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"Near You" (Joe&Avril)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Near You" (Joe&Avril)
Lali**DREAMER escribió:Hola preciosas!!!! estoy escribiendo el cap y me va a quedar bastante larguito así que en un rato CAP XL (? jajaja
Las amo con todo mi corazón y mil gracias por sus mensajitos!!!!!!!!!!!!
que bien!!!
Patu
Re: "Near You" (Joe&Avril)
Lali**DREAMER escribió:Hola preciosas!!!! estoy escribiendo el cap y me va a quedar bastante larguito así que en un rato CAP XL (? jajaja
Las amo con todo mi corazón y mil gracias por sus mensajitos!!!!!!!!!!!!
Aeeee Lali eres mi salvación! subirás cap largo y no lo leere xD lo guardare porqe me ire unos dias a un lugar feo, horrible y sin internet y leer tu nove sera genial para entretenerme!
Besos
anGieeJonas
Re: "Near You" (Joe&Avril)
Okis Dokis ;)Lali**DREAMER escribió:Hola preciosas!!!! estoy escribiendo el cap y me va a quedar bastante larguito así que en un rato CAP XL (? jajaja
Las amo con todo mi corazón y mil gracias por sus mensajitos!!!!!!!!!!!!
Te esperamos
Te dije que amo tu nove?
Creo que si jaja
Siguela Lali! :D
Lulajonatica
Re: "Near You" (Joe&Avril)
PERDON, PERDON, PERDON!!!!
JUSGTO VINIERON A VISITARME POR EL DÍA DEL AMIGO ASÍ QUE NO PUDE TERMINAR EL CAP.
EN UN RATO TRATO DE SUBIRLO SINO LES PORMETO QUE LO TIENEN PARA MAÑANA :D
LAS AMO CON TODO MI SER (:
Lali
JUSGTO VINIERON A VISITARME POR EL DÍA DEL AMIGO ASÍ QUE NO PUDE TERMINAR EL CAP.
EN UN RATO TRATO DE SUBIRLO SINO LES PORMETO QUE LO TIENEN PARA MAÑANA :D
LAS AMO CON TODO MI SER (:
Lali
Invitado
Invitado
Re: "Near You" (Joe&Avril)
perdoname por no haber pasado
me encanto el cap
lizzie es un amor
y no te preocupes si no puedes subirlo hoy
nosotras te esperamos :D
me encanto el cap
lizzie es un amor
y no te preocupes si no puedes subirlo hoy
nosotras te esperamos :D
Mrs. Nick Jonas
Re: "Near You" (Joe&Avril)
AWWWW SORRY POR NO PASAR LALI ME OLVIDE POR COMPLETO SOY BOBA TENGO MEMORÍA DE DORY XDDD AWWW CUANTO ME ALEGRO POR AV,QUE PENA DE LO DE JOE :( ZORRA CAMILA -.-' ANDA Y QUE LA PARTA UN RAYO ARGH.
SIGUE LALI TE QUIEROP(L)
Atte:Gregory.
SIGUE LALI TE QUIEROP(L)
Atte:Gregory.
[)J®ubita®ø¢§
Re: "Near You" (Joe&Avril)
ok ntp disfruta el dia del amigo
aunqe aqui en Mexico y apaso te deseo
un feliz dia :) :) :) :)
aunqe aqui en Mexico y apaso te deseo
un feliz dia :) :) :) :)
ale_princess
Re: "Near You" (Joe&Avril)
Listo, ahí lo terminé. Es un capitulo bastante importante porque tiene muchos datos...
espero que lo disfruten y gracias por esperar.
LAS AMO CON TODO MI CORAZON!
Cada día Lizzie crecía más y hacía algo que me llenaba la vida de luz; así pasaron dos años. Me había acostumbrado a vivir en Nueva York como si lo hubiera hecho toda mi vida, me iba de maravilla trabajando en el New York Times y había decidido terminar el año y medio que me quedaba en la escuela de periodismo a distancia así que podía estar mucho tiempo más con Lizzie que en cuatro meses cumpliría sus tres añitos.
No podía entender como era capaz de amar tanto a una sola persona pero así era; no había manera de imaginarme la vida sin Liz ella era simplemente el aire que respiraba. No podía vivir sin ella.
¿Han oído decir que “el tiempo cura las heridas”? Bueno, es mentira. No pasaba un solo día en el que no pensara en Joe. Me sentía terriblemente culpable… quizás hubiera leído la carta que le dejé o quizás no. Necesitaba saber de él, lo extrañaba, lo necesitaba… y lo peor de todo: no sabía done buscarlo.
El frío estaba volviendo a Nueva York, que significaba que otro año llegaba a su fin y eso solo quería decir una cosa: la fiesta de fin de año del New York Times se hacía esa noche y, como las dos navidades anteriores, Peter y yo estábamos invitados y si a mi me invitaban era obvio que Liz iría a donde quiera que yo fuera.
-Mami… -dijo aquella vocecita de campanas asomándose al baño mientras yo planchaba mi cabello.
-¿Qué pasa amor?
-¿Cuándo viene Peter? –preguntó sonriendo.
-Todavía falta un rato, primero debemos cambiarnos. Él vendrá a buscarnos a la hora de irnos.
-¿A dónde vamos? –preguntó por quinta vez en la semana.
-A una fiesta por el fin de año, Liz… vamos, comemos y volvemos ¿Sí?
-Si, mami. Voy a jugar
Dicho eso, salió caminando con sus cortos pasitos de bailarina. Era demasiado tierna y aunque estuviera con ella todos los días no podía evitar derretirme ante cualquier cosa que hiciera. Sus ojitos tan expresivos que logran hacerte sentir lo que a ella le pasa; su sonrisa, casi tan brillante como el amanecer; sus mejillas redondas y rosadas; sus palabras que solo yo entiendo del todo; cuando susurra “te amo, mami” antes de dormirse en la noche… todas esas cosas la hacían especial y única. Nadie jamás podría parecerse a ella y no lo digo porque sea mi hija: todo el mundo caía rendido a sus pies cuando la veían. Mi pequeña era especial…
-¡Liz! ¿Dónde estás? –dije llevando su ropa nueva para cambiarla.
-¡NO ETOY! –gritó ella escondida debajo de una manta.
-Vamos, hijita; se va a hacer tarde. –me acerqué a la cama y le quité la manta de encima- ¡Elizabeth! –la regané al ver sus brazos pintados con fibras de colores- ¿¡Qué hiciste!?
-Perdón mami… fue sin querer… -y como siempre esa carita me ganó. Suspiré resignada y la tomé en mis brazos llevándola de vuelta al baño.
-Desde mañana no hay más marcadores para pintar.
-¡Pero mami! ¡No voy a hacerlo de nuevo!
-Liz… te conozco hijita. Ya pintaste la puerta de tu habitación, tu ropa y ahora tus brazos. Es suficiente de marcadores para ti, pequeño monstruito… -dije sentándola en un banquito y saqué unos pañitos desmaquillantes de la repisa- Espero que salga con esto, no tengo tiempo de volver a bañarte.
-¿A dónde vamos, mami?
-A una fiesta de mi trabajo, amor… ya te lo dije.
-¿Hay juegos?
-No, Liz. No hay juegos. ¿Me das la mano? –ella puso su manito sobre la mía y comencé a limpiarla, por suerte la tinta salía.
-¡Ufa!
-Quieta, Liz…
-¿Cuándo vamos a ir al parque, mami?
-No lo sé, hijita, no lo sé.
-¿Cuándo viene Peter?
-En un rato… -dije suspirando. Llegaba un momento en el día que sus preguntas saturaban mi paciencia- Dame la otra mano.
-Quiero dulces.
-Si te portas bien y me dejas terminar de arreglarte te doy un chupetín rojo.
-Pero quiero uno amarillo
-Bueno, ya vamos a buscar uno amarillo… ahora quieta, déjame sacarte esto de las manos.
-¿Vas a ponerme la ropa nuevita?
-Sí. Listo, arriba –saltó del banquito y yo la tomé en mis brazos para llevarla a la habitación a cambiarse.
-¿Hace frío afuera?
-Sí, corazón. –dije mientras le quitaba la ropa y comenzaba a ponerle lo que usaría para la fiesta. Con el tiempo había adquirido una gran rapidez para cambiarla.
-¿Por qué no vamos en el metro? –preguntó refiriéndose a nuestra forma de transporte habitual.
-Porque es una fiesta del trabajo entonces Peter nos va a llevar en el auto. Levanta los brazos. –ella levantó sus manitos y le puse un vestido bonito pero abrigado, luego la senté en mis piernas.
-¿Por qué?
-Porque sí –dije poniéndole unas calsas blancas bajo el vestido.
-¿Ahora los zapatos?
-Sí, dame un pie –le puse un zapatito blanco- El otro…
-¡Listo! –sonrió y saltó de mi regazo en busca de un cepillo y su cajita de hebillas y gomitas para el cabello.
-Ven aquí que te peino.
Pasé algunos minutos arreglándole el cabello y luego ella miró como me peinaba y me pintaba para la ocasión haciéndome miles de preguntas como siempre.
Cuarenta minutos más tarde estaba poniéndole un saco de lana blanco y arriba de eso la campera de abrigo ya que Peter pasaría pronto por nosotras.
-Debes prometerme que te portarás bien y que no vas a manchar tu vestido.
-Está bien.
-Liz, en serio –dije mirándola fijamente y ella rió contagiándome sus carcajadas- Te amo demasiado pequeña.
-También yo mami –sonrió abrazándome.
-Quédate un segundo sentada y quieta ¿Sí? Voy a buscar el bolso.
Volví a mi habitación y busqué una cartera grande que quedara bien para la ocasión y en la que entraran las cosas de Lizzie y guardé todo lo que ella necesitaría junto con mi maquillaje y mi celular; luego la acompañé al baño y justo cuando estuvimos listas sonó el timbre.
-¿Peter? –dije por el portero eléctrico.
-Sí, soy yo. ¿Están listas?
-Bajamos en un segundo.
-Ok, las espero.
-Vamos Liz –me puse mi campera de cuero sobre el vestido y tomé la cartera. Sabía que moriría de frío afuera pero no podía ponerme cualquier cosa para esas fiestas en las que, en general, se jugaba un aumento o un ascenso.
-¡Estoy lista! –anunció ella apareciendo con un pequeño bolso en sus manos.
-¿Qué es eso?
-Colores y papelitos.
-No, Liz. Pintamos a la vuelta pero no puedes llevar juguetes.
-¡Pero mami!
-Shh… Peter nos está esperando afuera –dije levantándola en mis brazos y ella como siempre se agarró de mi cuello.
-Hueles rico –sonrió apoyando la cabeza en mi hombro.
-Gracias princesa.
Salí del departamento con Liz en mis brazos y bajamos por el ascensor. Si tres años antes me hubieran hecho caminar sobre aquellos tacos con una niña de dos años y medio en brazos seguramente me hubiera caído al segundo paso pero ahora la costumbre de estar siempre vestida así en el trabajo y de llevar a Lizzie en brazos a todos lados hacía que los tacos altos parecieran cómodos y que Liz fuera ligera en mis brazos.
Apenas salimos del edificio el frío nos sorprendió pero por suerte Lizzie estaba tan abrigada que no lo sufrió mucho. Por mi parte no fue tan sencillo.
Prácticamente corrí hasta el auto de Peter buscando un lugar caliente y él me abrió la puerta para que me sentara con Lizzie en brazos.
-¿Te persigue un monstruo, Abbey? –se burló él.
-¡Sí, el frío!
-¡¡¡Peter!!! –gritó Lizzie y lo abrazó.
-¡Hola pequeña!
-Hola Peter, gracias por buscarnos –dije volviendo a sentar a Lizzie sobre mis piernas y le di un beso en la mejilla.
-No voy a dejar a mis chicas ir solas con este frío…
-¡Peter, Peter! ¿Te gusta mi vestido?
-Claro que sí bonita, estás preciosa Lizzie.
-¿Y el de mami?
-También estás muy hermosa, Avril. El rojo te hace ver sexy –sonrió él y mis mejillas se colorearon de rojo.
-¿Qué es sexy mami? –preguntó Liz mirándome con curiosidad.
-¡Peter! –lo regañé- ¿Ahora cómo le explico?
-Solo digo la verdad –rió él arrancando el auto.
-No es nada, Liz. Tonterías que dice Peter…
Durante el viaje rumbo al salón donde se realizaría la fiesta Peter y Liz me excluyeron completamente de su conversación mientras hablaban a cerca de algo que seguramente habrían hecho el lunes anterior, cuando Peter la cuidó porque yo tenía que rendir un parcial. Juntos parecían dos chicos y más de una vez tuve que advertirle que dejara de jugar y mirara al frente. Él realmente era el mejor amigo que podía tener, junto con su hermana Diana había pasado momentos hermosos.
Al llegar bajamos del auto y entramos con Lizzie tomándonos a ambos de las manos. El ambiente del salón era típico de gente de mucho dinero; los principales ejecutivos y los dueños del diario estaban ahí. Aun no entendía porqué me habían invitado… Para Peter era el segundo año en esa fiesta; para mí, el primero y realmente no estaba deseando repetirlo muy pronto.
Los hombres estaban sentados en círculos y podía apostar que estaban hablando de política o economía; y las mujeres con sus ostentosos vestidos seguramente presumían sus nuevos trajes y bolsos.
-Aun no entiendo porqué me invitaron… este no es mi ambiente. –cualquiera que te vea dirá lo contrario. Realmente te ves hermosa.
-Ya déjalo, no voy a devolverte el cumplido –me burlé levantando a Liz en mis brazos- ¿Dónde está nuestra mesa?
-Allí –señaló a la izquierda, donde Diana y otros compañeros junto con algunos de cargos superiores estaban hablando y riendo.
-¿Por qué no me dijiste que invitaron a Di?
-Porque no sabía si iba a venir.
-¡Diii! –gritó Lizzie apenas la vio y estiró sus brazos hacia ella, Diana inmediatamente vino hacia nosotros y la tomó en sus brazos.
-¡Hola princesa! Que hermosa estás
-Mami me compró un vestido hermoso –sonrió ella presumiendo su ropa- Tengo calor… -se quejó mirándome.
-Ven aquí, pequeña –la senté en una silla junto a Diana y le saqué la campera, luego me senté a su lado- ¿Mejor así?
-Sip
-¿Recuerdas lo que te dije, Liz?
-¿Qué?
-Debes portarte bien ¿Ok? Y ten cuidado con la ropa.
-También a ti se te ocurre comprarle ropa blanca –dijo Diana negando con la cabeza.
-Es que era un vestido muy bonito…
A los pocos minutos de charlar nos sirvieron la comida, por suerte para mí el plato era pollo con papas al horno: una comida que a Liz le encantaba. Ella comió pasando de brazo en brazo por la mesa. Diana le dio de comer bastante y cuando dejó de tener hambre pasó por los brazos de varios de mis compañeros de trabajo y les pidió a todos un poco de su postre. Realmente era un personaje…
-Mami tengo sueño… -dijo Lizzie mientras rompía una servilleta de papel en pequeños pedacitos- Quiero ir a casa…
-Ven aquí, linda –la tomé entre mis brazos y ella apoyó su cabeza en mi hombro y me abrazó- Duerme… -susurré en su oído.
-Quiero ir a casa… -se quejó.
-Shh… solo cierra los ojitos; dentro de un ratito nos vamos.
-Quiero ir a casa ahora, mami.
-Ya vamos, mi amor. Solo cierra los ojos un ratito, te prometo que cuando despiertes estaremos en casa.
Diez minutos acariciando su cabello fueron suficientes para que Lizzie se durmiera en mis brazos. Esa era una habilidad que seguramente había sacado de Allyson ya que ambas podían dormir en cualquier lugar y situación.
-¿Se durmió? –dijo Diana volviendo a la mesa.
-Sí, está cansada. Es chiquita todavía para estas cosas…
-Thomas quiere hablar contigo. Pasó unos quince minutos elogiando tu trabajo.
-¿Tengo que ir? –pregunté casi suplicando que la respuesta fuera no.
-Av, no seas tonta. En estas fiestas siempre evalúan a los empleados para ver si los pueden ascender.
-Yo no puedo tener un empleo mejor hasta que no termine la carrera.
-No seas ridícula. Yo me quedo con Lizzie así vas a hablar con él.
-Está bien… -dije rindiéndome y dejé con cuidado a Liz en brazos de Diana- Cualquier cosa avísame.
-Obvio, te digo.
Me alejé de la mesa y caminé hasta la mesa principal donde los más adinerados de la empresa reían y compartían lo que supuse sería el más caro champagne de la cuidad. En el medio de todos ellos estaban James y su mujer, los principales accionistas y su hijo Thomas, uno de los gerentes más influyentes en la empresa, hablaba de cosas poco interesantes a todos los que estaban ahí.
-¡Aquí está! –dijo Thomas señalándome con una enorme sonrisa- La editora número uno de su sección.
-Buenas noches… -saludé dejando ver una pequeña sonrisa.
-Déjame decirte, Avril, que luces hermosa esta noche. ¿Gustas una copa?
-No gracias. Debo volver a casa con mi hija –ante ese comentario varios de los presentes comenzaron a murmurar.
-Solo una noche, por lo que veo tu pequeña está bien cuidada –insitió él.
-Está bien señor Raymond ¿Quería hablarme? –casi con pesar acepté la copa y le di un sorbo sabía a dinero malgastado. Estaba fuera de mi mundo sentada en esa mesa…
-Claro que sí, toma asiento querida y no me llames así mi padre es el señor Raymond, dime Thomas.
-Está bien.
-Oí que usted desea ser columnista…
-Si me disculpa, Thomas, no creo que este sea momento ni lugar para discutir situaciones laborales.
-Pero claro que sí lo es. Si solo están aquí mis más allegados socios: gente de confianza.
-Lo lamento debo irme –dije al ver que en mi mesa Lizzie había despertado y estaba llorando en brazos de Diana.
-¿Sucede algo?
-Con permiso. Gracias por la bebida –dejé la copa de champagne en la mesa y fui caminando hasta mi mesa tan rápido como mis zapatos lo permitieron.
-Lo siento –dijo Diana- No sé porqué se despertó.
-Está bien, gracias Di –tomé a Liz en mis brazos y ella instantáneamente se abrazó a mi cuello- Ya vamos a casa, pequeña –le susurré acariciando su cabello- Duerme unos minutos más.
-Mami… –Liz murmuró una serie de balbuceos inentendibles por unos minutos y luego volvió a caer dormida en mis brazos.
-¿Sabés dónde está tu hermano, Di?
-Sí, debe estar con Kate y Zac.
-¿Puedes llamarlo? Es tarde para Lizzie, debo volver a casa.
-Ok, voy a buscarlo.
Unos minutos más tarde Peter vino a buscarnos y me prestó su campera para que no tomara frío en el camino hasta el auto. Yo tomé las cosas de Lizzie y la acomodé mejor entre mis brazos para caminar hasta el auto de Peter sin que pasara frío.
Cuando llegamos al auto Peter me abrió la puerta mientras me contaba sobre la boda que se aproximaba entre Kate y Zac, dos de nuestros compañeros y amigos más cercanos que tenía en Nueva York.
-Nunca me hubiera imaginado a Kate y Zac casándose cuando los conocí… Las vueltas de la vida ¿No?
-Las vueltas de la vida –repitió sonriéndome y encendió la calefacción antes de arrancar el auto.
-¿Y tú? ¿Qué hacías entre Thomas y su gente?
-Ricos ostentosos… -dije despectivamente- No hacen más que presumir y mandar al resto de la gente. Tendrías que haber visto su cara cuando me levanté para venir a buscar a Lizzie. Cualquier otro se hubiera quedado a lamerle los pies. Es un pobre niño rico –reí suavemente- Y ese champagne era tan caro que sabía mal.
-Así es esta gente poderosa del mundo. Se creen que son los únicos. Liz se durmió rapidísimo.
-Sí, pensé que se mantendría despierta un rato más.
-Es muy pequeña aun.
-Sí, es prácticamente un bebé –sonreí mirando su rostro de angelito, completamente dormida- No puedo creer que ya tenga dos años… con todo lo que nos costó cuando nació.
-Nunca me contaste esa historia…
-Liz nació prematura… tuvo muchos problemas cuando era pequeña…
-Entiendo si no me quieres contar el resto –dijo él sonriéndome y yo le devolví el gesto.
-Son recuerdos que aun duelen.
-Supongo que tiene que ver con aquel amor que dejaste en tu hogar ¿Cierto?
-No de la manera que te estás imaginando pero sí. Quizás algún día te cuente.
-Sabes que siempre me tienes ahí para ti.
-Lo se… -susurré volviendo a centrar mi atención en Lizzie y así pasó el resto del viaje.
-Te acompaño hasta el departamento. ¿Quieres que lleve el bolso?
-Ok, gracias.
-No hay problema –él tomó el bolso y yo bajé del auto con Lizzie en mis brazos.
-Está helado… la próxima vez me voy a abrigar más –dije mientras el portero nos abría la puerta.
-Buenas noches señorita Williams
-Hola Martin –saludé con una sonrisa al portero y luego llamé al ascensor para subir a mi piso.
-Así que rechazaste un ascenso a columnista… estás loca.
-No iba a fingir ser alguien que no soy solo por ser columnista. Sabes que no va conmigo, demasiado fue que me pusiera este vestido. No me gusta pretender algo que no soy…
-No le heches la culpa al vestido, te queda precioso.
-Y lo dice mi mejor amigo…
-Es en serio, no lo digo solo porque soy tu amigo.
-Claro, claro –reí mientras la puerta del ascensor se abría y luego abrí la puerta del departamento- ¿Quieres pasar?
-Bueno, unos minutos.
-Voy a acostar a Liz, ya vengo –dicho esto caminé hasta la habitación de Lizzie.
-¿Mami? –susurró cuando comencé a desvestirla.
-Sí amor. Soy yo, ya llegamos a casa…
-Quiero mi chupete y a Fuffi -pidió con los ojos entrecerrados.
-Claro mi amor.
Terminé de desvestirla rápidamente y le puse su pijama mientras ella murmuraba cosas sin sentido. Luego le di su chupete y el gato de peluche que había llamado Fuffi y se quedó completamente dormida. Pasé por mi habitación antes de volver a la sala y me saqué los molestos zapatos taco alto y la campera de cuero negra, me puse medias y cubrí mi cuerpo con una manta de algodón frisado. Después tomé el espejo y pañitos desmaquillantes del baño y volví a la sala.
-¿Tenías frío? –se burló.
-¿Se nota? –reí comenzando a quitarme el maquillaje frente al pequeño espejo.
-Hacía tiempo que no hacíamos esto.
-Sí, desde que te recibiste me dejaste olvidada –dije mirándolo con una fingida cara de tristeza y después cerré los ojos para quitarme la sombra gris.
-Sabes que no es así. Es solo que tengo que viajar más.
-Estoy bromeando tonto, no es para que lo tomes tan a pecho.
-Yo también las extraño…
-Se te escucha raro… -comenté quitando la atención del espejo y lo miré a los ojos- ¿Hay algo que quieras decir?
-Ehh… Bueno yo… -rascó su nuca en busca de alguna excusa y bajó la mirada al piso al mismo tiempo que yo terminaba de quitarme el maquillaje.
-¿Qué pasa Peter? –pregunté haciendo a un lado las cosas y le presté atención completamente.
-Tu sabes que nos conocemos desde hace mucho y… ustedes son muy importantes en mi vida y Abbey… yo te quiero
-También yo, Peter. Obvio que te quiero, eres mi mejor amigo.
-No entiendes lo que quiero decir… yo te quiero como algo más que una amiga –soltó nerviosamente.
-¿Qué?
-Eso, Av. Verte todos los días, compartir tus alegrías y tus tristezas, las miles de charlas interminables, verte en el trabajo, cuidando de Liz, estar contigo todo este tiempo… No sé cómo ni cuándo pasó pero me enamoré de ti, Avril.
El silencio conquistó la habitación. Sus ojos eran tan sinceros que me entristecía no poder corresponder sus sentimientos. Peter era mi mejor amigo y eso jamás cambiaría, no para mí… lo amaba, lo amaba muchísimo… pero lo amaba como si fuera mi hermano mayor; lo necesitaba y no podía vivir sin él pero no de esa manera. No estaba enamorada de él y realmente de dolía tener que desilusionarlo pero no podía engañarlo, él no se merecía que le mintiera aunque aquella mentira pudiera hacerlo feliz por un tiempo…
-Lo siento Peter pero yo… yo te quiero muchísimo pero no de esa manera.
-Dame una oportunidad, yo puedo hacerte feliz Av.
-No puedo Peter… no puedo mentirnos de esta manera. Lo nuestro no funcionaría…
-¿Por qué?
-Porque yo amo a otra persona y lo sabes.
-Avril, pasaron dos años desde que estás aquí. ¿Vas a pasar toda tu vida esperándolo? No va a venir a buscarte…
-Ya lo sé –dije con un nudo en la garganta- Pero simplemente no puedo hacer esto… no quiero arruinar nuestra amistad.
-Sabes que en el fondo sientes algo por mí.
-Sí, siento algo muy fuerte pero no es esa clase de amor, Peter. Tienes que entenderlo… yo no puedo, simplemente no puedo. Para mí siempre serás mi mejor amigo; no quiero perder eso…
-Bien… -dijo con la voz algo extraña- Si quieres que las cosas sigan como hasta ayer va a ser así, solo necesitaba saber si tenía una oportunidad.
-Peter, eres un hombre maravilloso y algún día vas a encontrar a alguien que te ame pero yo no puedo hacerlo…
-¿No eres tu, soy yo? –rió con ironía- Necesito algo de tiempo.
-No te vayas… -supliqué al verlo levantarse.
-Lo siento, Av…
-Pero…
Antes de poder decir nada más se fue del departamento dejando miles de cosas en mi cabeza. No era justo que en este mundo todos amaran a las personas equivocadas.
No solo había desilusionado a mi mejor amigo, sino que lo había lastimado y estaba casi segura de que lo había perdido. No podíamos seguir siendo amigos como antes después de esto.
Intentando no pensar en nada fui a mi habitación y me quité el vestido de la fiesta esperando que las lágrimas no llegaran, rápidamente me cambié y me fui a dormir a la cama de Lizzie. Si había algo que no quería hacer era pensar.
espero que lo disfruten y gracias por esperar.
LAS AMO CON TODO MI CORAZON!
Capítulo 30
Cada día Lizzie crecía más y hacía algo que me llenaba la vida de luz; así pasaron dos años. Me había acostumbrado a vivir en Nueva York como si lo hubiera hecho toda mi vida, me iba de maravilla trabajando en el New York Times y había decidido terminar el año y medio que me quedaba en la escuela de periodismo a distancia así que podía estar mucho tiempo más con Lizzie que en cuatro meses cumpliría sus tres añitos.
No podía entender como era capaz de amar tanto a una sola persona pero así era; no había manera de imaginarme la vida sin Liz ella era simplemente el aire que respiraba. No podía vivir sin ella.
¿Han oído decir que “el tiempo cura las heridas”? Bueno, es mentira. No pasaba un solo día en el que no pensara en Joe. Me sentía terriblemente culpable… quizás hubiera leído la carta que le dejé o quizás no. Necesitaba saber de él, lo extrañaba, lo necesitaba… y lo peor de todo: no sabía done buscarlo.
El frío estaba volviendo a Nueva York, que significaba que otro año llegaba a su fin y eso solo quería decir una cosa: la fiesta de fin de año del New York Times se hacía esa noche y, como las dos navidades anteriores, Peter y yo estábamos invitados y si a mi me invitaban era obvio que Liz iría a donde quiera que yo fuera.
-Mami… -dijo aquella vocecita de campanas asomándose al baño mientras yo planchaba mi cabello.
-¿Qué pasa amor?
-¿Cuándo viene Peter? –preguntó sonriendo.
-Todavía falta un rato, primero debemos cambiarnos. Él vendrá a buscarnos a la hora de irnos.
-¿A dónde vamos? –preguntó por quinta vez en la semana.
-A una fiesta por el fin de año, Liz… vamos, comemos y volvemos ¿Sí?
-Si, mami. Voy a jugar
Dicho eso, salió caminando con sus cortos pasitos de bailarina. Era demasiado tierna y aunque estuviera con ella todos los días no podía evitar derretirme ante cualquier cosa que hiciera. Sus ojitos tan expresivos que logran hacerte sentir lo que a ella le pasa; su sonrisa, casi tan brillante como el amanecer; sus mejillas redondas y rosadas; sus palabras que solo yo entiendo del todo; cuando susurra “te amo, mami” antes de dormirse en la noche… todas esas cosas la hacían especial y única. Nadie jamás podría parecerse a ella y no lo digo porque sea mi hija: todo el mundo caía rendido a sus pies cuando la veían. Mi pequeña era especial…
-¡Liz! ¿Dónde estás? –dije llevando su ropa nueva para cambiarla.
-¡NO ETOY! –gritó ella escondida debajo de una manta.
-Vamos, hijita; se va a hacer tarde. –me acerqué a la cama y le quité la manta de encima- ¡Elizabeth! –la regané al ver sus brazos pintados con fibras de colores- ¿¡Qué hiciste!?
-Perdón mami… fue sin querer… -y como siempre esa carita me ganó. Suspiré resignada y la tomé en mis brazos llevándola de vuelta al baño.
-Desde mañana no hay más marcadores para pintar.
-¡Pero mami! ¡No voy a hacerlo de nuevo!
-Liz… te conozco hijita. Ya pintaste la puerta de tu habitación, tu ropa y ahora tus brazos. Es suficiente de marcadores para ti, pequeño monstruito… -dije sentándola en un banquito y saqué unos pañitos desmaquillantes de la repisa- Espero que salga con esto, no tengo tiempo de volver a bañarte.
-¿A dónde vamos, mami?
-A una fiesta de mi trabajo, amor… ya te lo dije.
-¿Hay juegos?
-No, Liz. No hay juegos. ¿Me das la mano? –ella puso su manito sobre la mía y comencé a limpiarla, por suerte la tinta salía.
-¡Ufa!
-Quieta, Liz…
-¿Cuándo vamos a ir al parque, mami?
-No lo sé, hijita, no lo sé.
-¿Cuándo viene Peter?
-En un rato… -dije suspirando. Llegaba un momento en el día que sus preguntas saturaban mi paciencia- Dame la otra mano.
-Quiero dulces.
-Si te portas bien y me dejas terminar de arreglarte te doy un chupetín rojo.
-Pero quiero uno amarillo
-Bueno, ya vamos a buscar uno amarillo… ahora quieta, déjame sacarte esto de las manos.
-¿Vas a ponerme la ropa nuevita?
-Sí. Listo, arriba –saltó del banquito y yo la tomé en mis brazos para llevarla a la habitación a cambiarse.
-¿Hace frío afuera?
-Sí, corazón. –dije mientras le quitaba la ropa y comenzaba a ponerle lo que usaría para la fiesta. Con el tiempo había adquirido una gran rapidez para cambiarla.
-¿Por qué no vamos en el metro? –preguntó refiriéndose a nuestra forma de transporte habitual.
-Porque es una fiesta del trabajo entonces Peter nos va a llevar en el auto. Levanta los brazos. –ella levantó sus manitos y le puse un vestido bonito pero abrigado, luego la senté en mis piernas.
-¿Por qué?
-Porque sí –dije poniéndole unas calsas blancas bajo el vestido.
-¿Ahora los zapatos?
-Sí, dame un pie –le puse un zapatito blanco- El otro…
-¡Listo! –sonrió y saltó de mi regazo en busca de un cepillo y su cajita de hebillas y gomitas para el cabello.
-Ven aquí que te peino.
Pasé algunos minutos arreglándole el cabello y luego ella miró como me peinaba y me pintaba para la ocasión haciéndome miles de preguntas como siempre.
Cuarenta minutos más tarde estaba poniéndole un saco de lana blanco y arriba de eso la campera de abrigo ya que Peter pasaría pronto por nosotras.
-Debes prometerme que te portarás bien y que no vas a manchar tu vestido.
-Está bien.
-Liz, en serio –dije mirándola fijamente y ella rió contagiándome sus carcajadas- Te amo demasiado pequeña.
-También yo mami –sonrió abrazándome.
-Quédate un segundo sentada y quieta ¿Sí? Voy a buscar el bolso.
Volví a mi habitación y busqué una cartera grande que quedara bien para la ocasión y en la que entraran las cosas de Lizzie y guardé todo lo que ella necesitaría junto con mi maquillaje y mi celular; luego la acompañé al baño y justo cuando estuvimos listas sonó el timbre.
-¿Peter? –dije por el portero eléctrico.
-Sí, soy yo. ¿Están listas?
-Bajamos en un segundo.
-Ok, las espero.
-Vamos Liz –me puse mi campera de cuero sobre el vestido y tomé la cartera. Sabía que moriría de frío afuera pero no podía ponerme cualquier cosa para esas fiestas en las que, en general, se jugaba un aumento o un ascenso.
-¡Estoy lista! –anunció ella apareciendo con un pequeño bolso en sus manos.
-¿Qué es eso?
-Colores y papelitos.
-No, Liz. Pintamos a la vuelta pero no puedes llevar juguetes.
-¡Pero mami!
-Shh… Peter nos está esperando afuera –dije levantándola en mis brazos y ella como siempre se agarró de mi cuello.
-Hueles rico –sonrió apoyando la cabeza en mi hombro.
-Gracias princesa.
Salí del departamento con Liz en mis brazos y bajamos por el ascensor. Si tres años antes me hubieran hecho caminar sobre aquellos tacos con una niña de dos años y medio en brazos seguramente me hubiera caído al segundo paso pero ahora la costumbre de estar siempre vestida así en el trabajo y de llevar a Lizzie en brazos a todos lados hacía que los tacos altos parecieran cómodos y que Liz fuera ligera en mis brazos.
Apenas salimos del edificio el frío nos sorprendió pero por suerte Lizzie estaba tan abrigada que no lo sufrió mucho. Por mi parte no fue tan sencillo.
Prácticamente corrí hasta el auto de Peter buscando un lugar caliente y él me abrió la puerta para que me sentara con Lizzie en brazos.
-¿Te persigue un monstruo, Abbey? –se burló él.
-¡Sí, el frío!
-¡¡¡Peter!!! –gritó Lizzie y lo abrazó.
-¡Hola pequeña!
-Hola Peter, gracias por buscarnos –dije volviendo a sentar a Lizzie sobre mis piernas y le di un beso en la mejilla.
-No voy a dejar a mis chicas ir solas con este frío…
-¡Peter, Peter! ¿Te gusta mi vestido?
-Claro que sí bonita, estás preciosa Lizzie.
-¿Y el de mami?
-También estás muy hermosa, Avril. El rojo te hace ver sexy –sonrió él y mis mejillas se colorearon de rojo.
-¿Qué es sexy mami? –preguntó Liz mirándome con curiosidad.
-¡Peter! –lo regañé- ¿Ahora cómo le explico?
-Solo digo la verdad –rió él arrancando el auto.
-No es nada, Liz. Tonterías que dice Peter…
Durante el viaje rumbo al salón donde se realizaría la fiesta Peter y Liz me excluyeron completamente de su conversación mientras hablaban a cerca de algo que seguramente habrían hecho el lunes anterior, cuando Peter la cuidó porque yo tenía que rendir un parcial. Juntos parecían dos chicos y más de una vez tuve que advertirle que dejara de jugar y mirara al frente. Él realmente era el mejor amigo que podía tener, junto con su hermana Diana había pasado momentos hermosos.
Al llegar bajamos del auto y entramos con Lizzie tomándonos a ambos de las manos. El ambiente del salón era típico de gente de mucho dinero; los principales ejecutivos y los dueños del diario estaban ahí. Aun no entendía porqué me habían invitado… Para Peter era el segundo año en esa fiesta; para mí, el primero y realmente no estaba deseando repetirlo muy pronto.
Los hombres estaban sentados en círculos y podía apostar que estaban hablando de política o economía; y las mujeres con sus ostentosos vestidos seguramente presumían sus nuevos trajes y bolsos.
-Aun no entiendo porqué me invitaron… este no es mi ambiente. –cualquiera que te vea dirá lo contrario. Realmente te ves hermosa.
-Ya déjalo, no voy a devolverte el cumplido –me burlé levantando a Liz en mis brazos- ¿Dónde está nuestra mesa?
-Allí –señaló a la izquierda, donde Diana y otros compañeros junto con algunos de cargos superiores estaban hablando y riendo.
-¿Por qué no me dijiste que invitaron a Di?
-Porque no sabía si iba a venir.
-¡Diii! –gritó Lizzie apenas la vio y estiró sus brazos hacia ella, Diana inmediatamente vino hacia nosotros y la tomó en sus brazos.
-¡Hola princesa! Que hermosa estás
-Mami me compró un vestido hermoso –sonrió ella presumiendo su ropa- Tengo calor… -se quejó mirándome.
-Ven aquí, pequeña –la senté en una silla junto a Diana y le saqué la campera, luego me senté a su lado- ¿Mejor así?
-Sip
-¿Recuerdas lo que te dije, Liz?
-¿Qué?
-Debes portarte bien ¿Ok? Y ten cuidado con la ropa.
-También a ti se te ocurre comprarle ropa blanca –dijo Diana negando con la cabeza.
-Es que era un vestido muy bonito…
A los pocos minutos de charlar nos sirvieron la comida, por suerte para mí el plato era pollo con papas al horno: una comida que a Liz le encantaba. Ella comió pasando de brazo en brazo por la mesa. Diana le dio de comer bastante y cuando dejó de tener hambre pasó por los brazos de varios de mis compañeros de trabajo y les pidió a todos un poco de su postre. Realmente era un personaje…
-Mami tengo sueño… -dijo Lizzie mientras rompía una servilleta de papel en pequeños pedacitos- Quiero ir a casa…
-Ven aquí, linda –la tomé entre mis brazos y ella apoyó su cabeza en mi hombro y me abrazó- Duerme… -susurré en su oído.
-Quiero ir a casa… -se quejó.
-Shh… solo cierra los ojitos; dentro de un ratito nos vamos.
-Quiero ir a casa ahora, mami.
-Ya vamos, mi amor. Solo cierra los ojos un ratito, te prometo que cuando despiertes estaremos en casa.
Diez minutos acariciando su cabello fueron suficientes para que Lizzie se durmiera en mis brazos. Esa era una habilidad que seguramente había sacado de Allyson ya que ambas podían dormir en cualquier lugar y situación.
-¿Se durmió? –dijo Diana volviendo a la mesa.
-Sí, está cansada. Es chiquita todavía para estas cosas…
-Thomas quiere hablar contigo. Pasó unos quince minutos elogiando tu trabajo.
-¿Tengo que ir? –pregunté casi suplicando que la respuesta fuera no.
-Av, no seas tonta. En estas fiestas siempre evalúan a los empleados para ver si los pueden ascender.
-Yo no puedo tener un empleo mejor hasta que no termine la carrera.
-No seas ridícula. Yo me quedo con Lizzie así vas a hablar con él.
-Está bien… -dije rindiéndome y dejé con cuidado a Liz en brazos de Diana- Cualquier cosa avísame.
-Obvio, te digo.
Me alejé de la mesa y caminé hasta la mesa principal donde los más adinerados de la empresa reían y compartían lo que supuse sería el más caro champagne de la cuidad. En el medio de todos ellos estaban James y su mujer, los principales accionistas y su hijo Thomas, uno de los gerentes más influyentes en la empresa, hablaba de cosas poco interesantes a todos los que estaban ahí.
-¡Aquí está! –dijo Thomas señalándome con una enorme sonrisa- La editora número uno de su sección.
-Buenas noches… -saludé dejando ver una pequeña sonrisa.
-Déjame decirte, Avril, que luces hermosa esta noche. ¿Gustas una copa?
-No gracias. Debo volver a casa con mi hija –ante ese comentario varios de los presentes comenzaron a murmurar.
-Solo una noche, por lo que veo tu pequeña está bien cuidada –insitió él.
-Está bien señor Raymond ¿Quería hablarme? –casi con pesar acepté la copa y le di un sorbo sabía a dinero malgastado. Estaba fuera de mi mundo sentada en esa mesa…
-Claro que sí, toma asiento querida y no me llames así mi padre es el señor Raymond, dime Thomas.
-Está bien.
-Oí que usted desea ser columnista…
-Si me disculpa, Thomas, no creo que este sea momento ni lugar para discutir situaciones laborales.
-Pero claro que sí lo es. Si solo están aquí mis más allegados socios: gente de confianza.
-Lo lamento debo irme –dije al ver que en mi mesa Lizzie había despertado y estaba llorando en brazos de Diana.
-¿Sucede algo?
-Con permiso. Gracias por la bebida –dejé la copa de champagne en la mesa y fui caminando hasta mi mesa tan rápido como mis zapatos lo permitieron.
-Lo siento –dijo Diana- No sé porqué se despertó.
-Está bien, gracias Di –tomé a Liz en mis brazos y ella instantáneamente se abrazó a mi cuello- Ya vamos a casa, pequeña –le susurré acariciando su cabello- Duerme unos minutos más.
-Mami… –Liz murmuró una serie de balbuceos inentendibles por unos minutos y luego volvió a caer dormida en mis brazos.
-¿Sabés dónde está tu hermano, Di?
-Sí, debe estar con Kate y Zac.
-¿Puedes llamarlo? Es tarde para Lizzie, debo volver a casa.
-Ok, voy a buscarlo.
Unos minutos más tarde Peter vino a buscarnos y me prestó su campera para que no tomara frío en el camino hasta el auto. Yo tomé las cosas de Lizzie y la acomodé mejor entre mis brazos para caminar hasta el auto de Peter sin que pasara frío.
Cuando llegamos al auto Peter me abrió la puerta mientras me contaba sobre la boda que se aproximaba entre Kate y Zac, dos de nuestros compañeros y amigos más cercanos que tenía en Nueva York.
-Nunca me hubiera imaginado a Kate y Zac casándose cuando los conocí… Las vueltas de la vida ¿No?
-Las vueltas de la vida –repitió sonriéndome y encendió la calefacción antes de arrancar el auto.
-¿Y tú? ¿Qué hacías entre Thomas y su gente?
-Ricos ostentosos… -dije despectivamente- No hacen más que presumir y mandar al resto de la gente. Tendrías que haber visto su cara cuando me levanté para venir a buscar a Lizzie. Cualquier otro se hubiera quedado a lamerle los pies. Es un pobre niño rico –reí suavemente- Y ese champagne era tan caro que sabía mal.
-Así es esta gente poderosa del mundo. Se creen que son los únicos. Liz se durmió rapidísimo.
-Sí, pensé que se mantendría despierta un rato más.
-Es muy pequeña aun.
-Sí, es prácticamente un bebé –sonreí mirando su rostro de angelito, completamente dormida- No puedo creer que ya tenga dos años… con todo lo que nos costó cuando nació.
-Nunca me contaste esa historia…
-Liz nació prematura… tuvo muchos problemas cuando era pequeña…
-Entiendo si no me quieres contar el resto –dijo él sonriéndome y yo le devolví el gesto.
-Son recuerdos que aun duelen.
-Supongo que tiene que ver con aquel amor que dejaste en tu hogar ¿Cierto?
-No de la manera que te estás imaginando pero sí. Quizás algún día te cuente.
-Sabes que siempre me tienes ahí para ti.
-Lo se… -susurré volviendo a centrar mi atención en Lizzie y así pasó el resto del viaje.
-Te acompaño hasta el departamento. ¿Quieres que lleve el bolso?
-Ok, gracias.
-No hay problema –él tomó el bolso y yo bajé del auto con Lizzie en mis brazos.
-Está helado… la próxima vez me voy a abrigar más –dije mientras el portero nos abría la puerta.
-Buenas noches señorita Williams
-Hola Martin –saludé con una sonrisa al portero y luego llamé al ascensor para subir a mi piso.
-Así que rechazaste un ascenso a columnista… estás loca.
-No iba a fingir ser alguien que no soy solo por ser columnista. Sabes que no va conmigo, demasiado fue que me pusiera este vestido. No me gusta pretender algo que no soy…
-No le heches la culpa al vestido, te queda precioso.
-Y lo dice mi mejor amigo…
-Es en serio, no lo digo solo porque soy tu amigo.
-Claro, claro –reí mientras la puerta del ascensor se abría y luego abrí la puerta del departamento- ¿Quieres pasar?
-Bueno, unos minutos.
-Voy a acostar a Liz, ya vengo –dicho esto caminé hasta la habitación de Lizzie.
-¿Mami? –susurró cuando comencé a desvestirla.
-Sí amor. Soy yo, ya llegamos a casa…
-Quiero mi chupete y a Fuffi -pidió con los ojos entrecerrados.
-Claro mi amor.
Terminé de desvestirla rápidamente y le puse su pijama mientras ella murmuraba cosas sin sentido. Luego le di su chupete y el gato de peluche que había llamado Fuffi y se quedó completamente dormida. Pasé por mi habitación antes de volver a la sala y me saqué los molestos zapatos taco alto y la campera de cuero negra, me puse medias y cubrí mi cuerpo con una manta de algodón frisado. Después tomé el espejo y pañitos desmaquillantes del baño y volví a la sala.
-¿Tenías frío? –se burló.
-¿Se nota? –reí comenzando a quitarme el maquillaje frente al pequeño espejo.
-Hacía tiempo que no hacíamos esto.
-Sí, desde que te recibiste me dejaste olvidada –dije mirándolo con una fingida cara de tristeza y después cerré los ojos para quitarme la sombra gris.
-Sabes que no es así. Es solo que tengo que viajar más.
-Estoy bromeando tonto, no es para que lo tomes tan a pecho.
-Yo también las extraño…
-Se te escucha raro… -comenté quitando la atención del espejo y lo miré a los ojos- ¿Hay algo que quieras decir?
-Ehh… Bueno yo… -rascó su nuca en busca de alguna excusa y bajó la mirada al piso al mismo tiempo que yo terminaba de quitarme el maquillaje.
-¿Qué pasa Peter? –pregunté haciendo a un lado las cosas y le presté atención completamente.
-Tu sabes que nos conocemos desde hace mucho y… ustedes son muy importantes en mi vida y Abbey… yo te quiero
-También yo, Peter. Obvio que te quiero, eres mi mejor amigo.
-No entiendes lo que quiero decir… yo te quiero como algo más que una amiga –soltó nerviosamente.
-¿Qué?
-Eso, Av. Verte todos los días, compartir tus alegrías y tus tristezas, las miles de charlas interminables, verte en el trabajo, cuidando de Liz, estar contigo todo este tiempo… No sé cómo ni cuándo pasó pero me enamoré de ti, Avril.
El silencio conquistó la habitación. Sus ojos eran tan sinceros que me entristecía no poder corresponder sus sentimientos. Peter era mi mejor amigo y eso jamás cambiaría, no para mí… lo amaba, lo amaba muchísimo… pero lo amaba como si fuera mi hermano mayor; lo necesitaba y no podía vivir sin él pero no de esa manera. No estaba enamorada de él y realmente de dolía tener que desilusionarlo pero no podía engañarlo, él no se merecía que le mintiera aunque aquella mentira pudiera hacerlo feliz por un tiempo…
-Lo siento Peter pero yo… yo te quiero muchísimo pero no de esa manera.
-Dame una oportunidad, yo puedo hacerte feliz Av.
-No puedo Peter… no puedo mentirnos de esta manera. Lo nuestro no funcionaría…
-¿Por qué?
-Porque yo amo a otra persona y lo sabes.
-Avril, pasaron dos años desde que estás aquí. ¿Vas a pasar toda tu vida esperándolo? No va a venir a buscarte…
-Ya lo sé –dije con un nudo en la garganta- Pero simplemente no puedo hacer esto… no quiero arruinar nuestra amistad.
-Sabes que en el fondo sientes algo por mí.
-Sí, siento algo muy fuerte pero no es esa clase de amor, Peter. Tienes que entenderlo… yo no puedo, simplemente no puedo. Para mí siempre serás mi mejor amigo; no quiero perder eso…
-Bien… -dijo con la voz algo extraña- Si quieres que las cosas sigan como hasta ayer va a ser así, solo necesitaba saber si tenía una oportunidad.
-Peter, eres un hombre maravilloso y algún día vas a encontrar a alguien que te ame pero yo no puedo hacerlo…
-¿No eres tu, soy yo? –rió con ironía- Necesito algo de tiempo.
-No te vayas… -supliqué al verlo levantarse.
-Lo siento, Av…
-Pero…
Antes de poder decir nada más se fue del departamento dejando miles de cosas en mi cabeza. No era justo que en este mundo todos amaran a las personas equivocadas.
No solo había desilusionado a mi mejor amigo, sino que lo había lastimado y estaba casi segura de que lo había perdido. No podíamos seguir siendo amigos como antes después de esto.
Intentando no pensar en nada fui a mi habitación y me quité el vestido de la fiesta esperando que las lágrimas no llegaran, rápidamente me cambié y me fui a dormir a la cama de Lizzie. Si había algo que no quería hacer era pensar.
Invitado
Invitado
Re: "Near You" (Joe&Avril)
Nooo pobre Peter, pero peor es que salgan y ella le mienta
ay Lali estuvo hermoso el cap! Cada vez enamoro mas de tu nove *-*
Ojala que lo que dijo Peter no sea cierto, y Avril si pueda encontrarse con Joe.
Siguela cuando puedas! :)
Patu
Re: "Near You" (Joe&Avril)
~★~PatuJonasDeLerman~~ escribió:
Nooo pobre Peter, pero peor es que salgan y ella le mienta
ay Lali estuvo hermoso el cap! Cada vez enamoro mas de tu nove *-*
Ojala que lo que dijo Peter no sea cierto, y Avril si pueda encontrarse con Joe.
Siguela cuando puedas! :)
OPINO EXACTAMENTE LO MISMOOOO
CUANDO VOLVERAS JOEE??
DONDE TE HAS METIDO??
Belencita
Re: "Near You" (Joe&Avril)
Awww,me da una lastima Av
Ella sigue enamorada de Joe :(
Ay,me re encariñe con Lizzie
Es hermosisima!
Y ademas super tierna *.*
Quiero saber como esta Joe!
Porfa,siguela Lali :D
Ella sigue enamorada de Joe :(
Ay,me re encariñe con Lizzie
Es hermosisima!
Y ademas super tierna *.*
Quiero saber como esta Joe!
Porfa,siguela Lali :D
Lulajonatica
Re: "Near You" (Joe&Avril)
amo a Lizzie es una niña mega tierna
pobre peter pero es mejor la verdad qe mentir
yo igual quiero qe aparsca Joe..siguela pronto por fis
pobre peter pero es mejor la verdad qe mentir
yo igual quiero qe aparsca Joe..siguela pronto por fis
ale_princess
Re: "Near You" (Joe&Avril)
Llegué en el cap 30 (:
NUEVA LECTORA, con los últimos capitulos he llorado. Maldita, puta, engreida, y malevola camille :(
Seguilaaaaaaaaaaaaaaaa :bounce:
NUEVA LECTORA, con los últimos capitulos he llorado. Maldita, puta, engreida, y malevola camille :(
Seguilaaaaaaaaaaaaaaaa :bounce:
Silvi&Ale
Re: "Near You" (Joe&Avril)
me encanto el cap
aunque pobre peter
yo estoy de acuerdo con las demas
necesito saber algo de joe
sigue pronto :D
aunque pobre peter
yo estoy de acuerdo con las demas
necesito saber algo de joe
sigue pronto :D
Mrs. Nick Jonas
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