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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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The American Dream | Novela Colectiva
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: The American Dream | Novela Colectiva
yo quiero terminarlo por la hostia.
encima me trabo y borro todo y luego vuelvo a escribir y a borrar y mátenme por hacer perdido una parte >:C
encima me trabo y borro todo y luego vuelvo a escribir y a borrar y mátenme por hacer perdido una parte >:C
hemmo.
Re: The American Dream | Novela Colectiva
Omg, ntp, lali, tienes chance hasta mañana, bby <33
Atenea.
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Re: The American Dream | Novela Colectiva
dice lali que sube en la madrugada sdiugasdpoasd n-n
Clifford.
Re: The American Dream | Novela Colectiva
Si, me acaban de avisar kajsdnanjsd espero tu cap, lali <333 ily :c
Atenea.
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Re: The American Dream | Novela Colectiva
soy la peor sadkjlskxlasxa ppr demorar y tener esto que es corto y feo:C
Capítulo 007
♡Codes by Kitty Sykes.
→b y Lali.
→Sid & Nirvana Harrington | Sadie Kinks | Ethan Clawerence | Dipper Hansfield. ♡
— Por la grandísima hostia puta, Nirvana. –espetó Aoi cuando su prima le cerró la mano con la puerta del taxi.
— No es mi culpa, gran pedazo de mierda… tú dejaste la mano ahí y yo sólo tenía que cerrar la puerta -replicó la rubia, encogiéndose de hombros y con una sonrisa burlona en su rostro. –Ahora ayúdame con las valijas.
Nirvana Harrington, diecinueve años e inglesa, quería ser escritora. Parecía no tenerle miedo a nada ni a nadie, y sinceramente, así era. Ella era el tipo de chica con el que nunca te aburrirías, puesto que constantemente cometía locuras. Desde pequeña demostró una inclinación hacia la literatura, así que en cuanto supo que ella, su hermano y su primo habían sido aceptados en The American Dream, se tomó el primer avión desde Gran Bretaña a América, cruzando el océano Atlántico con la intención de cumplir su sueño.
— Chicos, será mejor que nos apresuremos. –dijo Sid, el hermano menor de Nirvana. Él era rubio y de ojos claros, igual que ella, pero en cuestión de personalidades, eran demasiado diferentes. –No quiero que lleguemos tarde.
— Realmente a nadie le importa lo que digas. –le contestó Nirvana, y luego se volteó hacia su primo. El trato entre ellos era el usual. -¿Qué te parece si hacemos una gran entrada?
Aoi simplemente asintió.
— Yo fingiré que no los conozco. –murmuró Siddhartha antes de alejarse de allí, llevando consigo sus valijas y dejando a los dos solos. El sabía que lo que iba a seguir no iba a ser nada bueno, o al menos, esa era su impresión.
— Nirvana, quítate los lentes. –le ordenó Aoi.
— No veré una mierda sin ellos. –respondió.
— Igual quítatelos. Vamos a fingir que somos ciegos y arrasar con todo. ¿Qué dices?
— Que eres estúpido, pero hagámoslo.
Con la música de Pierce The Veil sonándole en los oídos, Nirvana se sacó los lentes y los guardó en el estuche de éstos, luego los metió en su mochila, la cual estaba llena de cosas sin sentido: un libro de Jane Austen, muchas golosinas veganas, y una cámara fotográfica, además de su infaltable iPod y su teléfono móvil. La rubia solía hacer bromas todo el tiempo, y cuando se juntaba con su primo, no había quién los detuviese. Ambos eran algo así como una bomba atómica, que se llevaba puesto todo… principalmente, el que sufría de las bromas era Sid, pero llegar a un lugar nuevo, con muchas expectativas, sugería que debían hacer una gran entrada, sólo como Nirvana Harrington y Aoi Rumsfeld podían hacer.
Los dos caminaron hacia la entrada sosteniendo sus maletas con una mano –Nirvana dejó sus maletas afuera; ya que no podía con las dos, y Aoi hizo lo mismo–, y con la otra extendida. Tenían los ojos cerrados. Sí bien la idea de fingir ser ciegos era estúpida, era usual en el dúo hacer ese tipo de cosas.
— Aoi esto es ridículo. Tú eres ridículo. –susurró, cuando chocó con una persona.
— Cállate y espera… –Aoi trató de tranquilizarla, y segundos después, gritó. – ¡Hagan espacio para los ciegos!
Entonces se escuchó un movimiento general y se despejó una parte del lugar para que Aoi y Nirvana pudiesen pasar, ambos fingiendo tener ceguera. Sid los miraba desde una esquina, mientras hablaba con un chico llamado Aaron y con el hermano de éste, Ezra.
— No sabía que podían ingresar ciegos aquí. –Nirvana escuchó a alguien murmurar con enojo y una voz chillona, y luego de eso, Aoi estaba tocándole los pechos a la chica, sin querer. -¡Ay!
— Disculpa, no sabía que estabas ahí. –Aoi y Nirvana rieron y casi pudieron imaginarse a la chica gritando.
Cuando su especie de espectáculo terminó, Nirvana se dirigió a la cafetería, pero antes, ella y Aoi volvieron a recuperar las valijas faltantes, las cuales habían dejado en la entrada. Estando allí, un chico se le acercó y le preguntó su nombre, Aoi burló todo el camino hacia la cafetería de eso, y a Nirvana no le quedó otra que golpearlo en el hombro, a veces su primo era tan hartante que tenía ganas de estrangularlo, literalmente.
Sandrine Kinks, o mejor conocida como Sadie, suspiró al mismo tiempo que su papá aparcaba el coche en la vereda. Le costaba creer que estaba a sólo un paso de cumplir su sueño… a decir verdad y después del último año, a la castaña le quedaban pocas esperanzas de que su vida pudiera llegar a mejorar, no obstante, haber sido aceptada en The American Dream le había demostrado una cosa: ella podía llegar lejos y lo único que tenía que hacer era esforzarse.
No llevaba mucho tiempo bailando, y aún seguía sorprendida de que la hubiesen escogido a ella, entre miles que habían audicionado. Una sonrisa se le formó en el rostro, la vida no era mala después de todo.
Su padre la observó por unos segundos y luego de ello, también sonrió.
— Estoy feliz por ti. ¿Sabes? –la castaña negó. –Yo estaba seguro que ibas a quedar, y no puedo estar más orgulloso de ti, mi pequeña Sadie.
Sadie adoraba a su padre, él había sido su soporte durante sus dieciséis años de vida, y no dudaba que lograría llegar lejos. Esbozó una sonrisa de vuelta para su padre, y lo abrazó. Ella valoraba cada cosa que él había hecho por ella, desde que era una niña hasta ahora, que había faltado unos días al trabajo para acompañarla a TAD, sin importarle la distancia que tenía que atravesar para llegar hasta allí.
— Te quiero y voy a extrañarte. –murmuró la chica, aún en los brazos de su padre. –Eres el mejor papá del mundo. –musitó con sinceridad.
Y luego de decirle aquello, se bajó del auto. Abrió el maletero del auto y sacó sus dos valijas, más una mochila de mano. No tenía muchas pertenencias mas no era una de esas chicas que cargaban con más maletas de las que pudieran sostener. Cuando hubo tenido todo listo, cerró el baúl y se dirigió al establecimiento, dándole una última mirada a su padre y saludándolo con la cabeza.
Por fin estaba allí.
— Hola, soy Roxanne. –le dijo una chica rubia y con ojos celestes, cuando Sadie se sentó a su lado en un par de cómodos sillones de color crema.
— Sadie. –respondió, con una sonrisa.
Este había sido su primer contacto en TAD, y la chica simplemente le pareció bastante agradable a primera vista.
Durante las noches antes de venir, Sadie había estado imaginándose como serían las cosas aquí, como serían sus compañeros y como sería el trato entre ellos. Sin dudas, al llegar se había dado cuenta que esta era una experiencia diferente a cualquier otra que hubiese experimentado y, claramente, mucho mejor. Aún seguía sin creer que había sido aceptada, pero estaba segura que podría superar cualquier cosa que se propusiese… después de todo, era algo que siempre había hecho.
A su alrededor había un montón de personas, cada una de ellas se veía feliz, emocionada de ser allí. Ella sonrió, sin saber porqué. Entonces su mirada se encontró un lo que parecía ser una pareja… había una chica abrazando a un chico por los hombros, el cual tenía el cabello rubio despeinado y unos increíbles ojos azules, luego ésta le plantó un beso en la mejilla, mientras otro joven –este de cabello turquesa– se reía animadamente de ellos dos.
— No creo que sean pareja, si eso es lo que piensas. –Roxanne negó con la cabeza, Sadie casi se había olvidado que ella estaba ahí.
La castaña la miró sin entender.
— Parecen más hermanos que otra cosa. –aclaró.
— Ah… –Sadie sintió como el calor subía por sus mejillas. –Si tú dices…
Y desconocía la razón por la que aquella suposición de Roxanne la había alegrado un poco.
Siddhartha sólo tenía dos cosas en su cabeza: la primera, que la gente no supiera que los dos ciegos falsos formaban parte de su familia. A decir verdad, Sid ya estaba acostumbrado a que su primo y su hermana hiciesen locuras a cada momento de su vida, pero por fin podía encajar en un lugar nuevo, un lugar diferente que lo llevaría a expresarse y a demostrar su talento, y no quería arruinar la oportunidad. Amaba a su hermana, pero a veces Nirvana era demasiado molesta con él y hacía que las cosas comunes pasasen a ser pesadas… de todas formas, Sid sólo quería pasarla bien y hacer algunos amigos. También se sentía como si fuese la sombra de la gran Nirvana Harrington, y ahora que estaba en un lugar completamente distinto, él quería pasar a ser Sid, y no Sid –el hermano de Nirvana. Y por segundo lugar, Sid estaba muriéndose de hambre, ya que la comida del avión era más bien una dieta para carnívoros, y cuando él preguntó por algo vegetariano, las azafatas prácticamente se le burlaron en la cara, por lo que su vuelo había sido bastante tedioso.
Después de ello, Nirvana y Aoi habían parado un taxi unos segundos después de bajar del avión y recibir su equipaje, por lo que ni siquiera tuvo tiempo de comprar algo para comer. Y los chicles veganos de Nirvana no eran algo precisamente comestible…
— Así que esto es… -farfulló al aire, mientras recorría el lugar solo, en busca de la cafetería.
Había podido hablar con dos chicos, los mellizos Carstairs. Había sido bastante ameno tener una charla con ellos, ya que había sido casi por error, y si Sid no hubiera estado ahí para sostener a Ezra –uno de ellos, que había estado a punto de caerse–, éste probablemente hubiese obtenido un buen golpe en la cara; vale la pena aclarar que el castaño ya había experimentado bastantes tropiezos durante su llegada, se notaba que era un poco despistado al andar. Luego de eso y un par de bromas, Aaron –el mellizo de Ezra– se integró a la conversación, y así los tres habían empezado a hablar de música y de un poco de su vida antes de llegar. Pero con el espectáculo que montó su familia no tenía muchas ganas de estar allí, así que se alejó.
Comenzó a caminar por ahí, sin mucho interés. Nirvana le saltó encima cuando lo vio, le dio un sonoro beso en la mejilla mientras Aoi se reía de ellos. “Amor de hermanos, asqueroso” había exclamado, para luego marcharse mientras seguía riendo, y Nirvana corría detrás de él
Al llegar a la cafetería, lo único que le apetecía en ese momento era una buena taza de café y tostadas con jalea de frambuesa encima. No estaba seguro si conseguiría lo que quería, pero no perdía nada en probar.
— Por fin. –masculló cuando estaba a punto de tomar un sorbo de su café, junto a algunas donas veganas. No obstante, escuchó unas fuertes risas detrás de él, y sin pensarlo dos veces, se volteó.
Había un chico rubio que parecía estar hostigando a otro, éste de cabello negro, piel morena y rasgos asiáticos, aunque no parecía serlo del todo. Sid se preocupó un poco. Sabía lo que era ser el punto de bromas de los demás –y no solamente de Nirvana–, así que decidió intervenir. Sabía que no era su de su incumbencia, pero él simplemente no toleraba las injusticias, y no iba a dejar que alguien hiriese a otro, sólo porque sí.
Se levantó de su asiento, dejando atrás las donas y con el café en su mano, se aproximó a donde era la disputa. No sabía que iba a hacer allí, pero no soportaba la idea de que incluso en The American Dream hubiese personas como los que solían acosarlo en la escuela.
— Hey. –interrumpió. Si Nirvana le viese en ese momento, probablemente lo golpearía en el rostro. -¿Puedes…?
— No deberías meterte, la cosa no es contigo.
Y como si fuese arte de magia, su hermana apareció, junto a una chica pelirroja. Sid la reconoció como Konstantinova, su vecina de toda su vida. Le echó una rápida mirada, y la ojiazul se sonrojó.
— Hey, no molestes a Sid. –profirió. Luego miró al otro lado, donde se hallaba el chico al que Sid había querido defender. –Ni a su amigo asiático de color.
— ¿Y qué harás, muñeca?
Nirvana se volteo a ver a su amiga y luego miro al rubio.
— Ella te meterá su skate bien en el fondo del...
Pero Siddhartha no la dejó terminar y se la llevó del brazo hacia otro lugar, acompañados del chico que no conocía y de Nova. No quería meterse en problemas el primer día.
— ¡Barbara, volvemos a encontrarnos! –exclamó Dipper y todos voltearon a verlo.
Dipper venía de Australia y quería ser actor de comedia; éste había sido su sueño desde pequeño, cuando sus hermanos y él se quedaban hasta tarde viendo maratones de películas Sin dudas, todo el mundo sabía que él lograría hacerlo, tenía todo el potencial que necesitaba para llegar lejos, además, su personalidad era demasiado chispeante, y no había quién pudiese odiarlo, a excepción de Nora Underwood, la chica a la que él confundió con su amiga Barbara ni bien llegó a The American Dream.
A decir verdad, él no lo había hecho por molestar, ni para hacer que la chica pasase un mal momento, al contrario, él realmente la había confundido. ¿Puede ser que dos personas de distintos continentes fuesen tan parecidas sin tener siquiera un lazo de sangre? Él había escuchado nombrar a un fotógrafo que había pasado doce años de su vida retratando parecidos alrededor del mundo, y aunque le parecía increíble, él había llegado a dudar un poco de la veracidad de las fotos. De igual forma, aquél fotógrafo no importaba mucho.
A Dipper le llamaba la atención Nora Underwood de una forma que no podía entender. Desde el momento que la había confundido con su amiga Barbara que se había sentido –por decir de esta forma- atraído hacia ella. Era raro, demasiado para decir verdad.
Ahora, el castaño de ojos verdes azulados, se sentía bastante nervioso, como nunca. Acababa de gritar Barbara en la cafetería, y tenía a la mitad de las personas de allí viéndolo, incluida la supuesta Barbara.
— ¡Otra vez no, Dipper! –le gritó cuando se acercó. Las personas rápidamente dejaron de darle importancia al asunto.
— Al menos dime como te llamas…
— ¡Nora y déjame en paz!
Flourescent Adolescent sonaba en los altavoces del auto mientras Ethan aparcaba el mismo en la acera. Su amigo Michael le había prestado el auto para que él pudiese llegar hasta The American Dream, con la condición de que lo mantuviese en perfecto estado y, obviamente, que no tuviera alguna aventurilla allí.
Ethan se caracterizaba por ser el típico chico rompecorazones. Si bien era de esa forma por una razón en especial, no le importaba mucho lo que los demás pudiesen decir de él. Aún así, cuando Michael le dijo eso, sólo pudo reírse y no prometerle nada, ya que él no sabía cómo serían las cosas aquí, pero sin dudas, esperaba que fuesen mucho mejor que en Michigan.
Si algo tenía claro desde el momento en el que había sido aceptado, era que Ethan Clawrence iba a ser un nombre para recordar. Y vale, él iba a dar todo lo que pudiese para ser el mejor.
— No es mi culpa, gran pedazo de mierda… tú dejaste la mano ahí y yo sólo tenía que cerrar la puerta -replicó la rubia, encogiéndose de hombros y con una sonrisa burlona en su rostro. –Ahora ayúdame con las valijas.
Nirvana Harrington, diecinueve años e inglesa, quería ser escritora. Parecía no tenerle miedo a nada ni a nadie, y sinceramente, así era. Ella era el tipo de chica con el que nunca te aburrirías, puesto que constantemente cometía locuras. Desde pequeña demostró una inclinación hacia la literatura, así que en cuanto supo que ella, su hermano y su primo habían sido aceptados en The American Dream, se tomó el primer avión desde Gran Bretaña a América, cruzando el océano Atlántico con la intención de cumplir su sueño.
— Chicos, será mejor que nos apresuremos. –dijo Sid, el hermano menor de Nirvana. Él era rubio y de ojos claros, igual que ella, pero en cuestión de personalidades, eran demasiado diferentes. –No quiero que lleguemos tarde.
— Realmente a nadie le importa lo que digas. –le contestó Nirvana, y luego se volteó hacia su primo. El trato entre ellos era el usual. -¿Qué te parece si hacemos una gran entrada?
Aoi simplemente asintió.
— Yo fingiré que no los conozco. –murmuró Siddhartha antes de alejarse de allí, llevando consigo sus valijas y dejando a los dos solos. El sabía que lo que iba a seguir no iba a ser nada bueno, o al menos, esa era su impresión.
— Nirvana, quítate los lentes. –le ordenó Aoi.
— No veré una mierda sin ellos. –respondió.
— Igual quítatelos. Vamos a fingir que somos ciegos y arrasar con todo. ¿Qué dices?
— Que eres estúpido, pero hagámoslo.
Con la música de Pierce The Veil sonándole en los oídos, Nirvana se sacó los lentes y los guardó en el estuche de éstos, luego los metió en su mochila, la cual estaba llena de cosas sin sentido: un libro de Jane Austen, muchas golosinas veganas, y una cámara fotográfica, además de su infaltable iPod y su teléfono móvil. La rubia solía hacer bromas todo el tiempo, y cuando se juntaba con su primo, no había quién los detuviese. Ambos eran algo así como una bomba atómica, que se llevaba puesto todo… principalmente, el que sufría de las bromas era Sid, pero llegar a un lugar nuevo, con muchas expectativas, sugería que debían hacer una gran entrada, sólo como Nirvana Harrington y Aoi Rumsfeld podían hacer.
Los dos caminaron hacia la entrada sosteniendo sus maletas con una mano –Nirvana dejó sus maletas afuera; ya que no podía con las dos, y Aoi hizo lo mismo–, y con la otra extendida. Tenían los ojos cerrados. Sí bien la idea de fingir ser ciegos era estúpida, era usual en el dúo hacer ese tipo de cosas.
— Aoi esto es ridículo. Tú eres ridículo. –susurró, cuando chocó con una persona.
— Cállate y espera… –Aoi trató de tranquilizarla, y segundos después, gritó. – ¡Hagan espacio para los ciegos!
Entonces se escuchó un movimiento general y se despejó una parte del lugar para que Aoi y Nirvana pudiesen pasar, ambos fingiendo tener ceguera. Sid los miraba desde una esquina, mientras hablaba con un chico llamado Aaron y con el hermano de éste, Ezra.
— No sabía que podían ingresar ciegos aquí. –Nirvana escuchó a alguien murmurar con enojo y una voz chillona, y luego de eso, Aoi estaba tocándole los pechos a la chica, sin querer. -¡Ay!
— Disculpa, no sabía que estabas ahí. –Aoi y Nirvana rieron y casi pudieron imaginarse a la chica gritando.
Cuando su especie de espectáculo terminó, Nirvana se dirigió a la cafetería, pero antes, ella y Aoi volvieron a recuperar las valijas faltantes, las cuales habían dejado en la entrada. Estando allí, un chico se le acercó y le preguntó su nombre, Aoi burló todo el camino hacia la cafetería de eso, y a Nirvana no le quedó otra que golpearlo en el hombro, a veces su primo era tan hartante que tenía ganas de estrangularlo, literalmente.
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Sandrine Kinks, o mejor conocida como Sadie, suspiró al mismo tiempo que su papá aparcaba el coche en la vereda. Le costaba creer que estaba a sólo un paso de cumplir su sueño… a decir verdad y después del último año, a la castaña le quedaban pocas esperanzas de que su vida pudiera llegar a mejorar, no obstante, haber sido aceptada en The American Dream le había demostrado una cosa: ella podía llegar lejos y lo único que tenía que hacer era esforzarse.
No llevaba mucho tiempo bailando, y aún seguía sorprendida de que la hubiesen escogido a ella, entre miles que habían audicionado. Una sonrisa se le formó en el rostro, la vida no era mala después de todo.
Su padre la observó por unos segundos y luego de ello, también sonrió.
— Estoy feliz por ti. ¿Sabes? –la castaña negó. –Yo estaba seguro que ibas a quedar, y no puedo estar más orgulloso de ti, mi pequeña Sadie.
Sadie adoraba a su padre, él había sido su soporte durante sus dieciséis años de vida, y no dudaba que lograría llegar lejos. Esbozó una sonrisa de vuelta para su padre, y lo abrazó. Ella valoraba cada cosa que él había hecho por ella, desde que era una niña hasta ahora, que había faltado unos días al trabajo para acompañarla a TAD, sin importarle la distancia que tenía que atravesar para llegar hasta allí.
— Te quiero y voy a extrañarte. –murmuró la chica, aún en los brazos de su padre. –Eres el mejor papá del mundo. –musitó con sinceridad.
Y luego de decirle aquello, se bajó del auto. Abrió el maletero del auto y sacó sus dos valijas, más una mochila de mano. No tenía muchas pertenencias mas no era una de esas chicas que cargaban con más maletas de las que pudieran sostener. Cuando hubo tenido todo listo, cerró el baúl y se dirigió al establecimiento, dándole una última mirada a su padre y saludándolo con la cabeza.
Por fin estaba allí.
— Hola, soy Roxanne. –le dijo una chica rubia y con ojos celestes, cuando Sadie se sentó a su lado en un par de cómodos sillones de color crema.
— Sadie. –respondió, con una sonrisa.
Este había sido su primer contacto en TAD, y la chica simplemente le pareció bastante agradable a primera vista.
Durante las noches antes de venir, Sadie había estado imaginándose como serían las cosas aquí, como serían sus compañeros y como sería el trato entre ellos. Sin dudas, al llegar se había dado cuenta que esta era una experiencia diferente a cualquier otra que hubiese experimentado y, claramente, mucho mejor. Aún seguía sin creer que había sido aceptada, pero estaba segura que podría superar cualquier cosa que se propusiese… después de todo, era algo que siempre había hecho.
A su alrededor había un montón de personas, cada una de ellas se veía feliz, emocionada de ser allí. Ella sonrió, sin saber porqué. Entonces su mirada se encontró un lo que parecía ser una pareja… había una chica abrazando a un chico por los hombros, el cual tenía el cabello rubio despeinado y unos increíbles ojos azules, luego ésta le plantó un beso en la mejilla, mientras otro joven –este de cabello turquesa– se reía animadamente de ellos dos.
— No creo que sean pareja, si eso es lo que piensas. –Roxanne negó con la cabeza, Sadie casi se había olvidado que ella estaba ahí.
La castaña la miró sin entender.
— Parecen más hermanos que otra cosa. –aclaró.
— Ah… –Sadie sintió como el calor subía por sus mejillas. –Si tú dices…
Y desconocía la razón por la que aquella suposición de Roxanne la había alegrado un poco.
∆▲∆
Siddhartha sólo tenía dos cosas en su cabeza: la primera, que la gente no supiera que los dos ciegos falsos formaban parte de su familia. A decir verdad, Sid ya estaba acostumbrado a que su primo y su hermana hiciesen locuras a cada momento de su vida, pero por fin podía encajar en un lugar nuevo, un lugar diferente que lo llevaría a expresarse y a demostrar su talento, y no quería arruinar la oportunidad. Amaba a su hermana, pero a veces Nirvana era demasiado molesta con él y hacía que las cosas comunes pasasen a ser pesadas… de todas formas, Sid sólo quería pasarla bien y hacer algunos amigos. También se sentía como si fuese la sombra de la gran Nirvana Harrington, y ahora que estaba en un lugar completamente distinto, él quería pasar a ser Sid, y no Sid –el hermano de Nirvana. Y por segundo lugar, Sid estaba muriéndose de hambre, ya que la comida del avión era más bien una dieta para carnívoros, y cuando él preguntó por algo vegetariano, las azafatas prácticamente se le burlaron en la cara, por lo que su vuelo había sido bastante tedioso.
Después de ello, Nirvana y Aoi habían parado un taxi unos segundos después de bajar del avión y recibir su equipaje, por lo que ni siquiera tuvo tiempo de comprar algo para comer. Y los chicles veganos de Nirvana no eran algo precisamente comestible…
— Así que esto es… -farfulló al aire, mientras recorría el lugar solo, en busca de la cafetería.
Había podido hablar con dos chicos, los mellizos Carstairs. Había sido bastante ameno tener una charla con ellos, ya que había sido casi por error, y si Sid no hubiera estado ahí para sostener a Ezra –uno de ellos, que había estado a punto de caerse–, éste probablemente hubiese obtenido un buen golpe en la cara; vale la pena aclarar que el castaño ya había experimentado bastantes tropiezos durante su llegada, se notaba que era un poco despistado al andar. Luego de eso y un par de bromas, Aaron –el mellizo de Ezra– se integró a la conversación, y así los tres habían empezado a hablar de música y de un poco de su vida antes de llegar. Pero con el espectáculo que montó su familia no tenía muchas ganas de estar allí, así que se alejó.
Comenzó a caminar por ahí, sin mucho interés. Nirvana le saltó encima cuando lo vio, le dio un sonoro beso en la mejilla mientras Aoi se reía de ellos. “Amor de hermanos, asqueroso” había exclamado, para luego marcharse mientras seguía riendo, y Nirvana corría detrás de él
Al llegar a la cafetería, lo único que le apetecía en ese momento era una buena taza de café y tostadas con jalea de frambuesa encima. No estaba seguro si conseguiría lo que quería, pero no perdía nada en probar.
— Por fin. –masculló cuando estaba a punto de tomar un sorbo de su café, junto a algunas donas veganas. No obstante, escuchó unas fuertes risas detrás de él, y sin pensarlo dos veces, se volteó.
Había un chico rubio que parecía estar hostigando a otro, éste de cabello negro, piel morena y rasgos asiáticos, aunque no parecía serlo del todo. Sid se preocupó un poco. Sabía lo que era ser el punto de bromas de los demás –y no solamente de Nirvana–, así que decidió intervenir. Sabía que no era su de su incumbencia, pero él simplemente no toleraba las injusticias, y no iba a dejar que alguien hiriese a otro, sólo porque sí.
Se levantó de su asiento, dejando atrás las donas y con el café en su mano, se aproximó a donde era la disputa. No sabía que iba a hacer allí, pero no soportaba la idea de que incluso en The American Dream hubiese personas como los que solían acosarlo en la escuela.
— Hey. –interrumpió. Si Nirvana le viese en ese momento, probablemente lo golpearía en el rostro. -¿Puedes…?
— No deberías meterte, la cosa no es contigo.
Y como si fuese arte de magia, su hermana apareció, junto a una chica pelirroja. Sid la reconoció como Konstantinova, su vecina de toda su vida. Le echó una rápida mirada, y la ojiazul se sonrojó.
— Hey, no molestes a Sid. –profirió. Luego miró al otro lado, donde se hallaba el chico al que Sid había querido defender. –Ni a su amigo asiático de color.
— ¿Y qué harás, muñeca?
Nirvana se volteo a ver a su amiga y luego miro al rubio.
— Ella te meterá su skate bien en el fondo del...
Pero Siddhartha no la dejó terminar y se la llevó del brazo hacia otro lugar, acompañados del chico que no conocía y de Nova. No quería meterse en problemas el primer día.
∆▲∆
— ¡Barbara, volvemos a encontrarnos! –exclamó Dipper y todos voltearon a verlo.
Dipper venía de Australia y quería ser actor de comedia; éste había sido su sueño desde pequeño, cuando sus hermanos y él se quedaban hasta tarde viendo maratones de películas Sin dudas, todo el mundo sabía que él lograría hacerlo, tenía todo el potencial que necesitaba para llegar lejos, además, su personalidad era demasiado chispeante, y no había quién pudiese odiarlo, a excepción de Nora Underwood, la chica a la que él confundió con su amiga Barbara ni bien llegó a The American Dream.
A decir verdad, él no lo había hecho por molestar, ni para hacer que la chica pasase un mal momento, al contrario, él realmente la había confundido. ¿Puede ser que dos personas de distintos continentes fuesen tan parecidas sin tener siquiera un lazo de sangre? Él había escuchado nombrar a un fotógrafo que había pasado doce años de su vida retratando parecidos alrededor del mundo, y aunque le parecía increíble, él había llegado a dudar un poco de la veracidad de las fotos. De igual forma, aquél fotógrafo no importaba mucho.
A Dipper le llamaba la atención Nora Underwood de una forma que no podía entender. Desde el momento que la había confundido con su amiga Barbara que se había sentido –por decir de esta forma- atraído hacia ella. Era raro, demasiado para decir verdad.
Ahora, el castaño de ojos verdes azulados, se sentía bastante nervioso, como nunca. Acababa de gritar Barbara en la cafetería, y tenía a la mitad de las personas de allí viéndolo, incluida la supuesta Barbara.
— ¡Otra vez no, Dipper! –le gritó cuando se acercó. Las personas rápidamente dejaron de darle importancia al asunto.
— Al menos dime como te llamas…
— ¡Nora y déjame en paz!
∆▲∆
Flourescent Adolescent sonaba en los altavoces del auto mientras Ethan aparcaba el mismo en la acera. Su amigo Michael le había prestado el auto para que él pudiese llegar hasta The American Dream, con la condición de que lo mantuviese en perfecto estado y, obviamente, que no tuviera alguna aventurilla allí.
Ethan se caracterizaba por ser el típico chico rompecorazones. Si bien era de esa forma por una razón en especial, no le importaba mucho lo que los demás pudiesen decir de él. Aún así, cuando Michael le dijo eso, sólo pudo reírse y no prometerle nada, ya que él no sabía cómo serían las cosas aquí, pero sin dudas, esperaba que fuesen mucho mejor que en Michigan.
Si algo tenía claro desde el momento en el que había sido aceptado, era que Ethan Clawrence iba a ser un nombre para recordar. Y vale, él iba a dar todo lo que pudiese para ser el mejor.
hemmo.
Re: The American Dream | Novela Colectiva
mi capítulo es mierda perdonen ;_; no me inspiré y borré miiiiiiiiiiiiiiiil veces todo ;_; sufro:C perdonen.
sigue mily<3
sigue mily<3
hemmo.
Re: The American Dream | Novela Colectiva
- Lali :
- No digas que fue mierda wna¬¬ estuvo hermoso el capítulo lo amé so much :ilusion:
Aoi es un grosero c': fdkgjhjg ya sabes que amo a Nirvana es la mejor del mundo y me hace reír *w* y me dan los feels cuando leo que hace a Luke y Cara hermanos los weones si dan para esas y muero con eso jffdgdfkjghdfkjgdhfkjghdfgjh no y todo lo que hizo Nirvana por cumplir su sueño, la amaré definitivamente porque ella rulz definitivamente, jdfgkdfjh la respuesta de Nirvana a la sugerencia de Sid lol morí de risa c': "una gran entrada" ay ni me imagino que rayos harían c': y Sid re amargado porque se fue el wn u-u jajajajj lo de los lentes y Nirvana es la mejor definitivamente c': cuando le dice estúpido pero que si hagan eso, ay no moriré, no sé porque diré esto, pero amo las cosas que lleva Nirvana en su bolsa c': jajaj omg pobre Sid soportando a esos dos sobre él c': yo creo que no sería capaz, so el wn es tolerante xd, ay no sé pero también amo a Sid:c "¡Hagan espacio para los ciegos!" ay no jodas :jojojo: me mate de risa en esa parte te lo juro que fue simplemente lo mejor c': Aoi le tocó los pechos , no way jajajja, Lali quieres es matarme de risa c': me imagino el rostro de todos cuando se dieron cuenta que no eran ciegos<3 y cuando le preguntaron su nombre, fue Chase :1313:oknop.
Sadie es un amor, y su papá su padre es adorable de verdad<3, no en serio el papá de Sadie es simplemente el mejor, todo lo que hace por su hija estoy muriendo, this is for real c': su padre is so fucking cute, es el mejor papá del mundo moriré de ternura, Lalonz c': me enamoré de su padre y de Sadie son da best:c y apareció Roxanne y amo, amo mucho que ella se sienta aceptada por que la vida es mejor cuando las personas te aceptan:c<3 una pareja omg Sadie es tan tierna que cree que son pareja c': y lo que le dice Roxanne morí c': DFGKDFGK Y SADIE SE EMOCIONO POR ESO; ya lo ama, ¡ya lo ama! okno me emociono mucho c':
Ay no, pobre Sid xD los dos ciegos falsos lol, pero el solo quiere encajar:c Sid is cool :roll: y hablo con los mellizos muero *W* y fue por el Exra; que torpe xd, pero really que Nirvana y Aoi se pasaron, but anyway yo morí de risa con lo de lo ciegos, nunca lo superaré xd, “Amor de hermanos, asqueroso” lol c':, y el intervino cuando molestaba al chico, que tierno, de verdad y omg Nirvana interfirió u-u, no sé pero me gusta la forma de ser de Sid, es encantador y esop:c.
Lali, ¿ya sabes que amo a Dipper fuertemente? el wn me mata, de lo juro y siempre se quedará en mi mente lo de Barbara, eso de actuar en comedia le queda bien, definitivamente sí, Nora lo odia o:, pero es que eso de Barbara fue tan gracioso, ay Nora tan seria >:c y todos viéndolos, já, Dipper no llama la atención, seguro. Nora is da best<3
Flourescent Adolescent NO WAY DFGJDFGDFJGD AMO ESA CANCIÓN Y LO SABES DFGDFGDFGD okya:c Ethan o: obviamente ese nombre será recordado porque bueno, es él, y omg, " él iba a dar todo lo que pudiese para ser el mejor" LO AME
Lali lo amé *w* y me enamoré de Sid porque si<3, esop ilysssm<3333
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Re: The American Dream | Novela Colectiva
Lali, ya leí tu hermoso capítulo sakdjnasjdnas pero comento en cuanto termine mi cap para gg, bby sakdjasdjnas, pero lo amé a lot :aah:
Atenea.
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Re: The American Dream | Novela Colectiva
i feel ya sis:cKitty Sykes. escribió::manlycrypls: soy una floja que debe leer.
peralta.
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Re: The American Dream | Novela Colectiva
sólo me bastó leer "pierce the veil" para que mi atención se centrara en el capi. Lo terminaré y luego leo los de las demás:c
No me odien, es que PTV, ;-; Culpen a PTV ;-;
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