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Breathe (Joe Jonas y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Hola chicas! Perdón por desaparecerme estos días, no estuve mucho en mi casa y no pude adaptar la novela y subirla. Espero que me entiendan y gracias por todos sus comentarios y la paciencia por el capitulo. Como no estuve estos días voy a dejarles dos capitulos, espero que les gusten :)
—Hamburguesa—susurré. Él asintió con la cabeza y se dirigió a la parrilla. Me consiguió una hamburguesa y unas costillas para él. Nos acercamos a una mesa repleta de cosas para poner en la hamburguesa, y añadí un poco de salsa de tomate y queso. Kevin nos consiguió unas bebidas, y nos dirigimos a una zona de sombra desocupada. Nos sentamos y comimos en silencio durante unos minutos. Lo vi usar por lo menos quince servilletas. Se echó a reír cuando llegó a más, y todas las que había ya no estaban limpias.
—Crees que mi desorden es gracioso, ¿eh?—Me encogí de hombros y solté otra carcajada que no pude contener. Llegué a mi plato y le entregué la servilleta.—Gracias—la tomó y se limpió.—¿Te estás divirtiendo?—preguntó después de haber acabado con la barbacoa de su rostro.
—Sí. Me siento como la más joven de aquí, pero me estoy divirtiendo.—Kevin asintió con la cabeza.
—Tú eres el más joven de aquí. Olvidé que en mi viejo grupo,todos tienen mi misma edad.—
—No, de verdad lo estoy disfrutando.—Jack, cuya atención parecía estar centrada en nosotros, sacudió la cabeza.
—Me temo que a mi amigo de allá que le gustas. Vas a tener que simplemente ignorarlo.—Fruncí el ceño.
—¿¡Le gusto!? ¿Con todas estas mujeres mayores y atractivas por aquí?—Kevin dirigió sus ojos hacia mí, estudió mi rostro durante un minuto, y sonrió.
—De verdad lo crees, ¿cierto?—
—¿Creer qué?—
—Que las otras chicas aquí son mejores que tú.—Yo me reí y encogí mis hombros.
—No soy ciega, Kevin.—Él levantó las cejas.
—O estás ciega o no tienes un espejo en tu casa. Sigue haciendo cosas tan dulces como sonrojarte, y vas a tener a Jack cantando baladas de amor fuera de tu ventana.—Volví a reír y sacudí mi cabeza.
—Realmente espero que no.—Kevin miró a Jack.
—Le gustan mucho las piernas, y resulta que tú tienes el mejor par que he visto en un largo tiempo. Pero creo que realmente lo tuviste cuando bateaste tus ojos azules de bebé hacia él y sonreíste.—Fruncí el ceño.
—No recuerdo haber bateado mis ojos hacia nadie, y mis piernas son largas y delgadas.—Kevin sonrió.
—Espero que siempre te mantengas de esta manera. Dulce e inocente. Pero yo quiero ser quien te ilumine. Tus piernas son sexys como el infierno, y tus pestañas son tan gruesas y largas que al parpadear parece que los estás golpeando, y eso es muy atractivo.—No estaba segura de creerle, pero le sonreí de todos modos.
—Eres un buen tipo. Gracias por tratar de hacerme sentir mejor.—
—¿Eso es lo que estoy haciendo?—preguntó con una sonrisa burlona.Sonreí.
—Yo creo que sí.—Se echó a reír y sacudió la cabeza.
—Claro, lo que digas, ____.—
Capitulo 6
Kevin se inclinó y me susurró al oído:—¿Hamburguesas, costillas, o ambas cosas?—Pensé en el lío que serían las costillas y todas las personas que había en el pequeño patio trasero.—Hamburguesa—susurré. Él asintió con la cabeza y se dirigió a la parrilla. Me consiguió una hamburguesa y unas costillas para él. Nos acercamos a una mesa repleta de cosas para poner en la hamburguesa, y añadí un poco de salsa de tomate y queso. Kevin nos consiguió unas bebidas, y nos dirigimos a una zona de sombra desocupada. Nos sentamos y comimos en silencio durante unos minutos. Lo vi usar por lo menos quince servilletas. Se echó a reír cuando llegó a más, y todas las que había ya no estaban limpias.
—Crees que mi desorden es gracioso, ¿eh?—Me encogí de hombros y solté otra carcajada que no pude contener. Llegué a mi plato y le entregué la servilleta.—Gracias—la tomó y se limpió.—¿Te estás divirtiendo?—preguntó después de haber acabado con la barbacoa de su rostro.
—Sí. Me siento como la más joven de aquí, pero me estoy divirtiendo.—Kevin asintió con la cabeza.
—Tú eres el más joven de aquí. Olvidé que en mi viejo grupo,todos tienen mi misma edad.—
—No, de verdad lo estoy disfrutando.—Jack, cuya atención parecía estar centrada en nosotros, sacudió la cabeza.
—Me temo que a mi amigo de allá que le gustas. Vas a tener que simplemente ignorarlo.—Fruncí el ceño.
—¿¡Le gusto!? ¿Con todas estas mujeres mayores y atractivas por aquí?—Kevin dirigió sus ojos hacia mí, estudió mi rostro durante un minuto, y sonrió.
—De verdad lo crees, ¿cierto?—
—¿Creer qué?—
—Que las otras chicas aquí son mejores que tú.—Yo me reí y encogí mis hombros.
—No soy ciega, Kevin.—Él levantó las cejas.
—O estás ciega o no tienes un espejo en tu casa. Sigue haciendo cosas tan dulces como sonrojarte, y vas a tener a Jack cantando baladas de amor fuera de tu ventana.—Volví a reír y sacudí mi cabeza.
—Realmente espero que no.—Kevin miró a Jack.
—Le gustan mucho las piernas, y resulta que tú tienes el mejor par que he visto en un largo tiempo. Pero creo que realmente lo tuviste cuando bateaste tus ojos azules de bebé hacia él y sonreíste.—Fruncí el ceño.
—No recuerdo haber bateado mis ojos hacia nadie, y mis piernas son largas y delgadas.—Kevin sonrió.
—Espero que siempre te mantengas de esta manera. Dulce e inocente. Pero yo quiero ser quien te ilumine. Tus piernas son sexys como el infierno, y tus pestañas son tan gruesas y largas que al parpadear parece que los estás golpeando, y eso es muy atractivo.—No estaba segura de creerle, pero le sonreí de todos modos.
—Eres un buen tipo. Gracias por tratar de hacerme sentir mejor.—
—¿Eso es lo que estoy haciendo?—preguntó con una sonrisa burlona.Sonreí.
—Yo creo que sí.—Se echó a reír y sacudió la cabeza.
—Claro, lo que digas, ____.—
Gabywriter
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Capitulo 7
El miércoles por la noche, Kevin vino a buscarme en el jardín.
—Hey, ____, la familia Jonas está cenando esta noche en casa de un amigo, así que voy a salir temprano. ¿Cuánto tiempo más hasta que te bajes?—Miré al Sr. Greg que parecía estar sufriendo realmente de su artritis hoy y sabía que no podía salir temprano. No me haría daño al montar mi bicicleta a casa esta noche.
—Sigue adelante.Tengo trabajo dejado aquí. Además, quiero hacer una parada en el supermercado y recoger unas cuantas cosas en mi camino a casa.—Kevin frunció el ceño como si estuviera tratando de decidir algo. Finalmente, dijo:
—Realmente no me gusta la idea de que regreses a casa por la noche, y luego tratando de andar en bicicleta con bolsas de alimentos.—Empecé a discutir con él y asegurarle que todo estaría bien, pero su mirada dejó la mía y aterrizó en algo detrás de mí. Me volví y vi a Joe Jonas viniendo hacia nosotros desde el interior del mirador. Yo ni siquiera lo había visto irse dentro de el.
—Estoy de acuerdo contigo en viajar a casa en la oscuridad con los alimentos. La voy a suministrar a casa. Puedes irte ahora. Ella estará a salvo.—Kevin me miró con preocupación. Le sonreí como para tranquilizarlo que me gustó este arreglo.
—Uh, eh, sí, claro, Sr. Jonas, gracias. Nos vemos mañana, ____.—dijo con una arruga entre sus cejas. Me di cuenta de que no estaba seguro acerca de esto.
—Nos vemos mañana.—le contesté y lo vi de mala gana dar la vuelta y alejarse. No porque quería mirarlo más tiempo, sino porque tenía que calmarme antes de que me enfrenté a Joe. De alguna manera, me había convertido tan patética como el resto del mundo adolescente. Yo había visto atisbos de Joe los dos últimos días, y cada vez que miraba hacia mi, me sonreía. Mi corazón me dio un pequeño vuelco traidor. Antes de darme cuenta, yo tendría un cartel estúpido de Joe en mi pared.—Gracias.—logré decir sin tropezar con mi lengua. Él me dio una de esas sonrisas destinada a derretir corazones de niñas en todas partes.
—Si hubiera sabido que ibas a andar en bicicleta para ir y volver del trabajo habría hecho algo al respecto hace mucho tiempo. Me alegro de tener estos empleados reflexivos. Pero de nuevo,él es tu amigo, ¿no es así?.—Le sonreí.
—Kevin es un buen tipo.—Joe se inclinó y dijo en voz baja:
—¿Y yo qué... Yo soy un buen tipo?—No estaba segura de qué decir a esto, así que me decidí a ser sólo honesta.
—Yo no te conozco, en realidad, pero sí sé que firmas mi cheque de pago, así que no estoy muy segura de cómo responder a esto.—Joe echó atrás la cabeza y rió. Me sorprendí a mí misma sonriendo. Parecía casi tocable cuando se reía. Ofreció su brazo y lo tendió a mí para conectar mi mano a través.
—Bueno, entonces, ____ _____, ¿por qué no me haces el honor de dar un paseo por la playa para que podamos hablar? Entonces tal vez puedas decidir por ti misma si soy un buen tipo o no.—Fruncí el ceño y miré al Sr. Greg.
—No sé si puedo, ya ves, el Sr. Greg tiene artritis, y él me necesita para el deshierbe, si quiere admitirlo o no. Ponerse de rodillas no le resulta fácil y muy doloroso.—
—¿En serio?—Preguntó con preocupación en su rostro, y se volvió y se acercó a donde estaba el Sr. Greg fingiendo trabajar, aunque yo sabía que había estado observando a Joe y a mi. No pude oír lo que dijo Joe, pero el Sr. Greg parecía gustarle lo que escuchó y asintió con la cabeza, estrechó la mano de Joe, y parecía estar guardando sus cosas. Joe volvió hacia donde yo estaba.—El Sr. Greg ha decidido tomarse la tarde libre y descansar sus rodillas. También me pidió que te dijera que podía esperar hasta mañana para su juego de ajedrez.—Sonreí al hombre mayor a quien yo había llegado a preocuparme. Hizo un guiño, y yo negué con la cabeza hacia él. Joe, una vez más ofreció su brazo, y vacilé antes de deslizar mi mano en el interior de su codo doblado.
—Está bien.—No estaba segura de qué decir y me preguntaba si podía oír mi corazón latiendo en mi pecho.
—Vamos a ver, no sólo te preocupas sobre las rodillas de los viejos, sino que también juegas al ajedrez con ellos en la noche.—Me puse rígida y se detuvo. Ser molestado acerca de mi relación con el Sr. Greg me molestaba.—Tranquila, tigre.—Él acarició mi mano.—No me burlo de ti. Estoy realmente impresionado. No he conocido a una chica con compasión antes, y estoy intrigado.—Me relajé.
—Me imagino que en tu mundo, las niñas son muy diferentes que aquí, en el mundo real. Estoy segura que si pasaras algún tiempo con una chica todos los días, verás que no soy única.—Él me sonrió.
—Las niñas de todos los días son quienes me escribe cartas de admiración y compran mis conciertos. Son las chicas que gritan mi nombre y corren detrás de mí como animales enloquecidos. Tú no has tratado incluso de colarte en mi habitación y arrojar a chorros tu perfume en mi almohada.—Dudé, mi mandíbula cayendo en estado de shock.
—Por favor, dime esas cosas no han ocurrido antes y que los compones.— Joe se encogió de hombros y negó con la cabeza.
—Tengo miedo de que lo tengan. Son sólo unos pocos ejemplos. Dejé fuera las no aptas para los oídos de una joven. Tú no quieres ni saber a que grado van las chicas para conseguir mi atención. Es una de las razones por las que necesite esta escapada de verano. Si no tengo esto, yo habría salido del negocio hace mucho tiempo.—Llegamos a la orilla y se detuvo. Hizo un gesto con la mano sobre la arena blanca a nuestros pies.—¿Quieres sentarte?—Me hundí en una posición al estilo indio. Él se sentó de forma suave que me hizo sentir torpe. ¿Por qué me importa? Nunca he pensado en la forma en que me siento antes. Yo no tenía necesidad de empezar a pensar en él como más que cualquier otra cosa que no sea un hombre. Un tipo que firma mi cheque de pago.—Así que, cuéntame sobre ____ _____.—Él se echó hacia atrás sobre sus manos y estiró sus largas piernas delante de él. Me encogí de hombros, sin saber qué decir.
—¿Qué quieres saber? Yo no soy muy interesante.—Él se rió entre dientes.
—No estoy de acuerdo, pero no vamos a discutir. Háblame de tu familia.—La sangre corrió a mis mejillas por la petición, pero me obligué a hablar en vez de sonrojarme como una idiota.
—Bueno, yo vivo con mi mamá, y siempre ha sido sólo ella y yo. Sin embargo,está embarazada en este momento, así que nuestros dos pronto serán de tres. Nos acabamo sde mudar aquí hace unos meses de Tennessee. Me encanta el océano mucho más que las montañas, por lo que la medida ha sido buena. Joe me miraba mientras hablaba, y me concentré en mirar fijamente mis manos.
—Yo no quiero que entres en tu espacio personal, así que dime si te pregunto algo que sientes que no es asunto mío. ¿Dónde está el papá del bebé?—Me reí de su pregunta, porque, sí, era personal, y la respuesta era sórdida, pero algo en él me hizo relajarme y decirle cosas que normalmente no hablaba.
—Mi madre es hermosa, pero por desgracia no tiene sentido común. A ella le gusta la atención que recibe de los hombres y recoge los peores.—Le di una pequeña sonrisa que sabía que no llegaría a mis ojos.—Cuando digo peores, ¡me refiero a lo peor! Ellos están casados o comprometidos, o tan despreciables que nunca considerarían sentar cabeza. El hombre que donó a mi concepción está casado, y yo aún sé quién es y dónde vive, pero nunca tuve intención de ir a presentarme. El padre de este bebé es también un perdedor. No está casado, pero él no tiene ninguna intención de ayudar o contribuir a la crianza de este niño.—Yo estaba compartiendo demasiada ropa sucia, así que deje de hablar y mire por encima de las olas del mar. Él se sentó, y su brazo rozó el mío. El calor se precipitó a través de mi cuerpo.
—Tú eres el adulto en casa, ¿verdad?—Me tensé en la descripción correcta. Asentí con la cabeza, ya que podía sentir su aliento cerca de mi cuello.—No es de extrañar que eres tan diferente. Tienes demasiado sobre tus hombros para considerar incluso colgar carteles de alguna estrella de rock adolescente superficial en tus paredes.—Sonreí ante su humor.
—Tú no eres superficial. Por supuesto, pensé que lo serías en un principio, pero me sorprendiste.—Largos dedos se deslizaron por mi muslo y me tomó la mano.
—¿Es este trabajo que paga las cuentas, entonces? Cuando mencionaste que pagabas por la comida de la noche en que nos conocimos, pensé que tal vez era broma o siendo melodramática, pero ahora....—Se detuvo.Cogí donde lo había dejado.
—Ella está demasiado dentro de su embarazo, y es muy difícil para ella trabajar. No mantiene sus trabajos bien. Durante el año escolar, lucha de un trabajo a otro. Ha trabajado aquí hasta mi primer día fuera de la escuela.—Él no dijo nada, y yo tampoco. Nos sentamos allí cogidos de la mano y mirando la puesta de sol sobre el agua. Justo antes de que se hundiera, Joe se puso de pie. Extendió la mano para que la tome.
—Será mejor regresar antes de que el sol se ponga por completo.—
Sus dedos nunca dejaron los míos mientras caminábamos de regreso a la casa. La única manera de explicarlo es decir que estaba muy cerca de una experiencia fuera del cuerpo. Tomarse de la mano con Joe Jonas y sentir que nosotros conectamos. Él no parecía una estrella de rock más. No era el tipo que vi en los carteles y en revistas. Él no era el bombón que había visto en MTV. No era más que Joe. Pensé en Kevin, a veces me cogía la mano y lo casual que parecía. Pero el calor de la mano de Joe envió una sensación de hormigueo hasta mis brazos. Él era una estrella de rock, y yo era su criada, por amor de Dios. ¡Limpiaba sus vegetales! Nos detuvimos frente a la entrada de la cocina.
—Gracias por el paseo de hoy.—Él sonrió de nuevo hacia mí, y mis entrañas se hicieron papilla. Yo estaba en problemas. Me gustó de esta manera, más hombre de lo que debería, teniendo en cuenta las circunstancias.
—De nada.—Sé que suena estúpido, pero yo realmente no sabía qué más decir.
—¿Cuándo necesitas que te lleven a casa?—Negué con la cabeza. Casi me había olvidado de su promesa de suministrarme a casa.
—Voy a estar bien, de verdad. He estado en la tienda de un millón de veces en mi bicicleta. Kevin no se da cuenta que es muy manejable.—
—Fuera de cuestión. Voy a tener un coche esperando por ti en la entrada principal. Cuando estés lista para irte, puedes hacerlo. El conductor te llevará a donde tú necesites ir.—Empecé a discutir y colocó uno de sus dedos con mucho talento sobre mis labios.—No discutas. No me gusta la idea más que tu amigo lo hace. Él tiene razón. No es seguro.—Sabía que iba a estar bien, pero yo no quería estar aquí discutiendo sobre si hacer exactamente lo que prometió a Kevin que haría.
—Está bien, voy a ir a ver si la señora Mary necesita ayuda antes de irme.—Joe sonrió, aparentemente satisfecho de que no iba a discutir.
—Gracias por el paseo.—dijo de nuevo y se volvió para irse. Quería verlo alejarse, pero supe que no me haría ningún bien. No importa cuán loca la idea de una gran amistad con Joe Jonas parecía, realmente creí que estábamos en el comienzo de una.
Ayudé a la señora Mary a terminar los platos, y luego volví a la lavandería para cambiarme. Yo quería llegar a casa, acostarme en la cama y pensar en mi tiempo libre en el agua con Joe. Quería memorizar cada palabra y mirada. Quería una palmada porque mi reacción rayaba en ridículo. Necesitaba la esperanza de que él mantendría las distancias y no seguiría una amistad conmigo porque, me temía, que yo podría llegar a ser una de esas chicas enloquecidas con un flechazo.
Dije mi adiós a la señora Mary y salí por la entrada a personas asalariadas. Caminé hacia el frente de la casa y me detuve en el vehículo plateado muy caro esperando por mí. Debería haber esperado la extravagancia ya que dudaba que Joe poseyera cualquier cosa normal. Caminé hacia el coche. Un hombre vestido de negro se puso al lado de la máquina. Dio un paso hacia adelante con una expresión seria en su rostro y abrió la puerta. Yo lo recordaba como uno de los grandes hombres que habían estado aquí el primer día que llegué.
—Gracias.—le dije, y entré.Yo no esperaba a nadie más.
—Mi intención era dejarte ir sola a casa, pero no me gusta la idea. Espero que no te importe la compañía.—Joe se sentó en el asiento justo enfrente de mí, bebiendo una cara botella de agua y viendo un partido de béisbol. Sostuvo un control remoto en la mano y apagó el partido de béisbol mostrando en la televisión por encima de mi cabeza. Me senté en el asiento de cuero negro y sonrió. El corazón me latía en el pecho, y yo quería no parecer afectada por su apariencia.
—Um, no, no me importa.—Él sonrió y me entregó un agua de lujo.
—¿Tienes sed?—Tomé el agua con la esperanza de que facilitaría mi garganta repentinamente seca.
—Sí,gracias.—
—De nada. ¿A qué supermercado quieres ir?—Sonreí ante la idea de Joe Jonas preguntando dónde quería ir a comprar comida.
—Los alimentos de Sea Breeze estará bien. Está más cerca de mi apartamento.—Cogió el mando a distancia de nuevo, y con un clic de un botón, el cristal tintado entre nosotros, y el conductor, bajó.
—Los alimentos de Sea Breeze por favor, Big Rob.—El gigante asintió con la cabeza en el asiento delantero y Joe hizo rodar el vaso de nuevo.
—¿Te importa si voy dentro contigo? Estoy deseando tomar un poco de chocolate.—
Gabywriter
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Awww me muero!!
SI VOLVISTE! haha
Que suerte que pudistr encontar un momento! :')
Muchas gracias por subir el capitulo! :')
SI VOLVISTE! haha
Que suerte que pudistr encontar un momento! :')
Muchas gracias por subir el capitulo! :')
Augustinesg
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
OOOOOOOOOOH MAI GOSH! POR FAVOR SUBE MÁS CAPÍTULOS LUEGO! ME DEJASTE CON LAS GANAS! ESTÁ GENIAAAAAL! :D
Javi
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Holaaaa!! nueva lectora!!! :amor:
Ame tu novee! esta genial!! :aah:
Siguela.... besos! :hug:
Ame tu novee! esta genial!! :aah:
Siguela.... besos! :hug:
Invitado
Invitado
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
CrisJonaSchmidt escribió:Holaaaa!! nueva lectora!!! :amor:
Ame tu novee! esta genial!! :aah:
Siguela.... besos! :hug:
Bienvenida! Espero que sigas leyendo la novela :D En un rato subo capitulo nuevo ;)
Gabywriter
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Capitulo 8
Fruncí el ceño al recordar su deseo de permanecer oculto.—No, no me importa, pero ¿no soplarás tu cobertura si te ven caminando alrededor de Sea Breeze Food comiendo una barra de dulce?—Me guiñó un ojo y sonrió.
—Sí, lo haría, pero estoy preparado.—Metió la mano en el asiento y abrió un compartimiento. Me tomó toda mi fuerza de voluntad no inclinarme y husmearlo, olía tan bien. Lo había visto antes, pero no tanto como lo hacía ahora, a tan corta distancia. Se echó hacia atrás en su asiento, y compuse mi rostro en una sonrisa curiosa. Se puso una gorra de béisbol negra con la letra A en la parte frontal, que reconocí inmediatamente como el logotipo de la Universidad de Alabama.
—Un buen toque—le dije sonriendo ante su intento de ir de incógnito .Luego se deslizó unas gafas tintadas.—¿No está un poco oscuro para ellos?—Él sonrió.
—En realidad estos sirven para la noche. Son vidrios utilizados para ver, no para dar sombra al sol, así que puedo no sobresalir demasiado.—Sus pantalones vaqueros de diseño y la camiseta negra se aferró a su pecho musculoso y brazos. Fruncí el ceño.
—No, vas a llamar la atención en esa camisa.—Bajó la mirada hacia sí mismo.
—¿Eso crees?—Traté de no tartamudear por la conmoción que mi sistema sacó de su sonrisa.
—Lo sé. Cualquier chica en un radio de diez millas va a mirar hacia abajo si la usas. Es imposible no hacerlo.—Una enorme sonrisa estalló en su rostro.
—¿Quieres decir que te gusto en esta camisa? ¿Soy imposible de perder?—Suspiré y me senté un poco más erguida.
—Soy madura para mi edad, Joe, no ciega.—Se echó a reír y abrió de nuevo el compartimiento debajo del asiento.
—Por mucho que me guste la idea de que no puedas quitarme los ojos de encima, no quiero llamar la atención, así que ¿qué tal esto?—Se deslizó en una vieja, azul desteñida, camisa de jean. Cubría su cuerpo de una manera impresionante.
—Mejor—le aseguré, a tiempo que el enorme vehículo utilitario se detuvo. Joe deslizó la pared de vidrio hacia abajo.
—Big Rob, no abras las puertas y ve al parque de estacionamiento. Quiero parecer normal, por lo que sólo debes pasar el rato en el coche.—Big Rob frunció el ceño y asintió.—Vamos de compras.—Joe saltó, tomó mi mano, y yo salí detrás de él. Caminamos en silencio hacia la entrada de la tienda de comestibles. De repente, los nervios me asaltaron. ¿Qué pasaba si la gente lo reconocía y lo bombardeaban? Yo no quería que su intento de ser agradable fuera arruinado por locas fans adolescentes. Entramos en la tienda, y me volví para ver a Big Rob detrás de nosotros. Se detuvo y se quedó fuera de la ventana de cristal. Al parecer, estaría montando guardia en caso de que tuviera lugar una loca carrera de fans. Debí haber imaginado que aquel gigante hacía las veces de guardaespaldas.—¿Donde primero?—preguntó Joe, sonriendo mientras sacaba una cesta de compra y caminábamos dentro.
—Pareces muy entusiasmado con la compra de alimentos—dije en voz baja, no queriendo que ninguno de los que nos rodeaban me oyeran.
—No he estado en un supermercado desde que era un niño colgado en el carro de mi mamá, pidiendo Big League Chew.—Sentí lástima por el niño que se perdió de cosas tan simples como los supermercados.
—Bueno, entonces, vamos a hacer de esta compra memorable. Si eres bueno, te voy a conseguir un poco de Big League Chew.—
—¿Todavía las hacen?—Me encogí de hombros.
—Claro, esto es el Sur, Joe. Las cosas no cambian aquí a menudo. El tiempo como que se detiene.—Él asintió con la cabeza.
—Lo sé, es una de las razones por las que me encanta estar aquí. Nadie tiene prisa.—Yo caminaba adelante, y él me seguía con el carrito. Me avergoncé un poco cuando me di cuenta de que sería testigo de mis compras de ganga. No había pensado en el hecho de que iba a ver cuánto me preocupaba el precio del pan. No podía salir de esto ahora. Yo también podría tragarme mi orgullo y obtener lo que necesitaba. Tomé una barra de la panadería. No quería enfrentarme a él, pero sabía que me miraba. Me acerqué a las carnes frías y elegí el picadillo que Jessica adoraba. Odiaba perder dinero en carnes caras, pero si yo no lo hacía, me vería obligada a escuchar los gemidos de Jessica durante una semana.Un susurro salió de detrás de nosotros.
—No, mamá, ¡sé que es él!—Y me volví para ver a una niña de la edad de nueve años, estudiando a Joe. Él le sonrió, y su rostro se iluminó. Ella se fue del lado de su madre y su madre extendió la mano para agarrar su brazo, pero falló.
—Lo siento, ella está convencida de que eres Joe Jonas.—Joe sólo sonrió y se encogió de hombros, y luego se puso en cuclillas, a su nivel.
—Hola—dijo en un tono que, juro, podría derretir la mantequilla.
—Eres Joe Jonas, ¿no es así?—Miró a la madre y de nuevo a la niña y puso un dedo sobre su boca.
—Sí, lo soy, pero ¿puedes guardar el secreto?—Su carita se iluminó y sonrió de oreja a oreja. La madre parecía aturdida. Joe metió la mano en el bolsillo de sus pantalones vaqueros y sacó una tarjeta.
—Aquí, esto tiene mi número de teléfono y dirección de correo electrónico. ¿Tiene una pluma, ____?—Yo estaba tan fascinada como la niña. Me tomó un segundo para registrar lo que pedía. Agarré mi mochila, saqué un bolígrafo y se lo entregué. Lo firmó y le preguntó su nombre.
—Megan Jones—contestó ella. Él sacó otra tarjeta y escribió su nombre en ella.
—Ahora, Megan, dile a tu madre que llame a mi agente. Estará esperando una llamada de una Megan Jones. Voy a estar parando en Pensacola, Florida, durante mi gira este otoño, y esto te dará asientos de primera fila y un pase a bastidores.—La niña empezó a chillar, y Joe volvió a poner un dedo sobre sus labios. Ella asintió vigorosamente y se tapó la boca.—Sólo guarda el secreto de que estoy aquí, ¿de acuerdo?—Ella asintió y él la besó en la frente antes de levantarse. Los ojos de la madre brillaban con lágrimas. Me di cuenta que las lágrimas también quemaban la parte de atrás de mis ojos. La madre sonrió a través de sus lágrimas.
—Gracias, yo no, quiero decir, no puedo… —respiró hondo y sonrió.—Gracias. Ella te ama. Estás en todas las paredes de su habitación.—Más lágrimas comenzaron a derramarse por su rostro, y ella las secó.—Siento estar siendo tan tonta, pero este año no ha sido fácil para ella. Su padre fue asesinado en Irak, y las cosas han sido difíciles.—se le escapó un pequeño sollozo, y negó con la cabeza, sonriendo.—Muchas gracias.—La niña corrió hacia su madre y le entregó la tarjeta. Se volvió a Joe, puso su dedo meñique en la boca y sonrió. Él se inclinó y le sopló un beso. La mano de la pequeña se acercó, tomó el beso invisible, y lo puso sobre sus labios. Mi corazón se derritió mientras las veía alejarse, la niña mirando hacia atrás y sonriendo hasta que se perdieron de vista. Me sequé las lágrimas de mi cara.
—Sí, eso me tuvo también.—Se acercó a mí, me limpió una lágrima de la mejilla, y metió un mechón de cabello detrás de mi oreja.
—Sin embargo, no fue mi intención hacerte llorar. Sólo tengo una debilidad por mis fans más jóvenes.—
—No, me encantó poder verte con ella. Fue precioso. Fuiste tan dulce con ella, y yo pude ver el mejor momento de su vida.—Joe sonrió.
—Dudo que sea el mejor.—Levanté las cejas y respondí:
—Bueno, te equivocas. Cuando ella tenga treinta años, hablará acerca de la noche en la que conoció a Joe Jonas en una tienda de comestibles.—Joe sonrió maliciosamente.
—Si te doy pases para el backstage y te soplo un beso, ¿será el punto culminante de tu vida?—Me las arreglé para evitar ser hipnotizada por sus increíbles ojos que se centraron en mí con tanta atención.
—No, sólo funciona con los fans.—Frunció su entrecejo y colocó su mano sobre su corazón.
—Ouch.—Me reí y me giré hacia el pasillo de los cereales, dejándolo detrás para que me siguiera. Nos las arreglamos para encontrar el resto de las cosas que necesitábamos sin ningún otro encuentro. Joe mantuvo su mirada al piso. Él parecía estar muy interesado en las cosas de nuestro carrito, a los ojos de algún observador casual. Sin embargo, yo sabía que él no quería hacer contacto visual con nadie. Tomó un gran paquete de Reese’s Peanut Butter Cups, mientras yo encontraba su Big League Chew en la cola hacia la caja, y lo agregaba a nuestro carro cuando él no prestaba atención. Una vez que las compras estuvieron hechas, él las puso en el carrito y caminamos fuera. Big Rob se detuvo esperando por nosotros, y luego caminó detrás lentamente. El vehículo profirió un pequeño “bip” y las luces se encendieron mientras nos aproximábamos. Joe comenzó a colocar nuestras compras en la cajuela de este, sin darse cuenta, o ignorando a Big Rob, cernido detrás nuestro.
—Yo lo haré—dijo Big Rob, con una voz profunda y áspera. Joe miró de vuelta al gigante y sonrió.
—Yo me encargo. Tú solo conduce.—Big Rob asintió, dio un paso atrás y dejó que Joe terminara, pero no se movió hasta que abrió la puerta para nosotros. Joe suspiró e hizo un ademán para que pasara primero. Él se deslizó hacia adentro detrás de mí, sentándose a mi lado, en vez de enfrente, esta vez.—Está determinado a no dejarme impresionarte con mi caballerosidad, y se está llevando toda la gloria—dijo sonriendo. Ya no lo veía como una persona artificial y egoísta. No después de la escena de la cual había sido testigo en la tienda de alimentos. Nunca olvidaré la expresión de la pequeña niña cuando Joe besó su mano, mientras siga con vida.—¿Vas a compartir esos profundos pensamientos conmigo?—Me encogí de hombros.
—Sólo estoy recordando la expresión de la pequeña niña. Lo que hiciste fue muy amable. No te imaginaba de esa forma.—Él frunció su entrecejo.
—¿De qué forma?—
—Bueno, supongo que no creí que fueras a notar a la pequeña niña, o siquiera que le fueras a hablar, tú hiciste su sueño realidad. Es decir, pudiste haberla rechazado pretendiendo que no eras Joe Jonas.—Dejé de hablar y miré en su dirección, ya que su boca había formado una sonrisa torcida.
—¿Qué?—pregunté. Ligeramente, pasó su dedo desde mi oído hasta mi mentón.
—Creo que eres la única chica que he conocido que está impresionada por mi amabilidad con los niños.—Mi corazón retumbó en mi pecho con su tacto. Llenar mis pulmones de aire me resultó muy difícil.
—Bueno, realmente necesitas ser más selectivo sobre con quién pasas el tiempo,entonces—me las arreglé para decir sin sonar completamente sin aliento. Él echó su cabeza hacia atrás y rió, haciéndome imposible no sonreír.
—Tienes razón, ____,debería hacerlo, y creo que he encontrado alguien con quién quiero pasar el tiempo, una persona que tiende a llorar por niñas que no conoce, que han perdido a su padre en la guerra.—No quería pensar en la dulce niña sin padre. Si lagrimeaba de nuevo, iba a lucir ridícula.
—Te cansarás de mí rápidamente. Soy aburrida—admití en voz alta, antes de que pudiera darme cuenta. Él deslizó un dedo en mi mentón, levantando mi cabeza.
—Nada sobre ti es aburrido. El sólo verte pensar es entretenido.—Fruncí el ceño, entonces él besó mi cabeza, de la misma forma que lo había hecho con la pequeña niña, y río suavemente.
—No frunzas el entrecejo, hermosa. Tú me fascinas.—Mi cara comenzó a calentarse, y mi corazón latió tan fuerte en mi pecho, que creí que en cualquier momento se saldría fuera de este. No era justo que con tan poco esfuerzo, él pudiera afectarme de tal forma. El vehículo se detuvo, haciendo que notara que estábamos fuera de mi apartamento. Lo miré ceñuda.
—Nunca te dije cómo llegar.—Él sonrió y abrió mi puerta.
—Trabajas para mí, ____. Me tomé el trabajo de conseguir tu dirección y dársela a Big Rob antes de salir.—
—No había pensado en eso—murmuré. Él salió del vehículo y me ofreció su mano. Deslicé mi mano en la suya y descendí.
—¿Puedo llevar las bolsas dentro por ti?—preguntó.
—¡No!—Pensar en que Jessica pudiera verlo, o incluso peor, pensar en lo que ella estuviera usando, me aterrorizaba.—Um, yo… es sólo que mi mamá no está muy a favor de la compañía humana estos días.—Él abrió la cajuela del auto.
—Bueno, al menos déjame cargarlas hasta la puerta.—
—De acuerdo.—Caminé a su lado hasta la puerta, tomando las bolsas de sus brazos una vez allí. Entonces me acerqué y tomé la goma de mascar. No sabía qué decir, así que se la alcancé y, al hacerlo, su rostro se iluminó. La sonrisa, que recordaba de sus fotos de pequeño, apareció en él. Era una sonrisa de la cual las revistas jamás habían conseguido un vistazo.
—Tomaré esto como una señal de que lo he hecho bien.—
—Gracias, otra vez, por la compañía y el viaje—dije, asintiendo.
—Cuando quieras—contestó, haciendo una reverencia en broma. Lo miré por última vez y entré. Cerré la puerta y me apoyé en ella. Joe Jonas acababa de sacudir mi mundo, y no estaba segura qué hacer al respecto.
Gabywriter
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Vot a llirar, voy a llorar!!!
Me muero buaaaaa. Yo quiero que me ase lo mismo haha
Gracias por subir el capitulo! Lo estuve esperando!! :D
Me muero buaaaaa. Yo quiero que me ase lo mismo haha
Gracias por subir el capitulo! Lo estuve esperando!! :D
Augustinesg
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
O: MÁAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS!!!!! KJASLDKAJDSAD ESTÁ SÚPER TOTALLY AWESOME! POR FAVOR SUBE LUEGOOOOO :D
Javi
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