Re: Tócame despacio (Larry Stylinson) TERMINADA

por **MajooSancheezz** Jue 26 Dic 2013, 9:56 pm

OMG AL FIN SE BESARONNNN!! YEAHHHH ME ENCANTA ESTA NOVELAAA!! SIGUELA PRONTOOOO!! (PERO UY QUE RICO FUE ESE BESO) XD JAJAJAJA AL FIN SE DEJO BESAR Y AMAR LOUIS POR HARRY OMG IT'S SO CUTE, YO CREI QUE IBAN A 1313 PERO TODAVIA LOUIS NO PUEDE. SIGUELAAA!! :gemz:

por **I'mLarryShipper** Vie 27 Dic 2013, 2:05 am

me muero. me muero. me mueroooo!

Se besaron!!! AHHHHH!
Solo de casualidad entre al foro y BAM! Me encuentro con que actualizaste la novela.
Son las 6 de la mañana y la más feliz de mi vida. :love:
njcnsjfns, no lo puedo creer, se besaron!!!
Ya están entrando en confianza. :twisted:
AHHHH, seguila pronto!
Besoss :hug:

por **Larryft1D** Vie 27 Dic 2013, 4:42 pm

HOLA!!! :chkt:
NUEVA LECTORA BUENO TU NOVE ES HERMOSA ME ENCANTA LOUIS ES TAN DEBIL Y HARRY TAN AHH!! Tócame despacio (Larry Stylinson) TERMINADA - Página 8 2018004571

Tócame despacio (Larry Stylinson) TERMINADA - Página 8 2018004571

POR FIN SE BESARON MUERO FUE TAN TIERNO :3:guaaay: Tócame despacio (Larry Stylinson) TERMINADA - Página 8 1440745896

TIENES QUE SEGUIRLA PRONTO!!! PORFA BESOS :bye:

por **L(ove)arry Stylinson** Sáb 28 Dic 2013, 1:40 am

Omg se besaron jhdfjdfjdfjdf que tierno! Es hermosa esta novela.dios ya quiero leer el siguiente capitulo,seguila!

por **bethlasforh0ran** Sáb 28 Dic 2013, 3:36 am

Los grillos aún cantaban cuando comenzó a preparar el desayuno. Aún estaba preocupado por los momentos que había compartido con Harry en la oscuridad. Había sido el beso más dulce y suave que había experimentado. Estaba sorprendido porque la pasión podía hacerlo sentir bien, en vez del dolor con el que siempre la asociaba. ¿Se arrepentiría Harry de lo que había ocurrido al llegar la luz del sol? Sin importarle lo que ocurriera, Louis jamás se arrepentiría ni desearía que jamás hubiese ocurrido.
Estaba colocando los platos para los empleados del rancho cuando escuchó los pasos de Harry por las escaleras. Comenzó a sonrojarse cuando el vaquero entró a la habitación. Los ojos del hombre inmediatamente se posaron en él, en los sensuales labios que habían besado los suyos la noche anterior y sonrió. Louis nerviosamente movió un mechón de su cabello, respondió a la sonrisa y miró hacia el suelo.

Harry sintió que su corazón saltaba en su pecho por sus tímidas acciones y se movió hacia él. Su intención era repetir las acciones de la noche pasada, pero se detuvo frustrado al escuchar las voces de los empleados. Louis salió corriendo a la cocina para llevar todo a la mesa antes de que los trabajadores llegaran a la casa.

Harry les sonrió y deseó buenos días a sus empleados. Quería hablar con Louis y esperó que Gemma continuara dormida para cuando terminaran de desayunar, pero al sentarse a la mesa, escuchó a Gemma dar los buenos días y luego apareció en la puerta de la cocina.

—¡Buenos días, hermano, Louis! Mmm, qué bien huele. —Se sentó en la silla al lado de Harry y sonrió a Louis—. ¿Sobreviviste a la tormenta de anoche?

Louis casi se ahoga con su pan tostado; tosió para aclararse la garganta y dio un sorbo a su zumo de naranja. Su voz estaba ronca cuando respondió—: Sobreviví a ella... muy bien. —Volvió a sonrojarse.

Harry escondió una sonrisa detrás de su zumo de naranja, pero no pudo borrarla mientras comía y miraba a Louis de reojo. En algún momento, descubrió a Louis mirándole y le guiñó un ojo. Casi se carcajea al ver como Louis volvía a mirar su plato y la expresión avergonzada que adornaba sus facciones. El chico era absolutamente adorable y no podía esperar para pasar unos momentos a solas con él.

Gemma se pasó la mayor parte del desayuno observando a los dos hombres. Podía notar que algo había cambiado entre ellos y tan pronto como Harry y el hombre se marcharon al campo, comenzó con el interrogatorio.

—Dime Louis, ¿quieres explicarme qué está pasando entre mi hermano y tú?

Su súbita pregunta lo sorprendió tanto que dejó caer uno de los platos que llevaba, miró alterado la forma en la que se rompió y los cristales cayeron por todas partes.

—Yo...yo...no sé a lo que te refieres —Colocó los platos en el fregadero y comenzó a recoger las piezas.

Gemma se recostó en su silla, sonriendo.

—Claro que sí. Digo, después de todo, cualquiera con ojos podría ver las miradas que habéis intercambiado esta mañana. ¿Acaso te besó?

—¿¡Eh!? —Louis hizo un gesto de dolor cuando uno de los cristales cortó la palma de su mano. Lo retiró con cuidado y se compungió al ver la sangre que caía por su muñeca—. ¡Mira lo que me has hecho hacer!—La miró con hostilidad, tiró los pedazos del plato en la basura y mojó su mano con el agua del grifo. Observó cómo el agua se tornaba roja y se preguntó qué le diría a Gemma.

Ella se había puesto de pie y se había colocado a su lado.

—Si me dices lo que pasó anoche, iré por unas gasas —dijo divertida, estudiando su enrojecido rostro.

—No... me gustan las tormentas eléctricas. Me... asustan. Supongo que me… Harry escuchó anoche y bajó a ver qué me ocurría. Él...nosotros...nos besamos. —Miró al agua enjabonada, esperando que ella sintiera asco, pero para su sorpresa, gritó de felicidad y le abrazó.

—¡Por fin! ¡No puedo creer cuánto habéis tardado! —Gemma prácticamente saltaba de la felicidad.

—¿No... te da asco?—preguntó con incredulidad, girando la cabeza para mirarla.

—¡Claro que no! ¿Por qué iba a dármelo? ¿Porque los dos sois hombres? Por favor. El amor viene en cualquier presentación, cariño. No hay diferencia entre ser un hombre o una mujer, dos hombres o dos mujeres. ¡Estoy feliz! Es la primera vez que he visto a Harry tan feliz desde que nuestros padres...— cortó la oración, retiró la mirada y la enfocó en el suelo.

Aunque sentía curiosidad por sus padres, Louis no dijo nada, sabía que no tenía derecho de preguntar cuando él mismo no compartía su pasado. Sonrió animándola y la abrazó.

—Mientras a ti te parezca bien, no me preocuparé por lo que los demás piensen, supongo. Aunque todavía no sé si él se arrepiente por lo que pasó ayer— La miró con incertidumbre; su mirada reflejaba su preocupación—. Quizá fue cosa de una sola vez y no quiera que se repita. Tal vez lo hizo para calmarme ya que estaba muy alterado por la tormenta, no lo sé. —Suspiró y se alejó de ella para poder terminar de lavar los platos del comedor.

Gemma lo siguió para ayudarle y trató de calmar sus temores.

—Le gustas a Harry, Louis .Pude notarlo desde la primera semana que viniste. Ayer estaba muy alterado por tu partida. Además, si hiciera algo así, sabe que le patearía el trasero. —Le guiñó el ojo y le hizo reír.

Terminaron de lavar los platos, los secaron y guardaron para el siguiente turno de comida. Gemma subió las escaleras para ir por la gasita para la palma de su mano e insistió en frotar la herida con alcohol. Louis se dio cuenta de que ella no dejaba de mirar su muñeca para comprobar si había dejado de lastimarse a sí mismo. Sólo lo había hecho aquel día en el cuarto de baño de Harry.

Una semana después del incidente del estanque, se había sentido abrumado por los recuerdos de su pasado y la lujuria que sentía por Harry, y eso casi lo hizo perder el control. Pero mientras miraba la sangre brotar del primer corte que se hizo, recordó la promesa que había hecho a Harry y Gemma. Incapaz de arruinar la amistad que estaban construyendo, se detuvo, dejó caer la cuchilla sobre el lavabo del baño y miró cómo la sangre manchaba de rosa la porcelana blanca. Había usado la venda en su muñeca un poco más, hasta que el corte sanó y no pareciera reciente. Luego se la quitó y no la había vuelto a usar.

Después de lavar los platos del desayuno, salió afuera y pasó algo de tiempo con Mantacor. Gemma se despidió y se marchó a visitar a unos amigos en el pueblo.

Louis se rió cuando Mantacor lo empujó con la nariz para llamar su atención. El caballo lamió su cabello y Louis se preguntó si éste permitiría que entrara al corral con él. Quizás ahora no habría ningún problema, ya que a fin de cuentas Harry había sugerido que le ayudara con Mantacor. Así que se acercó, abrió la puerta y entró. Mantacor se echó hacia atrás y Louis se deprimió. En vez de darse por vencido como lo había hecho en el pasado, se arrodilló dónde estaba y esperó a que Mantacor se acercara a él. El caballo continuó alejándose de él, acercándose para volver a alejarse si Louis se movía un centímetro.

Louis perdió el sentido del tiempo, concentrándose nada más que en el caballo y esperando a que tuviera mayor confianza. Mantacor lo estudió desde el centro del corral y después de un largo rato, se movió hacia Louis, lentamente hasta que se detuvo frente al muchacho. Louis extendió la mano y sonrió cuando Mantacor reposó la nariz en su palma.

—Eres un buen chico, Mantacor. Ves, jamás te haría daño.

Arrugó la nariz mientras Mantacor le hacía cariños en el cuello haciéndole cosquillas y rió, asustando el caballo por un segundo, antes de relajarse nuevamente. El sonido de las camionetas y los cascos de los caballos atrajeron su atención y observó a los hombres que regresaban al rancho. Eso significaba que traían más ganado para marcar o castrar. Mantacor escuchó los sonidos y comenzó a relinchar nerviosamente, golpeando los cascos contra la tierra. Louis se puso en pie lentamente, le dio unas palmadas en el cuello y salió del corral. Para su asombro, el caballo lo tomó de la camisa y tiró de él, para mantenerlo ahí. Louis rió y se giró para mirar por encima de su hombro.

—No te preocupes, Mantacor, volveré. —Pero el caballo se rehusó a dejarlo ir y tiró de él hasta que lo colocó de nuevo en la mitad del corral.

Sin saber qué hacer, Louis lo siguió y se quedó ahí hasta que Harry llegó.

—Louis—Le llamó confundido mientras se acercaba al corral.

—No quiere dejarme salir —explicó. Se sentía un poco incómodo al ver que todos los empleados del rancho los estaban mirando.

Harry se atemorizó cuando notó el nerviosismo que irradiaba el caballo y se dirigió al corral, pensando de qué manera podría sacar a Louis de allí. Le gritaría después por meterse ahí, pero ahora el pánico atravesaba sus venas cada vez que miraba a Louis tratar de marcharse del corral y que el caballo lo empujaba. ¿Qué demonios hacía ese caballo? Entonces lo comprendió. Mantacor no quería que Louis saliera porque pensaba que le harían daño. Maldición, el chico había logrado más con ese caballo que él en más de un año.

—Louis, escucha. Creo que piensa que te haremos daño. Trata de convencerlo de lo contrario y acércate a la puerta. —Harry se dio la vuelta e indicó a los hombres que guardaran el ganado en los otros corrales y luego se giró para observar cómo Louis hablaba suavemente al caballo acariciándolo con dulzura.

Louis no podía creer que Mantacor sintiera la necesidad de protegerlo.

—Oye amigo, no tienes que protegerme, sabes. Harry jamás me haría daño. —Su voz se detuvo por un segundo, como si se acabara de dar cuenta que esa frase era totalmente cierta—.Tengo que irme, pero prometo volver.

Lentamente caminó hacia atrás. Seguía acariciando a Mantacor y susurrándole palabras dulces. Pareció transcurrir una hora antes de que alcanzara la puerta. Finalmente el caballo lo dejó, aunque se notó que tenía miedo al ver a Louis salir del corral y comprobar que el enorme vaquero se colocaba a su lado. Louis sonrió al caballo y tomó otro terrón de azúcar de su bolsillo para dárselo.

—Ves, todo está bien. Estaré bien, regresaré en un rato.

Harry casi se cae al suelo del alivio que sintió.

—¿En qué diablos estabas pensando?—preguntó. Sus ojos reflejaban su enfado.

—Tengo que ganarme su absoluta confianza, Harry. Tienes que entenderlo. No es porque quiera, sino porque tengo que hacerlo —Louis dirigió su mirada a Harry, rogándole que comprendiera. Miró la reacia admiración en los ojos del hombre y también notó cómo desaparecía el enfado.

—Pero no lo vuelvas a hacer cuando estés solo. No sabes cómo podría reaccionar el caballo—le regañó Harry. Su corazón finalmente se calmó después de haber estado latiendo aterrorizado.

Harry esperó impacientemente hasta que los hombres se sentaron a comer y los dos se dirigieron a la cocina para poder expresar sus emociones. Louis estaba junto a la encimera, preparando sus almuerzos. Harry se acercó hasta quedar detrás del chico, deslizando sus manos alrededor de su delgada cintura y reposó su barbilla en el hombro de Louis.

—No me vuelvas a asustar así. No creo que mi corazón pueda soportarlo —susurró, y sus ojos se cerraron recordando al adolescente en el corral y cómo había sido acorralado por el caballo más peligroso que había conocido jamás.

—Nunca me haría daño. —Louis titubeó un segundo antes de continuar— Al igual que sé que tú jamás lo harías, Harry.

Afecto y otra emoción que no pudo definir se apoderó de Harry. Movió la cabeza para presionar sus labios contra la oreja de Louis.

—Quería besarte con desesperación esta mañana. No podía pensar en nada más mientras regresaba, mi único temor es que te arrepientas de lo que ocurrió.

—Nunca —dijo Louis con pasión, se entregó al abrazo y sintió los brazos a su alrededor apretándolo por una fracción de segundo—.De hecho me pregunté lo mismo —admitió Louis un momento después—.Pensé que te arrepentirías, o que sólo lo habías hecho para tranquilizar mis temores.

—Independientemente de lo asustado que esté alguien, jamás le besaría a menos que lo deseara—Harry estaba por darle el beso que tanto deseaba, cuando escucharon las sillas moverse por el suelo del comedor y entonces se alejó reaciamente.

—Comeré fuera. Te veo esta noche, Louis. —Harry envolvió su almuerzo y salió para unirse a los hombres. La frustración sustituyó su paciencia y se descargó con el primer hombre que había cometido un error.

por **LuciaHoranAvoletta** Sáb 28 Dic 2013, 8:06 am

AAAAAAAHHHHH!!!! SE BESARON!!
QUE LEENDOS
HARRY MAS TIERNIS
ME ENCATA SIGUELA PRONTO
BESITOS VIRTUALES

por **Larryft1D** Sáb 28 Dic 2013, 11:59 am

AHHH HARRY LO QUERIA BESAR Y LO QUERIA PROTEGER DE MANTACOR AWWWWW SIGUELA PRONTO :ilusion: :ilusion::jajajaj:

BYE :hug:

por **bethlasforh0ran** Sáb 28 Dic 2013, 8:53 pm

Louis pasó el resto de la tarde en un estado de felicidad absoluta. Una enorme sonrisa llena de placer llenaba en su rostro. Mientras escuchaba a los hombres gritar y al ganado gemir al ser marcado, preparó pollo parmigiana y fettuccini Alfredo para la cena, preparó el comedor y la cocina. Gemma regresó a casa un poco antes de la cena y le ayudó en lo que pudo. Continuó molestándolo para que le confesara qué era lo que le hacía tan feliz, pero quería mantener el secreto en su corazón mientras el hielo se derretía. Así que mantuvo la boca cerrada y sonrió misteriosamente. Una especie de sonrisa que decía “sé algo que tú no sabes”.
Finalmente, ella se rindió y dejó escapar un gruñido de frustración.

—Bien, no me digas nada. Malvado.

Así, subió por las escaleras para cambiarse. Louis tembló lleno de nervios al escuchar las carcajadas de los hombres y los pasos en el frente de la casa. Sus lecciones de monta habían avanzado hasta el punto en que sabía cómo colocarle la silla a su propio caballo y salir a cabalgar solo. Pero prefería esperar a que Harry o Gemma le acompañaran. Además, no conocía mucho el rancho y no quería perderse. Sólo les había causado problemas. Se sentía bien por tener un empleo que durara más de una semana y más ahora que sabía Harry deseaba que se quedara incluso después de que terminara el trabajo.

Estas últimas semanas, sus canciones habían cambiado de algo parecido a un sueño a cosas mas alegres expresando “tengo lo que siempre deseé”. Aún no se sentía seguro de mostrarles sus escritos a Harry o a Gemma. Eran algo muy personal y abrirían la puerta de su mente y de su alma. Les mostraría su verdadero yo. No estaba seguro de estar listo para eso, ni de si algún día lo estaría. Pero podría dar ese último paso y mostrarles cuánto confiaba en ellos. Sus dedos acariciaron las cicatrices de su muñeca y se preguntó si podría revivir aquellos recuerdos y contarles la historia a Harry y Gemma. Era la primera vez, desde que tenía quince años, que contemplaba la idea de hablar de su pasado con alguien. Si le permitía a Harry conocer sus secretos, ¿le daría asco? ¿Querría siquiera tocarlo después de que le contara todos esos detalles horrendos? Esos pensamientos lo hicieron detenerse y sintió un sabor amargo en la boca. Probablemente huiría tan rápido y lejos como le fuera posible con esas enormes piernas musculosas y Louis no podría culparlo, porque no era tan inocente ni puro como Harry creía que era.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar que alguien entraba en la cocina. Cambió su expresión a una neutra y se giró para encontrar a Harry observándolo recostado contra el umbral de la puerta. Su corazón latió fuertemente y se imaginó esa suave sonrisa cambiando a una de horror y asco.
¿Podría soportarlo si eso ocurriera? Sus ojos se llenaron de lágrimas y se dio la vuelta para mirar al fregadero, terminó de lavar los platos que había utilizado para preparar la cena. No quería que Harry se diera cuenta de que había comenzado a llorar.

—¿Pasa algo malo, Louis? —Esa voz ronca resonó en sus oídos como un dulce caramelo sobre el helado, enviando placer a su columna vertebral.


—Estoy bien, sólo un poco cansado. ¿Les ha gustado la comida? —Louis inclinó ligeramente la cabeza, ocultando parcialmente sus facciones a Harry.

—Mmm, eso parece. Había pensado en comer aquí contigo. Si no te molesta, claro está. —Harry se acercó, sintiendo que Louis no había sido del todo honesto, pero no sabía cómo hacer para que se abriera.


—Por supuesto. Es tu casa, ¿no?

—¿Qué se supone que significa eso?—quiso saber Harry, estirando su cuerpo, acercándose a Louis y recostándose sobre el fregadero.


—Na...nada. Es sólo que...—Louis tragó fuertemente, percatándose de que sus palabras parecían expresar que no quería pasar tiempo con él. Se obligó a sonreír. Se dio cuenta de que sus labios temblaban ligeramente y volvió a mirar a Harry—.Lo lamento. No me refería a eso, es sólo que anoche no dormí muy bien, estoy cansado.

Debió funcionar porque la expresión de Harry cambió y un brillo de afectó invadió sus hermosos ojos verdes. Los ojos de Louis se cerraron mientras Harry acariciaba con dos dedos su mejilla marcada.

—Está bien. Yo tampoco pude dormir.

Louis recibió la caricia y sintió que se le hacía un nudo en la garganta. Se preguntó si Harry le tocaría si le dijera lo asqueroso que era en verdad.

—Estoy seguro de que estás hambriento. Siéntate. —Louis abrió los ojos, sonrió y no notó que la sonrisa no era del todo honesta ni que los ojos de Harry se entrecerraban ligeramente.

—Siéntate a mi lado. Dime lo que has hecho hoy. Además de entrar al corral de Mantacor —reprendió el vaquero, aunque claramente no estaba enfadado.

Louis se acomodó en su asiento al lado de Harry, comió y le hizo un resumen de lo que le había acontecido durante el día. En cuanto vaciaron sus platos, Louis se puso en pie y comenzó a lavarlos. Podía escuchar a los hombres en el comedor terminar. Afortunadamente, ya había comenzado a llenar de agua el fregadero, agregó jabón y Louis llevó los platos del comedor a la cocina. Harry no dijo mucho, sólo le ayudó a llevarlos y luego a secarlos. Trabajaron en silencio hasta terminar. Después Harry tomó la mano de Louis con suavidad y lo abrazó.

Levantó la barbilla de Louis con un dedo y miró directamente a los ojos del chico.

—No me importa lo que te haya ocurrido en el pasado ni lo que hayas hecho para sobrevivir. Jamás te juzgaré. Lo sabes, ¿no Louis?

Los ojos de se abrieron súbitamente al notar lo bien que Harry comprendía sus pensamientos y dejó escapar la respiración. Antes de que pudiera responder, los labios de Harry tomaron posesión de los suyos en un beso que el vaquero llevaba esperando todo el día. Su boca se movió seductoramente sobre los labios de Louis, como si tuviera mente propia. Louis sintió que la lengua de Harry quería entrar en su boca y le dejó; su cuerpo se estremeció cuando se introdujo. Sus lenguas se entrelazaron, bailaron y ondularon, uniéndose y separándose, para volver a repetir el ciclo.

Harry gruñó al sentir la suave y húmeda lengua dentro de la boca que dominaba. El chico sabía a canela, especias, a limpio y fresco, todo a la vez. No existía nada más que este sentimiento, nada más que los dos hombres juntos, tocándose, acariciándose, besándose en la boca, imitando un acto primitivo. Harry
sintió como su entrepierna se endurecía y no pudo evitar el gemido que se le escapó. No quería asustar al joven. Se detuvo y separó su boca de la de Louis, para reposar su frente contra la del chico.

—No tienes ni idea de lo que me haces sentir. Sé que algo te molesta y puede que todavía no me haya ganado tu confianza por completo, pero cuando estés listo para hablar, estaré aquí para escucharte. Buenas noches, mi pequeño. —Al decir la última oración, saboreó cada palabra de su nuevo apodo, luego se alejó de Louis.

Sin darse la vuelta, porque eso lo haría volver a los brazos del otro hombre, caminó por la cocina directamente a su propio baño para darse una ducha de agua fría.


A la mañana siguiente, un Louis somnoliento apagó la alarma y gruñó al levantarse de la cama. Apenas acababa de quedarse dormido, las palabras que Harry le había dicho lo habían dejado sin aliento y sin sueño. ¿Podría confiar tanto en Harry? Frotó sus ojos, bostezó y caminó hacia su baño para cepillarse los dientes y peinarse. Mientras se limpiaba las muelas, se quedó mirando su aspecto en el espejo y se imaginó el momento que habían compartido la noche anterior. El beso sólo podía ser definido como erótico y asombroso, pero al mismo tiempo, era demasiado bueno para ser verdad. Sentir los labios de Harry sobre los suyos había sido lo más exquisito que había sentido en su vida. Suspiró, escupió la pasta en el lavabo y se lavó la boca con agua; luego se secó con una pequeña toalla de manos que tenía en la encimera del cuarto de baño.

Se vistió con ropa casual, estudiándose en el espejo que colgaba detrás de la puerta del armario y se preguntó qué era lo que el vaquero veía en un don nadie como él. Sus ojos, como siempre, reflejaban los horrores de su pasado, su piel se había bronceado en ciertas áreas por todas las veces que había salido a montar caballo. Lentamente se levantó la camisa para ver las múltiples cicatrices y marcas sobre su pecho y estómago. Otras similares recorrían la longitud de su espalda y brazos. Eran de distintas formas y tamaños. Un montón de cicatrices hechas por cuchillo, cigarrillo y navaja estaban esparcidas por su estómago, la punta del cuchillo hirviendo había sido presionada contra sus tetillas, dejándolas cicatrizadas y horribles. Casi sollozó al pensar en mostrarle a alguien tan bello como Harry su repulsivo cuerpo.

Se bajó violentamente la camisa, cerró la puerta del armario y corrió por el pasillo hacia la cocina. Los demonios de su pasado lo perseguían. Cuando llevaba la mitad del desayuno preparado, escuchó los pasos de Harry por las escaleras. Trató de cambiar su expresión para no dar a conocer sus verdaderos sentimientos, pero por la mirada de Harry, no tuvo mucho éxito.

—Buenos días, Louis —dijo Harry al entrar a la cocina.
—Buenos días...—Sus palabras se vieron interrumpidas por los suaves y firmes labios que se presionaron contra él y fue arrastrado, con las manos llenas de harina y todo, contra el amplio pecho de Harry. Su cabeza se inundó de lo que sentía, y si Harry no lo hubiera sostenido, habría caído al suelo cuando esa maravillosa, húmeda e increíble lengua acarició su labio inferior, buscando la entrada, lo que le permitió hacer con un suave gemido. Harry se alejó para poder respirar y sonrió suavemente cuando Louis recorrió sus manos por su cabello y por su sien derecha.

—Mmm. Sería feliz si me despertara así cada mañana. —Besó la punta de la nariz de Louis antes de alejarse de él y servirse una taza de café.

La respiración de Louis era ligeramente errática y se dio la vuelta para preparar la masa de las tortitas. El cuerpo le cosquilleaba por todas partes y eso que sólo habían compartido un beso. ¿Cómo sería cuando lo acariciara? Inmediatamente, se sintió apoderado por la misma violenta sensación de una lujuria mala y vergonzosa. La necesidad de cortarse a sí mismo lo agobió y trató de apoderarse de él.

—¿Louis?¿Qué ocurre? —Escuchó la voz de Harry por encima del ruido en su mente y trató de sonreír, pero no funcionó y enseguida se borró de sus labios.

—Yo...es...no...nada. —Louis exhaló sacudiendo la cabeza.

—¡Obviamente ocurre algo! O no estarías tan asustado.

—Te lo ex...explicaré lue.. luego. —Louis cerró los ojos e inclinó la cabeza en dirección al fregadero, encendió el grifo a su máxima potencia e introdujo la cabeza debajo del agua, ignorando la sorpresa de Harry. El agua fría cayó en su cabeza, humedeciendo su castaña cabellera e hizo que cayera sobre su rostro como una cortina húmeda. Su mente se aclaró y comenzó a respirar con mayor facilidad. Cuando cerró el grifo, se sobresaltó al sentir cómo Harry colocaba una toalla en su cabeza, comenzó a secar su cabello y sus grandes dedos masajearon su cuero cabelludo. Reprimió un gruñido al sentir que el cuerpo de Harry tocaba ligeramente su costado, y trató de irelajarse mientras el vaquero secó su cabello—. Gra-gracias—tartamudeó cuando Harry terminó.

—De nada. Algún día me explicarás lo que te acaba de ocurrir—comentó Harry mientras colocaba la toalla en el respaldo de una silla para que se secara, luego tomó su café y comenzó a sorberlo mientras miraba a Louis.

Louis peinó su cabello con sus dedos y regresó a preparar el desayuno. Apenas le había dado tiempo a ponerlo en la mesa cuando todos llegaron. No tenía mucha hambre debido a la tormenta de emociones que estaba experimentando y se limitó a lavar los platos que había usado en el desayuno.
Harry se sentó a la mesa, comió lentamente contemplando a Louis y trató de descifrar lo que acababa de ocurrir esta mañana.

—¿No vas a comer? —preguntó al adolescente.

—No tengo mucha hambre ahora. Comeré algo cuando tenga apetito.

Harry pudo observar que durante estos últimos dos meses que el adolescente llevaba en el rancho, había ganado algo de peso. Lo suficiente para que su cuerpo comenzara a llenar ciertas áreas. Le hacía sentir bien ver eso y esperaba que Louis no dejara de comer. Después de terminar su desayuno, se levantó para colocar el plato sobre el fregadero de la cocina.

—Estaré por aquí a la hora de siempre. Mantente alejado del corral de Mantacor, Louis. Te lo digo en serio. —Le mostró a Louis una mirada seria y luego tocó la pálida piel de su mejilla.

—Lo prometo—respondió Louis, mostrándole una sonrisa cansada.

—Bien, entonces nos veremos a la hora del almuerzo—Harry se marchó, dando instrucciones a sus hombres para que se apresuraran y así poder iniciar. Se quedarían en el rancho hoy para marcar el ganado antes de transportarlo de regreso a los prados.

Louis trató de no analizar las cosas que habían ocurrido e intentó no pensar en que casi había perdido el control frente a Harry. Eso lo dejó con un amargo sabor en la boca. ¿Qué hubiera ocurrido de haber pasado eso? Seguramente habría dejado horrorizado a Logan, al ver la desesperación con la que trataba de liberar el dolor de su corazón y ver cómo se causaba dolor físico.

Alguien le había dicho una vez, un psiquiatra que le habían obligado a visitar después de...cerró inmediatamente la puerta de esos pensamientos. Le había dicho que esa era la forma en la que su mente liberaba el dolor; hacerse daño físicamente, el dolor real, sólo mostraba lo desesperado que estaba por aferrarse a la vida. A veces eso era bueno, porque nos mostraba que no estábamos listos para darnos por vencidos. Le dijo que necesitaba aprender a controlarlo, a controlarse a sí mismo y que viviera día a día. Desde aquel suceso del estanque, sólo lo había hecho una vez, porque cada vez que tomaba una navaja o cuchillo tras un ataque de pánico, veía la cara de Gemma y Harry, rogándole que no lo hiciera. No quería decepcionarles, así que había logrado controlarlo, pero ¿cuánto tiempo pasaría antes que lo volviera a hacer?

No le tomó mucho tiempo lavar los platos y salió a visitar a Mantacor. Esta vez se quedó fuera del corral. Simplemente lo acarició y habló con el caballo mientras éste mordisqueaba las golosinas que le había traído.

—Algunas veces me pregunto porque no me maté yo también aquella noche, Mantacor. Habría librado al mundo de una carga como yo y no estaría causando problemas a Harry y a Gemma.

Louis rió suavemente cuando Mantacor le hizo un cariño en el cuello, provocándole cosquillas.

—Bueno, al menos sé que te importo, ¿no? Gracias por lo de ayer muchacho. Entiendo lo que tratabas de hacer y no me he sentido así de seguro en mucho tiempo.

Sin saber que había un par de oídos muy cerca que lo escuchaban, Louis permaneció al lado de Mantacor un rato más. Antes de entrar de nuevo a la casa, le prometió al caballo que regresaría más tarde.

Gemma salió de entre las sombras del granero y observó a Louis hablando con el caballo. Sus ojos verdes estaban tristes al escuchar sus palabras. Lo primero que había dicho se había quedado grabado en su mente y se preguntaba cuál sería el verdadero significado. ¿Acaso Louis habría asesinado a alguien? ¿Habría sido por causa de esa profunda herida en su alma? Gemma se dio la vuelta y corrió hacia el corral donde permanecía el ganado antes de enviarlo para la venta o de que regresara al campo. Necesitaba hablar con su hermano. La profunda desesperación en la voz de Louis la había perturbado sobremanera. Algo había pasado para que su depresión volviera y se preguntaba si estaría relacionado con Harry.

Louis se estaba sirviendo un vaso de limonada cuando escuchó que un grupo de hombres se acercaba a la casa. Sonrió al escuchar el ya familiar sonido y esperó para ver a Harry. Notó que algo extraño ocurría tan pronto como Harry entró a la casa, por la forma en la que el hombre lo miró y por cómo se sentó en el comedor con los empleados en vez de con él como siempre lo hacía. En ese instante se le rompió el corazón y se preguntó qué había ocurrido entre esta mañana y ahora. El apetito que había recuperado esa mañana se fue, y escapó por el pasillo hasta su dormitorio y cerró la puerta. Se recostó contra ella y respiró profundamente para evitar llorar. Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos y su cabeza comenzó a latirle de la tensión. Cerró los ojos, se dejó caer en el suelo y sostuvo su cabeza entre sus brazos. Le quemaban los ojos mientras trataba de no llorar.

Finalmente, los sonidos de los hombres hablando, los cubiertos golpeando los platos y las sillas moviéndose sobre el suelo desaparecieron cuando los empleados regresaron a sus labores. Se levantó lentamente del suelo, salió a la cocina y comenzó a limpiar y preparar la cena. Su espalda estaba tensa mientras trabajaba y estaba tan sumergido en la desesperación que no oyó nada cuando Gemma se le acercó.

—¿Louis?—preguntó suavemente estudiando su expresión deprimida.

Louis dio un leve respingo y se giró para mirarla.

—Hola, Gemma.

—¡¿Qué sucede?! —exclamó, y el estómago le dio vueltas al ver el dolor en la expresión del chico.

—No pasa nada. Es sólo que estoy cansado. ¿Necesitabas algo?—Louis se volvió a centrar en el fregadero para continuar lavando los platos. Apenas se daba cuenta lo que hacía.

Gemma no entendía por qué Louis parecía como si el mundo se le hubiera caído encima y decidió dejarlo pasar por ahora. Cuando necesitara hablar, ya se lo diría.


—No, no necesito nada, Louis. Saldré un rato, regresaré después. —Se dio la vuelta y se marchó al pueblo a ver a un amigo.

Después de asegurarse de que todo estuviera listo para la cena, Louis regresó a su dormitorio y cerró la puerta con pasador. Se recostó en la cama y el corazón le latía con fuerza. ¿Qué había hecho? Sus dedos se cerraron en las sábanas y trató de controlar el deseo de cortarse. La urgencia lo atormentaba, devorando su autocontrol, pidiéndole que lo hiciera y tentándole. Podía escuchar una voz en su cabeza que le decía que lo hiciera, que detuviera el dolor de su corazón. Se acercó a la mesita de noche y sacó una pequeña navaja que tenía, se la quedó mirando mientras la luz se reflejaba en su hoja. Se sentó, recostó su espalda contra la cabecera y acercó la navaja hasta su muñeca, hizo una pequeña incisión, observó la sangre acumularse, formando gotas en la superficie y luego caer. Pequeñas gotas cayeron en las sábanas, pero las ignoró, haciendo otro pequeño corte, otro y otro. Alivio; un exquisito alivio llenó su corazón, y cerró los ojos, respirando profundamente. Se recostó mientras el líquido carmesí caía sobre sus tejanos y la sábana debajo de él. Era como si el dolor físico ahuyentara el dolor emocional. El mundo comenzó a desvanecerse, abrió los ojos pero no notó nada a su alrededor.

Escuchó que alguien entraba en la casa, y eso lo sacó del trance eufórico en el que se encontraba. Luchó por levantarse de la cama, dejando caer la navaja en el suelo por la desesperación de llegar al baño y lavarse la sangre. La vergüenza por su falta de control lo arrasó y unas lágrimas enormes comenzaron a brotar de sus ojos y rodaron por sus mejillas. Las lavó junto con su brazo; luego lo cubrió con una gasa. Regresó al armario de su dormitorio para buscar su banda de cuero en la bolsa de su equipaje donde la había guardado la última vez. Sabía que los hermanos lo notarían. Colocó la banda en su lugar: era casi como un grillete.

Rápidamente se cambió de pantalones y guardó los sucios en su bolsa. Louis cambió las sábanas de su cama y se afligió al ver que la sangre había manchado también el colchón. Las sábanas estaban en el pasillo justo afuera de su puerta y la abrió cuidadosamente, comprobando antes si el que había entrado a la casa ya se había marchado. No escuchó ningún ruido, salió y se apresuró a tomar las primeras que encontró. Después regresó a su dormitorio y volvió a cerrar la puerta. Hizo la cama y comenzó a respirar fuertemente al sentir que el pánico se apoderaba de él. ¿Qué había hecho? Vio la pequeña navaja en el suelo y se agachó a recogerla. Hizo un gesto de dolor al ver las manchas rojas en la hoja. Cuidadosamente la colocó en la mesita de noche y cerró el cajón de la forma más silenciosa que pudo, como si hacer cualquier sonido pudiera destruirle.

Despues contesto sus mensajes, besoos xx

por **Kaathi** Sáb 28 Dic 2013, 9:21 pm

Dios! Louis :c
Lo volvió a hacer, pero su mente estaba en otro mundo de desesperación.
Síguela cuando puedas y cuídate
Xx :)

por **MajooSancheezz** Sáb 28 Dic 2013, 11:01 pm

Dios mio no puedo evitar casi llorar por lo de Louis, esta muy mal, es muy sensible, yo hasta quiero entrar a la novela y decirle que todo esta bien y que todo mejorara, pero Harry no lo debio tratar asi sabiendo lo mal que esta el. Siguela pronto... Quiero saber que pasa ~~lo se mi comentario tiene pocos animos xd~~

por **L(ove)arry Stylinson** Dom 29 Dic 2013, 1:27 am

Pobre Lou :( esto es muy triste.ya quiero saber el porque de su depresión. Tenes que seguirla, por favor cada vez me gusta mas.besos

por **LuciaHoranAvoletta** Dom 29 Dic 2013, 12:50 pm

Jo! Pobrecito Lou corto.de nuevo me da tanta pena!
Siguela pronto
Besitos Virtuales

por **LuciaHoranAvoletta** Dom 29 Dic 2013, 1:38 pm

Vamos sube otro! Soy verdaderamente adicta a tu fic!
sube otro cap please!!
Besitos Virtuales

por **FlyButterfly** Dom 29 Dic 2013, 6:52 pm

Cuando encontré la novela me dije''okay, solo un capítulo, es tarde y tengo que dormir''
Ahora son las 5 de la mañana Y NO ME ARREPIENTO DE NADA, NADAAA.
La novela me dejó mal;-; lloré cuando Louis lloró, ay, ando sentimental, oc.
Me llamo Atalía y tengo 14 años B--)
Osh, enserio, amo tu novela, debes seguirla, si no la sigues me doy un tiro y te culpo por asesinato, adios, amo tu novela, es perfecta, bai.

por **ayludanae** Lun 30 Dic 2013, 1:01 am

Por favor pasate por mi novela
https://onlywn.activoforo.com/t70339-you-and-i-larry-stylinson-capitulo-3-lectorass?highlight=larry+stilinson

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Tócame despacio (Larry Stylinson) TERMINADA