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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 12 de 20. • 1 ... 7 ... 11, 12, 13 ... 16 ... 20
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
Holaaaa...IWish escribió:omfg te ruego que la sigas, aksjaksja<3lit. me quede hasta las 2 am leyendo, me encanta please siguela.<3
En serio? Ajkshdjkh Gracias por leer mi novela chica. de verdad:D
Ahorita mismo subo capitulos :D
Love u nenis xx
PD: Cual es tu nombre?
Aniina
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
Holaaaaaa.kissesOfSugar escribió:OWWWWWW!! Me encantooo todos los maratones que hiciste y los demás capítulos, perdón por no haber comentado pero justo ahorita me los acabo de leer todos desde el capitulo 6 o 7 :$$ Amo muchísimo tu novela y cada vez se pone más interesanteeeeeeee!!! La amo y ya comentare más seguido :aah: Sigueeeee pronto y espero que Harry no sea tan gaay de portarse como un cabron con la rayita, ha sufrido mucho, espero que se de cuenta que esta enamorado de Rayis. La amoooo mucho....& Gracias por seguirla seguido :D
Jajajajaja me encanta que te haya encantado mujer...
Tranquila, a cualquiera le pasa.
Mas te vale comentar seguido ¿eh?
Ashjkdhfkjdh ya pronto veras si el Hazza es un gay con la rayis o no jojojo.
Ahorita subo capitulo :D
PD: Cual es tu nombre?
Aniina
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
Holaaa bebaa... BIENVENIDA.cristina_237 escribió:Siguelaaaa soy nueva lectora y me encanta tu noveee
Me encanta que te encante.
Ahorita mismo la sigo ;)
Aniina
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
Bueno, les dejo de regalos dos capitulos laaaaaarrgos :D
Espero les guste
_______________________________________________________
Capitulo 11
«Tengo que ser razonable, tengo que ser razonable, tengo que ser razonable, tengo que ser razonable».
Invitado no dejaba de repetirse aquel estribillo mientras se recostaba en la bañera de hidromasaje, con una fresa con chocolate en la mano y una copa de champán en la otra. Pero resultaba difícil ser razonable cuando una estaba medio borracha y, sobre todo, tan enamorada como ella.
Era Harry el que le había llenado la bañera, quien había encendido las velas y colocado todo para que comieran y bebieran. Harry el que había tenido el detalle de dejarla sola en la bañera cinco minutos; Harry quien se mostraba tan atento con ella que, si no lo conociera mejor, le haría pensar que estaba enamorado de ella.
Pero entendía que aquello no era más que parte de la rutina de seducción.
—¿Qué hora es? —preguntó ella antes de dar un mordisco a la deliciosa fresa, seguido de un sorbo de champán.
—Alrededor de las siete, creo —respondió él con naturalidad—. Tal vez un poco más tarde. ¿Tienes hambre? ¿Quieres que pida que nos suban la cena cuando salgamos de la bañera?
—No. Aún no. Creo que las fresas me han quitado el apetito —se metió la última en la boca y dio otro sorbo de champán.
—Iremos a dar un paseo más tarde. Entonces te apetecerá algo más sustancioso que las fresas.
A Invitado no se le ocurría nada que le apeteciera menos que vestirse e ir a dar un paseo.
—¿No podríamos quedarnos aquí?
—¿Quieres decir en la bañera?
—No, en el agua no; me estoy empezando a arrugar. Estaba pensando que… si te parece bien…. Podríamos, esto… quiero decir… podríamos…
¡Pues vaya ayuda la del champán! En lugar de soltarle la lengua, se le enredaba.
—Invitado —dijo Harry, con esa cara que ponía siempre que se sentía frustrado con alguien o por algo—. Deja de tartamudear y dilo de una vez.
Invitado dio otro sorbo de champán.
—De acuerdo. Quiero volver a la cama y hacerte el amor.
Él arqueó las cejas.
—¿Te gusta ponerte encima?
—Bueno, yo… A veces —dijo ella aunque fuera una mentira.
Nunca le había gustado tanto esa posición, pero últimamente había fantaseado bastante con hacerle el amor a Harry así, y tal vez ésa fuera su única oportunidad de hacer realidad su fantasía. No era la parte de estar encima lo que deseaba tanto, sino poder tocarlo por todas partes y besarlo sin parar.
Sus ojos verdes la miraron con un brillo picaro.
—Invitado Bayliss, hoy no has dejado de sorprenderme.
—Eso es porque no me conoces en realidad. Al igual que yo no te conozco a ti.
—¿Me lo dices como advirtiéndome de que no vas a cambiar de opinión en cuanto a mi proposición?
Invitado agarró con fuerza la copa de champán.
—Me prometiste que no hablarías de eso esta noche.
—Es cierto —murmuró él—. Pero mañana mismo sacaré el tema.
Invitado se dijo que si él se lo pedía en una situación tan romántica como la de ese momento, ella seguramente diría que sí, que aceptaba. Y ya sentía que su firmeza se iba desmoronando.
—Hasta que no nos marchemos de aquí, no —le pidió ella—. Por favor, Harry.
Si él esperaba a hablar del tema cuando regresaran a Hunter’s Hill, a ella le resultaría más fácil.
—¿Y por qué?
—Porque lo estoy pasando de maravilla y no quiero discutir contigo —respondió ella.
—No te imagino peleando con nadie. Al menos no en serio.
—En ese caso, no sabes cómo soy en realidad. Justo antes de empezar a trabajar para ti, discutí con mi padre y seguimos sin hablarnos.
Harry frunció el ceño.
—¿Y por qué diantres discutistes?
Invitado se arrepintió de meter a su padre en la conversación; aunque tal vez fuera un recordatorio a tiempo de cómo los hombres utilizaban a las mujeres que los amaban para conseguir sus propios fines. Tenía que tener cuidado de no dejar que Harry fuera el tercer hombre que la convertía en una víctima.
Era el momento de volver a tomar las riendas de su vida; el momento de conseguir lo que quería, aunque sólo fuera una noche.
—¿Te importaría si dejo para otro día las disputas familiares? —le preguntó ella mientras se deslizaba hacia delante y le retiraba a Harry la copa casi vacía de la mano—. No creo que sea ni el lugar ni el momento. Ahora…
Se puso de pie despacio en la bañera, emocionada al ver cómo Harry la devoraba con los ojos.
—Voy a salir a dejar estas copas. Quédate aquí hasta que me seque bien… Entonces me ocuparé de ti.
Harry observaba con deleite los movimientos pausados y sensuales de Invitado mientras se secaba, como si acariciara su piel con la toalla. Era una mujer muy, muy sexy.
Cuando él salió de la bañera, estaba ya muy excitado; y cuando ella terminó de secarlo, Harry deseó no haber permitido que ella tomara las riendas del juego amoroso. El deseo de levantarla sobre el tocador y de embestirla allí mismo fue tan intenso, que tuvo que dominarse para no dejarse llevar y hacer precisamente eso.
Tuvo un breve respiro cuando volvieron al dormitorio. Sin embargo, fue enseguida al cajón a sacar un preservativo que le dio a Invitado, con la esperanza de que ella se diera por aludida.
Invitado esbozó una sonrisa picara y sensual mientras dejaba el pequeño paquete sobre la otra mesilla.
—No lo vamos a necesitar de momento —ronroneó mientras se acurrucaba contra él y apoyaba la cabeza sobre su hombro desnudo para acariciarle el estómago—. No tienes que hacer nada en absoluto —continuó Invitado mientras la mano del estómago empezaba a describir círculos muy despacio, avanzando con delicadeza hacia su sexo.
Harry se puso tenso al ver que inexorablemente la mano de Invitado estaba cada vez más cerca de su erección.
Ella levantó la cabeza del hombro y lo miró fijamente mientras con las puntas de los dedos trazaba los músculos entre las costillas. Tenía los ojos vidriosos, con expresión casi nostálgica.
—Tienes un cuerpo magnífico, Harry —le dijo finalmente.
—Trabajo mucho para tenerlo así —respondió él mientras pensaba que Lana jamás le había elogiado de ese modo.
Ella siempre había esperado todos los elogios.
Espero les guste
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Capitulo 11
«Tengo que ser razonable, tengo que ser razonable, tengo que ser razonable, tengo que ser razonable».
Invitado no dejaba de repetirse aquel estribillo mientras se recostaba en la bañera de hidromasaje, con una fresa con chocolate en la mano y una copa de champán en la otra. Pero resultaba difícil ser razonable cuando una estaba medio borracha y, sobre todo, tan enamorada como ella.
Era Harry el que le había llenado la bañera, quien había encendido las velas y colocado todo para que comieran y bebieran. Harry el que había tenido el detalle de dejarla sola en la bañera cinco minutos; Harry quien se mostraba tan atento con ella que, si no lo conociera mejor, le haría pensar que estaba enamorado de ella.
Pero entendía que aquello no era más que parte de la rutina de seducción.
—¿Qué hora es? —preguntó ella antes de dar un mordisco a la deliciosa fresa, seguido de un sorbo de champán.
—Alrededor de las siete, creo —respondió él con naturalidad—. Tal vez un poco más tarde. ¿Tienes hambre? ¿Quieres que pida que nos suban la cena cuando salgamos de la bañera?
—No. Aún no. Creo que las fresas me han quitado el apetito —se metió la última en la boca y dio otro sorbo de champán.
—Iremos a dar un paseo más tarde. Entonces te apetecerá algo más sustancioso que las fresas.
A Invitado no se le ocurría nada que le apeteciera menos que vestirse e ir a dar un paseo.
—¿No podríamos quedarnos aquí?
—¿Quieres decir en la bañera?
—No, en el agua no; me estoy empezando a arrugar. Estaba pensando que… si te parece bien…. Podríamos, esto… quiero decir… podríamos…
¡Pues vaya ayuda la del champán! En lugar de soltarle la lengua, se le enredaba.
—Invitado —dijo Harry, con esa cara que ponía siempre que se sentía frustrado con alguien o por algo—. Deja de tartamudear y dilo de una vez.
Invitado dio otro sorbo de champán.
—De acuerdo. Quiero volver a la cama y hacerte el amor.
Él arqueó las cejas.
—¿Te gusta ponerte encima?
—Bueno, yo… A veces —dijo ella aunque fuera una mentira.
Nunca le había gustado tanto esa posición, pero últimamente había fantaseado bastante con hacerle el amor a Harry así, y tal vez ésa fuera su única oportunidad de hacer realidad su fantasía. No era la parte de estar encima lo que deseaba tanto, sino poder tocarlo por todas partes y besarlo sin parar.
Sus ojos verdes la miraron con un brillo picaro.
—Invitado Bayliss, hoy no has dejado de sorprenderme.
—Eso es porque no me conoces en realidad. Al igual que yo no te conozco a ti.
—¿Me lo dices como advirtiéndome de que no vas a cambiar de opinión en cuanto a mi proposición?
Invitado agarró con fuerza la copa de champán.
—Me prometiste que no hablarías de eso esta noche.
—Es cierto —murmuró él—. Pero mañana mismo sacaré el tema.
Invitado se dijo que si él se lo pedía en una situación tan romántica como la de ese momento, ella seguramente diría que sí, que aceptaba. Y ya sentía que su firmeza se iba desmoronando.
—Hasta que no nos marchemos de aquí, no —le pidió ella—. Por favor, Harry.
Si él esperaba a hablar del tema cuando regresaran a Hunter’s Hill, a ella le resultaría más fácil.
—¿Y por qué?
—Porque lo estoy pasando de maravilla y no quiero discutir contigo —respondió ella.
—No te imagino peleando con nadie. Al menos no en serio.
—En ese caso, no sabes cómo soy en realidad. Justo antes de empezar a trabajar para ti, discutí con mi padre y seguimos sin hablarnos.
Harry frunció el ceño.
—¿Y por qué diantres discutistes?
Invitado se arrepintió de meter a su padre en la conversación; aunque tal vez fuera un recordatorio a tiempo de cómo los hombres utilizaban a las mujeres que los amaban para conseguir sus propios fines. Tenía que tener cuidado de no dejar que Harry fuera el tercer hombre que la convertía en una víctima.
Era el momento de volver a tomar las riendas de su vida; el momento de conseguir lo que quería, aunque sólo fuera una noche.
—¿Te importaría si dejo para otro día las disputas familiares? —le preguntó ella mientras se deslizaba hacia delante y le retiraba a Harry la copa casi vacía de la mano—. No creo que sea ni el lugar ni el momento. Ahora…
Se puso de pie despacio en la bañera, emocionada al ver cómo Harry la devoraba con los ojos.
—Voy a salir a dejar estas copas. Quédate aquí hasta que me seque bien… Entonces me ocuparé de ti.
Harry observaba con deleite los movimientos pausados y sensuales de Invitado mientras se secaba, como si acariciara su piel con la toalla. Era una mujer muy, muy sexy.
Cuando él salió de la bañera, estaba ya muy excitado; y cuando ella terminó de secarlo, Harry deseó no haber permitido que ella tomara las riendas del juego amoroso. El deseo de levantarla sobre el tocador y de embestirla allí mismo fue tan intenso, que tuvo que dominarse para no dejarse llevar y hacer precisamente eso.
Tuvo un breve respiro cuando volvieron al dormitorio. Sin embargo, fue enseguida al cajón a sacar un preservativo que le dio a Invitado, con la esperanza de que ella se diera por aludida.
Invitado esbozó una sonrisa picara y sensual mientras dejaba el pequeño paquete sobre la otra mesilla.
—No lo vamos a necesitar de momento —ronroneó mientras se acurrucaba contra él y apoyaba la cabeza sobre su hombro desnudo para acariciarle el estómago—. No tienes que hacer nada en absoluto —continuó Invitado mientras la mano del estómago empezaba a describir círculos muy despacio, avanzando con delicadeza hacia su sexo.
Harry se puso tenso al ver que inexorablemente la mano de Invitado estaba cada vez más cerca de su erección.
Ella levantó la cabeza del hombro y lo miró fijamente mientras con las puntas de los dedos trazaba los músculos entre las costillas. Tenía los ojos vidriosos, con expresión casi nostálgica.
—Tienes un cuerpo magnífico, Harry —le dijo finalmente.
—Trabajo mucho para tenerlo así —respondió él mientras pensaba que Lana jamás le había elogiado de ese modo.
Ella siempre había esperado todos los elogios.
Última edición por Aniina el Mar 17 Sep 2013, 12:02 am, editado 1 vez
Aniina
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
Capitulo 11
(Parte 2)
—¿Qué vas a hacer por la mañana sin río en el que remar? —murmuró Invitado.
—Lo mismo que hago cuando estoy fuera —respondió él.
Ella lo miró.
—¿Que es?
—Cien flexiones y cinco kilómetros corriendo.
—Estás de broma.
—No.
—Es un tanto obsesivo por tu parte, ¿no te parece?
—Soy obsesivo. ¿Cómo crees si no que he alcanzado el éxito en mis empresas?
—A lo mejor es hora de que te relajes un poco y de que disfrutes de los frutos de tu trabajo.
—Es difícil relajarse en este preciso momento…
Harry ahogó un suspiro cuando ella le rozó la erección con el lateral de la mano.
—Pobrecillo —dijo Invitado con voz ronca.
Harry sabía lo que Invitado iba a hacer cuando se dio la vuelta para tumbarse de lado, en una postura en la que tenía acceso a la parte inferior de su cuerpo tanto con las manos como con la boca. Estaba claro que tenía la intención de darle placer con la boca, tal vez incluso hasta el final.
Cosa rara, a Harry no le gustaba demasiado la felación. Jamás se había quedado convencido de que una mujer disfrutara haciéndola. Desde que se había hecho rico, muchas mujeres habían mostrado deseos de darle placer de ese modo. Y, aunque no podía negar que le proporcionaba un intenso placer físico, siempre se distanciaba mentalmente de aquel acto, al que siempre contemplaba con cinismo.
Pero cuando Invitado empezó a acariciarlo íntimamente, cuando puso los labios donde había puesto las manos, Harry sintió como si se le encogiera el corazón. Era imposible contemplar con cinismo el entusiasmo de aquella mujer cuando le hacía el amor. Invitado no tenía ningún motivo más allá del placer para practicar el sexo oral; y no había en ella artificio, ni ambición. Su único motivo era darle placer y sentir placer.
Harry gimió al sentir sus besos suaves por todo el miembro, sorprendido por las sensaciones que ella le hacía sentir. Cuando finalmente ella se metió su miembro en la boca y se lo lamió, Harry se precipitó por un abismo de deliciosas sensaciones y emociones intensas, totalmente ajenas a él.
Apenas podía pensar ni respirar.
Estaba a punto de llegar cuando ella dejó de agasajarle, y se retiró el cabello de la cara mientras lo miraba con los ojos entrecerrados.
—No lo dejaré si tú no quieres —dijo ella.
Harry se fijó en sus labios húmedos, en su cara sofocada, y en sus pezones tiesos.
—Depende de ti —respondió en tono ronco.
—Yo preferiría hacer esto —le susurró ella mientras se subía y se sentaba a horcajadas sobre él.
Temblándole las manos se colocó adecuadamente para que él la penetrara.
Él gimió al sentir su calor, su sexo húmedo y caliente. Invitado se hundió hasta el final, y entonces empezó a subir y bajar con abandono.
Harry vio que ella se había olvidado el preservativo, perdida en su pasión y en su deseo; flotando en la intensidad del momento. Claro que él no estaba lejos.
Momentáneamente pensó en su despiadada idea de no protegerse al hacer el amor con ella antes de que terminara esa noche, de hacer lo posible para dejarla embarazada, para asegurarse de que se casaría con él.
Pero en ese momento ya no le pareció bien intentar atraparla de ese modo; ni permitir que por no haberse dado cuenta ella misma se viera implicada en una situación que no deseaba. Invitado merecía algo más que eso; lo mismo que cualquier hijo que pudieran tener en el futuro.
Harry frunció el ceño, pensando de pronto en el espinoso tema de la procreación.
Anteriormente no había querido tener hijos, sobre todo porqué había tenido que centrar toda su energía en conseguir el éxito en su carrera profesional. Pero también porque nunca había tenido una relación con una mujer que le inspirara confianza para ser una buena madre.
Y aunque estaba seguro de que Invitado era esa mujer, quería que fuera su esposa antes de concebir. No quería jamás que ningún hijo suyo tuviera razón alguna para criticar a sus padres; o que sintiera emociones negativas mientras se hacía mayor, como le había pasado a él. Un niño merecía ser amado desde el principio, no ser utilizado como un instrumento para hacer chantaje emocional.
De modo que Harry no tenía otra opción aparte de volver a su plan original: conseguir que Invitado se sintiera tan vinculada a él a través del sexo que no pudiera decir que no cuando él volviera a pedirle matrimonio.
A ella le gustaba estar encima, pero no era así como Harry pensaba que conseguiría su objetivo. Tenía que hacerse de nuevo con el control y darle un nivel de placer que esperaba que no volviera a experimentar con otro hombre.
Cuando la agarró de las caderas y la levantó de encima de él, Invitado gimió, tal vez de protesta o de sorpresa. Claro que en realidad no importaba.
—Hora de cambiar, preciosa —gimió Harry mientras la tumbaba sobre la cama.
Se echó encima de ella y bajó la cabeza para deleitarse con uno de sus tiesos pezones, lamiéndolo y mordisqueándolo con la lengua y los dientes. Invitado gemía de placer, y Harry se acordó de lo que ella le había dicho esa tarde. Y como tenía la intención de tomarle la palabra, pasó a lamerle el otro pecho y le dio al ávido pezón el mismo tratamiento que al otro. Sólo cuando ella debía de tener los pechos ya ardiendo, él dejó de lamérselos y se deslizó estómago abajo sin dejar de mordisquearla.
Incluso antes de llegar a su destino, ella había separado las piernas con sensualidad, prueba de su excitación. Cuando él le tocó con la lengua en el clítoris, Invitado alcanzó el clímax rápidamente.
—No, no… —gimió ella cuando él siguió lamiéndola como sin duda ningún hombre la había lamido, a juzgar por su reacción, para llevarla a un nivel de erotismo donde la mente ya no estaba conectada con el cuerpo, que reaccionaba instintivamente, como el de un animal en celo.
Gimió suavemente con cada espasmo de placer, hasta que se quedó quieta, totalmente extenuada. O al menos eso pensaba ella.
Harry se arrodilló inmediatamente entre sus muslos y se inclinó para sacar el preservativo de donde lo había dejado. Tiró de ella para montarla sobre sus muslos, y Invitado gimió cuando él la penetró sin miramientos.
Sus enormes ojos azules se encontraron, aturdidos, con los verdes de Harry.
—No más —le dijo con voz entrecortada—. No más… —y bajó la cabeza para apoyarla en su pecho, con los brazos colgándole a los lados, sin fuerza.
Él la ignoró, le agarró de las nalgas con las dos manos y la balanceó adelante y atrás encima de él.
Pero tuvo que apretar los dientes para no perder el control demasiado rápido.
Invitado suspiraba sin protestar, y su cuerpo estaba deliciosamente suave y placentero. Harry sabía que no podría durar mucho rato así, y con el pensamiento la urgía a responderle. Porque él sabía que si lo hacía… si no se podía resistir… si se dejaba llevar para tener otro orgasmo, entonces Invitado sería suya.
Sus brazos fueron la primera parte de su cuerpo que despertó a la vida, y los levantó para abrazarlo.
Entonces empezó a besuquearlo en el cuello. Y después fueron sus músculos internos, que lo apretaban y soltaban de ese modo que solían hacer las mujeres cuando iban a alcanzar el orgasmo.
Finalmente empezó a apoyar las rodillas en la cama y a aplastarse contra él; entonces levantó la cabeza y arqueó la espalda mientras alcanzaba el climax a la vez que él, que descargó su energía rugiendo como un león.
Harry jamás había experimentado nada parecido. La estrechó con fuerza contra su pecho y enterró la cara entre sus cabellos, finalmente libre para perderse en ella. Lo cual hizo durante unos momentos interminables, mientras continuaban sus espasmos, un buen rato después de que ella hubiera terminado.
No notó que Invitado se había dormido entre sus brazos hasta que la llamó y ella no le respondió.
Harry esbozó una sonrisa triunfal, antes de depositarla despacio en la cama, satisfecho de haber logrado su objetivo.
Claro que no era su intención dormirse en los laureles. Invitado no era de la clase de chicas a quien uno pudiera hacerle cambiar de opinión así como así. Tendría que reforzar su dominio sexual sobre ella cuando se despertara, puesto que su misión era que se hiciera adicta a hacer el amor con él antes de que terminara la noche.
No era en absoluto una perspectiva desagradable, pensaba mientras se retiraba de su lado. Invitado estaba demostrando ser una mujer muy intrigante en la cama. El matrimonio con ella sería sin duda mucho más que un matrimonio de conveniencia; sería una experiencia tanto emocionante como relajante.
Ella suspiró en sueños cuando él la acarició con suavidad los pechos, el vientre y el trasero; suspiró y luego se estremeció.
Una sensación de triunfo lo invadió al darse cuenta de que respondía a él, incluso en la inconsciencia del sueño. Tal vez hubiera seguido jugando con ella de no haber estado totalmente exhausto. Francamente, necesitaba descansar si iba a seguir demostrando que era el maravilloso amante que no había dejado de decir que era.
Pero a Harry le costó quitarle las manos de encima, porque le costaba separarse de ella. Tenía que conseguir que Invitado se casara con él.
¡No aceptaría un no por respuesta al día siguiente!
(Parte 2)
—¿Qué vas a hacer por la mañana sin río en el que remar? —murmuró Invitado.
—Lo mismo que hago cuando estoy fuera —respondió él.
Ella lo miró.
—¿Que es?
—Cien flexiones y cinco kilómetros corriendo.
—Estás de broma.
—No.
—Es un tanto obsesivo por tu parte, ¿no te parece?
—Soy obsesivo. ¿Cómo crees si no que he alcanzado el éxito en mis empresas?
—A lo mejor es hora de que te relajes un poco y de que disfrutes de los frutos de tu trabajo.
—Es difícil relajarse en este preciso momento…
Harry ahogó un suspiro cuando ella le rozó la erección con el lateral de la mano.
—Pobrecillo —dijo Invitado con voz ronca.
Harry sabía lo que Invitado iba a hacer cuando se dio la vuelta para tumbarse de lado, en una postura en la que tenía acceso a la parte inferior de su cuerpo tanto con las manos como con la boca. Estaba claro que tenía la intención de darle placer con la boca, tal vez incluso hasta el final.
Cosa rara, a Harry no le gustaba demasiado la felación. Jamás se había quedado convencido de que una mujer disfrutara haciéndola. Desde que se había hecho rico, muchas mujeres habían mostrado deseos de darle placer de ese modo. Y, aunque no podía negar que le proporcionaba un intenso placer físico, siempre se distanciaba mentalmente de aquel acto, al que siempre contemplaba con cinismo.
Pero cuando Invitado empezó a acariciarlo íntimamente, cuando puso los labios donde había puesto las manos, Harry sintió como si se le encogiera el corazón. Era imposible contemplar con cinismo el entusiasmo de aquella mujer cuando le hacía el amor. Invitado no tenía ningún motivo más allá del placer para practicar el sexo oral; y no había en ella artificio, ni ambición. Su único motivo era darle placer y sentir placer.
Harry gimió al sentir sus besos suaves por todo el miembro, sorprendido por las sensaciones que ella le hacía sentir. Cuando finalmente ella se metió su miembro en la boca y se lo lamió, Harry se precipitó por un abismo de deliciosas sensaciones y emociones intensas, totalmente ajenas a él.
Apenas podía pensar ni respirar.
Estaba a punto de llegar cuando ella dejó de agasajarle, y se retiró el cabello de la cara mientras lo miraba con los ojos entrecerrados.
—No lo dejaré si tú no quieres —dijo ella.
Harry se fijó en sus labios húmedos, en su cara sofocada, y en sus pezones tiesos.
—Depende de ti —respondió en tono ronco.
—Yo preferiría hacer esto —le susurró ella mientras se subía y se sentaba a horcajadas sobre él.
Temblándole las manos se colocó adecuadamente para que él la penetrara.
Él gimió al sentir su calor, su sexo húmedo y caliente. Invitado se hundió hasta el final, y entonces empezó a subir y bajar con abandono.
Harry vio que ella se había olvidado el preservativo, perdida en su pasión y en su deseo; flotando en la intensidad del momento. Claro que él no estaba lejos.
Momentáneamente pensó en su despiadada idea de no protegerse al hacer el amor con ella antes de que terminara esa noche, de hacer lo posible para dejarla embarazada, para asegurarse de que se casaría con él.
Pero en ese momento ya no le pareció bien intentar atraparla de ese modo; ni permitir que por no haberse dado cuenta ella misma se viera implicada en una situación que no deseaba. Invitado merecía algo más que eso; lo mismo que cualquier hijo que pudieran tener en el futuro.
Harry frunció el ceño, pensando de pronto en el espinoso tema de la procreación.
Anteriormente no había querido tener hijos, sobre todo porqué había tenido que centrar toda su energía en conseguir el éxito en su carrera profesional. Pero también porque nunca había tenido una relación con una mujer que le inspirara confianza para ser una buena madre.
Y aunque estaba seguro de que Invitado era esa mujer, quería que fuera su esposa antes de concebir. No quería jamás que ningún hijo suyo tuviera razón alguna para criticar a sus padres; o que sintiera emociones negativas mientras se hacía mayor, como le había pasado a él. Un niño merecía ser amado desde el principio, no ser utilizado como un instrumento para hacer chantaje emocional.
De modo que Harry no tenía otra opción aparte de volver a su plan original: conseguir que Invitado se sintiera tan vinculada a él a través del sexo que no pudiera decir que no cuando él volviera a pedirle matrimonio.
A ella le gustaba estar encima, pero no era así como Harry pensaba que conseguiría su objetivo. Tenía que hacerse de nuevo con el control y darle un nivel de placer que esperaba que no volviera a experimentar con otro hombre.
Cuando la agarró de las caderas y la levantó de encima de él, Invitado gimió, tal vez de protesta o de sorpresa. Claro que en realidad no importaba.
—Hora de cambiar, preciosa —gimió Harry mientras la tumbaba sobre la cama.
Se echó encima de ella y bajó la cabeza para deleitarse con uno de sus tiesos pezones, lamiéndolo y mordisqueándolo con la lengua y los dientes. Invitado gemía de placer, y Harry se acordó de lo que ella le había dicho esa tarde. Y como tenía la intención de tomarle la palabra, pasó a lamerle el otro pecho y le dio al ávido pezón el mismo tratamiento que al otro. Sólo cuando ella debía de tener los pechos ya ardiendo, él dejó de lamérselos y se deslizó estómago abajo sin dejar de mordisquearla.
Incluso antes de llegar a su destino, ella había separado las piernas con sensualidad, prueba de su excitación. Cuando él le tocó con la lengua en el clítoris, Invitado alcanzó el clímax rápidamente.
—No, no… —gimió ella cuando él siguió lamiéndola como sin duda ningún hombre la había lamido, a juzgar por su reacción, para llevarla a un nivel de erotismo donde la mente ya no estaba conectada con el cuerpo, que reaccionaba instintivamente, como el de un animal en celo.
Gimió suavemente con cada espasmo de placer, hasta que se quedó quieta, totalmente extenuada. O al menos eso pensaba ella.
Harry se arrodilló inmediatamente entre sus muslos y se inclinó para sacar el preservativo de donde lo había dejado. Tiró de ella para montarla sobre sus muslos, y Invitado gimió cuando él la penetró sin miramientos.
Sus enormes ojos azules se encontraron, aturdidos, con los verdes de Harry.
—No más —le dijo con voz entrecortada—. No más… —y bajó la cabeza para apoyarla en su pecho, con los brazos colgándole a los lados, sin fuerza.
Él la ignoró, le agarró de las nalgas con las dos manos y la balanceó adelante y atrás encima de él.
Pero tuvo que apretar los dientes para no perder el control demasiado rápido.
Invitado suspiraba sin protestar, y su cuerpo estaba deliciosamente suave y placentero. Harry sabía que no podría durar mucho rato así, y con el pensamiento la urgía a responderle. Porque él sabía que si lo hacía… si no se podía resistir… si se dejaba llevar para tener otro orgasmo, entonces Invitado sería suya.
Sus brazos fueron la primera parte de su cuerpo que despertó a la vida, y los levantó para abrazarlo.
Entonces empezó a besuquearlo en el cuello. Y después fueron sus músculos internos, que lo apretaban y soltaban de ese modo que solían hacer las mujeres cuando iban a alcanzar el orgasmo.
Finalmente empezó a apoyar las rodillas en la cama y a aplastarse contra él; entonces levantó la cabeza y arqueó la espalda mientras alcanzaba el climax a la vez que él, que descargó su energía rugiendo como un león.
Harry jamás había experimentado nada parecido. La estrechó con fuerza contra su pecho y enterró la cara entre sus cabellos, finalmente libre para perderse en ella. Lo cual hizo durante unos momentos interminables, mientras continuaban sus espasmos, un buen rato después de que ella hubiera terminado.
No notó que Invitado se había dormido entre sus brazos hasta que la llamó y ella no le respondió.
Harry esbozó una sonrisa triunfal, antes de depositarla despacio en la cama, satisfecho de haber logrado su objetivo.
Claro que no era su intención dormirse en los laureles. Invitado no era de la clase de chicas a quien uno pudiera hacerle cambiar de opinión así como así. Tendría que reforzar su dominio sexual sobre ella cuando se despertara, puesto que su misión era que se hiciera adicta a hacer el amor con él antes de que terminara la noche.
No era en absoluto una perspectiva desagradable, pensaba mientras se retiraba de su lado. Invitado estaba demostrando ser una mujer muy intrigante en la cama. El matrimonio con ella sería sin duda mucho más que un matrimonio de conveniencia; sería una experiencia tanto emocionante como relajante.
Ella suspiró en sueños cuando él la acarició con suavidad los pechos, el vientre y el trasero; suspiró y luego se estremeció.
Una sensación de triunfo lo invadió al darse cuenta de que respondía a él, incluso en la inconsciencia del sueño. Tal vez hubiera seguido jugando con ella de no haber estado totalmente exhausto. Francamente, necesitaba descansar si iba a seguir demostrando que era el maravilloso amante que no había dejado de decir que era.
Pero a Harry le costó quitarle las manos de encima, porque le costaba separarse de ella. Tenía que conseguir que Invitado se casara con él.
¡No aceptaría un no por respuesta al día siguiente!
_____________________________________________________________________________________
Fin mis amores, espero que les guste :D
Las amo:D
Besitos xx
Aniina
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
Siguela NUEVA LECTORA!!! Amo la novela... esta genialosa
Barbiih
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
HSDFKVJHSDFKJVSDHFVKJHDSFV ME ENCANTÓ, omgggg
fue tan... aksjasjas
yo sé que lograrás lo que quieres Harry e.e
Siguela princess, thanks por los capítulos<3
IWish
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
SANTA MADREEEE!!!! Yo se que le gusta, le gustaaaaa....... :3 Me encanta tu novela, ya te lo había dicho? Si no aquí te lo digo, la amo, me encanta, esta genial, es hermosa y owww :') Se que la rayis aceptara, es un insaciable ese Harold :3 Y así lo amo <3 Jajajajaja Siguela pronto, y ya ves aquí me tienes comentando :) *cejas*
P.D.: Me llamo Perla Valeria (: & tu? (Me gusta que me digan Perl, Perlita o Perla)
P.D.: Me llamo Perla Valeria (: & tu? (Me gusta que me digan Perl, Perlita o Perla)
kissesOfSugar
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
HAAAAAAAAAAAA ES QUE YO AMO TUS NOVELAS YO :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: tienes que seguirla :3 por favor por favor <3 shiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ??? es que es muy :corre: :corre: :corre: :corre: jaklsjlkajdjaslkd yo i mis comentarios locos jsalkdjlkasjdkasjldkas pero siguela sabes que me encanta la forma en la que escribes y haaaaaaa amo esta novela
KotheStyles
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
OMG !!!! COMO ME ENCANTA TU NOVEEE ya como te decia disculpame :( :( :sad: :sad: por no comentar es que estaba en pruebas y ya sabes mis padres no quiere q entre a la compu por mi vista me han puesto lentes puedes creerlo:wut: :muack: :muack: jajajaaa:corre: :corre: :corre: pero igual sigo estando contenta es q me gusta pero eso0 si voy a parecer una nerd :muack: :muack: ennnn finnn como te contaba amo tu novela y si que te luciste con estos capis son los mejores como a mo a hazza ya hora a ti por tu novee yupiiii:ternura:
thalia_1352
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
ohhhhmmm que lindoss mira dice que fue la novia de harry yo pense que solo le gustaban las rubias ya iba a ir a pintarme mi cabello con tempera amarillla :niña: jajjja q mal las rubias son muy hermosass que envidia enn fin:eaea: :eaea: :eaea: :eaea: :eaea: ajajjajaj por dios este loro me mata bueno bayyyy y eres la mejorrrrrrrrrr :eaea: :eaea: en fin recuerda amo tu novela Y A HAZZAAA :eaea: :eaea: ay todo me da vuelta vuelta y vuelta jajajaj no lo voy a superar por un largo tiempo jajja ahora si bay i love so sos so much :eaea: :eaea: :(L): :(L): :maloso: :enamorado: :enamorado:
thalia_1352
Re: Proposición Despiadada (Harry Styles Y ______)
Any plis vuelve me encanta tu novela y el ultimo capitulo ni que hablar :fiu: :fiu: jajajaja eres la mejor :lloro: :lloro: :lloro: :lloro: :lloro: :lloro: sube mas capis yaaa plisss tal vez necesitas inspiracion o estas ocupada pero date un tiempito y recuerda que soy una fiel lectora y te entiendoo :hug: :hug: :(L): :hug: :hug: te dejo este regalo :(L): :love: :love: :(L): :(L): es una foto de hazza y por dios que casi me muero mi cara era esta :muack: :muack: :canto: :canto: :calor: :calor: :jajajaj: :jajajaj: :ilusion: porque estan guapo no puede ser es djksgvgbl AHH dios :1313:como decia AHHH :ñomñom: ESTAN PER-FEC-TO ENNN FINNN!!! eres la mejor no me canso de decirlo :enamorado: y me encanta tu novela y a hazza :bye: :bye:
thalia_1352
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