Re: An unexpected mission {FredWeasley&tu/DracoMalfoy&tu}

por **Alejandra Cota** Vie 26 Jul 2013, 1:11 am

*-------------*
Oh Dios, las cosas son tan emocionantes, la pelea me causo mucha risa, y bueno, ya tienen en mente lo que harán en el año escolar . . . eso es bueno
siguela pronto |amotunovela|

xo.

por **ailuu10** Vie 26 Jul 2013, 12:44 pm

Fue genial el capitulo!! seguila!! YA... ok, no, pero la tenes que seguir!!!

por **Fuckyeahfredweasley** Vie 26 Jul 2013, 2:26 pm

Alejandra Cota escribió:
*-------------*
Oh Dios, las cosas son tan emocionantes, la pelea me causo mucha risa, y bueno, ya tienen en mente lo que harán en el año escolar . . . eso es bueno
siguela pronto |amotunovela|

xo.

Muchas gracias, me alegra que te haya gustado. Me di diverti mucho escribiendo la pelea de Freddie y Cam xD Si, ellas tienen en mente lo que haran, aunque espero que les salga todo bien.

por **Fuckyeahfredweasley** Vie 26 Jul 2013, 2:30 pm

ailuu10 escribió:Fue genial el capitulo!! seguila!! YA... ok, no, pero la tenes que seguir!!!

Muchas gracias :3 Cuando pueda la sigo.

por **Fuckyeahfredweasley** Sáb 27 Jul 2013, 2:47 am

.El diario intimo.

Cualquier persona odiaria que sus secretos fueran revelados.

.

     Cualquier persona que entrara a la habitación de invitados del número doce de Grimmauld Place se sorprendería al ver la escena que se encontraba allí. En primer lugar, el hecho de que haya una pelirroja toda empapada sentada en el suelo era extraño. Otro hecho era que una hermosa chica rubia estaba envuelta en una gran sabana y tenía en la cabeza un rollo de papel higiénico. Hermione Granger, por su parte, estaba leyendo un libro en la comodidad de su cama, tratando de ignorar a las insensatas de sus compañeras de habitación. Y, para completar el cuadro escénico, esta Camille Jackson. A diferencia de sus compañeras de cuarto, ella está completamente vestida, cortesía de Hermione Granger y algunas cosas de Ginny, y tiene una sonrisa radiante plantada en su cara. La sonrisa de suficiencia que portaba la castaña en la cara era graciosa.

     La habitación estaba sumida en silencio, hasta que la rubia lo termino.

     — ¿Había alguna necesidad de hacer todo esto, Camille?

     — En realidad si, ¿Saben cuánto tiempo me costó hacerlas despertar?

     — ¿No podías levantarnos con almohadazos o tirándonos de la cama? —pregunto Ginny, frunciendo el ceño.

     — Lo hice, ¿Por qué te crees que estas en el suelo, Gin? —la castaña esbozo una sonrisa de lado mientras la chica Weasley la mataba de todas la maneras posibles en su cabeza. — Ahora, levántense que creo que es momento de ir a desayunar.

     — Yo no me puedo mover, Jackson.  —bufo la rubia, aun envuelta entre sabanas.

     Hermione, tratando de reprimir una pequeña sonrisa que se quiere escapar de su boca, deja el libro que tiene en la mano y se acerca hasta Lucy. La chica desenvuelve a la rubia de la sabana que lleva puesta y le quita el papel higiénico.

     — Gracias, Hermione. —suspiro Lucy, limpiándose un  poco el pantalón que lleva puesto e intentando sacarse el polvo.

     — De nada, Lucy. —contesta ella, sonriéndole.

     Camille le sonrío a Hermione y luego dirigió su mirada a Ginny. — Te sugiero que te seques.

     Ginny la fulmino con la mirada. — ¡Qué bueno que me lo dijiste, Camille! No se me había ocurrido. —dijo la pelirroja sarcásticamente, arrancando una carcajada de parte de las tres chicas que estaban junto a ella.

     — No entiendo. —dijo Lucy, después de un tiempo.

     — ¿Qué es lo que no entiendes?

     — El porque tienes que llevar tú los libros en el collar, y no lo puedo hacer yo.

     — Ya te dije, porque son mis libros.

     — Eso no es justo.

     — Si que lo es. —replico Camille, tras soltar un bufido de exasperación. — Además, yo le he pedido a Dumbledore que ponga los libros en un bolso y lo encogeré, poniéndolo en un collar.

     — ¿Y porque quieres hacer eso? —pregunto Lucy, con confusión. Habían aprovechado el pequeño tiempo libre que tenían para hablar sobre su situación.

     — Porque usare el bolso para poner pociones curativas, libros de hechizos, bezoar, sortilegios Weasley y toda clase de cosas que usaríamos en alguna situación peligrosa. Sería más o menos como el bolso de Hermione en el séptimo libro.

     — Oh —exclamo Lucy, con un suspiro. — No se me había ocurrido eso. Eres increíble, Cami-can. —dijo ella mirando a su mejor amiga con admiración.

     Camille esbozo una sonrisa grande. — Gracias, ¿Vamos con los chicos?

     Lucy asintió y juntas salieron de la habitación. Ellas sabían que Hermione, Ginny, los gemelos y Ron estaban en la habitación de los gemelos porque ellos se lo habían dicho. Se encaminaron hacia allí pero cuando entraron pudieron distinguir a Ron y los gemelos tratando de abrir algo que no alcanzaban a ver, y a Ginny que estaba sentada en una cama hablando con Hermione.

     — ¡Lo abrí! —exclamo Ron, después de unos cuantos segundos. Tenía su varita en la mano izquierda y el viejo diario de Camille en la otra. — Camille. —dijo el pelirrojo con pánico al ver que la chica había reconocido el objeto y lo miraba irradiando furia por los ojos.

     — ¿Qué se supone que estás haciendo, Ronald? —dijo Camille, fulminándolo con la mirada.

     Ron no pudo evitar sentirse intimidado por la mirada que Camille le estaba brindando, la verdad es que ella siempre era la chica paciente y comprensiva. — Bueno, yo… yo estaba, quiero decir…. —el pelirrojo estaba muy nervioso y no sabía que contestar.

    Fred, sabiendo que eso enojaría a más a Camille, agarro el diario con una sonrisa burlona. — Yo quise agarrarlo y le pedí al pequeño Ronnie que lo abriera por mí. ¿Acaso tienes algo prohibido aquí que nosotros no podamos leer, Cami?

     “Oh Fred, no tienes la menor idea” pensó Camille. Ella siempre había usado ese pequeño diario para expresar su dolor por la pérdida de sus padres, por las muchas veces que la acosaban en el  colegio, para contarle a alguien sobre su amor por Harry Potter, y eso era lo que más le preocupaba a la castaña.

     — No me llames Cami. —mascullo ella, en respuesta.

     — No te enojes, preciosa. —dijo Fred, aun sonriendo.

     Hermione y Ginny habían dejado de hablar y estaban prestando completa atención al pelirrojo y la castaña. George miraba con una sonrisa a su gemelo, y Ron estaba preguntándose qué pasaba por la mente de su nueva amiga. Lucy, a diferencia de todos, estaba preocupada por lo que podía suceder.  Sabía que era gracioso molestar a Camille  pero no quería que ellos leyeran algo que no debían.

     — ¡No vuelvas a decirme así, Weasley! —bramo la chica, con furia contenida.

     Fred, a diferencia de todos los presentes, no se dejo intimidar por la chica y le brindo una sonrisa burlona. — George. —pidió. Su gemelo rio y tomo a Camille por lo hombros para que no intentara quitarle el diario.

     — ¿Qué demoni…? ¡George Weasley! —grito la chica intentando zafarse del agarre del joven.  El chico quiso dejarla pero al ver la mirada que su gemelo le ofreció, la siguió agarrando. — ¡Suéltame ahora! George, por favor te lo pido. —pero el pelirrojo no cedió. — ¡Frederick Weasley, ni se te ocurra abrirlo! ¡Weasley! —reclamo al ver que Fred ya lo estaba abriendo.

     — Veamos que oculta Camille en este libro. —dijo sonriendo.

     — ¡Weasley! No lo leas, es mi privacidad.

     Pero Fred no le hizo caso y abrió el diario. El pelirrojo se aclaro la garganta y empezó a leer en voz alta lo que hace mucho tiempo Camille escribió con dolor.

     “{No quiero espejos, no quiero verme. Soy una ausente de mi presente}”

     — ¿Por qué empezaste con esa frase? —se interrumpió a sí mismo para poder mirar con confusión a Camille. La chica solo lo miro con expresión desafiante, mientras intentaba librarse de los brazos de George.

     — Es mi problema. —mascullo, al ver que Fred esperaba una respuesta. — Te lo pido por favor, Fred. Deja mi diario, no me gusta que lo leas.

     Pero el chico no le hizo caso y siguió leyendo.

     “   17 de mayo
Aun no acostumbro a confesar todas mis penas en un trozo de papel que probablemente no tendrá significado para mí en el futuro, pero es estos momentos no encuentro otra forma de poder descargar todo el dolor que siento. Hace una hora que ha terminado el funeral de mi madre, y he comprado este pequeño cuaderno en el camino de regreso. Aun no puedo creer que este vaya a ser el último día que pasare en mi amada casa, en la casa en la que pase toda mi infancia. Hasta hace un par de días mi vida era feliz, bueno eso es mentira pero por lo menos era más feliz de lo que soy ahora. Las únicas dos personas que están conmigo son Lucy y Matt, mis mejores amigos. ¿Quieres saber algo interesante, “Querido diario”? La vida apesta. Cuando algo malo te sucede en la vida todas las personas que fingen estar a tu lado desaparecen mágicamente, como si nunca hubieran existido. Aunque creo que eso es una ventaja ya que te puedes dar cuenta de quienes son las personas a las que verdaderamente le importas y quiénes son tus amigos reales. Junto a Matt y Lucy solíamos ser del grupo que se llevaba bien con todo el colegio, pero desde el momento que mi madre murió, todos creen que estoy loca. Lo sé, solo han pasado dos días de su muerte pero tú tendrías que ser testigo de las muecas y los murmullos que escucho tras mí. ¿Es de locos negarse a creer que tu propia madre se suicido? Pues esa es la situación, me niego y me negare a creer que mi madre se mato  a sí misma. Ella era una buena persona y jamás me dejaría sola de esa manera, estoy segura que fue asesinada pero aun no entiendo cómo. Me encantaría poder contarte todo lo que sucedió esa noche pero aun no me siento capaz…. No sé cómo se supone que tengo que despedirme y no voy a poner lo que ponen las típicas niñas inocentes “Adiós mi querido diario, espero poder hablar contigo otra vez”. Definitivamente no, así que... adiós.

2 de junio
     Creo que no he tocado esta cosa desde el día del funeral de mi madre, y tengo que admitir con mucho orgullo que aun sigo pensando lo mismo acerca de mi madre. Han pasado 17 días exactamente desde que escribí aquí y tengo muchas cosas para contar, me va a servir desahogarme un  poco. Primero que nada, mi vida apesta. Nunca he odiado tanto mi vida como lo hago ahora, la aborrezco y hasta he considerado quitarme la vida pero luego pienso en Lucy y Matt. Ellos han intentado animarme y no se dan por vencidos, así que sería injusto que les hiciera eso. Desde el primer momento en que apoye un pie en la escuela me han estado insultando, llamándome loca, diciéndome que debería irme junto a mi madre antes de que pierda la cabeza completamente y muchas cosas más. La persona que mas me odia y lo demuestras se llama Nicholas Rentz. Es un chico corpulento y ganador de lucha libre del colegio. Aprovecha su fuerza y la usa para intimidar a todos, excepto a Matt. Matt es el único que logra hacerle frente y no teme a batirse en una pelea con él. Tengo lastimaduras en los brazos y piernas, tengo moretones en todo el cuerpo y eso es gracias a mis “adorables compañeros”. Lucy también los tiene, ella siempre intenta meterse en el medio cada vez que alguien intenta golpearme, tirarme al suelo o pegarme con la pelota en clase de deportes. Realmente le debo la vida a mi mejor amiga, es un ángel caído del cielo. Nunca se lo diré, pero ella sabe que lo es. Pero me siento mal, mis amigos están recibiendo el dolor que solo va dirigido a mí y, para terminar de contar mi apestosa vida, tengo que ir a ver a la psicóloga escolar ya que el director también cree que estoy perdiendo la cabeza. ¿Acaso puede ser peor? Creo que no. Y, aunque a Lucy le moleste que diga esto, lo único que me ayuda a despejar mi mente por un tiempo es leer.

5 de junio
Me encantaría escribir lo que pienso en este momento, pero se me hace muy difícil ver con un ojo lastimado así que te contare brevemente lo que acaba de suceder. Fácil: Camille la loca + Nicholas Rentz + Insultos + Defensa verbal a si misma + Rabia de un boxeador loco = Camille con un ojo morado, la nariz rota y la mano izquierda doblada. Creo que me encontraría peor si  no fuera porque Matt llego justo a tiempo para darle un golpe en la cabeza con la raqueta de tenis y lo dejo inconsciente. Quisiera seguir escribiendo pero no puedo más con el dolor de ojo que tengo, además de que me volvió a sangrar la nariz y el padre de Lucy me llevara al hospital.

7 de junio
     A mi ojo le ha tomado dos días poder recuperarse, aun me duele un poco pero no es gran cosa. Creo que lo único importante que me ha pasado en estos últimos días es que mi mano izquierda ahora tiene un yeso y que Matt mando a Rentz al hospital. Lo que sucedió es que al enterarse todo el daño que el muy imbécil me había hecho, le pego en la hora del almuerzo. Afortunadamente para Matt, el golpe le dio de lleno en el estomago a Rentz y perdió todo el aire que tenia. Y lo llevaron al hospital  ya que es un exagerado, curiosamente me recuerda a cierto rubio platinado. Hablando sobre eso, creo que esa saga es la única que en estos momentos me ayuda a salir adelante. Al grano, lo que realmente sucedió ese día ya está olvidado, no quiero acordarme de ese día ni nada sobre ese estúpido. Es obvio que aun me siguen acosando pero casi siempre trato de no prestarles atención. Paso casi todo el tiempo con Lucy y Matt, así que nadie se acerca a pegarme, solo me insultan verbalmente pero eso no me molesta en absoluto. Sigo visitando a la psicóloga escolar todas las semanas, cada martes tengo que estar allí una hora y contarle mis problemas. Pero, ¿Qué le puedo decir? Oh, mis compañeros piensan que estoy volviéndome loca al igual que usted y usan esa excusa para pegarme. Lo he intentado, créeme. ¿Pero sabes que sucedió cuando le mostré las lastimaduras que me hacían mis compañeros? Ella creyó que me estaba auto lastimando y me amenazo con suspenderme del colegio si es que sigo apareciendo con esas lastimaduras. Lo he dicho y lo repito: La vida apesta. Y he descubierto unas nuevas “enemigas”, si es que así las puedo llamar. Son las chicas del grupo en el cual esta Rentz, adoran hacerme enojar e insultarme junto a él, ¿Sus nombres? Holland Tercien, Bridget Frenized y Caroline Geller. Podría decirse que están empeñadas en convertir mi vida en un completo infierno pero no se los permitiré.

15 de junio
     Un mes. Un mes ha pasado desde la muerte de mi madre. Creo que nunca te dije su nombre, ella se llamaba Rebecca Sheik. Siempre fue una mujer muy dulce y comprensiva, era una mujer muy fuerte e inteligente. Me crio sola, ya que mi padre murió cuando yo tenía un año y un mes. Tengo que admitir que me gustaría haberlo conocido, me gustaría saber cómo era él, saber las cosas que le gustaban, poder ver las miradas de amor entre mis padres, pelearme con él en el momento que tuviera un novio, que me diera el beso de las buenas noches, que me llame su princesita o que me proteja cuando tenga pesadillas.  Su nombre era Rupert, Rupert Jackson. Te contare algo que nunca le he contado a nadie, ni siquiera a Lucy. Mi madre me confesó que unos meses antes de la muerte de mi padre, ella se entero que estaba embarazada. Tenía siete meses de embarazo e iba a ser un niño, habían decidido llamarlo Rupert John Jones, en honor a mi padre y a un viejo amigo de él. Pero entonces mi padre falleció y mi madre cayó en tal depresión que perdió el bebe. En ese entonces yo tenía un año y unos pocos meses por lo que nunca me entere de mi posible hermanito, hasta un día que descubrí a mi madre mirando una ecografía sobre él. Al principio pensé que era la mía pero al fijarme en el nombre de la cinta decía “Mi pequeño Rup”, al instante le pregunte a mi madre sobre eso y me conto. Es doloroso saber que he perdido a toda mi familia, no tengo nada. Nada por lo que vivir, sigo diciendo que mi vida apesta. Mi vida en el colegio esta poniéndose cada día peor, todos los días me molestan y me insultan, pero hoy han llegado al máximo. Te diré algo que nunca le diré a nadie, jamás le podre contar esto a Lucy porque no quiero que cometa un homicidio.
     Todo empezó hoy, 15 de junio, después de la clase de biología.
     La clase de biología es impartida por el profesor Thomas Astille, el profesor más joven de la escuela. Hoy, al parecer, había decidido por enseñar reproducción de células. No te explicare lo que hicimos porque me aburriría escribiéndote sobre eso. Lucy tenía castigo y debía quedarse una hora más, decidí quedarme en la biblioteca mientras la esperaba. En estas últimas semanas estaba viviendo en la casa de Lucy, su familia había decidido tomar mi tenencia. Así que no tenía otra alternativa que esperarla, a menos que quisiera ir sola a su casa. Esa fue una de las peores decisiones.
     Todo parecía tranquilo y sereno, hasta que me di cuenta que alguien me observaba. ¿Viste cuando sientes ese sentimiento de tener un par de ojos sobre ti? Bueno, eso era exactamente lo que me ocurría. Decidí salir de la biblioteca ya que me sentía perseguida, acosada. Ese fue otro gran error. Al salir pude sentir como alguien me aprisionaba contra los casilleros, intentes gritar pero la persona que me sostenía me tapo la boca. Durante todo ese tiempo había tenido lo ojos cerrados y cuando por fin los abrí pude ver de frente a mí acosador: Nicholas Rentz. Con una sonrisa de suficiencia me tomo por un brazo, aun tapándome la boca y me encerró en el laboratorio de ciencias. Allí ya se encontraban Holland Tercien, Bridget Frenized, Caroline Geller y dos chicos más que eran parte del grupito de ellos: Nataniel Kent e Ian Lambre. Resumiré todo ya que aun es muy doloroso recordar: Me acorralaron contra una esquina y empezaron a golpearme mientras me gritaban cosas como “Eres un loca”, “No te preocupes, no faltara mucho para que veas a tu querida mami”, “¿Dónde está tu mami?”, “Defiéndete, fenómeno” y “Tu madre debería haberte enseñado a pelear en vez de ocuparse en acabar con su apestosa vida”. Obviamente, yo no podía hacer otra cosa que llorar, mis ojos estaban empañados y golpeados, por lo que ya no distinguía quien era el que me pegaba. Unos minutos después lo golpes cesaron, y la peor parte llego. Abrí los ojos lentamente intentando verificar si ellos ya habían desaparecido, pero en ese instante Caroline Geller se paro en frente mío. Me grito que era una zorra y que me odiaba por ganar su puesto como presidenta de la clase. Mis ojos no dieron crédito en el momento que ella saco una pequeña cuchilla y tallo en mi brazo derecho “Zorra asquerosa”. Aunque en ese momento no lo vi. El brazo me ardía y mis ojos estaban llenos de lágrimas, tanto que no veía como ella y sus dos amigas seguían dándome pequeños tajos en los brazos. Ellas no dejaron ninguna marca en mi antebrazo, así que nadie se daría cuenta mientras esté usando una remera con mangas largas. Por último, Nicholas me tomo del pelo y me susurro al oído: “Si alguien se entera de esto, buscare la manera de vengarme. Y no solo de ti, idiota, también de tus amiguitos Moon y Jones. ¿Entendido?”. No pude hace otra cosa que asentir y fue ahí cuando sentí que los pasos se alejaban de mi. Estaba sola y sangrando. Me limpie los ojos con la pollera del uniforme y me fije el horario, faltaban diez minutos para que Lucy terminara su castigo, se habían ocupado de que estuviera sola. Use ese pequeño tiempo para acomodar mis ropas y borrarme los rastros de sangre y, para el momento en el que Lucy salió del aula de castigo, yo solo parecía golpeada. Cuando Lucy me encontró, le dije que había sido golpeada por un grupo de sexto año, aunque no había podido ver sus caras. Y, afortunadamente, ella me creyó. No pienso decirle nunca sobre eso y espero que nunca se entere. Espero que todos estos recuerdos queden siempre entre tus hojas y, algún día, se conviertan solo en un triste recuerdo.

     Fred termino de leer con la voz entrecortada, y rápidamente le echo una mirada a Camille. La chica estaba llorando en los brazos de George, el cual estaba paralizado en su lugar con los ojos aguados. Fred también tenía los ojos aguados y, por primera vez en su vida, no sabía que decir. Hermione estaba hecha un mar de lágrimas al igual que Ginny, ambas muchachas se habían parado de su lugar y estaban mirando atentamente a la castaña que se encontraba sostenida por George. A mitad de la lectura Camille había dejado de forcejear y se limitaba a llorar, hasta que fue leída la última parte y necesito del agarre del pelirrojo para no caer. Ron, por su parte, estaba impactado. No podía creer todo lo que la chica había tenido que vivir y, viéndola siempre tan sonriente y alegre, era algo que le hacía preguntar cuanta fuerza había tenido la chica.

     Pero lo que a Camille le importaba era la expresión de Lucy. Salió del agarre del pelirrojo y se paro en su lugar, y busco la mirada de su amiga. La encontró. Junto a Fred estaba Lucy, la chica tenía los ojos rojos. Su mirada expresaba dolor, sorpresa, compasión y, lo que más le dolió a Camille, decepción. No había visto esa mirada hace años, y fue ahí donde recordó porque le dolía tanto. También lloraba, más aun que Camille.

     — ¿P-porque? —fue lo primero que pudo decir. Su voz estaba entrecortada.

     — Lucy, yo…

     — ¡Respóndeme, Camille! —dijo con furia.

     — Lo lamento.

     — No has respondido. —volvió a decir, aun llorando. — ¡¿Por qué demonios no me dijiste, Camille?! ¿Qué clase de amiga eres para ocultarme algo como eso?

     — Perdóname.

     — ¡Seguramente jamás me hubiera enterado si no fuera por Fred! —continuo ella, gritándole. Camille bajo la mirada, aun llorando. — ¡Jamás me lo hubieras dicho y no lo niegues porque lo acabo de escuchar!

     — No tenía pensado decírselo a nadie.

     — ¡No me importa! ¡¿Sabes dónde te puedes guardar eso de que “te amenazaron”?! —siguió diciendo ella, más bien gritando. Los Weasley y Hermione estaban observando la escena, ninguno se animaba a interrumpir. — ¡Te pudieron haber matado! ¿Y que harías entonces? ¡Dime!

     — Pero no lo hicieron.

     — ¡Pero pudieron! ¿Acaso no confías en mí? —Lucy comenzó a bajar la voz. — ¿Acaso no me consideras tu mejor amiga?

     — Tenía miedo. —dijo Camille.

     — ¿De qué?

     — De que te enojes.

     — Estoy lo suficientemente enojada ahora. —rebatió la rubia.

     — Lo sé, pero no me odies. —dijo Camille, con lagrimas en los ojos.

     Lucy ablando su mirada y se acerco a ella.

     — Ni aunque estés matándome con un puñal te odiaría. —dijo ella. — Te quiero, y siempre serás mi mejor amiga. Por eso me duele que no me hayas dicho, no sé qué haría sin ti.

     — ¡Oh, Lucy! —chillo la castaña, y la abrazo. Al terminar el abrazo se volteo a ver a las otras personas que estaban allí mirándolas. — Lamento que hayan tenido que presenciar todo esto.

     — No te preocupes. —fue Fred el primero en hablar. — Pero debes prometerme algo.

     Camille alzo una ceja. — ¿Qué?

     — Aunque no seamos los mejores amigos debes prometerme que en vacaciones me dirás donde viven esos desagraciados.

     — ¿Para qué quieres saber eso, Weasley?

     — Oh pues, sería bueno darles unos cuantos productos de mi hermano y míos. ¿Cierto, Feorge?

     — Por supuesto, Gred. —corroboro su gemelo, con una sonrisa maliciosa.

     — ¿Qué clase de productos tienen?

     — Tu solo promételo.

     Camille rodo los ojos y asintió. — Este bien, lo prometo.

     Lucy soltó una carcajada y se limpio la cara con un pañuelo que tenía en el bolsillo. Luego miro a Ron, quien aun estaba mirando a Camille. — ¿Weasley? ¿Te has quedado petrificado?

     Ron dejo de mirar a Camille y fulmino con la mirada a Lucy. — No, solo estaba pensando.

     — Wow, eso sí que es una novedad.

     — No seas idiota.

     — ¡Tu no me insultes!

     — ¡Entonces no molestes!

     — ¡Tu eres la que molesta aquí!

     — Eres insoportable.

     — Tú eres una infantil.

     — ¡Idiota!

     — ¡Gritona!

     — ¡Inmaduro!

     — ¡Hueca!

     Pero antes de que Lucy contestara, Camille grito: — ¡Cállense, inmaduros! Son completamente insoportables, aun no sé cómo es que tienen quince años.

     — Tengo hambre. —interrumpió Fred.

     Camille rio. — Vayamos a comer algo.

     Los Weasley, Hermione y Lucy asintieron. Bajaron al comedor donde estaban todos los adultos serios.

     — ¿Qué sucedió? —pregunto Lucy con preocupación.

     — Harry fue atacado por dementores, Arthur acaba de comunicárnoslo. —respondio Remus.

     — Mundungus Fletcher abandono su guardia durante el ataque. —gruño Ojo-loco.

     — Y el ministerio quiere expulsarlo de Hogwarts por usar magia frente a su primo, le he mandado una lechuza para que no salga de la casa de sus tios. —agrego Sirius.

     — ¡Pero uso magia en defensa personal, no pueden expulsarlo! —discutió Hermione, enfadada.

     — Lo sabemos, de eso se está encargando Dumbledore.

     — No te preocupes, Hermione. —la animo Lucy.

     — Todo va a terminar bien. —termino Camille, dándole a entender a todos los de la Orden que todo iba a salir como esperaban.

     Sirius le sonrió agradecido.

     — ¿Cómo estás tan segura? —pregunto Ron.

     — Simplemente se que no pueden expulsarlo, además Dumbledore podrá con ellos. —dijo la castaña, trasmitiéndole tranquilidad a su amigo.

     — Eso espero.

     — No te preocupes, Ron.

     Ron le sonrió agradecido y luego Albus Dumbledore apareció por la entrada.

     — Tendrá una audiencia, donde tiene que demostrar que es inocente. —informo el director.

     Eso pareció relajar a todos los presentes, hasta se permitieron sonreír.

     — Y yo seré su testigo de la defensa. —añadió. — Si quieren comer háganlo pronto, porque necesito hacer una reunión en este momento.

     Molly asintió y rápidamente comenzó a ordenar la mesa.

por **ailuu10** Sáb 27 Jul 2013, 8:21 am

Seguila!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! es genial!!!

por **Fuckyeahfredweasley** Sáb 27 Jul 2013, 2:30 pm

ailuu10 escribió:Seguila!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! es genial!!!

Claro, cuando pueda la sigo.

por **Lucesita** Lun 29 Jul 2013, 2:38 pm

Holaaaaaaaaaaaaaa! Nueva lectora! Bueno, al principio veía que estaba esta nove pero por el nombre muco no me llamo la atención, igual luego la empece a leer y para ser sinceras ME ENCANTO. Es muy genial, y no te esperas que sea así. Por que la típica es que de tanto leer un día aparecen en Hogwarts pero la tuya no, al contrario, tienen una misión, no estan solo para tener un noviazgo con los chicos y me encanta que Camille tenga una Historia, ya en la magia. Bueno cuestió que me encanta y siguela cuando puedas! :D Besooos
Pd. Ya quiero ver en que casas van a quedar :B
Pd.1 También quiero ver el primer encuentro de Lucy y Draco :D

por **Fuckyeahfredweasley** Mar 30 Jul 2013, 4:26 pm

Lucesita escribió:Holaaaaaaaaaaaaaa! Nueva lectora! Bueno, al principio veía que estaba esta nove pero por el nombre muco no me llamo la atención, igual luego la empece a leer y para ser sinceras ME ENCANTO. Es muy genial, y no te esperas que sea así. Por que la típica es que de tanto leer un día aparecen en Hogwarts pero la tuya no, al contrario, tienen una misión, no estan solo para tener un noviazgo con los chicos y me encanta que Camille tenga una Historia, ya en la magia. Bueno cuestió que me encanta y siguela cuando puedas! :D Besooos
Pd. Ya quiero ver en que casas van a quedar :B
Pd.1 También quiero ver el primer encuentro de Lucy y Draco :D

Hola Lucesita x3 Si lo se, todavia sigo pensando en como puedo ponerle de nombre para que llame mas la atencion, pero sigo en el proceso C: Muchas gracias, me encanta que te guste la idea. Si, mucha veces lei novelas sobre que ¡puff! aparecian en Hogwarts y su unico proposito es enamorar a sus amores platonicos. Pero no me gusta eso, me gusta cuando el romance se hace dificil, cuando tienen problemas para estra juntos. Que la novela tenga un trama, que no sea solo romance, que tenga un poco de drama, accion y comedia :3 Eso es lo que busco hacer, y tengo muchas cosas pensadas para ellas. Ya se de que casas van a ser la dos, y me encanta porque sera muy divertido x3

por **Chiara_14** Dom 11 Ago 2013, 11:13 pm

Holaaaa :) nueva y fiel lectora!,bueno no soy nueva en realidad hace un mes la vi creo,y la verdad la ame,pero como no la segui con vigilar tema me olvide y despues me olvide del nombre y bueno me acorde de repente de esta nove que me encanto y me la puse a buscar y bueno aca estoy asegurandome de poder seguir leyendola,por favor siguelaaa no me dejes con la intriga porque la verdad es la mejor novela que vi hasta ahora :)
bueno saludos y por fa siguelaa!! :)

por **Fuckyeahfredweasley** Mar 13 Ago 2013, 6:47 pm

Chiara_14 escribió:Holaaaa :) nueva y fiel lectora!,bueno no soy nueva en realidad hace un mes la vi creo,y la verdad la ame,pero como no la segui con vigilar tema me olvide y despues me olvide del nombre y bueno me acorde de repente de esta nove que me encanto y me la puse a buscar y bueno aca estoy asegurandome de poder seguir leyendola,por favor siguelaaa no me dejes con la intriga porque la verdad es la mejor novela que vi hasta ahora :)
bueno saludos y por fa siguelaa!! :)

Oh, muchas gracias. Ahora estoy por publicar el nuevo capitulo. No te preocupes, le habia cambiado el nombre, asi que era dificil encontrarla. Me alegra que te guste y no, no la voy dejar. Tengo muchas ideas para estas dos chicas :B

por **Fuckyeahfredweasley** Mar 13 Ago 2013, 6:54 pm

.Kreacher.

La primera fase de la mision se esta por ejecutar.

.

La reunión de la Orden había terminado unos minutos atrás, en donde había determinado quienes iban a ir a por Harry. Dumbledore había aceptado la oferta de que Lucy y Camille vayan, por lo que las dos chicas estaban sumamente felices. Iba a ser la primera vez que volaran en escobas y lo harían acompañadas de el famoso Harry James Potter, su héroe de la infancia. Era casi irreal que en tan poco tiempo sus sueños se hayan hecho realidad, era mágico.

     Cuando la reunión termino Camille y Lucy encontraron a los gemelos hurgando entre sus pertenencias. Habían estado buscando el diario de Camille, ya que lo encontraron justo en el momento que las jóvenes entraron a la habitación. Al principio, habían temido que los chicos encontraran los libros de la saga pero, para su suerte, estaban bien escondidos. Camille se puso como loca en el momento que los vio con su diario y los sacó de la habitación a los gritos, bajo las carcajadas de Ron, Lucy y Ginny. Luego de eso, Lucy salió de la habitación diciendo que necesitaba comer algo, a pesar de que la cena había sido antes de la reunión. “Tiene el mismo estomago que Ron” fue lo que le dijo Camille, antes de que su cara se estampara con el almohadón con forma de araña de Lucy. “No me lances esa cosa” se había quejado ella, dándose cuenta de que era. Lucy sabia que Camille le tenía miedo a las arañas y a las cucarachas, pero no al nivel de terror que tenía Ron. Por lo que único que hizo fue disculparse, guardar su almohadón y bajar a comer algo.

     La castaña, por su parte, saco los libros de Harry Potter, los cuales había escondido bajo una pequeña madera del suelo que estaba salida de su lugar. Le echo un vistazo a cada uno hasta que se decidió por leer las reliquias de la muerte. Si bien ‘Harry Potter y la Orden del Fénix’ era su libro favorito, últimamente pasaba mucho tiempo leyendo el último libro porque era el que más sensaciones le provocaba. Abrió el libro en una página al azar y, curiosamente, dio en la página que más le dolía de toda la saga, la muerte más dolorosa:

    ‘Harry, Ron y Hermione avanzaron a la carrera para ayudar: chorros de luz volaban en todas direcciones y el hombre batiéndose con Percy se echó atrás rápidamente: su capucha cayó y vieron una frente alta y cabello encanecido...

     — ¡Hola, Ministro! —bramó Percy, lanzando una maldición a Thicknesse, quien dejó caer su varita y arañó el frente de sus vestiduras, aparentemente terriblemente incómodo. — ¿Mencioné que voy a renunciar?

     — ¡Estás bromeando, Perce! —gritó Fred mientras el mortífago con el que estaba batallando colapsaba bajo el peso de tres hechizos aturdidores. Thicknesse había caído al piso con pequeñas espinas haciendo erupción por todo su cuerpo; parecía que se estuviese convirtiendo en un erizo de mar. Fred miró a Percy con regocijo.

     — De verdad estás bromeando, Perce... Creo que no te había oído bromear desde que tenías… —El aire explotó. Se habían agrupado los cinco, Harry, Ron, Hermione, Fred y Percy, con los dos mortífagos a sus pies, uno aturdido, el otro transfigurado, y en ese fragmento de tiempo, cuando el peligro parecía temporalmente a raya, el mundo fue desgarrado en pedazos, Harry se sintió volar por los aires, y todo lo que pudo hacer fue agarrarse lo más firmemente posible a ese pequeño palito de madera que era su única arma, y protegerse la cabeza con los brazos: escuchó los gritos y alaridos de sus compañeros sin una esperanza de saber qué les había sucedido.

     Y entonces el mundo se revolvió en dolor y semioscuridad: estaba casi enterrado en las ruinas de un corredor que había sido víctima de un terrible ataque. El aire frío le dijo que un lado del castillo había volado por los aires, y el calor pegajoso en su mejilla le dijo que estaba sangrando copiosamente. En ese momento escuchó un grito terrible que le atenazó las entrañas, que expresaba agonía que ni el fuego ni una maldición pueden causar, y se levantó, tambaleándose, más asustado de lo que había estado en todo ese día, más asustado, tal vez, de lo que había estado toda su vida...

     Y Hermione estaba luchando por ponerse en pie entre los escombros, y tres hombres pelirrojos estaban agrupados en el piso donde la pared había explotado. Harry tomó la mano de Hermione mientras se tambaleaban y daban traspiés sobre piedras y madera.

     — No... No... ¡NO! —alguien estaba gritando. — ¡No! ¡Fred! ¡No!

     Y Percy sacudía a su hermano, y Ron estaba arrodillado junto a ellos, y los ojos de Fred miraban fijamente sin ver, el fantasma de su última risa aún grabado en su rostro.’

     Un sollozo se escapo por fin de la boca de la castaña. Se había estado aguantando las lagrimas ya que no quería manchar el libro, pero al terminar la pagina y con ella, el capitulo, lloro. Lloro como siempre hacia cada vez que leía la muerte de Fred o la de Sirius. El pecho le subía violentamente mientras más lágrimas se asomaban por sus ojos y le nublaban la vista. Cerró el libro con fuerza y lo volvió a guardar en su magnífico escondite. Se tomo el cabello con ambas manos y se lo peino descuidadamente hacia atrás. ¿Por qué debía morir él? Quizás en estos momentos ella no se llevara muy bien con el pelirrojo pero aun así seguía siendo su personaje favorito, y cuya muerte más le dolía. Su nariz ya estaba roja y le daba un aspecto bastante gracioso, como si fuera un payaso. Sus ojos posiblemente ya estaban tan rojos como su nariz y estaban tan inundados por lágrimas que hacía que estos se nublaran de forma irritante. El pelo le estorbaba la cara aunque este estaba atado a un moño desprolijo pero practico.

     Decidió levantarse de su lugar ya que se veía patética en ese estado y se aproximo a un espejo para secarse un poco las lágrimas y acomodarse el cabello. Antes de que pudiera terminar, la puerta se abrió dando paso a una Lucy con una pata de pollo en la mano, a un Ron fulminando con la mirada a una Hermione que hacia exactamente lo mismo que el pelirrojo, a una Ginny que miraba todo con gran diversión y a dos gemelos pelirrojos que venían riendo. Pero al ver la imagen de Camille, todos se pusieron serios.

   — Cam, ¿Qué te sucede? —pregunto Hermione, con cautela.

     — ¿A mí? —carraspeo, ya que la voz le había salido ronca. — A mi no me pasa nada, Herms.

     — ¿Es por lo del diario? —pregunto George y, sin dejar que la castaña responda, su gemelo continuo.

     — Ya te pedimos perdón, Cami.

     — No, chicos. No es lo del diario. —dijo Camille, esbozando una pequeña sonrisa.

     — ¿Te lastimaste? —fue Ron el que pregunto.

     — No.

     — ¿Tienes hambre? —pregunto Ginny y, ante la mirada de Camille, agrego. — Pues a Ron siempre se le aguan los ojos si no hay comida hecha.

     Camille y todos los de la habitación, excepto Ron, rieron.

     — No, no tengo hambre.

     — ¿Fueron las reliquias o el departamento de misterios? —fue la pregunta de Lucy, la cual claramente tenía que ver con el libro quinto y el ultimo de la saga.

     Camille sonrió con melancolía ante la mirada extrañada de todos.

      — La batalla exactamente.

      Lucy soltó un sonido de comprensión y le dedico una fugaz mirada a Fred, aunque nadie lo noto excepto Camille.

     — ¿Siempre lo mismo?

     — Siempre lo mismo. —confirmo Camille.

     Lucy se acerco hasta ella y la abrazo con fuerza mientras le susurraba suavemente en el oído ‘Eso no sucederá, estamos aquí para cambiarlo’.

     Camille asintió con una sonrisa y se acerco a Fred.

     — ¿Freddy? —pregunto con una ternura no común en ella. El pelirrojo la miro extrañado. — ¿Te puedo abrazar? —pregunto antes de que el chico hablara y para la sorpresa de todos, incluyendo a Lucy.

     — ¿Te sientes mal, Camille? ¿Te has caído por la escalera y te has golpeado? —pregunto Fred, confundido pero al mismo tiempo con una mueca burlona, seguramente pensando que Camille bromeaba. Pero al ver la mirada fulminante de Camille, se aclaro la garganta: —Em, creo... digo… si, supongo que sí. —dijo con torpeza. Su gemelo se rio.

     Camille rio y lo abrazo con fuerza, intentando recordar el aroma del joven Weasley. Fred la estrecho entre sus brazos, aun con torpeza pero con una sonrisa en el rostro. Sonrisa que solo pudieron notar Ginny y George.

     Luego de un par de minutos, Camille se separo de Fred. La castaña tenía las mejillas sonrosadas y una sonrisa en el rostro. Fred aun seguía confundido.

     — ¿Puedo saber la razón de tu repentino abrazo? —pregunto él, con una ceja alzada.

     Camille negó con diversión mientras el pelirrojo fruncía el ceño.

     — Pero tu…

     — Cállate, Fred.

     — Pero…

     Camille le chisto.

     — No me hagas así. —se quejo Fred, cruzándose de brazos.

     Camille rio, al igual que todos. — Ahora si tengo hambre.

     Lucy sonrió con alegría y tomo la mano de Camille, impulsándola hacia la cocina.

     Lucy y Camille se acercaron a la mesa donde estaban los Weasley, Hermione, Remus, Tonks y Sirius. Después de comer, Lucy se había llevado a Camille para poder discutir el tema del medallón de Slytherin, por lo que en ese momento necesitaban hablar con Sirius con urgencia.

     — Sirius, ¿Podrías venir? —pregunto Lucy, con una sonrisa compradora.

     Sirius dejo su tostada a medio comer y trago con brusquedad. — ¿Qué necesitas, Lu? —pregunto el hombre, limpiándose la boca.

     — Necesitamos hablar contigo. —dijo ella y, al ver que Sirius iba a replicar por su tentempié, agrego: — Ahora.

     Sirius suspiro y se levanto de la mesa, al mismo tiempo que fulminaba a su peludo amigo que reía a carcajadas diciendo: “Dos chicas de 15 años saben cómo mandarte, Canuto”.

     Lucy sonrió con suficiencia y le señalo una habitación mientras Camille entraba tras él. Al entrar, Lucy cerró la puerta y se sentó en una silla al igual que Sirius, mientras que Camille prefirió quedarse parada en su lugar.

      — ¿Qué sucede, viajeras intradimensionales? —pregunto Sirius, con una sonrisa. Lucy rio pero Camille frunció el ceño con desagrado.

      — No se dice “Intradimensional”, Sirius. Es Interdimensional, lo cual significaría que nosotras hemos viajados entre distintas dimensiones, es decir, de universos paralelos. Se le llama “universos paralelos” a una hipótesis física, en la que entran en juego la creencia de la existencia de varios universos y distintas realidades relativamente independiente. Por esta clase de creencias, Hugh Everett creó una teoría sobre las dimensiones y los universos paralelos que se basan en la energía cuántica, pero que nunca fue comprobado. Al igual que tampoco fue comprobado la supuesta hipótesis de que las entradas a las dimensiones opuestas son mayormente los agujeros negros. Aunque esa teoría fue hecha por Karl Schwarzschild, que es la razón por la que su modelo es llamado “Agujero negro de Schwarzschild”. El cual dice que en ese agujero aparecerá una hipersuperficie límite teórica, tal que al acercarnos a ella el tensor de curvatura crece y crece sin límite. Ese tipo de objeto geométrico se conoce como singularidad espaciotemporal, y puede entenderse como un límite a partir del cual el espacio-tiempo no puede ser modelizado dentro de la teoría. —conto Camille, sin dejar que ninguno de sus dos acompañantes la interrumpa. — Además el espacio-tiempo dentro de la región de agujero de Schwarzschild es geodésicamente incompleto para cualquier geodésica temporal dentro del agujero, lo cual significa que una partícula en caída libre dentro del agujero pasado un tiempo finito alcanzará la singularidad indefectiblemente. Aunque claro, también están los otros modelos de agujero negros como el agujero negro de Kerr, el agujero negro de Reissner-Nordström y también el agujero negro de Kerr-Newman. Por eso está mal lo que dices, Sirius. —continuo Camille, mientras Sirius y Lucy la miraban anonadados acerca de todo lo que sabía. — Nosotras hemos sido transportadas aquí por un hechizo de magia, pero eso no significa que estemos en una dimensión diferente, lo que quiero decir es que si yo quisiera visitar a algún amigo mío podría ir tranquilamente ya que estamos en el mismo mundo solo que con una poco mas de magia. —finalizo la castaña con una sonrisa.

      Sirius fue el primero en hablar. — Espera, ¿Me diste todo ese discurso acerca de las dimensiones paralelas y eso, para decirme que no debía llamarlas Intradimensionales? —pregunto él. Camille asintió pero se sonrojo al oír la carcajada de Sirius. — Eres increíble, Camille. —exclamo él, con admiración. — ¿Te gusta mucho leer libros?

     Camille asintió. — Siempre me ha gustado sumergirme en el mundo de la lectura, es más, yo fui la que forzó a Lucy a leer los libros.

     — Esa es otra razón por la que estoy en deuda contigo. —corroboro la rubia y luego rio. Después de unos pocos segundos, se aclaro la garganta y miro en dirección a Sirius. — Al grano, lo que queríamos decirte es que hay algo aquí que a nosotras nos hará de mucha ayuda pero necesitamos también ayuda de Kreacher.

     Sirius abrió los ojos sorprendido.

     — ¿Kreacher? —repitió, para asegurarse de que no había oído mal. — Esperen, ¿Necesitan a ese elfo para ayudarlas?

     Esta vez fue Camille la que hablo. — El no es malo, Sirius. Y no, no digas que no sé nada. —advirtió al ver que el hombre abría la boca para replicar. — Se su historia, y cuál es la razón por la que él se comporta así, pero en serio necesitamos su ayuda.

     — ¿Qué necesitan que haga?

     — Necesito que le ordenes a Kreacher que debe hacernos caso y contarnos cada cosa que le preguntemos, incluyendo cosas que él no quiera decir.

     — ¿No puedo saber a qué viene todo eso?

     — Definitivamente no, Sirius. —contesto Camille.

     — Entiéndenos, por favor. —completo Lucy.

     — Lo hago. Especialmente porque confió en ustedes. —respondio Sirius. — ¡Kreacher! ¡Kreacher ven aquí! —grito Sirius. Al segundo se oyó un crack y un elfo domestico apareció, con un hocico en vez de nariz, unas orejas gigantes como de murciélagos, y unos ojos enormes totalmente enrojecidos. — Kreacher. —dijo Sirius al verlo.

     — ¿Me llamaba, amo Sirius? —pregunto el elfo, agachándose haciendo que su hocico rozara el suelo.

     — Si. Ellas son Camille Jackson y Lucy Jones. —dijo Sirius, señalando a las jóvenes, las cuales estaban muy pendientes prestando atención al elfo. El elfo las miro y asintió, aunque ambas muchachas se dieron cuenta que el elfo no le tenía ni un poco de aprecio. — Ellas deben hacer algo, y tú las ayudaras. No puedes mencionar nada de lo que ellas te pregunten o te cuenten a nadie, ni siquiera a mí. Y debes obedecerlas como si fueran tus amas. ¿Entendido, Kreacher?

     — Entendido, amo Sirius. —respondio el elfo, volviendo a hacer una reverencia de mala gana.

     — Ahora Sirius, perdóname pero debo pedirte que te vayas. —pidió Lucy.

     Sirius asintió y salió de la habitación.

     Camille se giro hacia Kreacher.

     — Quiero que nos acompañes a la antigua habitación de tu amo Regulus.

     El elfo se vio sorprendió en un principio pero luego asintió de mala gana y tomo la mano de ambas muchachas. Las dos chicas sintieron un extraño movimiento que las mareo y les revolvió el estomago, estaban en la habitación de Regulus.

     — Nos hemos aparecido. —chillo Lucy, viéndose asquerosamente mareada.

     — Si vas a vomitar, hazlo en el baño. —advirtió su amiga.

     Lucy rio pero negó con la cabeza. — Tenemos que hacer lo nuestro.

     Camille asintió y se giro hacia Kreacher. — Kreacher, necesitamos tu ayuda, tal como Sirius te ha dicho.

     — ¿En que necesitan ayuda las chicas que el amo Sirius ha encomendado obedecer?

     — Destruir el relicario por el que alguna vez tu amo Regulus murió.

     El elfo se vio sorprendido.

     — No es posible destruirlo, Kreacher lo intento y no pudo. —gimoteo el elfo, y luego empezó a llorar. — Kreacher no ha podido cumplir con las órdenes del amo Regulus, el amo Regulus estaría muy decepcionado. —volvió a decir el elfo. — El amo Regulus… el amo Regulus le encomendó algo… Kreacher ha fallado… Kreacher ha fallado. —gimoteaba el elfo.

     — Nosotras sabemos cómo hacerlo.

     — Nadie puede, es imposible. Kreacher le falló al amo Regulus. —volvió a decir el elfo, llorando.

     — ¡Kreacher no te atrevas a golpearte!—advirtió Lucy, al ver las nuevas intenciones del elfo. — No te pediré que me cuentes que ha pasado en la cueva porque ya lo sabemos. Nosotras ya hemos investigado sobre el objeto y sabemos con qué podemos destruirlo. Kreacher, nosotras solo queremos que tu… —Camille la interrumpió.

     — Escucha, Kreacher. Ese relicario es muy valioso, tu bien lo sabes porque pertenecía a quien-tu-sabes y es muy importante para una misión que se nos ha encomendado. Necesitamos destruirlo y nosotras sabemos cómo. —el elfo asintió. — Necesitamos que no hagas un favor, piénsalo. Es para cumplir la misión que tu amo Regulus te ha encomendado.

     — ¿Qué es lo que tiene que hacer, Kreacher? —cuestiono el elfo.

     — Lo primero que necesitamos es que te aparezcas en el despacho de Albus Dumbledore y le entregues esta carta. —dijo Lucy tendiéndole un sobre. Kreacher la tomo. — Perfecto. Entonces, cuando Dumbledore termine de leer la carta el te dará permiso para ir.

     — ¿Ir a donde?

     — A la cámara de los secretos, que es donde debes aparecerte y traernos una gran parte de los colmillos de basilisco que se encuentran allí, pero no traigas todos. —termino Lucy.

     — ¿Entendiste? —pregunto Camille, Kreacher asintió. — ¿Lo podrías hacer? —inquirió la castaña. El elfo volvió a asentir.

     — Kreacher volverá lo más rápido posible. —dijo y desapareció con un crack.

     Camille suspiro y se dejo caer en la cama. — Ahora solo nos queda el problema mayor.

     Lucy la miro confundida. — ¿Cuál es ese problema?

     La castaña volvió a levantarse y miro a su mejor amiga. — Conseguir hablar parsel para abrir el relicario.

     La rubia soltó un jadeo de comprensión y se dejo caer en la cama con exasperación.

     — Por la Orden del Fénix. —dijo Sirius levantando su copa de Whisky de fuego.

     — Por la Orden del Fénix. —corearon todos levantando sus bebidas, incluyendo a Camille y a Lucy que sonreían felices.

     Un tintineo sonó al chocar los vasos y todos sonrieron. Todos tomaron sus bebidas, el día de mañana irían a buscar a Harry. Por fin podrían sacarlo de Privet Drive y, Camille y Lucy, irían a buscarlo donde lo conocerían por primera vez, después de tantos años de anhelo. Además, ambas muchachas estaban entusiasmadas porque irían en escobas, y esa era la razón por la que los gemelos se habían ofrecido a enseñarles a volar. Si bien al principio les había costado, sumando las burlas de los gemelos, al final lograron aprender a volar sin necesidad de caerse.

     Pero, como siempre, la felicidad no podía durar para siempre.

     Un chillido retumbo en la mesa, y todos se dieron vuelta al ver que la dueña de ese grito era Camille. Molly, Sirius y Remus se pararon alarmados al ver que la joven se estaba quedando sin aire. Lagrimas caían por sus ojos, mientras todos los chicos de la mesa la miraban preocupados y sorprendidos, excepto los gemelos. Ellos parecían aterrados.

     — ¿Camille? ¿Camille? —llamaba la señora Weasley mientras intentaba ayudarla. La chica seguía gimoteando de dolor mientras se aferraba a Remus, quien era el que la estaba intentando levantar.

     — Camille, ¿A que eres alérgica? —cuestiono Sirius preocupado, ganándose una mirada extrañada de todos.

     — A l-la c-cane-ela y-y a e-el br-broco-oli —logro articular Camille, mientras se retorcía de dolor y su cara de inflamaba.

     — ¡Demonios, canela! —maldijo Sirius. — Lunático, trae Bezoar eso la ayudara, es una reacción alérgica.

     Remus asintió y salió de allí. Un instante después, Camille comenzó a vomitar.

     — ¡Sirius Black! ¡Dime que está pasando! —exigió Molly, con enojo.

     — Bueno, los gemelos y yo... queríamos hacerle una pequeña broma a Camille, pero no sabíamos que era alérgica a la canela.   —explico rápidamente Sirius, mientras los gemelos agachaban la cabeza.

     Molly se giro furiosa hacia sus dos hijos. — ¡¿Qué le dieron a Camille?! —grito con enojo, mientras los gemelos tragaban con fuerza.

     — Bueno, nosotros queríamos probar nuestro nuevo invento… —comenzó Fred.

     — Y se nos ocurrió probar las nuevas pastillas vomitivas con Sirius pero el nos descubrió y le agrego un pequeño detalle para dárselo a Camille, detalle que incluía canela.

     — ¡Sirius Black! ¿Dónde está tu madurez? —exploto Molly. — ¿Acaso no te das cuenta que la pudieron haber matado?

     — ¡Lo siento, Molly! No sabía que ella era alérgica, solo me acorde de una broma y la quise hacer pero no medí las consecuencias.

     Al instante, Remus Lupin apareció con un poco de Bezoar y se acerco hasta Camille, quien lo tuvo que tomar a la fuerza. Camille suspiro de alivio al ver que el dolor disminuía y su cara de desinflaba un poco, dada la reacción de hinchazón que suele tener su cara en un ataque de alergia.

     — ¿Estas mejor, Camille? —pregunto la señora Weasley con dulzura.

     Camille asintió. — Si, muchas gracias Señora Weasley. —sonrió forzadamente y luego miro a Remus. — Muchas gracias a ti también, padrino. — Remus se sorprendió cuando la castaña lo llamo asi pero luego sonrió con alegría.

     — Ven, te cargare hasta tu habitación. —dijo el hombre, cargando a su sobrina y dirigiéndose a la habitación de la chica, Lucy y sus nuevas amigas. Al llegar, Remus la deposito en su cama con delicadeza y le toco la frente para verificar si tenía fiebre, y así era. — ¿Estas un poco mejor?

     Camille asintió.

     — ¿Quieres que te traiga un te?

     — Por favor. —pidió la chica con una sonrisa.

     Remus asintió y salió de la habitación, dando paso a Lucy.

     — Bueno, Cami-can no puedes quejarte. Tú siempre quisiste conocer a los gemelos Weasley y a Sirius Black, atente a las consecuencias. —dijo la chica, arrancando una carcajada de su mejor amiga.

     — Supongo que este es el precio de estar aquí, ¿cierto? —rio ella. — Apenas pueda levantarme de aquí hare una lista de cada cosa que me hace mal y de la que soy alérgica y le daré una copia a cada gemelo y a Sirius.

     — Es una buena idea, creo que te la robare. —rio Lucy.

     Lucy y Camille se enfrascaron en una conversación entretenida sobre diferentes tipos de chicas ya que no querían arriesgarse a hablar sobre algo de la misión por si alguno estaba escuchando con orejas extensibles.

     — Y también están esa clase de chicas que se creen cornetas ya que hablan mediante la nariz. —Lucy afilo la cara con diversión. — “Hola, mi nombre es Rigoberta de la Rosa Martínez campofuente Sheilk y soy la vicepresidenta del club de elegancia” —dijo con voz de corneta, mientras Camille no podía para de reír. — Bah, son todas unas zorras con dinero. —exclamo Lucy, rodando los ojos.

     — Si, ¿te acuerdas de Claire soy-la-presidenta-de-la-clase Flerr? —pregunto la castaña, riendo.

     Lucy soltó una carcajada mayor. — Como olvidar a mi peliverde amiga. Siempre recordare mi primera travesura. —exclamo la joven, limpiándose una lagrima imaginaria mientras la castaña aun seguía riendo.

     Pero su charla fue interrumpida por la señora Weasley y Remus, el cual tenía una pequeña bandeja con algunas galletas y una taza que seguramente contendría el té que Remus le había prometido. El hombre lobo se acerco hasta su ahijada con una sonrisa y le tendió la bandeja.

     — Espero que lo disfrutes. —le dijo el.

     — Muchas gracias, Lunático. —agradeció Camille. Remus, complacido por ser llamado así, le dedico una sonrisa radiante y salió de la habitación, dejando a Molly sola con las chicas.

     — ¿Desea algo, señora Weasley? —inquirió Lucy.

     La señora Weasley suspiro. — Camille, lo lamento.

     Camille frunció el entrecejo con confusión. — Disculpe, pero no entiendo. ¿Qué es lo que se supone que usted esta lamentando?

     — No podrás ir a rescatar a Harry, estas muy débil y no quiero que te enfermes aun mas.

     — ¡¿Qué?! —el grito le salió más fuerte de lo que la joven podía esperar. — No, no, no. Por favor, se lo pido. Molly, no me puede prohibir ir a buscar a Harry, siempre ha sido mi sueño. —rogo la castaña, mientras Lucy la miraba con pena.

     — No estoy dispuesta a que te arriesgues. Lo siento, Camille. —y con eso, la señora Weasley salió de la habitación.

     Un grito de furia salió de Camille y Lucy la miro con atención.

     — ¿A dónde te diriges? —pregunto al ver que su amiga se levantaba.

     — Quiero tener unas cuantas palabritas con mis amigos Sirius, Fred y George. —dijo la castaña antes de desaparecer por la puerta. Lucy la siguió rápidamente.

     Esto no iba a ser bueno.

por **Chiara_14** Mar 13 Ago 2013, 10:48 pm

Por diossss ame el capitulo y muchisimo mas cuando cami-can abrazo a Fred quede como
"awwww que amor!" $An unexpected mission {FredWeasley&tu/DracoMalfoy&tu} - Página 3 Tumblr_m983icI9Ck1rqzmspo1_500$
yo quisiera tener la suerte de ella ajajaja bueno espero el proximo cap! besos :)
PD: ame ame ame el cap :D

por **Fuckyeahfredweasley** Miér 14 Ago 2013, 7:26 pm

Chiara_14 escribió:Por diossss ame el capitulo y muchisimo mas cuando cami-can abrazo a Fred quede como
"awwww que amor!" $An unexpected mission {FredWeasley&tu/DracoMalfoy&tu} - Página 3 Tumblr_m983icI9Ck1rqzmspo1_500$
yo quisiera tener la suerte de ella ajajaja bueno espero el proximo cap! besos :)
PD: ame ame ame el cap :D

Ow, Muchas Gracias :3
Yo tambien estaba asi re "Fnldkgñmfdlgdflñgd" cuando Cam abrazo a Freddie, amo a esos dos personajes :B
Si, yo tambien quiero abrazar a Fred D: El mundo es injusto.
Adios, cuando pueda la continuo.

por **ailuu10** Jue 15 Ago 2013, 11:39 am

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