Fantasía. One direction y ____ Reeves.

• Titulo: Fantasía.
• Autor: Yo, Anna.
• Adaptación: No.
• Género: Semi hot/ Drama
• Contenido: Lenguaje un poco subido de tono.
• Advertencias: No quiero lectoras fantasmas. Serán chicos normales, no famosos. Tendrá unas tres escenas sexuales.
• Otras páginas: No.




Sinopsis
“— Será solo un tiempo, tómalo como vacaciones temporales, cariño.”
Eso fue lo que mi madre me dijo el día que me llevo de Londres, mi hermoso hogar, a París. Un lugar totalmente desconocido a sus diez años de vida, cuando aún llevaba el cabello castaño en dos trenzas a ambos lados de mi cabeza. No me daño el hecho de que me sacarán de ahí, lo que me lastimo fue que ni siquiera pensaron en si a mí me agradaría la idea.
Y así, después de una década, ella viene, saca una maleta y mientras comienza a llenarla con mis pertenencias me dice que tengo que volver sin ella. Pero todo es diferente ahora, los papeles han sido intercambiados.
París es mi hogar y mi realidad, mientras que Londres ahora es el lugar ajeno a casa y es una Fantasía.

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Bueno, esta es mi primer novela (al menos aquí en Onlywn) y me encantaría saber que es lo que piensan de la sinopsis. Sean sinceras, si es un poco floja o muy "X" sientanse libres como pájaros para decirme.

Mi nombre es Anna Macías, tengo quince años y normalmente no suelo publicar mis historias, pero ésta la escribí -o más bien pensé, por que la que la escribe soy yo- con una compañera de clases a la cual le gusta One Direction y creímos que era buena idea si la publicábamos, pero no se donde rayos publicarla a excepción de Facebook y esa en definitiva no es una opción. Me encantan los libros y las novelas, normalmente pervertidas pero puedo soportar una típica "Sad tragic love story". Hablo inglés, no a la perfección porque decir "Tree" y Three" esta complicado :P
Comenten, y si yo leo alguna de sus novelas yo sí comento. Así que: ¡Alejaos fantasmas! :muere:

Capitulo uno- Viajando a un lugar desconocido.

— ¿Cómo te atreves? — pregunto la castaña con ira y decepción en su voz. Los ojos azules amenazaban con derramar un mar de lágrimas. — Después de que lo perdí a él, ¿te perderé a ti?
— Lo siento, ____. Así ha sido decidido, tú padrastro y yo lo hemos discutido. — Dijo cerrando y abriendo los cajones, sacando la ropa de su interior y luego lanzándola con apuro a las maletas abiertas sobre la cama. — Y hemos quedado en que es lo mejor.
— ¿Lo mejor? — Preguntó sarcástica. — ¡Mierda, mamá! Lo mejor hubiera sido que no te casaras con Josh, eso hubiera sido lo mejor. — Luego calló, tenía la boca abierta pero a diferencia de las lágrimas en sus ojos, de ahí no salía nada. Lo único que le faltaba a su vida era una triste melodía de piano, de esas que tocan en un auditorio elegante.

Tenía solo diecinueve años y la vida ya le había dado a entender que la suerte no estaba de su lado. Su padre había muerto tres años atrás, y a la primera que tuvo oportunidad su madre se había vuelto a casar. Le habían arrebatado a Londres de su niñez, y ahora le quitaban París también. Puso la espalda recta y con la barbilla levantada se alejo de la cama para acercarse al ventanal de su habitación que mostraba la ciudad del amor en pleno apogeo. Niños corriendo bajo la torre Eiffel, parejas con las manos entrelazadas, turistas y alguno que otro vendedor ambulante que ofrecía un delicioso bagel junto a un expreso caliente.

Londres se había desvanecido de su mente meses después de haber llegado a este lugar, había cambiado el Big Ben por Eiffel, las patatas con pescado por los bagel, y los tres colores; azul, blanco y rojo, a esos solo los había cambiado de posición.
Se paso un mechón largo de cabello tras la oreja, tocando por unos segundos su mejilla húmeda por el llanto. Le había estado rogando a Elizabeth, su madre, que la dejara quedarse. Y estaba a punto de aceptar hasta que su endemoniado padrastro, a quien quería mandar al carajo personalmente, le había influenciado para mandarla con su tía Karen y con el idiota de su primo Liam. Un internado la hubiera convencido, por que así solo tendría que mantener contacto con los Payne por vía telefónica, pero ni eso. Ahora iría a una escuela privada, llena de gente asquerosamente rica, asquerosamente bella y asquerosamente egoísta. Y lo peor no era todo eso, rayos, lo pero era estar con el maldito de cabellera larga y ojos miel, que aunque él lo hubiera olvidado, ella no. No olvidaba que gracias a que peleo con él se la llevaron de ahí, por un largo tramo de tiempo. Por que nueve años de “vacaciones temporales” como le había dicho su madre no habían sido poco.

Estaba haciendo lo mismo que todo el mundo hacía, deshacerse de ella. Y no lloraba por eso, lloraba por tener que irse y dejar a Sammy, su única amiga en el instituto. Le había prometido que nunca la abandonaría y ahora… Ahora no sabía ni que pasaría en una hora. Se volteo a ver a su madre, que aunque ponía una sonrisa amable en su rostro sus ojos reflejaban tristeza y compasión, bueno al menos no estaba del todo feliz por su partida. “Ingenua, ingenua Elizabeth, si supieras que Josh te engaña con cualquier puta que se le cruza en frente” pensó _______. Esa era la única y verdadera razón de la insistencia de su padrastro de cuentos de hada, solo le faltaban un par de ratones, teñirse de rubia y comenzar a cantar para hacerla de Cenicienta y él de madrastra maldita combinada con las dos horribles hermanastras, ese era Josh.

Se acercó a su madre, para regalarle un fuerte abrazo, esperando que captara el mensaje y no la dejase ir. Pero no, a los pocos minutos una tos más falsa que todo el elenco de Chicas malas se escucho, haciendo que ambas nos separáramos. Él estaba recargado en el umbral admirando la escena con un poco de asco en su mirada, le dirigió una sonrisa a mi madre y luego me abrazó con fuerza, hasta creo que su intención era romperme las costillas. Me despegue de él con brusquedad, no quería que me tocara, y mucho menos sabiendo en cuantos lugares habían estado esas manos grandes y ásperas.
Las puertas corredizas del maldito aeropuerto se abrieron como sirvientes ante mí y después de cruzarlas me di cuenta de que era hora, hora de marcharme. Apreté la mano de Eliza que llevaba sosteniéndola desde que subí al auto de Josh quien se había quedado esperando en el mismo, supongo que saboreando su victoria. Solté nuestra unión y por un momento la vi fruncir el entrecejo con dolor. Sin decir más me alejé, di mi boleto y camine por el pasillo hasta el avión sin ver hacía atrás. Cuando llegue a mi asiento ahí estaba mi tía, oh cuantos recuerdos de esa señora a la cual los años parecían no haberla tocado, sus arrugas de hace siete años seguían intactas, ni una más, ni una menos. Su rubia cabellera con mechones castaños la hacían lucir extraña, siempre me había parecido una mujer hermosa con cabello castaño, y era solo por ella que me no me había hecho el tinte.

Me dirigió una sonrisa de las más amplias que he tenido el honor de ver, al parecer estaba más que emocionada por verme, ella sí me quería. Intento excusar a Elizabeth pero sabía que ella pensaba lo mismo que yo acerca de Josh, que era un manipulador que la tenía amarrada del tobillo.
Pasados los minutos me aburrí, después del típico “como has cambiado, querida” y un pequeño recuento de los años, los parpados me pesaban. La miré y espere que mi mirada sirviera, entendió mi suplica y guardo silencio para dejarme descansar. Llorar tanto no era bueno para mí, siempre terminaba agotada y sin fuerzas de pensar.
— Descansa, ____. — Me dijo mientras acariciaba mi cabello en un intento de calmarme, vaya, siete años sin verme y actúa como mejor mamá que Elizabeth. Liam suertudo. — Liam estará encantado de verte, lo prometo.
Y aún queriendo contestar con un reproche mi cuerpo y mi cansancio me lo impiden, y cuando cierro los ojos, sucumbo a los jadeos de cansancio en mi interior y me duermo.
Desperté al sentir una mano cálida sobre mi hombro, pero en vez de voltear a ver a Karen solo me retorcí más en mi asiento sin abrir los ojos. Me sacudieron con un poco de fuerza y esta vez solté un gruñido, que me dejara dormir, no quiero escuchar más sobre el colegio nuevo, o que tantos sobresalientes posee Liam.
— Querida, _____, despierta. — Vuelve a sacudirme y yo aparto su mano de mi hombro con brusquedad, si me quedaré con ella tendrá que aprender a que nadie, nadie, me despierta. — ¡_____ Reeves! Despierta, por el amor de dios, tienes el sueño más pesado que Liam. Hemos llegado.
Abro los ojos al fin, lanzó un suspiro audible y siento la mano de mi tía apretando con delicadeza mi hombro en signo de apoyo. Me levanto y me talló los ojos que aún se sienten pesados, saco mi celular del bolsillo trasero y lo enciendo a sabiendas de que el avión a aterrizado, me miró en el reflejo y sonrió al notar que sigo igual de arreglada, a salvo de uno que otro cabello desorientado. Me acercó a Karen y cuando ella comienza a caminar le sigo. En menos de lo esperado estamos en frente del ovaló giratorio esperando por mis dos maletas. Un chillante sonido proveniente del bolso de mi tía hace que ella se aleje a responder la llamada.

Recargo mi peso en el otro pie, ¿Cuánto tardará en llegar mi maleta? Saco el móvil y le envió un mensaje a Sammy, que conociéndola estará tirada en su habitación comiendo un pote de helado mientras lee una revista y reproduce todo el disco de Metallica una y otra, y otra vez. Me responde de inmediato devolviendo el saludo, y cuando visualizo a lo lejos mis maletas rojas, sonrió, le envió otro mensaje diciéndole que al término del día le llamaría y ella a los pocos segundos se despide para volver a sus labores de “suma importancia”.
Las maletas color sangre se posicionaron justo enfrente mío y con rapidez me acerco a ellas, impaciente por sacar mi portátil y mis tarjetas de crédito de ahí, pero cuando tomo la correa de una de estas, siento un calor extraño, dirijo mi mirada a mi mano y noto como una mano grande de hombre esta tomado a la correa negra. Frunzo el ceño y cuando levanto la mirada me encuentro con la mirada penetrante de un chico que parece no pasar de veinte, me enfoco en sus ojos e inclusive cuando su cabello esta rapado en corte militar y su aspecto es más fortachón lo reconozco enseguida, Liam.
— Bienvenida, ______. Un gusto verte. — Y sonó sincero, lo decía de verdad, no era pura cortesía. Tenía que empezar con el pie derecho, así que cuando él me sonrió yo lo hice de vuelta haciendo que él se estremeciera.
— Gracias, Liam.
— ¿Lista para un nuevo comienzo? — Asiento efusiva, por primera vez me siento con energía de salir a recorrer Londres. — Bien, por que yo y cuatro de mis amigos te daremos un tour. Aunque no lo creas, Londres ha cambiado durante tú ausencia.
Ambos sonríen al otro, actuando como buenos amigos. Karen se les vuelve a unir y les palmea las espaldas a ambos con cariño materno. Los abraza con efusividad haciendo que la ojiazul y el castaño terminaran fundidos en un abrazo.
— Lo siento, ____. — Susurro en su oído, sabiendo que el estado emocional de su madre le impediría escuchar. — Por todo.
Y eso fue suficiente, después de siete años y lo único que era necesario para sentirse llena era una maldita disculpa de este “ex idiota”. Ahora todo volvería a ser como antes. Al final y al cabo podría hacerse amiga de Liam, y él podría presentarle unas cuantas chicas ricachonas que se pasen por sus amigas. Sí, ahora que lo pensaba, no sonaba tan mal convivir con su primo y sus cuatro amigos, que habían quedado de darle un tour por toda Londres. Inclusive le pareció graciosa la idea de ser una de esas chicas que se juntan a chismorrear “elegantemente” acompañadas por el té y la brisa de la tarde.

Cuarto de _____: https://2img.net/r/ihimg/a/img27/5364/20570348.jpg

Capitulo dos

Estaba sentada al borde de mi acolchada y cómoda cama mientras pensaba en los últimos días. Una semana en Londres y todo marchaba bien, que digo bien, excelente. Como al semestre le faltan dos semanas para terminar y Karen es amiga de la esposa del rector Wayman, le ha convencido de que aún necesitaba un poco de tiempo para adaptarme y que seguro no era gran problema que me tomara las últimas tres semanas libres. Los lunes, como hoy, nunca me han gustado y menos al darme cuenta que he desaprovechado una de mis semanas en leer.

Mi nuevo entorno no estaba nada mal, mi tía se había dedicado a decorar la habitación de huéspedes para que me sintiera cómoda, ya que el cuarto que era de la hermana de Liam estaba siendo usado como oficina. Mi tía me trata bien, al igual que Liam que durante toda la semana me ha estado hablando sobre el instituto, las calles y la gente. Me dijo que si no me había llevado a visitar la ciudad había sido por que es época de exámenes y tanto él como sus amigos han estado quemándose la cabeza para pasar con sobresaliente, bien por ellos.

Karen había salido a eso de las ocho y media de la mañana a resolver unos asuntos en su oficina mientras que yo, para mi gran disfrute me había estado levantando cada día a eso de las doce de la tarde, justo a tiempo para tomar un desayuno-almuerzo. Sammy me llamaba constantemente para saber como me iba y al final ella me contaba las buenas nuevas de París.
Al parecer sus padres pensaban en seguir el ejemplo de los míos y llevarla a vivir con su hermana a Nebraska, genial, si ahora estaba sola no puedo imaginarme como será saber que mi hermana de otra madre esta al otro lado del globo terráqueo.

Me levante con pereza, la verdad lo que menos quería hacer era levantarme. Tomé mi celular de la mesita de noche y salí de la habitación, que al ser la de invitados se encontraba en la planta baja. La casa era bastante acogedora, con algunos toques rústicos y anticuados al puro estilo ingles. Mi cuerpo estaba acostumbrado al frío así que el clima no era un tema por el cual debía preocuparme, llevaba un pequeño short de pijama azul marino con puntos blancos que me llegaba unos centímetros más arriba de la mitad del muslo y una camisa un poco ceñida al cuerpo del mismo color.

Cuando llegué a la cocina me dispuse a preparar el desayuno, encendía la cafetera y camine hasta el pequeño estéreo que Karen tenía sobre la isla de la cocina y conecte el celular para luego poner un poco de música, me decidí por “We are who we are” de Little mix.

Estaba metiendo los trastos a la lavavajillas cuando el teléfono de la casa sonó, acomode con rapidez los platos sucios y corrí hasta al aparato apagando la música a mi paso. Contesté y estaba a punto de hablar cuando se escucho una voz dulce pero con un acento británico marcado al otro lado de la línea.
— Tío, le he dicho a mi madre que me he quedado en tú casa ayer por la noche, cúbreme, ¿vale?
— C-creo que a quien buscas es a Liam…
— ¡Oh! Lo lamento, es solo que…— Se produjo un silencio en la línea. — Espera, ¿quién habla?
— _____, la prima de Liam. — Dijo rápidamente, era de esperarse, ¿por que Liam les contaría sobre su aburrida prima?
— ____ Reeves, ¿cierto? — ____ asintió y cuando se dio cuenta de que en realidad el no la veía respondió con un corto y rápido “sí”. No sabía que era peor, que no supieran acerca de ella o que sí lo hicieran. — Un gusto, creo que esperaba conocerte en persona pero tú sabes, los exámenes. Aunque no te preocupes Leeyum a estado molestándonos con que quiere que le ayudemos a mostrarte la ciudad.
— No se preocupen por ello. — Respondió junto con una pequeña carcajada. — Puedo manejarlo yo sola, compro un mapa y listo.
— Eso no, no, no y más no. — Hizo énfasis en cada –No- — Bueno tengo que irme, por cierto, soy Louis Tomlinson. Un placer conocerte.
— Igualmente.
Colgó la línea y volvió a encender la música.

Caminó hasta la sala después de terminar de limpiar toda la casa, estaba exhausta. Se recostó en el sofá de tres plazas, puso el celular en silencio y después de acomodar un pequeño cojín bajo su cabeza se quedo dormida.

Kaathi escribió:oasdossfosodf
Me fascino!
Espero que la sigas pronto.
___ fácilmente se arreglo con Liam.

Cuídate.

¡Que bueno que te gusto!
Ya esta el nuevo capitulo.
Shhh, no quería que estuvieran enojaditos, pero no te preocupes, su tregua no durará mucho... :maloso: :jojojo:

Capitulo tres

Liam Pov: “punto de vista”
Intente avisarle a ____ que llevaría a los chicos a casa conmigo a festejar el termino de la época de exámenes pero al quinto intento de llamarle, el cual termino como los otros cuatro; buzón de voz, creí que no era necesario, de seguro se la pasaría dentro de su habitación escuchando música o haciendo quien sabe que cosas. Normalmente solo salía cuando se trataba de las comidas.

Íbamos de camino a casa en el Jeep de Niall hablando acerca de cómo rayos haríamos para asistir a la fiesta de Maya que es en tres semanas, habría que buscar una nueva técnica para escabullirnos.
— Hazza. —Le llamó Zayn y cuando él levantó la vista y notó que todos, a excepción de Niall que estaba manejando, lo mirábamos frunció el ceño.
— ¿Qué? — Respondió con otra pregunta en un tono molesto.
— Calmado vaquero, a sabiendas de que Tomlinson es tú novio, ¿dónde está ese culón? — Preguntó el moreno al rizado. Harry solo profundizo su ceño, saco su móvil y comenzó a mandar mensajes a quien suponemos era Louis. — ¿Qué le pusiste?
Justo antes de que pudiera responder su celular timbró con una canción ruidosa de “The Ramones” y él rápidamente reviso el texto que acababa de recibir.
— Dijo que nos ve en cuarenta minutos en casa de Liam, ahí nos lo explicará.
Luego de ese comentario todos guardaron silencio, y aprovechando que tenía el teléfono afuera comenzó a jugar con una de las aplicaciones de su iPhone.

______ Pov:
Sentí como algo pequeño pero pesado se posaba sobre mi espalda y cuando volví la vista para ver de que se trataba me encontré con Skittles, el gato de Liam dormido sobre mi espalda. Rodé los ojos y volví a acomodar mi cabeza en la almohada para de nuevo intentar caer en los brazos de Morfeo, pero pasados diez minutos me di por vencida y solo me puse a pensar en como sería el colegio de Liam, de seguro lleno de herederos cerebritos.

Si estuviera en América probablemente me toparía con muchas plásticas y patanes que solo esperan a que sus padres mueran para poder pagar toda una ronda en uno de los bares de moda, pero no, esto es Inglaterra, así que seguro eran herederos que solo vivían para complacer a sus padres con sus sobresalientes.

Sentí como la puerta de entrada se abrió y pronto unos ecos de voces masculinas llenaron la casa, que hasta el momento hubiera podido pasar por cementerio. No entendía ni una palabra de lo que decía pero sobre todas ellas, incluida la de Liam, una voz rasposa, lenta y hermosamente masculina se hizo sobresalir, y cuando escuche como los pasos se acercaban cada vez más tuve el deseo de girarme y ver quien era el dueño de esa dulce melodía acentuada con el puro acento Británico, pero me detuve y preferí fingir que estaba dormida a enfrentarme en pijama a quien sea que viniera con Liam.

Liam Pov:
Entramos a mi casa, Niall y Zayn cargaban unas bolsas de frituras y yo cargaba una caja de cerveza mientras que Harry, bueno él solo tenía la mirada clavada en su teléfono. Dejamos las cosas en el recibidor y cubrimos las cervezas con las mochilas de todos.
— Ve a ver si esta tú madre. — Susurró el rubio antes de darle un pequeño empujón.
— Relájate, duende. — Posó una de sus manos sobre el hombro del más bajito de los cuatro y agregó. —
No viene hasta las ocho de la noche y la única que esta en casa es ____, pero de seguro esta en su cuarto así que no dirá nada.
— ¿Estás seguro? — Preguntó ahora Zayn, quien con más seguridad elevo su tono de voz. El de ojos marrones asintió. — Bien, entonces hay que quitar eso de encima de las cervezas antes de que se calienten.
Todos tomaron sus cosas y cuando iban a comenzar a caminar a las escaleras el celular de Harry volvió a sonar, lo miro y frunció el ceño con confusión.
— Dice que le mandes saludos a ___ de su parte, y que le comuniques que no tardará en llegar. — Todos se miraron entre sí mientras que Liam era ahora el que estaba con el ceño fruncido y confundido. — ¿Se la presentaste antes que a nosotros?
— No, de seguro Tomlinson bromea. — Le respondió rápidamente dándose la media vuelta para subir las escaleras al pasillo de su habitación.
— ¿Liam? — Los cuatro hombres detuvieron su andar y devolvieron la mirada al arco de la sala de estar, donde se encontraba una ___ sonriente en pijamas con el cabello revuelto. Todos le sonrieron de manera amigable y ella devolvió el gesto más que encantada.
— ¿Te despertamos? — Preguntó el rubio antes que alguno de los otros dijera algo. — Por que si es así, lo siento…
— ¡Oh, claro que no! — Dijo esta vez acercándose más al pie de las escaleras. — El gato de Liam se durmió en mi espalda, y cuando los escucho llegar se asustó y me arañó la espalda. — Mintió.
— De hecho, ___. Skittles es gato de Harry, solo se lo cuido por un rato.
— Lamento si te hirió, no le gusta que lo molesten cuando esta cansado. — Se disculpo el rizado y ahí fue cuando le pudo poner rostro a la voz masculina de unos minutos atrás.
— De tal palo, tal astilla, Hazza. — Se unió una sexta voz y _____ la reconoció de inmediato, era Louis, el chico del teléfono. — _____, parece que ahora sí nos conocemos oficialmente.
— ¿No te han enseñado a tocar, Lou? — Le reprimió Zayn con sarcasmo mientras se acercaba a él castaño para darle un abrazo combinado con un apretón de manos.
— Todo menos puertas. — Soltó una risa.
— Bueno, de ustedes tres ya sé sus nombres. — Apunto a Harry, Louis y por último a Liam. — Así que tú debes ser Zayn y tú Niall. — Dijo terminando de señalar y sonreír a cada uno. — ____, la prima de Liam.
— Un gusto. — Dijeron todos a excepción de Liam.
— Bueno, iré a darme una ducha.

El de ojos marrones vio de reojo como cada uno de sus amigos veía como ____ se alejaba por el estrecho pasillo hasta perderse tras la puerta del cuarto de baño y cuando al fin no pudieron verla más, se voltearon para encontrarse con un Liam cruzado de brazos y con el ceño fruncido.

— Hay que subir las cosas. — Dijo entre dientes, intentando calmar su molestia. Genial, todos se habían enganchado de _____, su prima. Todos asintieron y caminaron en un silencio incomodo hasta el interior del cuarto de Liam, cerrando la puerta tras de sí.
*Hermosa.* — Fue el único pensamiento que divagaba por las mentes de cuatro de ellos.

Capitulo cuatro.

______ Pov:
Unos minutos después de que entré al cuarto de baño escuché como subían las escaleras así que abrí las llaves de la bañera y mientras esperaba a que se llenara le añadí burbujas y aceites exóticos que según mi tía Karen me servirían para tener una piel más suave. Aún iba a la mitad y como todavía tenía la ropa puesta fui a mi cuarto a sacar las pequeñas bocinas para el celular, ropa interior limpia, unos jeans azules gastados junto con una camiseta blanca de tres cuartos con el cuello en forma de “v” y las mangas azul rey.

Cuando entré al cuarto de baño puse las cosas sobre la taza del baño y conecte el iPhone a las bocinas para luego poner la lista de música de Ed Sheeran. Le puse el pestillo a la puerta y cuando estuve totalmente desnuda me metí a la bañera para comenzar a asearme con U.N.I como pista de fondo.
Karen trabajaba demasiado, digo, esta bien eso de ser madre soltera, pero de a veces debería de darse un pequeño descanso. Y Liam, oh dios, intento no hablarle porque aún le tengo un poco de rencor pero él habla, habla y habla como si la vida le fuera en ello, y ahora que lo pienso, si es un cerebrito como presume mi tía debería de ayudarme con matemáticas, se lo pediré cuando sus amigos se vayan. Hablando de ellos, ¿acaso todos en esa escuela son atractivos? ¿Ó Liam tiene un fetiche de solo juntarse con gente guapa?

El rubio, Niall, es bastante adorable y me dan ganas de abrazarlo. Mientras que Zayn y Harry son bastante sensuales. Y Louis, bueno, él solo me parece encantador. Resumiéndolo para que quede claro; todos están como para ser el nuevo suplente de Zac Efron.
Salí de la bañera, con los músculos más relajados que antes. Me sequé con una de las toallas que estaba colgada y cuando mi cuerpo estuvo seco me enrede la toalla como un turbante para luego ponerme la ropa que había alistado. Puse toda la ropa que había llevado toda la mañana dentro del cesto de ropa sucia y luego eché la toalla que traía en la cabeza. Tomé las bocinas y el celular y camine hasta mi cuarto, sin cerrar la puerta ya que en unos minutos iría a la cocina por algo de comer. Puse las cosas sobre el tocador, fui al armario y saqué un par de calcetines.
— Toc, toc.
Levanté la mirada y lo vi ahí parado sonriéndome, con esos hoyuelos causados por su enorme sonrisa de oreja a oreja. Le sonreí e hice un movimiento con la cabeza para que pasara a la habitación, cuando lo hizo se sentó en la cama y me le quede viendo mientras me ponía los calcetines.
— ¿Pasa algo, Harry?
— En absoluto, ____. Solo bajaba por unas bebidas.
— Pues creo que necesitas un mapa o un tour de la casa. Está es mi habitación. — Él soltó una carcajada adorable mientras se encogía de hombros. — Además, creí que con las bebidas que llevaban eran suficientes.
— Lo notaste... — El rizado se tensó y la miro directamente a los ojos, azul y verde. Según los conocimientos primarios de Harry eso daba… Verde azulado, sus hijos si que tendrían ojos raros, espera, ¿hijos? Mierda Styles, concéntrate. Ella se encogió de hombros. — No le digas a tú tía, por lo que más quieras.
— No te preocupes, no lo tenía pensado, Harry. ¿Ahora me dirás por que viniste a mi cuarto?
— Oh, claro. Liam quiere saber si quieres ver Masacre en Texas con nosotros.
— No, gracias, pero no. — Al chico se le borró la sonrisa y ella frunció la boca. — Ya la he visto y además quiero salir por ahí.
— ¿Salir? Yo te llevo. — Se levantó de la cama y quedo una cabeza sobre la estatura de la chica, ella negó con la cabeza. — ¿Por qué no?
— Uno, quiero ir sola. Dos, tus amigos están esperándote para ver una película y tres, ya noté que el amargado de mi primo no quiere que conviva con ninguno de ustedes. — Dijo contando cada cosa con uno de sus dedos. Él asintió triste y con la cabeza agachada salió de la habitación.

Se puso los converse, tomo su iphone y sus audífonos y salió a dar una vuelta por su antigua ciudad.

Liam Pov:
Todos estábamos en mi cuarto bebiendo unas cervezas, jugando Call of Duty y comiendo comida chatarra cuando a Harry, la cabeza de brócoli, le dieron ganas de tomar agua. De todos nosotros es el que menos aguanta el alcohol así que pausamos el juego, lo cual molesto a Niall y a Louis que casi me ganaban y dejamos que Styles fuera por su bendita agua.
— ¡No te tardes, Hazza! —. Le gritó Louis fingiendo voz de mujer lo cual nos causo risa a todos.
— Bueno, bueno. — Dijo Niall cuando escuchó a Harry bajar las escaleras. — ¿Dónde te quedaste ayer?, porque sabemos que no fue en tu casa.
— ¿Te importa, duende? — Contestó frunciendo el ceño y con la boca llena de frituras.
— Oh, vamos. ¿Quién fue? ¿Lissa, Melody, Emma? — Preguntó ésta vez el moreno. — ¿Todas ellas? — Volvió a preguntar mientras subía y bajaba las cejas en forma divertida.
— Tuvo que haber sido una noche cansada como para que no fueras a la escuela. — Le comenté ahora yo con la esperanza de que nos soltará de una vez con quién se había acostado.
— Nada de eso, me quede en casa de un amigo después de una fiesta, fin de la historia.
— ¡Buh! Aburrido. — Le abucheo Niall lanzándole comida chatarra al cabello.
— Además, ¿cómo coño supieron qué no me quede en mi casa?
— Fácil, te llamé ayer para saber si querías ir a mi casa y tu madre me dijo que estabas con Liam. — Respondió Zayn.
— Y él me llamó para saber si podía ayudarle con un trabajo y cuando preguntó por ti le dije que no estabas conmigo. Luego llamamos a rulitos y al rubio y como no estabas con ninguno supusimos que te habías ido a follar o yo que sé. — Añadí yo antes de que alguno de ellos hablara.
— ¿Por qué ___ dijo que te conocía y tú de dónde la conoces? — Preguntó un intrigado Niall y de repente hasta Zayn, que estaba muy concentrado en su teléfono, estaba interesado.
— Vuelvo a repetir, querido irlandés; ¿te importa? — Si no conociera a Louis diría que esta molesto. Lo fulmine con la mirada y el dio un suspiro largo. — Bien, hoy por la mañana más o menos, marqué a tú casa y como pensé que tú contestarías te explique eso de que si llamaba mi madre le dijeras que me había quedado contigo. Pero resulto ser ____ así que aproveche y me presente, como todo el caballero que soy.
Todos reímos ante su comentario, pero mala suerte que todos nos conociéramos tan bien, eso era una risa fingida. Y por lo que parece a nadie le agrada la idea de que Louis este cerca de _____.
— ¿Dónde mierda está Harry?
Todos se encogieron de hombros y yo rodé los ojos.
— Iré a buscarlo.
Me levante de mi lugar aún confundido, ¿les gustará ____? ¿Y por qué ese pensamiento me da un vuelco al estomago? Bajé las escaleras y caminé hasta el cuarto de ____ pero cuando estaba a punto de llegar al marco de la puerta escuché como ella y Harry hablaban, ¿sed Styles, en serio? Me pegué más a la pared para evitar que me vieran y me quede escuchando.
— No te preocupes, no lo tenía pensado, Harry. ¿Ahora me dirás por que viniste a mi cuarto?
— Oh, claro. Liam quiere saber si quieres ver Masacre en Texas con nosotros. — Maldito bastardo mentiroso.
— No, gracias, pero no. — Strike one. Tuve que contenerme la risa, estúpido Harry, ¡bravo ___! — Ya la he visto y además quiero salir por ahí.
— ¿Salir? Yo te llevo. — Escuché como se levanto de la cama con rapidez, y puesto a que no hubo más que silencio espere a ver que decía cualquiera de los dos. — ¿Por qué no? — Strike two, ¡vamos!
— Uno, quiero ir sola. Dos, tus amigos están esperándote para ver una película y tres, ya noté que el amargado de mi primo no quiere que conviva con ninguno de ustedes. — ¡Bateado! ¡Tómala Hazza! Salí corriendo hasta subir las escaleras y comencé a bajar como si acabará de salir de mi habitación y vi a una cabeza de brócoli bastante triste.
— ¿Pasa algo? — Fingí demencia.
— No, Liam. Todo bien, solo fui al baño. — Me sonrió tristemente, subimos las escaleras y nos metimos al cuarto donde nos esperaban los chicos, las cervezas y el video juego.

Kaathi escribió:hasjahsjahsjahsjahsajs me causo risa la narración de Liam :xd:

Síguela pronto Anna :hug:

Hahaha, que bueno que te cause risa :)
Pronto la seguiré, es que se supone que Ed Sheeran iba a aparecer pero como soy bien despistada la rayita lo escucha así que tuve que buscar sustituto y con eso de que Ian Somerhalder esta un poco mayorcito pues ni modo. ¡Serán mis amores JACK Y FINN! WUHU!

Jack Eliza Finn
Capítulo One direction. (Cinco)

____ Pov:
Salí de la casa y una brisa fresca me inundó. Pensé en volver por un abrigo, por si acaso, pero no duraría mucho fuera de casa, solo iría a tomar un café y posiblemente a comprar un nuevo libro. Caminé tres cuadras abajo saludando a la gente que salía a su pórtico a regar las flores o solamente a tomar una taza de té caliente. Mi celular sonó con la canción favorita de Karen, anunciándome su llamada, saqué el aparato de mi bolsillo y luego de contestar me lleve el teléfono a la oreja.
— ¿____?
— No, usted habla con un vagabundo. — Le respondí con sarcasmo y la escuche reír.
— Deja tu sarcasmo de lado, ¿está mi hijo por ahí?
— No estoy en casa, tía Karen. — Dije y ella solo guardo silencio, ya habíamos comentado una vez que si salía de la casa tenía que ser o con ella o con Liam, pero no tenía ganas de discutir. — Voy a tomar un café y si mal no recuerdo por aquí hay una librería, cuando termine con mis cosas yo me devuelvo a casa, no tienes por que preocuparte más de lo que has hecho.
— Lo sé, querida. Ya eres una adulta y además se me hace imposible que te pierdas. — Sonreí, me gustaba que Karen me diera un papel de mujer madura y no de niña. — Oh, por cierto. Si quieres comprar un libro y darte una taza de café deberías de pasarte por la tienda de los Harries, en el primer piso es un pequeño restaurant y en el segundo y tercero es tienda de antigüedades y librería.
— ¿Por dónde queda? Voy bajando y ya llevó tres cuadras y media. ¿Me devuelvo o continuó?
— Vas en la dirección correcta, ¿puedes divisar una casita roja con porche blanco y rosas blancas en el jardín frontal? — Le preguntó y ____ se sorprendió al notar que estaba solo a una casa de distancia, contestó con un “Sí”. — Ve ahí, te abrirá una señora de edad avanzada, su nombre es Margaret. Pregúntale y de seguro ella encantada te dirá, oh, por cierto, no aceptes una taza de té a menos de que quieras quedarte toda la tarde ahí. Adiós, hija.

Y así lo hizo, toco la puerta y cuando una señora de porte sencillo y con el cabello grisáceo abrió la puerta ella siguió las instrucciones de Karen; Pidió indicaciones, y para no ser descortés se presento como familiar de los Payne a lo cual la mujer le sonrió abiertamente y cuando su tarea estaba terminada negó con gentileza la taza de té que la anciana le ofrecía.

Treinta y seis minutos después estaba entrando por las puertas del local Harries, una de las meseras le acomodo en una mesa para dos, ya que no tenían para una sola persona, después de tomar su orden y de presentarse como la sobrina del dueño se desapareció entre las puertas que separaban la cocina y el restaurant. Era rubia y de complexión delgada aunque no esquelética, tenía unos lindos ojos azules y una sonrisa deslumbrante.
— ¡Jack, te he dicho que aquí no se juega! — Se escucho la voz de Eliza, su mesera, desde lo que parecía ser la cocina y minutos después salía de la cocina con la mitad de la cara llena de harina. Dejó mi café negro sobre la mesa junto a un panqué de nuez. — Idiota. — Murmuró para sí misma mientras se limpiaba la cara.
— ¿Sucede algo? — En realidad quería escuchar a diferentes personas que no tuvieran que ver con Liam y quiero saber si fue ese tal Jack el que la dejo hecha un fantasma.
— No es nada, bueno, sí pero no. — Fruncí el ceño en confusión, señale con la cabeza el asiento frente a mi y ella al entender se dejo caer sobre éste. — Es el hijo de mis tíos, es un idiota que se la pasa haciendo bromas cuando tiene tiempo libre.
— Bueno, por ahora solo sé que Jack es un idiota. — Ella soltó una carcajada y asintió. — ¿Pero cómo te lleno la cara de harina?
— Estaba jugando con Finn, su gemelo, a recrear la guerra de los pasteles, pero los muy imbéciles no se dan cuenta de que en realidad no tuvo nada que ver con pasteles. — Se frotó las sienes y yo no pude evitar morir de la risa, suenan como chiflados dementes. Se levantó de la mesa, me regalo una sonrisa y se alejo para volver a la cocina.
— ¡Eliza, perdóname! Pero fue Finn, el tiene la culpa. — Escuche una voz dulce, Jack, y pude apostar, aunque no lo conociera que estaba haciendo puchero.
— ¡Finn, vete a atender a la gente! ¡Y tú, gemelo payaso, te quedas aquí! ¡No los quiero juntos! —Gritó una Eliza muy enojada.

Me concentré en mi panqué antes de que alguien saliera y me diera por fisgona, con un tenedor tome un poco y luego de saborearlo en mi boca entendí porque Karen me dijo que viniera. Le di un sorbo a mi café y saqué mi celular junto con los audífonos, iba a poner Just give me a reason de P!nk cuando alguien se para a un lado de mi mesa, volteo y voy subiendo la mirada por todo el cuerpo de aquel chico hasta llegar a su mirada verde olivo.
— ¿Se te ofrece algo más? — Me sonríe y no puedo evitar hacer lo mismo. Me quito los audífonos y niego con la cabeza. — ¿La cuenta?
— ¿Intentas echarme? — Preguntó acusadoramente mientras veo como se sonroja.
— No claro que no, ¿por qué lo dices? — Sostiene una pequeña libreta y una pluma en ambas manos.
— Aún no llevo ni la mitad de mi comida y tú ya quieres traerme la cuenta. — Bromeo y el ríe, tiene un risa contagiosa y sin darme cuenta estoy riendo con él.
— Finn, Finn Harries. — Estiré mi mano hacía él para que la estrechara, pero en vez de eso se agacho y me dio un peso en el dorso de la mano. Me sonroje y el sonrió más. Me gustaba su cabello rubio castaño, era idéntico al de Eliza y no había duda de que eran primos, bueno a parte de que ella ya me lo había dicho. No me di cuenta de que me había quedado en mis pensamientos. — Creo que aquí entras tú diciéndome tú nombre.