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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
insanity house { nc
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Re: insanity house { nc
Adoro tu escritura, a Julianne, a Migthy, a tí El capitulo estuvo demasiado genial Demasiado para mi cuerpo (?
Realmente adoro tu hermosa escritura, de verdad
Espero a la próxima.
Realmente adoro tu hermosa escritura, de verdad
Espero a la próxima.
Bloom.
Re: insanity house { nc
Kirk fue realmente bueno. Amó como es Julianne con Migthy tan playa, pero me encanta xd
Pequeña Fer te espero con ansias
Sí se aman, yo lo sé ajdhaskjhdajkshasdaEra la primera vez que se compartían algo sincero, una sonrisa.
Pequeña Fer te espero con ansias
Verlarc.
Re: insanity house { nc
Aeee pero qué hermosos son esos dos con sus caracteres
Kirk, tu capítulo fue genial, amo con todo mi corazón la relación de Julianne Y Mighty, son la pareja perfecta
Y ambos sonrieron Eso me dejó a mí una sonrisa más grande que la de ellos, te lo prometo.
¿Me toca a mí?
Kirk, tu capítulo fue genial, amo con todo mi corazón la relación de Julianne Y Mighty, son la pareja perfecta
Y ambos sonrieron Eso me dejó a mí una sonrisa más grande que la de ellos, te lo prometo.
¿Me toca a mí?
Fery.
Re: insanity house { nc
Muchas gracias por todos sus comentarios, me harán llorar
Lo se, lo se... Julianne es una playa con Migthy pero hay que demostrar el poder, girls xd
Y Bloomy, tu sabes que yo amare mucho más tu escritura por siempre de los siempres :aah:
¡Feri, tu sigues!:3
Lo se, lo se... Julianne es una playa con Migthy pero hay que demostrar el poder, girls xd
Y Bloomy, tu sabes que yo amare mucho más tu escritura por siempre de los siempres :aah:
¡Feri, tu sigues!:3
Frey.
Re: insanity house { nc
Capítulo 014
—¿Podrías dejar de mirar mi habitación como si la estuvieras examinando? –le preguntó Hiboux a Kiara mientras se quitaba sus lentes de lectura.
—No –replicó ella-. No lo haré porque efectivamente la estoy examinando.
—Sí, pero llevas alrededor de 15 minutos haciéndolo –dijo él y soltó un bufido. Eso solo hizo que se ganara una mirada reprobatoria por parte de la chica.
—Es que simplemente no puedo entenderlo. Nada tiene sentido aquí.
—¿A qué te refieres?
—Es decir, ustedes han estado aquí durante quién sabe cuánto tiempo, ¿y nadie ha encontrado una salida? Ustedes chicos deben de ser realmente estúpidos.
—Oye –dijo Hiboux lentamente-. Quizás no todos son tan listos como yo, pero tampoco es para que los llames estúpidos. Si fuéramos tan estúpidos como dices, ¿no crees que ya nos habríamos matado aquí los unos a los otros?
—Vale, quizás –dijo ella pensativa-. Pero, entonces tú no eres tan inteligente como dices, ¡debe de haber un modo de salir!
Hiboux se puso lentamente de pie y el corazón de la chica dio un pequeño salto. Él era muchísimo más alto que ella, le sacaba mínimo una cabeza. Era delgado, sus hombros anchos y su rostro demasiado sereno. Demasiado lindo para su propio bien.
—Te propongo un reto –le susurró Hiboux-. Si logras encontrar una salida en menos de dos semanas, haré lo que tú me pidas, no importa qué tan humillantes para mí sean las consecuencias –ella solamente pudo pasar saliva, pero Hiboux aún no terminaba-. Sin embargo, querida, no creo que lo logres. Se ve que eres de mente débil y cerrada, no llegarás demasiado lejos.
—Eres. Un. Idiota –dijo Kiara con la mandíbula apretada-. Lo lograré, pequeño Búho, tenlo por seguro que lo lograré y cuando lo haga, sufrirás.
Hiboux no pudo evitar reír.
La chica era tenaz y aguerrida. Su cuerpo era pequeño, pero su espíritu fuerte. Eso se notaba a kilómetros. Hiboux estaba seguro que sería entretenido tenerla ahí con él, aunque no estaba muy seguro sobre cómo lo hacía sentir eso.
Ambos se miraban fijamente, era como un reto personal, ninguno de los dos estaba dispuesto a separar la vista pero un gran alboroto se escuchaba fuera de su habitación y eso hizo que Hiboux caminara hacia la puerta. Kiara aprovechó para rondar nuevamente la habitación.
—¿Estás seguro de que no hay ninguna puerta secreta o algo por el estilo? –le preguntó mientras tentaba las paredes.
—Cien por ciento seguro, las he revisado millones de veces. Nada.
—¿Y debajo de la cama?
—¿Hablas en serio, Kiara? –Hiboux frunció el ceño-. ¿Crees que la salida está debajo de la cama?
—¡Jamás hay que desechar opciones! –dijo ella e Hiboux rodó los ojos. Kiara ladeó la cabeza al darse cuenta de algo que no había notado-. Oye, Hiboux.
—¿Sí? –dijo sin darle mucho importancia.
—¿Por qué solamente hay una cama?
Eso hizo que Hiboux abriera los ojos de par en par y mirara a todos lados de la habitación. Efectivamente había solamente una cama.
—No lo sé, no me había dado cuenta de eso.
—¿Y dónde se supone que dormirás?
—Pues en mi cama –dijo Hiboux categórico.
—No, en la cama dormiré yo.
—Oye niña, esa es MÍ cama. Puedes pedirle a Prince uno de sus cofres, quizás quepas dentro de uno, no eres muy grande que digamos.
—¡Idiota! Dormiré en esa cama, Búho. No me importa lo que digas.
—Yo no soy un caballero, ese es Prince, él tiene algo de medieval. O en todo caso Amado. ¡Yo no! Dormiré en la cama te guste o no.
—Genial, entonces dormiremos en la misma cama –respondió ella no muy convencida.
Él estaba a punto de replicar justo cuando la voz de Crow resonó al otro lado de la puerta.
—¡Reunión, Hiboux! ¡Nuevo mensaje de nuestros captores!
Kiara e Hiboux intercambiaron una mirada de confusión y caminaron hacia la puerta para salir de la habitación. La sala estaba convertida en un completo mitin, el alboroto era enorme y realmente nadie decía nada. La llegada de las chicas había alterado un poco la mente y, aunque no lo quisieran admitir, también las hormonas de los chicos.
Kiara examinó a todos los presentes tal como lo había hecho con la habitación de Hiboux. Había ahí seis chicas y seis chicos contándose ella misma. Los chicos parecían estar en su mundo, pero el resto de las chicas parecían haber tomado la misma actitud evaluadora. Todas vestían la misma estúpida ropa blanca y ninguna se veía lo suficientemente amable como para entablar una amistad, aunque en realidad Kiara no quería socializar con ninguna. Lo único que quería era salir. Salir de esa tonta casa a la cual, desgraciadamente, acababa de llegar.
La voz de Cuervo se alzó ante todos en la sala para lograr aplacar un poco las cosas.
—¡Tenemos que hablar!
—No debes gritar… –habló una voz detrás de Crow. Kiara lo miró, el chico vestía ropa en colores rosas y rojos. Por las leves descripciones que le había dado Hiboux anteriormente supuso que ese chico era Amado.
—Nenita –replicó Cuervo con tono de burla.
—¿Nos llamas para nada? –dijo otro. Kiara lo identificó rápidamente: Prince. Él era el más sencillo de reconocer. La corona y las joyas hablaban por sí solas.
—No es para nada, princesa. A menos que no te parezca relevante la llegada de ellas –comentó Cuervo mientras señalaba a cada chica con un gesto desdeñoso.
La chica de profundos ojos azules que se encontraba detrás de Prince lo tomó del hombro y le dijo algo al oído. Se veía a leguas que había demasiada confidencialidad entre ambos. Kiara rodó los ojos.
Hiboux miró a Kiara mientras realizaba esa acción y apretó los labios.
—No hagas eso una vez más –le reprendió en un susurro-. ¿Sabes cuántas veces lo has hecho desde que llegaste? He perdido la cuenta. Si lo haces de nuevo, quizás se te salgan los ojos. Eso sería desagradable.
Kiara rodó los ojos una vez más, Hiboux solamente negó con la cabeza tristemente.
La chica de mirada marina ya había soltado a Prince, y ahora éste y Cuervo estaban enfrascados en una pelea sin mucho sentido. Fue Migthy quien puso orden en esta ocasión.
—Hablemos de lo que importa. Ellas están aquí para ayudarnos a salir y aún no sabemos cómo lo harán.
―Hay que suponer que ellas serán las que nos sacarán de la casa. Por lo que todas deben tener algo para salir, ¿qué es eso? –comentó Hiboux meditabundo. Todos guardaron silencio unos segundos como si estuviesen librando una batalla interna para decidir qué palabras usar, sin embargo, otra chica ojiazul y de cabellos carbón casi tan alta como Migthy fue quien rompió el silencio.
—Si creen que diré algo se equivocan.
—Yo tampoco diré una palabra, no confío en ninguno de ustedes –dijo otra.
—Yo no les diré nada, no creo que sea lo mejor –estuvo de acuerdo la chica que acompañaba a Prince y sin más, se dio la vuelta y comenzó a caminar rumbo a las escaleras.
—Esto es ridículo –se lamentó Prince, pero comenzó a seguirla.
Con su corona moviéndose un poco a la derecha a cada paso Prince caminaba detrás de su chica, pero Amado se apresuró hacia él y lo tomó del hombro mientras le susurraba algo que solo ellos podían escuchar. Hiboux dejó salir un suspiró de ligero fastidio.
—Ven conmigo –le dijo Kiara a Hiboux. Éste la miró con una ceja levantada.
—¿A dónde?
—Estamos en una casa de la cual no podemos salir, Búho, ¿qué tan lejos crees tú que te puedo llevar? –Replicó y ambos comenzaron a caminar hacia su habitación-. No entiendo nada de lo que está sucediendo.
—Bueno, no creo que seas la única, todos tenemos nuestras dudas.
—Es que nadie tiene sentido, ¿cómo esperan que los saquemos de aquí? Ustedes tiene quién sabe con exactitud cuánto tiempo aquí y ahora quieren que nosotras, que acabamos de llegar, encontremos una llave mágica y los liberemos. Eso es demasiado estúpido.
—Cuida tu lenguaje Kiara, eres una dama –comentó con sarcasmo y ella le dedicó una mirada asesina-. Solo bromeaba, querida.
—Pues eres muy malo con eso –Kiara cruzó los brazos molesta.
—Bueno pues tú…
—Oye Hiboux –dijo Cuervo mientras se acercaba con un papel en su mano-. Lee esto –Hiboux tomó el papel y lo leyó.
—¿Qué dice? –preguntó Kiara, pero Hiboux la ignoró.
—¿Dónde está Prince?
—La princesa está con su princesa, creo.
—¡Prince! –gritó Hiboux.
Los tres caminaron rumbo a la sala, ahí se reunieron con el resto de los chicos. Prince llegó un poco después seguido de la chica que Kiara no podía soportar. Por algún motivo ella no le caía bien. En realidad, ninguna le caía bien.
Hiboux extendió a Prince el papel que Crow le había dado anteriormente. El de la corona lo tomó con una mueca y lo leyó.
“Su salida será encontrada basándonos en cada uno de ustedes. Por ello tenemos una serie de pruebas, diferente cada una de ellas y dedicada para todos y a su vez para uno.
Suerte.”
Debajo de esto, escrito con una caligrafía un poco más rústica y descuidada se leía lo siguiente:
“En el joyero del rey se perdieron tres joyas mientras el sastre trabajaba en las ropas del hijo del dueño. Las tres joyas se esfumaron y el ladrón no fue encontrado.
¿Quién fue este?”
—¿Qué tipo de mierda es esa? –soltó Cuervo irónicamente.
—Es algo de niños; un acertijo –explicó Hiboux-. Hay que pensar literalmente, es sencillo –Kiara rodó los ojos sin que él se diera cuenta.
—¿Ya tienes la respuesta? –preguntó impaciente una chica. Kiara la miró mientras entornaba los ojos. “Como si fuera tan sencillo resolver acertijos”, pensó.
—Julianne, dudo que en diez segundos ya sepa la respuesta -replicó Migthy cruzado de brazos y con expresión seria en el rostro. Su chica bufó.
—Esto es muy extraño –comentó Amado.
Prince silbó con todas sus fuerzas y habló en una asombrosa calma: ―Si quieren pensar, es mejor callar y hacer eso en sus mentes, no en voz alta mientras nos abarrotamos de inquietudes. Recomiendo que volvamos a nuestros lugares y que cuando tengamos una respuesta… La compartamos.
Prince y su chica una vez más intercambiaban susurros, pero al parecer nadie apare de Kiara lo notaba.
—Me parece justo –Hiboux hablaba sumido en sus pensamientos.
—Esto es ridículo y patético –gruñó Cuervo.
Kiara ya no quería escuchar más sobre ellos, así que tomó a Hiboux del brazo y lo arrastró hasta su habitación.
—Tranquila –le dijo Hiboux.
—¿Cómo quieres que esté tranquila? –le susurró con los dientes demasiado apretados.
—Tienes un pésimo carácter.
—No me importa Hiboux. Tenemos mucho que pensar.
Llegaron a la habitación y ambos entraron. Kiara cerró la puerta con seguro y se dejó caer en la cama. Hiboux en cambio, se acercó a su escritorio y tomó un lápiz y papel.
—¿Ya tienes una idea de que podría ser? –le preguntó él.
—No te das cuenta, ¿cierto?
—¿De qué, Kiara?
—El primer mensaje que leyó Prince decía que cada prueba estaba diseñada para todos y para uno. ¿Qué crees que quiera decir eso? –comentó con un tono que indicaba que la respuesta era demasiado obvia.
Las piezas dentro de la mente de Hiboux comenzaron a moverse, y repasó una vez más el acertijo. Entonces, se dio cuenta qué era lo que Kiara quería decir.
—Prince –susurró y ella asintió.
—No –replicó ella-. No lo haré porque efectivamente la estoy examinando.
—Sí, pero llevas alrededor de 15 minutos haciéndolo –dijo él y soltó un bufido. Eso solo hizo que se ganara una mirada reprobatoria por parte de la chica.
—Es que simplemente no puedo entenderlo. Nada tiene sentido aquí.
—¿A qué te refieres?
—Es decir, ustedes han estado aquí durante quién sabe cuánto tiempo, ¿y nadie ha encontrado una salida? Ustedes chicos deben de ser realmente estúpidos.
—Oye –dijo Hiboux lentamente-. Quizás no todos son tan listos como yo, pero tampoco es para que los llames estúpidos. Si fuéramos tan estúpidos como dices, ¿no crees que ya nos habríamos matado aquí los unos a los otros?
—Vale, quizás –dijo ella pensativa-. Pero, entonces tú no eres tan inteligente como dices, ¡debe de haber un modo de salir!
Hiboux se puso lentamente de pie y el corazón de la chica dio un pequeño salto. Él era muchísimo más alto que ella, le sacaba mínimo una cabeza. Era delgado, sus hombros anchos y su rostro demasiado sereno. Demasiado lindo para su propio bien.
—Te propongo un reto –le susurró Hiboux-. Si logras encontrar una salida en menos de dos semanas, haré lo que tú me pidas, no importa qué tan humillantes para mí sean las consecuencias –ella solamente pudo pasar saliva, pero Hiboux aún no terminaba-. Sin embargo, querida, no creo que lo logres. Se ve que eres de mente débil y cerrada, no llegarás demasiado lejos.
—Eres. Un. Idiota –dijo Kiara con la mandíbula apretada-. Lo lograré, pequeño Búho, tenlo por seguro que lo lograré y cuando lo haga, sufrirás.
Hiboux no pudo evitar reír.
La chica era tenaz y aguerrida. Su cuerpo era pequeño, pero su espíritu fuerte. Eso se notaba a kilómetros. Hiboux estaba seguro que sería entretenido tenerla ahí con él, aunque no estaba muy seguro sobre cómo lo hacía sentir eso.
Ambos se miraban fijamente, era como un reto personal, ninguno de los dos estaba dispuesto a separar la vista pero un gran alboroto se escuchaba fuera de su habitación y eso hizo que Hiboux caminara hacia la puerta. Kiara aprovechó para rondar nuevamente la habitación.
—¿Estás seguro de que no hay ninguna puerta secreta o algo por el estilo? –le preguntó mientras tentaba las paredes.
—Cien por ciento seguro, las he revisado millones de veces. Nada.
—¿Y debajo de la cama?
—¿Hablas en serio, Kiara? –Hiboux frunció el ceño-. ¿Crees que la salida está debajo de la cama?
—¡Jamás hay que desechar opciones! –dijo ella e Hiboux rodó los ojos. Kiara ladeó la cabeza al darse cuenta de algo que no había notado-. Oye, Hiboux.
—¿Sí? –dijo sin darle mucho importancia.
—¿Por qué solamente hay una cama?
Eso hizo que Hiboux abriera los ojos de par en par y mirara a todos lados de la habitación. Efectivamente había solamente una cama.
—No lo sé, no me había dado cuenta de eso.
—¿Y dónde se supone que dormirás?
—Pues en mi cama –dijo Hiboux categórico.
—No, en la cama dormiré yo.
—Oye niña, esa es MÍ cama. Puedes pedirle a Prince uno de sus cofres, quizás quepas dentro de uno, no eres muy grande que digamos.
—¡Idiota! Dormiré en esa cama, Búho. No me importa lo que digas.
—Yo no soy un caballero, ese es Prince, él tiene algo de medieval. O en todo caso Amado. ¡Yo no! Dormiré en la cama te guste o no.
—Genial, entonces dormiremos en la misma cama –respondió ella no muy convencida.
Él estaba a punto de replicar justo cuando la voz de Crow resonó al otro lado de la puerta.
—¡Reunión, Hiboux! ¡Nuevo mensaje de nuestros captores!
Kiara e Hiboux intercambiaron una mirada de confusión y caminaron hacia la puerta para salir de la habitación. La sala estaba convertida en un completo mitin, el alboroto era enorme y realmente nadie decía nada. La llegada de las chicas había alterado un poco la mente y, aunque no lo quisieran admitir, también las hormonas de los chicos.
Kiara examinó a todos los presentes tal como lo había hecho con la habitación de Hiboux. Había ahí seis chicas y seis chicos contándose ella misma. Los chicos parecían estar en su mundo, pero el resto de las chicas parecían haber tomado la misma actitud evaluadora. Todas vestían la misma estúpida ropa blanca y ninguna se veía lo suficientemente amable como para entablar una amistad, aunque en realidad Kiara no quería socializar con ninguna. Lo único que quería era salir. Salir de esa tonta casa a la cual, desgraciadamente, acababa de llegar.
La voz de Cuervo se alzó ante todos en la sala para lograr aplacar un poco las cosas.
—¡Tenemos que hablar!
—No debes gritar… –habló una voz detrás de Crow. Kiara lo miró, el chico vestía ropa en colores rosas y rojos. Por las leves descripciones que le había dado Hiboux anteriormente supuso que ese chico era Amado.
—Nenita –replicó Cuervo con tono de burla.
—¿Nos llamas para nada? –dijo otro. Kiara lo identificó rápidamente: Prince. Él era el más sencillo de reconocer. La corona y las joyas hablaban por sí solas.
—No es para nada, princesa. A menos que no te parezca relevante la llegada de ellas –comentó Cuervo mientras señalaba a cada chica con un gesto desdeñoso.
La chica de profundos ojos azules que se encontraba detrás de Prince lo tomó del hombro y le dijo algo al oído. Se veía a leguas que había demasiada confidencialidad entre ambos. Kiara rodó los ojos.
Hiboux miró a Kiara mientras realizaba esa acción y apretó los labios.
—No hagas eso una vez más –le reprendió en un susurro-. ¿Sabes cuántas veces lo has hecho desde que llegaste? He perdido la cuenta. Si lo haces de nuevo, quizás se te salgan los ojos. Eso sería desagradable.
Kiara rodó los ojos una vez más, Hiboux solamente negó con la cabeza tristemente.
La chica de mirada marina ya había soltado a Prince, y ahora éste y Cuervo estaban enfrascados en una pelea sin mucho sentido. Fue Migthy quien puso orden en esta ocasión.
—Hablemos de lo que importa. Ellas están aquí para ayudarnos a salir y aún no sabemos cómo lo harán.
―Hay que suponer que ellas serán las que nos sacarán de la casa. Por lo que todas deben tener algo para salir, ¿qué es eso? –comentó Hiboux meditabundo. Todos guardaron silencio unos segundos como si estuviesen librando una batalla interna para decidir qué palabras usar, sin embargo, otra chica ojiazul y de cabellos carbón casi tan alta como Migthy fue quien rompió el silencio.
—Si creen que diré algo se equivocan.
—Yo tampoco diré una palabra, no confío en ninguno de ustedes –dijo otra.
—Yo no les diré nada, no creo que sea lo mejor –estuvo de acuerdo la chica que acompañaba a Prince y sin más, se dio la vuelta y comenzó a caminar rumbo a las escaleras.
—Esto es ridículo –se lamentó Prince, pero comenzó a seguirla.
Con su corona moviéndose un poco a la derecha a cada paso Prince caminaba detrás de su chica, pero Amado se apresuró hacia él y lo tomó del hombro mientras le susurraba algo que solo ellos podían escuchar. Hiboux dejó salir un suspiró de ligero fastidio.
—Ven conmigo –le dijo Kiara a Hiboux. Éste la miró con una ceja levantada.
—¿A dónde?
—Estamos en una casa de la cual no podemos salir, Búho, ¿qué tan lejos crees tú que te puedo llevar? –Replicó y ambos comenzaron a caminar hacia su habitación-. No entiendo nada de lo que está sucediendo.
—Bueno, no creo que seas la única, todos tenemos nuestras dudas.
—Es que nadie tiene sentido, ¿cómo esperan que los saquemos de aquí? Ustedes tiene quién sabe con exactitud cuánto tiempo aquí y ahora quieren que nosotras, que acabamos de llegar, encontremos una llave mágica y los liberemos. Eso es demasiado estúpido.
—Cuida tu lenguaje Kiara, eres una dama –comentó con sarcasmo y ella le dedicó una mirada asesina-. Solo bromeaba, querida.
—Pues eres muy malo con eso –Kiara cruzó los brazos molesta.
—Bueno pues tú…
—Oye Hiboux –dijo Cuervo mientras se acercaba con un papel en su mano-. Lee esto –Hiboux tomó el papel y lo leyó.
—¿Qué dice? –preguntó Kiara, pero Hiboux la ignoró.
—¿Dónde está Prince?
—La princesa está con su princesa, creo.
—¡Prince! –gritó Hiboux.
Los tres caminaron rumbo a la sala, ahí se reunieron con el resto de los chicos. Prince llegó un poco después seguido de la chica que Kiara no podía soportar. Por algún motivo ella no le caía bien. En realidad, ninguna le caía bien.
Hiboux extendió a Prince el papel que Crow le había dado anteriormente. El de la corona lo tomó con una mueca y lo leyó.
“Su salida será encontrada basándonos en cada uno de ustedes. Por ello tenemos una serie de pruebas, diferente cada una de ellas y dedicada para todos y a su vez para uno.
Suerte.”
Debajo de esto, escrito con una caligrafía un poco más rústica y descuidada se leía lo siguiente:
“En el joyero del rey se perdieron tres joyas mientras el sastre trabajaba en las ropas del hijo del dueño. Las tres joyas se esfumaron y el ladrón no fue encontrado.
¿Quién fue este?”
—¿Qué tipo de mierda es esa? –soltó Cuervo irónicamente.
—Es algo de niños; un acertijo –explicó Hiboux-. Hay que pensar literalmente, es sencillo –Kiara rodó los ojos sin que él se diera cuenta.
—¿Ya tienes la respuesta? –preguntó impaciente una chica. Kiara la miró mientras entornaba los ojos. “Como si fuera tan sencillo resolver acertijos”, pensó.
—Julianne, dudo que en diez segundos ya sepa la respuesta -replicó Migthy cruzado de brazos y con expresión seria en el rostro. Su chica bufó.
—Esto es muy extraño –comentó Amado.
Prince silbó con todas sus fuerzas y habló en una asombrosa calma: ―Si quieren pensar, es mejor callar y hacer eso en sus mentes, no en voz alta mientras nos abarrotamos de inquietudes. Recomiendo que volvamos a nuestros lugares y que cuando tengamos una respuesta… La compartamos.
Prince y su chica una vez más intercambiaban susurros, pero al parecer nadie apare de Kiara lo notaba.
—Me parece justo –Hiboux hablaba sumido en sus pensamientos.
—Esto es ridículo y patético –gruñó Cuervo.
Kiara ya no quería escuchar más sobre ellos, así que tomó a Hiboux del brazo y lo arrastró hasta su habitación.
—Tranquila –le dijo Hiboux.
—¿Cómo quieres que esté tranquila? –le susurró con los dientes demasiado apretados.
—Tienes un pésimo carácter.
—No me importa Hiboux. Tenemos mucho que pensar.
Llegaron a la habitación y ambos entraron. Kiara cerró la puerta con seguro y se dejó caer en la cama. Hiboux en cambio, se acercó a su escritorio y tomó un lápiz y papel.
—¿Ya tienes una idea de que podría ser? –le preguntó él.
—No te das cuenta, ¿cierto?
—¿De qué, Kiara?
—El primer mensaje que leyó Prince decía que cada prueba estaba diseñada para todos y para uno. ¿Qué crees que quiera decir eso? –comentó con un tono que indicaba que la respuesta era demasiado obvia.
Las piezas dentro de la mente de Hiboux comenzaron a moverse, y repasó una vez más el acertijo. Entonces, se dio cuenta qué era lo que Kiara quería decir.
—Prince –susurró y ella asintió.
Fery.
Re: insanity house { nc
Siento que van a secuestrar a Prince Pero no importa, porque escribes hermoso (?). De verdad, el capitulo me encanto Fue hermoso y... Kiara es: "Yo mando aquí, alejarte de mi"
Te loveo c: y espero a la siguiente.
Te loveo c: y espero a la siguiente.
Bloom.
Re: insanity house { nc
¿Como se atrevió Kiara a faltarle el respeto a Hiboux, cómo? sadjkjshdasjd Amé el capítulo, creo que ya falta poco para resolver el acertijo
Verlarc.
Re: insanity house { nc
Kiara es toda una badass me alegra que llegaran a que Prince debería saber la respuesta.
Sigue Leila
Sigue Leila
kai.
Re: insanity house { nc
Leila pierde el turno, por lo que le tocaría a Media Luna. Para Leila esta es la primera falta, puesto que no justifico la razón por la que no subió capitulo.
Siguiente: Moon.
Siguiente: Moon.
Bloom.
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