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No te quiero. {Resultados}
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No te quiero. {Resultados}
No te quiero
Oh no, no pienso cometer el mismo error dos veces, recuerdo cuando me decías lo mucho que me querías, cuanto me amabas pero al final todo fue un engaño […] ya no pienso ser esa niña enamoradiza a la que le podías decir hasta la más clara mentira y te creía oh no, ya no. Es curioso cómo se cambian los papeles ¿no lo crees? ahora yo tengo a alguien que si me quiere y tu, bueno estas rogando como un niño desamparado ¿Qué donde quedo la niña tierna? se fue, al menos contigo me lastimaste, jugaste conmigo, me enamoraste para luego tirarme como trapo viejo pero créeme no volverá a pasar. Ya no podrás lastimarme por que yo ya no te quiero.
Hola bellezas de la vida, me llamo Mey alias Karls, soy de México. Espero que les guste la idea solo les pido leer las reglas y las quiero(?
- Aquí:
- {A.} Nada de fichas con códigos es decir solo quiero un capítulo tuyo.
{B.} Los personajes los veremos luego.
{C.} Necesito que cumplas con las dos "R" (Respeto y Responsabilidad)
{D.} No se escribe en manera teatral.
{E.} Se toma en cuenta la redacción y ortografía.
{F.} Creo que es obvio pero aun así lo digo, quiero buena ortografía.
Bueno, la historia es sobre cinco o mas chicas, que fueron usadas por unos chicos en este caso su pareja, se reservan tres personajes por que uno es la chica, otro la pareja que la engaño y el ultimo la actual pareja de la chica pero esto es solo si quedas y luego se hará. En donde transcurre la historia es en Australia, ciudad aun no se creo que eso es todo.
Última edición por .Louise. el Lun 21 Oct 2013, 1:00 pm, editado 2 veces
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Re: No te quiero. {Resultados}
A ver si entendí: Quiero audicionar por Louis Tomlinson como ex, Harry Styles como actual y Cara Delevingne como mi representante.
- cap de nove:
Desde que tengo memoria, he visto incontable cantidad de amaneceres en Colonia, pero siempre me pregunté si en todos los lados serían iguales.
Mamá me dice que sí, ella sí ha ido a la ciudad, ha viajado a Argentina, pero yo siempre he estado acá. Amo donde vivo, pero amaría un día verme obligada a volver. Siempre soñé con conocer el mundo, siempre quise ser independiente y ver más allá de las simples cosas, y es día a día lo que intento. No hay muchos jóvenes en el pueblo, solo turistas y en verano. El invierno es un poco triste, tengo que pedalear kilómetros para llegar al liceo
y eso es de las cosas que más me gustan. Más de una vez he visto mochileros en las rutas y siempre soñé con serlo. Por eso, el deseo que pedí cuando soplé mis diecinueve velas fué salir de mi pueblo en busca de amaneceres.
El despertador sonó a las seis treinta a.m era sábado y no tenía porque estar puesto, pero lo estaba, si hay algo que me gusta es sentirlo y saber que puedo volver a dormir.
-Apagá esa porquería nena-
-Shh, seguí durmiendo Nikki-
Apagué el despertador y me levanté al baño, sentí un almohadón pegar en mi espalda pero lo ignoré, Nicole era así.
Estaba por volver a la cama cuando empezó a entrar luz por mi ventana. No lo dudé, me abrigué, calcé y salí de la casa en total silencio a ver el amanecer. La luz era cada vez más fuerte, mi película favorita desde chica es ‘’El rey león’’ comienza con un amanecer, para mí, una inteligente metáfora que indica el comienzo de algo nuevo. En un amanecer todo cambia, algo empieza y siempre hay oportunidades. El sol ya había salido, encandilaban sus fuertes rayos que hacían ver el pasto del jardín con un brillo único. Ya era suficiente, volví a la cama llena de paz y armonía.
-Señorita peace and love ¿Podrías dejar de despertarme a las seis de la mañana? Dormí pésimo por tu culpa-
Se sentó a la mesa junto a nosotros para desayunar.
-Sí claro, por eso roncabas cuando volví-
Reí probando mi café con leche.
-No te banco hoy, no me hables-
Cuando Nicole se levantaba así era insoportable, ignorarla sería lo mejor.
-Mar, hoy con tu papá vamos a salir ¿Venís?-
-Me encantaría, pero tengo mucho que estudiar y tengo ganas de caminar un rato sola-
-Está bien-
Se levantaron ambos de la mesa. Papá me dio un beso en la frente y mamá solo alborotó mi pelo.
-Dejen limpia la cocina-
-Sí má-
Respondimos al unísono y miré a Nikki.
-¿Qué?-
Preguntó de mala gana.
-Que no te soporto cuando te levantás así, pero no me vas a arruinar el día-
Respiré profundo y me levanté a lavar mi taza.
-Tendrías que haber nacido en los sesenta, me estresás-
Se levantó y se fue, dejando todas sus migas y su taza sobre la mesa, que fastidio me daba cuando hacía eso, como si fuese su esclava.
-No soy tu sirvienta nena-
No ganaba nada con quejarme, no iba a darme bolilla, opté por lavar y limpiar antes de buscar mi mochila y salir de la casa.
El frío me abrazó, pero el sol estaba radiante, a lo lejos divisé un carro tirado por caballos que venía muy rápido hacia mí.
-Buen día-
Saludé a Pepe, el veterano de la zona, abuelo, le decimos. Es un señor que sabe y conoce mucho acerca de todo, puede responderte una pregunta de la primera guerra mundial tanto como el último cd de Rihanna. Es querido por todos por acá, por supuesto incluyéndome.
-Buen día señorita ¿A dónde va tan temprano?-
-A caminar don Pepe, voy a buscar algún lugar donde haya solcito para leer y tal vez, si la inspiración llega, escribir algo-
-Me parece bien ¿Te arrimo a algún lado?-
-No no es necesario muchas gracias-
-Entonces adiós señorita, que tenga un buen día-
-Gracias igualmente-
Sonreí y lo ví irse con su carro y sus hermosos caballos. Yo soy la primera en defender a los animales, y me encanta don Pepe porque tiene a sus caballos en perfecto estado.
Empecé a caminar por la Avenida Artigas para llegar directo a la rambla costanera, por donde paso cada mañana para ir a trabajar. Se lo hermoso que es el paisaje pero nunca me cansaría de verlo.
De repente, sin saber el porqué, me puse a pensar que pasaría si yo me fuese de casa. Nose porque me lo cuestioné, pero viendo las hermosas costas de mi querida Colonia se me ocurrió que tal vez sería una buena idea conocer más de mi hermoso país.
Caminando, despacio me enamoré de la idea de poder salir de mi casa a conocer nuevos lugares ¿Porqué no? Soy grande, tengo trabajo, ahorros y ganas, muchas ganas de sentirme libre.
Ví una moto pasar con quien supuse era un hombre que llevaba un gran mochila y sobre de dormir. Indudablemente iba al camping por eso pensé
¿Porqué no empezar por algo cerca? Si podía sobrevivir sola en un camping, que se que lo haría ¿Porqué no? Podría ser el comienzo de un largo viaje por quien sabe donde.
-¿¡Qué!? Decime ¿En que estabas pensando Martina?-
-Mamá no es para tanto, soy mayor de edad, quiero ser independiente y vivir en un camping-
-Hija, eso es anormal, a los camping se va de paseo, te vas a agarrar una pulmonía ahora en invierno-
-Mamá te estoy avisando acerca de la desición que tomé, no es una pregunta-
Jamás le había gritado ni faltado el respeto a mamá por lo que no iba a empezar a hacerlo ahora, por eso me contuve de cualquier loco impulso y me encerré en mi cuarto-
-¿Qué hacés nena?-
Preguntó Nikki tirada desde la cama.
-Te voy a hacer feliz, me voy de casa-
Abrí mi sector del ropero para seleccionar la mejor ropa, lo más útil, necesario y abrigado.
-No sos graciosa, sabelo-
Rió irónica por lo que preferí ignorarla y seguir con lo mío. Eso hasta que mamá abrió la puerta sin previo aviso volviendo a querer frenarme.
-Martina no te podés ir de tu casa a un camping ¿Estás loca? Mirame cuando te hablo-
Pidió al ver que la ignoraba.
-¿Entonces es enserio?-
Preguntó Nikki quedando sentada en la cama con cara de preocupación. Al parecer hasta me tiene cariño.
-Claro que es enserio, solo que mamá no quiere creerlo-
Crucé frente a ella hacia el baño en busca de mi cepillo de dientes y peine.
-Es una locura Martu-
Acotó mi hermana.
-Lo sé-
Dije con tranquilidad y terminé de guardar cosas por lo que cerré la valija y miré a Nicole.
-Pero como nunca salí a hacer locuras con mi familia voy a empezar a hacerlas sola-
Nicole se quedó callada al ver la cara de enojo de mamá.
-¿Es un reclamo?-
Preguntó mi madre.
-No, para nada, estoy diciendo lo que siento y pienso-
Salí del cuarto con la valija.
-Martina vos cruzás esa puerta y no volves a entrar ¿Escuchaste?-
-Que conste que vos lo dijiste-
Me encogí de hombros y salí al frente para subir a mi bicicleta.
-Martina no estoy jugando-
El tono de voz de mamá iba en aumento.
-Yo tampoco má, cuando llegue te hago saber-
Empecé a pedalear dejando mi casa atrás y a mi familia anonadada.
Pensaba una despedida diferente, pero no me dejó opción de que fuera así.
Por eso, dejé caer una lágrima por mi mejilla, pero ya no iba a dar marcha atrás solo pedalearía hacia adelante, en busca de mi vida.
La gente dentro del camping era contada con los dedos de una mano. Tal como dijo mamá, es anormal venir a un camping en invierno, no para mí.
Entré a la recepción siendo atendida por un señor mayor.
-¿En que puedo ayudarla señorita?-
-¿Tiene cabañas disponibles?-
-Sí ¿Con cuantas camas?-
-Solo una-
¿Es para usted?-
-Si-
-Que jovencita-
Exclamó mientras bajo el mostrador buscaba la llave.
-No hay mucha gente ¿No?-
-Alojado no hay nadie, vienen en carpas a pasar el día ¿Que la trae sola por acá? Si se puede saber, claro-
Me entregó la llave, la cabaña número siete, mi favorito.
-Vengo en busca de mi independencia-
Sonreí.
Todavía me sentía un poco mal por como me fuí de casa, mis ojos vidriosos lo dejaban en evidencia.
-¿Puedo hacer algo por usted?-
-Con cobrarme es suficiente-
Pedí sin perder mi amabilidad.
-Por supuesto ¿Cuántos días?-
-Anóteme una semana por ahora-
Me dijo el costo entregué el dinero y me despedí.
-Muchas gracias, hasta luego-
-Adiós señorita, estamos a sus ordenes-
-Gracias-
Dije ya desde afuera y con mi llave en mano subí a la bicicleta en busca de la cabaña siete.
Para mi suerte se encontraba cerca del río, era un lugar alejado y tranquilo solo para mí.
Por fuera parecía una casita de muñecas. Era un quincho con paredes blancas, la puerta y marco de las ventanas en madera oscura. También tenía un pequeño sendero de piedra rodeado por pasto descuidado y quemado por el frío.
Por dentro era más pequeña todavía, al entrar a los lados había dos puertas.
Un el mini baño, con solo inodoro y pileta más las canillas del duchero sin cortina, ni mampara ni nada.
En frente, una cocina y heladera pequeña con un mueble colgante como lacena. Luego, era todo habitación, cama de una plaza contra la pared una mesa con dos sillas y un mantel lleno de polvo al igual que el ropero que era bastante espacioso. Una lámpara en la mesita de luz y a los pies de la cama una televisión radio de esas antiquísimas. Lo primero que hice fue abrir las ventanas. No había pensado en la tierra que podría haber, por lo que no llevé nada para limpiar, no había opción más que pedirle al conserje algo para higienizar mi nuevo hogar.
La valija quedó sobre la cama y decidí esta vez caminar para conocer bien el camino.
Abrí la puerta y sonaron las campanitas que advertían la presencia de alguien.
-Señorita ¿En que la puedo ayudar?-
Era el mismo señor que hace un rato, amable como la primera vez.
-Quería pedirle si no podría prestarme algún producto de limpieza y un trapo. Yo mañana trabajo y voy a comprar todo lo necesario. Pero hoy vine sin nada-
-Pero por supuesto, discúlpeme que no le ofrecí-
-No hay problema-
Sonreí y el señor se perdió tras la cortina de tela. Sentí las campanas nuevamente y voltee a ver.
-Buenas tardes-
-Buenas-
Respondió el muchacho, llevaba una chaqueta de cuero, pantalones con flecos a los lados y un casco en mano. Ojos verdes, pelo castaño y una sonrisa blanca y perfecta.
-¿Sos de por acá?-
Preguntó.
-Si ¿Puedo ayudarte en algo?-
-Tengo que llegar a la iglesia y no tengo idea como-
-Es re fácil, seguís todo por la rambla hasta la avenida General Flores y enseguida te vas a dar cuenta-
-Muchas gracias ¿Hace mucho que vivís acá? Me parece que sabés mucho-
Reí.
-Nací acá y sí, te puedo guiar a cualquier parte de la ciudad. Mi bicicleta y yo la conocemos de memoria-
-Woow, podrías ser mi guía turística-
-Imposible, acabo de llegar al camping y tengo todo desordenado, pero si querés mañana después de las seis podemos vernos-
-Me encantaría-
Justo cuando estábamos cruzando miradas en el mejor momento de la charla aparece el señor con un balde, trapo y productos de limpieza.
-Le agradezco mucho señor-
Agarré las cosas.
-Podés llamarme Cacho, todos por acá me dicen así-
-Soy Martina-
Estiré mi mano con una sonrisa para estrecharla con la de él.
-Y me voy, nos vemos-
Saludé a ambos y salí con el balde hacia mi cabaña nuevamente.
-¡Martina!-
Sentí mi nombre y voltee a ver.
-Rambla costanera, General Flores, es fácil-
Sonreí ya que pensé que se había olvidado.
-No, no es eso-
-¿Entonces?-
-Quería preguntarte si aceptas ir conmigo mañana a la iglesia. Es el casamiento de un amigo, hoy es el último ensayo-
Lo pensé, era raro que un chico me invitase a salir y ni siquiera sabía su nombre.
-Podría aceptar si primero me decís tu nombre-
-Enzo, soy de capital y ando paseando un poco por el país-
-¿Enserio? Yo me fuí de casa porque quiero hacer lo mismo-
-Te llevo a donde quieras-
-No te ofendas pero preferiría conocerte mejor-
-Entiendo ¿Nos vemos mañana? Es a las siete-
-No te prometo nada, si voy te busco-
-Está bien. Ojalá nos veamos denuevo-
Sonrió.
-Sí-
Mordí mi labio inferior demostrando cierta vergüenza que me provocaba estar frente a un chico tan directo como Enzo.
-Adiós-
Saludé y seguí mi rumbo, por supuesto con la cabeza puesta en el hombre que acababa de conocer.
Estaba dejando todo impecable, empecé por lo alto y terminé por el piso que quedó brillante al igual que cada mueble. Cerré las ventanas luego de que todo el polvo salió y admiré mi nuevo hogar.
-Soy independiente-
Sonreí hasta con un poco de emoción. Sentía que al fin comenzaba a vivir mi vida. Pese a eso iba a ser raro no dormir en casa.
Prendí la vieja televisión para sentirme un poco acompañada y decidí llamar a mamá.
-Martina al fin ¿Dónde estás?-
-Hola mamá, estoy bien, quería avisarte eso y que no voy a dormir a casa de hoy en más-
-Hija tu padre también te pide que vuelvas-
-Por favor, no dramaticen estoy bien, alquilé un lugarcito y estoy calentita bajo techo-
-Hasta tu hermana está preocupada, volvé-
-Mamá solo quería avisarte que estoy genial, los quiero mucho, adiós-
No quería ser así de grosera con mi mamá, pero apagué el celular y me metí a la ducha, pese al frío gracias a la limpieza había entrado en calor.
Bajo la ducha pensaba en mi futuro pero solo veía una nube blanca, nose que quiero para mi vida. Creo que viajar y vivir el presente me hará darme cuenta para que soy buena.
Solo demoré unos cinco minutos, me sequé mi largo pelo envolviéndolo en una toalla al igual que mi cuerpo. Comencé a vestirme sin apuro y pensé en que no había comido nada. No tenía secador, por lo que escurrí mi pelo lo más que pude y lo dejé suelto para que se secase.
Salí, cerré con llave y subí a mi bici solo con plata en el bolsillo en busca de algún lugar donde comer.
Pedalee hasta el Hipódromo donde hay un restaurante y que yo supiera era el lugar más cercano. Igual esto sería una excepción, no todos los días viviría a comida de restaurante, fideos, arroz y sopas sería lo más variado de mi menú.
Me puse a pensar en que mi imagen no era la mejor para ir a un lugar así, ví entrar a señoras de vestido y hombres de traje, mientras yo parecía una pordiosera con jeans y championes.
-¿La puedo ayudar en algo señorita?-
-Sí, quería comer algo-
-Ya le traigo-
Dijo dándose la vuelta pero lo frené.
-Espere señor, no vengo a pedir comida, vengo a pagar por cenar-
-Discúlpeme si la ofendí
Se sintió culpable, su voz y mirada lo dejaron en evidencia.
-No se preocupe, no debe ver gente como yo todos los días-
Sonreí para dejarle en claro que todo estaba bien.
-Lo siento pero no la puedo dejar pasar con ese atuendo-
Se lamentó.
-Pero yo estoy por relevar, podemos pasar por la cocina-
-¿Enserio?-
-Si claro. Augusto, mucho gusto-
Estiró su mano.
-Martina-
Sonreí respondiendo al saludo.
Rato después nos encontrábamos en la cocina del enorme Hipódromo.
Hasta la cocina era de lujo. Los pisos y azulejos brillaban, al igual que todas las hoyas y cubiertos.
-La verdad esta cocina no tiene nada que envidiarle el restaurante del hipódromo-
Dije mientras comía una pata de pollo, estaba tentada a agarrarla con la mano pero no quería que Augusto pensase que soy una salvaje. Eso hasta que él lo hizo.
-Si es verdad y podés comer como quieras sin que nadie te mirare raro-
-Exacto-
Sonreí y ahora sin miedo agarré la pata con la mano para terminar de comerla.
-¿Donde vivís?-
Le pregunté.
-Soy de acá, vivo cerca de la iglesia de San Benito ¿Vos?-
-En este momento estoy viviendo en el camping de acá-
-Woow que valiente ¿Y eso porqué? Si se puede saber-
-Por nada en especial, simplemente tenía hambre de independencia y me fuí de casa-
Estaba cenando con un extraño, era el segundo que cruzaba el día de hoy, pero me sentía tan bien que parecía que los conociera de toda la vida.
Terminamos de comer y ya se hacía tarde.
-Llevate esto-
Me dió más comida en una bandeja la cual acepté.
-Gracias te debo una-
-No hay de que-
Sonrió.
-¿Te llevo?-
-No gracias, vine en bici-
-Cierto, bueno te acompaño-
-Dale-
Salimos por la puerta de atrás hasta que nos frenó un señor con mala cara.
-¿Este quien es?-
Le pregunté por lo bajo.
-¿Usted quien es?-
Preguntó el hombre de traje y peinado con gomina hacia atrás.
-Soy...-
-Vino a buscar a trabajo-
Acotó enseguida a Augusto.
-Está bien, venga mañana después de la una-
No me dejó ni responder que ya se había ido.
-Es el jefe-
-Si lo noté ¿Pero porqué le dijiste eso?-
-Porque sino me echaba por entrar con alguien a la cocina-
-¿Pusiste en riesgo tu trabajo por una desconocida?-
Pregunté sorprendida.
-Una desconocida que me cayó muy bien-
-Vos también-
Lo saludé con un beso en la mejilla y monté mi bicicleta.
-Gracias por todo-
-¿Nos vemos mañana?-
Preguntó.
-Sí, después de la una-
Sonreí y comencé a pedalear rumbo al camping.
Por las noches se volvía más frío y el viento soplaba fuerte por la rambla.
Siempre a lo lejos se veía alguna luz de barcos o boyas que hacían reflejo en el agua volviéndolo un paisaje mágico.
Llegué a “casa” lavé mis manos, dientes y me acosté sobre el colchón.
Tapé mi cuerpo con ropa porque no había llevado sábanas. Entre pensamientos y reflexiones nose a que hora pero me quedé dormida.
Invitado
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Re: No te quiero. {Resultados}
vicstyles escribió:A ver si entendí: Quiero audicionar por Louis Tomlinson como ex, Harry Styles como actual y Cara Delevingne como mi representante.
- cap de nove:
Desde que tengo memoria, he visto incontable cantidad de amaneceres en Colonia, pero siempre me pregunté si en todos los lados serían iguales.
Mamá me dice que sí, ella sí ha ido a la ciudad, ha viajado a Argentina, pero yo siempre he estado acá. Amo donde vivo, pero amaría un día verme obligada a volver. Siempre soñé con conocer el mundo, siempre quise ser independiente y ver más allá de las simples cosas, y es día a día lo que intento. No hay muchos jóvenes en el pueblo, solo turistas y en verano. El invierno es un poco triste, tengo que pedalear kilómetros para llegar al liceo
y eso es de las cosas que más me gustan. Más de una vez he visto mochileros en las rutas y siempre soñé con serlo. Por eso, el deseo que pedí cuando soplé mis diecinueve velas fué salir de mi pueblo en busca de amaneceres.
El despertador sonó a las seis treinta a.m era sábado y no tenía porque estar puesto, pero lo estaba, si hay algo que me gusta es sentirlo y saber que puedo volver a dormir.
-Apagá esa porquería nena-
-Shh, seguí durmiendo Nikki-
Apagué el despertador y me levanté al baño, sentí un almohadón pegar en mi espalda pero lo ignoré, Nicole era así.
Estaba por volver a la cama cuando empezó a entrar luz por mi ventana. No lo dudé, me abrigué, calcé y salí de la casa en total silencio a ver el amanecer. La luz era cada vez más fuerte, mi película favorita desde chica es ‘’El rey león’’ comienza con un amanecer, para mí, una inteligente metáfora que indica el comienzo de algo nuevo. En un amanecer todo cambia, algo empieza y siempre hay oportunidades. El sol ya había salido, encandilaban sus fuertes rayos que hacían ver el pasto del jardín con un brillo único. Ya era suficiente, volví a la cama llena de paz y armonía.
-Señorita peace and love ¿Podrías dejar de despertarme a las seis de la mañana? Dormí pésimo por tu culpa-
Se sentó a la mesa junto a nosotros para desayunar.
-Sí claro, por eso roncabas cuando volví-
Reí probando mi café con leche.
-No te banco hoy, no me hables-
Cuando Nicole se levantaba así era insoportable, ignorarla sería lo mejor.
-Mar, hoy con tu papá vamos a salir ¿Venís?-
-Me encantaría, pero tengo mucho que estudiar y tengo ganas de caminar un rato sola-
-Está bien-
Se levantaron ambos de la mesa. Papá me dio un beso en la frente y mamá solo alborotó mi pelo.
-Dejen limpia la cocina-
-Sí má-
Respondimos al unísono y miré a Nikki.
-¿Qué?-
Preguntó de mala gana.
-Que no te soporto cuando te levantás así, pero no me vas a arruinar el día-
Respiré profundo y me levanté a lavar mi taza.
-Tendrías que haber nacido en los sesenta, me estresás-
Se levantó y se fue, dejando todas sus migas y su taza sobre la mesa, que fastidio me daba cuando hacía eso, como si fuese su esclava.
-No soy tu sirvienta nena-
No ganaba nada con quejarme, no iba a darme bolilla, opté por lavar y limpiar antes de buscar mi mochila y salir de la casa.
El frío me abrazó, pero el sol estaba radiante, a lo lejos divisé un carro tirado por caballos que venía muy rápido hacia mí.
-Buen día-
Saludé a Pepe, el veterano de la zona, abuelo, le decimos. Es un señor que sabe y conoce mucho acerca de todo, puede responderte una pregunta de la primera guerra mundial tanto como el último cd de Rihanna. Es querido por todos por acá, por supuesto incluyéndome.
-Buen día señorita ¿A dónde va tan temprano?-
-A caminar don Pepe, voy a buscar algún lugar donde haya solcito para leer y tal vez, si la inspiración llega, escribir algo-
-Me parece bien ¿Te arrimo a algún lado?-
-No no es necesario muchas gracias-
-Entonces adiós señorita, que tenga un buen día-
-Gracias igualmente-
Sonreí y lo ví irse con su carro y sus hermosos caballos. Yo soy la primera en defender a los animales, y me encanta don Pepe porque tiene a sus caballos en perfecto estado.
Empecé a caminar por la Avenida Artigas para llegar directo a la rambla costanera, por donde paso cada mañana para ir a trabajar. Se lo hermoso que es el paisaje pero nunca me cansaría de verlo.
De repente, sin saber el porqué, me puse a pensar que pasaría si yo me fuese de casa. Nose porque me lo cuestioné, pero viendo las hermosas costas de mi querida Colonia se me ocurrió que tal vez sería una buena idea conocer más de mi hermoso país.
Caminando, despacio me enamoré de la idea de poder salir de mi casa a conocer nuevos lugares ¿Porqué no? Soy grande, tengo trabajo, ahorros y ganas, muchas ganas de sentirme libre.
Ví una moto pasar con quien supuse era un hombre que llevaba un gran mochila y sobre de dormir. Indudablemente iba al camping por eso pensé
¿Porqué no empezar por algo cerca? Si podía sobrevivir sola en un camping, que se que lo haría ¿Porqué no? Podría ser el comienzo de un largo viaje por quien sabe donde.
-¿¡Qué!? Decime ¿En que estabas pensando Martina?-
-Mamá no es para tanto, soy mayor de edad, quiero ser independiente y vivir en un camping-
-Hija, eso es anormal, a los camping se va de paseo, te vas a agarrar una pulmonía ahora en invierno-
-Mamá te estoy avisando acerca de la desición que tomé, no es una pregunta-
Jamás le había gritado ni faltado el respeto a mamá por lo que no iba a empezar a hacerlo ahora, por eso me contuve de cualquier loco impulso y me encerré en mi cuarto-
-¿Qué hacés nena?-
Preguntó Nikki tirada desde la cama.
-Te voy a hacer feliz, me voy de casa-
Abrí mi sector del ropero para seleccionar la mejor ropa, lo más útil, necesario y abrigado.
-No sos graciosa, sabelo-
Rió irónica por lo que preferí ignorarla y seguir con lo mío. Eso hasta que mamá abrió la puerta sin previo aviso volviendo a querer frenarme.
-Martina no te podés ir de tu casa a un camping ¿Estás loca? Mirame cuando te hablo-
Pidió al ver que la ignoraba.
-¿Entonces es enserio?-
Preguntó Nikki quedando sentada en la cama con cara de preocupación. Al parecer hasta me tiene cariño.
-Claro que es enserio, solo que mamá no quiere creerlo-
Crucé frente a ella hacia el baño en busca de mi cepillo de dientes y peine.
-Es una locura Martu-
Acotó mi hermana.
-Lo sé-
Dije con tranquilidad y terminé de guardar cosas por lo que cerré la valija y miré a Nicole.
-Pero como nunca salí a hacer locuras con mi familia voy a empezar a hacerlas sola-
Nicole se quedó callada al ver la cara de enojo de mamá.
-¿Es un reclamo?-
Preguntó mi madre.
-No, para nada, estoy diciendo lo que siento y pienso-
Salí del cuarto con la valija.
-Martina vos cruzás esa puerta y no volves a entrar ¿Escuchaste?-
-Que conste que vos lo dijiste-
Me encogí de hombros y salí al frente para subir a mi bicicleta.
-Martina no estoy jugando-
El tono de voz de mamá iba en aumento.
-Yo tampoco má, cuando llegue te hago saber-
Empecé a pedalear dejando mi casa atrás y a mi familia anonadada.
Pensaba una despedida diferente, pero no me dejó opción de que fuera así.
Por eso, dejé caer una lágrima por mi mejilla, pero ya no iba a dar marcha atrás solo pedalearía hacia adelante, en busca de mi vida.
La gente dentro del camping era contada con los dedos de una mano. Tal como dijo mamá, es anormal venir a un camping en invierno, no para mí.
Entré a la recepción siendo atendida por un señor mayor.
-¿En que puedo ayudarla señorita?-
-¿Tiene cabañas disponibles?-
-Sí ¿Con cuantas camas?-
-Solo una-
¿Es para usted?-
-Si-
-Que jovencita-
Exclamó mientras bajo el mostrador buscaba la llave.
-No hay mucha gente ¿No?-
-Alojado no hay nadie, vienen en carpas a pasar el día ¿Que la trae sola por acá? Si se puede saber, claro-
Me entregó la llave, la cabaña número siete, mi favorito.
-Vengo en busca de mi independencia-
Sonreí.
Todavía me sentía un poco mal por como me fuí de casa, mis ojos vidriosos lo dejaban en evidencia.
-¿Puedo hacer algo por usted?-
-Con cobrarme es suficiente-
Pedí sin perder mi amabilidad.
-Por supuesto ¿Cuántos días?-
-Anóteme una semana por ahora-
Me dijo el costo entregué el dinero y me despedí.
-Muchas gracias, hasta luego-
-Adiós señorita, estamos a sus ordenes-
-Gracias-
Dije ya desde afuera y con mi llave en mano subí a la bicicleta en busca de la cabaña siete.
Para mi suerte se encontraba cerca del río, era un lugar alejado y tranquilo solo para mí.
Por fuera parecía una casita de muñecas. Era un quincho con paredes blancas, la puerta y marco de las ventanas en madera oscura. También tenía un pequeño sendero de piedra rodeado por pasto descuidado y quemado por el frío.
Por dentro era más pequeña todavía, al entrar a los lados había dos puertas.
Un el mini baño, con solo inodoro y pileta más las canillas del duchero sin cortina, ni mampara ni nada.
En frente, una cocina y heladera pequeña con un mueble colgante como lacena. Luego, era todo habitación, cama de una plaza contra la pared una mesa con dos sillas y un mantel lleno de polvo al igual que el ropero que era bastante espacioso. Una lámpara en la mesita de luz y a los pies de la cama una televisión radio de esas antiquísimas. Lo primero que hice fue abrir las ventanas. No había pensado en la tierra que podría haber, por lo que no llevé nada para limpiar, no había opción más que pedirle al conserje algo para higienizar mi nuevo hogar.
La valija quedó sobre la cama y decidí esta vez caminar para conocer bien el camino.
Abrí la puerta y sonaron las campanitas que advertían la presencia de alguien.
-Señorita ¿En que la puedo ayudar?-
Era el mismo señor que hace un rato, amable como la primera vez.
-Quería pedirle si no podría prestarme algún producto de limpieza y un trapo. Yo mañana trabajo y voy a comprar todo lo necesario. Pero hoy vine sin nada-
-Pero por supuesto, discúlpeme que no le ofrecí-
-No hay problema-
Sonreí y el señor se perdió tras la cortina de tela. Sentí las campanas nuevamente y voltee a ver.
-Buenas tardes-
-Buenas-
Respondió el muchacho, llevaba una chaqueta de cuero, pantalones con flecos a los lados y un casco en mano. Ojos verdes, pelo castaño y una sonrisa blanca y perfecta.
-¿Sos de por acá?-
Preguntó.
-Si ¿Puedo ayudarte en algo?-
-Tengo que llegar a la iglesia y no tengo idea como-
-Es re fácil, seguís todo por la rambla hasta la avenida General Flores y enseguida te vas a dar cuenta-
-Muchas gracias ¿Hace mucho que vivís acá? Me parece que sabés mucho-
Reí.
-Nací acá y sí, te puedo guiar a cualquier parte de la ciudad. Mi bicicleta y yo la conocemos de memoria-
-Woow, podrías ser mi guía turística-
-Imposible, acabo de llegar al camping y tengo todo desordenado, pero si querés mañana después de las seis podemos vernos-
-Me encantaría-
Justo cuando estábamos cruzando miradas en el mejor momento de la charla aparece el señor con un balde, trapo y productos de limpieza.
-Le agradezco mucho señor-
Agarré las cosas.
-Podés llamarme Cacho, todos por acá me dicen así-
-Soy Martina-
Estiré mi mano con una sonrisa para estrecharla con la de él.
-Y me voy, nos vemos-
Saludé a ambos y salí con el balde hacia mi cabaña nuevamente.
-¡Martina!-
Sentí mi nombre y voltee a ver.
-Rambla costanera, General Flores, es fácil-
Sonreí ya que pensé que se había olvidado.
-No, no es eso-
-¿Entonces?-
-Quería preguntarte si aceptas ir conmigo mañana a la iglesia. Es el casamiento de un amigo, hoy es el último ensayo-
Lo pensé, era raro que un chico me invitase a salir y ni siquiera sabía su nombre.
-Podría aceptar si primero me decís tu nombre-
-Enzo, soy de capital y ando paseando un poco por el país-
-¿Enserio? Yo me fuí de casa porque quiero hacer lo mismo-
-Te llevo a donde quieras-
-No te ofendas pero preferiría conocerte mejor-
-Entiendo ¿Nos vemos mañana? Es a las siete-
-No te prometo nada, si voy te busco-
-Está bien. Ojalá nos veamos denuevo-
Sonrió.
-Sí-
Mordí mi labio inferior demostrando cierta vergüenza que me provocaba estar frente a un chico tan directo como Enzo.
-Adiós-
Saludé y seguí mi rumbo, por supuesto con la cabeza puesta en el hombre que acababa de conocer.
Estaba dejando todo impecable, empecé por lo alto y terminé por el piso que quedó brillante al igual que cada mueble. Cerré las ventanas luego de que todo el polvo salió y admiré mi nuevo hogar.
-Soy independiente-
Sonreí hasta con un poco de emoción. Sentía que al fin comenzaba a vivir mi vida. Pese a eso iba a ser raro no dormir en casa.
Prendí la vieja televisión para sentirme un poco acompañada y decidí llamar a mamá.
-Martina al fin ¿Dónde estás?-
-Hola mamá, estoy bien, quería avisarte eso y que no voy a dormir a casa de hoy en más-
-Hija tu padre también te pide que vuelvas-
-Por favor, no dramaticen estoy bien, alquilé un lugarcito y estoy calentita bajo techo-
-Hasta tu hermana está preocupada, volvé-
-Mamá solo quería avisarte que estoy genial, los quiero mucho, adiós-
No quería ser así de grosera con mi mamá, pero apagué el celular y me metí a la ducha, pese al frío gracias a la limpieza había entrado en calor.
Bajo la ducha pensaba en mi futuro pero solo veía una nube blanca, nose que quiero para mi vida. Creo que viajar y vivir el presente me hará darme cuenta para que soy buena.
Solo demoré unos cinco minutos, me sequé mi largo pelo envolviéndolo en una toalla al igual que mi cuerpo. Comencé a vestirme sin apuro y pensé en que no había comido nada. No tenía secador, por lo que escurrí mi pelo lo más que pude y lo dejé suelto para que se secase.
Salí, cerré con llave y subí a mi bici solo con plata en el bolsillo en busca de algún lugar donde comer.
Pedalee hasta el Hipódromo donde hay un restaurante y que yo supiera era el lugar más cercano. Igual esto sería una excepción, no todos los días viviría a comida de restaurante, fideos, arroz y sopas sería lo más variado de mi menú.
Me puse a pensar en que mi imagen no era la mejor para ir a un lugar así, ví entrar a señoras de vestido y hombres de traje, mientras yo parecía una pordiosera con jeans y championes.
-¿La puedo ayudar en algo señorita?-
-Sí, quería comer algo-
-Ya le traigo-
Dijo dándose la vuelta pero lo frené.
-Espere señor, no vengo a pedir comida, vengo a pagar por cenar-
-Discúlpeme si la ofendí
Se sintió culpable, su voz y mirada lo dejaron en evidencia.
-No se preocupe, no debe ver gente como yo todos los días-
Sonreí para dejarle en claro que todo estaba bien.
-Lo siento pero no la puedo dejar pasar con ese atuendo-
Se lamentó.
-Pero yo estoy por relevar, podemos pasar por la cocina-
-¿Enserio?-
-Si claro. Augusto, mucho gusto-
Estiró su mano.
-Martina-
Sonreí respondiendo al saludo.
Rato después nos encontrábamos en la cocina del enorme Hipódromo.
Hasta la cocina era de lujo. Los pisos y azulejos brillaban, al igual que todas las hoyas y cubiertos.
-La verdad esta cocina no tiene nada que envidiarle el restaurante del hipódromo-
Dije mientras comía una pata de pollo, estaba tentada a agarrarla con la mano pero no quería que Augusto pensase que soy una salvaje. Eso hasta que él lo hizo.
-Si es verdad y podés comer como quieras sin que nadie te mirare raro-
-Exacto-
Sonreí y ahora sin miedo agarré la pata con la mano para terminar de comerla.
-¿Donde vivís?-
Le pregunté.
-Soy de acá, vivo cerca de la iglesia de San Benito ¿Vos?-
-En este momento estoy viviendo en el camping de acá-
-Woow que valiente ¿Y eso porqué? Si se puede saber-
-Por nada en especial, simplemente tenía hambre de independencia y me fuí de casa-
Estaba cenando con un extraño, era el segundo que cruzaba el día de hoy, pero me sentía tan bien que parecía que los conociera de toda la vida.
Terminamos de comer y ya se hacía tarde.
-Llevate esto-
Me dió más comida en una bandeja la cual acepté.
-Gracias te debo una-
-No hay de que-
Sonrió.
-¿Te llevo?-
-No gracias, vine en bici-
-Cierto, bueno te acompaño-
-Dale-
Salimos por la puerta de atrás hasta que nos frenó un señor con mala cara.
-¿Este quien es?-
Le pregunté por lo bajo.
-¿Usted quien es?-
Preguntó el hombre de traje y peinado con gomina hacia atrás.
-Soy...-
-Vino a buscar a trabajo-
Acotó enseguida a Augusto.
-Está bien, venga mañana después de la una-
No me dejó ni responder que ya se había ido.
-Es el jefe-
-Si lo noté ¿Pero porqué le dijiste eso?-
-Porque sino me echaba por entrar con alguien a la cocina-
-¿Pusiste en riesgo tu trabajo por una desconocida?-
Pregunté sorprendida.
-Una desconocida que me cayó muy bien-
-Vos también-
Lo saludé con un beso en la mejilla y monté mi bicicleta.
-Gracias por todo-
-¿Nos vemos mañana?-
Preguntó.
-Sí, después de la una-
Sonreí y comencé a pedalear rumbo al camping.
Por las noches se volvía más frío y el viento soplaba fuerte por la rambla.
Siempre a lo lejos se veía alguna luz de barcos o boyas que hacían reflejo en el agua volviéndolo un paisaje mágico.
Llegué a “casa” lavé mis manos, dientes y me acosté sobre el colchón.
Tapé mi cuerpo con ropa porque no había llevado sábanas. Entre pensamientos y reflexiones nose a que hora pero me quedé dormida.
Capítulo Aceptado
Bueno linda, no me tenías que decir por quien ibas eso es para cuando se den los resultados entonces las chicas eligen a sus personajes <3 c: gracias por participarInvitado
Invitado
Re: No te quiero. {Resultados}
¡Karly Hola! ¿Cómo estas? Hace mucho que no sé nada de tí :( Te heché mucho de menos!
Con respecto a la idea, bueno, me encanto:D ¡La amé! Ahora me pondré a elegir algún capítulo o escrito mío y lo subo.
Con respecto a la idea, bueno, me encanto:D ¡La amé! Ahora me pondré a elegir algún capítulo o escrito mío y lo subo.
jungkook.
Re: No te quiero. {Resultados}
¡Hello!
Mucho gusto. Soy Paula y la idea me pareció maravillosa me encanta esta genial, así que aquí te dejo mi cap.
Mucho gusto. Soy Paula y la idea me pareció maravillosa me encanta esta genial, así que aquí te dejo mi cap.
- cap:
- Capitulo 1 Paula Smith[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Los rayos del sol se aprovecharon de nuevo de mi olvidadiza mente; chocando de una manes fuerte-y fastidiosa- en mi cara. Pestañee varias veces antes de que mi vista se acostumbrara al sol.
Me levante de forma perezosa y cerré la ventana junto con las persianas; me estire mientras bostezaba, realmente anoche había dormido mal. Me dirigí a paso lento hacia mi ducha, me despoje de toda mi ropa y en segundos ya estaba debajo de la lluvia artificial.
Las duchas sin duda siempre han sido mi escape de todo; de mi familia, del instituto, de mí. El agua estaba helada, justo como necesitaba mi cuerpo para levantarse de una buena vez, porque para serles sinceras estaba a punto de caerme.
Salí de la ducha y me envolví la toalla por el cuerpo, me seque el cabello con la secadora eléctrica y salí del baño con el cabello ya seco; pase al lado del espejo y no pude evitar detenerme y pararme frente a él.
Deje que la toalla callera al piso y comencé a observar el reflejo del espejo; muchos decían que soy muy delgada, pero eso no es lo que yo veía frente al espejo; yo veía una bola de grasa sin futuro en frente de ese espejo. Agache mi cabeza intentando no llorar y me volví a poner la toalla.
Me coloque un gran sweater negro, unos jeans ajustados, unas van rojas y me hice una coleta alta; baje con mi mochila en la espalda esperando que mis padres se encontraran en casa, pero no estaban.
Note un pequeño papel adhesivo pegado a la refrigeradora, lo cogí y lo leí “No estaremos en casa hasta en la noche, tienes suficiente dinero para subsistir el resto del día; que tengas un buen día, se le quiere- Mama”.
Respiro con alivio; salgo de la casa sin desayunar-como siempre- y me monto en mi pequeño caracola blanco que incluso un triciclo podría derrumbarlo y dejarlo-mas-arruinado.
………………………………………….
“Inhala y exhala” son las únicas palabras que en esos momentos mi cerebro podía procesar; me encontraba estaciona frente al instituto, repitiéndome por undécima vez las mismas palabras del día; las únicas palabras que los nervios no me impedían procesar.
Me baje del auto, me coloque la mochila en la espalda y comencé a caminar a paso lento hacia la entrada del instituto; juagaba nerviosamente con mis manos mientras caminaba a la entrada; “Que Nicole no esté en la entrada por favor” rogué a todos los dioses que conocía, pero la suerte estuvo en mi contra; de nuevo.
Querida al fin llegaste- exclamo con su típica voz chillona mientras cogía un mechón de mi castaño cabello, al instante le arrebate mi mechón de su mano de una manes brusca- ¡Huy! La gatita se enfadó- exclamo de tono burlesco mientras se reía con sus amigas.
Con permiso- pedí de forma amable mientras me hacía paso entre Clara y su grupo de perras “amigas”.
Entro por las grandes puertas del Harrow School; eh estudiado en el Harrow school desde que tengo uso de memoria, okey tal vez este exagerando un poco. El Harrow School es una gran escuela ubicada en el centro de Londres, su estructura era muy medieval, pero mesclada con lo moderno. Sin duda podría poner a este lugar como uno de los más bonitos en los que había estado; lo único que dañaba el lugar eran las personas que lo habitaban.
Los murmullos se hicieron presentes apenas traspase la puerta. “Llego huesitos” “Su sweater no puede ser más feo” “Nunca nadie le hará caso” esos eran varios de los murmullos que escuchaba mientras caminaba hacia mi casillero, pero los murmullos se volvieron gritos e insultos hacia mi persona.
Ellos tienen razón- me recordó mi cerebro; no debería escucharlo, pero sus palabras eran más fuertes que mi razonamiento. Cerré de forma brusca y fuerte mi casillero y camine- más bien corrí- hacia el baño.
Cogí un poco de agua en mis manos y la esparcí por mi rostro, intentando que las lágrimas que salían de mis ojos desaparecieran, pero no lo hicieron; ellas seguían esparciéndose por mi cara, mientras los sollozos de mi parte se volvían más fuertes, y de pronto me encontraba sentada en el piso del baño.
Abrase mis piernas y oculte mi rostro en ellas; todos los insultos que me dijeron, simplemente retumbaban en mi cabeza sin fin, sin una pisca de comprensión o tolerancia.
Todo es cierto- me recalco mi cerebro; era impresionante que yo sea mi mayor enemigo, no Nicole, no las personas-en general-, era yo. El timbre que indicaba que ya debíamos entrar a clases sonó; me levante de forma cansada y me mire en el espejo, fatal como siempre.
Suspire frustrada mientras arreglaba mi ondulado cabello y me lavaba- de nuevo- las lágrimas de mi cara, respire varias veces mientras me tranquilizaba, lo menos que quería era que Nicole sacara provecho de mi debilidad.
Nunca había llorado en público o en frente de ella; ya era suficiente con que me insultara y denigrara diario, era pero para mí que Nicole se enterara de que realmente me dolía todo lo que decía de mí.
Revisé el reloj de mi muñeca ¡8:15! ¿Cuánto tiempo me quede viendo al espejo?, al parecer mucho. Salí corriendo del baño, pero el impacto de mi cuerpo con otro me hizo caer, pero al parecer a la otra persona ni le movió un pelo.
Mi cabeza palpitaba y dolía mucho; subí mi cabeza y me encontré con la mirada de desprecio y asco de Zayn Malik el mariscal de futball americano del colegio; el humanoide más popular del colegio y también el más patán e idiota
Ten más cuidado, inepta- exclamo de una forma desagradable mientras arreglaba su chaqueta de cuero; yo por mi parte no podía decir nada si quería que mi subsistencia en este colegio fuese peor de lo que ya era, por lo que lo único que me quedaba hacer era disculparme sin razón alguna.
L.o s..ient..o- tartamudee mi disculpa mientras me levantaba del piso.
Además de anti-social también tartamuda ¡Ja!- dijo de forma arrogante y absurda mientras salía de manera triunfadora por el pasillo. Revise mi reloj ¡8:25! ¡Genial! No solo me habían humillado-de nuevo- sino que también me perdería la clase del señor O’Connor; aunque lo último no suena tan mal, nunca eh sido- ni seré nunca- buena en historia.
Salí al patio y lo primero que note fue a una chica sentada en un banco con las manos en su cara; la chica tenía el cabello lacio largo, negro y sus puntas estaban teñidas de color azul, sus labios eran entre finos y gruesos, sus ojos eran oscuros y muy intensos y de piel canela; muy linda a mi parecer.
¿Te encuentras bien?- pregunte sentándome junto a ella; esta se sobresaltó un poco y comenzó a secarse las lágrimas con los dedos.
Si me encuentro bien- me aseguro dándome una sonrisa falsa; le creería, por el momento.
¿Segura?- volví a preguntar insistentemente.
Si- me volví a afirmar- Soy Jessie, Jessie Blake- se presentó mientras estiraba su mano.
Paula, Paula Smith- me presente yo también
Invitado
Invitado
Re: No te quiero. {Resultados}
Lin yo te extrañe mucho :c me alegra que te haya gustado la idea espero tu capítulo aunque ya se como escribes|LinSmiles~ escribió:¡Karly Hola! ¿Cómo estas? Hace mucho que no sé nada de tí :( Te heché mucho de menos!
Con respecto a la idea, bueno, me encanto:D ¡La amé! Ahora me pondré a elegir algún capítulo o escrito mío y lo subo.
Invitado
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Re: No te quiero. {Resultados}
Ohh, eso era lo que no me había quedado del todo claro, disculpas por mi torpeza :oops: bueno, me alegro que mi cap haya sido aceptado. Espero mas chicas participen pronto porque la idea es muy buena!.Louise. escribió:vicstyles escribió:A ver si entendí: Quiero audicionar por Louis Tomlinson como ex, Harry Styles como actual y Cara Delevingne como mi representante.
- cap de nove:
Desde que tengo memoria, he visto incontable cantidad de amaneceres en Colonia, pero siempre me pregunté si en todos los lados serían iguales.
Mamá me dice que sí, ella sí ha ido a la ciudad, ha viajado a Argentina, pero yo siempre he estado acá. Amo donde vivo, pero amaría un día verme obligada a volver. Siempre soñé con conocer el mundo, siempre quise ser independiente y ver más allá de las simples cosas, y es día a día lo que intento. No hay muchos jóvenes en el pueblo, solo turistas y en verano. El invierno es un poco triste, tengo que pedalear kilómetros para llegar al liceo
y eso es de las cosas que más me gustan. Más de una vez he visto mochileros en las rutas y siempre soñé con serlo. Por eso, el deseo que pedí cuando soplé mis diecinueve velas fué salir de mi pueblo en busca de amaneceres.
El despertador sonó a las seis treinta a.m era sábado y no tenía porque estar puesto, pero lo estaba, si hay algo que me gusta es sentirlo y saber que puedo volver a dormir.
-Apagá esa porquería nena-
-Shh, seguí durmiendo Nikki-
Apagué el despertador y me levanté al baño, sentí un almohadón pegar en mi espalda pero lo ignoré, Nicole era así.
Estaba por volver a la cama cuando empezó a entrar luz por mi ventana. No lo dudé, me abrigué, calcé y salí de la casa en total silencio a ver el amanecer. La luz era cada vez más fuerte, mi película favorita desde chica es ‘’El rey león’’ comienza con un amanecer, para mí, una inteligente metáfora que indica el comienzo de algo nuevo. En un amanecer todo cambia, algo empieza y siempre hay oportunidades. El sol ya había salido, encandilaban sus fuertes rayos que hacían ver el pasto del jardín con un brillo único. Ya era suficiente, volví a la cama llena de paz y armonía.
-Señorita peace and love ¿Podrías dejar de despertarme a las seis de la mañana? Dormí pésimo por tu culpa-
Se sentó a la mesa junto a nosotros para desayunar.
-Sí claro, por eso roncabas cuando volví-
Reí probando mi café con leche.
-No te banco hoy, no me hables-
Cuando Nicole se levantaba así era insoportable, ignorarla sería lo mejor.
-Mar, hoy con tu papá vamos a salir ¿Venís?-
-Me encantaría, pero tengo mucho que estudiar y tengo ganas de caminar un rato sola-
-Está bien-
Se levantaron ambos de la mesa. Papá me dio un beso en la frente y mamá solo alborotó mi pelo.
-Dejen limpia la cocina-
-Sí má-
Respondimos al unísono y miré a Nikki.
-¿Qué?-
Preguntó de mala gana.
-Que no te soporto cuando te levantás así, pero no me vas a arruinar el día-
Respiré profundo y me levanté a lavar mi taza.
-Tendrías que haber nacido en los sesenta, me estresás-
Se levantó y se fue, dejando todas sus migas y su taza sobre la mesa, que fastidio me daba cuando hacía eso, como si fuese su esclava.
-No soy tu sirvienta nena-
No ganaba nada con quejarme, no iba a darme bolilla, opté por lavar y limpiar antes de buscar mi mochila y salir de la casa.
El frío me abrazó, pero el sol estaba radiante, a lo lejos divisé un carro tirado por caballos que venía muy rápido hacia mí.
-Buen día-
Saludé a Pepe, el veterano de la zona, abuelo, le decimos. Es un señor que sabe y conoce mucho acerca de todo, puede responderte una pregunta de la primera guerra mundial tanto como el último cd de Rihanna. Es querido por todos por acá, por supuesto incluyéndome.
-Buen día señorita ¿A dónde va tan temprano?-
-A caminar don Pepe, voy a buscar algún lugar donde haya solcito para leer y tal vez, si la inspiración llega, escribir algo-
-Me parece bien ¿Te arrimo a algún lado?-
-No no es necesario muchas gracias-
-Entonces adiós señorita, que tenga un buen día-
-Gracias igualmente-
Sonreí y lo ví irse con su carro y sus hermosos caballos. Yo soy la primera en defender a los animales, y me encanta don Pepe porque tiene a sus caballos en perfecto estado.
Empecé a caminar por la Avenida Artigas para llegar directo a la rambla costanera, por donde paso cada mañana para ir a trabajar. Se lo hermoso que es el paisaje pero nunca me cansaría de verlo.
De repente, sin saber el porqué, me puse a pensar que pasaría si yo me fuese de casa. Nose porque me lo cuestioné, pero viendo las hermosas costas de mi querida Colonia se me ocurrió que tal vez sería una buena idea conocer más de mi hermoso país.
Caminando, despacio me enamoré de la idea de poder salir de mi casa a conocer nuevos lugares ¿Porqué no? Soy grande, tengo trabajo, ahorros y ganas, muchas ganas de sentirme libre.
Ví una moto pasar con quien supuse era un hombre que llevaba un gran mochila y sobre de dormir. Indudablemente iba al camping por eso pensé
¿Porqué no empezar por algo cerca? Si podía sobrevivir sola en un camping, que se que lo haría ¿Porqué no? Podría ser el comienzo de un largo viaje por quien sabe donde.
-¿¡Qué!? Decime ¿En que estabas pensando Martina?-
-Mamá no es para tanto, soy mayor de edad, quiero ser independiente y vivir en un camping-
-Hija, eso es anormal, a los camping se va de paseo, te vas a agarrar una pulmonía ahora en invierno-
-Mamá te estoy avisando acerca de la desición que tomé, no es una pregunta-
Jamás le había gritado ni faltado el respeto a mamá por lo que no iba a empezar a hacerlo ahora, por eso me contuve de cualquier loco impulso y me encerré en mi cuarto-
-¿Qué hacés nena?-
Preguntó Nikki tirada desde la cama.
-Te voy a hacer feliz, me voy de casa-
Abrí mi sector del ropero para seleccionar la mejor ropa, lo más útil, necesario y abrigado.
-No sos graciosa, sabelo-
Rió irónica por lo que preferí ignorarla y seguir con lo mío. Eso hasta que mamá abrió la puerta sin previo aviso volviendo a querer frenarme.
-Martina no te podés ir de tu casa a un camping ¿Estás loca? Mirame cuando te hablo-
Pidió al ver que la ignoraba.
-¿Entonces es enserio?-
Preguntó Nikki quedando sentada en la cama con cara de preocupación. Al parecer hasta me tiene cariño.
-Claro que es enserio, solo que mamá no quiere creerlo-
Crucé frente a ella hacia el baño en busca de mi cepillo de dientes y peine.
-Es una locura Martu-
Acotó mi hermana.
-Lo sé-
Dije con tranquilidad y terminé de guardar cosas por lo que cerré la valija y miré a Nicole.
-Pero como nunca salí a hacer locuras con mi familia voy a empezar a hacerlas sola-
Nicole se quedó callada al ver la cara de enojo de mamá.
-¿Es un reclamo?-
Preguntó mi madre.
-No, para nada, estoy diciendo lo que siento y pienso-
Salí del cuarto con la valija.
-Martina vos cruzás esa puerta y no volves a entrar ¿Escuchaste?-
-Que conste que vos lo dijiste-
Me encogí de hombros y salí al frente para subir a mi bicicleta.
-Martina no estoy jugando-
El tono de voz de mamá iba en aumento.
-Yo tampoco má, cuando llegue te hago saber-
Empecé a pedalear dejando mi casa atrás y a mi familia anonadada.
Pensaba una despedida diferente, pero no me dejó opción de que fuera así.
Por eso, dejé caer una lágrima por mi mejilla, pero ya no iba a dar marcha atrás solo pedalearía hacia adelante, en busca de mi vida.
La gente dentro del camping era contada con los dedos de una mano. Tal como dijo mamá, es anormal venir a un camping en invierno, no para mí.
Entré a la recepción siendo atendida por un señor mayor.
-¿En que puedo ayudarla señorita?-
-¿Tiene cabañas disponibles?-
-Sí ¿Con cuantas camas?-
-Solo una-
¿Es para usted?-
-Si-
-Que jovencita-
Exclamó mientras bajo el mostrador buscaba la llave.
-No hay mucha gente ¿No?-
-Alojado no hay nadie, vienen en carpas a pasar el día ¿Que la trae sola por acá? Si se puede saber, claro-
Me entregó la llave, la cabaña número siete, mi favorito.
-Vengo en busca de mi independencia-
Sonreí.
Todavía me sentía un poco mal por como me fuí de casa, mis ojos vidriosos lo dejaban en evidencia.
-¿Puedo hacer algo por usted?-
-Con cobrarme es suficiente-
Pedí sin perder mi amabilidad.
-Por supuesto ¿Cuántos días?-
-Anóteme una semana por ahora-
Me dijo el costo entregué el dinero y me despedí.
-Muchas gracias, hasta luego-
-Adiós señorita, estamos a sus ordenes-
-Gracias-
Dije ya desde afuera y con mi llave en mano subí a la bicicleta en busca de la cabaña siete.
Para mi suerte se encontraba cerca del río, era un lugar alejado y tranquilo solo para mí.
Por fuera parecía una casita de muñecas. Era un quincho con paredes blancas, la puerta y marco de las ventanas en madera oscura. También tenía un pequeño sendero de piedra rodeado por pasto descuidado y quemado por el frío.
Por dentro era más pequeña todavía, al entrar a los lados había dos puertas.
Un el mini baño, con solo inodoro y pileta más las canillas del duchero sin cortina, ni mampara ni nada.
En frente, una cocina y heladera pequeña con un mueble colgante como lacena. Luego, era todo habitación, cama de una plaza contra la pared una mesa con dos sillas y un mantel lleno de polvo al igual que el ropero que era bastante espacioso. Una lámpara en la mesita de luz y a los pies de la cama una televisión radio de esas antiquísimas. Lo primero que hice fue abrir las ventanas. No había pensado en la tierra que podría haber, por lo que no llevé nada para limpiar, no había opción más que pedirle al conserje algo para higienizar mi nuevo hogar.
La valija quedó sobre la cama y decidí esta vez caminar para conocer bien el camino.
Abrí la puerta y sonaron las campanitas que advertían la presencia de alguien.
-Señorita ¿En que la puedo ayudar?-
Era el mismo señor que hace un rato, amable como la primera vez.
-Quería pedirle si no podría prestarme algún producto de limpieza y un trapo. Yo mañana trabajo y voy a comprar todo lo necesario. Pero hoy vine sin nada-
-Pero por supuesto, discúlpeme que no le ofrecí-
-No hay problema-
Sonreí y el señor se perdió tras la cortina de tela. Sentí las campanas nuevamente y voltee a ver.
-Buenas tardes-
-Buenas-
Respondió el muchacho, llevaba una chaqueta de cuero, pantalones con flecos a los lados y un casco en mano. Ojos verdes, pelo castaño y una sonrisa blanca y perfecta.
-¿Sos de por acá?-
Preguntó.
-Si ¿Puedo ayudarte en algo?-
-Tengo que llegar a la iglesia y no tengo idea como-
-Es re fácil, seguís todo por la rambla hasta la avenida General Flores y enseguida te vas a dar cuenta-
-Muchas gracias ¿Hace mucho que vivís acá? Me parece que sabés mucho-
Reí.
-Nací acá y sí, te puedo guiar a cualquier parte de la ciudad. Mi bicicleta y yo la conocemos de memoria-
-Woow, podrías ser mi guía turística-
-Imposible, acabo de llegar al camping y tengo todo desordenado, pero si querés mañana después de las seis podemos vernos-
-Me encantaría-
Justo cuando estábamos cruzando miradas en el mejor momento de la charla aparece el señor con un balde, trapo y productos de limpieza.
-Le agradezco mucho señor-
Agarré las cosas.
-Podés llamarme Cacho, todos por acá me dicen así-
-Soy Martina-
Estiré mi mano con una sonrisa para estrecharla con la de él.
-Y me voy, nos vemos-
Saludé a ambos y salí con el balde hacia mi cabaña nuevamente.
-¡Martina!-
Sentí mi nombre y voltee a ver.
-Rambla costanera, General Flores, es fácil-
Sonreí ya que pensé que se había olvidado.
-No, no es eso-
-¿Entonces?-
-Quería preguntarte si aceptas ir conmigo mañana a la iglesia. Es el casamiento de un amigo, hoy es el último ensayo-
Lo pensé, era raro que un chico me invitase a salir y ni siquiera sabía su nombre.
-Podría aceptar si primero me decís tu nombre-
-Enzo, soy de capital y ando paseando un poco por el país-
-¿Enserio? Yo me fuí de casa porque quiero hacer lo mismo-
-Te llevo a donde quieras-
-No te ofendas pero preferiría conocerte mejor-
-Entiendo ¿Nos vemos mañana? Es a las siete-
-No te prometo nada, si voy te busco-
-Está bien. Ojalá nos veamos denuevo-
Sonrió.
-Sí-
Mordí mi labio inferior demostrando cierta vergüenza que me provocaba estar frente a un chico tan directo como Enzo.
-Adiós-
Saludé y seguí mi rumbo, por supuesto con la cabeza puesta en el hombre que acababa de conocer.
Estaba dejando todo impecable, empecé por lo alto y terminé por el piso que quedó brillante al igual que cada mueble. Cerré las ventanas luego de que todo el polvo salió y admiré mi nuevo hogar.
-Soy independiente-
Sonreí hasta con un poco de emoción. Sentía que al fin comenzaba a vivir mi vida. Pese a eso iba a ser raro no dormir en casa.
Prendí la vieja televisión para sentirme un poco acompañada y decidí llamar a mamá.
-Martina al fin ¿Dónde estás?-
-Hola mamá, estoy bien, quería avisarte eso y que no voy a dormir a casa de hoy en más-
-Hija tu padre también te pide que vuelvas-
-Por favor, no dramaticen estoy bien, alquilé un lugarcito y estoy calentita bajo techo-
-Hasta tu hermana está preocupada, volvé-
-Mamá solo quería avisarte que estoy genial, los quiero mucho, adiós-
No quería ser así de grosera con mi mamá, pero apagué el celular y me metí a la ducha, pese al frío gracias a la limpieza había entrado en calor.
Bajo la ducha pensaba en mi futuro pero solo veía una nube blanca, nose que quiero para mi vida. Creo que viajar y vivir el presente me hará darme cuenta para que soy buena.
Solo demoré unos cinco minutos, me sequé mi largo pelo envolviéndolo en una toalla al igual que mi cuerpo. Comencé a vestirme sin apuro y pensé en que no había comido nada. No tenía secador, por lo que escurrí mi pelo lo más que pude y lo dejé suelto para que se secase.
Salí, cerré con llave y subí a mi bici solo con plata en el bolsillo en busca de algún lugar donde comer.
Pedalee hasta el Hipódromo donde hay un restaurante y que yo supiera era el lugar más cercano. Igual esto sería una excepción, no todos los días viviría a comida de restaurante, fideos, arroz y sopas sería lo más variado de mi menú.
Me puse a pensar en que mi imagen no era la mejor para ir a un lugar así, ví entrar a señoras de vestido y hombres de traje, mientras yo parecía una pordiosera con jeans y championes.
-¿La puedo ayudar en algo señorita?-
-Sí, quería comer algo-
-Ya le traigo-
Dijo dándose la vuelta pero lo frené.
-Espere señor, no vengo a pedir comida, vengo a pagar por cenar-
-Discúlpeme si la ofendí
Se sintió culpable, su voz y mirada lo dejaron en evidencia.
-No se preocupe, no debe ver gente como yo todos los días-
Sonreí para dejarle en claro que todo estaba bien.
-Lo siento pero no la puedo dejar pasar con ese atuendo-
Se lamentó.
-Pero yo estoy por relevar, podemos pasar por la cocina-
-¿Enserio?-
-Si claro. Augusto, mucho gusto-
Estiró su mano.
-Martina-
Sonreí respondiendo al saludo.
Rato después nos encontrábamos en la cocina del enorme Hipódromo.
Hasta la cocina era de lujo. Los pisos y azulejos brillaban, al igual que todas las hoyas y cubiertos.
-La verdad esta cocina no tiene nada que envidiarle el restaurante del hipódromo-
Dije mientras comía una pata de pollo, estaba tentada a agarrarla con la mano pero no quería que Augusto pensase que soy una salvaje. Eso hasta que él lo hizo.
-Si es verdad y podés comer como quieras sin que nadie te mirare raro-
-Exacto-
Sonreí y ahora sin miedo agarré la pata con la mano para terminar de comerla.
-¿Donde vivís?-
Le pregunté.
-Soy de acá, vivo cerca de la iglesia de San Benito ¿Vos?-
-En este momento estoy viviendo en el camping de acá-
-Woow que valiente ¿Y eso porqué? Si se puede saber-
-Por nada en especial, simplemente tenía hambre de independencia y me fuí de casa-
Estaba cenando con un extraño, era el segundo que cruzaba el día de hoy, pero me sentía tan bien que parecía que los conociera de toda la vida.
Terminamos de comer y ya se hacía tarde.
-Llevate esto-
Me dió más comida en una bandeja la cual acepté.
-Gracias te debo una-
-No hay de que-
Sonrió.
-¿Te llevo?-
-No gracias, vine en bici-
-Cierto, bueno te acompaño-
-Dale-
Salimos por la puerta de atrás hasta que nos frenó un señor con mala cara.
-¿Este quien es?-
Le pregunté por lo bajo.
-¿Usted quien es?-
Preguntó el hombre de traje y peinado con gomina hacia atrás.
-Soy...-
-Vino a buscar a trabajo-
Acotó enseguida a Augusto.
-Está bien, venga mañana después de la una-
No me dejó ni responder que ya se había ido.
-Es el jefe-
-Si lo noté ¿Pero porqué le dijiste eso?-
-Porque sino me echaba por entrar con alguien a la cocina-
-¿Pusiste en riesgo tu trabajo por una desconocida?-
Pregunté sorprendida.
-Una desconocida que me cayó muy bien-
-Vos también-
Lo saludé con un beso en la mejilla y monté mi bicicleta.
-Gracias por todo-
-¿Nos vemos mañana?-
Preguntó.
-Sí, después de la una-
Sonreí y comencé a pedalear rumbo al camping.
Por las noches se volvía más frío y el viento soplaba fuerte por la rambla.
Siempre a lo lejos se veía alguna luz de barcos o boyas que hacían reflejo en el agua volviéndolo un paisaje mágico.
Llegué a “casa” lavé mis manos, dientes y me acosté sobre el colchón.
Tapé mi cuerpo con ropa porque no había llevado sábanas. Entre pensamientos y reflexiones nose a que hora pero me quedé dormida.Capítulo AceptadoBueno linda, no me tenías que decir por quien ibas eso es para cuando se den los resultados entonces las chicas eligen a sus personajes <3 c: gracias por participar
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Re: No te quiero. {Resultados}
paularamirez escribió:¡Hello!
Mucho gusto. Soy Paula y la idea me pareció maravillosa me encanta esta genial, así que aquí te dejo mi cap.
- cap:
Capitulo 1 Paula Smith[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Los rayos del sol se aprovecharon de nuevo de mi olvidadiza mente; chocando de una manes fuerte-y fastidiosa- en mi cara. Pestañee varias veces antes de que mi vista se acostumbrara al sol.
Me levante de forma perezosa y cerré la ventana junto con las persianas; me estire mientras bostezaba, realmente anoche había dormido mal. Me dirigí a paso lento hacia mi ducha, me despoje de toda mi ropa y en segundos ya estaba debajo de la lluvia artificial.
Las duchas sin duda siempre han sido mi escape de todo; de mi familia, del instituto, de mí. El agua estaba helada, justo como necesitaba mi cuerpo para levantarse de una buena vez, porque para serles sinceras estaba a punto de caerme.
Salí de la ducha y me envolví la toalla por el cuerpo, me seque el cabello con la secadora eléctrica y salí del baño con el cabello ya seco; pase al lado del espejo y no pude evitar detenerme y pararme frente a él.
Deje que la toalla callera al piso y comencé a observar el reflejo del espejo; muchos decían que soy muy delgada, pero eso no es lo que yo veía frente al espejo; yo veía una bola de grasa sin futuro en frente de ese espejo. Agache mi cabeza intentando no llorar y me volví a poner la toalla.
Me coloque un gran sweater negro, unos jeans ajustados, unas van rojas y me hice una coleta alta; baje con mi mochila en la espalda esperando que mis padres se encontraran en casa, pero no estaban.
Note un pequeño papel adhesivo pegado a la refrigeradora, lo cogí y lo leí “No estaremos en casa hasta en la noche, tienes suficiente dinero para subsistir el resto del día; que tengas un buen día, se le quiere- Mama”.
Respiro con alivio; salgo de la casa sin desayunar-como siempre- y me monto en mi pequeño caracola blanco que incluso un triciclo podría derrumbarlo y dejarlo-mas-arruinado.
………………………………………….
“Inhala y exhala” son las únicas palabras que en esos momentos mi cerebro podía procesar; me encontraba estaciona frente al instituto, repitiéndome por undécima vez las mismas palabras del día; las únicas palabras que los nervios no me impedían procesar.
Me baje del auto, me coloque la mochila en la espalda y comencé a caminar a paso lento hacia la entrada del instituto; juagaba nerviosamente con mis manos mientras caminaba a la entrada; “Que Nicole no esté en la entrada por favor” rogué a todos los dioses que conocía, pero la suerte estuvo en mi contra; de nuevo.
Querida al fin llegaste- exclamo con su típica voz chillona mientras cogía un mechón de mi castaño cabello, al instante le arrebate mi mechón de su mano de una manes brusca- ¡Huy! La gatita se enfadó- exclamo de tono burlesco mientras se reía con sus amigas.
Con permiso- pedí de forma amable mientras me hacía paso entre Clara y su grupo de perras “amigas”.
Entro por las grandes puertas del Harrow School; eh estudiado en el Harrow school desde que tengo uso de memoria, okey tal vez este exagerando un poco. El Harrow School es una gran escuela ubicada en el centro de Londres, su estructura era muy medieval, pero mesclada con lo moderno. Sin duda podría poner a este lugar como uno de los más bonitos en los que había estado; lo único que dañaba el lugar eran las personas que lo habitaban.
Los murmullos se hicieron presentes apenas traspase la puerta. “Llego huesitos” “Su sweater no puede ser más feo” “Nunca nadie le hará caso” esos eran varios de los murmullos que escuchaba mientras caminaba hacia mi casillero, pero los murmullos se volvieron gritos e insultos hacia mi persona.
Ellos tienen razón- me recordó mi cerebro; no debería escucharlo, pero sus palabras eran más fuertes que mi razonamiento. Cerré de forma brusca y fuerte mi casillero y camine- más bien corrí- hacia el baño.
Cogí un poco de agua en mis manos y la esparcí por mi rostro, intentando que las lágrimas que salían de mis ojos desaparecieran, pero no lo hicieron; ellas seguían esparciéndose por mi cara, mientras los sollozos de mi parte se volvían más fuertes, y de pronto me encontraba sentada en el piso del baño.
Abrase mis piernas y oculte mi rostro en ellas; todos los insultos que me dijeron, simplemente retumbaban en mi cabeza sin fin, sin una pisca de comprensión o tolerancia.
Todo es cierto- me recalco mi cerebro; era impresionante que yo sea mi mayor enemigo, no Nicole, no las personas-en general-, era yo. El timbre que indicaba que ya debíamos entrar a clases sonó; me levante de forma cansada y me mire en el espejo, fatal como siempre.
Suspire frustrada mientras arreglaba mi ondulado cabello y me lavaba- de nuevo- las lágrimas de mi cara, respire varias veces mientras me tranquilizaba, lo menos que quería era que Nicole sacara provecho de mi debilidad.
Nunca había llorado en público o en frente de ella; ya era suficiente con que me insultara y denigrara diario, era pero para mí que Nicole se enterara de que realmente me dolía todo lo que decía de mí.
Revisé el reloj de mi muñeca ¡8:15! ¿Cuánto tiempo me quede viendo al espejo?, al parecer mucho. Salí corriendo del baño, pero el impacto de mi cuerpo con otro me hizo caer, pero al parecer a la otra persona ni le movió un pelo.
Mi cabeza palpitaba y dolía mucho; subí mi cabeza y me encontré con la mirada de desprecio y asco de Zayn Malik el mariscal de futball americano del colegio; el humanoide más popular del colegio y también el más patán e idiota
Ten más cuidado, inepta- exclamo de una forma desagradable mientras arreglaba su chaqueta de cuero; yo por mi parte no podía decir nada si quería que mi subsistencia en este colegio fuese peor de lo que ya era, por lo que lo único que me quedaba hacer era disculparme sin razón alguna.
L.o s..ient..o- tartamudee mi disculpa mientras me levantaba del piso.
Además de anti-social también tartamuda ¡Ja!- dijo de forma arrogante y absurda mientras salía de manera triunfadora por el pasillo. Revise mi reloj ¡8:25! ¡Genial! No solo me habían humillado-de nuevo- sino que también me perdería la clase del señor O’Connor; aunque lo último no suena tan mal, nunca eh sido- ni seré nunca- buena en historia.
Salí al patio y lo primero que note fue a una chica sentada en un banco con las manos en su cara; la chica tenía el cabello lacio largo, negro y sus puntas estaban teñidas de color azul, sus labios eran entre finos y gruesos, sus ojos eran oscuros y muy intensos y de piel canela; muy linda a mi parecer.
¿Te encuentras bien?- pregunte sentándome junto a ella; esta se sobresaltó un poco y comenzó a secarse las lágrimas con los dedos.
Si me encuentro bien- me aseguro dándome una sonrisa falsa; le creería, por el momento.
¿Segura?- volví a preguntar insistentemente.
Si- me volví a afirmar- Soy Jessie, Jessie Blake- se presentó mientras estiraba su mano.
Paula, Paula Smith- me presente yo tambiénCapítulo Aceptadome encanto tu capítulo suerte, ¿audicionaste para fame, no? asdjajjsd suerte ily. <3
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Re: No te quiero. {Resultados}
No te preocupes linda gracias por lo de la idea ily.vicstyles escribió:Ohh, eso era lo que no me había quedado del todo claro, disculpas por mi torpeza :oops: bueno, me alegro que mi cap haya sido aceptado. Espero mas chicas participen pronto porque la idea es muy buena!.Louise. escribió:vicstyles escribió:A ver si entendí: Quiero audicionar por Louis Tomlinson como ex, Harry Styles como actual y Cara Delevingne como mi representante.
- cap de nove:
Desde que tengo memoria, he visto incontable cantidad de amaneceres en Colonia, pero siempre me pregunté si en todos los lados serían iguales.
Mamá me dice que sí, ella sí ha ido a la ciudad, ha viajado a Argentina, pero yo siempre he estado acá. Amo donde vivo, pero amaría un día verme obligada a volver. Siempre soñé con conocer el mundo, siempre quise ser independiente y ver más allá de las simples cosas, y es día a día lo que intento. No hay muchos jóvenes en el pueblo, solo turistas y en verano. El invierno es un poco triste, tengo que pedalear kilómetros para llegar al liceo
y eso es de las cosas que más me gustan. Más de una vez he visto mochileros en las rutas y siempre soñé con serlo. Por eso, el deseo que pedí cuando soplé mis diecinueve velas fué salir de mi pueblo en busca de amaneceres.
El despertador sonó a las seis treinta a.m era sábado y no tenía porque estar puesto, pero lo estaba, si hay algo que me gusta es sentirlo y saber que puedo volver a dormir.
-Apagá esa porquería nena-
-Shh, seguí durmiendo Nikki-
Apagué el despertador y me levanté al baño, sentí un almohadón pegar en mi espalda pero lo ignoré, Nicole era así.
Estaba por volver a la cama cuando empezó a entrar luz por mi ventana. No lo dudé, me abrigué, calcé y salí de la casa en total silencio a ver el amanecer. La luz era cada vez más fuerte, mi película favorita desde chica es ‘’El rey león’’ comienza con un amanecer, para mí, una inteligente metáfora que indica el comienzo de algo nuevo. En un amanecer todo cambia, algo empieza y siempre hay oportunidades. El sol ya había salido, encandilaban sus fuertes rayos que hacían ver el pasto del jardín con un brillo único. Ya era suficiente, volví a la cama llena de paz y armonía.
-Señorita peace and love ¿Podrías dejar de despertarme a las seis de la mañana? Dormí pésimo por tu culpa-
Se sentó a la mesa junto a nosotros para desayunar.
-Sí claro, por eso roncabas cuando volví-
Reí probando mi café con leche.
-No te banco hoy, no me hables-
Cuando Nicole se levantaba así era insoportable, ignorarla sería lo mejor.
-Mar, hoy con tu papá vamos a salir ¿Venís?-
-Me encantaría, pero tengo mucho que estudiar y tengo ganas de caminar un rato sola-
-Está bien-
Se levantaron ambos de la mesa. Papá me dio un beso en la frente y mamá solo alborotó mi pelo.
-Dejen limpia la cocina-
-Sí má-
Respondimos al unísono y miré a Nikki.
-¿Qué?-
Preguntó de mala gana.
-Que no te soporto cuando te levantás así, pero no me vas a arruinar el día-
Respiré profundo y me levanté a lavar mi taza.
-Tendrías que haber nacido en los sesenta, me estresás-
Se levantó y se fue, dejando todas sus migas y su taza sobre la mesa, que fastidio me daba cuando hacía eso, como si fuese su esclava.
-No soy tu sirvienta nena-
No ganaba nada con quejarme, no iba a darme bolilla, opté por lavar y limpiar antes de buscar mi mochila y salir de la casa.
El frío me abrazó, pero el sol estaba radiante, a lo lejos divisé un carro tirado por caballos que venía muy rápido hacia mí.
-Buen día-
Saludé a Pepe, el veterano de la zona, abuelo, le decimos. Es un señor que sabe y conoce mucho acerca de todo, puede responderte una pregunta de la primera guerra mundial tanto como el último cd de Rihanna. Es querido por todos por acá, por supuesto incluyéndome.
-Buen día señorita ¿A dónde va tan temprano?-
-A caminar don Pepe, voy a buscar algún lugar donde haya solcito para leer y tal vez, si la inspiración llega, escribir algo-
-Me parece bien ¿Te arrimo a algún lado?-
-No no es necesario muchas gracias-
-Entonces adiós señorita, que tenga un buen día-
-Gracias igualmente-
Sonreí y lo ví irse con su carro y sus hermosos caballos. Yo soy la primera en defender a los animales, y me encanta don Pepe porque tiene a sus caballos en perfecto estado.
Empecé a caminar por la Avenida Artigas para llegar directo a la rambla costanera, por donde paso cada mañana para ir a trabajar. Se lo hermoso que es el paisaje pero nunca me cansaría de verlo.
De repente, sin saber el porqué, me puse a pensar que pasaría si yo me fuese de casa. Nose porque me lo cuestioné, pero viendo las hermosas costas de mi querida Colonia se me ocurrió que tal vez sería una buena idea conocer más de mi hermoso país.
Caminando, despacio me enamoré de la idea de poder salir de mi casa a conocer nuevos lugares ¿Porqué no? Soy grande, tengo trabajo, ahorros y ganas, muchas ganas de sentirme libre.
Ví una moto pasar con quien supuse era un hombre que llevaba un gran mochila y sobre de dormir. Indudablemente iba al camping por eso pensé
¿Porqué no empezar por algo cerca? Si podía sobrevivir sola en un camping, que se que lo haría ¿Porqué no? Podría ser el comienzo de un largo viaje por quien sabe donde.
-¿¡Qué!? Decime ¿En que estabas pensando Martina?-
-Mamá no es para tanto, soy mayor de edad, quiero ser independiente y vivir en un camping-
-Hija, eso es anormal, a los camping se va de paseo, te vas a agarrar una pulmonía ahora en invierno-
-Mamá te estoy avisando acerca de la desición que tomé, no es una pregunta-
Jamás le había gritado ni faltado el respeto a mamá por lo que no iba a empezar a hacerlo ahora, por eso me contuve de cualquier loco impulso y me encerré en mi cuarto-
-¿Qué hacés nena?-
Preguntó Nikki tirada desde la cama.
-Te voy a hacer feliz, me voy de casa-
Abrí mi sector del ropero para seleccionar la mejor ropa, lo más útil, necesario y abrigado.
-No sos graciosa, sabelo-
Rió irónica por lo que preferí ignorarla y seguir con lo mío. Eso hasta que mamá abrió la puerta sin previo aviso volviendo a querer frenarme.
-Martina no te podés ir de tu casa a un camping ¿Estás loca? Mirame cuando te hablo-
Pidió al ver que la ignoraba.
-¿Entonces es enserio?-
Preguntó Nikki quedando sentada en la cama con cara de preocupación. Al parecer hasta me tiene cariño.
-Claro que es enserio, solo que mamá no quiere creerlo-
Crucé frente a ella hacia el baño en busca de mi cepillo de dientes y peine.
-Es una locura Martu-
Acotó mi hermana.
-Lo sé-
Dije con tranquilidad y terminé de guardar cosas por lo que cerré la valija y miré a Nicole.
-Pero como nunca salí a hacer locuras con mi familia voy a empezar a hacerlas sola-
Nicole se quedó callada al ver la cara de enojo de mamá.
-¿Es un reclamo?-
Preguntó mi madre.
-No, para nada, estoy diciendo lo que siento y pienso-
Salí del cuarto con la valija.
-Martina vos cruzás esa puerta y no volves a entrar ¿Escuchaste?-
-Que conste que vos lo dijiste-
Me encogí de hombros y salí al frente para subir a mi bicicleta.
-Martina no estoy jugando-
El tono de voz de mamá iba en aumento.
-Yo tampoco má, cuando llegue te hago saber-
Empecé a pedalear dejando mi casa atrás y a mi familia anonadada.
Pensaba una despedida diferente, pero no me dejó opción de que fuera así.
Por eso, dejé caer una lágrima por mi mejilla, pero ya no iba a dar marcha atrás solo pedalearía hacia adelante, en busca de mi vida.
La gente dentro del camping era contada con los dedos de una mano. Tal como dijo mamá, es anormal venir a un camping en invierno, no para mí.
Entré a la recepción siendo atendida por un señor mayor.
-¿En que puedo ayudarla señorita?-
-¿Tiene cabañas disponibles?-
-Sí ¿Con cuantas camas?-
-Solo una-
¿Es para usted?-
-Si-
-Que jovencita-
Exclamó mientras bajo el mostrador buscaba la llave.
-No hay mucha gente ¿No?-
-Alojado no hay nadie, vienen en carpas a pasar el día ¿Que la trae sola por acá? Si se puede saber, claro-
Me entregó la llave, la cabaña número siete, mi favorito.
-Vengo en busca de mi independencia-
Sonreí.
Todavía me sentía un poco mal por como me fuí de casa, mis ojos vidriosos lo dejaban en evidencia.
-¿Puedo hacer algo por usted?-
-Con cobrarme es suficiente-
Pedí sin perder mi amabilidad.
-Por supuesto ¿Cuántos días?-
-Anóteme una semana por ahora-
Me dijo el costo entregué el dinero y me despedí.
-Muchas gracias, hasta luego-
-Adiós señorita, estamos a sus ordenes-
-Gracias-
Dije ya desde afuera y con mi llave en mano subí a la bicicleta en busca de la cabaña siete.
Para mi suerte se encontraba cerca del río, era un lugar alejado y tranquilo solo para mí.
Por fuera parecía una casita de muñecas. Era un quincho con paredes blancas, la puerta y marco de las ventanas en madera oscura. También tenía un pequeño sendero de piedra rodeado por pasto descuidado y quemado por el frío.
Por dentro era más pequeña todavía, al entrar a los lados había dos puertas.
Un el mini baño, con solo inodoro y pileta más las canillas del duchero sin cortina, ni mampara ni nada.
En frente, una cocina y heladera pequeña con un mueble colgante como lacena. Luego, era todo habitación, cama de una plaza contra la pared una mesa con dos sillas y un mantel lleno de polvo al igual que el ropero que era bastante espacioso. Una lámpara en la mesita de luz y a los pies de la cama una televisión radio de esas antiquísimas. Lo primero que hice fue abrir las ventanas. No había pensado en la tierra que podría haber, por lo que no llevé nada para limpiar, no había opción más que pedirle al conserje algo para higienizar mi nuevo hogar.
La valija quedó sobre la cama y decidí esta vez caminar para conocer bien el camino.
Abrí la puerta y sonaron las campanitas que advertían la presencia de alguien.
-Señorita ¿En que la puedo ayudar?-
Era el mismo señor que hace un rato, amable como la primera vez.
-Quería pedirle si no podría prestarme algún producto de limpieza y un trapo. Yo mañana trabajo y voy a comprar todo lo necesario. Pero hoy vine sin nada-
-Pero por supuesto, discúlpeme que no le ofrecí-
-No hay problema-
Sonreí y el señor se perdió tras la cortina de tela. Sentí las campanas nuevamente y voltee a ver.
-Buenas tardes-
-Buenas-
Respondió el muchacho, llevaba una chaqueta de cuero, pantalones con flecos a los lados y un casco en mano. Ojos verdes, pelo castaño y una sonrisa blanca y perfecta.
-¿Sos de por acá?-
Preguntó.
-Si ¿Puedo ayudarte en algo?-
-Tengo que llegar a la iglesia y no tengo idea como-
-Es re fácil, seguís todo por la rambla hasta la avenida General Flores y enseguida te vas a dar cuenta-
-Muchas gracias ¿Hace mucho que vivís acá? Me parece que sabés mucho-
Reí.
-Nací acá y sí, te puedo guiar a cualquier parte de la ciudad. Mi bicicleta y yo la conocemos de memoria-
-Woow, podrías ser mi guía turística-
-Imposible, acabo de llegar al camping y tengo todo desordenado, pero si querés mañana después de las seis podemos vernos-
-Me encantaría-
Justo cuando estábamos cruzando miradas en el mejor momento de la charla aparece el señor con un balde, trapo y productos de limpieza.
-Le agradezco mucho señor-
Agarré las cosas.
-Podés llamarme Cacho, todos por acá me dicen así-
-Soy Martina-
Estiré mi mano con una sonrisa para estrecharla con la de él.
-Y me voy, nos vemos-
Saludé a ambos y salí con el balde hacia mi cabaña nuevamente.
-¡Martina!-
Sentí mi nombre y voltee a ver.
-Rambla costanera, General Flores, es fácil-
Sonreí ya que pensé que se había olvidado.
-No, no es eso-
-¿Entonces?-
-Quería preguntarte si aceptas ir conmigo mañana a la iglesia. Es el casamiento de un amigo, hoy es el último ensayo-
Lo pensé, era raro que un chico me invitase a salir y ni siquiera sabía su nombre.
-Podría aceptar si primero me decís tu nombre-
-Enzo, soy de capital y ando paseando un poco por el país-
-¿Enserio? Yo me fuí de casa porque quiero hacer lo mismo-
-Te llevo a donde quieras-
-No te ofendas pero preferiría conocerte mejor-
-Entiendo ¿Nos vemos mañana? Es a las siete-
-No te prometo nada, si voy te busco-
-Está bien. Ojalá nos veamos denuevo-
Sonrió.
-Sí-
Mordí mi labio inferior demostrando cierta vergüenza que me provocaba estar frente a un chico tan directo como Enzo.
-Adiós-
Saludé y seguí mi rumbo, por supuesto con la cabeza puesta en el hombre que acababa de conocer.
Estaba dejando todo impecable, empecé por lo alto y terminé por el piso que quedó brillante al igual que cada mueble. Cerré las ventanas luego de que todo el polvo salió y admiré mi nuevo hogar.
-Soy independiente-
Sonreí hasta con un poco de emoción. Sentía que al fin comenzaba a vivir mi vida. Pese a eso iba a ser raro no dormir en casa.
Prendí la vieja televisión para sentirme un poco acompañada y decidí llamar a mamá.
-Martina al fin ¿Dónde estás?-
-Hola mamá, estoy bien, quería avisarte eso y que no voy a dormir a casa de hoy en más-
-Hija tu padre también te pide que vuelvas-
-Por favor, no dramaticen estoy bien, alquilé un lugarcito y estoy calentita bajo techo-
-Hasta tu hermana está preocupada, volvé-
-Mamá solo quería avisarte que estoy genial, los quiero mucho, adiós-
No quería ser así de grosera con mi mamá, pero apagué el celular y me metí a la ducha, pese al frío gracias a la limpieza había entrado en calor.
Bajo la ducha pensaba en mi futuro pero solo veía una nube blanca, nose que quiero para mi vida. Creo que viajar y vivir el presente me hará darme cuenta para que soy buena.
Solo demoré unos cinco minutos, me sequé mi largo pelo envolviéndolo en una toalla al igual que mi cuerpo. Comencé a vestirme sin apuro y pensé en que no había comido nada. No tenía secador, por lo que escurrí mi pelo lo más que pude y lo dejé suelto para que se secase.
Salí, cerré con llave y subí a mi bici solo con plata en el bolsillo en busca de algún lugar donde comer.
Pedalee hasta el Hipódromo donde hay un restaurante y que yo supiera era el lugar más cercano. Igual esto sería una excepción, no todos los días viviría a comida de restaurante, fideos, arroz y sopas sería lo más variado de mi menú.
Me puse a pensar en que mi imagen no era la mejor para ir a un lugar así, ví entrar a señoras de vestido y hombres de traje, mientras yo parecía una pordiosera con jeans y championes.
-¿La puedo ayudar en algo señorita?-
-Sí, quería comer algo-
-Ya le traigo-
Dijo dándose la vuelta pero lo frené.
-Espere señor, no vengo a pedir comida, vengo a pagar por cenar-
-Discúlpeme si la ofendí
Se sintió culpable, su voz y mirada lo dejaron en evidencia.
-No se preocupe, no debe ver gente como yo todos los días-
Sonreí para dejarle en claro que todo estaba bien.
-Lo siento pero no la puedo dejar pasar con ese atuendo-
Se lamentó.
-Pero yo estoy por relevar, podemos pasar por la cocina-
-¿Enserio?-
-Si claro. Augusto, mucho gusto-
Estiró su mano.
-Martina-
Sonreí respondiendo al saludo.
Rato después nos encontrábamos en la cocina del enorme Hipódromo.
Hasta la cocina era de lujo. Los pisos y azulejos brillaban, al igual que todas las hoyas y cubiertos.
-La verdad esta cocina no tiene nada que envidiarle el restaurante del hipódromo-
Dije mientras comía una pata de pollo, estaba tentada a agarrarla con la mano pero no quería que Augusto pensase que soy una salvaje. Eso hasta que él lo hizo.
-Si es verdad y podés comer como quieras sin que nadie te mirare raro-
-Exacto-
Sonreí y ahora sin miedo agarré la pata con la mano para terminar de comerla.
-¿Donde vivís?-
Le pregunté.
-Soy de acá, vivo cerca de la iglesia de San Benito ¿Vos?-
-En este momento estoy viviendo en el camping de acá-
-Woow que valiente ¿Y eso porqué? Si se puede saber-
-Por nada en especial, simplemente tenía hambre de independencia y me fuí de casa-
Estaba cenando con un extraño, era el segundo que cruzaba el día de hoy, pero me sentía tan bien que parecía que los conociera de toda la vida.
Terminamos de comer y ya se hacía tarde.
-Llevate esto-
Me dió más comida en una bandeja la cual acepté.
-Gracias te debo una-
-No hay de que-
Sonrió.
-¿Te llevo?-
-No gracias, vine en bici-
-Cierto, bueno te acompaño-
-Dale-
Salimos por la puerta de atrás hasta que nos frenó un señor con mala cara.
-¿Este quien es?-
Le pregunté por lo bajo.
-¿Usted quien es?-
Preguntó el hombre de traje y peinado con gomina hacia atrás.
-Soy...-
-Vino a buscar a trabajo-
Acotó enseguida a Augusto.
-Está bien, venga mañana después de la una-
No me dejó ni responder que ya se había ido.
-Es el jefe-
-Si lo noté ¿Pero porqué le dijiste eso?-
-Porque sino me echaba por entrar con alguien a la cocina-
-¿Pusiste en riesgo tu trabajo por una desconocida?-
Pregunté sorprendida.
-Una desconocida que me cayó muy bien-
-Vos también-
Lo saludé con un beso en la mejilla y monté mi bicicleta.
-Gracias por todo-
-¿Nos vemos mañana?-
Preguntó.
-Sí, después de la una-
Sonreí y comencé a pedalear rumbo al camping.
Por las noches se volvía más frío y el viento soplaba fuerte por la rambla.
Siempre a lo lejos se veía alguna luz de barcos o boyas que hacían reflejo en el agua volviéndolo un paisaje mágico.
Llegué a “casa” lavé mis manos, dientes y me acosté sobre el colchón.
Tapé mi cuerpo con ropa porque no había llevado sábanas. Entre pensamientos y reflexiones nose a que hora pero me quedé dormida.Capítulo AceptadoBueno linda, no me tenías que decir por quien ibas eso es para cuando se den los resultados entonces las chicas eligen a sus personajes <3 c: gracias por participar
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Re: No te quiero. {Resultados}
Me gusto tu idea e_é, Voy a ver que tanta suerte tengo :roll: ya te dejo mi cap
- Capitulo:
- Capitulo 001Zuley Landers|| Hay gente que vive la vida, otras la sobreviven.Thanks~
Siento unos gritos del en la planta de abajo haciendo que me levantara de mala gana. Baje a ver qué pasaba aunque ya sabía lo que pasaba mi padre gritándole a mi madre & mi madre como estúpida no hace nada.
Subí a mi habitación cerré la puerta y seguro, me siento en el piso y miro el techo y luego miro mis muñecas. Una lagrima salió de mi ojos me la limpie, Gateé hasta debajo de mi cama en donde hay guardaba mis Hoja de Gillette, Saque una y vi lo fina que era la puse en mi muñeca y la deslice en mi piel siento como la sangre corría en mi brazo y terminaba en el piso.
Me pared sin importar cuanta sangre saliera de mi muñeca y me dirigí al baño de mi habitación. Abrí la llave del lava manos y pongo mi brazo en el agua. Di un leve gemido de dolor y me limpio con cuidado. Cerré la llave y me siento en el inodoro.
Vi la hora eran; 6:38 de la mañana en un rato más tenía que ir al colegio, camine al closet y elijó algo simple poleron de rayas & Unos Jens, y por ultimo mis converse e lentes. Agarro la ropa elegida y me dirijo al baño para bañarme, Abro la llave de la ducha y la pongo en tibio. Me meto y siento como todo mi cuerpo arte haciendo que unas cuantas lágrimas de dolor salieran por mis ojos azules, agarre el shampo y me lavo.
Ya al terminar Salí y me envolví en la toalla y me seco. Me empecé a vestir.
Siento que algo se rompe en la planta de abajo.
-estúpida vida…-Dije en suspiro.
Saque el seguro de la puerta y la abro lentamente saque mi cabeza y al sacarla siento un grito de mi madre.
Baje rápido las escaleras ignorándolos, me dirigí a la cocina en donde me hice algo; Pan con nutella.
Puse mi mochila en mi hombro y mis audífonos.
Camina sin ganas de ir al colegio ese lugar en donde tienes que estar como las 24 horas; Clases en la mañana y en la tarde.
Y en donde burlas y más burlas me invaden, uno de los lugares en donde los ‘Populares’ se burlan de ti por ser fea y una rata de biblioteca, y se burlan de sin conocerte.
-Zul!.- Siento que me Gritan de lejos.
Me di vuelta y veo a mi mejor amigo, Troye. Ese chico que me ayudo en todos eso momentos malos y al que le tengo más cariño.
-Troye.-Dije con una sonrisa.
Camino rápido hacia mí, ya al llegar me dio un gran abrazo el cual yo igual se lo recibí.
Íbamos Caminando en el camino íbamos riendo de todo, hasta que llegamos al lugar que mas odio, el colegio.
‘colegio Francés’, un lugar en donde Todos te podemos recibir bien.
Bien, este colegio es extremadamente caro y yo no soy la típica niña rica con plata si no que estoy aquí por una beca, Si soy la niña de las notas buenas.
Troye me estaba contando de que mañana podíamos salir, No como una Cita si no como amigos.
-Claro ¿a qué hora? .-Le pregunte abriendo mi casillero.
-hmm..a las 4.
-Bueno, ya van empezar las clases. Así que me voy.-Dije dándole un beso en la mejilla.
Iba caminando cuando siento que alguien me hace sentadilla, era uno de los populares, Niall Horan.
-Mierda Horan.-Dije irritada, y me pare.
-A mí no me hablas así, Niña Alemana.- Dijo el tono enojado.
Odio que me digan alemana, está bien, soy de Alemania pero por cosas de mis padres nos vinos a ‘Londres, Inglaterra’
-Vete al carajo.-Dije pasando a la sala.
La clase paso aburrida yo estaba escuchando música, el profesor estaba leyendo un libro el cual no entendía nada así que lo único que hice fue sacar mis audífonos y mi cuaderno. Empecé a dibujar garabatos.
No entiendo el por qué tengo notas buenas si siempre que estoy en clases no entiendo nada y a la hora de hacer la prueba me saco buena nota.
Sonó la campana, yo me pare feliz y guarde todo en mi mochila y Salí de ese lugar que odiaba.
-Ahora Matemática.-Dije en susurro.
Camine a la cafetería y Me serví una ensalada eso. Veo que Troye Estaba en el fondo en una mesa atento en su celular.
Una sonrisa se dibujó en mi cara y camina para allá dejo mi comida en otra mesa que esta algo cerca de la mesa que estaba troye.
Le tape los ojos.
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Re: No te quiero. {Resultados}
Awww mi Karls! Tambien te extrañé mucho!.Louise. escribió:Lin yo te extrañe mucho :c me alegra que te haya gustado la idea espero tu capítulo aunque ya se como escribes|LinSmiles~ escribió:¡Karly Hola! ¿Cómo estas? Hace mucho que no sé nada de tí :( Te heché mucho de menos!
Con respecto a la idea, bueno, me encanto:D ¡La amé! Ahora me pondré a elegir algún capítulo o escrito mío y lo subo.
jungkook.
Re: No te quiero. {Resultados}
.Louise. escribió:Sip .-. pero no quede aun asi estoy ansiosa por saber cuando empiezan y leerlapaularamirez escribió:¡Hello!
Mucho gusto. Soy Paula y la idea me pareció maravillosa me encanta esta genial, así que aquí te dejo mi cap.
- cap:
Capitulo 1 Paula Smith[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Los rayos del sol se aprovecharon de nuevo de mi olvidadiza mente; chocando de una manes fuerte-y fastidiosa- en mi cara. Pestañee varias veces antes de que mi vista se acostumbrara al sol.
Me levante de forma perezosa y cerré la ventana junto con las persianas; me estire mientras bostezaba, realmente anoche había dormido mal. Me dirigí a paso lento hacia mi ducha, me despoje de toda mi ropa y en segundos ya estaba debajo de la lluvia artificial.
Las duchas sin duda siempre han sido mi escape de todo; de mi familia, del instituto, de mí. El agua estaba helada, justo como necesitaba mi cuerpo para levantarse de una buena vez, porque para serles sinceras estaba a punto de caerme.
Salí de la ducha y me envolví la toalla por el cuerpo, me seque el cabello con la secadora eléctrica y salí del baño con el cabello ya seco; pase al lado del espejo y no pude evitar detenerme y pararme frente a él.
Deje que la toalla callera al piso y comencé a observar el reflejo del espejo; muchos decían que soy muy delgada, pero eso no es lo que yo veía frente al espejo; yo veía una bola de grasa sin futuro en frente de ese espejo. Agache mi cabeza intentando no llorar y me volví a poner la toalla.
Me coloque un gran sweater negro, unos jeans ajustados, unas van rojas y me hice una coleta alta; baje con mi mochila en la espalda esperando que mis padres se encontraran en casa, pero no estaban.
Note un pequeño papel adhesivo pegado a la refrigeradora, lo cogí y lo leí “No estaremos en casa hasta en la noche, tienes suficiente dinero para subsistir el resto del día; que tengas un buen día, se le quiere- Mama”.
Respiro con alivio; salgo de la casa sin desayunar-como siempre- y me monto en mi pequeño caracola blanco que incluso un triciclo podría derrumbarlo y dejarlo-mas-arruinado.
………………………………………….
“Inhala y exhala” son las únicas palabras que en esos momentos mi cerebro podía procesar; me encontraba estaciona frente al instituto, repitiéndome por undécima vez las mismas palabras del día; las únicas palabras que los nervios no me impedían procesar.
Me baje del auto, me coloque la mochila en la espalda y comencé a caminar a paso lento hacia la entrada del instituto; juagaba nerviosamente con mis manos mientras caminaba a la entrada; “Que Nicole no esté en la entrada por favor” rogué a todos los dioses que conocía, pero la suerte estuvo en mi contra; de nuevo.
Querida al fin llegaste- exclamo con su típica voz chillona mientras cogía un mechón de mi castaño cabello, al instante le arrebate mi mechón de su mano de una manes brusca- ¡Huy! La gatita se enfadó- exclamo de tono burlesco mientras se reía con sus amigas.
Con permiso- pedí de forma amable mientras me hacía paso entre Clara y su grupo de perras “amigas”.
Entro por las grandes puertas del Harrow School; eh estudiado en el Harrow school desde que tengo uso de memoria, okey tal vez este exagerando un poco. El Harrow School es una gran escuela ubicada en el centro de Londres, su estructura era muy medieval, pero mesclada con lo moderno. Sin duda podría poner a este lugar como uno de los más bonitos en los que había estado; lo único que dañaba el lugar eran las personas que lo habitaban.
Los murmullos se hicieron presentes apenas traspase la puerta. “Llego huesitos” “Su sweater no puede ser más feo” “Nunca nadie le hará caso” esos eran varios de los murmullos que escuchaba mientras caminaba hacia mi casillero, pero los murmullos se volvieron gritos e insultos hacia mi persona.
Ellos tienen razón- me recordó mi cerebro; no debería escucharlo, pero sus palabras eran más fuertes que mi razonamiento. Cerré de forma brusca y fuerte mi casillero y camine- más bien corrí- hacia el baño.
Cogí un poco de agua en mis manos y la esparcí por mi rostro, intentando que las lágrimas que salían de mis ojos desaparecieran, pero no lo hicieron; ellas seguían esparciéndose por mi cara, mientras los sollozos de mi parte se volvían más fuertes, y de pronto me encontraba sentada en el piso del baño.
Abrase mis piernas y oculte mi rostro en ellas; todos los insultos que me dijeron, simplemente retumbaban en mi cabeza sin fin, sin una pisca de comprensión o tolerancia.
Todo es cierto- me recalco mi cerebro; era impresionante que yo sea mi mayor enemigo, no Nicole, no las personas-en general-, era yo. El timbre que indicaba que ya debíamos entrar a clases sonó; me levante de forma cansada y me mire en el espejo, fatal como siempre.
Suspire frustrada mientras arreglaba mi ondulado cabello y me lavaba- de nuevo- las lágrimas de mi cara, respire varias veces mientras me tranquilizaba, lo menos que quería era que Nicole sacara provecho de mi debilidad.
Nunca había llorado en público o en frente de ella; ya era suficiente con que me insultara y denigrara diario, era pero para mí que Nicole se enterara de que realmente me dolía todo lo que decía de mí.
Revisé el reloj de mi muñeca ¡8:15! ¿Cuánto tiempo me quede viendo al espejo?, al parecer mucho. Salí corriendo del baño, pero el impacto de mi cuerpo con otro me hizo caer, pero al parecer a la otra persona ni le movió un pelo.
Mi cabeza palpitaba y dolía mucho; subí mi cabeza y me encontré con la mirada de desprecio y asco de Zayn Malik el mariscal de futball americano del colegio; el humanoide más popular del colegio y también el más patán e idiota
Ten más cuidado, inepta- exclamo de una forma desagradable mientras arreglaba su chaqueta de cuero; yo por mi parte no podía decir nada si quería que mi subsistencia en este colegio fuese peor de lo que ya era, por lo que lo único que me quedaba hacer era disculparme sin razón alguna.
L.o s..ient..o- tartamudee mi disculpa mientras me levantaba del piso.
Además de anti-social también tartamuda ¡Ja!- dijo de forma arrogante y absurda mientras salía de manera triunfadora por el pasillo. Revise mi reloj ¡8:25! ¡Genial! No solo me habían humillado-de nuevo- sino que también me perdería la clase del señor O’Connor; aunque lo último no suena tan mal, nunca eh sido- ni seré nunca- buena en historia.
Salí al patio y lo primero que note fue a una chica sentada en un banco con las manos en su cara; la chica tenía el cabello lacio largo, negro y sus puntas estaban teñidas de color azul, sus labios eran entre finos y gruesos, sus ojos eran oscuros y muy intensos y de piel canela; muy linda a mi parecer.
¿Te encuentras bien?- pregunte sentándome junto a ella; esta se sobresaltó un poco y comenzó a secarse las lágrimas con los dedos.
Si me encuentro bien- me aseguro dándome una sonrisa falsa; le creería, por el momento.
¿Segura?- volví a preguntar insistentemente.
Si- me volví a afirmar- Soy Jessie, Jessie Blake- se presentó mientras estiraba su mano.
Paula, Paula Smith- me presente yo tambiénCapítulo Aceptadome encanto tu capítulo suerte, ¿audicionaste para fame, no? asdjajjsd suerte ily. <3
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Re: No te quiero. {Resultados}
My Sweet Perrie escribió:Me gusto tu idea e_é, Voy a ver que tanta suerte tengo :roll: ya te dejo mi cap
- Capitulo:
Capitulo 001Zuley Landers|| Hay gente que vive la vida, otras la sobreviven.Thanks~
Siento unos gritos del en la planta de abajo haciendo que me levantara de mala gana. Baje a ver qué pasaba aunque ya sabía lo que pasaba mi padre gritándole a mi madre & mi madre como estúpida no hace nada.
Subí a mi habitación cerré la puerta y seguro, me siento en el piso y miro el techo y luego miro mis muñecas. Una lagrima salió de mi ojos me la limpie, Gateé hasta debajo de mi cama en donde hay guardaba mis Hoja de Gillette, Saque una y vi lo fina que era la puse en mi muñeca y la deslice en mi piel siento como la sangre corría en mi brazo y terminaba en el piso.
Me pared sin importar cuanta sangre saliera de mi muñeca y me dirigí al baño de mi habitación. Abrí la llave del lava manos y pongo mi brazo en el agua. Di un leve gemido de dolor y me limpio con cuidado. Cerré la llave y me siento en el inodoro.
Vi la hora eran; 6:38 de la mañana en un rato más tenía que ir al colegio, camine al closet y elijó algo simple poleron de rayas & Unos Jens, y por ultimo mis converse e lentes. Agarro la ropa elegida y me dirijo al baño para bañarme, Abro la llave de la ducha y la pongo en tibio. Me meto y siento como todo mi cuerpo arte haciendo que unas cuantas lágrimas de dolor salieran por mis ojos azules, agarre el shampo y me lavo.
Ya al terminar Salí y me envolví en la toalla y me seco. Me empecé a vestir.
Siento que algo se rompe en la planta de abajo.
-estúpida vida…-Dije en suspiro.
Saque el seguro de la puerta y la abro lentamente saque mi cabeza y al sacarla siento un grito de mi madre.
Baje rápido las escaleras ignorándolos, me dirigí a la cocina en donde me hice algo; Pan con nutella.
Puse mi mochila en mi hombro y mis audífonos.
Camina sin ganas de ir al colegio ese lugar en donde tienes que estar como las 24 horas; Clases en la mañana y en la tarde.
Y en donde burlas y más burlas me invaden, uno de los lugares en donde los ‘Populares’ se burlan de ti por ser fea y una rata de biblioteca, y se burlan de sin conocerte.
-Zul!.- Siento que me Gritan de lejos.
Me di vuelta y veo a mi mejor amigo, Troye. Ese chico que me ayudo en todos eso momentos malos y al que le tengo más cariño.
-Troye.-Dije con una sonrisa.
Camino rápido hacia mí, ya al llegar me dio un gran abrazo el cual yo igual se lo recibí.
Íbamos Caminando en el camino íbamos riendo de todo, hasta que llegamos al lugar que mas odio, el colegio.
‘colegio Francés’, un lugar en donde Todos te podemos recibir bien.
Bien, este colegio es extremadamente caro y yo no soy la típica niña rica con plata si no que estoy aquí por una beca, Si soy la niña de las notas buenas.
Troye me estaba contando de que mañana podíamos salir, No como una Cita si no como amigos.
-Claro ¿a qué hora? .-Le pregunte abriendo mi casillero.
-hmm..a las 4.
-Bueno, ya van empezar las clases. Así que me voy.-Dije dándole un beso en la mejilla.
Iba caminando cuando siento que alguien me hace sentadilla, era uno de los populares, Niall Horan.
-Mierda Horan.-Dije irritada, y me pare.
-A mí no me hablas así, Niña Alemana.- Dijo el tono enojado.
Odio que me digan alemana, está bien, soy de Alemania pero por cosas de mis padres nos vinos a ‘Londres, Inglaterra’
-Vete al carajo.-Dije pasando a la sala.
La clase paso aburrida yo estaba escuchando música, el profesor estaba leyendo un libro el cual no entendía nada así que lo único que hice fue sacar mis audífonos y mi cuaderno. Empecé a dibujar garabatos.
No entiendo el por qué tengo notas buenas si siempre que estoy en clases no entiendo nada y a la hora de hacer la prueba me saco buena nota.
Sonó la campana, yo me pare feliz y guarde todo en mi mochila y Salí de ese lugar que odiaba.
-Ahora Matemática.-Dije en susurro.
Camine a la cafetería y Me serví una ensalada eso. Veo que Troye Estaba en el fondo en una mesa atento en su celular.
Una sonrisa se dibujó en mi cara y camina para allá dejo mi comida en otra mesa que esta algo cerca de la mesa que estaba troye.
Le tape los ojos.
Capítulo Aceptado
Tu capítulo :teespio: ya participas amo tu avy'
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Re: No te quiero. {Resultados}
Lin :cosi: :cosi: :cosi: te quiero :flash: espero tu os :cosi:|LinSmiles~ escribió:Awww mi Karls! Tambien te extrañé mucho!.Louise. escribió:Lin yo te extrañe mucho :c me alegra que te haya gustado la idea espero tu capítulo aunque ya se como escribes|LinSmiles~ escribió:¡Karly Hola! ¿Cómo estas? Hace mucho que no sé nada de tí :( Te heché mucho de menos!
Con respecto a la idea, bueno, me encanto:D ¡La amé! Ahora me pondré a elegir algún capítulo o escrito mío y lo subo.Había perdido a mi Karly :(Ya subiré el capítulo que escogí, aunque es más un OS:D
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Re: No te quiero. {Resultados}
paularamirez escribió:asdajsj estamos apenas con las fichas asd :cc.Louise. escribió:Sip .-. pero no quede aun asi estoy ansiosa por saber cuando empiezan y leerlapaularamirez escribió:¡Hello!
Mucho gusto. Soy Paula y la idea me pareció maravillosa me encanta esta genial, así que aquí te dejo mi cap.
- cap:
Capitulo 1 Paula Smith[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Los rayos del sol se aprovecharon de nuevo de mi olvidadiza mente; chocando de una manes fuerte-y fastidiosa- en mi cara. Pestañee varias veces antes de que mi vista se acostumbrara al sol.
Me levante de forma perezosa y cerré la ventana junto con las persianas; me estire mientras bostezaba, realmente anoche había dormido mal. Me dirigí a paso lento hacia mi ducha, me despoje de toda mi ropa y en segundos ya estaba debajo de la lluvia artificial.
Las duchas sin duda siempre han sido mi escape de todo; de mi familia, del instituto, de mí. El agua estaba helada, justo como necesitaba mi cuerpo para levantarse de una buena vez, porque para serles sinceras estaba a punto de caerme.
Salí de la ducha y me envolví la toalla por el cuerpo, me seque el cabello con la secadora eléctrica y salí del baño con el cabello ya seco; pase al lado del espejo y no pude evitar detenerme y pararme frente a él.
Deje que la toalla callera al piso y comencé a observar el reflejo del espejo; muchos decían que soy muy delgada, pero eso no es lo que yo veía frente al espejo; yo veía una bola de grasa sin futuro en frente de ese espejo. Agache mi cabeza intentando no llorar y me volví a poner la toalla.
Me coloque un gran sweater negro, unos jeans ajustados, unas van rojas y me hice una coleta alta; baje con mi mochila en la espalda esperando que mis padres se encontraran en casa, pero no estaban.
Note un pequeño papel adhesivo pegado a la refrigeradora, lo cogí y lo leí “No estaremos en casa hasta en la noche, tienes suficiente dinero para subsistir el resto del día; que tengas un buen día, se le quiere- Mama”.
Respiro con alivio; salgo de la casa sin desayunar-como siempre- y me monto en mi pequeño caracola blanco que incluso un triciclo podría derrumbarlo y dejarlo-mas-arruinado.
………………………………………….
“Inhala y exhala” son las únicas palabras que en esos momentos mi cerebro podía procesar; me encontraba estaciona frente al instituto, repitiéndome por undécima vez las mismas palabras del día; las únicas palabras que los nervios no me impedían procesar.
Me baje del auto, me coloque la mochila en la espalda y comencé a caminar a paso lento hacia la entrada del instituto; juagaba nerviosamente con mis manos mientras caminaba a la entrada; “Que Nicole no esté en la entrada por favor” rogué a todos los dioses que conocía, pero la suerte estuvo en mi contra; de nuevo.
Querida al fin llegaste- exclamo con su típica voz chillona mientras cogía un mechón de mi castaño cabello, al instante le arrebate mi mechón de su mano de una manes brusca- ¡Huy! La gatita se enfadó- exclamo de tono burlesco mientras se reía con sus amigas.
Con permiso- pedí de forma amable mientras me hacía paso entre Clara y su grupo de perras “amigas”.
Entro por las grandes puertas del Harrow School; eh estudiado en el Harrow school desde que tengo uso de memoria, okey tal vez este exagerando un poco. El Harrow School es una gran escuela ubicada en el centro de Londres, su estructura era muy medieval, pero mesclada con lo moderno. Sin duda podría poner a este lugar como uno de los más bonitos en los que había estado; lo único que dañaba el lugar eran las personas que lo habitaban.
Los murmullos se hicieron presentes apenas traspase la puerta. “Llego huesitos” “Su sweater no puede ser más feo” “Nunca nadie le hará caso” esos eran varios de los murmullos que escuchaba mientras caminaba hacia mi casillero, pero los murmullos se volvieron gritos e insultos hacia mi persona.
Ellos tienen razón- me recordó mi cerebro; no debería escucharlo, pero sus palabras eran más fuertes que mi razonamiento. Cerré de forma brusca y fuerte mi casillero y camine- más bien corrí- hacia el baño.
Cogí un poco de agua en mis manos y la esparcí por mi rostro, intentando que las lágrimas que salían de mis ojos desaparecieran, pero no lo hicieron; ellas seguían esparciéndose por mi cara, mientras los sollozos de mi parte se volvían más fuertes, y de pronto me encontraba sentada en el piso del baño.
Abrase mis piernas y oculte mi rostro en ellas; todos los insultos que me dijeron, simplemente retumbaban en mi cabeza sin fin, sin una pisca de comprensión o tolerancia.
Todo es cierto- me recalco mi cerebro; era impresionante que yo sea mi mayor enemigo, no Nicole, no las personas-en general-, era yo. El timbre que indicaba que ya debíamos entrar a clases sonó; me levante de forma cansada y me mire en el espejo, fatal como siempre.
Suspire frustrada mientras arreglaba mi ondulado cabello y me lavaba- de nuevo- las lágrimas de mi cara, respire varias veces mientras me tranquilizaba, lo menos que quería era que Nicole sacara provecho de mi debilidad.
Nunca había llorado en público o en frente de ella; ya era suficiente con que me insultara y denigrara diario, era pero para mí que Nicole se enterara de que realmente me dolía todo lo que decía de mí.
Revisé el reloj de mi muñeca ¡8:15! ¿Cuánto tiempo me quede viendo al espejo?, al parecer mucho. Salí corriendo del baño, pero el impacto de mi cuerpo con otro me hizo caer, pero al parecer a la otra persona ni le movió un pelo.
Mi cabeza palpitaba y dolía mucho; subí mi cabeza y me encontré con la mirada de desprecio y asco de Zayn Malik el mariscal de futball americano del colegio; el humanoide más popular del colegio y también el más patán e idiota
Ten más cuidado, inepta- exclamo de una forma desagradable mientras arreglaba su chaqueta de cuero; yo por mi parte no podía decir nada si quería que mi subsistencia en este colegio fuese peor de lo que ya era, por lo que lo único que me quedaba hacer era disculparme sin razón alguna.
L.o s..ient..o- tartamudee mi disculpa mientras me levantaba del piso.
Además de anti-social también tartamuda ¡Ja!- dijo de forma arrogante y absurda mientras salía de manera triunfadora por el pasillo. Revise mi reloj ¡8:25! ¡Genial! No solo me habían humillado-de nuevo- sino que también me perdería la clase del señor O’Connor; aunque lo último no suena tan mal, nunca eh sido- ni seré nunca- buena en historia.
Salí al patio y lo primero que note fue a una chica sentada en un banco con las manos en su cara; la chica tenía el cabello lacio largo, negro y sus puntas estaban teñidas de color azul, sus labios eran entre finos y gruesos, sus ojos eran oscuros y muy intensos y de piel canela; muy linda a mi parecer.
¿Te encuentras bien?- pregunte sentándome junto a ella; esta se sobresaltó un poco y comenzó a secarse las lágrimas con los dedos.
Si me encuentro bien- me aseguro dándome una sonrisa falsa; le creería, por el momento.
¿Segura?- volví a preguntar insistentemente.
Si- me volví a afirmar- Soy Jessie, Jessie Blake- se presentó mientras estiraba su mano.
Paula, Paula Smith- me presente yo tambiénCapítulo Aceptadome encanto tu capítulo suerte, ¿audicionaste para fame, no? asdjajjsd suerte ily. <3
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