo Peter, desde el sofá—, qué es lo que vas a hacer ahora.
—¿A que te refieres? El me ha dejado. Se ha terminado todo.
—Cuéntanos lo que pasó —dijo Katy.
—Ya lo he hecho.
—Con detalles.
—Él me dijo que yo no confiaba en él —susurró, tras tomar un sorbo de zumo de naranja—.
Que nunca había confiado en él y que no podía haber una relación cuando no existía confianza.
—¿Y? —preguntó Ben.
—y ¿qué?
—Tiene que haber más.
—Me dijo que no sabía cuál era mi secreto y que, hasta aquel momento, no le había importado. Me dijo que me habría amado de todos modos...
___________ dejó de hablar. Le pareció notar que Lee miraba a Katy y que Peter hacía lo mismo con Ben. Y que Trevor miraba a Lee.
—___________ —dijo Lee—, ¿acabas de decir lo que creo que has dicho?
___________ asintió lentamente. En aquel momento, Peter se puso de pie.
—Eso lo cambia todo, ¿no te parece? —afirmó.
—¿Tú crees? A pesar de todo se marchó, Peter. No me di cuenta de lo mucho que estaba perdiendo hasta que no fue demasiado tarde.
A pesar de haber terminado su consulta, Joe seguía en su despacho, pensando en ___________. Era mejor que la situación se hubiera terminado. Al fin y al cabo, era solo sexo. Había sacado la situación de contexto y la había convertido en algo muy romántico, lo que estaba lejos de la realidad.
Si aquello era cierto, ¿por qué se sentía tan mal, como si hubiera perdido algo que le era vital? ¿De verdad estaba enamorado de ella? Estaba seguro de que así era, pero necesitaba su confianza. Solo con eso, la relación sena sólida y podrían salir adelante.
Cerró los ojos. Una vez más, estaba analizando en exceso el tema. Lo llevaba haciendo toda la semana. Además, ¿qué sabía él del amor? Nada, a excepción de lo bien que se sentía cuando estaba con ella... Sin embargo, también necesitaba que ella se apoyara en él, que confiara en él... En aquel momento, el teléfono móvil empezó a sonar.
—Doctor Jonas al habla.
—Joe, soy Charley.
—¿Qué pasa?
—Jane está de parto. ¿Puedes venir al hospital?
—Estaré allí dentro de veinte minutos
Rápidamente, agarró el abrigo y salió corriendo. Su ahijado venía de camino. Deseó poder compartir aquel sentimiento con ___________...
El teléfono no dejaba de sonar, así que ___________ tuvo que salir de la bañera y contestar Estaba allí, relajándose con una mascarilla de barro verde. Podría ser Joe... Sabía que solo era un sueño, pero, aun así...Además, sabía que él no habría llamado tantas veces seguidas. Se habría limitado a dejar un mensaje en el contestador.
—¿Sí?
—Gracias a Dios...
—Peter, ¿qué te pasa?
—Katy se ha puesto de parto.
—¿Cómo?
—Está en el hospital y quiere que vayas. Yo me reuniré allí contigo, ¿de acuerdo?
—Sí, sí, claro.
Cuando colgó el teléfono, le temblaba todo el cuerpo. Rápidamente, se puso unos vaqueros, un jersey y unos zapatos, agarró el bolso y bajó corriendo a la calle. En taxi, solo tardaría quince minutos. En aquellos momentos, deseó que Joe estuviera a su lado...
El taxi tardó treinta y cinco minutos a causa del tráfico. ___________ se subía por las paredes.
Cuando por fin llegaron al hospital, pagó rápidamente al taxista, que la miraba de un modo muy raro, y entró corriendo en el vestíbulo. Allí, tomó un ascensor y subió a la planta de maternidad.
Mientras ascendía pensó que no quería ver el parto, pero le habría gustado estar al lado de su amiga desde el principio.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron por fin en la cuarta planta, siguió una flechas rojas que llevaban hasta maternidad. Al llegar, vio sentados en los sofás de la sala de espera a Peter, a Andy, a Lee, a Trevor, a dos hombres que no había visto nunca antes... y a Joe.
—¿Qué estás haciendo tú aquí?
—Mi amiga está a punto de tener un hijo — respondió él.
—¿Jane?
—Sí. Menuda coincidencia, ¿verdad?
—Sí, parece que nos ocurren demasiadas —susurró ella.
—¿___________? —le dijo Peter, poniéndose de pie—. ¿Podría hablar contigo?
—¿Es que no puede esperar?
Peter miró a Lee y a Trevor y se encogió de hombros.
—Claro.
Bue espero que les guste
Las amo, gracias por su paciencia...
si dejan muchos coments les subo otro más :D
Niinny Jonas
Las amo, gracias por su paciencia...
si dejan muchos coments les subo otro más :D
Niinny Jonas
NiinnyJonas
Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
AAAAAAAAAAAA
como la dejas asiii ?
omg ..
se pelearon u.u
pero ..
ahora esta juntos de nuevo
aii plis ....
que se arreglen !
amee los caps
ssiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
como la dejas asiii ?
omg ..
se pelearon u.u
pero ..
ahora esta juntos de nuevo
aii plis ....
que se arreglen !
amee los caps
ssiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
me encantaron los capi
lo que no megusto fue que se peliaran
si los dos se aman
segui pronto :D
lo que no megusto fue que se peliaran
si los dos se aman
segui pronto :D
aranzhitha
Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Se separaron? :(
Por una estupidez encima
Bueno...Igual el destino parece qu los quiere juntos XD
Seguila!
Por una estupidez encima
Bueno...Igual el destino parece qu los quiere juntos XD
Seguila!
Lulajonatica
Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
AHHHH QUE BUENOS CAPITULOS...
SOY ADICTA A ESTA NOVELA PORQFA SEGUILA PRONTO :D
SOY ADICTA A ESTA NOVELA PORQFA SEGUILA PRONTO :D
DaaiJb
Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Gracias mis hermosas por sus comentarios tan lindos, ahora les dejo cap :D les aviso que ya se acerca el final D:
Niinny Jonas
Niinny Jonas
NiinnyJonas
Re: Solo los miercoles (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Capítulo XXI
Estaba a punto de darle las gracias a su amigo cuando Joe se acercó a ella. ___________ se quedó helada. No sabía cómo reaccionar dado que no estaba preparada para aquello. Todavía se sentía algo insegura de sí misma, no de Joe. Si pudiera encontrar las palabras adecuadas...
Entonces, Joe sonrió y todo encajó perfectamente. La confusión desapareció y las dudas se esfumaron. Supo, sin lugar a dudas, que estaba enamorada de él. Que lo amaba con todo su corazón.
—Me alegro de que estés aquí —susurró él.
—¿De verdad?
—Sí. He estado pensando mucho en los últimos días...
—¿Tú también?
—Sí. Esta situación no es nada fácil, hay complicaciones.
—Claro —musitó ella, tratando de mantener la compostura—. Complicaciones —añadió. Una vez más, se había equivocado. Era una estúpida...
—No importa. Así era... la... la situación.
—___________, te estoy diciendo que lo nuestro es complicado, no que se haya terminado, al menos por mi parte, pero si tú...
—¿Qué?
—He dicho que si tú...
—Antes de eso.
—Bueno, he dicho que no quería que lo nuestro se terminara.
—¿De verdad?
Joe negó con la cabeza. Sin poder resistirse, ___________ dejó caer el bolso y el abrigo, que llevaba en la mano, y se lanzo a sus brazos. El la estrecho con fuerza, haciendo que ella casi no pudiera ni respirar.
—¿Cielo?
—¿Sí?
—He estado pensando en unas cuantas cosas.
—Tú dirás.
—En primer lugar, la gente nunca conoce al resto de la gente, y mucho menos al principio. Eso lleva mucho tiempo. Años, tal vez— afirmó él. ___________ asintió—. Lo que importa es el vínculo que haya entre dos personas, el modo en que se enfrentan a la vida y los sueños que comparten.
—Tienes razón.
—Verás. Yo creo... creo... creo que tú y yo... tenemos ese vínculo.
—Yo también lo creo.
—y que compartimos muchos sueños.
—Así es.
—y creo que quiero pasar el resto de mi vida tratando de conocerte.
Al escuchar aquellas palabras, ___________ se puso a llorar. Estaba segura de que él había hablado en serio, que la quería, a pesar de sus miedos y sus temores.
—Yo también lo deseo —susurró.
—¿De verdad?
—Sí. Te enamoraste de mí sin saber mi apellido.
—¿Cómo iba a poder evitarlo?
—Yo por mi parte, me enamoré de ti en aquella tienda.
—¿El primer día?
—Sí. No quería admitirlo, pero así ocurrió. Tan rápido... Joe, ¿no te parece que deberíamos besarnos?
Joe sonrió tímidamente.
—¿Es por mis amigos?
—No exactamente.
—Entonces, ¿por qué?
Joe le pasó un dedo por la mejilla y se lo mostró. Estaba completamente verde... Se parecía tanto al color de la mascarilla de barro que solía aplicarse...
—¡Oh, no! Se me había olvidado que me la había aplicado. Salí corriendo con tanta prisa... Dios mío...
Sus amigos se echaron a reír al ver cómo trataba de encontrar frenéticamente el cuarto de baño. No dejó de correr hasta que no se encontró delante del lavabo.
Verde... No era de extrañar que el taxista la hubiera mirado con aquella cara. ¡Qué vergüenza! Nunca se había sentido tan humillada. Joe debía de creerse que era una idiota. ¿Qué clase de persona sale a la calle con la mascarilla puesta?
A ciegas, buscó unas toallas de papel para secarse la cara. Alguien le colocó unas cuantas en una mano. Al abrir los ojos, se dio cuenta de que había sido Joe...
—Oh.
—¿Sabes una cosa? Te querría aunque tuvieras el rostro morado.
Entonces, la tomó entre sus brazos y la besó apasionadamente. ___________ se sintió feliz. Por fin había encontrado al hombre de su vida...
Un «ahh» colectivo los hizo volverse hacia la puerta. Allí, en la puerta del aseo de señoras de la maternidad estaban sus amigos. Lee, Trevor, Peter, Andy, y Katy. Además, había otra mujer embarazada, que debía de ser Jane, y un hombre, que debía de ser Charley.
—Un momento, Katy. ¿No se suponía que estabas de parto?
Katy se sonrojó.
—Bueno, sobre eso... No se nos ocurrió un modo mejor que reuniros a los dos.
—¿De verdad? —le preguntó Joe a Jane—.¿Y tú tampoco vas a dar a luz esta noche?
—No, pero ha salido bien, ¿verdad? Los dos estáis juntos. Y os queréis. Es maravilloso.
—Supongo que sí —susurró Joe, apretando el hombro de ___________
—¿Cómo que supones que sí? —le espetó Jane. Todo el mundo se echó a reír menos Katy, que estaba todavía más roja que antes.
—¿Chicos? ¿Sabéis una cosa?
Sin más explicaciones, miró a su marido. Este la agarró por el brazo y se la llevó a buscar a la enfermera de guardia, seguidos de todos los demás. Por fm, Joe y ___________ volvieron a quedarse solos.
—¿Quieres casarte conmigo? —preguntó él.
—Sí...
—Espero que eso no signifique que nos vayamos a olvidar de lo de las mil y una noches...
—Claro que no. Mañana mismo voy a llamar al hotel y les voy a pedir que nos reserven nuestra suite para... para siempre.
—Para siempre. ¡Qué bonita palabra!
Entonces, Joe sonrió y todo encajó perfectamente. La confusión desapareció y las dudas se esfumaron. Supo, sin lugar a dudas, que estaba enamorada de él. Que lo amaba con todo su corazón.
—Me alegro de que estés aquí —susurró él.
—¿De verdad?
—Sí. He estado pensando mucho en los últimos días...
—¿Tú también?
—Sí. Esta situación no es nada fácil, hay complicaciones.
—Claro —musitó ella, tratando de mantener la compostura—. Complicaciones —añadió. Una vez más, se había equivocado. Era una estúpida...
—No importa. Así era... la... la situación.
—___________, te estoy diciendo que lo nuestro es complicado, no que se haya terminado, al menos por mi parte, pero si tú...
—¿Qué?
—He dicho que si tú...
—Antes de eso.
—Bueno, he dicho que no quería que lo nuestro se terminara.
—¿De verdad?
Joe negó con la cabeza. Sin poder resistirse, ___________ dejó caer el bolso y el abrigo, que llevaba en la mano, y se lanzo a sus brazos. El la estrecho con fuerza, haciendo que ella casi no pudiera ni respirar.
—¿Cielo?
—¿Sí?
—He estado pensando en unas cuantas cosas.
—Tú dirás.
—En primer lugar, la gente nunca conoce al resto de la gente, y mucho menos al principio. Eso lleva mucho tiempo. Años, tal vez— afirmó él. ___________ asintió—. Lo que importa es el vínculo que haya entre dos personas, el modo en que se enfrentan a la vida y los sueños que comparten.
—Tienes razón.
—Verás. Yo creo... creo... creo que tú y yo... tenemos ese vínculo.
—Yo también lo creo.
—y que compartimos muchos sueños.
—Así es.
—y creo que quiero pasar el resto de mi vida tratando de conocerte.
Al escuchar aquellas palabras, ___________ se puso a llorar. Estaba segura de que él había hablado en serio, que la quería, a pesar de sus miedos y sus temores.
—Yo también lo deseo —susurró.
—¿De verdad?
—Sí. Te enamoraste de mí sin saber mi apellido.
—¿Cómo iba a poder evitarlo?
—Yo por mi parte, me enamoré de ti en aquella tienda.
—¿El primer día?
—Sí. No quería admitirlo, pero así ocurrió. Tan rápido... Joe, ¿no te parece que deberíamos besarnos?
Joe sonrió tímidamente.
—¿Es por mis amigos?
—No exactamente.
—Entonces, ¿por qué?
Joe le pasó un dedo por la mejilla y se lo mostró. Estaba completamente verde... Se parecía tanto al color de la mascarilla de barro que solía aplicarse...
—¡Oh, no! Se me había olvidado que me la había aplicado. Salí corriendo con tanta prisa... Dios mío...
Sus amigos se echaron a reír al ver cómo trataba de encontrar frenéticamente el cuarto de baño. No dejó de correr hasta que no se encontró delante del lavabo.
Verde... No era de extrañar que el taxista la hubiera mirado con aquella cara. ¡Qué vergüenza! Nunca se había sentido tan humillada. Joe debía de creerse que era una idiota. ¿Qué clase de persona sale a la calle con la mascarilla puesta?
A ciegas, buscó unas toallas de papel para secarse la cara. Alguien le colocó unas cuantas en una mano. Al abrir los ojos, se dio cuenta de que había sido Joe...
—Oh.
—¿Sabes una cosa? Te querría aunque tuvieras el rostro morado.
Entonces, la tomó entre sus brazos y la besó apasionadamente. ___________ se sintió feliz. Por fin había encontrado al hombre de su vida...
Un «ahh» colectivo los hizo volverse hacia la puerta. Allí, en la puerta del aseo de señoras de la maternidad estaban sus amigos. Lee, Trevor, Peter, Andy, y Katy. Además, había otra mujer embarazada, que debía de ser Jane, y un hombre, que debía de ser Charley.
—Un momento, Katy. ¿No se suponía que estabas de parto?
Katy se sonrojó.
—Bueno, sobre eso... No se nos ocurrió un modo mejor que reuniros a los dos.
—¿De verdad? —le preguntó Joe a Jane—.¿Y tú tampoco vas a dar a luz esta noche?
—No, pero ha salido bien, ¿verdad? Los dos estáis juntos. Y os queréis. Es maravilloso.
—Supongo que sí —susurró Joe, apretando el hombro de ___________
—¿Cómo que supones que sí? —le espetó Jane. Todo el mundo se echó a reír menos Katy, que estaba todavía más roja que antes.
—¿Chicos? ¿Sabéis una cosa?
Sin más explicaciones, miró a su marido. Este la agarró por el brazo y se la llevó a buscar a la enfermera de guardia, seguidos de todos los demás. Por fm, Joe y ___________ volvieron a quedarse solos.
—¿Quieres casarte conmigo? —preguntó él.
—Sí...
—Espero que eso no signifique que nos vayamos a olvidar de lo de las mil y una noches...
—Claro que no. Mañana mismo voy a llamar al hotel y les voy a pedir que nos reserven nuestra suite para... para siempre.
—Para siempre. ¡Qué bonita palabra!
Mis bellas, ese era el último capítulo, luego les subo el Epílogo...
Las amo mucho...
Pronto subire otra y espero me acompañen en esa nueva aventura....
Gracias
Niinny Jonas
Las amo mucho...
Pronto subire otra y espero me acompañen en esa nueva aventura....
Gracias
Niinny Jonas
NiinnyJonas
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