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When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
Harry Styles, un chico de 16 años se encuentra formulándose una importante pregunta, ¿Valía la pena seguir viviendo? La respuesta llega junto con un chico de ojos del color del cielo, y cabellos del color de la sangre, y con su piel marcada por tinta. Aparentaba no tener sentimientos, pero esa dura carcasa que se creaba, ocultaba algo que Harry desesperadamente intenta descubrir.
Nombre: "When nobody else is there, I'll be"
Autora: Malena *yo hola que tal*
Adaptación: No.
Género: Drama, romance, supongo.
Advertencias: Drogas, alcohol y escenas sexuales.
Capítulo 1:
El corazón le latía con rapidez. Las palmas le trasnpiraban. Los sonidos de la estación se mezclaban en sus oídos. Las voces, las pisadas desesperadas e impacientes de todos los desconocidos a su alrededor, las agujas del enorme reloj que colgaba sobre su cabeza, marcando los minutos que pasaban. Su pie derecho, golpeando el suelo de baldosas grises. Lanza un suspiro entrecortado y pasa sus manos por sus rizos. Ve como las personas se acercan al andén, informándole que el tren se aproximaba. Carraspea y se camina despacio hasta la parada. Estaba a un metro de el. Un chico de cabellos rojos, claramente artificial, se para junto a el. Y le ofrece una sonrisa. La cual no devuelve.
Oye al tren, acercándose. Cierra los ojos, y con la cabeza en alto, avanza hacia delante. Tararea por lo bajo una melodía, intentando tranquilizarse, mientras sus pies amenazaban con fallarle. Siente el final del suelo contra la planta de su zapatilla. Abre los ojos, y ve por el rabillo del ojo el tren que se aproximaba. Vuelve a cerrarlos, listo para olvidarse de todo. Para dejarse caer. Estira un pie, y se muerde el labio inferior. Oye un chillido, y, de pronto, es lanzado hacia atrás. Su espalda choca contra el suelo. Unas manos lo mantenían firmemente contra el piso. Abre los ojos y se encuentra con la mirada del chico de cabellos colorados. Tenía varios piercings en su rostro, y sus ojos celestes estaban delineados con negro.
– ¡No! ¡No! ¡Suéltame! ¡Déjame!
Grita, aguantando un sollozo. Intentando zafarse del agarre de aquel desconocido.
– Shh… Escúchame, ¿Si?
Su voz era dulce.
– ¡Suéltame!
Cierra los ojos con fuerza, y las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas.
– Tranquilo, todo esta bien, ¿Si?
Niega con la cabeza, mientras solloza en silencio.
– Voy a soltarte ahora, ¿Esta bien? ¿Prometes que no vas a irte?
No responde.
– ¿Lo prometes?
– ¡Si!
– Esta bien…
Con cuidado, libera sus hombros, pero decide mantenerse en el suelo, por lo que el desconocido se mantuvo casi sentado sobre el.
– ¿Por qué hiciste eso?
– ¿Hacer que? ¿Salvarte la vida? Creo que mereces vivir.
– ¿Cómo estas tan seguro? Podría ser un asesino, o un violador.
El chico lanza una carcajada ronca.
– A mi me pareces un buen chico.
– ¿Por qué lo haz hecho de todos modos? No me conoces, no te importo.
– Estoy seguro que hay gente a la que le importas. ¿Qué hay de tus padres?
– No les importo.
Se cubre el rostro con las manos.
– ¿Por qué dices eso?
– Nunca están en casa. No les importamos.
– ¿Importamos?
– Si, mi hermana y yo.
El chico sobre el le quita las manos del rostro, obligándolo a mirarlo a los ojos.
– A ella le importas, ¿Verdad?
Abre la boca, luego la cierra y se encoje de hombros.
– ¿Lo ves? A ella si le importas. ¿Cómo crees que se tomará la muerte de su hermano? No muy bien, ¿Verdad?
– Si… Supongo…
– No lo supongas. Eres su hermano. Claro que se va a tomar tu muerte de la peor manera posible.
Baja la vista.
– ¿Qué te llevo a hacer esto?
– Muchas cosas…
– Bueno, quiero que sepas, que el suicidio nunca es la respuesta a nuestros problemas. Jamás. ¿Esta bien?
Asiente.
– No voy a salir con la mierda de “no te des por vencido” Pero la vida nunca pone más peso sobre tus hombros del que pueden soportar.
Intenta desviar la mirada, pero los ojos azules del chico eran imposibles de dejar de ver.
– Ahora, deja que te lleve a casa, ¿Si?
– Yo…
– Tomaré eso como un si, levántate.
Se sale de encima suyo y le tiende una mano. Su brazo era recorrido por distintos dibujos, con diferentes colores. Acepta la mano que le es tendida y se pone de pie. Todas las miradas estaban sobre el. Odiaba eso.
– ¿Cómo te llamas, niño?
Le molestó un poco su pequeño “apodo” hacia el, pero no era un buen momento.
– Harry.
– Un gusto conocerte, Harry. Soy Louis.
Ambos abandonan la estación, Louis llama un taxi, y ambos se montan a el.
Durante el viaje, Louis formulaba bastantes preguntas. Pero era bastante agradable.
– ¿Qué te llevo a hacer eso, Harry?
El menor lanza un suspiro.
– No tengo amigos, Louis. Ni uno.
– ¿Qué edad tienes?
– 16
– Bueno, Harry. Yo puedo ser tu amigo. Suenta estúpido y cliché ahora, pero es posible.
– Si… Supongo.
El chico ríe.
– No lo supongas.
Harry lanza un suspiro y pone los ojos en blanco.
– Esta bien, si, podémos ser amigos.
– Eso es lo que quería oír.
– Aún puedo ser un asesino.
Louis contiene una carcajada.
– Lo dudo.
El vehículo se detiene frente a la casa del menor, Louis le paga al conductor y ambos bajan.
– ¿No deberías estar en la escuela?
– Si, debería.
– Oh, chico malo, ¿Eh?
– ¿Y en donde deberías estar tú?
– Ningún lugar importante… Trabajando, quizás.
Harry toma las llaves que había en el bolsillo de su pantalón y abre la enorme puerta que conduce al interior de su casa. Louis tenía las manos dentro de sus pantalones negros, casi del todo destruidos.
– Déjame adivinar, eres un abogado.
– Ha-ha muy gracioso. Trabajo en una tienda de discos.
– ¿Tocas algún instrumento?
– El bajo y piano, ¿Tú?
– Guitarra. Hace tiempo que no toco, de hecho…
Harry sube las escaleras, con Louis a sus espaldas.
– ¿Sueles dejar pasar a extraños de cabello rojo a tu casa, Harry? No es muy seguro.
Su voz denotaba sarcasmo.
– ¿Quieres que te eche?
– No gracias.
– Entonces calla.
Oye como ríe a sus espaldas.
– Guarda esa actitud para más tarde, diva.
Era extraño como charlaban con tanta naturalidad. Debía admitir que intentaba parecer relajado, aunque estaba bastante aterrado por dentro. El corazón le latía desbocado y las manos le sudaban.
Abre la puerta de su habitación. Louis entra y la cierra a sus espaldas. Apoyando la espalda contra la pared. La habitación del joven era bastante aburrida. Paredes blancas, suelo de madera, el acolchado sobre su cama era azul y su escritorio de madera clara.
– Que habitación tan colorida tienes, ¿Huh?
– ¿Quieres que pinte las paredes de naranja fluorescente para ti?
– No soy un gran fan de los colores fluorescentes, de hecho.
Se deja caer sobre su cama, y lo mira desde allí.
– ¿Y ahora que? ¿Para esto era que querías entrar?
– ¿Para criticar tu habitación? Nah. Quería hablar contigo. Parece que necesitas hablar con alguien, ¿Verdad?
– Estoy bien.
– ¿Debo recordarte que casi te quitas la vida esta mañana?
Harry suspira.
– Lo acabas de hacer. Bueno, Louis. Lo que sucede es que estoy harto de todo. Solía tener amigos, Pero ya no. No tengo en quien confiar. Con quien hablar.
– Bueno, estoy aquí.
– Si… Supongo.
Louis lo mira y alza una ceja.
– Ugh, Esta bien, estas aquí, lo sé. Lo sé. No lo supongo.
– Buen chico.
Nombre: "When nobody else is there, I'll be"
Autora: Malena *yo hola que tal*
Adaptación: No.
Género: Drama, romance, supongo.
Advertencias: Drogas, alcohol y escenas sexuales.
Capítulo 1:
El corazón le latía con rapidez. Las palmas le trasnpiraban. Los sonidos de la estación se mezclaban en sus oídos. Las voces, las pisadas desesperadas e impacientes de todos los desconocidos a su alrededor, las agujas del enorme reloj que colgaba sobre su cabeza, marcando los minutos que pasaban. Su pie derecho, golpeando el suelo de baldosas grises. Lanza un suspiro entrecortado y pasa sus manos por sus rizos. Ve como las personas se acercan al andén, informándole que el tren se aproximaba. Carraspea y se camina despacio hasta la parada. Estaba a un metro de el. Un chico de cabellos rojos, claramente artificial, se para junto a el. Y le ofrece una sonrisa. La cual no devuelve.
Oye al tren, acercándose. Cierra los ojos, y con la cabeza en alto, avanza hacia delante. Tararea por lo bajo una melodía, intentando tranquilizarse, mientras sus pies amenazaban con fallarle. Siente el final del suelo contra la planta de su zapatilla. Abre los ojos, y ve por el rabillo del ojo el tren que se aproximaba. Vuelve a cerrarlos, listo para olvidarse de todo. Para dejarse caer. Estira un pie, y se muerde el labio inferior. Oye un chillido, y, de pronto, es lanzado hacia atrás. Su espalda choca contra el suelo. Unas manos lo mantenían firmemente contra el piso. Abre los ojos y se encuentra con la mirada del chico de cabellos colorados. Tenía varios piercings en su rostro, y sus ojos celestes estaban delineados con negro.
– ¡No! ¡No! ¡Suéltame! ¡Déjame!
Grita, aguantando un sollozo. Intentando zafarse del agarre de aquel desconocido.
– Shh… Escúchame, ¿Si?
Su voz era dulce.
– ¡Suéltame!
Cierra los ojos con fuerza, y las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas.
– Tranquilo, todo esta bien, ¿Si?
Niega con la cabeza, mientras solloza en silencio.
– Voy a soltarte ahora, ¿Esta bien? ¿Prometes que no vas a irte?
No responde.
– ¿Lo prometes?
– ¡Si!
– Esta bien…
Con cuidado, libera sus hombros, pero decide mantenerse en el suelo, por lo que el desconocido se mantuvo casi sentado sobre el.
– ¿Por qué hiciste eso?
– ¿Hacer que? ¿Salvarte la vida? Creo que mereces vivir.
– ¿Cómo estas tan seguro? Podría ser un asesino, o un violador.
El chico lanza una carcajada ronca.
– A mi me pareces un buen chico.
– ¿Por qué lo haz hecho de todos modos? No me conoces, no te importo.
– Estoy seguro que hay gente a la que le importas. ¿Qué hay de tus padres?
– No les importo.
Se cubre el rostro con las manos.
– ¿Por qué dices eso?
– Nunca están en casa. No les importamos.
– ¿Importamos?
– Si, mi hermana y yo.
El chico sobre el le quita las manos del rostro, obligándolo a mirarlo a los ojos.
– A ella le importas, ¿Verdad?
Abre la boca, luego la cierra y se encoje de hombros.
– ¿Lo ves? A ella si le importas. ¿Cómo crees que se tomará la muerte de su hermano? No muy bien, ¿Verdad?
– Si… Supongo…
– No lo supongas. Eres su hermano. Claro que se va a tomar tu muerte de la peor manera posible.
Baja la vista.
– ¿Qué te llevo a hacer esto?
– Muchas cosas…
– Bueno, quiero que sepas, que el suicidio nunca es la respuesta a nuestros problemas. Jamás. ¿Esta bien?
Asiente.
– No voy a salir con la mierda de “no te des por vencido” Pero la vida nunca pone más peso sobre tus hombros del que pueden soportar.
Intenta desviar la mirada, pero los ojos azules del chico eran imposibles de dejar de ver.
– Ahora, deja que te lleve a casa, ¿Si?
– Yo…
– Tomaré eso como un si, levántate.
Se sale de encima suyo y le tiende una mano. Su brazo era recorrido por distintos dibujos, con diferentes colores. Acepta la mano que le es tendida y se pone de pie. Todas las miradas estaban sobre el. Odiaba eso.
– ¿Cómo te llamas, niño?
Le molestó un poco su pequeño “apodo” hacia el, pero no era un buen momento.
– Harry.
– Un gusto conocerte, Harry. Soy Louis.
Ambos abandonan la estación, Louis llama un taxi, y ambos se montan a el.
Durante el viaje, Louis formulaba bastantes preguntas. Pero era bastante agradable.
– ¿Qué te llevo a hacer eso, Harry?
El menor lanza un suspiro.
– No tengo amigos, Louis. Ni uno.
– ¿Qué edad tienes?
– 16
– Bueno, Harry. Yo puedo ser tu amigo. Suenta estúpido y cliché ahora, pero es posible.
– Si… Supongo.
El chico ríe.
– No lo supongas.
Harry lanza un suspiro y pone los ojos en blanco.
– Esta bien, si, podémos ser amigos.
– Eso es lo que quería oír.
– Aún puedo ser un asesino.
Louis contiene una carcajada.
– Lo dudo.
El vehículo se detiene frente a la casa del menor, Louis le paga al conductor y ambos bajan.
– ¿No deberías estar en la escuela?
– Si, debería.
– Oh, chico malo, ¿Eh?
– ¿Y en donde deberías estar tú?
– Ningún lugar importante… Trabajando, quizás.
Harry toma las llaves que había en el bolsillo de su pantalón y abre la enorme puerta que conduce al interior de su casa. Louis tenía las manos dentro de sus pantalones negros, casi del todo destruidos.
– Déjame adivinar, eres un abogado.
– Ha-ha muy gracioso. Trabajo en una tienda de discos.
– ¿Tocas algún instrumento?
– El bajo y piano, ¿Tú?
– Guitarra. Hace tiempo que no toco, de hecho…
Harry sube las escaleras, con Louis a sus espaldas.
– ¿Sueles dejar pasar a extraños de cabello rojo a tu casa, Harry? No es muy seguro.
Su voz denotaba sarcasmo.
– ¿Quieres que te eche?
– No gracias.
– Entonces calla.
Oye como ríe a sus espaldas.
– Guarda esa actitud para más tarde, diva.
Era extraño como charlaban con tanta naturalidad. Debía admitir que intentaba parecer relajado, aunque estaba bastante aterrado por dentro. El corazón le latía desbocado y las manos le sudaban.
Abre la puerta de su habitación. Louis entra y la cierra a sus espaldas. Apoyando la espalda contra la pared. La habitación del joven era bastante aburrida. Paredes blancas, suelo de madera, el acolchado sobre su cama era azul y su escritorio de madera clara.
– Que habitación tan colorida tienes, ¿Huh?
– ¿Quieres que pinte las paredes de naranja fluorescente para ti?
– No soy un gran fan de los colores fluorescentes, de hecho.
Se deja caer sobre su cama, y lo mira desde allí.
– ¿Y ahora que? ¿Para esto era que querías entrar?
– ¿Para criticar tu habitación? Nah. Quería hablar contigo. Parece que necesitas hablar con alguien, ¿Verdad?
– Estoy bien.
– ¿Debo recordarte que casi te quitas la vida esta mañana?
Harry suspira.
– Lo acabas de hacer. Bueno, Louis. Lo que sucede es que estoy harto de todo. Solía tener amigos, Pero ya no. No tengo en quien confiar. Con quien hablar.
– Bueno, estoy aquí.
– Si… Supongo.
Louis lo mira y alza una ceja.
– Ugh, Esta bien, estas aquí, lo sé. Lo sé. No lo supongo.
– Buen chico.
Última edición por CapitanNiallHoran el Miér 30 Abr 2014, 2:28 pm, editado 43 veces
CapitanNiallHoran
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
omgg! la tienes que seguir!! me encantaa! pobre harry :( y punk louis???¿¿¿ acaso me quieres matar?? seguila cuanto antes!!
one_direction_ana_
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
one_direction_ana_ escribió:omgg! la tienes que seguir!! me encantaa! pobre harry :( y punk louis???¿¿¿ acaso me quieres matar?? seguila cuanto antes!!
que suerte que te gustó!! sisi jajaja voy a publicar el segundo capítulo cuando pueda :) *y cuando logre entender correctamente como* mientras tanto, gracias por leer :D
CapitanNiallHoran
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
SDJKFHSDKFASKLFJASDLÑFKSDLKFASLÑDKFADÑLFKADFÑSKFASD AY HOLA! No sé, soy Zarry shipper, pero ésta historia está re interesante. Me puedes volver fácilmente Larry shipper, eh? SÍGUELA POR FAVORRRRRRRRRRRRRRRRRRR, POR FAVOR, POR FAVOR T-T y te amo(?:hug:
Pinkidinkidipsilalapo
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
KJHDFJHDJH GRACIAS! que suerte que te guste :) gracias por leer!!Pinkidinkidipsilalapo escribió:SDJKFHSDKFASKLFJASDLÑFKSDLKFASLÑDKFADÑLFKADFÑSKFASD AY HOLA! No sé, soy Zarry shipper, pero ésta historia está re interesante. Me puedes volver fácilmente Larry shipper, eh? SÍGUELA POR FAVORRRRRRRRRRRRRRRRRRR, POR FAVOR, POR FAVOR T-T y te amo(?:hug:
CapitanNiallHoran
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
Capítulo 2:
– Así que… ¿Eres como un nerd?
– Me gusta sacarme buenas notas…
– ¿Es por eso que los idiotas de tu clase te dieron la espalda?
Harry se encoje de hombros.
– Quizás…
– Eso es lo más estúpido que he escuchado.
Louis se paseaba por el cuarto, revisando los libros que reposaban sobre las repisas.
– Oh, “Todo lo que debes saber sobre la jardinería” Nunca te aburres, ¿Huh?
Murmura con una sonrisa burlona, mientras sostiene dicho libro entre las manos.
– ¿Tienes que tocar cada libro que te encuentres?
– Lo siento, ¡Es que este titulo suena tan divertido!
Dice fingiendo entusiasmo. Para luego dejar el libro en donde lo encontró.
– Tienes unos libros muy malos aquí, niño.
– Son para el colegio…
El chico asiente.
– ¿Has leído Harry Potter?
– Nah.
Louis, sin siquiera voltearse, lo apunta con su dedo índice, sobre su hombro.
– Tienes que leerlos.
– Meh, No lo se…
– No, de verdad, son geniales.
Harry ríe por lo bajo.
– Esta bien, los leeré.
Louis mete su mano dentro del bolsillo trasero de su pantalón, y extrae un cigarrillo.
– ¿Fumas?
– No, Harry. Simplemente me encanta la sensación de tener un cigarro apagado entre los labios.
Toma el encendedor, y lo acerca al pequeño cilindro blanco.
– ¿Te molesta si fumo aquí?
– Por favor no lo hagas…
– Esta bien, princesa.
Se quita el cigarro de los labios y vuelve a guardarlo en la caja.
– ¿Princesa?
– Eres organizado y limpio, como una princesa.
– ¿Debería sentirme halagado?
– Eso es tema tuyo.
Louis abandona el estante de libros y ahora se limita a caminar por la habitación.
– Sabes, estoy seguro de que me has mentido.
– ¿Qué?
Louis asiente.
– Así es. Has dicho “quizás” cuando te pregunte sobre los idiotas de tu curso. Solo te estoy dando tiempo para que pienses en una excusa, mientras descubro la respuesta por mi mismo.
– No se de que me estas hablando…
– Oh, yo si.
– No lo dejaras ir jamás, ¿Verdad?
– Nunca.
Louis le sonríe.
– Bueno… ¿Quieres que te lleve a la escuela o algo?
– La verdad es que no quiero it…
– Saltearte tus clases no es bueno, Harold.
Dice fingiendo la voz de un adulto.
– Oh, entonces ahora me dices que nunca te salteaste tus clases.
– ¡Hey! Sólo porque tengo el cabello rojo, tatuajes, piercings, ropa casi del todo destruida y uso maquillaje de mujer no quiere decir que sea un mal estudiante.
Harry enarca las cejas.
– Esta bien, era un terrible estudiante y me salteaba cuantas clases como podía, pero ese no es el punto.
Dice señalándolo con el dedo índice.
– ¿Y cual es el punto?
– El punto es, cállate, soy mayor que tú, harás lo que yo diga.
El menor ríe y niega con la cabeza.
– ¿Que edad tienes?
– ¿Qué edad piensas que tengo?
– Um… ¿Dieciocho?
– Oh, me siento halagado. Tengo veintiuno.
Sus ojos se abren como platos.
– ¿De verdad?
– Si. Y por si te lo preguntabas, aún vivo con mi madre. Lo se, todo un rebelde.
– Tienes 21, no 45. Esta bien que vivas con ella.
– Además necesita dinero. Tengo cuatro hermanas, así que la ayudo lo más que puedo.
– Eso es bueno de tu parte.
Se encoje de hombros.
– Soy todo un encanto, ¿Que puedo decir?
– ¿A que edad empezaste a fumar?
– Tenía alrededor de unos 17, 18 años.
– Sabes que eso no es bueno para ti…
– Lo sé.
– ¿Entonces porque lo haces?
Louis sonríe y lo mira.
– Hay muchas cosas difíciles de explicar, Harry…
Harry baja la mirada.
– Creo que deberías ir yendo a tu casa…
– ¿Me estás echando?
– Tal vez.
El mayor ríe.
– Honestamente, no me quiero ir aún. De hecho, estoy algo hambriento. Se un buen caballero y dame algo de comer.
– Vendrás a la cocina conmigo.
– Estoy de acuerdo con eso.
Harry se levanta, y camina hasta las escaleras, con Louis siguiéndolo a sus espaldas.
– ¿Qué quieres?
– Cualquier cosa esta bien.
– Bueno Louis, no puedo darte cualquier cosa, ¿Qué quieres?
– ¿Qué tienes?
Harry se voltea a mirarlo.
– ¿Siempre eres así de complicado con la comida?
– Casi todo el tiempo.
El menor lanza un suspiro.
– Deja que vea que tengo.
Se voltea y comienza a hurgar entre los estantes.
– ¿Qué sucede aquí?
Harry se voltea y ve a su hermana en el umbral de la puerta. Mirando a Louis de arriba abajo con los brazos cruzados.
– Oh, hola Gemma.
– ¿Quién es?
Dice sin quitar la mirada del joven a su lado.
– Él es…
– Soy Louis. Debes ser Gemma, la hermana de Harry. Un gusto conocerte.
– Si, claro. Harry, ¿Por qué no estas en la escuela?
Harry ve por el rabillo del ojo como Louis enarca las cejas. Si pudiera, golpearía a su hermana por ser tan mal educada.
– Perdí el autobús. – Siente la mirada de Louis sobre sí mismo. – ¿Por qué no estas en el trabajo?
– No me cuestiones Harry. Soy una adulta, puedo hacer lo que quiera.
– Simplemente te hago la misma pregunta que me haz hecho a mi.
– Oh, cállate.
Y sin decir más, abandona la cocina.
– Bueno eso fue…
Comienza a decir Louis.
– Si, lo se. Lo siento. No siempre es así.
– No te preocupes, mis hermanas son peores.
Estira el brazo y toma una bolsa de papas fritas. La abre y se mete una en la boca.
– Entonces. ¿Te llevo a la escuela?
– Claro.
– Esta bien. Tendrás que venir hasta mi casa, allí tengo mi vehículo.
Harry se encoje de hombros y ambos abandonan la casa.
– No te preocupes, no vivo tan lejos de aquí. Solo un par de cuadras.
Le dice intentando tranquilizarlo al er su rostro. Y ambos comienzan a caminar.
Era cierto.No vivía muy lejos, pero eso de "un par de cuadras" era en autobús o taxi. Caminando habrán tardado unos veinticinco minutos. Pero ahora ambos se encontraban frente a la casa del mayor. Era mucho más pequeña que la de Harry.
– Espera aquí, regreso en cinco.
– Claro.
Salta una pequeña cerca de madera que se dirige al patio trasero, y regresa a los pocos minutos, con una motocicleta negra junto a el.
– Woah, woah. Dijiste que tenías un auto.
– Incorrecto. He dicho “Mi vehículo” No he dicho auto, ¿Verdad?
Le sonríe burlonamente.
– ¿Vas a venir?
Harry lanza un bufido.
– ¡Esa es la actitud!
Le lanza un casco. El cual apenas alcanzo a atrapar a tiempo. Se coloca el suyo propio y le hace una seña a Harry para que se sentara. El así lo hace.
– Agarrate fuerte, princesa.
Y en el momento que dice esas palabras, rodea el torso del mayor con los brazos. Oye su risa a través de los rugidos del motor.
Cierra los ojos con fuerza, y siente el frío viento chocar contra si. Algo amortiguado por el cuerpo de Louis. Luego de unos minutos, se detiene.
– Ya acabó, niño. Ya puedes soltar mi remera, la vas a arrugar.
Su voz sonaba burlona.
Suelta su remera, y con las mejillas sonrojadas por el comentario anterior, intenta quitarse el casco. Claro, tenía que fallar. Louis ríe.
– Ven, deja que te ayude.
Siente sus dedos, que estaban sorprendentemente cálidos, sobre la fría piel de su cuello. Y a los pocos segundos, el mayor sostenía el casco entre sus manos.
– Gracias…
Louis se quita su propio casco, y le sonríe.
– Ahora, pórtate bien, ¿Si?
– Si mamá.
– Me llamas si algo sucede. Estoy siendo serio ahora. Paso por ti a las cinco, es cuando sales, ¿Verdad?
– Si.
– Esta bien, nos vemos luego.
– Oh, desearías poder entrar a clases.
Louis sonríe.
– ¿Qué?
– Oh, nada…
– Oh no, no me digas que lo estas pensando.
– Quizás… Parezco más jóven, ¿O no?
– Louis no…
– Nos vemos en un rato.
Le guiña el ojo y se aleja por la acera.
– Carajo…
Murmura con la vista clavada por el lugar por donde Louis ababa de irse
.
CapitanNiallHoran
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
Capítulo 3:
Cuando entró al salón, estaba casi vacío, ya que estaban en recreo. Al sentarse detrás del pupitre del frente, en la hilera de la izquierda, siente las miradas de las pocas personas allí presentes.
– Un poco tarde, ¿No te parece?
Ignorando aquel comentario, se deja caer sobre la silla.
– Marica.
Se muerde el labio con fuerza, y cierra sus manos en puños sobre el banco. Oye risas, que lo obligan a cerrar sus ojos con fuerza por unos segundos.
Oye un carraspeo y las risas cesan. Abre los ojos, y al mirar hacia la puerta, ve a Louis, con una sonrisa de oreja a oreja, y un blazer negro cubriendo sus brazos tatuados. De ninguna manera le pareció atractivo. Jamás.
– Oh dios…
Deja que su rostro se oculte detrás de sus manos. Oye su risa, y a los pocos segundos estaba sentado a su lado.
– ¿Me extrañaste?
– ¿Qué haces aquí, Louis?
Su voz era amortiguada por sus dedos.
– ¿Qué? ¿Ahora no puedo venir a la escuela?
– Tienes 21.
– Oh, diviértete una vez en tu vida, princesa.
Harry lo fulmina con la mirada. A lo que el responde con una de sus sonrisas burlonas.
– Ahora, sentémonos al fondo, si no quieres que me echen a los dos segundos de clase.
– Si quiero que te echen a los dos segundos de clases.
– Bueno, no va a suceder, niño. Ahora, levántate.
Se levanta del pupitre a regañadientes, y sigue al mayor hasta uno de los pupitres del fondo.
– ¿De dónde sacáste el blazer?
– Oh, conozco a alguien.
– Louis… ¿Lo has robado?
– ¿Robarlo? – Lanza una sonora carcajada – No se que clase de chico piensas que soy. No, no lo he robado.
– Oh.
Louis niega con la cabeza, aún manteniendo esa sonrisa en su rostro.
Suena el timbre, y a los pocos minutos la profesora ingresa al salón, y comienza a dictar la clase, Leyendo “Dr. Jekyll and Mr. Hyde.” Sin siquiera percibir al intruso que se sentaba a su lado. Lo cual le resulto extraño. Un chico de pelo rojo y pircings por todo el rostro no era muy fácil de pasar por alto.
– Esto es muy aburrido…
Susurra mientras se pasa sus dedos por los teñidos cabellos.
– Solo cállate.
– No puedo. Esto es tan aburrido que necesito distraerte.
– Louis…
– ¡Dejen de hablar allí atrás, Styles!
La maestra baja el libro que sostenía sobre su rostro, y pasa la mirada por ambos. Al notar algo extraño, frunce el entrecejo y se acerca a ellos.
– ¿Disculpa? ¿Y tú quien eres?
Parecía enojada.
– Soy Louis, un gusto.
El chico sonríe y reclina su silla hacia atrás.
– ¡¿Cómo entraste?!
– ¿Por la puerta, tal vez?
Dice con tono de burla, y una sonrisa divertida. Mientras apunta a la puerta con el dedo índice. El resto de las personas a su alrededor ríe, causándole más enojo a la maestra.
– Sal de aquí. ¡Ahora!
Endereza su asiento y se encoje de hombros, mientras se pone de pie.
– Leí esto hace años. Son la misma persona.
Y con un inclinamiento de cabeza en forma de despedida, abandona el aula. Deja caer su cabeza entre las manos, y espera a que termine la clase.
Abandona el edificio, ya eran las cinco. Louis iba a pasarlo a buscar, por lo que lo esperó sentado en uno de los bancos en la entrada de la escuela. Ve como un viejo coche gris se detiene en la acera. La ventanilla se baja, y ve el sonriente rostro de Louis.
– ¿Te divertiste?
– Creo que te has divertido más que yo, Louis.
– Oh, de hecho, lo hice.
– ¿Qué paso con tu motocicleta?
– ¿Quieres que la vaya a buscar?
– No gracias.
Louis ríe y le indica que se suba. Una vez los dos allí, pone el auto en marcha.
– ¿Qué hay con el auto?
– Es de mi madre.
Conducía con tranquilidad, mientras tarareaba una canción.
– Entonces… ¿Novia, princesa?
Murmura luego de unos minutos.
– Nah…
– Novio?
– No.
Baja la mirada, y ve por el rabillo del ojo como Louis lo mira.
– ¿Qué?
– Nada.
– ¿Tú tienes novia?
– No actualmente.
– ¿Has tenido?
– Si.
Con su mano derecha, marcaba un ritmo inexistente.
– ¿Alguna vez tuviste novio?
El chico se toma unos segundos.
– No.
– ¿Por qué lo has pensado?
– Oh, ya sabes, salí con un chico una vez. Pero las cosas no funcionaron, así que decidimos ser amigos.
– Entonces, eres bisexual.
– Así es.
Harry asiente.
– Entonces no eres virgen.
– Exacto. Además temgo 21, no lo olvides.
– ¿A que te refieres?
– Sería un poco… extraño que siga siendo virgen teniendo la edad que tengo.
– No hay nada malo con ser virgen.
– No a tu edad.
– Entonces ahora dices que soy virgen.
– Nunca has tenido novia, o novio.
Lo mira con una sonrisa divertida.
– Wanker. *
– No, Harry. Tú eres el que se masturba. Por el otro lado, yo no lo necesito.
El menor lo fulmina con la mirada.
– Oh, estoy jodiendo contigo, niño.
– No, Louis. No estas “jodiendo conmigo”. Estas jodiendo con prostitutas baratas.
– Hey! No seas irrespetuoso. Esas mujeres se rompen el trasero trabajando. – Mira hacia arriba, con las cejas fruncidas al escuchar sus palabras. – Espera…
Harry lanza una fuerte carcajada.
– Eso no sonó nada bien…
Ve como el menor ríe, y podía jurar que era lo más adorable que haya visto. Sus ojos estaban cerrados, y su nariz arrugada. Sus pies estaban sobre el asiento, y su cabeza hacia atrás. Parecía un niño pequeño.
– Me das vergüenza, Harry Styles.
Poco a poco, para de reír, lanzando solo de vez en cuando unas cortas risitas contenidas.
– Tú y tu mente sucia… Dile a tus padres que lo siento.
Louis coloca un cigarrillo entre sus labios y lo enciende.
– Aquí tienes mi número, en caso que quieras hablar o salir a agún lugar.
Mumura mientras toma su mano y escribe sobre su palma, al haber detenido el coche frente su casa.
– Estaré aquí de todos modos.
Harry se baja.
– Hasta luego, niño.
Arranca, y se aleja por la acera.
* Wanker= wank= sinónimo de masturbación. Se usa como insulto.
CapitanNiallHoran
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
Capítulo 4:
No supo nada de Louis por el resto del día. Debía admitir que esas horas que pasaron juntos lo distrajeron bastante. Y eso era lo que necesitaba. Distraerse. Por lo menos por un par de horas. Había dudado en enviarle un mensaje de texto. Pero prefirió no hacerlo.
Baja las escaleras, con la mochila al hombro, y sale a la calle.
– Buen día, princesa.
Al alzar la vista, ve a Louis, sentado en su motocicleta, con una sonrisa cansada.
– ¿Qué haces aquí?
– Oh, simplemente me gusta observar tu casa, Harry. Para llevarte a la escuela, ¿Para que piensas que estoy aquí?
– En realidad, iba a tomar el tren…
– Oh no, no voy a dejar que te acerques a la estación de tren.
– Louis, estoy bien…
– No lo estas.
Lanza un suspiro y lo observa con las cejas enarcadas y la cabeza levemente hacia atrás.
– Louis…
– Harry…
Dice imitando su tono de voz y postura.
– Ugh. Esta bien.
Rueda los ojos y toma el casco que le es tendido.
– Buen chico. ¿Por qué no te tomas el bus escolar, de todos modos?
– Y-Yo… No me gusta.
– ¿Por qué?
– Simplemente no me gusta.
Responde cortantemente. Louis alza las manos en forma de burla, con una de sus características sonrisas pasmada en su rostro.
– Woah, cálmate, tigre.
Lanza un bufido, al cual Louis responde con una leve carcajada.
– Agárrate fuerte, princesa.
– Lo se.
Se coloca el casco y envuelve sus brazos alrededor de su torso. Siente las vibraciones de su espalda contra su perfil, estaba riendo. Oye los rugidos del motor, y luego, el viento chocar contra sus brazos y piernas.
Por un momento pensó que Louis le estaba hablando, al sentir las vibraciones de su espalda, pero se sorprendió al descubrir que el mayor estaba tarareando una canción.
Abre los ojos cuando la motocicleta finalmente se detiene frente la escuela. Louis se quita su casco y luego lo ayuda con el que el mismo traía.
– Bueno, niño. Compórtate. Paso por ti a las cinco, Hay un lugar al que quiero llevarte.
Harry enarca las cejas con sorpresa. ¿Llevarlo a algún lugar? ¿A él?
– ¿A dónde?
– Oh, ya verás. Pronto.
– Ya has hablado, ¿A dónde me llevaras?
– No sería una sorpresa si te digo.
Estaba a punto de protestar, pero el timbre que resonó por toda la entrada abarrotada de gente lo hizo callar.
– Ahora, ve a clase, niño. No te gustaría entrar tarde.
– Si me gustaría.
– Oh vamos, vi los libros que guardas en tu habitación.
Iba a protestar nuevamente, pero Louis lo calla, poniendo su dedo índice sobre sus labios.
– Tú ve, princesa. Nos vemos a las cinco.
Y luego de darle una palmada en el hombro, arranca y se aleja por la acera.
Lanza un bufido y se dirige hasta la entrada.
– ¿Quién es tu amigo, Styles?
Ronronea una voz contra su oído. La reconoce como la de David casi al instante. A sus espaldas, oye las risas de sus inútiles sombras.
– Tu padre.
– Que gracioso. No recuerdo que mi padre sea un imbécil.
– Que mala memoria que tienes.
Las risas desaparecen y se transforman en silencio. Sonríe levemente y mira hacia atrás.
– Buena charla.
David parecía furioso y algo sorprendido, pero antes que su cerebro pudiera formular algo a tiempo, Harry ya estaba dentro de su clase.
La profesora ya estaba allí. Con una atolondrada disculpa se dirige hasta uno de los pupitres del fondo, ya que los del frente estaban todos ocupados. David ingresa al salón unos minutos después y le lanza una mirada fría, pero intenta no prestarle atención mientras saca sus libros de la mochila.
La maestra continúa dando la clase, mientras Harry intenta ponerse al ritmo. Hasta que siente la vibración de su teléfono celular en su bolsillo. Disimuladamente, lo saca de allí, y lee el nombre de Louis en la pantalla.
“¿Qué tema que jamás usarás en tu vida estás aprendiendo?”
“algebra”
Escribe lentamente, cada tanto mirando al frente.
“Hm. No lo usarás nunca. Yo jamás lo usé.”
“Si, pero tu trabajas en una tienda de discos.”
Ríe por lo bajo luego de enviar el mensaje. La respuesta le llega a los pocos minutos.
“Hey! Guarda esa actitud, niño. Luego te golpeo por eso.”
Vuelve a reír, y lentamente desliza el teléfono dentro de su bolsillo otra vez.
No volvió a hablar con Louis hasta que el reloj marcó las cinco, y al abandonar a paso rápido la escuela, lo ve en la acera, sobre su motocicleta y con una mochila de cuero negra sobre el regazo, de la cual por una parte se veía lo que parecía ser una skate. Al verlo acercarse hasta el sonríe y lo saluda con un movimiento de cabeza. Llega hasta el y lo saluda con una pequeña sonrisa, mientras el mayor le tiende el casco.
– Oh, casi lo olvido.
Harry alza la vista a la vez que el puño de Louis da contra su brazo.
– ¡Ow! ¿Que carajo…?
– Te dije que iba a golpearte, no entiendo porque estas tan sorprendido.
Harry se sienta en el asiento del acompañante y toma algo vergonzosamente la holgada remera de Louis entre sus largos dedos.
– Ha dolido.
– Lo se… ¿Qué puedo decir?
– …¡¿Lo siento?!
– Mmm… No.
Y sin decir más, se coloca el casco y enciende el motor, hasta que este se pone a rugir bajo Harry. Quien con rapidez se coloca el casco y se abraza al cuerpo del chico frente a el.
El viaje dura unos veinte minutos. Cuando la moto se detiene, Louis se quita su casco propio y ayuda a Harry con el suyo.
– Bueno, aquí estamos.
– ¿Qué es este lugar?
Pregunta mientras se baja del vehículo.
– Es un parque.
Le responde mientras se pone a su lado, y ambos comienzan a caminar por el largo pasto.
– ¿Por qué estamos aquí?
– Quiero enseñarte algo.
– ¿Qué algo?
Sonó más preocupado de lo que pretendió. Louis lo mira con el entrecejo fruncido, y ambas manos en los bolsillos.
– Piensas que tiene algo que ver con la marihuana, ¿No?
Siente como sus mejillas se tornan rojas.
– Bueno… ¿Fumas marihuana?
– ¿Por qué? ¿Eres policía?
Dice con una pequeña sonrisa, mirándolo de reojo.
– ¿Es eso un sí?
El mayor extrae un cigarro de su bolsillo y se lo coloca entre los labios.
– Puede que lo sea.
Murmura luego de encenderlo y tomándolo entre sus dientes, lanza el humo hacia arriba, mientras forma extrañas y bellas formas sobre ambos.
– ¿Por qué?
– Porque a veces es lindo olvidarse de algunas cosas.
– ¿Qué clase de cosas?
Louis deja de caminar y lo observa. Harry nota que se detiene, y se voltéa.
– Cosas… Cosas malas, Harry, ¿Si?
– …Esta bien.
Y ambos retoman el paso.
CapitanNiallHoran
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
Capítulo 5:
Louis lo conduce hasta el fondo del enorme parque, en donde se veía un patio de piso de cemento, bordeado de una alta reja.
– ¿Perros?
Pregunta una vez que se encontraban frente la puerta de esa reja, y se veían dentro de ella al menos unos doce perros de distintos tamaños, atados allí.
– Correcto. Ya te sabes los animales, Harry. Buen trabajo.
Responde mientras abre la puerta. Cuando los dos entran, los perros comenzaron a ladrar y a mover la cola, intentando desesperadamente acercarse a ellos. Pero Louis los ignora a todos, y se detiene frente a un boxer negro, con una franja blanca que le recorría la columna vertebral. Frente a quien se arrodilla, y deja que casi lo tumbe al suelo, de no ser por estar amarrado. Louis reía mientras acariciaba al animal. Esa imagen hace que Harry sonría.
Luego de pasarse unos minutos de esa manera, Louis se levanta y desata a su mascota, luego ellos dos, acompañados del perro, que a Harry le llegaba casi hasta las rodillas, vuelven a pisar el largo césped.
– ¿Como se llama?
Pregunta Harry finalmente, señalando al animal que corría alrededor de Louis, casi cruzándose entre sus piernas, con un leve movimiento de cabeza.
– Moonlight. Ya sabes, por Beethoven. “Moonlight sonata”.
Harry enarca las cejas con sorpresa. ¿Beethoven? ¿A Louis le gustaba la música clásica? Nunca se lo hubiera esperado.
– ¿Qué cosa querías enseñarme? ¿Era Moonlight?
– No, y nunca me referiría a mi perro como una “cosa”.
Se sonrojó levemente, mientras Louis le da una palmada a Moonlight en el lomo.
– Fue un regalo de mi abuela, para mi cumpleaños. Ya no puedo tenerla en casa. Entonces la dejo aquí y vengo a visitarla lo más que puedo.
Louis lo mira y luego baja la mirada. Quería preguntar porque no podía tener a su mascota en su casa, pero prefirió no hacerlo.
– Entonces, ¿Qué era lo que quieres que vea?
– La paciencia es la llave al éxito, Harry.
Dice arrastrando las palabras, con una leve sonrisa.
Continúan caminando, hasta que se topan con unas vías del tren. La muralla que recorría su lado izquierdo, frente a ellos, estaba decorada con distintos dibujos, de distintos estilos y colores llamativos.
– ¿Cuál te gusta más?
Pasa su mirada por todos aquellos graffitis, y sus ojos se detienen sobre uno en el que se veía una mano, sosteniendo entre sus dedos un corazón humano. Era simplemente espectacular.
– Aquél
Lo señala con el dedo índice.
– Oh, si… ese es genial.
Louis toma el borde de su remera y la levanta. Harry lo observa, algo confundido. Su pecho estaba completamente tatuado. Con flores, que trepaban por su piel desde sus caderas, marchitándose sobre el pecho y hombros. Y entre medio de ese irregular arco floreado, se hallaba exactamente el mismo dibujo. Finas líneas de sangre caían por la muñeca, convirtiéndose finalmente en mariposas, negras como la noche.
Louis sonríe y vuelve a colocarse la remera correctamente, y exhala el humo de un cigarrillo que Harry estuvo muy distraído como para ver que encendía.
– Me tomó semanas.
Vuelve a observar el dibujo en la pared de concreto.
– Carajo…
Fue lo único que pudo decir.
– Eso es… Yo… Carajo.
Louis ríe, y si Harry no estaba equivocado, se acababa de sonrojar levemente.
– Debes enseñarme como haces eso.
– Voy a tener que chequear mi agenda…
Dijo, volviendo a ser el Louis que hacía comentarios sarcásticos ante todo, el Louis que no tenía sentimientos, O que al menos fingía no tenerlos.
CapitanNiallHoran
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
Hola:)
ahhhh esta novela es genial!
Amo a Louis con tatuajes, fumador y con su hermoso humor sarcasticoo!:)
Oh y harry tierno y adorable tal cual una princesa!
Besos:)
ahhhh esta novela es genial!
Amo a Louis con tatuajes, fumador y con su hermoso humor sarcasticoo!:)
Oh y harry tierno y adorable tal cual una princesa!
Besos:)
Invitado
Invitado
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
jdshjdfkhdj siguela la amo!! :) besooos :)
one_direction_ana_
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
lo haré, pronto :) gracias por leer!one_direction_ana_ escribió:jdshjdfkhdj siguela la amo!! :) besooos :)
CapitanNiallHoran
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
Hola! muchas gracias!! jhfjd si yo también lo amo, honestamente jajajaja :) gracias por leer!lizethstylinson escribió:Hola:)
ahhhh esta novela es genial!
Amo a Louis con tatuajes, fumador y con su hermoso humor sarcasticoo!:)
Oh y harry tierno y adorable tal cual una princesa!
Besos:)
CapitanNiallHoran
Re: When nobody else is there, I'll be. - Larry Stylinson. [TERMINADA]
Capítulo 6:
Salió de la escuela, un viernes a las cinco de la tarde. Como siempre, desde hace ya tres semanas, Louis estaba esperándolo, sobre su motocicleta negra. Al verlo acercarse, lo saluda con un movimiento de cabeza. Se acerca a el y toma el casco que le tiende.
– Entonces, ¿A dónde me llevarás hoy, eh?
– Bueno, tuve esta loca idea de llevarte a tu casa.
– ¿Enserio? Vamos, llévame a otro lugar… A tu casa.
Enarcó las cejas, algo sorprendido y lanzo el cigarro que sostenía entre sus labios al suelo.
– ¿Mi casa? ¿Por qué?
– Bueno, tú has estado en la mía.
Se encoje de hombros.
– Como desees.
Harry sonríe, satisfecho y se coloca el casco, para luego montarse a la moto y abrazarse al torso de Louis. Pasados unos quince minutos, se detiene. Harry abre los ojos, que siempre mantenía cerrados cuando estaba sonbre el vehículo de Louis, por aluna razón aparente. Estaba frente a la casa de Louis. Ya había estado allí, pero nunca la había visto desde adentro. Louis se quita su propio casco y recibe el de Harry. Luego posa ambos pies sobre el firme suelo y camina hasta la entrada, con el otro joven a sus espaldas. Alrededor del corto camino que llevaba hasta la entrada había flores de distintos colores. Había dos macetas a los costados de la puerta con dos pequeños arbolitos floreados. Era una casa muy bonita. Louis saca un llavero de su bolsillo y abre la puerta. Harry entra y la cierra tras de sí. Ambos se acercan hasta las escaleras.
– ¿Niñas?
Dice Louis en voz alta, colocando un pie sobre el primer escalón.
– ¡Niñas!
Unos segundos después, se oyen unas irregulares pisadas sobre ellos, y luego, dos pequeñas niñas de cabello rubio hasta los hombros, bajaban las escaleras, y a los pocos minutos estaban sobre Louis. El, sorprendido se tambalea levemente hacia atrás.
– Escaleras! Escaleras!
Dice entre risas. Las dos pequeñas no parecen escuchar, así que el chico, con facilidad, las levanta y las posa sobre sus hombros. Los tres reían sin parar. Harry simplemente observaba la bella imagen. Louis baja los escalones hasta estar nuevamente en el suelo de madera, y allí las deja a ambas niñas.
– ¿Quién es?
Pregunta una de ellas, mirándo a Harry.
– ¡¿Es tu novio?!
La otra niña mira a Louis con entusiasmo. El ríe.
– No, es mi amigo. Su nombre es Harry.
– ¿De verdad? Es lindo.
Siente que se sonroja y ve como Louis lo observa con una sonrisa divertida.
– ¿Lo es?
Pregunta el chico mirándolas a ambas. Quienes asienten enérgicamente.
– ¡Mira! ¡Se sonrojó!
Chilla con alegría una de ellas, señalándolo. Lo que hace que sus mejillas se tornen aún más rojas.
– ¿No es eso adorable, Lou?
– Lo es.
Louis simplemente lo miraba. Con una leve sonrisa, que ya no denotaba sarcasmo. Él mismo baja la mirada hasta sus pies.
– Bueno, por tan adorable que sea, no lo avergoncemos más, ¿Si?
Oye como las dos pequeñas hacen un sonido de queja, y Louis ríe.
– En caso de que me necesiten, estaré arriba.
Ambos suben las escaleras. Sus mejillas seguían calientes, y de vez en cuando, Louis le lanzaba miradas divertidas.
– Bueno, aquí estamos.
Dice mientras empuja la puerta que los conduce a, probablemente la habitación más genial que jamás haya visto. Una de las paredes estaba llena de posters de bandas como The Clash, The Sex Pistols, y otras de las que Harry jamás oyó. La pared que bordeaba la puerta blanca estaba llena de graffitis, distintos dibujos y frases. Era simplemente asombroso.
– Que habitación asombrosa.
– ¿Verdad que si?
Louis se apoya contra su escritorio, mientras Harry se limitaba a observar su habitación.
– Oh hey, casi me olvidaba, Niall hará una fiesta en su casa esta noche, ¿Vienes?
– …No lo sé…
– Oh, ¡Vamos! Es viernes, niño.
– ¡Pero ni siquiera conozco al chico!
– ¡Por eso mismo! ¡Vamos! Será divertido.
Lo mira por unos segundos y lanza un suspiro. Louis sonríe.
– Bien.
Su sonrisa se ensancha.
– Buen chico.
El resto de la tarde se paso entre risas y hablar de estupideces. Ya empezaba a oscurecer. Louis, medio a rastras, obligó a Harry a salir de la casa y montarse al auto de su madre. Lo había obligado a ponerse uno de sus jeans negros que le quedaban demasiado ajustados. Se había quejado, pero Louis no le hizo caso y se limitó a lanzarle una remera casi del todo destruida. Louis lo miró de arriba abajo, y luego le sonrió. “Perfecto” fue lo único que dijo antes de obligarlo a salir.
La casa de ese tal “Niall” no era tan lejos tampoco. Al llegar allí, Louis avanza hasta la puerta y le toma unos segundos darse cuenta que Harry no lo seguía. Se voltea y lanzando un bufido se acerca a él.
– Harry, vamos, ¡Será divertido!
– No lo sé, Louis…
– ¡Vamos! Niall es un buen chico. Quiero que conozcas a mis amigos.
Se mira a si mismo y luego vuelve la mirada a Louis, que lo miraba con ojos suplicantes.
– No me siento muy cómodo con tu ropa…
– Vamos, te ves bien.
Siente como sus mejillas se tornan rojas, y jura que se pudo haber abofeteado en ese instante. Louis se acerca a el y lo mira seriamente.
– ¿Por qué eres tan inseguro?
Lo mira por unos segundos y vuelve a bajar la vista.
– No tienes que serlo, Harry. Eres un gran chico. ¿Es por los imbéciles de tu escuela?
Luego de unos minutos, asiente levemente. Louis niega con la cabeza, exasperado.
– Malditos idiotas. Diviértete un poco, olvídate de esos inútiles, ¿Si?
– …Bueno, esta bien.
Louis le sonríe y lo rodea por los hombros, atrayéndolo a su cuerpo. Ambos caminan hasta la puerta, y Louis simplemente la abre, y los dos ingresan a la casa. El pequeño pasillo desde la puerta estaba abarrotado de gente. Louis entró saludando a todos, mientras que Harry se limitó a sentirse fuera de lugar.
Cruzaron ese pequeño lugar y llegaron hasta un pequeño salón, había un sillón grande y una mesa con vasos de plástico, los cuales también se encontraban por el suelo. Louis se detiene ante la puerta y mira a su alrededor. Luego sonríe y alza su mano libre en el aire.
– Niall! Ahí estás.
Harry mira hacia donde Louis lo hacía y ve a un chico rubio y de ojos azules delineados con negro. Se acerca a ellos con una gran sonrisa. Tenía algunos piercings por el rostro y un expansor en la ojera izquierda.
– Louis! ¿Qué tal?
Le da una palmada en el hombro, y unos segundos después se percata de la presencia de Harry.
– Oh, este es mi amigo Harry.
Niall lo saluda con un movimiento de cabeza y una leve sonrisa.
– Hola…
Se limita a murmurar.
– ¿Dónde están los otros dos?
Niall se encoje de hombros y bebe del vaso azul en su mano.
– Probablemente fumando.
Niall ríe.
– Si, probablemente.
El chico rubio mira detrás de Louis.
– Oh, ahí están.
– Oh, genial. No iba a subir las escaleras de ningún modo.
Ambos se voltean y caminan hasta el sofá. Allí habían dos hombres y tres mujeres.
– Hey.
Los cinco miran hacia arriba. Uno de los chicos, de cabello castaño y ojos color avellana se levanta y abraza a Louis, dándole unas palmadas en la espalda.
– ¡Louis! ¿Cómo estás? Hace rato que no te veo.
– Genial, Liam. Muy bien, gracias.
Harry mira hacia el sillón y ve que el otro chico, de cabellos negros que le caían sobre los ojos oscuros, lo miraba fijamente, al igual que las tres chicas.
– ¿Quién es tu amigo?
Pregunta una de ellas, con el cabello corto hasta los hombros y los ojos muy delineados, apoyando su mentón sobre su puño, mientras lo miraba con una sonrisa.
– Él es Harry.
– Hola…
– Harry, Este es Liam – Dice señalando al chico que se había levantado – Este es Zayn – Ahora señaló al de cabellos oscuros, que continuaba mirándolo – Y ellas son Perry, Eleanor y Cher.
Las tres le sonríen y el se limita a bajar la mirada. Louis se hace un lugar en el sillón, y lo invita a sentarse a su lado. Lo duda unos segundos, pero que más da.
– Entonces, ¿Qué edad tienes, Harry?
Pregunta Eleanor, sonriéndole de una manera coqueta que de cierto modo incomodó al chico en cuestión.
– 16.
– Aw, ¡Eres muy pequeño!
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