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Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
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Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
Necesitamos los PJ's que quieres reservar c:Stefanya escribió:Hola lindas la idea me fascino y obvio audicionare c: me voy por Liam creo que ese castaño me espera lo se lo se
En fen aqui les dejo sus requisitos c:
- Robert *-*:
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Y... mi cap o shot mas bien c:
- Aqui c:
Baje del auto con un suspiro, un día más en la vida, al parecer no podría ser tan malo, después de todo hace tres días que no recibo las típicas cartas de arrepentimiento de Niall o las flores que dejaba en la entrada, ahora es un nuevo día, no tengo porque seguir pensando en él, después de todo me abandono cuando más lo necesitaba.
La casa se encontraba más silenciosa de lo habitual, me daban ganas de dar marcha atrás ya que nunca se encontraba de esta forma, mi madre se encontraba trabajando, dado que nuestro padre se le dio por abandonarnos en el momento en donde mi hermana entro a la universidad. Por lo que no lo he visto en tres años exactos, fecha exacta en la que Niall se fue al concurso mientras yo empacaba para irme de la casa de mi padre.
Después de eso, los mensajes de texto disminuyeron en gran cantidad, dejamos de conectarnos en las redes sociales y fuimos unos completos desconocidos desde el momento en que dejo de hablarme.
Trate de subir las escaleras pero un repentino carraspeo proveniente de la sala me hicieron dar un pequeño sobresalto, girando lentamente con los talones para encontrarme con la cabellera pelirroja de mi hermana, definitivamente no estaba del mejor humor para que me sermoneara.
Tenía la vista clavada en mí, se veía dura y fría como si me estuviera reprochando por algo que no tenía ni idea de que hice ahora, a menos de que se haya enterado de las dos materias que reprobé pero eso es improbable
- Me puedes explicar esto? – levanto una ceja mientras detrás de ella, sacaba un florero hermoso lleno de lo que parecían orquídeas
- No hay nada que explicar – hable fría puesto que ya tenía idea de quien las había mandado y eso me seguía quebrando el corazón
- Megan ¿Ya leíste al menos una de sus cartas?
- No me interesa, hago lo mismo que hizo él hace tres años
- Sé muy bien que ha venido a la casa, los múltiples arreglos que deja en la puerta y las cartas que envía cada día pretendiendo que al menos una la leas y no te das cuenta de que le haces daño
Las palabras de mi hermana eran crudas y realistas, tenía razón en todo, al perecer Niall se mostraba de lo más arrepentido pero eso no bastaba, recuerdos de cuando éramos niños aparecieron en mi mente y sentí como mis rodillas comenzaban a temblar.
- Y no solo a él…también a ti Meg – sonó mas comprensiva, al verme tan débil, como lo había estado después de su partida
- ¿Y qué quieres que haga? – comenzaron a caer las lágrimas por mis mejillas – corre y decirlo que todo está bien, que vamos a ser amigos como antes, todo cambio y tú más que nadie lo sabes
- Lo sé, ya no es como los cuentos de hadas, no es el principio de siempre – se levanto de la silla tan rápido que parecía enojada
- Pero sabes que lo que estás haciendo está mal, tanto para ti como para él y por si te interesa todas las cartas están en el escritorio de tu habitación, las recogí de la basura cuando te vi tirarlas – choco con mi hombro y subió las escaleras lo más rápido que pudo y cerró la puerta con un fuerte golpe
Me acerque al arreglo floral y me senté en donde anteriormente estaba Charlotte admirando la belleza de las flores rosadas, después de todo sigue acordándose de mi color favorito, pero será cierto que se convirtió en otra persona, la fama le haría daño a mi duende o seguirá siendo el mismo que comía todas las noches en casa de mi padre, la misma que me invitaba a comer las tardes cuando sabía que mi madre no había hecho la merienda.
No lo sabía y mi cobardía me impedía intentar verificar si lo seguía siendo.
Una pequeña nota se asomaba entre las flores, se veía una letra cursiva, claramente era de Niall, cosa que lo hacía aún más doloroso que hace unos minutos. El mensaje solo constaba de pocas letras pero era lo suficiente para mí:“Había una vez…donde estaba riendo contigo…sé que lo arruine…pero no puedo cambiar el pasado”
Salte de la silla rápidamente como si el arreglo me hubiera espantado, y como cada vez que veía flores de Niall corrí escaleras arriba, donde apenas encontrándome en mi habitación me tire en la cama y roge a Morfeo porque me llevara con él al menos unas cuantas horas.(…)
El sueño era muy claro en mi mente…
La luna estaba al tope en el cielo, podía distinguir claramente las orillas del lago en donde estaba esperando a Niall, él me había prometido venir cuando llegará de Londres, había ido a hacer su audición para el concurso de canto que quería participar.
Pasaron los minutos y no lo veía llegar, era muy importante volver a verlo pero ni si quiera se tomo en la molestia de venir a verme o eso es lo que creía, paseaba de un lado a otro esperando verlo llegar por el único sendero pero no distinguía absolutamente nada.
Una hora tras otra se fueron esfumando, mientras las lágrimas caían por mis ojos, era la primera vez que alguien me había dejado plantada por más de cuatro horas, era algo sumamente humillante el estar esperándolo por mucho tiempo.
Me levante de la banca con lo que quedaba de mi dignidad pisoteada y comencé a caminar en dirección de mi querida casa, no estaba de humor para poder soportarlo más tiempo, la hora pasaba de las dos de la mañana y no se había dignado a saludar ni avisar por teléfono.
Los sollozos no tardaron en llegar y pronto estaba destrozada por dentro, las pocas personas que lograban verme por la calle me miraba como una chiquilla que algo le acaba de pasar y lo que menos necesitaba era que me tuvieran compasión, pero en este momento me importaba poco lo que estuvieran pensando de mí, lo único que sabía era que estaba perdiendo todo en mi vida, el día anterior mi padre no había exigido que nos fuéramos de la casa, perdí a mi padre y al parecer a Niall igual.
Pase por una calle en donde se encontraba un bar, estaba a poco de mi casa y podía correr para llegar, me acomode el suéter color canela que traía puesto, ya que el frío se me traspasaba, llegando a los huesos.
Camine por la calle un poco más tranquila después de todo, me enseñaron a no llorar por un hombre y es lo que debo de aplicar en este momento, debía de ser fuerte.
Al pasar por enfrente del bar veía como había muchos chicos que estaban festejando alegremente, era algo divertido, pero en cierto plano no tenía ni si quiera ganas de sonreír a pesar de ver cómo era divertido como mojaban a un chico castaño.
Seguí mirando, pero segundos después vi la cabellera rubia muy conocida, me quede mirando un rato más hasta que lo comprobé.
Niall Horan estaba en ese bar festejando, las lagrimas no tardaron en aparecer, veía que se divertía mientras yo esperándolo como una idiota en el parque, cuando debía de suponer que ni si quiera iría, me sentía tan imbécil que por un momento quise ir a romperle los dientes, era un idiota por hacerlo y mas por no avisar que se iría de fiesta con sus amigos.
Por extraña razón me quede viendo un rato su fiesta, mientras lloraba afuera del bar, no podía creerlo, Niall debió de sentir que alguien lo veía porque volteo a la ventana y al verme se quedo congelado, veía como se le iba el color de la cara, solo negué con la cabeza y camine de nuevo a mi casa sin importarme lo que podía estar pensando, las lagrimas no disminuían pero al menos estaba más calmada.
- Megan – escuche la voz de Niall mientras salía corriendo del bar – Megan no era mi intención, solo que
- ¡¿Solo qué?! Que estuve como una plena idiota sentada por más de cinco horas esperando a que terminara tu “celebración” – me importaba si despertaba a los vecinos pero este no era el mejor momento
- Te juro que te iba a llamar, pero Zayn me salto de improvisto y no podía dejar plantado y Harry me quito el celular y no podía hacer nada
- ¡A mí no me interesa quien es Harry ni Zany o como se diga, pero como a mi si me dejas plantada y a tus amigos de poco no, te conozco desde hace años y simplemente me dejas esperando algo que nunca iba a pasar!
- Es que no era lo que quería – susurro por lo bajo
- Al parecer era justo lo que querías – dije más tranquila y seguí mi camino por la calle
Niall no intento seguirme y le agradecí por eso, lo demás solo era una historia barata…(…)
Me desperté un poco sudorosa y con lágrimas en los ojos, ese día fue el último día en que lo vi, después de eso no volví a hablar con él, deje sus twitts en espera, igual los mensajes en Facebook y en mi celular, lo elimine y me desaparecí de su vida creyendo que habíamos sido unos completos desconocidos, pero con su regreso a Irlanda veo que nunca fue así.
Por cierto mi nombre es Stefanya como el usuario ¿? tengo trece y soy de México c: Saludos
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Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
Lo siento linda, pero el escrito ha sido denegado.Jacesie escribió:
- GIFO:
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- cap:
¿Mal sueño pesadilla? aquella pregunta la cual parecía no tener respuesta, giraba en torno a mi mente, el simple hecho de que aquel sueño me hiciese creer que era cierto, me provocaba náuseas y las dudas no permitían que pudiese consolar el sueño, con el temor de reencontrarme de nuevo con aquello que me intimidaba.
Me levante de la cama luchando por no tropezar - ¿Lucie? - Mi madre se inclinó sobre el muro que dividía mi posición sobre la cama de la puerta de mi habitación..
- ¿Que sucede? - Mis ojos estaban a punto de cerrarse tras no haber dormido en lo que resto la noche anterior - ¿Qué tal tu cita con Paul? -Entro en la habitación vistiendo una gran túnica que cubría su cuerpo y con un gran velero en mano, esparciendo el humo alrededor de todo la habitación - Bien, creo -Lleve mi antebrazo hacia mi nariz para cubrirme de no inspirar aquel espantoso humo, mi madre siempre se comporta de esta forma, trata de llamar la atención con su extraño comportamiento, el cual a muchos no le agrada - Madre, creo que ya es suficiente - Aleje mi mano, solo un poco de mi rostro y le mire a los ojos - Creo que sí, lo es -Me miro con un tanto de lastima, se acercó hacia mí y beso mi cabeza con suavidad, se giró para marcharse, pero al parecer olvido algo y regreso hacia mi - He preparado un pastel de manzana, se encuentra en la encimera junto a el refrigerador, ¿Podrías llevárselo a los Styles -Junto ambas manos y sonrió con intriga - ¿Los Styles? - No quería parecer ignorante pero ¿Styles? jamás habría oído hablar sobre ellos - Si, Los Styles acaban de mudarse, su mudanza llego a media noche, quiero compartir mi delicioso pastel de manzana con ellos, aparentan ser agradables ¿Se lo llevaras? - Mi extrovertida madre hablaba sin parar mientras levantaba algunas cosas que se encontraban en el suelo de mi habitación, se levantó para mirarme antes de marcharse - Lo hare -Me inclino hacia adelante y tome mi toalla, inspire profundamente y camine hacia el baño, solo tardaría 40 minutos en la ducha.
Efectivamente, después de aquella ducha. La cual ya mi cuerpo anhelaba desde el día de ayer. Me dirigí hacia la cocina, tome el pastel que se hallaba sobre la encimera y partí hacia la casa de "Los Styles" no había visto su mudanza llegar, ¿cómo es posible? No cerré los ojos en toda la madrugada. Total suponía que la casa en la que se encontraban era la cual lleva más de 9 meses sin amueblado .
Al llegar allí mire hacia un costado de la casa solo para observar el jardín inferior, un chico sin playera se encontraba sentado sobre un trampolín mientras bebía limonada, no le di mucha importancia y regrese hacia la puerta e insistí 2 veces para que alguien se atreviera a abrirla- Hola -Una chica de estatura media, ojos color miel y cabello color chocolate se inclinó junto a la rendija de la puerta - Hola mi nombre es Lucie, soy tu vecina - Un extraño e incómodo silencio invadió el momento - He traído un pastel de bienvenida -El rostro de la chica se fijó en el pastel.
- Oh, Hola soy Camille - Sonrió ampliamente y extendió su mano para tomar el pastel- Mi madre estará muy agradecida -No desvió su mirada de aquel pastel, segundos después me miro con algo de intriga, me tomo fuertemente del antebrazo y jalo de el para que entrara a la casa, todo fue tan rápido que no pude abstenerme del no entrar, no se que quería aquella chica de mi. Pero no creo que sea algo de bien, estaba loca de remate - ¿Qué te pasa? - Me zafe de su agarre, aun sostenía de mi antebrazo - Lo siento -Su mirada se torno un poco suplicante y algo extraña- ¿Porque me has traido hasta aquì? -Observe el lugar de reojo, sin moverme del lugar - Quiero preguntarte algo -Me miro con algo de picardia, me tomo de nuevo del antebrazo, corrimos en medio de un estrecho y gran pasillo - Oye, sueltame -Trate de zafarme de su nuevo agarre, pero cada intento era en vano, llegamos a otra habitación la cual parecia ser la cocina, Camille dejo el pastel sobre la encimera y aun seguia sin zafarme de su agarre, de nuevo me llevo fuera de la cocina y me llevo hacia otra habitación, cerro la puerta y camino hacia la ventana que se encontraba en ella - Ven, acercate -No sabia cual era su intención, ella parecia ser una chica agradable a simple vista, pero ya que he visto su lado desagradable, me intimida, me acerque caminando despacio hacia la ventana,al llegar a su lado le mire con algo de confusión, ella sonrio, me tomo de los hombros y llevo mi mirada hacia el patio trasero.
El chico que habria visto hace unos minutos antes de tocar a la puerta, se encontraba allí,continuaba sentado sobre el trampolín, el vaso del cual bebia hace unos momentos se encontraba en el suelo, mientras el solo lo miraba hacia un punto muerto en la pared del frente - ¿Y? -Camille se traia algo entre manos, lo sabia desde que me trajo hacia aquí tomada del brazo - ¿Que te parece mi hermano? -¡Lo sabia! definitivamente tenia que ver con su hermano- Es.. Es.. Se ve que es agradable - No desvie la vista de aquel muchacho, no porque me haya flechado o algo parecido, solo me parecia algo misterioso y diferente - Dios, solo miralo -Me tomo de la cabeza e hizo que mirara a aquel muchacho, el se percato de aquello y miro hacia donde me encontraba, sonrio y se levanto del trampolín, el nervisismo me invadio ¿Que le pasa a esta chica? ¿Como se atreve a traerme aqui, aun asi cuando me abstuve de hacerlo?¿Y si se trata de un psicopata?- Bien -Como pude me zafe de su agarre y me aleje de su lado, para verle a los ojos y tratar de hablarle con firmeza y seguridad- Oye, no se que sea con exactitud lo que te traes con eso de que me parece tu hermano, solo he venido aqui para entregar en pastel que mi madre ha cocinado para ustedes, ahora si me permites tengo cosas mas importantes que hacer ¿Entendido? -Una vez dicho todo lo que ansiaba, lance una ultima mirada hacia la ventana, camine hacia la puerta de la habitación, ¿Acaso la chica no me ha seguido? como sea no me interesa, solo queria regresar a casa.
Al llegar a casa, corri escaleras arriba, corri hacia el baño, tome la pomada que se hallaba sobre la encimera del baño y la aplique sobre el lugar donde aquella chica me habria sostenido fuertemente ¿Como diablos puede tener tanta fuerza? ¿Acaso no es humana?. Una vez termine de aplicar la pomada, me dirigi hacia el lavado, tome el vaso que se encontra junto a el y bebi un poco de agua del hisopo,tras tomar el agua a la velocidad de la luz eleve la mirada hacia el espejo que se hallaba junto a mi, solo queria ver si era real que aun continuaba estando aqui, aquel sueño que logro torturarme literalmente aun lo estaba haciendo, solo queria observar el que aun seguia con vida, todo parecia estar bien hasta que un pequeño rasguño sobresalto de mi hombro, abri de nuevo el hisopo, tome agua en mis manos y la esparci sobre mi hombro,con ansias de que desapareciera, pero no lo hacia, tras un ultimo intento ya la marca se habia esfumado, ahora si todo estaba claro estoy enloqueciendo. Solo restaba esperar a que fuese mucho mas notorio.
JELLOU, Anda ame la trama AUDICIONO E.E
La redacción es muy buena, pero hay ciertos detalles que hay que mejorar. Tranquila, podrás aprender de los errores, que no son muchos. La próxima vez consiguiendo una escritura casi perfecta, ya que la perfección no existe... Para eso estamos, para ayudarnos entre nosotras ¿No? Gracias igualmente, seguro nos veremos en otra audición o NC :)
Invitado
Invitado
Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
Sophia. escribió:El capitulo es feo, pero igual, ya deje el gif, soo, Niall Horan y Barbara Palvin.
- Capitulo:
A lo largo de toda la semana Harry había buscado durante horas todo artículo que se relacionara en lo más mínimo con La Universidad Metropolitana de Londres, en los periódicos eran pocos al igual que la información que se podía encontrar en internet. Hasta el momento, tenía solo los datos básicos de la institución y uno que otro reconocimiento importante a nivel nacional; nada que realmente le fuera de gran ayuda.
Se removió en la silla que se encontraba y tomo un poco más de su café. Su mirada aún se encontraba perdida en la pantalla del computador que tenía enfrente. Quien lo viera lo consideraría una obsesión seriamente peligrosa, pero lo que le pasaba no era más que el efecto lujurioso y pasional que trae la llegada del amor.
Tomó varias de las hojas que aún no había revisado. Algunas eran simples formularios para algún tipo de curso, otros eran pobres artículos que mencionaban una que otra cosa respecto a la universidad y otros simplemente eran una pérdida de papel.
Bufó y apoyó su cabeza sobre sus dos manos. ¿Qué podía hacer ahora?...su mente divago entre todas las posibles opciones llegando siempre a la misma conclusión: absolutamente nada.
Se levantó de la pequeña silla para recostarse en la cama. Tomó una gran bocanada de aire y la soltó con la mirada perdida en el techo de la habitación.
El ruido de la puerta lo apartó de sus pensamientos.
- ¡Harry! – exclamó para llamar su atención.
El castaño giró solo un poco la cabeza encontrándose con la mirada azulada de su amigo.
- ¿Qué quieres Louis? – farfulló casi entre dientes.
Louis sonrió ampliamente y se sentó junto a él.
- Eres patético Harry. – La mirada de confusión que mantenía el castaño lo hizo reír por unos cuantos segundos –. Hablo enserio, ¡solo mírate!, estas sufriendo por alguien que no conoces, dime…sabes su nombre y la universidad a la que asiste, ¿algo más?
Harry dudó por unos segundos la respuesta. Definitivamente ese no era un buen día. Unos cuantos segundos después espeto sin más:
- No, no sé nada más. – una nueva carcajada del oji-azul lleno la habitación por completo.
- Oficialmente estás completamente loco, Harry. – se levantó de la cama y emprendió el pequeño camino que lo separaba de la puerta.
Todo era más que cierto. Era ilógico sufrir por alguien que aún no estaba dentro de tu vida, una persona parcialmente desconocida; una simple tontería.
El sonido de la puerta lo obligo a devolver su mirada hacia su amigo. Por su parte, Louis simplemente sonrió de medio lado y justo antes de salir giro y le dedico una sonrisa de medio lado.
- Harry, la información personal de los estudiantes la dan solo personalmente. – sin decir más, salió de la habitación.***
El gran edifico que se encontraba ante sus ojos era sin duda alguna una gran proeza arquitectónica. Las paredes y el color de las mismas lograban causar un efecto impactante en quien lo mirara. Y pues, no era para menos; todo era realmente increíble.
El castaño ingreso rápidamente por una de las puertas laterales. A los pocos pasos después de entrar los murmullos y cuchicheos no tardaron en aparecer; eran tan bajos que para Harry le fue imposible descifrar alguno de ellos.
Mientras caminaba miraba el suelo. Ya el camino lo tenía más que claro, las dos noches anteriores se las había pasado repasando el mapa del campus con la única intención de evitar tener contacto con alguien ajeno al personal de la universidad.
“Tercer pasillo a la derecha, dos pasillos más y cambio de rumbo hacia la izquierda”, era simple y fácil de recordar. Metió ambas manos dentro de sus bolsillos y continúo con su camino. Aún no se atrevía a si quiera alzar la mirada para ver a su alrededor, centenares de ojos lo seguían atentamente. El castaño, por su parte, procuraba cuidar cada uno de sus movimientos, en cualquier lugar que estuviera, siempre estaría ante el ojo público.
Acelero un poco el paso, solo faltaba un poco menos de veinte metros para llegar. Por fin alzo un poco su mirada, los murmullos y cuchicheos había desaparecido. Sonrió para sí mismo.
Dos pasos más, desvió por última vez su rumbo hacia la derecha encontrándose con una pequeña figura femenina. El impacto del cuerpo del oji-verde hizo que la muchacha cayera al suelo con la facilidad de una pluma.
- Perdóname, realmente no te vi. – Dobló ambas rodillas dispuesto a ayudarle a recoger algunas hojas y documentos que estaban dispersos sobre el suelo. Por un momento Harry analizó su rostro; estaba impecablemente limpio, por un momento sus miradas se conectaron, sonrió al ver sus ojos, éstos eran de un potente verde con unos pequeños toques más claros conforme se acercaba a la pupila. Sin embargo, no le produjo absolutamente nada, fue algo simple y corto.
La muchacha le arrebato rápidamente los diferentes papeles que Harry tenía entre sus manos.
- Oye, cálmate, ¿sí?, solo quería ayudar. – Harry levanto ambos brazos y retomo su postura anterior. Espero alguna reacción en respuesta de la castaña, pero ésta, se limitó a arreglar su cabello y afirmar sus libros más a su pecho. Su actitud cínica y lasciva lograron irritar a Harry.
La chica se mantuvo de pie mirándolo fijamente hasta que una voz desconocida resonó a lo largo del corredor.
- ¡Vamos, Cloe!, necesitamos irnos rápido. – El sonido de la voz hizo eco en las paredes, ya que la cantidad de personas que estaban allí era mínima.
La castaña giro sobre su eje, y miro hacia atrás; un muchacho alto y bien fornido la esperaba en la fila de una de las secretarias. Giro nuevamente y miro a Harry; ladeó la cabeza y asintió para después comenzar a caminar en dirección contraria hacia él.
Harry quedo impresionado por la tranquilidad de la chica, la atención que recibía constante por parte de gran número de la población del género opuesto lo tenía acostumbrado. Sonrió de medio lado y emprendió nuevamente su camino; le agradaba esa chica.
Al llegar a las oficinas principales, miró atentamente a su alrededor; un cuarto relativamente sencillo y elegante, paredes blancas perfectamente pintadas.
En la fila habían solo cinco personas esperando, todos ellos eran estudiantes que buscaban recoger sus horarios, o tal fuera el caso, hacer un reclamo de los mismos.
Miro atentamente a los que estaban delante de él. Se sorprendió notoriamente al ver que justo las dos personas del frente eran el mismo chico y chica de hace solo unos momentos. Sonrió de medio lado y siguió esperando que la pequeña fila avanzara.
Tres de las cinco personas ya habían pasado por la rejilla que comunicaba con la señorita que se encontraba al otro lado del cristal. El dúo frente a él paso inmediatamente el tercero se había marchado. Su consulta se estaba haciendo más larga de lo habitual, por lo que Harry se recargo sobre el barandal que limitaba un lado de la fila y alargo un poco el cuello. Si bien no se escuchaba claro y fuerte, se era posible entender.
La castaña hablaba rápido y movía repetidamente las manos durante la charla. Las primeras frases se la fueron imposibles de descifrar, pero después de unos cuantos minutos el tono de la castaña se había vuelto mucho más pesado y seco; aparentemente estaban discutiendo.
- Se lo hemos repetido varias veces; todos los registros y permisos se enviaron junto al comunicado de fax. – Esta vez fue el muchacho el que habló y, al igual que la castaña en su tono de voz se veía reflejado el cansancio y la insistencia del asunto –. Charlotte Amélie Bennett.
Los ojos de Harry se abrieron casi a tope, hablaban de Charlotte, estaban discutiendo de algo que la relacionaba. Intentó escuchar un poco más la conversación pero le fue imposible. La señorita se levantó de la silla y busco algo en las estanterías del fondo. Medio minuto más tarde, regreso con un paquete de hojas de diferentes tamaños y colores.
- Aquí está todo lo que el comunicado específica que se puede entregar a terceros, el resto, la jovencita debe recogerlo personalmente el primer día de clase.
Los dos jóvenes tomaron una parte de las hojas cada uno y, después de un pequeño asentimiento de cabeza por parte del muchacho y un casi inaudible “gracias” de la castaña giraron en redondo y emprendieron el camino hacia la salida.
Harry les siguió con la mirada.
El pequeño clic que avisaba que ya podía pasar lo alertó, volvió nuevamente su mirada a la señora del otro lado del cristal y con tres amplias zancadas se acercó a ella.
- Buenos días, ¿en qué puedo servirte? – la voz atravesó el cristal por un pequeño micrófono.
- Me gustaría saber exactamente qué era lo que los dos que acaban de pasar necesitaban por parte de la señorita Charlotte Bennett. – se recargo sobre la mesa de granito, casi rosando el cristal.
- Lo siento, joven. La información que se comparte con cada estudiante es totalmente confidencial.
- Por favor, necesito saberlo, es algo importante. – explico y prosiguió –, Debe haber algo que pueda hacer para que me diga, ¿no?
- Reglas son reglas y yo estoy obligada a cumplir al pie de la letra mi contrato.
El oji-verde rodo los ojos y la miro a los ojos. Hora de utilizar su asombroso poder de persuasión.
Pocos minutos más tarde, Harry salía del campus con la copia de los mismos papeles con los que los dos jóvenes habían salido hacía un poco más media hora.
Miro al frente y le sonrió al vacío. Lo había logrado; ya tenía todo lo que se le era posible saber sobre Charlotte Bennett.***
- Tenemos todo lo que pediste que reclamáramos, Charlie. – Cloe colocó todos los papeles y documentos sobre la pequeña mesa de noche que estaba a un lado de la camilla. Dio unos pocos pasos y se estiró sobre el sofá color crema del frente.
- Gracias por tomarse la molestia. – le sonrió dulcemente a su amiga y se incorporó nuevamente entre las sabanas.
- No hay nada de que agradecer, eres nuestra amiga, y estoy feliz de ayudarte. Además, solo te quedan cuatro días para que te den de alta. – dijo con una amplia sonrisa que Charlotte imitó rápidamente.
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¡Felicidades, linda! Bienvenida, pronto actualizaremos tu reservación. Invitado
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Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
LittleMuffin escribió:¡Hola! Me encanta vuestra idea es tan...original. Va enserio, ¡me tiene intrigada! y eso que es solo la presentación de la universidad. No se, olvidadlo. A veces estoy medio ida y se me va la ollaMe presento; me llamo María pero me apodan "Mary" y vengo de la lejana tierra de Barcelona
- Robert sexy Pattinson:
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- Escrito:
Era una tarde particularmente fría para ser verano. El viento soplaba con bastante fuerza mientras las nubes negras decoraban el cielo. Caían rayos como si fuesen las luces de una discoteca y los truenos como si fuesen la base de la música que a menudo se aprecia en estas. Se podía notar el constante balanceo del mar chocando contra aquella embarcación mientras veías los peces nadar asustados.
Pero ellos no lo notaban. Ellos estaban felices, celebrando el inicio de las vacaciones de verano con vasos llenos de champán en sus manos mientras reían y bailaban descalzos por la lujosa tapicería que cubría el interior de aquel yate. Eran jóvenes, ellos solo querían vivir la vida. Tal y como indicaba la canción que sonaba en aquel instante, "We're young" de Tulisa. Los diez muchachos estaban cantando a gritos la canción cuando el lujoso yate recibió un golpe en seco e hizo que todos cayesen hacía la izquierda. La tormenta se estaba tornando algo más violenta.
-Oye...¿No crees que primero me deberías haber pedido el número?-Le comentó, burlón, Harry a Amelie.
- O por favor, cállate.-Le contestó ella.-Esto es algo serio, deberíamos intentar hacer algo, el barco acaba de moverse...y mucho. Hemos de intentar que no se vuelque.-La chica miró a sus amigos.-¿Por que sabéis como intentarlo, no?-Volvió a pasear su mirada-¿Louis?
-¡A mi no me mires!-Contestó el susodicho levantando los brazos.
-¡Joder, Louis!-Exclamó, Jane.-Es el yate de tus padres...¡¿Y ni siquiera sabes manejarlo!?-La chica murmuró algo, desesperada, tras ver como él levantaba sus hombros en señal de afirmación.-¿Alguien sabe hacer algo?
Liam, el cual había permanecido callado durante toda la conversación, se levantó del suelo y ayudó a los demás a levantarse. Luego, le pidió ayuda a un chico moreno de cabello negro azabache llamado Zayn para poder dirigir el yate y que no se tumbase.
Aquello duró poco más de veinte minutos y después todo se volvió negro.
Luz, una molesta y tenue luz. Eso era lo primero que percibían aquellos diez pares de ojos.¿Estaban muertos? Pues claro que no, porque entonces abrieron sus ojos y miraron maravillados hacía arriba.Miraban, casi embrujados, las imágenes que se dispersaban a sus alrededores. Lo primero que contemplaron fueron las olas cristalinas chocar contra su magullada embarcación.
Zayn, el más valiente de todos, se aceleró al levantarse y espolsarse la arena de sus ropas para luego acercarse al yate. Ayleen le observó con preocupación.
-Sería mejor que no te acercaras, no sabes lo que puede haber en el agua.-Advirtió, la nombrada, con cautela.
-No me pasará nada.-Dijo el moreno, con aires de grandeza. Dio unos pocos pasos adelante y luego cayó al agua. Sus compañeros rieron. Todos, salvo Ayleen y Niall, los cuales le observaban preocupado.
-¿Como está, Malik? ¿Calentita?-Dijo, burlón, el ojiazul.
-¡Ja ja!-Carcajeó, irónicamente.-¿Porque no la pruebas tu mismo, Louis?-El nombrado levantó los brazos burlonamente. Zayn salió del agua con dificultad y luego se acercó a sus compañeros.-¿Alguien quiere un abrazo?
-¡No!-Se quejó, Niall, mientras reía apartándolo.
-¡Zayn, apártate!-Dijo, Amelie, mientras sus carcajadas inundaban el pequeño y recóndito lugar.
-¡A mi no me toques, chicotupé!-Dijo, Jane, Divertida.
Después de aquella fracasada persecución por parte de Zayn, los diez amigos decidieron pensar durante unos instantes la situación en la que estaban. Estaban en un lugar totalmente hermoso. Lo que vendría siendo una isla perdida en medio del océano, con su selva virgen y su agua cristalina, con su arena blanquecina y su fauna especial.
Se miraron entre ellos, buscaban una respuesta por parte de alguno de ellos a la pregunta:"¿Que debemos hacer?". Aparentaba no haber respuesta alguna. Sus caras eran pensativas, cada uno de ellos pensaba la forma en la que responder esa pregunta. Excepto Harry, claro está, él solo pensaba la forma en la que tirarse a Amelie pero su caso es uno aparte.
-¿Por que no buscamos ayuda?-Preguntó la inocente de Jade.-Debe de haber alguna persona, digo yo.-Jane le acarició el hombro.
-Boo...¿No crees que el yate debió de hacer un estruendo al romperse?-Asintió la apodada.-Entonces...¡¿No crees que habrían venido en cuanto lo oyeron, estúpida?!
-Relaja la raja, hermana...-Dijo Louis. Jane rodó los ojos.-La idea de Jade tampoco está tan mal.
-Pero está oscureciendo...-Dijo Liam. Se habían olvidado de que las horas pasaban.-¿Y si mejor volvemos al yate?-Le miraron como si de un loco se tratase.-Como cobijo esta noche.-Aclaró.-Y mañana por la mañana tratamos de buscar a alguien que nos ayude, ¿Estáis de acuerdo?-Asintieron.
El terror se apoderaba de sus mentes. No temían aquel lugar, al contrario, les parecía espléndido...temían no volver a sus hogares. Lo que ellos no sabían aquella noche era que pronto descubrirían algo más que temer.Logan Lerman->Jade Thirlwall
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Bienvenida, linda. Ahora actualizamos tus reservaciones :) Invitado
Invitado
Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
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¡Heloú! Sí, yo siempre me abstengo de todo, y me prometí a mi misma no audicionar para más nc's, pero aquí me tienen como siempre(?) ah, salio bien revolucionaria ._. ¡Lore! :D si así me llamo yo, ¿problem? ¬¬ :cc. ¡Me encantafasinaamoadoro, la idea!(?) kasdjvhksf además, stalkeo a ana banana :meh: aquí mi capítulo. No dire nada, para que después no digan...(?)
chau.
chau.
- capítulo ***(?):
- No dejes que el miedo te domine, toma mi mano y ayúdame a creer en ti. Cruza el mar, el cielo y las estrellas y busca aquella mirada que hubo entre los dos el día que nos cruzamos. Ayúdame a creer en el amor verdadero, no me des falsas esperanzas, porque ya las tengo. Ayúdame a repararlas y hacerlas tan verdaderas como las tuyas. Toma mi cara entre tus manos, mírame a los ojos y haz que los tuyos le hablen a los míos. Mis palabras son frágiles y el viento se las lleva rápidamente, sin oportunidad de que sean escuchadas. Quédate conmigo bajo la lluvia ¿Qué importa cuánto tiempo? Deja que acomode mi cabeza en tu hombro y solo escucha el sonido de esta golpear en la tierra, sobre nuestros cuerpos. Mi corazón no tiene miedo, es capaz de latir por ti si le das las razones; mi alma es fuerte, es capaz de seguir la tuya si ésta la acepta por sobre todas las cosas. Acéptame como soy, no te pediré que cambies. Llévame en tus brazos y hazme creer que soy fuerte, porque lo soy, solo no veo el porque. Sé mi razón de vivir, porque carezco de una. Soy capaz de morir por ti ¿Eres capaz tú de ello? Encuéntrame entre las miles de caras que te rodean día a día, esas caras vacías y grises que no te mirarían de la manera que lo haría yo, te estaré esperando. Esperaría toda la vida por ti, no hay tiempo que pueda separarnos. Sé que estás ahí. Entre el cielo y las estrellas, puede que cruzando los mares y los océanos estés ahí, buscándome o buscando aquella mirada que habrá entre los dos el día en que nos crucemos.
Primero que todo, debía recordar lo que la castaña le había dicho. No era demasiado difícil, ya que sus palabras parecían estar marcadas a fuego en su mente. Siempre era así. Era buena para recordar las cosas negativas, lamentablemente. Ella la había llamado aburrida, amargada, reprochándole que nunca participaba. Eso no era cierto, ella sí participaba con los chicos, quizás no cada vez que se les ocurría hacer algo, pero sí a menudo. Creía que ya ninguno de sus amigos la tomaba por una chica, suponía que ese estereotipo había desaparecido con el tiempo, pero era obvio que se había equivocado.
A Vanessa le molestaba mucho que no entendieran o, al menos respetaran, sus cánones de "diversión". Luego de dos años, habría creído que Magali ya habría captado que una fiesta, una telenovela o un deporte al aire libre no eran definiciones de algo agradable para ella. Pero ella insistía en invitarla a esas actividades, haciéndola sentir culpable y frustrada. En cambio, ella parecía incapaz de comprender que pudiera estar horas sólo en compañía de un libro. Quizás no sospechara que para una chica solitaria, con la estricta instrucción de no permitirse sentir, un libro era una experiencia sin igual, intensa, consoladora, maravillosa. Los libros eran sus compañeros mudos en la soledad, así como la escritura era su más fiel confidente. Pero él no lo entendía.
Y, en realidad, era posible que la castaña no fuera la única. Suponía que sus otros amigos también creían que, luego de la visita al museo e historia, ella sería la felicidad personificada. No sabían que un pintor demasiado atractivo y suspicaz, no desaparecería su soledad de un día para otro y que, por mucho que le hubiera gustado, eso no significaba que no viviera en su mente, en sus ojos, en sus pensamientos y que no cesara de intentarlo hacia ella. Las emociones seguían siendo peligrosas, si bien ahora, más que reprimirlas, debía controlarlas y mantenerlas a un nivel saludable.
{***}
— No me interesa que seas ese tipo de chicas a las que les gusta encerrarse en su Torre de hielo, solo para leer un libro —Cuestiono el castaño de ojos que hechizan, que desde que Vanessa había pisado el suelo, no había dejado de mirarla.
Un leve sonrojo se apodero de ella, y por primera vez en su vida, se sentía nerviosa, intimidada y excitada por la hermosa vista que estaba contemplando en ese bello instante. Era alto, cabello castaño, ojos marrones oscuros, cejas pobladas y bien marcadas, cuerpo extremadamente en forma. Era el sueño de cualquier mujer.
— ¿Me has escuchado acaso? —Volvió a la realidad, deteniéndose un momento al ceño fruncido que ahora yacía en la cara del Dios grie... el pintor, Liam.
— Discúlpeme, me distraje un poco... ¿me lo podría repetir, por favor?
— ¿Que tipo de libros lees?
— No tengo preferencia alguna, pero tengo el privilegio de disfrutar las novelas de drama. —El joven sonrió complacido por su respuesta directa. Chica sin rodeos, me gusta. Pensó.
— ¿Escribes?
— Todo el tiempo.
— ¿Podrías ser mas especifica?, eres chica de pocas palabras. —musito lo ultimo, intentando evitar que la chica se sintiera mal, o simplemente meter la pata y que probablemente, como lo hacen muchas, darle una cachetada y salir del museo contoneando sus caderas de una manera poco hostil.
— Escuche, joven Payne. Por lo que veo y me doy cuenta, usted simplemente es un joven burdo y ordinario, que busca ligar con cuanta prostituta boba se revele hacia usted. No me mal interprete, pero si usted busca llevarme a su cama y luego botarme como la basura, le advierto que conmigo se esta equivocando demasiado. Si me permite, quiero deleitarme un poco con lo abstracto con son las artes del universo.
El castaño quedo estupefacto, desorientado y malhumorado ante la respuesta bruta de la morena. ¿Que demonios le había hecho ahora? Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas. Dijo Oscar Wilde, y ahora se daba cuenta de lo que estaba hablando el. Miro por el rabillo de su ojo, a la joven morena de ojos avellana; contonearse elegantemente por los pasillos del salón de artes y esculturas. Probablemente esta chica no seria fácil de domar, pero algo en su razón le decía que la chica simplemente buscaba un nido gordo donde depositar toda esa angustia que por mas que lo esconda, sus ojos lo reflejan. Pero, ¿en serio el? ¿enamorándose de la joven testaruda? El tenia que ser muy sincero consigo mismo, el servia para muchas cosas, pero para el amor era como blanca nieves y la bruja malvada, ni en pintura se podían ver.
Mientras para Vanessa, eso la llevaba a otro tema. Enamorarse. Magali la acusó de no aprovechar su vida. Si tan sólo supiera… Aprovechar, disfrutar. ¿Qué sería para ella aprovechar? ¿Qué entendía ella por disfrutar? Ser capaz de sentir a su antojo, sin límites, sin moderaciones, sentir un maremoto en su interior rugir o un manantial de alegría desbordante. Llorar por todas las veces que las lágrimas no cayeron, reír por todas las veces que se mordió el labio hasta que brotó sangre. Sentir sin percibir el cosquilleo frío en su garganta o el susurro amenazador e incitador de su maldad. Porque sus padres siempre la incitaron a rebelarse y sentir todo lo que le había sido vendado, pues sabía que eso la acercaría más a ellos.
Sin embargo, y eso era lo difícil, aquellas sentencias eran su realidad, su historia, su verdad. Suyas y sólo suyas. Y así como le gustaría que respetaran eso, también debía respetar el modo de pensar del resto. Porque tal como le molestaba que la llamaran amargada y la instaran a cosas contra su personalidad, a Magali le debía irritar que la tratara de inmadura e infantil y que intentara hacerlo cambiar. Ella era así, era risueña, impulsiva, irreflexiva, amiga de todos. Siempre trataba de animar a la gente que la rodeaba, de integrarlos a todo. Sus intenciones eran muy buenas, tenía un corazón noble y caritativo. Podía pasar por molestosa y boba, pero Nessa sabía, aunque le costara recordarlo cuando discutían, que él no era ninguna de esas cosas. Se esforzaba por sacar sonrisas a todos sin importar el costo y era una chica lista, ocurrente, cuya inteligencia —ése era el problema—, se veía disimulada por su eterna ligereza.
— Es bueno saber que aprecias mi trabajo. —Sentía como algo le arañaba el pecho y debió esforzarse por reprimir la rabia oscura que quería levantarse ante su rebelión.
Ella no contestó. Las orejas de Liam descendieron un poco. Intento de conversación, primera parte: fracaso total. Quería charlar con ella para luego invitarla a hacer algo. Salir, comer algo o quizás, simplemente charlar indefinidamente mientras contemplaban sus artes. Puede que fuera divertido. Pero, para variar, la chica no quería colaborar.
— Veo que no me hablaras por mucho tiempo, ¿no? —insistió.
La mirada fría e irónica de ella se posó en él, que ya se sentía bastante nervioso por su desliz. No parecía demasiado contenta. "Como si alguna vez lo estuviera", volvió a pensar el chico.
— Pues ves bien, ¿no? —Su tono de voz había reducido de; "Cortante y grosero" a "Irónico y sádico". Por alguna razón, Liam se opuso a prestarle atención a su descortés tono, y establecer una conversación madura y profesional.
— Quiero anunciarte que tu tono de voz no me asusta, así que mejor bájale a tu tono que por lo que yo me puedo dar cuenta, no estoy tratando de seducirte ni llevarte a mi cama, como tu dices —Inquirió irritado.
— ¡Pues lo siento! —Soltó la morena, captando la atención de todos los comensales— Tengo un pequeño problema con mi sensor de ineptos mujeriegos, tal vez tu puedas confesarlo sin que yo haga el trabajo duro.
— Ya me hartaste, y de no ser porque aquí hay gente, te juro por mi abuela difunta, que te follaría en este mismo instante y no tendría compasión de ti, ¿me has escuchado?
Vanessa iba a protestar, pero cerro la boca de inmediato al analizar las palabras del castaño. Entonces lo miro boquiabierta, aturdida y devastada, porque esas eran sus fantasías mas anheladas con el castaño. Por dios, ¿acaso había escuchado ella sus propios pensamientos? Este hombre la afectaba, la afectaba totalmente. Pero no permitiría que ocurriese tal cosa, tendría que alejarse de el ahora.
— Seria para ti un sueño hacerlo, ¿no crees? —Sonrió, pero era mas una sonrisa de falsedad que de otra cosa— Ahora si me disculpas, tengo que arreglar unos asuntos con mi hermana. Hasta nunca, señor Payne.
Caminaba hecha un huracán por el pasillo del salón de artes, sintiendo que todos le miraban con una mezcla de incredulidad y terror. Intentaba aclarar su mente y comprender qué es lo que se supone que debería sentir ahora, que ya todo había acabado. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? Sin darse cuenta comenzó a correr; estaba llamando la atención, era evidente, pero nadie hacía nada para detenerla o siquiera decir una palabra. ¿Qué les sucedía a todos? ¿Por qué estaban paralizados? ¿Por qué nadie decía nada justo ahora? ¿Sería su reputación de fría y oscura, de peligrosa y desequilibrada? ¿Sería miedo lo que veía en sus rostros? Sabía que había una razón por la que ahora debían mirarla de aquella manera, se había encontrado con nada mas y nada menos que con el pintor mas conocido por su capacidad de enloquecer a las mujeres, y en donde las mujeres lo perseguían a el, pero ahora el caso era distinto, el corría por las calles de Settle en busca de una mujer, una mujer que se había ganado su corazón, si; Vanessa Woolf, una mujer de 26 años, enamorada de la literatura y de un hombre imposible, que irónico, ¿no?. Continuo corriendo, percatándose de que necesitaba aire, de que necesitaba comer algo, pero no porque quisiera escapar, sino porque se estaba ahogando sin motivo alguno. Y entonces, se detuvo.
— Sabía que te cansarías rápido, no tienes físico de Atleta —Farfullo a sus espaldas.
— ¿Porque me seguiste? —Pregunto, ahogándose con su propio cansancio y enfado.
— No lo se... tal vez porque quiero disculparme por mi atrevido comentario.
— No me interesa tu compasión ahora, solo necesito algo de comer... muero de hambre.
Al joven castaño se le dibujo una sonrisa sardónica, que solo el poseía cuando un plan le salia como el lo esperaba.
— Podría invitarte a comer una hamburguesa.
— Donde quieras, pero vayámonos ya.
{***}
Liam bostezó larga y perezosamente, resistiéndose al inevitable destino de tener que lidiar con el exagerado hambre de Vanessa. Se estiró con total parsimonia, desperezando cada insignificante músculo, para luego volver a bostezar anchamente. El sol de la media tarde iluminaba la habitación y le daba un aire muy acogedor y agradable. Prometía ser un día magnífico. ¡Sí, cómo amaba los días de sol! y ahora en compañía de una mujer demasiado petulante, podría reconfortar lo que queda de su corto día de descanso.
— Me agrada hablar contigo, ¿sabes? —Bromeo Liam, refiriéndose a la media hora que llevan en el restaurante, y ella no ah despegado sus ojos de su comida.
— Lo siento, tenia mucha hambre... —Nuevamente ese cosquilleo se apodero de Vanessa, ahora colapsando con sus emociones.
— Lo eh notado —suelta una leve risita, bastante simpática a decir verdad— Cuéntame, ¿como te llamas? En todo este tiempo, no me has dicho tu nombre.
— Soy Vanessa... Vanessa Woolf. —Sonaba mas angustiada, que entusiasmada.
— Oh, lindo nombre, ahora si bien tengo entendido, ¿ibas a casa de tu hermana?
— De hecho, si, oh mejor dicho mi casa, porque vivo con mis padres.
— Valla —balbuceo aturdido— No quiero sonar grosero pero, ¿como cuantos años tienes?
— No se, ¿cuantos crees que tengo? —Entre cerro los ojos, amenazadoramente.
— ¿Veinticinco? —Enarco una ceja.
— Nunca atinas, ¿eh? ¡Veintiséis! —Sonrió con satisfacción.
— Una edad muy exacta para ti, ¿no crees? —Dijo— Digo, eres una mujer muy hermosa, bastante joven, y muy testaruda, ah decir verdad.
— Te agradezco tus halagos, pero creo que mejor me voy. Magali ah de estar preguntando donde estoy, y no quiero preocuparle.
— ¿Porque cuando siento que te estoy agradando decides irte? —Vanessa sonrió— Pero agradezco tu compañía en estos... últimos minutos en donde tenias una muy agradable conversación con tu comida.
Vanessa se limito a reírse, pero extrañamente, de una manera que jamas lo había hecho. Es usual que su risa suene como de colegiala, pero esta sonó mas de ella, una risa con ganas de verdad, y no fingida. Liam quedo admirado ante la bella sonrisa, que no es muy común en ella. Por un momento Liam desearía despertar con esa sonrisa, pero entonces lo borra inmediatamente, creyendo que tal vez ella no quisiera tener nada que ver con el.
— Nos vemos, Liam.
— Nos vemos, Vanessa.
Invitado
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Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
Deby. escribió:Necesitamos los PJ's que quieres reservar c:Stefanya escribió:Hola lindas la idea me fascino y obvio audicionare c: me voy por Liam creo que ese castaño me espera lo se lo se
En fen aqui les dejo sus requisitos c:
- Robert *-*:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Y... mi cap o shot mas bien c:
- Aqui c:
Baje del auto con un suspiro, un día más en la vida, al parecer no podría ser tan malo, después de todo hace tres días que no recibo las típicas cartas de arrepentimiento de Niall o las flores que dejaba en la entrada, ahora es un nuevo día, no tengo porque seguir pensando en él, después de todo me abandono cuando más lo necesitaba.
La casa se encontraba más silenciosa de lo habitual, me daban ganas de dar marcha atrás ya que nunca se encontraba de esta forma, mi madre se encontraba trabajando, dado que nuestro padre se le dio por abandonarnos en el momento en donde mi hermana entro a la universidad. Por lo que no lo he visto en tres años exactos, fecha exacta en la que Niall se fue al concurso mientras yo empacaba para irme de la casa de mi padre.
Después de eso, los mensajes de texto disminuyeron en gran cantidad, dejamos de conectarnos en las redes sociales y fuimos unos completos desconocidos desde el momento en que dejo de hablarme.
Trate de subir las escaleras pero un repentino carraspeo proveniente de la sala me hicieron dar un pequeño sobresalto, girando lentamente con los talones para encontrarme con la cabellera pelirroja de mi hermana, definitivamente no estaba del mejor humor para que me sermoneara.
Tenía la vista clavada en mí, se veía dura y fría como si me estuviera reprochando por algo que no tenía ni idea de que hice ahora, a menos de que se haya enterado de las dos materias que reprobé pero eso es improbable
- Me puedes explicar esto? – levanto una ceja mientras detrás de ella, sacaba un florero hermoso lleno de lo que parecían orquídeas
- No hay nada que explicar – hable fría puesto que ya tenía idea de quien las había mandado y eso me seguía quebrando el corazón
- Megan ¿Ya leíste al menos una de sus cartas?
- No me interesa, hago lo mismo que hizo él hace tres años
- Sé muy bien que ha venido a la casa, los múltiples arreglos que deja en la puerta y las cartas que envía cada día pretendiendo que al menos una la leas y no te das cuenta de que le haces daño
Las palabras de mi hermana eran crudas y realistas, tenía razón en todo, al perecer Niall se mostraba de lo más arrepentido pero eso no bastaba, recuerdos de cuando éramos niños aparecieron en mi mente y sentí como mis rodillas comenzaban a temblar.
- Y no solo a él…también a ti Meg – sonó mas comprensiva, al verme tan débil, como lo había estado después de su partida
- ¿Y qué quieres que haga? – comenzaron a caer las lágrimas por mis mejillas – corre y decirlo que todo está bien, que vamos a ser amigos como antes, todo cambio y tú más que nadie lo sabes
- Lo sé, ya no es como los cuentos de hadas, no es el principio de siempre – se levanto de la silla tan rápido que parecía enojada
- Pero sabes que lo que estás haciendo está mal, tanto para ti como para él y por si te interesa todas las cartas están en el escritorio de tu habitación, las recogí de la basura cuando te vi tirarlas – choco con mi hombro y subió las escaleras lo más rápido que pudo y cerró la puerta con un fuerte golpe
Me acerque al arreglo floral y me senté en donde anteriormente estaba Charlotte admirando la belleza de las flores rosadas, después de todo sigue acordándose de mi color favorito, pero será cierto que se convirtió en otra persona, la fama le haría daño a mi duende o seguirá siendo el mismo que comía todas las noches en casa de mi padre, la misma que me invitaba a comer las tardes cuando sabía que mi madre no había hecho la merienda.
No lo sabía y mi cobardía me impedía intentar verificar si lo seguía siendo.
Una pequeña nota se asomaba entre las flores, se veía una letra cursiva, claramente era de Niall, cosa que lo hacía aún más doloroso que hace unos minutos. El mensaje solo constaba de pocas letras pero era lo suficiente para mí:“Había una vez…donde estaba riendo contigo…sé que lo arruine…pero no puedo cambiar el pasado”
Salte de la silla rápidamente como si el arreglo me hubiera espantado, y como cada vez que veía flores de Niall corrí escaleras arriba, donde apenas encontrándome en mi habitación me tire en la cama y roge a Morfeo porque me llevara con él al menos unas cuantas horas.(…)
El sueño era muy claro en mi mente…
La luna estaba al tope en el cielo, podía distinguir claramente las orillas del lago en donde estaba esperando a Niall, él me había prometido venir cuando llegará de Londres, había ido a hacer su audición para el concurso de canto que quería participar.
Pasaron los minutos y no lo veía llegar, era muy importante volver a verlo pero ni si quiera se tomo en la molestia de venir a verme o eso es lo que creía, paseaba de un lado a otro esperando verlo llegar por el único sendero pero no distinguía absolutamente nada.
Una hora tras otra se fueron esfumando, mientras las lágrimas caían por mis ojos, era la primera vez que alguien me había dejado plantada por más de cuatro horas, era algo sumamente humillante el estar esperándolo por mucho tiempo.
Me levante de la banca con lo que quedaba de mi dignidad pisoteada y comencé a caminar en dirección de mi querida casa, no estaba de humor para poder soportarlo más tiempo, la hora pasaba de las dos de la mañana y no se había dignado a saludar ni avisar por teléfono.
Los sollozos no tardaron en llegar y pronto estaba destrozada por dentro, las pocas personas que lograban verme por la calle me miraba como una chiquilla que algo le acaba de pasar y lo que menos necesitaba era que me tuvieran compasión, pero en este momento me importaba poco lo que estuvieran pensando de mí, lo único que sabía era que estaba perdiendo todo en mi vida, el día anterior mi padre no había exigido que nos fuéramos de la casa, perdí a mi padre y al parecer a Niall igual.
Pase por una calle en donde se encontraba un bar, estaba a poco de mi casa y podía correr para llegar, me acomode el suéter color canela que traía puesto, ya que el frío se me traspasaba, llegando a los huesos.
Camine por la calle un poco más tranquila después de todo, me enseñaron a no llorar por un hombre y es lo que debo de aplicar en este momento, debía de ser fuerte.
Al pasar por enfrente del bar veía como había muchos chicos que estaban festejando alegremente, era algo divertido, pero en cierto plano no tenía ni si quiera ganas de sonreír a pesar de ver cómo era divertido como mojaban a un chico castaño.
Seguí mirando, pero segundos después vi la cabellera rubia muy conocida, me quede mirando un rato más hasta que lo comprobé.
Niall Horan estaba en ese bar festejando, las lagrimas no tardaron en aparecer, veía que se divertía mientras yo esperándolo como una idiota en el parque, cuando debía de suponer que ni si quiera iría, me sentía tan imbécil que por un momento quise ir a romperle los dientes, era un idiota por hacerlo y mas por no avisar que se iría de fiesta con sus amigos.
Por extraña razón me quede viendo un rato su fiesta, mientras lloraba afuera del bar, no podía creerlo, Niall debió de sentir que alguien lo veía porque volteo a la ventana y al verme se quedo congelado, veía como se le iba el color de la cara, solo negué con la cabeza y camine de nuevo a mi casa sin importarme lo que podía estar pensando, las lagrimas no disminuían pero al menos estaba más calmada.
- Megan – escuche la voz de Niall mientras salía corriendo del bar – Megan no era mi intención, solo que
- ¡¿Solo qué?! Que estuve como una plena idiota sentada por más de cinco horas esperando a que terminara tu “celebración” – me importaba si despertaba a los vecinos pero este no era el mejor momento
- Te juro que te iba a llamar, pero Zayn me salto de improvisto y no podía dejar plantado y Harry me quito el celular y no podía hacer nada
- ¡A mí no me interesa quien es Harry ni Zany o como se diga, pero como a mi si me dejas plantada y a tus amigos de poco no, te conozco desde hace años y simplemente me dejas esperando algo que nunca iba a pasar!
- Es que no era lo que quería – susurro por lo bajo
- Al parecer era justo lo que querías – dije más tranquila y seguí mi camino por la calle
Niall no intento seguirme y le agradecí por eso, lo demás solo era una historia barata…(…)
Me desperté un poco sudorosa y con lágrimas en los ojos, ese día fue el último día en que lo vi, después de eso no volví a hablar con él, deje sus twitts en espera, igual los mensajes en Facebook y en mi celular, lo elimine y me desaparecí de su vida creyendo que habíamos sido unos completos desconocidos, pero con su regreso a Irlanda veo que nunca fue así.
Por cierto mi nombre es Stefanya como el usuario ¿? tengo trece y soy de México c: Saludos
Perdón olvide los detalles :oops: reservaría a Liam Payne y Lea Michele las amaría si es que quede claro c:
Kurisu
Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
¡Hola Mey! ¡Hola Debs! Me prometi que NO volveria a inscribirme a algo, pero por vuestra culpa, si la vuestra. ¡Me quiero inscribir! ¿Quien tuvo esta magnifica idea? ¡Dare un capitulo que tenia escondido, uno de mis especiales, no lo he subido! ¡Peroo bueno en unos minutos os lo dejo! ¡Espero con ansias poder quedar! ¡Besos a las dos!
- Gifo:
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Invitado
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Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
IMPORTANTE
Necesito que me digan a quien quieren reservar, no son audiciones. Solo digan a quien quieren reservar, aceptaremos su cap y les reservamos a quien quiera, como unas inscripciones común y corrientes.
Necesito que me digan a quien quieren reservar, no son audiciones. Solo digan a quien quieren reservar, aceptaremos su cap y les reservamos a quien quiera, como unas inscripciones común y corrientes.
Invitado
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Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
Perdón por eso siempre se me olvide :oops: ya lo corregí en mi cita anterior en verdad lo siento :oops:
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Kurisu
Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
- Sinopsis:
- Mi mano estaba fría como el hielo y helada como el viento... escondida entre la suya, más fuerte, más cálida y más impotente. Era increíble como un simple y mínimo gesto como aquel, podía reducir dentro de sí montañas llenas de significado para mi subconsciente. En la mínima unión de nuestras manos, existía una conexión potente, como una energía que se afloraba por encima de los poros de nuestra piel, creándose y creciéndose a medida que pasaba el tiempo. Fueron tan solo unos minutos, pero yo sentí que era una eternidad.
Las personas que nos acompañaban se bajaron en el segundo piso, Harry me detuvo cuando yo me proponía a salir y se dirigió al señor que manejaba el ascensor de la torre.
- Tercer piso - dijo calmado y sereno.
Temerosa, me volví a posar a su lado. El señor refunfuñó un poco e hizo andar al ascensor. Me encogí de nervios y observe a Harry de reojo, su mirada estaba llena calma y sosiego que me hizo sentir ridícula por tener estos nervios, ante su simple tacto tocando el mio. Nos nos habíamos soltado por ahora, y a pesar de que poco a poco ascendíamos y cada vez la vista de París era mas maravillosa y espectacular, yo solo me preocupaba por su presencia.
Su fría y a la vez cálida presencia.
Fue en ese pequeño instante en que ascendíamos - mientras nuestras manos estaban unidas - que sentí aquella aura fría y melancólica que asolaba Harry. Su presencia, pasiva y tranquila, me hacía sentir nerviosa y expectante, curiosa, casi excitante ante la posibilidad de descubrir algo. Sí, desde que lo conocí siempre había soñado con descubrirlo, con conocer los secretos que encerraba aquella mirada indiferente hacia el mundo, aquella actitud inmutable, y sobretodo, aquella mente impenetrable. Desde que lo conocí... aquella tarde de invierno mientras me escondía detrás de las piernas de mi madre.
"Saluda a Harry, Bárbara, el es tu hermano"
Invitado
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Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
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- Aqui c:
Baje del auto con un suspiro, un día más en la vida, al parecer no podría ser tan malo, después de todo hace tres días que no recibo las típicas cartas de arrepentimiento de Niall o las flores que dejaba en la entrada, ahora es un nuevo día, no tengo porque seguir pensando en él, después de todo me abandono cuando más lo necesitaba.
La casa se encontraba más silenciosa de lo habitual, me daban ganas de dar marcha atrás ya que nunca se encontraba de esta forma, mi madre se encontraba trabajando, dado que nuestro padre se le dio por abandonarnos en el momento en donde mi hermana entro a la universidad. Por lo que no lo he visto en tres años exactos, fecha exacta en la que Niall se fue al concurso mientras yo empacaba para irme de la casa de mi padre.
Después de eso, los mensajes de texto disminuyeron en gran cantidad, dejamos de conectarnos en las redes sociales y fuimos unos completos desconocidos desde el momento en que dejo de hablarme.
Trate de subir las escaleras pero un repentino carraspeo proveniente de la sala me hicieron dar un pequeño sobresalto, girando lentamente con los talones para encontrarme con la cabellera pelirroja de mi hermana, definitivamente no estaba del mejor humor para que me sermoneara.
Tenía la vista clavada en mí, se veía dura y fría como si me estuviera reprochando por algo que no tenía ni idea de que hice ahora, a menos de que se haya enterado de las dos materias que reprobé pero eso es improbable
- Me puedes explicar esto? – levanto una ceja mientras detrás de ella, sacaba un florero hermoso lleno de lo que parecían orquídeas
- No hay nada que explicar – hable fría puesto que ya tenía idea de quien las había mandado y eso me seguía quebrando el corazón
- Megan ¿Ya leíste al menos una de sus cartas?
- No me interesa, hago lo mismo que hizo él hace tres años
- Sé muy bien que ha venido a la casa, los múltiples arreglos que deja en la puerta y las cartas que envía cada día pretendiendo que al menos una la leas y no te das cuenta de que le haces daño
Las palabras de mi hermana eran crudas y realistas, tenía razón en todo, al perecer Niall se mostraba de lo más arrepentido pero eso no bastaba, recuerdos de cuando éramos niños aparecieron en mi mente y sentí como mis rodillas comenzaban a temblar.
- Y no solo a él…también a ti Meg – sonó mas comprensiva, al verme tan débil, como lo había estado después de su partida
- ¿Y qué quieres que haga? – comenzaron a caer las lágrimas por mis mejillas – corre y decirlo que todo está bien, que vamos a ser amigos como antes, todo cambio y tú más que nadie lo sabes
- Lo sé, ya no es como los cuentos de hadas, no es el principio de siempre – se levanto de la silla tan rápido que parecía enojada
- Pero sabes que lo que estás haciendo está mal, tanto para ti como para él y por si te interesa todas las cartas están en el escritorio de tu habitación, las recogí de la basura cuando te vi tirarlas – choco con mi hombro y subió las escaleras lo más rápido que pudo y cerró la puerta con un fuerte golpe
Me acerque al arreglo floral y me senté en donde anteriormente estaba Charlotte admirando la belleza de las flores rosadas, después de todo sigue acordándose de mi color favorito, pero será cierto que se convirtió en otra persona, la fama le haría daño a mi duende o seguirá siendo el mismo que comía todas las noches en casa de mi padre, la misma que me invitaba a comer las tardes cuando sabía que mi madre no había hecho la merienda.
No lo sabía y mi cobardía me impedía intentar verificar si lo seguía siendo.
Una pequeña nota se asomaba entre las flores, se veía una letra cursiva, claramente era de Niall, cosa que lo hacía aún más doloroso que hace unos minutos. El mensaje solo constaba de pocas letras pero era lo suficiente para mí:“Había una vez…donde estaba riendo contigo…sé que lo arruine…pero no puedo cambiar el pasado”
Salte de la silla rápidamente como si el arreglo me hubiera espantado, y como cada vez que veía flores de Niall corrí escaleras arriba, donde apenas encontrándome en mi habitación me tire en la cama y roge a Morfeo porque me llevara con él al menos unas cuantas horas.(…)
El sueño era muy claro en mi mente…
La luna estaba al tope en el cielo, podía distinguir claramente las orillas del lago en donde estaba esperando a Niall, él me había prometido venir cuando llegará de Londres, había ido a hacer su audición para el concurso de canto que quería participar.
Pasaron los minutos y no lo veía llegar, era muy importante volver a verlo pero ni si quiera se tomo en la molestia de venir a verme o eso es lo que creía, paseaba de un lado a otro esperando verlo llegar por el único sendero pero no distinguía absolutamente nada.
Una hora tras otra se fueron esfumando, mientras las lágrimas caían por mis ojos, era la primera vez que alguien me había dejado plantada por más de cuatro horas, era algo sumamente humillante el estar esperándolo por mucho tiempo.
Me levante de la banca con lo que quedaba de mi dignidad pisoteada y comencé a caminar en dirección de mi querida casa, no estaba de humor para poder soportarlo más tiempo, la hora pasaba de las dos de la mañana y no se había dignado a saludar ni avisar por teléfono.
Los sollozos no tardaron en llegar y pronto estaba destrozada por dentro, las pocas personas que lograban verme por la calle me miraba como una chiquilla que algo le acaba de pasar y lo que menos necesitaba era que me tuvieran compasión, pero en este momento me importaba poco lo que estuvieran pensando de mí, lo único que sabía era que estaba perdiendo todo en mi vida, el día anterior mi padre no había exigido que nos fuéramos de la casa, perdí a mi padre y al parecer a Niall igual.
Pase por una calle en donde se encontraba un bar, estaba a poco de mi casa y podía correr para llegar, me acomode el suéter color canela que traía puesto, ya que el frío se me traspasaba, llegando a los huesos.
Camine por la calle un poco más tranquila después de todo, me enseñaron a no llorar por un hombre y es lo que debo de aplicar en este momento, debía de ser fuerte.
Al pasar por enfrente del bar veía como había muchos chicos que estaban festejando alegremente, era algo divertido, pero en cierto plano no tenía ni si quiera ganas de sonreír a pesar de ver cómo era divertido como mojaban a un chico castaño.
Seguí mirando, pero segundos después vi la cabellera rubia muy conocida, me quede mirando un rato más hasta que lo comprobé.
Niall Horan estaba en ese bar festejando, las lagrimas no tardaron en aparecer, veía que se divertía mientras yo esperándolo como una idiota en el parque, cuando debía de suponer que ni si quiera iría, me sentía tan imbécil que por un momento quise ir a romperle los dientes, era un idiota por hacerlo y mas por no avisar que se iría de fiesta con sus amigos.
Por extraña razón me quede viendo un rato su fiesta, mientras lloraba afuera del bar, no podía creerlo, Niall debió de sentir que alguien lo veía porque volteo a la ventana y al verme se quedo congelado, veía como se le iba el color de la cara, solo negué con la cabeza y camine de nuevo a mi casa sin importarme lo que podía estar pensando, las lagrimas no disminuían pero al menos estaba más calmada.
- Megan – escuche la voz de Niall mientras salía corriendo del bar – Megan no era mi intención, solo que
- ¡¿Solo qué?! Que estuve como una plena idiota sentada por más de cinco horas esperando a que terminara tu “celebración” – me importaba si despertaba a los vecinos pero este no era el mejor momento
- Te juro que te iba a llamar, pero Zayn me salto de improvisto y no podía dejar plantado y Harry me quito el celular y no podía hacer nada
- ¡A mí no me interesa quien es Harry ni Zany o como se diga, pero como a mi si me dejas plantada y a tus amigos de poco no, te conozco desde hace años y simplemente me dejas esperando algo que nunca iba a pasar!
- Es que no era lo que quería – susurro por lo bajo
- Al parecer era justo lo que querías – dije más tranquila y seguí mi camino por la calle
Niall no intento seguirme y le agradecí por eso, lo demás solo era una historia barata…(…)
Me desperté un poco sudorosa y con lágrimas en los ojos, ese día fue el último día en que lo vi, después de eso no volví a hablar con él, deje sus twitts en espera, igual los mensajes en Facebook y en mi celular, lo elimine y me desaparecí de su vida creyendo que habíamos sido unos completos desconocidos, pero con su regreso a Irlanda veo que nunca fue así.
Por cierto mi nombre es Stefanya como el usuario ¿? tengo trece y soy de México c: Saludos
Liam y Lea serán reservados ¡Bienvenida!
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Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
»Boo. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]¡Heloú! Sí, yo siempre me abstengo de todo, y me prometí a mi misma no audicionar para más nc's, pero aquí me tienen como siempre(?) ah, salio bien revolucionaria ._. ¡Lore! :D si así me llamo yo, ¿problem? ¬¬ :cc. ¡Me encantafasinaamoadoro, la idea!(?) kasdjvhksf además, stalkeo a ana banana :meh:aquí mi capítulo. No dire nada, para que después no digan...(?)
chau.
- capítulo ***(?):
No dejes que el miedo te domine, toma mi mano y ayúdame a creer en ti. Cruza el mar, el cielo y las estrellas y busca aquella mirada que hubo entre los dos el día que nos cruzamos. Ayúdame a creer en el amor verdadero, no me des falsas esperanzas, porque ya las tengo. Ayúdame a repararlas y hacerlas tan verdaderas como las tuyas. Toma mi cara entre tus manos, mírame a los ojos y haz que los tuyos le hablen a los míos. Mis palabras son frágiles y el viento se las lleva rápidamente, sin oportunidad de que sean escuchadas. Quédate conmigo bajo la lluvia ¿Qué importa cuánto tiempo? Deja que acomode mi cabeza en tu hombro y solo escucha el sonido de esta golpear en la tierra, sobre nuestros cuerpos. Mi corazón no tiene miedo, es capaz de latir por ti si le das las razones; mi alma es fuerte, es capaz de seguir la tuya si ésta la acepta por sobre todas las cosas. Acéptame como soy, no te pediré que cambies. Llévame en tus brazos y hazme creer que soy fuerte, porque lo soy, solo no veo el porque. Sé mi razón de vivir, porque carezco de una. Soy capaz de morir por ti ¿Eres capaz tú de ello? Encuéntrame entre las miles de caras que te rodean día a día, esas caras vacías y grises que no te mirarían de la manera que lo haría yo, te estaré esperando. Esperaría toda la vida por ti, no hay tiempo que pueda separarnos. Sé que estás ahí. Entre el cielo y las estrellas, puede que cruzando los mares y los océanos estés ahí, buscándome o buscando aquella mirada que habrá entre los dos el día en que nos crucemos.
Primero que todo, debía recordar lo que la castaña le había dicho. No era demasiado difícil, ya que sus palabras parecían estar marcadas a fuego en su mente. Siempre era así. Era buena para recordar las cosas negativas, lamentablemente. Ella la había llamado aburrida, amargada, reprochándole que nunca participaba. Eso no era cierto, ella sí participaba con los chicos, quizás no cada vez que se les ocurría hacer algo, pero sí a menudo. Creía que ya ninguno de sus amigos la tomaba por una chica, suponía que ese estereotipo había desaparecido con el tiempo, pero era obvio que se había equivocado.
A Vanessa le molestaba mucho que no entendieran o, al menos respetaran, sus cánones de "diversión". Luego de dos años, habría creído que Magali ya habría captado que una fiesta, una telenovela o un deporte al aire libre no eran definiciones de algo agradable para ella. Pero ella insistía en invitarla a esas actividades, haciéndola sentir culpable y frustrada. En cambio, ella parecía incapaz de comprender que pudiera estar horas sólo en compañía de un libro. Quizás no sospechara que para una chica solitaria, con la estricta instrucción de no permitirse sentir, un libro era una experiencia sin igual, intensa, consoladora, maravillosa. Los libros eran sus compañeros mudos en la soledad, así como la escritura era su más fiel confidente. Pero él no lo entendía.
Y, en realidad, era posible que la castaña no fuera la única. Suponía que sus otros amigos también creían que, luego de la visita al museo e historia, ella sería la felicidad personificada. No sabían que un pintor demasiado atractivo y suspicaz, no desaparecería su soledad de un día para otro y que, por mucho que le hubiera gustado, eso no significaba que no viviera en su mente, en sus ojos, en sus pensamientos y que no cesara de intentarlo hacia ella. Las emociones seguían siendo peligrosas, si bien ahora, más que reprimirlas, debía controlarlas y mantenerlas a un nivel saludable.
{***}
— No me interesa que seas ese tipo de chicas a las que les gusta encerrarse en su Torre de hielo, solo para leer un libro —Cuestiono el castaño de ojos que hechizan, que desde que Vanessa había pisado el suelo, no había dejado de mirarla.
Un leve sonrojo se apodero de ella, y por primera vez en su vida, se sentía nerviosa, intimidada y excitada por la hermosa vista que estaba contemplando en ese bello instante. Era alto, cabello castaño, ojos marrones oscuros, cejas pobladas y bien marcadas, cuerpo extremadamente en forma. Era el sueño de cualquier mujer.
— ¿Me has escuchado acaso? —Volvió a la realidad, deteniéndose un momento al ceño fruncido que ahora yacía en la cara del Dios grie... el pintor, Liam.
— Discúlpeme, me distraje un poco... ¿me lo podría repetir, por favor?
— ¿Que tipo de libros lees?
— No tengo preferencia alguna, pero tengo el privilegio de disfrutar las novelas de drama. —El joven sonrió complacido por su respuesta directa. Chica sin rodeos, me gusta. Pensó.
— ¿Escribes?
— Todo el tiempo.
— ¿Podrías ser mas especifica?, eres chica de pocas palabras. —musito lo ultimo, intentando evitar que la chica se sintiera mal, o simplemente meter la pata y que probablemente, como lo hacen muchas, darle una cachetada y salir del museo contoneando sus caderas de una manera poco hostil.
— Escuche, joven Payne. Por lo que veo y me doy cuenta, usted simplemente es un joven burdo y ordinario, que busca ligar con cuanta prostituta boba se revele hacia usted. No me mal interprete, pero si usted busca llevarme a su cama y luego botarme como la basura, le advierto que conmigo se esta equivocando demasiado. Si me permite, quiero deleitarme un poco con lo abstracto con son las artes del universo.
El castaño quedo estupefacto, desorientado y malhumorado ante la respuesta bruta de la morena. ¿Que demonios le había hecho ahora? Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas. Dijo Oscar Wilde, y ahora se daba cuenta de lo que estaba hablando el. Miro por el rabillo de su ojo, a la joven morena de ojos avellana; contonearse elegantemente por los pasillos del salón de artes y esculturas. Probablemente esta chica no seria fácil de domar, pero algo en su razón le decía que la chica simplemente buscaba un nido gordo donde depositar toda esa angustia que por mas que lo esconda, sus ojos lo reflejan. Pero, ¿en serio el? ¿enamorándose de la joven testaruda? El tenia que ser muy sincero consigo mismo, el servia para muchas cosas, pero para el amor era como blanca nieves y la bruja malvada, ni en pintura se podían ver.
Mientras para Vanessa, eso la llevaba a otro tema. Enamorarse. Magali la acusó de no aprovechar su vida. Si tan sólo supiera… Aprovechar, disfrutar. ¿Qué sería para ella aprovechar? ¿Qué entendía ella por disfrutar? Ser capaz de sentir a su antojo, sin límites, sin moderaciones, sentir un maremoto en su interior rugir o un manantial de alegría desbordante. Llorar por todas las veces que las lágrimas no cayeron, reír por todas las veces que se mordió el labio hasta que brotó sangre. Sentir sin percibir el cosquilleo frío en su garganta o el susurro amenazador e incitador de su maldad. Porque sus padres siempre la incitaron a rebelarse y sentir todo lo que le había sido vendado, pues sabía que eso la acercaría más a ellos.
Sin embargo, y eso era lo difícil, aquellas sentencias eran su realidad, su historia, su verdad. Suyas y sólo suyas. Y así como le gustaría que respetaran eso, también debía respetar el modo de pensar del resto. Porque tal como le molestaba que la llamaran amargada y la instaran a cosas contra su personalidad, a Magali le debía irritar que la tratara de inmadura e infantil y que intentara hacerlo cambiar. Ella era así, era risueña, impulsiva, irreflexiva, amiga de todos. Siempre trataba de animar a la gente que la rodeaba, de integrarlos a todo. Sus intenciones eran muy buenas, tenía un corazón noble y caritativo. Podía pasar por molestosa y boba, pero Nessa sabía, aunque le costara recordarlo cuando discutían, que él no era ninguna de esas cosas. Se esforzaba por sacar sonrisas a todos sin importar el costo y era una chica lista, ocurrente, cuya inteligencia —ése era el problema—, se veía disimulada por su eterna ligereza.
— Es bueno saber que aprecias mi trabajo. —Sentía como algo le arañaba el pecho y debió esforzarse por reprimir la rabia oscura que quería levantarse ante su rebelión.
Ella no contestó. Las orejas de Liam descendieron un poco. Intento de conversación, primera parte: fracaso total. Quería charlar con ella para luego invitarla a hacer algo. Salir, comer algo o quizás, simplemente charlar indefinidamente mientras contemplaban sus artes. Puede que fuera divertido. Pero, para variar, la chica no quería colaborar.
— Veo que no me hablaras por mucho tiempo, ¿no? —insistió.
La mirada fría e irónica de ella se posó en él, que ya se sentía bastante nervioso por su desliz. No parecía demasiado contenta. "Como si alguna vez lo estuviera", volvió a pensar el chico.
— Pues ves bien, ¿no? —Su tono de voz había reducido de; "Cortante y grosero" a "Irónico y sádico". Por alguna razón, Liam se opuso a prestarle atención a su descortés tono, y establecer una conversación madura y profesional.
— Quiero anunciarte que tu tono de voz no me asusta, así que mejor bájale a tu tono que por lo que yo me puedo dar cuenta, no estoy tratando de seducirte ni llevarte a mi cama, como tu dices —Inquirió irritado.
— ¡Pues lo siento! —Soltó la morena, captando la atención de todos los comensales— Tengo un pequeño problema con mi sensor de ineptos mujeriegos, tal vez tu puedas confesarlo sin que yo haga el trabajo duro.
— Ya me hartaste, y de no ser porque aquí hay gente, te juro por mi abuela difunta, que te follaría en este mismo instante y no tendría compasión de ti, ¿me has escuchado?
Vanessa iba a protestar, pero cerro la boca de inmediato al analizar las palabras del castaño. Entonces lo miro boquiabierta, aturdida y devastada, porque esas eran sus fantasías mas anheladas con el castaño. Por dios, ¿acaso había escuchado ella sus propios pensamientos? Este hombre la afectaba, la afectaba totalmente. Pero no permitiría que ocurriese tal cosa, tendría que alejarse de el ahora.
— Seria para ti un sueño hacerlo, ¿no crees? —Sonrió, pero era mas una sonrisa de falsedad que de otra cosa— Ahora si me disculpas, tengo que arreglar unos asuntos con mi hermana. Hasta nunca, señor Payne.
Caminaba hecha un huracán por el pasillo del salón de artes, sintiendo que todos le miraban con una mezcla de incredulidad y terror. Intentaba aclarar su mente y comprender qué es lo que se supone que debería sentir ahora, que ya todo había acabado. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? Sin darse cuenta comenzó a correr; estaba llamando la atención, era evidente, pero nadie hacía nada para detenerla o siquiera decir una palabra. ¿Qué les sucedía a todos? ¿Por qué estaban paralizados? ¿Por qué nadie decía nada justo ahora? ¿Sería su reputación de fría y oscura, de peligrosa y desequilibrada? ¿Sería miedo lo que veía en sus rostros? Sabía que había una razón por la que ahora debían mirarla de aquella manera, se había encontrado con nada mas y nada menos que con el pintor mas conocido por su capacidad de enloquecer a las mujeres, y en donde las mujeres lo perseguían a el, pero ahora el caso era distinto, el corría por las calles de Settle en busca de una mujer, una mujer que se había ganado su corazón, si; Vanessa Woolf, una mujer de 26 años, enamorada de la literatura y de un hombre imposible, que irónico, ¿no?. Continuo corriendo, percatándose de que necesitaba aire, de que necesitaba comer algo, pero no porque quisiera escapar, sino porque se estaba ahogando sin motivo alguno. Y entonces, se detuvo.
— Sabía que te cansarías rápido, no tienes físico de Atleta —Farfullo a sus espaldas.
— ¿Porque me seguiste? —Pregunto, ahogándose con su propio cansancio y enfado.
— No lo se... tal vez porque quiero disculparme por mi atrevido comentario.
— No me interesa tu compasión ahora, solo necesito algo de comer... muero de hambre.
Al joven castaño se le dibujo una sonrisa sardónica, que solo el poseía cuando un plan le salia como el lo esperaba.
— Podría invitarte a comer una hamburguesa.
— Donde quieras, pero vayámonos ya.
{***}
Liam bostezó larga y perezosamente, resistiéndose al inevitable destino de tener que lidiar con el exagerado hambre de Vanessa. Se estiró con total parsimonia, desperezando cada insignificante músculo, para luego volver a bostezar anchamente. El sol de la media tarde iluminaba la habitación y le daba un aire muy acogedor y agradable. Prometía ser un día magnífico. ¡Sí, cómo amaba los días de sol! y ahora en compañía de una mujer demasiado petulante, podría reconfortar lo que queda de su corto día de descanso.
— Me agrada hablar contigo, ¿sabes? —Bromeo Liam, refiriéndose a la media hora que llevan en el restaurante, y ella no ah despegado sus ojos de su comida.
— Lo siento, tenia mucha hambre... —Nuevamente ese cosquilleo se apodero de Vanessa, ahora colapsando con sus emociones.
— Lo eh notado —suelta una leve risita, bastante simpática a decir verdad— Cuéntame, ¿como te llamas? En todo este tiempo, no me has dicho tu nombre.
— Soy Vanessa... Vanessa Woolf. —Sonaba mas angustiada, que entusiasmada.
— Oh, lindo nombre, ahora si bien tengo entendido, ¿ibas a casa de tu hermana?
— De hecho, si, oh mejor dicho mi casa, porque vivo con mis padres.
— Valla —balbuceo aturdido— No quiero sonar grosero pero, ¿como cuantos años tienes?
— No se, ¿cuantos crees que tengo? —Entre cerro los ojos, amenazadoramente.
— ¿Veinticinco? —Enarco una ceja.
— Nunca atinas, ¿eh? ¡Veintiséis! —Sonrió con satisfacción.
— Una edad muy exacta para ti, ¿no crees? —Dijo— Digo, eres una mujer muy hermosa, bastante joven, y muy testaruda, ah decir verdad.
— Te agradezco tus halagos, pero creo que mejor me voy. Magali ah de estar preguntando donde estoy, y no quiero preocuparle.
— ¿Porque cuando siento que te estoy agradando decides irte? —Vanessa sonrió— Pero agradezco tu compañía en estos... últimos minutos en donde tenias una muy agradable conversación con tu comida.
Vanessa se limito a reírse, pero extrañamente, de una manera que jamas lo había hecho. Es usual que su risa suene como de colegiala, pero esta sonó mas de ella, una risa con ganas de verdad, y no fingida. Liam quedo admirado ante la bella sonrisa, que no es muy común en ella. Por un momento Liam desearía despertar con esa sonrisa, pero entonces lo borra inmediatamente, creyendo que tal vez ella no quisiera tener nada que ver con el.
— Nos vemos, Liam.
— Nos vemos, Vanessa.
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Invitado
Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
bueno aqui las conozco a las dos. Mey y debs -mey me olvido una vez (igual le tome caleta de afecto, ily) y debs... ily sghsjkf - eso bueno yo tbn llegue aquí porque stalkee a alguien :cof: deborah :cof: skjfhgksfj eso bueno mi audicion esta en el shot de caca corta que tenia guardado por ahí, eso(?)
- shot de caca:
- Grace, hoy es un día muy especial en tu vida, y siéndote sincero no quiero arruinarlo pero en el transcurso del tiempo o de que leas esta carta te darás cuenta del porqué de todo lo que pasará mientras leas esto.Un día como hoy; fue el día en el que me digne a pedirte que fueras mi novia. Ese día en el que tú estabas pasando uno de tus mayores problemas, aquellos días en los que tu padre estaba por morir y estabas completamente sola en aquel hospital, llorando como si ese día fuera el último de tu padre, pero tú y yo nos equivocamos, tu padre logro salir con una sonrisa diciéndote “ya no llores cariño” y tu sonreíste y murmuraste un “te amo papi”.En el transcurso de nuestra relación hubo varias complicaciones, hubo tantas veces que te vi llorar desconsoladamente y en mi ser trataba de no llorar junto a ti pues siempre en mi mente estaba el ser tu apoyo cuando estuvieras débil, siempre quise limpiar tus lágrimas y abrazarte fuertemente para calmar tu tristeza, y por un tiempo logre hacerlo, logre besarte, amarte, abrazarte tal como quería que todo fuera, quería que fuéramos felices… para siempre, pero yo no soy quien para ir contra el destino, pero tú me dijiste claramente una noche de verano “cada uno camina a su destino” y aún no lo olvido, esas son las frases que me hacen seguir adelante y me hacen levantarme en cada prueba. Sé que fue mi culpa que nuestra relación acabara, sé que nunca debí dejar caer aquellas palabras de mi boca con odio, pero estaba tan furioso, estaba lleno de problemas para mí sin solución, habían tantas cadenas que me ataban y no me dejaban ir. Y debo decir que si tuviera la posibilidad de volver todo atrás, sin pensarlo dos veces lo haría.Seguramente en este momento debes estar ante el altar, tus manos quizás están temblando tal como temblaban cuando estabas nerviosa, tu madre debe estar con un pañuelo entre sus manos mientras limpia rápidamente una lagrima que se les escapa al ver a su nena ya convertida en una mujer, tu padre debe estar con la frente en alto y sonriendo orgullosamente de tus logros y tus derrotas. En este momento el Obispo te pregunta si aceptas al chico que escogiste para pasar el resto de tu vida; el chico que se gana mi respeto por volverte hacer sonreír. Miras nerviosa a todos tus invitados, Louis te sonríe desde su asiento y levanta un pulgar dándote una señal de apoyo, tu sonríes y asientes con la cabeza y entre un suspiro dices “acepto”, tu madre definitivamente rompe en llanto y mi corazón ya está roto, no te voy a mentir, mis ojos ya no aguantan las ganas de llorar, tengo tantas esperanzas perdidas y entre ellas está el volverte a tener entre mis brazos.No hay vuelta atrás, y quiero que seas feliz junto a tu marido. Quiero que no te preocupes y no sientas culpa por mí, todo fue mi culpa y no debes sufrir por mi culpa, quiero que sonrías por la vida y que sepas que aun te amo y sigo enamorado de ti.Con todo el amor de mi corazón...Niall.
- rob:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
sampaio.
Re: Harvard University. {Inscripciones Cerradas}
RAAAAAAACH kjsdvns No quiero sonar grosera pero, siento que nadie lee lo que publico ._. No son audiciones ¡Necesito los pj que quieres reservar!atenea directioner escribió:¡Cambie de paseres y te puse la sinopsis de una novela que hare proximamente, yo creo que no quedare! Pero, no se pierde nada con intentarlo. Besos a las dos.
- Sinopsis:
Mi mano estaba fría como el hielo y helada como el viento... escondida entre la suya, más fuerte, más cálida y más impotente. Era increíble como un simple y mínimo gesto como aquel, podía reducir dentro de sí montañas llenas de significado para mi subconsciente. En la mínima unión de nuestras manos, existía una conexión potente, como una energía que se afloraba por encima de los poros de nuestra piel, creándose y creciéndose a medida que pasaba el tiempo. Fueron tan solo unos minutos, pero yo sentí que era una eternidad.
Las personas que nos acompañaban se bajaron en el segundo piso, Harry me detuvo cuando yo me proponía a salir y se dirigió al señor que manejaba el ascensor de la torre.
- Tercer piso - dijo calmado y sereno.
Temerosa, me volví a posar a su lado. El señor refunfuñó un poco e hizo andar al ascensor. Me encogí de nervios y observe a Harry de reojo, su mirada estaba llena calma y sosiego que me hizo sentir ridícula por tener estos nervios, ante su simple tacto tocando el mio. Nos nos habíamos soltado por ahora, y a pesar de que poco a poco ascendíamos y cada vez la vista de París era mas maravillosa y espectacular, yo solo me preocupaba por su presencia.
Su fría y a la vez cálida presencia.
Fue en ese pequeño instante en que ascendíamos - mientras nuestras manos estaban unidas - que sentí aquella aura fría y melancólica que asolaba Harry. Su presencia, pasiva y tranquila, me hacía sentir nerviosa y expectante, curiosa, casi excitante ante la posibilidad de descubrir algo. Sí, desde que lo conocí siempre había soñado con descubrirlo, con conocer los secretos que encerraba aquella mirada indiferente hacia el mundo, aquella actitud inmutable, y sobretodo, aquella mente impenetrable. Desde que lo conocí... aquella tarde de invierno mientras me escondía detrás de las piernas de mi madre.
"Saluda a Harry, Bárbara, el es tu hermano"
Vamos, chicas. Es como si nadie hubiera participado en unas inscripciones ._. Reservan y ¡El pj es tuyo!
PD: Recuerden que pueden leer y releer sus escritos para revisar los errores, no simplemente copiar y pegar ;)
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