Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 1 de 14. • Comparte
Página 1 de 14. • 1, 2, 3 ... 7 ... 14
"Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
*FICHA*
Nombre: Tu Eterno Admirador.
Autor: Baker Breeze.
Adaptación: Si, de un libro.
Género: Hot/Misterio.
Advertencias: Contiene palabras fuertes.
Otras páginas: No lo sé, ya que es una adaptación.
Argumento_
__(Tn) Gibson es una de las modelos más cotizadas dentro de la agencia Impact de gran prestigio en Londres.
Se ha vuelto famosa de la noche a la mañana y por lo tanto también se ha vuelto vulnerable al acoso de un admirdor secreto.
Pero esa admiración rápidamente se convierte en obsesión y __(Tn) siente que su vida corre peligro.
Joseph Jonas es un detective de muy pocas pulgas que ha sido despedido y necesita un empleo pronto, por eso acepta convertirse en el guardaespaldas de una de las modelos más importantes de Impact.
__(Tn) lo reconoce de inmediato cuando lo ve y no guarda buenos recuerdos de él; Joseph Jonas, detective ahora devenido a guardaespaldas es nada más y nada menos el adolescente rebelde que siempre se había burlado de ella por su aspecto de niña santurrona. __(Tn) descubre que Joseph no la ha reconocido y entonces aprovecha la situación para vengarse de él.
Pero claro, también deberá luchar contra las sensaciones que el ex chico rebelde despierta en ella con tan solo una mirada; y como si fuera poco tendrá que dejar que él la cuide y la proteja del acoso de su admirador secreto que ha convertido su vida en una aunténtica pesadilla.
Última edición por ♥Karely Jonatika♥ el Lun 09 Abr 2012, 4:44 pm, editado 1 vez
Karely Jonatika
Re: "Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
CAPITULO 1
El teléfono sonó por tercera vez esa mañana en la casa de ___(Tn) cuando Wendy, su compañera de piso y amiga atendió.
―Diga.
Desde el otro lado de la línea solo había silencio.
―¿Hola, hay alguien ahí? –Insistió Wendy dejándose caer sobre el sillón―. Oiga, no tengo tiempo para para estos jueguitos, ¿por qué no dice de una vez quién es y qué es lo que quiere?
Pero nuevamente no obtuvo más que silencio.
En ese preciso momento, ___(Tn) llegó de la calle luego de su rutina de ejercicios mañaneros y cuando vio a su amiga evidentemente enfadada con el teléfono en la mano supo que la persona que llamaba y colgaba si ella no atendía, había vuelto a las andadas.
―Cuelga, Wen –le ordenó ___(Tn) dejando su botella de agua mineral encima de la mesita.
Wendy lo hizo y miró a su amiga con preocupación.
―___(Tn), no me gustan para nada estas llamadas. Ya hace más de dos semanas que viene sucediendo y cuando atiendo yo se queda callado.
___(Tn) dejó escapar un suspiro y se sentó junto a su amiga.
―Lo sé, Wen. Solo cuando respondo yo comienza a respirar de esa manera obscena que me da escalofríos –dijo ___(Tn) pasándose una mano por la frente sudada.
―Deberías llamar a la policía. El sujeto se ha atrevido a llamarte aquí y solo Dios sabe cómo ha conseguido nuestro número.
___(Tn) frunció el ceño. Su amiga tenía razón, primero llamaba a la agencia pero desde hacía unos días lo hacía también a la casa.
―No creo que debamos alarmarnos demasiado, Wen, seguramente es algún chico que me ha visto en la televisión o en uno de los afiches que cuelgan de la ciudad –alegó tratando de restarle importancia al asunto―. Muchas chicas de la agencia han pasado por lo mismo y nada les ha sucedido; ya se cansará y dejará de molestar –se puso de pie y recogió la botella de agua mineral―. Iré a darme una ducha porque en menos de dos horas tengo una sesión de fotos para la nueva campaña.
―¿De qué se trata esta vez? –preguntó curiosa Wendy un poco más calmada.
―Una línea de esencias corporales de una importante empresa francesa. Kevin me dijo que los dueños me vieron en una foto y quieren que sea la imagen de su nuevo producto –respondió con una sonrisa.
Wendy suspiró profundamente.
―¡Esa es la clase de campaña en la que me gustaría participar! –replicó cansada de ser llamada siempre para promocionar pastas dentales y jabones.
―No desesperes Wen que a ti también te llegará esa oportunidad que tanto esperas –auguró ___(Tn) entrando en el cuarto de baño.
Wendy no le dijo nada, muchas veces envidiaba el optimismo de su amiga ___(Tn). La escuchó entonar una canción de moda mientras se preparaba el baño y sonrió. Luego echó un vistazo al teléfono y dejo escapar un hondo suspiro. No le gustaba nada las llamadas que ___(Tn) estaba recibiendo; su amiga parecía no darle la importancia debida y con esas cosas no se jugaban. Debía hablar con Kevin para que tomara cartas en el asunto y lo haría ese mismo día.
___(Tn) se quitó la ropa sudada y comprobó que el agua de la bañera estuviera templada, echó una de sus sales favoritas y se metió dentro. Cuando se recostó, el piso de la bañera aún estaba frío pero lentamente fue tomando temperatura. Se sumergió hasta que el agua la cubrió casi por completo y apoyó la cabeza en el extremo de la bañera. Cerró los ojos y dejó que las sales hicieran efecto en su cuerpo; respiro hondo y se sintió embargada por el aroma a almendras que éstas despedían. Le encantaba aquella parte del día; se levantaba temprano, siempre y cuando no tuviera una sesión de fotos y luego de correr por el parque que estaba a dos cuadras de su casa se daba aquel baño relajante que la preparaba para iniciar su diario trajín.
Ser modelo podía ser a veces un martirio pero adoraba su profesión y había luchado mucho para llegar donde estaba. Con apenas dieciséis años se había marchado de su pueblo natal para vivir en Londres en casa de su madrina que no dudó en recibirla con los brazos abiertos cuando ella apareció con su maleta y un montón de sueños por cumplir. Ya habían pasado diez años y muchas cosas habían cambiado. Ya no vivía con su madrina sino que se había mudado con Wendy a quién conocía desde su primer día en la agencia. Tampoco era la jovencita tonta y santurrona que había abandonado su pueblo en busca de sus ideales. Ahora tenía veintiséis años recién cumplidos y no había nadie en Londres que se moviera dentro del mundillo de la publicidad que no supiera quien era ___(Tn) Gibson. Había sabido forjarse un nombre y una carrera con mucho esfuerzo y había logrado acostumbrarse a la fama que eso traía consigo.
De repente las llamadas que recibía desde hacía exactamente tres semanas vinieron a su mente; las demás chicas de la agencia le decían que no se preocupara, que era normal que algunos chicos se entusiasmaran con ella luego de verla en la televisión o en alguna revista. ___(Tn) había recibido varias invitaciones de hombres que se acercaban a ella en fiestas, en reuniones de trabajo e incluso en la calle o en el supermercado pero nunca se había atrevido a llamarla por teléfono y asustarla de aquella manera. Porque ella estaba asustada a pesar de lo que pudieran decir las demás. Y como si fuera poco ahora el sujeto había conseguido el teléfono de su casa lo que significaba que sabía dónde ella vivía. Un escalofrío recorrió su espina dorsal al pensar en semejante posibilidad. Había tratado de restarle importancia al asunto, sobre todo frente a los demás pero ya no podía estar tranquila. Muchas veces incluso le había parecido que alguien la seguía. Intentó apartar aquellos pensamientos preocupantes de su mente, no le hacía bien. Ningún empresario quería que su modelo estrella saliera en las fotografías con el rostro demacrado por la preocupación. Abandonó la calidez reconfortante del agua y se colocó el albornoz; se envolvió la rubia cabellera con una toalla y fue a la habitación.
El teléfono sonó y dio un respingo al escuchar su repiqueteo. Dudó un instante antes de responder pero finalmente lo hizo.
―¿Hola?
―___(Tn), soy yo, te llamo para recordarte que la sesión de hoy se va a retrasar unos minutos para poder darle tiempo al señor Gauguier de llegar a la agencia.
___(Tn) respiró aliviada al escuchar la voz de su jefe Kevin.
―Sí, Kev, no lo había olvidado.
―Me ha pedido expresamente estar presente en la primera sesión de fotos; quiere conocerte en persona –dijo entusiasmado Kevin Hoolbrok.
___(Tn) sonrió.
―Espero que se quede conforme conmigo; me has dicho que ha insistido en que sea yo la imagen de su producto y tengo miedo de defraudarlo a él y a Impact –comentó algo preocupada.
―¡Nada de eso, tontita! –Se apresuró a decir Kevin―. El señor Gauguier ha visto todas tus fotos y ha quedado encantado contigo al punto de decirme que no iba a permitir que otra modelo hiciera la campaña –le recordó él con orgullo.
―Aun así no puedo evitar sentirme nerviosa –confesó. Le sucedía siempre que iniciaba una nueva campaña y más con esta última en donde el cliente, un importante empresario francés había puesto tantas expectativas en ella.
―Lo harás más que bien, ___(Tn). Eres el orgullo de la agencia –dijo Kevin incapaz de ocultar su emoción.
___(Tn) notó el tono de su voz. Kevin Hoolbrok era no solo su jefe; era su amigo, el hombre que le había dado su primera oportunidad. Se conocían desde hacía ya casi ocho años y confiaba plenamente en él como no confiaba en nadie. Él era su mentor y el hombre que sin dudas había hecho que ella, ___(Tn) Gibson fuera hoy una de las modelos publicitarias más cotizadas de Londres.
Terminó de hablar con él y se vistió de prisa para llegar a tiempo a la agencia, el señor Gauguier se retrasaría pero ella prefería ser puntual, además quería ver a las demás chicas antes de comenzar con el ajetreo que significaba pasar por maquillaje, luego por vestuario y por último ponerse a las órdenes de Sean, el fotógrafo que llevaría a cabo la campaña.
Se vistió con unos jeans ajustados en las caderas que ensanchaban en las piernas y le permitía moverse con comodidad. Una blusa sin mangas color terracota con escote en V completaba su atuendo informal, aquel que más le gustaba llevar y con el que se sentía más a gusto.
Se recogió el cabello en lo alto de la cabeza en una cola de caballo y no se maquillo; gracias a Dios su rostro no lo necesitaba. Tenía una piel tersa y algo pálida que le daba un aire angelical, sus enormes y expresivos ojos azules ayudaban a proyectar esa imagen. Una nariz pequeña y algo redondeada en la punta y una boca de labios gruesos hacían que ___(Tn) Gibson una mujer preciosa; de esas que los hombres hasta se giraban en la calle para mirar. Y no era solo su rostro lo que atraía al sector masculino; si su rostro parecía el de una niña angelical, su cuerpo era todo lo contrario. Parecía estar tallado por un demonio; era tentador, con curvas pronunciadas y que podía enloquecer a cualquier hombre que se volteara tan solo una vez para mirarla.
Y ___(Tn) Gibson no siempre había sido así. En su época de adolescente, en su pueblo ella era una chica completamente diferente. Se había criado en una familia protestante de creencias arraigadas y eso la había convertido en una muchacha algo recata que asistía a misa cada domingo del brazo de su padre. Le habían puesto un apodo en la escuela. ___(Tn), la puritana. Había sido objeto de burlas y de toda clase de habladurías sobre su vida social, que si había tenido novio alguna vez, que si ya había sido besada por un chico e incluso se preguntaban si alguien se había atrevido a desvirgarla. Una sonrisa amarga se dibujó en el rostro de ___(Tn) mientras se contemplaba en el espejo una última vez.
___(Tn), la puritana.
Esa apodo que había cargado durante tantos años y que ahora había dejado completamente atrás. Y claro que recordaba quien se lo había puesto; Joseph Jonas. El chico más rebelde de la escuela y quien siempre parecía adorar burlarse de ella.
Maldijo su nombre en silencio. Nunca le perdonaría lo que le había hecho pasar durante su época de adolescente; claro que desde que se había marchado del pueblo no había sabido nada más de Joseph pero si un día se lo encontraba cara a cara le diría lo que pensaba de él.
Y si ese día por casualidad llegaba Joseph Jonas tendría que cuidarse y mucho.
―Diga.
Desde el otro lado de la línea solo había silencio.
―¿Hola, hay alguien ahí? –Insistió Wendy dejándose caer sobre el sillón―. Oiga, no tengo tiempo para para estos jueguitos, ¿por qué no dice de una vez quién es y qué es lo que quiere?
Pero nuevamente no obtuvo más que silencio.
En ese preciso momento, ___(Tn) llegó de la calle luego de su rutina de ejercicios mañaneros y cuando vio a su amiga evidentemente enfadada con el teléfono en la mano supo que la persona que llamaba y colgaba si ella no atendía, había vuelto a las andadas.
―Cuelga, Wen –le ordenó ___(Tn) dejando su botella de agua mineral encima de la mesita.
Wendy lo hizo y miró a su amiga con preocupación.
―___(Tn), no me gustan para nada estas llamadas. Ya hace más de dos semanas que viene sucediendo y cuando atiendo yo se queda callado.
___(Tn) dejó escapar un suspiro y se sentó junto a su amiga.
―Lo sé, Wen. Solo cuando respondo yo comienza a respirar de esa manera obscena que me da escalofríos –dijo ___(Tn) pasándose una mano por la frente sudada.
―Deberías llamar a la policía. El sujeto se ha atrevido a llamarte aquí y solo Dios sabe cómo ha conseguido nuestro número.
___(Tn) frunció el ceño. Su amiga tenía razón, primero llamaba a la agencia pero desde hacía unos días lo hacía también a la casa.
―No creo que debamos alarmarnos demasiado, Wen, seguramente es algún chico que me ha visto en la televisión o en uno de los afiches que cuelgan de la ciudad –alegó tratando de restarle importancia al asunto―. Muchas chicas de la agencia han pasado por lo mismo y nada les ha sucedido; ya se cansará y dejará de molestar –se puso de pie y recogió la botella de agua mineral―. Iré a darme una ducha porque en menos de dos horas tengo una sesión de fotos para la nueva campaña.
―¿De qué se trata esta vez? –preguntó curiosa Wendy un poco más calmada.
―Una línea de esencias corporales de una importante empresa francesa. Kevin me dijo que los dueños me vieron en una foto y quieren que sea la imagen de su nuevo producto –respondió con una sonrisa.
Wendy suspiró profundamente.
―¡Esa es la clase de campaña en la que me gustaría participar! –replicó cansada de ser llamada siempre para promocionar pastas dentales y jabones.
―No desesperes Wen que a ti también te llegará esa oportunidad que tanto esperas –auguró ___(Tn) entrando en el cuarto de baño.
Wendy no le dijo nada, muchas veces envidiaba el optimismo de su amiga ___(Tn). La escuchó entonar una canción de moda mientras se preparaba el baño y sonrió. Luego echó un vistazo al teléfono y dejo escapar un hondo suspiro. No le gustaba nada las llamadas que ___(Tn) estaba recibiendo; su amiga parecía no darle la importancia debida y con esas cosas no se jugaban. Debía hablar con Kevin para que tomara cartas en el asunto y lo haría ese mismo día.
___(Tn) se quitó la ropa sudada y comprobó que el agua de la bañera estuviera templada, echó una de sus sales favoritas y se metió dentro. Cuando se recostó, el piso de la bañera aún estaba frío pero lentamente fue tomando temperatura. Se sumergió hasta que el agua la cubrió casi por completo y apoyó la cabeza en el extremo de la bañera. Cerró los ojos y dejó que las sales hicieran efecto en su cuerpo; respiro hondo y se sintió embargada por el aroma a almendras que éstas despedían. Le encantaba aquella parte del día; se levantaba temprano, siempre y cuando no tuviera una sesión de fotos y luego de correr por el parque que estaba a dos cuadras de su casa se daba aquel baño relajante que la preparaba para iniciar su diario trajín.
Ser modelo podía ser a veces un martirio pero adoraba su profesión y había luchado mucho para llegar donde estaba. Con apenas dieciséis años se había marchado de su pueblo natal para vivir en Londres en casa de su madrina que no dudó en recibirla con los brazos abiertos cuando ella apareció con su maleta y un montón de sueños por cumplir. Ya habían pasado diez años y muchas cosas habían cambiado. Ya no vivía con su madrina sino que se había mudado con Wendy a quién conocía desde su primer día en la agencia. Tampoco era la jovencita tonta y santurrona que había abandonado su pueblo en busca de sus ideales. Ahora tenía veintiséis años recién cumplidos y no había nadie en Londres que se moviera dentro del mundillo de la publicidad que no supiera quien era ___(Tn) Gibson. Había sabido forjarse un nombre y una carrera con mucho esfuerzo y había logrado acostumbrarse a la fama que eso traía consigo.
De repente las llamadas que recibía desde hacía exactamente tres semanas vinieron a su mente; las demás chicas de la agencia le decían que no se preocupara, que era normal que algunos chicos se entusiasmaran con ella luego de verla en la televisión o en alguna revista. ___(Tn) había recibido varias invitaciones de hombres que se acercaban a ella en fiestas, en reuniones de trabajo e incluso en la calle o en el supermercado pero nunca se había atrevido a llamarla por teléfono y asustarla de aquella manera. Porque ella estaba asustada a pesar de lo que pudieran decir las demás. Y como si fuera poco ahora el sujeto había conseguido el teléfono de su casa lo que significaba que sabía dónde ella vivía. Un escalofrío recorrió su espina dorsal al pensar en semejante posibilidad. Había tratado de restarle importancia al asunto, sobre todo frente a los demás pero ya no podía estar tranquila. Muchas veces incluso le había parecido que alguien la seguía. Intentó apartar aquellos pensamientos preocupantes de su mente, no le hacía bien. Ningún empresario quería que su modelo estrella saliera en las fotografías con el rostro demacrado por la preocupación. Abandonó la calidez reconfortante del agua y se colocó el albornoz; se envolvió la rubia cabellera con una toalla y fue a la habitación.
El teléfono sonó y dio un respingo al escuchar su repiqueteo. Dudó un instante antes de responder pero finalmente lo hizo.
―¿Hola?
―___(Tn), soy yo, te llamo para recordarte que la sesión de hoy se va a retrasar unos minutos para poder darle tiempo al señor Gauguier de llegar a la agencia.
___(Tn) respiró aliviada al escuchar la voz de su jefe Kevin.
―Sí, Kev, no lo había olvidado.
―Me ha pedido expresamente estar presente en la primera sesión de fotos; quiere conocerte en persona –dijo entusiasmado Kevin Hoolbrok.
___(Tn) sonrió.
―Espero que se quede conforme conmigo; me has dicho que ha insistido en que sea yo la imagen de su producto y tengo miedo de defraudarlo a él y a Impact –comentó algo preocupada.
―¡Nada de eso, tontita! –Se apresuró a decir Kevin―. El señor Gauguier ha visto todas tus fotos y ha quedado encantado contigo al punto de decirme que no iba a permitir que otra modelo hiciera la campaña –le recordó él con orgullo.
―Aun así no puedo evitar sentirme nerviosa –confesó. Le sucedía siempre que iniciaba una nueva campaña y más con esta última en donde el cliente, un importante empresario francés había puesto tantas expectativas en ella.
―Lo harás más que bien, ___(Tn). Eres el orgullo de la agencia –dijo Kevin incapaz de ocultar su emoción.
___(Tn) notó el tono de su voz. Kevin Hoolbrok era no solo su jefe; era su amigo, el hombre que le había dado su primera oportunidad. Se conocían desde hacía ya casi ocho años y confiaba plenamente en él como no confiaba en nadie. Él era su mentor y el hombre que sin dudas había hecho que ella, ___(Tn) Gibson fuera hoy una de las modelos publicitarias más cotizadas de Londres.
Terminó de hablar con él y se vistió de prisa para llegar a tiempo a la agencia, el señor Gauguier se retrasaría pero ella prefería ser puntual, además quería ver a las demás chicas antes de comenzar con el ajetreo que significaba pasar por maquillaje, luego por vestuario y por último ponerse a las órdenes de Sean, el fotógrafo que llevaría a cabo la campaña.
Se vistió con unos jeans ajustados en las caderas que ensanchaban en las piernas y le permitía moverse con comodidad. Una blusa sin mangas color terracota con escote en V completaba su atuendo informal, aquel que más le gustaba llevar y con el que se sentía más a gusto.
Se recogió el cabello en lo alto de la cabeza en una cola de caballo y no se maquillo; gracias a Dios su rostro no lo necesitaba. Tenía una piel tersa y algo pálida que le daba un aire angelical, sus enormes y expresivos ojos azules ayudaban a proyectar esa imagen. Una nariz pequeña y algo redondeada en la punta y una boca de labios gruesos hacían que ___(Tn) Gibson una mujer preciosa; de esas que los hombres hasta se giraban en la calle para mirar. Y no era solo su rostro lo que atraía al sector masculino; si su rostro parecía el de una niña angelical, su cuerpo era todo lo contrario. Parecía estar tallado por un demonio; era tentador, con curvas pronunciadas y que podía enloquecer a cualquier hombre que se volteara tan solo una vez para mirarla.
Y ___(Tn) Gibson no siempre había sido así. En su época de adolescente, en su pueblo ella era una chica completamente diferente. Se había criado en una familia protestante de creencias arraigadas y eso la había convertido en una muchacha algo recata que asistía a misa cada domingo del brazo de su padre. Le habían puesto un apodo en la escuela. ___(Tn), la puritana. Había sido objeto de burlas y de toda clase de habladurías sobre su vida social, que si había tenido novio alguna vez, que si ya había sido besada por un chico e incluso se preguntaban si alguien se había atrevido a desvirgarla. Una sonrisa amarga se dibujó en el rostro de ___(Tn) mientras se contemplaba en el espejo una última vez.
___(Tn), la puritana.
Esa apodo que había cargado durante tantos años y que ahora había dejado completamente atrás. Y claro que recordaba quien se lo había puesto; Joseph Jonas. El chico más rebelde de la escuela y quien siempre parecía adorar burlarse de ella.
Maldijo su nombre en silencio. Nunca le perdonaría lo que le había hecho pasar durante su época de adolescente; claro que desde que se había marchado del pueblo no había sabido nada más de Joseph pero si un día se lo encontraba cara a cara le diría lo que pensaba de él.
Y si ese día por casualidad llegaba Joseph Jonas tendría que cuidarse y mucho.
Aquí les dejo el primer capítulo chicas. Bienvenidas y espero que las siga viendo por acá. Un beso, gracias por sus firmas. Ciao♥
Karely Jonatika
Re: "Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
nueva lectora
esta super
kare
sigue
y tus ortras noves tambien
esta super
kare
sigue
y tus ortras noves tambien
andreita
Re: "Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
Nueva lectoraaaa!
Siguelaa quiero saber como se ira a vengar la rayis de Joe.
Siguelaa quiero saber como se ira a vengar la rayis de Joe.
JB&1D2
Re: "Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
Nueva lectora me gustó mucho! sube más por favor (: saludos!!!
Isi
Re: "Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
CAPITULO 2
___(Tn) llegó a Impact pasada media hora de las nueve; tenía prevista la sesión fotográfica a las diez una vez que el señor Gauguier se presentara para conocerla. Entró al edificio de tres plantas que estaba ubicado en una de las zonas más vistosas del barrio de Marylebone y de inmediato, Penny la recepcionista les dijo que había llegado un sobre para ella.
___(Tn) sonrió.
―Gracias, Penny –cogió el sobre y lo metió dentro de su bolso. Observó su reloj una vez más, tenía todavía algunos minutos para pasar a saludar a Kevin antes de entregarse a las manos de su maquilladora.
Cuando entró a la oficina de su jefe, éste la recibió con una sonrisa de oreja a oreja.
―¡___(Tn), cariño! –avanzó hacia ella y le dio un fuerte abrazo.
___(Tn) sonrió; a él le encantaba llamarla de esa manera y a pesar que le había pedido que no lo hiciera en frente de las demás modelos para no crear malos entendidos, Kevin Hoolbrok seguía haciéndolo.
―El señor Guaguier debe estar a punto de llegar –la invitó a sentarse―. Quiero que no te pongas nerviosa durante la sesión de fotos, olvídate que él va a estar allí observando tu trabajo.
___(Tn) soltó una carcajada.
―¡Ja! ¡Como si fuera sencillo hacerlo! –espetó. Era la primera vez que un empresario insistía tanto en verla en su primera sesión fotográfica.
―Eres una profesional, cariño y sé que lo harás mejor que nunca –se puso de pie y se acercó a ella para darle unas palmaditas en los hombros.
___(Tn) acarició la mano de Kevin y se sintió más tranquila. Él la comprendía tan bien que a veces se preguntaba porque no había llegado a enamorarse de él. Kevin era un hombre sumamente interesante; capaz de encandilar a cualquier mujer pero ella solo podía verlo como un amigo.
―Me consientes demasiado, Kev –dijo ella poniéndose de pie.
―Sabes que eres mi modelo favorita.
Ella le sonrió y le dio un beso en la mejilla y ni siquiera se dio cuenta del brillo en los ojos de su jefe y amigo.
―Será mejor que vaya a maquillarme, no quiero ser yo quien retrase la sesión –tomó su bolso y cuando lo hizo recordó el sobre que la recepcionista le había entregado; lo sacó y le echó un vistazo.
―¿Qué es? –preguntó curioso Kevin.
―Me lo acaba de dar Penny –respondió ella algo contrariada al comprobar que la carta no traía remitente. La abrió y se quedó de una pieza.
Kevin notó la expresión de horror en su cara y se acercó.
―¿Qué sucede, ___(Tn)?
___(Tn) lo miró y le entregó lo que contenía aquel misterioso sobre.
Una foto suya con una leyenda escrita a mano.
Te sienta divinamente bien esa falda negra.
El texto acompañaba la imagen de ___(Tn) caminando en plena calle.
―¿Cuándo fue esto?
___(Tn) no pudo responder. Estaba aturdida y asustada, muy asustada.
―___(Tn)…
―No, no sé –observó la fotografía una vez más―. Creo que fue hace tres días cuando fui a una exposición en la Wallace Collection.
―Supongo que es la primera vez que recibes algo como esto –comentó Kevin tan preocupado como ella.
___(Tn) se sentó, respiró hondo buscando calmarse y miró a su jefe a la cara.
―Una foto sí, pero hace tres semanas que vengo recibiendo extrañas llamadas telefónicas… y esta mañana se han atrevido a llamar a la casa –sabía que Kevin se enojaría con ella por no habérselo comentado antes.
―¿Tres semanas? ¡Maldición, ___(Tn)! ¿Y recién me lo dices?
―No creí que fuera importante, las demás chicas me dijeron que era algo habitual, ya sabes, algún admirador que solo quiere ser atento…
―¿Atento, ___(Tn)? –espetó furioso Kevin―. Este sujeto te está acosando, lisa y llenamente. ¿Te ha dicho algo cuando te ha llamado?
―No, al principio solo pronunciaba mi nombre y me decía lo hermosa que era, luego dejó de hablar pero seguía llamando –hizo una pausa porque aún no había logrado calmarse―; respiraba a través de la línea y se quedaba callado…
Kevin era plenamente consciente que aquello podía tornarse peligroso y le correspondía a él tomar cartas en el asunto.
―Deja esto conmigo –le dijo dejando el sobre encima de su escritorio―. Tú no te preocupes por nada; yo mismo me encargaré del asunto.
___(Tn) frunció el ceño.
―¿Qué vas a hacer? ¿Vas a llamar a la policía?
Sabía que quizá era lo que debía hacerse en esos casos pero no quería involucrarse en un escándalo, mucho menos que la imagen de Impact saliera perjudicada.
Kevin negó con la cabeza.
―Haré algo mucho mejor –rodeó el escritorio y levantó el teléfono―. No quiero que te retrases, el señor Gauguier debe estar por llegar, ve a maquillarte y conquista esa cámara –le sonrió.
___(Tn) intentó devolverle la misma sonrisa pero no podía fingir; estaba asustada, solo esperaba que ese temor no se reflejara en su rostro, no quería arruinar la sesión de esa mañana.
Completamente distraída abandonó la oficina de Kevin y se encaminó hacia el sector de maquillaje, en donde una de las maquilladoras la estaba esperando lista para cambiar su imagen. Estuvo sentada en aquella butaca por más de veinte minutos dejando que Lisa, la más joven del staff, trabajara en su rostro y en su cuerpo. Como el anuncio era sobre esencias corporales, le colocaban una especie de aceite brillante que hacía que su piel luciera espléndida en las fotos.
Luego llegó la estilista y peinó su melena formando ondas que se movían voluptuosas cada vez que ella se movía.
Estaba casi lista, ahora solo faltaba el vestuario, se puso de pie y se ajustó el nudo de su bata. No llevaba nada debajo y nadie le había dicho que vestiría exactamente.
―¿Te falta mucho? –preguntó la asistente del fotógrafo asomándose en la puerta.
―Sheena, no encuentro mi ropa –le dijo buscando por todos lados.
La mujer de unos cuarenta años y con unas cuantas libras de más entró y cerró la puerta.
―___(Tn), creí que te habían dicho que no usarías vestuario en esta sesión –explicó.
Los ojos de ___(Tn) se abrieron como platos.
―¿Cómo?
―El anunció es de esencias corporales que generalmente se usan después del baño y pasarás toda la sesión de fotos dentro de una bañera, desnuda, obviamente.
Por supuesto que ella sabía que se trataba de esencias corporales pero jamás pensó que tendría que fotografiarse desnuda.
―Kevin no me dijo nada –comenzó a decir pero la mujer le sonrió compresivamente.
―Seguramente porque habrías puesto el grito en el cielo si te lo decía; no te preocupes, estarás dentro de la bañera, el agua cubrirá lo necesario.
Era sencillo para ella decirlo, el asunto era que estaría completamente desnuda enfrente de una decena de personas y además como si fuera poco, el señor Gauguier también estaría allí.
Mataría a Kevin apenas lo viera.
Una vez que Sheena salió del camerino, ___(Tn) salió detrás de ella, apretándose con fuerza el nudo de su bata. De nada le serviría, se la tendría que sacar en tan solo cuestión de minutos.
Sean Pellicier, el fotógrafo estrella de Impact se acercó y le sonrió.
―___(Tn), estás radiante, como siempre –la contempló de arriba abajo y logró que se pusiera más nerviosa de lo que ya estaba.
―¡Kevin me va a oír! –exclamó enojada tratando de que los demás no percibieran la expresión furibunda de su mirada.
Sean dejó escapar una carcajada.
―No te preocupes –la asió del hombro y le indicó un sector del salón―. Mira, allí está el señor Gauguier, acaba de llegar y lo primero que hizo fue preguntar por ti.
___(Tn) miró hacia donde Sean le había indicado, no alcanzó a ver mucho, solo a un grupo de tres hombres que conversaban animadamente; lo que sí pudo distinguir era la elegancia con la que vestían. Se notaba que eran adinerados y que tenían clase.
«¡Demonios, y yo me tengo que poner en pelotas delante de ellos!». Pensó con el único pensamiento de salir corriendo.
Sean se fue a preparar sus elementos de trabajo y la dejó sola; entonces vio que uno de los asistentes de producción llenaba una bañera de loza blanca ubicada en un rincón. De fondo había una pared empapelada con motivos florales y una ventana con un paisaje costero que en realidad no estaba allí sino que era un truco de montaje.
Dejó escapar un suspiro, no podía hacer lo que quería; salir corriendo era la peor de las opciones, antes que nada era una profesional y nunca había salido con el rabo entre las piernas. Era verdad que era la primera vez que le pedían que hiciera una sesión de fotos completamente desnuda pero no podía hacer nada para evitarlo, solo podría vengarse luego agarrándoselas con Kevin por no habérselo dicho.
―Señorita Gibson.
___(Tn) se dio vuelta; un hombre de rulos y alto le tendía su mano.
―Soy el señor Nicholas Gauguier, es un placer conocerla por fin.
___(Tn) dejó que el hombre tomara su mano y depositara un beso suave en la palma.
―El placer es mío, señor Gauguier –respondió sonrojándose como una niña. No podía dejar de pensar que no llevaba nada debajo de la bata.
―Tenía muchas ganas de conocerla –dijo él con una perfecta sonrisa de dientes blancos instalada en su rostro pulcramente afeitado.
―Y yo le agradezco el interés que ha demostrado en mi trabajo.
―Es usted sin duda una de las modelos más fascinantes de toda la agencia y me atrevería a decir que de toda la ciudad.
___(Tn) sonrió nerviosamente, no estaba acostumbrada a que la halagaran de aquella manera sobre todo cuando estaba prácticamente desnuda.
―Gracias –respondió tímidamente―. Si me disculpa, debo iniciar con la sesión de fotos.
―Claro, faltaba más, estaré viéndola desde mi rincón –le dijo soltando por fin su mano.
«¡Perfecto, es lo único que me faltaba para terminar de morirme de la vergüenza!». Pensó yendo hacia la bañera.
La hora de la verdad había llegado, sabía que debía quitarse la bata pero se quedó paralizada en su sitio.
―___(Tn) –le dijo Sean desde su posición―. Debes meterte en la bañera, querida.
Ella lo escuchó, sólo que saberse rodeada de tanta gente la inhibía. Les dio la espalda a todos y se llevó ambas manos a la cintura. Jugó con el nudo de la bata, cerró los ojos y con un rápido movimiento la abrió. La deslizó por su espalda lo más a prisa que pudo y se metió en la bañera para ocultar su cuerpo desnudo debajo de la suave espuma que actuaría como escudo.
La bañera no estaba lo suficientemente llena.
Uno de los asistentes se acercó y le dijo:
―No quieren que tu cabello salga mojado en las fotografías.
___(Tn) se movió inquieta ladeando un poco su cuerpo. El agua apenas llegaba a la altura de sus pechos pero agradeció que al menos alcanzara para cubrir sus pezones.
―¡___(Tn), llévate el cabello hacia un lado! –le indicó Sean con la cámara en la mano.
Ella obedeció, sabía hacer bien su trabajo, sólo debía olvidarse que los hombres de aquel salón se la estaban devorando con la mirada.
―Muy bien, así. Mueve la cabeza hacia la izquierda, ahora hacia la derecha, así, perfecto. Ahora mira hacia la cama y sonríe seductoramente.
___(Tn) también sabía cómo hacer aquello solo que cuando miró hacia delante sus ojos se toparon con un par de ojos cafés que le resultaron extrañamente familiares.
Su dueño se movió inquieto en su sitio y al hacerlo uno de los focos iluminó de lleno su rostro.
___(Tn) se quedó inmóvil cuando finalmente lo reconoció.
¿Qué diablos estaba haciendo Joseph Jonas allí?
___(Tn) sonrió.
―Gracias, Penny –cogió el sobre y lo metió dentro de su bolso. Observó su reloj una vez más, tenía todavía algunos minutos para pasar a saludar a Kevin antes de entregarse a las manos de su maquilladora.
Cuando entró a la oficina de su jefe, éste la recibió con una sonrisa de oreja a oreja.
―¡___(Tn), cariño! –avanzó hacia ella y le dio un fuerte abrazo.
___(Tn) sonrió; a él le encantaba llamarla de esa manera y a pesar que le había pedido que no lo hiciera en frente de las demás modelos para no crear malos entendidos, Kevin Hoolbrok seguía haciéndolo.
―El señor Guaguier debe estar a punto de llegar –la invitó a sentarse―. Quiero que no te pongas nerviosa durante la sesión de fotos, olvídate que él va a estar allí observando tu trabajo.
___(Tn) soltó una carcajada.
―¡Ja! ¡Como si fuera sencillo hacerlo! –espetó. Era la primera vez que un empresario insistía tanto en verla en su primera sesión fotográfica.
―Eres una profesional, cariño y sé que lo harás mejor que nunca –se puso de pie y se acercó a ella para darle unas palmaditas en los hombros.
___(Tn) acarició la mano de Kevin y se sintió más tranquila. Él la comprendía tan bien que a veces se preguntaba porque no había llegado a enamorarse de él. Kevin era un hombre sumamente interesante; capaz de encandilar a cualquier mujer pero ella solo podía verlo como un amigo.
―Me consientes demasiado, Kev –dijo ella poniéndose de pie.
―Sabes que eres mi modelo favorita.
Ella le sonrió y le dio un beso en la mejilla y ni siquiera se dio cuenta del brillo en los ojos de su jefe y amigo.
―Será mejor que vaya a maquillarme, no quiero ser yo quien retrase la sesión –tomó su bolso y cuando lo hizo recordó el sobre que la recepcionista le había entregado; lo sacó y le echó un vistazo.
―¿Qué es? –preguntó curioso Kevin.
―Me lo acaba de dar Penny –respondió ella algo contrariada al comprobar que la carta no traía remitente. La abrió y se quedó de una pieza.
Kevin notó la expresión de horror en su cara y se acercó.
―¿Qué sucede, ___(Tn)?
___(Tn) lo miró y le entregó lo que contenía aquel misterioso sobre.
Una foto suya con una leyenda escrita a mano.
Te sienta divinamente bien esa falda negra.
El texto acompañaba la imagen de ___(Tn) caminando en plena calle.
―¿Cuándo fue esto?
___(Tn) no pudo responder. Estaba aturdida y asustada, muy asustada.
―___(Tn)…
―No, no sé –observó la fotografía una vez más―. Creo que fue hace tres días cuando fui a una exposición en la Wallace Collection.
―Supongo que es la primera vez que recibes algo como esto –comentó Kevin tan preocupado como ella.
___(Tn) se sentó, respiró hondo buscando calmarse y miró a su jefe a la cara.
―Una foto sí, pero hace tres semanas que vengo recibiendo extrañas llamadas telefónicas… y esta mañana se han atrevido a llamar a la casa –sabía que Kevin se enojaría con ella por no habérselo comentado antes.
―¿Tres semanas? ¡Maldición, ___(Tn)! ¿Y recién me lo dices?
―No creí que fuera importante, las demás chicas me dijeron que era algo habitual, ya sabes, algún admirador que solo quiere ser atento…
―¿Atento, ___(Tn)? –espetó furioso Kevin―. Este sujeto te está acosando, lisa y llenamente. ¿Te ha dicho algo cuando te ha llamado?
―No, al principio solo pronunciaba mi nombre y me decía lo hermosa que era, luego dejó de hablar pero seguía llamando –hizo una pausa porque aún no había logrado calmarse―; respiraba a través de la línea y se quedaba callado…
Kevin era plenamente consciente que aquello podía tornarse peligroso y le correspondía a él tomar cartas en el asunto.
―Deja esto conmigo –le dijo dejando el sobre encima de su escritorio―. Tú no te preocupes por nada; yo mismo me encargaré del asunto.
___(Tn) frunció el ceño.
―¿Qué vas a hacer? ¿Vas a llamar a la policía?
Sabía que quizá era lo que debía hacerse en esos casos pero no quería involucrarse en un escándalo, mucho menos que la imagen de Impact saliera perjudicada.
Kevin negó con la cabeza.
―Haré algo mucho mejor –rodeó el escritorio y levantó el teléfono―. No quiero que te retrases, el señor Gauguier debe estar por llegar, ve a maquillarte y conquista esa cámara –le sonrió.
___(Tn) intentó devolverle la misma sonrisa pero no podía fingir; estaba asustada, solo esperaba que ese temor no se reflejara en su rostro, no quería arruinar la sesión de esa mañana.
Completamente distraída abandonó la oficina de Kevin y se encaminó hacia el sector de maquillaje, en donde una de las maquilladoras la estaba esperando lista para cambiar su imagen. Estuvo sentada en aquella butaca por más de veinte minutos dejando que Lisa, la más joven del staff, trabajara en su rostro y en su cuerpo. Como el anuncio era sobre esencias corporales, le colocaban una especie de aceite brillante que hacía que su piel luciera espléndida en las fotos.
Luego llegó la estilista y peinó su melena formando ondas que se movían voluptuosas cada vez que ella se movía.
Estaba casi lista, ahora solo faltaba el vestuario, se puso de pie y se ajustó el nudo de su bata. No llevaba nada debajo y nadie le había dicho que vestiría exactamente.
―¿Te falta mucho? –preguntó la asistente del fotógrafo asomándose en la puerta.
―Sheena, no encuentro mi ropa –le dijo buscando por todos lados.
La mujer de unos cuarenta años y con unas cuantas libras de más entró y cerró la puerta.
―___(Tn), creí que te habían dicho que no usarías vestuario en esta sesión –explicó.
Los ojos de ___(Tn) se abrieron como platos.
―¿Cómo?
―El anunció es de esencias corporales que generalmente se usan después del baño y pasarás toda la sesión de fotos dentro de una bañera, desnuda, obviamente.
Por supuesto que ella sabía que se trataba de esencias corporales pero jamás pensó que tendría que fotografiarse desnuda.
―Kevin no me dijo nada –comenzó a decir pero la mujer le sonrió compresivamente.
―Seguramente porque habrías puesto el grito en el cielo si te lo decía; no te preocupes, estarás dentro de la bañera, el agua cubrirá lo necesario.
Era sencillo para ella decirlo, el asunto era que estaría completamente desnuda enfrente de una decena de personas y además como si fuera poco, el señor Gauguier también estaría allí.
Mataría a Kevin apenas lo viera.
Una vez que Sheena salió del camerino, ___(Tn) salió detrás de ella, apretándose con fuerza el nudo de su bata. De nada le serviría, se la tendría que sacar en tan solo cuestión de minutos.
Sean Pellicier, el fotógrafo estrella de Impact se acercó y le sonrió.
―___(Tn), estás radiante, como siempre –la contempló de arriba abajo y logró que se pusiera más nerviosa de lo que ya estaba.
―¡Kevin me va a oír! –exclamó enojada tratando de que los demás no percibieran la expresión furibunda de su mirada.
Sean dejó escapar una carcajada.
―No te preocupes –la asió del hombro y le indicó un sector del salón―. Mira, allí está el señor Gauguier, acaba de llegar y lo primero que hizo fue preguntar por ti.
___(Tn) miró hacia donde Sean le había indicado, no alcanzó a ver mucho, solo a un grupo de tres hombres que conversaban animadamente; lo que sí pudo distinguir era la elegancia con la que vestían. Se notaba que eran adinerados y que tenían clase.
«¡Demonios, y yo me tengo que poner en pelotas delante de ellos!». Pensó con el único pensamiento de salir corriendo.
Sean se fue a preparar sus elementos de trabajo y la dejó sola; entonces vio que uno de los asistentes de producción llenaba una bañera de loza blanca ubicada en un rincón. De fondo había una pared empapelada con motivos florales y una ventana con un paisaje costero que en realidad no estaba allí sino que era un truco de montaje.
Dejó escapar un suspiro, no podía hacer lo que quería; salir corriendo era la peor de las opciones, antes que nada era una profesional y nunca había salido con el rabo entre las piernas. Era verdad que era la primera vez que le pedían que hiciera una sesión de fotos completamente desnuda pero no podía hacer nada para evitarlo, solo podría vengarse luego agarrándoselas con Kevin por no habérselo dicho.
―Señorita Gibson.
___(Tn) se dio vuelta; un hombre de rulos y alto le tendía su mano.
―Soy el señor Nicholas Gauguier, es un placer conocerla por fin.
___(Tn) dejó que el hombre tomara su mano y depositara un beso suave en la palma.
―El placer es mío, señor Gauguier –respondió sonrojándose como una niña. No podía dejar de pensar que no llevaba nada debajo de la bata.
―Tenía muchas ganas de conocerla –dijo él con una perfecta sonrisa de dientes blancos instalada en su rostro pulcramente afeitado.
―Y yo le agradezco el interés que ha demostrado en mi trabajo.
―Es usted sin duda una de las modelos más fascinantes de toda la agencia y me atrevería a decir que de toda la ciudad.
___(Tn) sonrió nerviosamente, no estaba acostumbrada a que la halagaran de aquella manera sobre todo cuando estaba prácticamente desnuda.
―Gracias –respondió tímidamente―. Si me disculpa, debo iniciar con la sesión de fotos.
―Claro, faltaba más, estaré viéndola desde mi rincón –le dijo soltando por fin su mano.
«¡Perfecto, es lo único que me faltaba para terminar de morirme de la vergüenza!». Pensó yendo hacia la bañera.
La hora de la verdad había llegado, sabía que debía quitarse la bata pero se quedó paralizada en su sitio.
―___(Tn) –le dijo Sean desde su posición―. Debes meterte en la bañera, querida.
Ella lo escuchó, sólo que saberse rodeada de tanta gente la inhibía. Les dio la espalda a todos y se llevó ambas manos a la cintura. Jugó con el nudo de la bata, cerró los ojos y con un rápido movimiento la abrió. La deslizó por su espalda lo más a prisa que pudo y se metió en la bañera para ocultar su cuerpo desnudo debajo de la suave espuma que actuaría como escudo.
La bañera no estaba lo suficientemente llena.
Uno de los asistentes se acercó y le dijo:
―No quieren que tu cabello salga mojado en las fotografías.
___(Tn) se movió inquieta ladeando un poco su cuerpo. El agua apenas llegaba a la altura de sus pechos pero agradeció que al menos alcanzara para cubrir sus pezones.
―¡___(Tn), llévate el cabello hacia un lado! –le indicó Sean con la cámara en la mano.
Ella obedeció, sabía hacer bien su trabajo, sólo debía olvidarse que los hombres de aquel salón se la estaban devorando con la mirada.
―Muy bien, así. Mueve la cabeza hacia la izquierda, ahora hacia la derecha, así, perfecto. Ahora mira hacia la cama y sonríe seductoramente.
___(Tn) también sabía cómo hacer aquello solo que cuando miró hacia delante sus ojos se toparon con un par de ojos cafés que le resultaron extrañamente familiares.
Su dueño se movió inquieto en su sitio y al hacerlo uno de los focos iluminó de lleno su rostro.
___(Tn) se quedó inmóvil cuando finalmente lo reconoció.
¿Qué diablos estaba haciendo Joseph Jonas allí?
Aquí les dejo el segundo capítuloC: Espero les guste y espero ver comentarios. Gracias a todas y bienvenidas. Un beso. Ciao♥
Karely Jonatika
Re: "Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
pobre rayis
delante de todos esos tipos que verguenza
siguela!!!!!!
delante de todos esos tipos que verguenza
siguela!!!!!!
Julieta♥
Re: "Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
:O qué vergüenza y Joe apareció (: sube más Saludos!!!
Isi
Re: "Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
NO LO PUEDOOO CREEERRR
WUUUAAUU SER MODELO ES DIFICILISICIMOOO
WUUUAAUU SER MODELO ES DIFICILISICIMOOO
chelis
Re: "Tu Eterno Admirador" (Joe&Tú) [TERMINADA]
En un ratito les subo capitulo, termino una tarea y listo, y andreita, no me he olvidado de mis demas novelas, ntp(: estoy tomandome mi tiempo tambien en ellasC:
Un beso. Ciao♥
Un beso. Ciao♥
Karely Jonatika
Página 1 de 14. • 1, 2, 3 ... 7 ... 14
Temas similares
» Tu eterno admirador (HARRY Y TU) :) (3er capitulo subido) (NUEVA NOVELA COMENTEN) *.* By:Stay Strong
» "AMANTE ETERNO" (NICK Y TU) [TERMINADA]
» Hoy te prometo, amor eterno. (One Direction. Zayn Malik y tú) (Semi-hot, Romántica).{TERMINADA}
» Mi admirador secreto || Resultados♥.
» mi gran admirador secreto
» "AMANTE ETERNO" (NICK Y TU) [TERMINADA]
» Hoy te prometo, amor eterno. (One Direction. Zayn Malik y tú) (Semi-hot, Romántica).{TERMINADA}
» Mi admirador secreto || Resultados♥.
» mi gran admirador secreto
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 1 de 14.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.