Fantasía. One direction y ____ Reeves.

Capítulo trece^{2  (Trece trece, entienden? )}
____ Pov:

Es raro, toda la semana se me ha pasado volando y mis vacaciones están casi por terminar, lo cual obviamente me disgusta del todo. 
Me he estado llevando bien con los gemelos, y mientras más los conozco más me influyen a hacer una que otra travesura. Nos ponemos retos entre los tres, Jack, Finn y yo porque Eli anda demasiado ocupada con Niall, por lo cual a él tampoco lo he visto en la mayoría de las veces que los chicos están ahí. Hace tres días Jack me retó a ver cuantos números de diferentes chicos podía conseguir en el centro comercial y ellos hicieron lo mismo pero obviamente con chicas, lo mejor de esto, gané. Lo peor, ahora me llaman cada hora para saber si estoy libre durante o en el fin de semana, raro.

En cuanto a los chicos y Liam en particular, todos han estado más distantes, Zayn y obviamente Liam son los únicos que me hablan con frecuencia y la voz de Louis solamente la escuchó cuando cuenta un chiste a todos, pero Harry, él ha estado extraño desde cuando fuimos al dichoso restaurante. Se ha comportado distante y las pocas veces que se ha reunido con los chicos pareciera como si estuviera en su propio mundo.

Yo sé que Zayn sabe la razón por la cual él está así, pero cada vez que le insisto él solo niega como diciendo “ahora no”. Hace dos días invito a Perrie a una cita, ella aceptó y fueron a una feria cerca del centro de Londres. Últimamente mi ánimo también ha estado decayendo, no sé si es por la maldita escuela, Harry o por el simple hecho de que mi madre no haya llamado en toda mi estadía aquí, tampoco lo ha hecho Sammy, lo cual me deja peor. 

Agradezco a Liam por estarse desvelando conmigo la mayoría de las noches viendo películas y charlando, nuestra relación ha crecido bastante, ahora él habla conmigo acerca de la chica que le gusta y viceversa y yo le explico mi temor ante la creencia de que no le agrado ni a Louis ni a Harry.

— ¿Todo bien, querida? — Pregunta Karen entrando a la habitación y sentándose frente a mí en el pequeño acolchonado que sirve para apoyar los pies. Yo le sonrió débilmente y ella toma mi mano. — Puedes confiar en mí, cariño. — Oh, Karen, siempre tan maternal. Estiro los brazos y ella me abraza sin chistar, es un abrazo bastante reconfortante, justo lo que necesito en estos momentos.
— Estoy bien, solo un poco abrumada… Elizabeth, ella n-no ha llama-ado. — Su abrazo se vuelve más fuerte, casi intentando quitarme el aire de los pulmones. Suelto un bufido y ella me da unas palmadas en la espalda antes de soltarme.
— Zayn y Liam quieren hablar contigo, ¿los dejo pasar?
— Si, tía. Todo bien. — Ella asintió y salió del cuarto, me acomode más en mi asiento y subí mis piernas al acolchonado. Dos figuras altas pasaron por el marco de la puerta, cerrando la misma tras de ellos. Liam se lanzó a mi cama, agarro una de las almohadas y la abrazo con fuerza mientras que Zayn quitó mis piernas del silloncito y se sentó para luego volver a ponerlas sobre su regazo. — ¿Qué paso, chicos?
— Le dije a Malik que podía ver la película con nosotros, ¿te importa? — Preguntó Liam con los ojos cerrados y la mejilla pegada a la almohada. — Se va a quedar hoy.
— Por mí está bien. — Me encogí de hombros. — ¿Y eso de que los demás no se quedan? — Pregunté interesada.
— Niall está con Eliza, Louis salió con los Harries a molestar gente y Harry, — Se quedó pensativo y luego de unos segundos frunció el ceño. —  bueno, a él no lo he visto en un rato ahora que lo pienso. Zayn, tú vives con él, ¿sabes por qué anda tan raro?

Zayn se encoge de hombros y lo fulmino con la mirada, quiero saber que le pasa a Harry, ¡Ahora! Pero mientras Liam esté aquí no hay nada que hacer.

Harry Pov:

Los días se pasan tan lentos y cada día es lo mismo. Desayunar, encerrarme en mi habitación y hacer una lista del porque las chicas prefieren a los demás antes que a mí y luego duermo, duermo y se repite lo mismo. 
Apague mi celular después de las continuas llamadas y mensajes de los chicos a excepción de Liam quienes me piden que salga o que al menos los deje pasar a hablar conmigo.
Niall es el que menos se pasa por casa, al parecer Eliza y él siempre se la pasan juntos. Mierda, como me gustaría tener algo así, una chica, que me quiera, que duerma conmigo y que se sienta segura mi lado, ¿es mucho pedir? Niall y Zayn están teniendo la oportunidad de conseguir todo eso y Louis lo tendrá pronto, pero yo, ¿yo qué?

Veo el techo de mi habitación y comienzo a pensar en ella, en _____. No sé como rayos alguien te puede conquistar así de fácil, es tan hermosa, sus ojos y su cabello son perfectos, y ella suelta un aire de inocencia. Pero claro, la niña de papi que se enamora del chico malo, en este caso, Zayn. Me gusto desde que la vi, y después de estar la mayor parte de la semana analizando las pocas palabras que intercambie con ella me di cuenta de que ella me había rechazado desde el principio, cuando le sugerí acompañarla. Era de esperarse, ella ya le había puesto los ojos encima a Zayn.

Pero cuando ella se disculpo conmigo en Nando’s y fue tan amable no pude evitar sentir una chispa de esperanza crecer en mí, una chispa que fue apagada por la obvia atracción entre ellos dos. Los primeros días después de hablar con los chicos había soportado el hecho de ir a casa de Liam pero ahora no le veía el punto. 
Me gustaría desahogarme con él y contarle que me he prendado de su dulce y adorable prima pero lo más probable es que me golpeé en la cara a puño cerrado.

El teléfono de la casa comenzó a sonar y solté un bufido a sabiendas de que era el único en casa que podría atender. Lo tomé ya que lo había usado tres horas atrás para llamar a mamá y preguntarle como les iba a ella y a Gemma, y como no tengo ganas ni de moverme para ir a la cocina y comer algo no fui a dejarlo en su base. El número que sale registrado en la pantalla me hace fruncir el ceño.

— ¿Qué mierda quieres, Liam? — Suelto con brusquedad y apretando los dientes antes de que se me escape preguntar por ______.
— Es _____. — Me responde después de soltar un suspiro audible. Sonrió con tristeza y mi corazón da vueltas como reloj descompuesto. — ¿E-estás bien, Harold? — Se escucha preocupada y no puedo evitar que su dulce voz me haga revolotear el estomago con alegría. Vamos, Styles. ¡Compórtate! No te quiere, ella quiere a Malik.
— Estoy bien. — Sueno un poco más frío de lo que quisiera. — ¿Buscas a Zayn? Por que déjame decirte que…
— Quiero hablar contigo, no con Zayn, no con Louis, no con Niall. Contigo, Harry.
— Escucho.
— No me gusta esto de hablar a través del teléfono. — Estrujo el aparato un poco más entre mis manos. — ¿P-podemos v-vernos? — Incluso cuando tartamudea suena adorable y puedo imaginarme que esta sonrojada.
— Como quieras. — Trato de evitar a toda costa que mi emoción se filtre por mi voz. — ¿Dónde y a que horas?
— Chez Elles₁. A las seis. Adiós. — Sonaba molesta, de seguro por como le hable o tal vez por el hecho de que tendría que comer conmigo. Me voy más por la segunda.

Zayn Pov:

Habían pasado las horas y después de haber visto Ted y casi orinarnos de la risa pusimos una de las numerosas películas de American Pie que tanto adora Liam y nos volvimos a acomodar en la cama del castaño. _____ en medio de ambos, yo a la izquierda y su primo a su derecha. Tenía la cara roja de la risa que le causaban las ocurrencias de la película.

Se veía normal, feliz, pero tensa. Unos minutos antes de comenzar con la maratón de películas ella salió al balcón del cuarto de Liam con el teléfono en mano. Pude ver como con cada minuto su semblante se apagaba hasta dejar solamente el asomo de una sonrisa nostálgica.

Llevo días culpándome a mí mismo sobre el hecho de que Harold no se relacione con ella por mis acciones, y me sentí peor cuando ella me dijo que él rizado le había gustado desde el principio. No solo le había arruinado la oportunidad a la chica por la que ahora salgo con mí antes amor platónico, sino que también se la arruine a Harry, mi hermano. 
Ella intenta cada vez que puede sacarme la razón del comportamiento de Harold, pero el simple pensamiento de que me odie me hiela la sangre. Me gusta tenerla a mí lado, es agradable poder ir con alguien y soltar arcoíris de lo que siento por Perrie y que no me digan que soy un maldito cursi.

— ¡Aburrido! — Exclamo de la nada ____ levantándose de la cama. — Voy a dar una vuelta.
— Llámame si necesitas algo, enana. — Ella asiente y se va de la habitación con tanta rapidez que ni siquiera parpadeo antes de que se pierda de mi campo de vista.

_{1- Bistro o restaurante Londinense de buen prestigio e instalaciones acogedoras.} N.º58 de 11,923 restaurantes en Londres. http://4.bp.blogspot.com/-1-r8yP_iXPI/UU3CgyPoF2I/AAAAAAAABAc/OvHEkp6XGA0/s1600/DSC_0533.JPG

Capítulo catorce. 



Caminó por las calles de Londres, a cinco metros de haber pasado la cafetería cerrada de los Harries. Hace frío y lo único que se me apetece es tomar un gran chocolate caliente, pero no, tengo que saber que sucede con Harry. 
Incluso cuando hizo que mi corazón se partiera y quisiera llorar después de hablarme así, sé que algo esta mal, y quiero saber si puedo ayudarlo. 
El frío traspasa por mis mallas con estampado azteca y la blusa de jean de manga tres cuartos no ayuda tampoco, mis pies son la única parte de mi cuerpo que está caliente y eso al menos es reconfortante.
Veo la hora y suelto un bufido. Tengo dieciocho minutos antes de tener que estar en Chez elles pero caminando no llegare muy lejos, así que tomó el primer taxi que veo y me subo, adentrándome al calor de la calefacción del coche.

— 45 Brick Lane. — Digo cuando él voltea a verme por el retrovisor. Me regala una sonrisa y yo hago lo mismo.

Mi teléfono comienza a vibrar y cuando lo veo noto que es una llamada entrante de Jack, tuerzo la boca y cuelgo la llamada sin siquiera darle un comienzo.
Estoy a unos metros de la puerta y mi celular sigue vibrando como si eso fuera lo único que supiera hacer y al fin me decido a apagarlo, las cosas que Jack me hace hacer. 
Volteo los ojos y me levanto de puntillas para ver sobre la gente si Harry está ahí, cuando termino de escudriñar la zona me doy cuenta de que aún no ha llegado así que dirigida por una amable mesera me siento en la mesa para dos más cercana a las ventanas, así si la conversación se torna incomoda podré admirar a los coches pasar.

— Rayos. — Susurró por lo bajo cuando han pasado diez minutos en mi reloj y él ni siquiera se ha aparecido. Llamo la mesera quien me trae otro expresso en cuestión de minutos, acabo de darle mi primer trago a la bebida humeante cuando la campana de la puerta le da la bienvenida a otro cliente. No, ___, ésta vez no voltearas, han sido, ¿qué, tres, cuatro veces las que has volteado por si era él? A los minutos me alegro de no haber volteado a verificar cuando una figura grande cubierta por un abrigo negro se sienta frente a mí.

— Un té negro. Por favor. — Su ronca voz le esta hablando a la que antes me había parecido una linda chica, en éste momento juro que puedo oler sus hormonas colándose por sobre el aroma del café. — ¿De que querías hablar, ____?

Siento un apretón en mi estomago cuando notó que su tono de voz se vuelve más dulce. Le sonrió débilmente y él intenta hacer lo mismo pero parece muy afligido y ni siquiera puede subir la otra comisura de la boca.

— ¿Podrías decirme que sucede contigo, Harry? — Intento sonar lo más amable que puedo y él solo suelta un bufido de fastidio. — Me preocupo, nos preocupamos por ti, Harold.

Harry Pov:


Desearía creer que es verdad. Pero no, a ella le gusta Zayn o Niall o Louis y eventualmente terminará saliendo con uno de ellos. No le contestó y bebo de mi capuccino, esperando que ella deje de hacer preguntas. Cuando dejo la tasa de vuelta sobre la mesa ella es rápida y toma mi mano, entrelazándola con la de ella. Una sensación nueva me recorre de pies a cabeza y veo como ella se sonroja. Me parece tan hermosa, tan inigualable.

Alejo de golpe mi mano y veo como agacha la cabeza para después verme a los ojos, la imagen de sus ojos empañados por lagrimas me golpea justo en el estomago y no puedo seguir viéndolo, así que tomo de un trago lo que resta de mi café y dejo dinero suficiente para pagar lo que ambos pedimos antes de salir lo más rápido que puedo de ahí.
Escuchó sus pasos acercarse ya que tiene piernas cortas y sus pasos son más seguidos que los normales, aprieto los puños hasta que los nudillos se me vuelven blancos y me doy media vuelta, enfrentándola cara a cara.

— ¿¡Qué mierda quieres!? — No pude evitar gritarle con desesperación, la quiero lejos de mí antes de que termine arrodillándome a sus pies y decirle que me gusta más que cualquier mujer existente.

— ¡Quiero gustarte! — Grita y luego se lleva las manos a la boca como sin creer que dijo eso. Luego veo como cuadra los hombros y levanta la barbilla orgullosa, aunque sus mejillas están húmedas por las lágrimas. — Quiero que dejes de tratarme así, quiero que confíes en mí como lo hace Zayn o Liam. Que me digas porque estás tan… apagado. — Lo dice en un tono normal, aunque desde aquí puedo escuchar sus pequeños sollozos. La gente alrededor se le queda viendo y yo me acerco más para intentar cubrirla de las miradas de los demás.

— Y-Yo…— Mi control se ha ido junto con cada lágrima que cae por su hermoso rostro. La tomo por la barbilla y la obligo a que me vea, ella cierra los ojos, yo me inclino y apoyo mi frente en la suya, nuestras narices rozan entre sí y quiero que nuestros labios tengan el mismo contacto. Se siente increíble, es lo más cerca que he estado de ella desde que la conocí y no puedo evitar sonreír. Sigue sollozando y el poco aire que suelta por su boca me da en los labios. — Tú, ____. Eres tú lo que me tiene así.

Y con toda la suavidad que puedo, pongo mi boca sobre la de ella, le acaricio la mejilla y limpió las nuevas lágrimas, con mi mano izquierda la tomo por la cintura y la pego más a mí. No sé que pasa por su cabeza, quiero saber que es lo que está pensando acerca del beso, no es del todo desagradable si no se ha alejado de mí y estoy a punto de separarme para verla cuando siento sus manos en mi nuca, apretándome más contra el beso. Que se pudran los demás, a mi me gusta ella. Y no importa si ella no siente nada por mí, juró que haré que me quiera como yo la quiero.

Samantha Eaton 

Capítulo quince. 



— Wow…— Digo soltando lo ultimo de aire que me quedaba. Ella me mira con las mejillas rojas y los ojos bien abiertos, luego sonríe. Separa sus labios para decir algo pero el timbre de mi teléfono la interrumpe y me da una sonrisa comprensiva junto con un asentimiento para que contestara. Lo hice, inclusive cuando vi que era Zayn quien llamaba. Me aleje un poco de ella y ____ comenzó mirarse las manos, parecía una pequeña niña y desde donde estaba yo pude ver su sonrisa. — ¿Qué pasa?

— Harry, no me cuelgues por favor. — “No iba a hacerlo” pienso mientras espero a que continúe. — Mira, sé que me odias, pero en serio…

— Zayn… — Intento detenerlo, no lo odio, estoy o estaba dolido. Pero antes de que pueda explicárselo él me interrumpe y sigue hablando.

— Pero Louis, Niall y Liam no tienen por que sufrir por mis errores. — Escuchó que suspira y tragó saliva. — Son nuestros amigos, tus amigos, Harry. ¿Qué me dices de venir a casa de Liam a pasar tiempo juntos, como antes? _____ no está en casa. — Le contestó con un corto “Sí” y él suspira como si se hubiera desecho de una gran carga, aunque no puedo evitar sentirme igual. Extraño pasar tiempo con ellos. — Aunque los Harries están aquí, Tomlinson los trajo y ahora están ellos tres, Niall y Liam bebiendo, ¿te vemos aquí?

— Cuenta conmigo.

Cuelgo y vuelvo a acercarme a ____ sin saber que esperar, pero cuando levanta su rostro y me mira a los ojos para luego sonreírme no puedo hacer nada más que imitar su acción.

— ¿Te llevo a casa? — Le preguntó y ella asiente con las mejillas sonrojadas. Tomo su mano y la entrelazo con la mía mientras la guío hasta donde mi auto está estacionado, luego le abro la puerta del copiloto y me subo por la otra puerta para luego poner en marcha el auto. — ¿Quieres salir mañana?

— Claro. — Me sonríe mientras asiente.

____ Pov:

Siento de nuevo sus labios rozados sobre los míos antes de entrar a la casa. Al principio me resisto un poco al pensar que Liam u otro nos puede ver pero con el paso de los segundos le sigo el beso, es delicado y me gusta que sea dulce conmigo, me hace sentir especial. Me abraza por la cintura y yo enredó mis brazos alrededor de su cuello y nos acercamos hasta el punto de que siento los botones de su abrigo pegados a mi blusa. Se aleja de mi, ambos con la respiración agitada y sus mejillas están rojas como las mías, adorable, esa es la única palabra con la que lo puedo describir, o al menos la única que se me ocurre en el momento.

— Somos sólo amigos. — Suelta un bufido. —Pero espero que, si tú quieres… P-podamos ser algo m-más.

— Me gusta la idea, Harold.

Me pongo de puntitas y le beso en la comisura del labio, haciéndolo sonreír. Entramos a la casa y puedo escuchar toda una orquesta de voces masculinas. Liam, Niall, Louis, Zayn, ¿Jack y Finn? Pasamos a la sala de estar y veo al ¿sexteto? De jóvenes adultos cada uno con una botella de cerveza en la mano, en el caso de Niall son dos. 
Dirigen sus miradas a mí, luego a Harry, luego de vuelta a mí. Zayn, Louis y Niall sonríen ampliamente mientras que Liam y los Harries nos miran con confusión. Harry les da una breve explicación falsa de cómo se “encontró” conmigo en la calle de camino aquí y supuestamente se había ofrecido a traerme, aunque eso es lo único que es verdad en toda su historia. Veo seis cabezas asintiendo y luego Liam palmea el asiento a su lado para que Harry se siente y él lo hace.

— ¡____! Me parece que el único sitio disponible son mis piernas. — Bromea Jack y veo como Harry se tensa. Todos ríen, incluso Liam que solo niega con la cabeza divertidamente. Louis le lanza una cerveza al ruloso y él la atrapa con habilidad. Al principio creo que es Finn, por lo poco común del comentario pero cuando los veo mejor me doy cuenta de que en definitiva fue el gemelo menor.  

— Bueno, en realidad yo veo siete pares de piernas y créeme que las tuyas están por debajo de mis opciones. — Todos ellos sueltan en carcajadas, hasta Jack quien fue al que más le gusto el chiste. — ¿Eli?

— Se quedó en casa, son esos días del mes. — Dice Finn haciendo cara de asco y luego le da un largo trago a su bebida. Tuerzo el gesto y la idea de ir a pasar la noche allá y dejar a los “machos” aquí me parece grandiosa. Parece que muFinn lee mi mente porque chasquea los dedos y me mira con una sonrisa parecida a la del guasón que me mata del miedo. — Deberías de hacerle compañía. Anímate, yo te llevo.

— ¡Ni de coña, Finn! — Exclamo Jack, él parecía ser el que menos bebió de los seis. Le golpeó la nuca y Finn solo se redujo a hacer una mueca y darle otro trago a su cerveza. — Yo te llevó, no vaya a ser que detengan a este imbécil. — Se me escapo una carcajada y Harry volteo a verme, me regalo una de sus hermosas sonrisas brillantes, me sonroje y desvié la mirada. Jack se levanto de su lugar y camino hasta ponerse detrás de mí, me puso sus manos sobre mis hombros y me dio un apretón/masaje. Finn veía detrás de mi cabeza a Jack quien por lo que pude ver de reojo estaba sonriendo. — ¿Vámonos? — Lo dijo volteando a verme y quedando a solo unos tres centímetros de distancia. Tragué saliva, no me gusta éste tipo de acercamiento con la gente, bueno, solo me gusto cuando era el rostro de Harry.

— N-no. — Frunce el entrecejo. Volteo a ver a Liam y trato de fingir que la cercanía de Jack no me afecta. Sacudo los hombros un poco y camino hasta mi primo pasando enseguida de Harry. Levanta su mirada y me regala una sonrisa graciosa. — ¿Puedes prestarme el auto?

— ¿Sabes conducir? — Lo pregunta bastante impresionado y yo asiento. Recuerdo que Sammy y yo casi matamos a veinticinco personas y un perro cuando ella intento enseñarme a conducir, le hicimos un rasguño al Audi de su mamá  y tuvimos que trabajar todo el verano en una guardería para pagar el daño. — Bien, están en la mesita de entrada, junto al florero.

— Gracias, Leeyum. — Le sonrío y le doy un beso en la frente a lo que él solo sonríe y yo salgo de la sala de estar con una nota mental de llamar a Samantha.
¿Cómo no se me ocurrió? Mi amiga es muy terca que posiblemente solo esta esperando a que la llame yo. Me encierro en mi cuarto y agarro el celular, le doy en marcación rápida y una foto de una castaña de ojos café, piel un poco bronceada, nada pálida como la mía y colorete rojo sobre sus labios carnosos me mira con una sonrisa, Sammy. La pongo en altavoz y suenan dos timbres antes de que su voz adormilada, de seguro por su típica siesta en la tarde, me reciba por primera vez en la semana.

— ¿____? ¿Eres tú? — Suena emocionada. — ¡Joder, contesta idiota!

— Siempre tan cariñosa, estúpida. — Le digo con sarcasmo y ella suelta una carcajada. Somos demasiado bruscas entre nosotras pero también hay veces en las que chicos y ropa son nuestro tema central. Me pregunto si a Harry le sorprendería verme hablar así. Sé que no soy capaz de hablarle a alguien así más que a ella y a Malik que últimamente me saca de mis casillas cuando me molesta con que me gusta Harold.

— Cariño, ¿por qué no me habías llamado? — Y aquí vamos con nuestra parte femenina. — ¡De seguro ya tienes otra amiga!

— Sip. — Recalco la “P” justo como aprendí de Finn. — ¡Pero no otra mejor amiga! ¡Te engañe!

— Ja, ja. — Se rió con sarcasmo y yo volteé los ojos. — ¿Qué me dices de tu primito?

— Ya me arreglé con él. Me presento a sus amigos y…

— ¿Ya te gusta uno? — Me interrumpió y yo solo reí con nerviosismo. — ¡Dios, ___! Exijo una foto.

Seguimos charlando un poco más de veinte minutos, siete de los cuales me empujo a que le mandara una foto de Harry. ¿Qué se cree, que voy por ahí tomando retratos de la gente? Bromeó con qué vendría a conquistar a todo Londres cuando me visitará y yo me reí con ella, aunque ahora que lo pienso si se lo propusiera lo lograría. Siempre ha sido una chica muy atractiva, la gente dice que somos muy parecidas, solo que ella tiene ojos café profundos y yo azul claro, es como mí versión 2.0, más divertida e interesante y con más sex appeal. El solo hecho de pensar que a Harry le atraiga me hace enchinar la piel, eso sería… sería devastador.

Tomo el bolso que he estado llenando con mis cosas mientras hablamos, tiene lo necesario: Pasta de dientes, cepillo de dientes y cabello, un cambio de ropa, pijama, el cargador del teléfono y unas cuantas libras por sí a caso. Pasé junto al marco de la sala de estar, le pregunte a Liam como haría para deshacerse de la “evidencia” de su pequeña reunión y me informo que Karen estaba en Doncaster con la mamá de Louis en un spa y me despedí de cada uno con un beso en la mejilla, tome las llaves de donde Liam las había dejado y salí de ahí sin antes haber prometido que tendría cuidado.

Kaathi escribió:
Casi lloro...es que ando tan tan sentimeintalista... quiero quiero a Harry ¡¡¡AHORA YA AQUÍ CONMIGO!!!


Anna, esto enserio me termino por enamorar completamente de la novela, gracias por el hermoso capitulo que me has entregado.


Te quiero mucho :(L):

¿Estás enamorada de mi novela? Haha pues yo de las tuyas ;) Como diría muFinn: Sip, es hermoso. :twisted:
Sabes que te quiero también.  :amor: 
Besos.

Capítulo dieciséis. 


Acababa de salir de la tienda de videos cuando recordé que no sabía donde vivía Eliza, así que sin más me empeñe a mandarle un mensaje a cada uno de los gemelos esperando que eso recortara el tiempo de respuesta, también pregunte por los dulces y antojos favoritos de su prima, soy una chica y sé que en esos días hay que comer todo lo que nos gusta para así hacer a un lado las incomodidades del período.

Volví a subir al auto, que resultaba ser nada más Londinense que un mini Cooper de color azul con una raya blanca cruzándole por el medio de norte a sur. Supongo que a los ojos de Liam y a de los hombres es un auto incomodo por el hecho de que es pequeño, pero para mí y puedo asegurar que para Karen éste es el auto más cómodo y bonito que una mujer pudiera tener.

Conecte el celular a un cable y rápidamente One Night de Ed Sheeran sonó por las bocinas del automóvil. Es una de mis canciones favoritas, me encanta la parte en la que dice: “Ella es cómo la comida rápida. Me arrepentiré después.” Y siempre que llegaba a esa parte las imágenes de mi “encuentro” con Zayn hacían que mis mejillas se sonrojaran por la vergüenza de aquello, dios, fui tan idiota y pensar que fue hace una o dos semanas lo vuelve peor, no sé que haría si Harry se entera de eso.

Hablando de él, Zayn me dijo que le gustaba Ed tanto como a mí y se burló diciendo que sí Harry volvía a cantar Lego House mientras preparaba el desayuno lo iba a estrangular con el hilo dental. 
Rolé los ojos mientras soltaba una pequeña risa. Hablé con él y le dije lo que pensaba acerca de Louis y Niall y que desconocía porque no hablaban conmigo, él solo dijo que Niall era tímido y que Louis siempre estaba demasiado ocupado haciendo bromas que se olvidaba de todo, es idiota si cree que le voy a creer.

Iba a desabrochar el cinturón de seguridad cuando el teléfono sonó, Finn me dio la dirección y algunas de las comidas chatarras preferidas de Eli en un corto mensaje en el cual me deseaba buenas noches, le contesté deseándole dulces sueños y él sólo me respondió diciendo que no dormiría. Bajé del auto con el celular en mano y entre a la tienda, que a las siete de la noche estaba muy deshabitada y en cuanto estuve dentro deseé haber traído un abrigo, dios, aún sigo sin entender porque ponen el aire acondicionado a toda su capacidad en invierno.

Me abracé a mí misma cada que pude mientras caminaba por los pasillos del pequeño local. Unos cuantos Hershey’s, dos pote de helado; Uno de Oreo para mí y otro de Kit Kat para la rubia, rosquillas y unas galletas de chocolate combinarían perfecto con la versión extendida de Orgullo y prejuicio.

Me reí al ver que las bolsas de la compra y la de mis cosas personales llenaban la parte de atrás del mini Cooper, revisé por segunda vez la dirección y la puse en el GPS para no perderme. Espere a que la última de las canciones de mi lista de Ed Sheeran terminara y puse un disco de Leona Lewis que me encontré en la guantera del carro.

— ¡_____! — Me saludo una entusiasta rubia mientras sostenía las bolsas llenas de comida chatarra en alto. Sonrío y me invito a pasar quitándome la mitad de las bolsas y dejándome la otra mitad me dirigió hasta la cocina donde dejo todo sobre una de las encimeras. Abrió y vació cada una de ellas dejando todo sobre la encimera de mármol de enseguida. — A esto deberían de llamarlo el kit de emergencia para el período.

— ¿Verdad? — Alcé las cejas y sonreí mientras ella hacía un sonido de satisfacción mientras comía un Hershey’s que estaba entre dos de las galletas que había comprado. Metió el helado a la nevera y con las demás cosas en brazos caminamos hasta la sala de estar. 
Era totalmente blanca con un poco de azul por aquí y por allá. Lo único de otro color diferente era la gran orquídea rosada que estaba junto al pequeño balcón interior acolchonado siendo iluminada por la luz que entraba por las ventanas blancas de éste.

Nos sentamos, yo en un sillón reclinable y ella en el de tres plazas, donde al parecer había pasado toda la tarde, porque los cojines estaban en la alfombra blanca y había varias mantas sobre él. Me lanzó un paquete de galletas y una barra de chocolate, tomo el control de la televisión de la alfombra y encendió el DVD donde la película Sex and the city 2 estaba a la mitad de reproducción.

— ¿Quieres que la devuelva? — Me pregunto Eliza con la boca llena de chocolate. Negué con la cabeza, se levanto del sofá y camino hasta una pila de películas que estaban enseguida de la orquídea. Tomo una de las cajas, se volteo a verme y mantuvo la caja detrás de su espalda para que no la viera, supongo yo. Me sonrió con ampliamente. — Y… ¿Qué tal la versión extendida de Orgullo y Prejuicio?

— ¿¡Qué esperas!?

La puso y simplemente nos perdimos en la historia mientras disfrutábamos nuestra comida chatarra.

Kaathi escribió:i like a cerdas xDDD

Esta genial! síguela pronto Anna.
Te quiero, cuídate.

 Ya la sigo ;) 
Sí, son unas cerdas. :ñomñom: 

No sabes lo que se viene.
¡PARTY HARD CON EL HAROLD! 
¿Party HARolD hahaha? 
Que bueno que te guste, por que a nadie más le gusta :( Llorare como magdalena. 
Voy a comenzar a subir una novela que me encanta, es ficción, con dioses y toda la cosa. 
Y como esa no es mía a todos les va a gustar. :xd: 
Besos, Kat.

Capítulo diecisiete. Maratón 1/2  


Desperté de golpe, con la espalda empapada en sudor frío y la respiración agitada, solo que ésta vez un payaso maligno no fue la causa de mí pesadilla, Harry lo era. Se había sentido tan real, había sido una escena bastante común, la sala de la casa de Liam, él y yo sentados al lado del otro en el sofá de tres plazas, nada fuera de lo común hasta que levante la mirada. 
Sus ojos eran negros, literalmente hablando sus globos oculares eran negros como petróleo y no había rastro absoluto de su perfecta sonrisa, solo una línea recta formada por sus labios apretados era lo que veía. Las manos sobre su regazo estaban apretadas hasta que sus nudillos se volvieron blancos cómo el algodón. De pronto me di cuenta de que yo lo estaba viendo desde el punto de vista de una tercera persona, veía como mi mirada estaba igual de negra y como algunas lágrimas caían por mis mejillas, las miradas de ambos espectros, porque eso era lo que eran; espectros, no éramos Harry y yo, eso era seguro, estaban fijas en la otra sin pestañear ni una sola vez.

— ¿Cómo te enteraste? — La voz del espectro femenino, yo en otras palabras, hablo firmemente, sin ninguna sacudida al hablar inclusive cuando las lágrimas habían empeorado.

— ¿Cómo me entere de que eres una puta? — Gruñó él, con los dientes apretados y las cejas fruncidas. Se levanto de golpe y lanzó la mesita enfrente de ambos sin ninguna dificultad, se puso en frente de mí espectro y la tomo por las mejillas hasta que se volvieron rojas. — ¿¡Cómo me enteré de que tú anduviste de regalada con mi mejor amigo, y después de eso viniste a mi como la maldita ramera que eres!?

Las lágrimas se juntaron con mi sudor y sentí una mano en mi hombro, me tensé, volteé rápidamente y me hice hacía atrás en el sofá reclinable, Finn me veía con preocupación en la mirada. Lancé una mirada a mí alrededor y vi la sala de los Harries totalmente a oscuras, iluminada solo por la luz de la cocina encendida a la lejanía. La mano fría y suave de Finn subió hasta mí mejilla y me hizo voltear a verle. Suspire y me relajé.

— ¿Estás bien? — Preguntó viéndome a los ojos con su mirada verde olivo sobre la mía. Asentí y él pasó su pulgar a lo largo de mi mejilla, quitando algunas lágrimas en su camino y besó mi frente. Me levanto en sus brazos y luego me volvió a dejar en el suelo aún sosteniéndome del antebrazo, dándome un momento para tener un poco de estabilidad. — ¿Té?

— S-sí, por f-favor. — Asentí débilmente y entrelazo su mano con la mía, llevándome a la cocina. Me levanto y me ayudo a sentarme en uno de los taburetes. Sacó dos tazas de la alacena, una con la bandera americana y otra con la de Gran Bretaña y les sirvió un poco de agua caliente para luego poner dos bolsitas de té verde en ellas. Me sonrió cuando notó que veía cada uno de sus movimientos y se sentó a mi lado dejando la tasa americana frente a mí. — Gracias, muFinn.

— De nada, panquecillo. — Lo miré entre confundida y divertida, intentando no escupir de la risa el té que estaba tomando. — Yo soy mufinn y tú panquecillo, ¿suena bien, no? — Se encogió de hombros.

— Supongo, muFinn…

— ¿Qué te hizo Styles? — Preguntó molesto cambiando de tema repentinamente. — ¿Por qué sollozabas su nombre?

— Una pesadilla…

— Sí, lo sé. Pero Harry es incapaz de causar una pesadilla, ese chico es bastante agradable y a menos de que te haya hecho algo no encuentro otra razón para la cual tengas que despertarte a las…— Se interrumpió y vio el reloj que estaba colgado sobre la estufa. — A las tres y media de la mañana llorando.

— No me ha hecho nada…

— ¿Pero?

— Tengo miedo de que se entere. —  Murmure lo más bajo que puede, pero al ver sus cejas fruncidas y los labios apretados entendí que me había escuchado. Sentí que le debía una explicación, Eliza hasta ahora es la única que sabe lo que paso por la tarde, Louis solo sabe de mi incidente con Zayn y Zayn solo sabe que me gusta Harry. — De lo que paso…

— ¿En la lavandería? — Me interrumpió y mis ojos se abrieron como platos. Tragué saliva cuando sentí un gran nudo formarse en mi garganta. Mi visión fue obstruida por las lágrimas y él solamente me abrazo fuertemente contra su pecho, solloce ahogadamente. — No llores, panquecillo. — Susurró a mi oído y luego me dio un beso casto en la sien derecha. Me alejé de él y me limpié las mejillas.

— Dime a quién más le dijo Louis.

— A t-todos, menos a L-liam, —  Fue la primera vez que lo escuché tartamudear y sentí un dolor en el estomago cuando digerí sus palabras, Harry sabía, él sabía.

— T-tengo que i-irme. — Salte de mi asiento y caminé rápido hasta la sala, tome mi bolso y cuando me dirigí a la puerta principal vi la alta figura de Finn frente a ella impidiéndome el paso. — Finn…

— Tenemos que hablar, _____— Me estremecí al escuchar su tono de voz grave y brusco conmigo, que ni siquiera lo había visto utilizar con alguno de los chicos. Asentí por inercia y me tomo del codo dirigiéndonos a una de las habitaciones del primer piso, abrió la puerta y me encontré con un estudió moderno, lleno de blanco y negro con un escritorio grande de acero y vidrio en medio de la sala. Me sentó a la fuerza en uno de los sofás frente al escritorio y fue hasta la puerta para ponerle el cerrojo, se sentó a mí lado y tomo mí mano acariciándola con ternura. — ¿Por qué tienes miedo de que él se entere?

— M-me va a…. a creer una puta, ramera o fácil. — Lo miré a los ojos, intentando que viera cuanto me afecta eso pero solo me tope con su perfil pensativo mirando hacía la ventana. — N-no qui-iero eso, Finn.

— Te gusta. — Fue una afirmación más que una pregunta y me encontré asintiendo, intenté tomar su mano para buscar un poco de apoyo pero él la quitó rápidamente, haciendo que mi corazón se estrujara y más lágrimas salieran de mis ojos. — Creo que es imposible que te encuentre como algo así. — Dijo suavemente mientras seguía viendo la ventana, mi mirada fija en su perfil que ahora mostraba una mandíbula tensa. — Eres dulce, alegre, amigable, bonita, hermosa, inteligente y graciosa, pero nada de ti es degradante. No eres una puta o ramera o cualquier insulto que te puedas decir a ti misma, tú eres… perfecta. — Soltó un suspiro y se levanto de su asiento y camino hasta la puerta, me posicione a su lado y antes de salir me dio un beso en la mejilla. — Buenas noches, _____.  

— MuFinn…

— Finn. — Me corrigió y asentí débilmente, lo abrace por la cintura y me pegue a él, sentí más lágrimas venir cuando el beso mi cabeza con ternura. Se acerco a mí oído y me susurró tan débil que por un segundo creí que fue mi imaginación. — Me gustas. — Presionó suavemente sus labios contra los míos, tan delicados y suaves, sentí su lengua jugar con la mía perezosamente, sabiendo que ese beso no nos llevaría a nada más. Se alejó dándome un pequeño rose de labios y aspiro aire antes de dejar un casto beso sobre los mismos mientras se alejaba. — Suerte con Harold.

Capítulo dieciocho. Maratón 2/2 


Entre a la casa llorando en silencio, las cuatro y media de la mañana y aún seguía sensible por todo lo que acababa de pasar: Harry ya sabía todo, le gustó a Finn y Harry y Finn me besaron el mismo día. 

Cerré la puerta tras de mí y me deslice hasta llegar al suelo, me cubrí el rostro con las manos y solloce lo más silencioso que pude. La casa olía a alcohol, no tanto como un bar, pero sí lo suficiente como para saber que ha sido bebido aquí dentro. También tenía un leve olor a cigarrillo, Zayn nunca se cansa de fumar, parece chimenea humana, me reí tristemente y puse mi cuerpo de nuevo sobre mis pies.

Dejé las llaves en donde las había agarrado y caminé con el teléfono en mano hasta mi habitación. Las luces estaban apagadas y pude escuchar el sonido de unos ronquidos, fruncí el cejo y prendí la luz encontrándome con una escena bastante tierna.

Harry estaba abrazado a mí almohada con fuerza y su cabello caía sobre su frente. No tenía los zapatos puestos y cuando fui subiendo mi mirada vi que no tenía nada más que unos bóxers negros de Calvin Klein. Me hinqué a su lado y acaricié su cabello, ¿cómo podría perdonarme por ser una ramera sí él es tan… inocente? Dejé salir otro sollozo, desafortunadamente fue lo suficiente ruidoso para despertar a Harry de su trance.

Me sonrió con flojera y cuando me vio a los ojos se sentó de golpe y me jalo hacía arriba, sentándome sobre él. Me examinó con la vista y acarició mi mejilla mientras que con su otra mano acariciaba mi cuello.

— ¿Qué sucede, ____?

— ¿Por qué sigues tratándome bien? — Pregunté sin verlo a los ojos ya que no quería perderme en ellos y además las lágrimas me impedirían verlo con claridad. Frunció el ceño y bajo su mano de mi cuello hasta entrelazarla con la mía. — ¿Por qué después de lo que paso con Zayn, me sigues tratando igual? — Sentí como se tensaba y su respiración se volvía más fuerte mientras era el que ahora escapaba de mí mirada.

Harry Pov:

Había escogido el cuarto de ____ porque ella no iba a estar, aunque me gustaría estar aquí dormido con ella a mí lado por ahora solo sería así. 
Liam y Niall fueron a dormirse en el cuarto de Liam y Louis y Zayn en el de Karen. No pude evitar acostarme a dormir con una sonrisa, tome una de sus almohadas y cuando puse la cabeza en ella pude sentir todo su aroma a canela picante entrar por mis fosas nasales.

Me había quedado dormido con la imagen de una dulce e inocente ____ sonriéndome pero mis sueños se esfumaron cuando escuche un sollozo cerca de mí. Y todo recuerdo de mis sueños se fue cuando vi a mi linda ____ con los ojos y la nariz rojas y lágrimas cayendo por sus mejillas. 
Me levante aún luchando contra mí cansancio y la puse a horcadas sobre mí, la trate con delicadeza mientras la examinaba esperando que no tuviera algún daño físico y cuando confirme que todo estuviera bien, pregunte que sucedía.

Respondió con otra pregunta e intente verla a los ojos pero ella solo me escapaba, entrelace su mano con la mía, como vi algunas veces que Niall calmaba a sus novias así supuse que funcionaría. Apreté su mano, dándole a entender que estaría aquí para escucharla, pero lo que pregunto enseguida no me lo esperaba. “— ¿Por qué después de lo que paso con Zayn, me sigues tratando igual? —“

¿Quién le dijo que yo sabía? No sabía como contestar, o bien, sí sabía pero no quería decírselo tan rápido y ahuyentarla. La abrace con fuerza y le di un beso en los labios intentando apagar los nuevos sollozos que salían de su preciosa boca, me tomo del pelo con fuerza y no pude evitar gruñir de satisfacción cuando lo hizo. Puse mis manos en su cintura y la apegué como pude a mí mientras que los dos caíamos despacio de espaldas sobre el colchón con ella sobre mí.

— Porque te quiero. — Murmure en su oreja y volví a besarla, esta vez más apasionado que la vez anterior. Quitó una de mis manos con una de las suyas y las entrelazo mientras me veía a los ojos. Le sostuve la mirada incluso cuando volvimos a besarnos y escuche como gimió cuando besé su cuello. 
Eso fue lo que destrozó mi control, nos di la vuelta y la bese en la clavícula, los hombros, la garganta, el cuello y los labios escuchando como gemía más fuerte mientras más me acercaba a sus labios.

— H-Harry…— Gimió mi nombre por lo bajo y yo besé su mejilla. No puedo parar de besarla, es tan hermosa e inocente. No importa que Zayn haya puesto sus labios en los de mí _____ primero, yo soy el que esta con ella en estos momentos, y estoy más que dispuesto a borrar cualquier rastro de Malik.

Me saca de mis pensamientos cuando su mano entrelazada con la mía sube hasta su pecho, abriendo mí palma ella la coloca sobre uno de sus senos y yo lo acarició lentamente, no quiero hacerle daño. 
Vuelvo a besarla y su lengua juega con la mía con pasión mientras que mis caricias aumentan y me atrevo a pellizcar uno de sus pezones, ella gime y yo sonrío victorioso. Con sus manos empieza a sacar su blusa y cuando sale del cuello de la misma la sorprendo con un beso, le dedico una mirada a sus senos y no hago más que gemir mientras desabrocho sus pantalones y los bajo hasta que caen al suelo.

Nuestros besos y caricias continúan, con el paso de los minutos me doy el lujo de acariciar su feminidad y sus pechos por sobre la tela de la ropa interior y ella acaricia mi miembro con determinación. Ambas respiraciones están alteradas y nuestros pulsos también. Saco su sostén y sus bragas y la veo, desnuda, inocente y hermosa mientras que sus mejillas se sonrojan al ver que no puedo dejar de admirarla. 
Me pongo en medio de sus piernas y con dificultad logramos sacar mi bóxer, puedo ver y hasta oler su nerviosismo tan claro como puedo oler su excitación, mi dulce ____.

— ¿Eres virgen? — Preguntó viéndola a los ojos y ella asiente tímida, la beso con delicadeza en los labios y me levanto de encima de ella. Me ve confusa y caminó hasta mis pantalones doblados sobre una de las sillas, saco la cartera y bingo: un condón. Me lo pongo antes de volver a ponerme sobre ella, tiene la piel de gallina y esta temblando, de nervios o de los menos veinte grados que hay afuera. Tomo sus dos manos y las entrelazo con las mías mientras mi mirada esta fija en ella, pongo la cabeza de mi miembro en su entrada y antes de hacerla mía tengo que preguntar. — ¿Quieres ser mi novia?

— Sí, Harry. — Aunque so voz tiembla veo su sonrisa iluminando la habitación y sin más preámbulos y con toda la delicadeza que tengo, me hundo en ella.