Speed and Love |HARRY STYLES FANFIC| Parte I

CAPITULO 3

Parte I

Sus brazos se tensionaron haciendo el agarre aún más fuerte, Harry soltó una risa en mi oído provocando que mis ojos se apretaran inmediatamente. Estaba a punto de disculparme por haberle dado una mala impresión mientras bailábamos; cuando su mano derecha me soltó y se dirigió a quitar el celular de mis manos. Apoyó su barbilla en mi hombro de modo que su fuerte respiración chocaba con el costado de mi cuello. Traté de concentrarme en como sus largos dedos marcaban algunos números del teclado y luego oprimía el botón verde para llamar. Una melodía retumbó en la habitación. No me llevó mucho tiempo comprender lo que había pasado. Guardó su número en mi celular antes de entregármelo nuevamente.

Finalmente me tomó de la mano llevándome fuera de aquella habitación y dejando en mi cara una mueca de desconcierto. Lo vi sacar de su bolsillo un celular idéntico al mío con la única diferencia de que era negro, mientras el mío era blanco. Con la mano libre tecleó algo y lo guardó nuevamente.

Mientras bajábamos las escaleras se giró a mirarme con esa sonrisa torcida que sabía que utilizaba constantemente. Desvié mi mirada hacia el frente y quedé helada cuando vi a Jess observando minuciosamente como bajábamos y luego descendió hacia nuestras manos entrelazadas. De un tirón me solté tratando de ignorar la mirada oscura y la mandíbula tensa de Jess.

Traté de buscar con la mirada a Maddie pero no estaba por ningún lado, seguramente seguía bailando.

-¿Quieres que te lleve a casa?-Preguntó esa voz ronca y lenta. Estaba a mi lado frotándose el labio inferior con los dedos.
-Voy a quedarme donde mi amiga-Hablé lo suficientemente fuerte para que alcanzara a escucharme.

Ya quería irme a casa. Pero de seguro Maddie estaría pasándosela bien y no iba a dañar su buen rato. Lo único que quería era que el sentimiento de sofoco que tenía en el pecho se fuera y poder respirar con calma en otro lugar.

No paso mucho tiempo cuando Maddie llegó hacia nosotros riendo y moviéndose sin control. Le conté lo de la llamada de mi padre y comprendió que quisiera irme. Y sus deseos de irse aumentaron significativamente cuando Harry se ofreció a llevarnos.

Nos despedimos de todos, quienes quedaron sorprendidos al saber que nos llevaría él.

Mi mejor amiga estaba bastante animada mientras caminábamos al auto. La mano del dueño de los ojos más hermosos e intimidantes que había visto en la vida, se posicionó en mi espalda baja mientras abría la puerta del copiloto dejándome entrar.

No dije nada durante todo el camino. En cambio Maddie, quien iba en la parte trasera de la camioneta negra, hablaba de todo lo que se le cruzara por la lengua.

Estaba sumergida en mis pensamientos. Experimentando un sin número de sentimientos que no podía identificar correctamente.

Nos despedimos y agradecimos a Harry en cuanto estuvimos en casa. Entramos tratando de no hacer ni el más mínimo ruido y llegamos a la habitación. Maddie se quedó dormida al segundo de haber tocado la almohada, mientras que yo yacía acostada mirando hacia el techo y pensando en la noche tan confusa que había tenido.

El sonido de mi celular me sacó de la burbuja de pensamientos. Estiré la mano hasta la mesa de noche y lo cogí.

De: Harry.
Fue un verdadero placer conocerte Skylar.

Una sensación extraña recorrió mi cuerpo dejándome aún más confundida que antes. Dejé el celular a un lado, sin responder, y traté de dormir. En medio de toda esa confusión que había traído consigo esa noche. Encontré seguridad en una sola cosa.

Harry era problemas.

Y por primera vez en mi vida. Estaba deseando tenerlos.


El sábado había pasado normalmente. Maddie me llevó a casa al medio día y se quedó a almorzar con nosotros. Se me estaba haciendo difícil mirar a mi padre a los ojos, pero tuve que obligarme a mí misma, de lo contrario sospecharía que algo andaba mal y sinceramente no creía tener la fuerza suficiente para mentirle en la cara si me preguntaba.

Recibí otros dos mensajes de Harry a lo largo del día, y a ninguno le había respondido.

Había decidido suprimir de mi vida la noche anterior. Bloquear todos los sentimientos encontrados e ignorar la reciente inconformidad que había descubierto hacia mi padre.

Él era estricto. Siempre había sido así y a lo largo de los últimos años había empeorado. Supongo que era difícil para él, ver como su pequeña hija poco a poco iba creciendo. Nunca había estado enojada con él por su sobreprotección excesiva y por sus reglas. Nunca. Hasta la noche anterior.


Domingo de nuevo. Desayunamos en silencio como era costumbre y fuimos hacia la iglesia. Llevaba puesto un vestido blanco holgado  que me llegaba por encima de las rodillas, unas sandalias cafés y en el cabello suelto una diadema de pequeñas margaritas.

En cuanto bajé del auto mis ojos se abrieron en su totalidad al divisar una camioneta negra al otro lado de la calle. Recordaba perfectamente esa camioneta y más aún al chico que estaba apoyado al costado de ella. Miré nerviosamente a mi padre pero él estaba concentrado en bajar sus cosas, volví mi vista a Harry y éste me sonrió inmediatamente. Muy en el fondo podía sentir la emoción creciendo pero tuve que concentrarme en no llamar la atención de papá así que caminé a su lado sin mirar atrás y entré en la iglesia. No había mucha gente, solamente los encargados de la música y algunas personas que ayudaban a la organización del lugar.

-Uhm papá esperaré a Maddie afuera-Su mirada se tornó confundida a medida que su ceño se fruncía-Necesito un poco de aire.

Planté mi mejor sonrisa en mi rostro haciéndolo sonreír a él también.

-De acuerdo pero no te demores-Dijo y se encaminó hasta su oficina en la parte trasera.

Fui hasta la entrada y salí una vez me percaté que papá no estaba a la vista. Prácticamente corrí hasta la camioneta con los nervios de punta. Él seguía ahí con su celular en la mano y cuando me vio, sonrió ampliamente.

-¿Qué haces aquí?-Fue lo primero que pregunté cuando lo tuve de frente.
-Buenos días para ti también Skylar.

Solté un suspiro tratando de disolver toda la tensión que en cuestión de minutos se había acumulado en mi cuerpo. Miré a todos lados y tomé a Harry del brazo para llevarlo al otro costado del auto donde era más difícil que nos vieran. No podía correr riesgo de que alguna persona me descubriera hablando con un chico justo ahí, sabía que irían de inmediato a contarle a papá.

Harry se dejó llevar fácilmente, era obvio que yo con mi pequeña contextura no podría mover ni un milímetro de su trabajado cuerpo.

-Sky-Hablé al mismo tiempo que me esforzaba por calmar mi paranoia-Dime Sky.

Se sentía extraño cuando me llamaban por mi nombre completo. Se sentía rudo. Le había dicho a papá millones de veces que prefería simplemente Sky, pero él se empeñaba en decirlo completo y todas esas veces me daba un sermón sobre que debía aceptar el nombre que me habían dado al nacer y todo eso. Así que desistí de intentarlo. Por supuesto, a petición de él todos en la iglesia también me llamaban Skylar.

-Sky-Probó la palabra en su boca por unos segundos-¿Por qué no respondiste mis mensajes?
-Yo uhm-Tartamudeé sin saber que decir-Yo…
-Tu…-Susurró con una expresión de pura diversión.
-¿Qué haces aquí?-Intenté nuevamente negándome a dejar distraerme por él.
-Vengo a la misa, por supuesto-Dijo aun sonriendo-Eres una buena excusa para asistir a la iglesia. ¿Sabías?