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Breathe (Joe Jonas y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Abbi Glines es una genio! Ella hizo la saga existence. La leíste?
Sos una genia por subir esto. Desde hoy, fiel seguidora de Breath!!
Sigue subiendo por favor!!
Sos una genia por subir esto. Desde hoy, fiel seguidora de Breath!!
Sigue subiendo por favor!!
Augustinesg
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Augustinesg escribió:Abbi Glines es una genio! Ella hizo la saga existence. La leíste?
Sos una genia por subir esto. Desde hoy, fiel seguidora de Breath!!
Sigue subiendo por favor!!
No, esa no la leí. Ahora que me dices quizas la empiece a leer jajaja amo como escribe.
Gracias por leer :)
Gabywriter
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Hola! Gracias a todas por leer :D Me gustaría que también lean mi otra novela "Beautiful disaster": https://onlywn.activoforo.com/t38459-beautiful-disaster
Ahora, sin más que decir, les subo otro capitulo de la novela :)
No tenía que ser registrada, e incluso me dieron una carta para mostrar en la puerta para cuando llegue de aquí en adelante. Las cosas se estaban volviendo más suaves. Incluso Fran me sonrió una vez. Después del almuerzo, la señora Mary me envió al tercer piso, donde estaba la mayor parte de las habitaciones. Era fácil olvidar cuya casa limpié. No tenía amigos que me contaban sobre el trabajo. No pensaba en el hecho de que estaba en las habitaciones donde la estrella adolescente más caliente en el mundo estaría durmiendo todo el verano, lo que en realidad no era un tan gran trato. Entré en su habitación y di vueltas alrededor. No era la típica habitación de chico adolescente. Se veía tan confortable que me pareció extraño. Una pared tenía bates y pelotas firmadas con diferentes firmas, mientras que algunos sólo se veían en buen estado. Los jerseys que debe haber usado en la infancia estaban colgados en las paredes con orgullo. Yo fácilmente podía imaginar al pequeño niño que había visto en las fotografías ayer vistiendo esos y jugando a la pelota en la ciudad como un chico normal. Hiceuna inspección más cercana y encontré imágenes de uno de los equipos que él había jugado. En las más antiguas, me esforcé para ver cual de los pequeños niños era la actual famosa estrella de rock. Cuando él parecía tener diez u once años, lo identifiqué fácilmente. Los jerseys y las imágenes estaban en orden por año a partir del jardín de infantes hasta la edad de trece años, luego se detuvieron. Había sido cerca de un año o un poco antes que recordaba haber oído su nombre por primera vez en la radio. Él parecía llevar una vida normal hasta el momento en que el sello discográfico lo descubrió. El espacio arriba de su cama lo apartaba de la habitación de un chico normal adolescente. Guitarras de todas las formas, tamaños, y colores estaban colgadas en las paredes. Muchas de ellas estaban autografiadas; algunas brillaban por ser tan nuevas. Una parecía tener orov erdadero en ella, que no sería de extrañar si así era. Me puse de puntillas y lo examiné más de cerca. Decía Fender en ella. Continué examinando las firmas de las guitarras más caras. Recorrí mi dedo sobre el nombre Jon Bon Jovi y sonreí. Aparentemente, incluso una estrella de rock tiene ídolos. En el centro de todas las guitarras colgaba una pequeña, desgastada guitarra. El hecho de que colgaba en el centro de toda su colección hacía obvio que debe haber sido la primera y la que más amaba. Eché un vistazo hacia la puerta para asegurarme de que nadie estuviera afuera, y luego me puse debajo de la pequeña guitarra y me imaginé como todo había empezado. No era una loca fan pero ver algo que fue responsable de estimular un sueño parecía casi sagrado en cierto modo. Mi carro de limpieza estaba sin tocar cerca de la puerta, y yo sabía que necesitaba ponerme a trabajar. Yo no quería aprender cosas nuevas, cosas personales sobre él. Yo lo quería a él superficial e intocable en mis ojos. Sabiendo que una vez fue lindo, un pequeño niño con rizos castaños oscuros y una sonrisa que algún día podía causar un frenesí le hacía parecer más real y no tan divino. Necesitaba mantener mi interés en él al mínimo. Rápidamente me moví por la habitación sacando el polvo y barriendo, y luego limpié las caras maderas. Decidí que sería mejor terminar con esta habitación rápidamente antes de que me encontrara con cualquierotra cosa que me haga imaginarlo a él como el pequeño niño de las fotos. Concentré mis pensamientos en mi futuro y bloqueé los otros acerca de Joe Jonas.
—____, ¿terminaste ya? La familia ya llegó, y tenemos que ir a los cuartos de empleados—Fran dijo desde la puerta. Puse mis artículos de limpieza de vuelta en el carro y me dirigí hasta la puerta dónde estaba una muy nerviosa Fran.
—Claro, acabo de terminar.— Fran asintió con la cabeza y se dirigió hacia el ascensor en el que viajaba el personal de la casa de un piso a otro sin ser vistos por la familia. Fran se apresuró al entrar una vez que se abrió, y empecé a seguirla cuando una botella de limpiador de cristales se cayó del carro. Saqué un pequeño trapo y recogí la botella del suelo. Sequé lo que derramé lo mejor que pude.
—Rápido, por favor—Fran llamó con un tono de ansiedad desde el interior del ascensor. La familia debía ser dirigida al piso de arriba. Me puse de pie, y una sensación de hormigueo corrió a través de los pelos de mi cuello.Sorprendida, me di vuelta y lo vi de pie allí, mirándome. Él no era el pequeño niño de cabellos rizados en su lugar estaba la famosa estrella de rock. Me congelé sin saber que hacer ya que mi presencia fuera reconocida tan pronto no era algo que la señora Mary quería. Una sonrisa apareció a través de su ridícula sexy cara, el calor quemaba en mis mejillas, y miré hacia otro lado y empujé el carro en el ascensor. Él no parecía estar enojado de que una adolescente trabajara en su casa. Su sonrisa parecía divertida. Fran frunció el ceño cuando le eché un vistazo, pero ella no dijo nada. Puse mi carrolejos y fui a informar a la cocina que ya terminé arriba. La señora Mary tenía las manos en las caderas, esperando que llegáramos. Una conversación silenciosa ocurría entre Fran y la señora Mary. Después la señora Mary asintió, sacó algo de la mesa y me entregó ropa doblada de color negro.
—Todos usan uniformes cuando la familia está en la residencia. Además, tú ya no limpiarás mas la casa, pero tú me vas a ayudar en la cocina y ayudarás al Sr. Greg en los jardines. Sin embargo, esta noche te necesito para servir la cena. La Sra. Jonas ha pedido que todos los sirvientes sean vistos de apariencia atractiva por la familia e invitados. William, el joven que contraté para ayudar a Kevin en el servicio de la familia, llamó para avisar que estaba enfermo hace unos diez minutos, y tú eres todo lo que tengo. Tú has demostrado ser una gran trabajadora, y pareces tomar en serio el trabajo. Tú edad me preocupa ya que el amo de la casa está cerca de tu edad y es un ídolo en los ojos de la mayoría de las chicas. Mi instinto me dice que significa poco para ti. Espero que continúes mostrando esa madurez.— En realidad no sabía que decir después de todo lo que dijo, así que sólo asentí.
—Bien. Ahora, tú tienes que usar esto todos los días. Tengo dos más hechos de tu tamaño, ytienen que ser dejados aquí cada noche para ser lavados y planchados. Asegúrate de que sigues entrando en el mismo lugar y de inmediato te cambias al cuarto de lavado. Ahora, necesito que me ayudes a comenzar a preparar la cena antes de ponerte la ropa. Tienes que estar limpia y ordenada para cuando sirvas. Necesito que me ayudes a comenzar a preparar la cena antes de ponerte la ropa. Tienes que estar limpia y ordenada para cuando sirvas.— En las siguientes dos horas, corté, rebané, agité, y rellené todo tipo de carnes y vegetales. Por el momento, la señora Mary me dijo que fuera a cambiarme y a ordenar mi cabello,agotamiento llenó mi cuerpo. Me puse una falda negra, que llegaba arriba de mis rodillas, y una blusa blanca con botones y cuello redondo. Me puse un delantal negro sobre mi blusa y falda. Tomando mi cabello suelto, coloqué mis rizos en lo alto de mi cabeza. Me lavé la cara y las manos y suspiré viendo mi cara reflejada en el espejo. El rostro de mi madre me consiguió un trabajo como servidor esta noche, pero mi personalidad reservada ganó la confianza de la señora Mary. Cuando los ojos de mi madre brillaban con picardía, los míos estaban serios y reservados. La sonrisa de Joe Jonas me deslumbró tanto como lo hizo en las millones de fotos que había visto en revistas y en posters. Sin embargo, no significaba que yo sería lo suficientemente tonta como para ser atraída por él como el resto del mundo. Con un profundo suspiro, abrí la puerta y volví a la cocina, donde la señora Mary se quedó esperando.
—Bien, ahora, recuerda, tú te sitúas en el frente del Sr. Joe en el momento exacto en que Kevin esté… —ella saludó a un hombre alto y joven que aún no había conocido.—Situado frente a la Sra. Jonas. Ustedes serán los únicos que estén en la mesa esta noche. El Sr Jonas y Nick llegarán mañana, Por lo que esta noche, ustedes dos serán los únicos sirviendo. Asegúrate de estar en silencio detrás del Sr. Joe mientras él come y seguir los pasos de Kevin. Él te ayudará con cualquier cosa que no te sientas segura.— Desvié la mirada hacia Kevin quien parecía ser sólo unos pocos años mayor que yo, probablemente en la edad universitaria. Su cabello morocho enrulado y sonrientes ojos verdes inmediatamente me relajaron. Él me tendió su bronceada mano y sonrió.
—Kevin Miller—.Deslicé mi mano en la suya, y él la sacudió.
—____ _____—.Él asintió, sin dejar de sonreír, y tomó la bandeja.
—Miré tu valiente desempeño ayer cuando tú aseguraste tu trabajo aquí. Me sorprendió cómo tus ojos pasaron de nerviosos a determinados en menos de un segundo—tomó la bandeja delante de él, y sonreí y levantó el set de bandejas delante de mí.—Puedes seguirme… desde que sirva la comida de la Sra. Jonas—él me dio un guiño antes de girarse y irse en dirección a la entrada del comedor. La gran sala no era nueva para mí. Yo había limpiado los pisos esa mañana. Kevin tomó su lugar detrás de la Señora Jonas, que se sentó a espaldas de la entrada. La alarma natural en mi cuerpo me avisó cuando yo caminaba alrededor para estar detrás de Joe, quien se sentó en la cabecera de la mesa. Miré a Kevin para que me guíe. El asintió con la cabeza, y pusimos las ensaladas en la mesa exactamente en el mismo momento. Di un paso atrás. Kevin asintió para que me quedara al lado de él, así que lo hice.
—Todavía no entiendo porqué papá está haciendo ir a Nick a la entrevista en Yale, si él no quiere ir allí —la voz de Joe sonaba tan suave que parecía casi irreal. Me sentí como si hubiera entrado a una película, y yo me quedé observando a la escena delante de mí.
—Tu hermano no sabe que es lo mejor para él. Él tiene el cerebro para ser algo más que el hermano menor de Joe Jonas. Él puede hacer un nombre por sí mismo si él sólo se centrara en ello en vez de pasar el tiempo jugando con el mercado de valores. Su cabeza para los números se está desperdiciando.—Joe levantó la mirada hacia mí y parecía sonreír antes de dirigir de nuevo la mirada hacia su madre.
—Los dos van a empujarlo lejos. Estás en lo correcto, él es inteligente y no necesita que tú pienses por él.— La Sra. Jonas soltó una corta, dura carcajada.
—Y tú no estarías donde estás hoy si yo no te hubiese presionado tan duro. Todo lo que tú querías hacer era jugar béisbol con tus amigos y tocar en una banda de garage sin ningún talento excepto tú.— Joe suspiró, tomando un trago de su agua con hielo, y se volvió hacia su madre.
—Suficiente,Mamá, no empieces a hablar mal de los únicos amigos verdaderos que he tenido.— La Sra. Jonas miró hacia atrás, y Kevin tocó mi mano para llamar mi atención hacia él y la razón por la que yo estaba ahí. Dimos un paso hacia delante, al mismo tiempo, removiendo los platos de ensalada de los Jonas.
—¿Podemos conseguir alguna cosa que no sea agua para que beban con su comida?—preguntó Kevin con un encantador acento sureño. Me encontré con sus ojos una vez mirándome. Luché contra la tentación de permitir que mis ojos miraran en la dirección de Joe. La Sra. Jonas suspiró.
—Yo supongo que una copa de Merlot no debería herirme—ella miró a su hijo y alisó la servilleta en su regazo como si tratara de decidir.—Tráeme una copa de Merlot que tenemos en la bodega.— Joe se inclinó hacia atrás, y podía ver que seguía mirándome. Por lo tanto, tomé una calmada respiración y lo miré.
—Si pudiera tener un vaso de té helado dulce de la señora Mary por favor.— Asentí y me resistí de regresarle la sonrisa.
—Si señor—Kevin respondió. Dio un paso atrás y movió su mano por lo que llevé el camino de regreso a la cocina. Salí del gran comedor e inmediatamente tomé una profunda respiración. No me había dado cuenta de lo angustiante que podía ser. Tan pronto como entré en la cocina, Kevin me sonrió.
—¿Qué? ¿Lo arruiné?—Kevin negó con la cabeza, y un mechón de pelo morocho cayó en sus ojos.
—No, estuviste genial. Ahora vamos a buscar la sopa de cangrejo antes de que la señora Mary tenga un ataque—se giró hacia la ama de llaves.—Señora Mary necesitamos el Merlot de la bodega.—La señora Mary le entregó la botella ya abierta junto con un vaso.
—Ya lo había pensado, y aquí está el té dulce de Joe.—
—Yo me encargo de las bebidas—Kevin dijo. Estaba demasiado agradecida como para preguntar por qué. Sólo asentí y lo seguí por el pasillo hasta el comedor. Justo antes de que entrara, Kevin se volteó a mirarme.—Ignora que él te está mirando. Eres un placer para los ojos. No puedo culparlo, pero si quieres mantener este trabajo, trata de mantenerte invisible—guiñó un ojo y luego abrió la puerta. Mi objetivo en la vida era volverme invisible. Pensé que había estado tratando de hacer eso. Aparentemente, necesitaba esforzarme más.
—Tengo la intención de tener un montón de tiempo para relajarme en la playa. Me gusta el acceso a las playas privadas que tenemos aquí y la idea de ser capaz de relajarme sin que nadie intente hablar conmigo, conocerme, o conseguir que firme un autógrafo es algo que he estado anhelando por un año. Necesito un descanso. Sé que Gregory odia la idea de que no esté disponible por tres meses, pero lo necesito para mi cordura—Joe me miró mientras colocaba el plato de sopa frente a él.—Gracias—él susurró.
—Yo también quiero que tú tengas un descanso. Gregory piensa que un poco tiempo en frente de tus fans este verano seria genial para publicidad. Quizás podrías hacer un concierto en la playa, o sólo ir a algunos estrenos de películas.—Joe negó con la cabeza.
—De ninguna manera, Mamá. Me niego que se sepa que estoy aquí. Elegí Alabama porque no es una zona altamente poblada. Mejor aún, esta pequeña isla es privada. Voy a considerar algunos estrenos de películas, pero nada más. No hay conciertos.— La Sra. Jonas se encogió de hombros.
—Bueno, le dije a Gregory que lo intentaría, y lo hice. Él puede tratar contigo, tú eres un adulto. No te voy a presionar más.— Joe continuó comiendo, y yo estaba junto a Kevin mirando por la ventana y al bol de Joe esperando el momento en que tendría que quitarlo. Miré a Kevin, y se encontró con mis ojos con una sonrisa. Él era todo negocios, y me dí cuenta de que él quería que lo hiciera bien aquí. Había hecho un amigo. Kevin tocó ligeramente mi brazo y dio un paso adelante. De inmediato lo seguí y sacamos los bol.
—¿Más té dulce, señor?—Joe me miró y deslizó su mirada hacia Kevin.
—Si, por favor.— El vaso de la Señora Jonas le quedaba a lo más un trago. Kevin otra vez dio un paso hacia atrás y me permitió salir primero. Hicimos la misma rutina que antes. Una vez en la cocina, recogimos las bandejas ya preparabas con las más ricas, exóticas comidas que jamás había visto.
—Wow, seguro comen un montón.—
—La Señora Jonas raramente prueba su comida hasta el momento, y mi conjetura es que apenas tocará esto.—
—Él come todo lo suyo.—
—Sip, pero él es un chico en crecimiento.—Me reí con la imitación de la señora Mary que hizo Kevin, recogí la bandeja, y lo seguí por el ya pasillo familiar. Una vez dentro, coloqué la comida frente a Joe otra vez, y Kevin colocó el té dulce por mí. Joe y su madre comieron en silencio esta vez. Ocasionalmente, sentí que él me estab amirando, y un breve toque de la mano de Kevin que sin duda me recordaba que necesitaba parecer invisible. Nunca miré esos curiosos ojos marrones como la miel. Madre e hijo intercambiaron unas casuales palabras, pero la mayor parte, comieron en silencio. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, inspeccioné a Joe para ver si él había finalizado, y nuestros ojos se encontraron.Traté de mirar lejos, pero sus ojos tenían un toque de risa. Me quedé mirando a mis pies, y Kevin me apretó el brazo. Me impresionó. Lo miré, y él asintió para que tomáramos los platos. Limpiamos los lugares en frente de ellos al mismo tiempo, y caminé hacia la puerta.
—No voy a comer el postre—dijo la Sra. Jonas a Kevin.—No me gusta dejarte comiendo solo, pero estoy agotada. Estaré en mi habitación si me necesitas.— Joe se paró cuando su madre dejó la mesa. Un vez que ella se fue, se sentó otra vez.
—Me encantaría el postre—nos aseguró… o me aseguró a mí. Kevin asintió.
—Si, señor—él dijo en su tono serio, y nos fuimos. Una vez en la cocina, Kevin colocó su bandeja.—Bien, esto es raro. Se supone que tienes que tomar su plato, y desde que su madre se fue, no tengo razón para volver. Yo podría ir en tu lugar, lo que sería la mejor idea, pero me temo que él se enojará. Él te ha notado, y yo sé que vas a ser bastante inevitable, pero yo esperaba ya que él es famoso, no prestaría atención a otra cara bonita—Kevin suspiró y apoyo su cadera en la mesa y cruzó sus largas piernas.—Estoy dejándote esto a ti.—
—¿A mí?—
—¿Qué es lo que quieres hacer, ____? No es sobre tu trabajo; es sobre el mío. Si tú no vuelves, podría perder el mío por tomar tu lugar. Creo que él ya se dio cuenta de que estoy protegiéndote. Si tú vas o no, tu trabajo está seguro… por ahora.—Suspiré y recogí la bandeja con el postre. Yo no pondría en peligro el trabajo de otro por ayudarme.
—Lo haré.—
Sin otra palabra, me dirigí al pasillo por mí misma.
Ahora, sin más que decir, les subo otro capitulo de la novela :)
Capitulo 3
No tenía que ser registrada, e incluso me dieron una carta para mostrar en la puerta para cuando llegue de aquí en adelante. Las cosas se estaban volviendo más suaves. Incluso Fran me sonrió una vez. Después del almuerzo, la señora Mary me envió al tercer piso, donde estaba la mayor parte de las habitaciones. Era fácil olvidar cuya casa limpié. No tenía amigos que me contaban sobre el trabajo. No pensaba en el hecho de que estaba en las habitaciones donde la estrella adolescente más caliente en el mundo estaría durmiendo todo el verano, lo que en realidad no era un tan gran trato. Entré en su habitación y di vueltas alrededor. No era la típica habitación de chico adolescente. Se veía tan confortable que me pareció extraño. Una pared tenía bates y pelotas firmadas con diferentes firmas, mientras que algunos sólo se veían en buen estado. Los jerseys que debe haber usado en la infancia estaban colgados en las paredes con orgullo. Yo fácilmente podía imaginar al pequeño niño que había visto en las fotografías ayer vistiendo esos y jugando a la pelota en la ciudad como un chico normal. Hiceuna inspección más cercana y encontré imágenes de uno de los equipos que él había jugado. En las más antiguas, me esforcé para ver cual de los pequeños niños era la actual famosa estrella de rock. Cuando él parecía tener diez u once años, lo identifiqué fácilmente. Los jerseys y las imágenes estaban en orden por año a partir del jardín de infantes hasta la edad de trece años, luego se detuvieron. Había sido cerca de un año o un poco antes que recordaba haber oído su nombre por primera vez en la radio. Él parecía llevar una vida normal hasta el momento en que el sello discográfico lo descubrió. El espacio arriba de su cama lo apartaba de la habitación de un chico normal adolescente. Guitarras de todas las formas, tamaños, y colores estaban colgadas en las paredes. Muchas de ellas estaban autografiadas; algunas brillaban por ser tan nuevas. Una parecía tener orov erdadero en ella, que no sería de extrañar si así era. Me puse de puntillas y lo examiné más de cerca. Decía Fender en ella. Continué examinando las firmas de las guitarras más caras. Recorrí mi dedo sobre el nombre Jon Bon Jovi y sonreí. Aparentemente, incluso una estrella de rock tiene ídolos. En el centro de todas las guitarras colgaba una pequeña, desgastada guitarra. El hecho de que colgaba en el centro de toda su colección hacía obvio que debe haber sido la primera y la que más amaba. Eché un vistazo hacia la puerta para asegurarme de que nadie estuviera afuera, y luego me puse debajo de la pequeña guitarra y me imaginé como todo había empezado. No era una loca fan pero ver algo que fue responsable de estimular un sueño parecía casi sagrado en cierto modo. Mi carro de limpieza estaba sin tocar cerca de la puerta, y yo sabía que necesitaba ponerme a trabajar. Yo no quería aprender cosas nuevas, cosas personales sobre él. Yo lo quería a él superficial e intocable en mis ojos. Sabiendo que una vez fue lindo, un pequeño niño con rizos castaños oscuros y una sonrisa que algún día podía causar un frenesí le hacía parecer más real y no tan divino. Necesitaba mantener mi interés en él al mínimo. Rápidamente me moví por la habitación sacando el polvo y barriendo, y luego limpié las caras maderas. Decidí que sería mejor terminar con esta habitación rápidamente antes de que me encontrara con cualquierotra cosa que me haga imaginarlo a él como el pequeño niño de las fotos. Concentré mis pensamientos en mi futuro y bloqueé los otros acerca de Joe Jonas.
—____, ¿terminaste ya? La familia ya llegó, y tenemos que ir a los cuartos de empleados—Fran dijo desde la puerta. Puse mis artículos de limpieza de vuelta en el carro y me dirigí hasta la puerta dónde estaba una muy nerviosa Fran.
—Claro, acabo de terminar.— Fran asintió con la cabeza y se dirigió hacia el ascensor en el que viajaba el personal de la casa de un piso a otro sin ser vistos por la familia. Fran se apresuró al entrar una vez que se abrió, y empecé a seguirla cuando una botella de limpiador de cristales se cayó del carro. Saqué un pequeño trapo y recogí la botella del suelo. Sequé lo que derramé lo mejor que pude.
—Rápido, por favor—Fran llamó con un tono de ansiedad desde el interior del ascensor. La familia debía ser dirigida al piso de arriba. Me puse de pie, y una sensación de hormigueo corrió a través de los pelos de mi cuello.Sorprendida, me di vuelta y lo vi de pie allí, mirándome. Él no era el pequeño niño de cabellos rizados en su lugar estaba la famosa estrella de rock. Me congelé sin saber que hacer ya que mi presencia fuera reconocida tan pronto no era algo que la señora Mary quería. Una sonrisa apareció a través de su ridícula sexy cara, el calor quemaba en mis mejillas, y miré hacia otro lado y empujé el carro en el ascensor. Él no parecía estar enojado de que una adolescente trabajara en su casa. Su sonrisa parecía divertida. Fran frunció el ceño cuando le eché un vistazo, pero ella no dijo nada. Puse mi carrolejos y fui a informar a la cocina que ya terminé arriba. La señora Mary tenía las manos en las caderas, esperando que llegáramos. Una conversación silenciosa ocurría entre Fran y la señora Mary. Después la señora Mary asintió, sacó algo de la mesa y me entregó ropa doblada de color negro.
—Todos usan uniformes cuando la familia está en la residencia. Además, tú ya no limpiarás mas la casa, pero tú me vas a ayudar en la cocina y ayudarás al Sr. Greg en los jardines. Sin embargo, esta noche te necesito para servir la cena. La Sra. Jonas ha pedido que todos los sirvientes sean vistos de apariencia atractiva por la familia e invitados. William, el joven que contraté para ayudar a Kevin en el servicio de la familia, llamó para avisar que estaba enfermo hace unos diez minutos, y tú eres todo lo que tengo. Tú has demostrado ser una gran trabajadora, y pareces tomar en serio el trabajo. Tú edad me preocupa ya que el amo de la casa está cerca de tu edad y es un ídolo en los ojos de la mayoría de las chicas. Mi instinto me dice que significa poco para ti. Espero que continúes mostrando esa madurez.— En realidad no sabía que decir después de todo lo que dijo, así que sólo asentí.
—Bien. Ahora, tú tienes que usar esto todos los días. Tengo dos más hechos de tu tamaño, ytienen que ser dejados aquí cada noche para ser lavados y planchados. Asegúrate de que sigues entrando en el mismo lugar y de inmediato te cambias al cuarto de lavado. Ahora, necesito que me ayudes a comenzar a preparar la cena antes de ponerte la ropa. Tienes que estar limpia y ordenada para cuando sirvas. Necesito que me ayudes a comenzar a preparar la cena antes de ponerte la ropa. Tienes que estar limpia y ordenada para cuando sirvas.— En las siguientes dos horas, corté, rebané, agité, y rellené todo tipo de carnes y vegetales. Por el momento, la señora Mary me dijo que fuera a cambiarme y a ordenar mi cabello,agotamiento llenó mi cuerpo. Me puse una falda negra, que llegaba arriba de mis rodillas, y una blusa blanca con botones y cuello redondo. Me puse un delantal negro sobre mi blusa y falda. Tomando mi cabello suelto, coloqué mis rizos en lo alto de mi cabeza. Me lavé la cara y las manos y suspiré viendo mi cara reflejada en el espejo. El rostro de mi madre me consiguió un trabajo como servidor esta noche, pero mi personalidad reservada ganó la confianza de la señora Mary. Cuando los ojos de mi madre brillaban con picardía, los míos estaban serios y reservados. La sonrisa de Joe Jonas me deslumbró tanto como lo hizo en las millones de fotos que había visto en revistas y en posters. Sin embargo, no significaba que yo sería lo suficientemente tonta como para ser atraída por él como el resto del mundo. Con un profundo suspiro, abrí la puerta y volví a la cocina, donde la señora Mary se quedó esperando.
—Bien, ahora, recuerda, tú te sitúas en el frente del Sr. Joe en el momento exacto en que Kevin esté… —ella saludó a un hombre alto y joven que aún no había conocido.—Situado frente a la Sra. Jonas. Ustedes serán los únicos que estén en la mesa esta noche. El Sr Jonas y Nick llegarán mañana, Por lo que esta noche, ustedes dos serán los únicos sirviendo. Asegúrate de estar en silencio detrás del Sr. Joe mientras él come y seguir los pasos de Kevin. Él te ayudará con cualquier cosa que no te sientas segura.— Desvié la mirada hacia Kevin quien parecía ser sólo unos pocos años mayor que yo, probablemente en la edad universitaria. Su cabello morocho enrulado y sonrientes ojos verdes inmediatamente me relajaron. Él me tendió su bronceada mano y sonrió.
—Kevin Miller—.Deslicé mi mano en la suya, y él la sacudió.
—____ _____—.Él asintió, sin dejar de sonreír, y tomó la bandeja.
—Miré tu valiente desempeño ayer cuando tú aseguraste tu trabajo aquí. Me sorprendió cómo tus ojos pasaron de nerviosos a determinados en menos de un segundo—tomó la bandeja delante de él, y sonreí y levantó el set de bandejas delante de mí.—Puedes seguirme… desde que sirva la comida de la Sra. Jonas—él me dio un guiño antes de girarse y irse en dirección a la entrada del comedor. La gran sala no era nueva para mí. Yo había limpiado los pisos esa mañana. Kevin tomó su lugar detrás de la Señora Jonas, que se sentó a espaldas de la entrada. La alarma natural en mi cuerpo me avisó cuando yo caminaba alrededor para estar detrás de Joe, quien se sentó en la cabecera de la mesa. Miré a Kevin para que me guíe. El asintió con la cabeza, y pusimos las ensaladas en la mesa exactamente en el mismo momento. Di un paso atrás. Kevin asintió para que me quedara al lado de él, así que lo hice.
—Todavía no entiendo porqué papá está haciendo ir a Nick a la entrevista en Yale, si él no quiere ir allí —la voz de Joe sonaba tan suave que parecía casi irreal. Me sentí como si hubiera entrado a una película, y yo me quedé observando a la escena delante de mí.
—Tu hermano no sabe que es lo mejor para él. Él tiene el cerebro para ser algo más que el hermano menor de Joe Jonas. Él puede hacer un nombre por sí mismo si él sólo se centrara en ello en vez de pasar el tiempo jugando con el mercado de valores. Su cabeza para los números se está desperdiciando.—Joe levantó la mirada hacia mí y parecía sonreír antes de dirigir de nuevo la mirada hacia su madre.
—Los dos van a empujarlo lejos. Estás en lo correcto, él es inteligente y no necesita que tú pienses por él.— La Sra. Jonas soltó una corta, dura carcajada.
—Y tú no estarías donde estás hoy si yo no te hubiese presionado tan duro. Todo lo que tú querías hacer era jugar béisbol con tus amigos y tocar en una banda de garage sin ningún talento excepto tú.— Joe suspiró, tomando un trago de su agua con hielo, y se volvió hacia su madre.
—Suficiente,Mamá, no empieces a hablar mal de los únicos amigos verdaderos que he tenido.— La Sra. Jonas miró hacia atrás, y Kevin tocó mi mano para llamar mi atención hacia él y la razón por la que yo estaba ahí. Dimos un paso hacia delante, al mismo tiempo, removiendo los platos de ensalada de los Jonas.
—¿Podemos conseguir alguna cosa que no sea agua para que beban con su comida?—preguntó Kevin con un encantador acento sureño. Me encontré con sus ojos una vez mirándome. Luché contra la tentación de permitir que mis ojos miraran en la dirección de Joe. La Sra. Jonas suspiró.
—Yo supongo que una copa de Merlot no debería herirme—ella miró a su hijo y alisó la servilleta en su regazo como si tratara de decidir.—Tráeme una copa de Merlot que tenemos en la bodega.— Joe se inclinó hacia atrás, y podía ver que seguía mirándome. Por lo tanto, tomé una calmada respiración y lo miré.
—Si pudiera tener un vaso de té helado dulce de la señora Mary por favor.— Asentí y me resistí de regresarle la sonrisa.
—Si señor—Kevin respondió. Dio un paso atrás y movió su mano por lo que llevé el camino de regreso a la cocina. Salí del gran comedor e inmediatamente tomé una profunda respiración. No me había dado cuenta de lo angustiante que podía ser. Tan pronto como entré en la cocina, Kevin me sonrió.
—¿Qué? ¿Lo arruiné?—Kevin negó con la cabeza, y un mechón de pelo morocho cayó en sus ojos.
—No, estuviste genial. Ahora vamos a buscar la sopa de cangrejo antes de que la señora Mary tenga un ataque—se giró hacia la ama de llaves.—Señora Mary necesitamos el Merlot de la bodega.—La señora Mary le entregó la botella ya abierta junto con un vaso.
—Ya lo había pensado, y aquí está el té dulce de Joe.—
—Yo me encargo de las bebidas—Kevin dijo. Estaba demasiado agradecida como para preguntar por qué. Sólo asentí y lo seguí por el pasillo hasta el comedor. Justo antes de que entrara, Kevin se volteó a mirarme.—Ignora que él te está mirando. Eres un placer para los ojos. No puedo culparlo, pero si quieres mantener este trabajo, trata de mantenerte invisible—guiñó un ojo y luego abrió la puerta. Mi objetivo en la vida era volverme invisible. Pensé que había estado tratando de hacer eso. Aparentemente, necesitaba esforzarme más.
—Tengo la intención de tener un montón de tiempo para relajarme en la playa. Me gusta el acceso a las playas privadas que tenemos aquí y la idea de ser capaz de relajarme sin que nadie intente hablar conmigo, conocerme, o conseguir que firme un autógrafo es algo que he estado anhelando por un año. Necesito un descanso. Sé que Gregory odia la idea de que no esté disponible por tres meses, pero lo necesito para mi cordura—Joe me miró mientras colocaba el plato de sopa frente a él.—Gracias—él susurró.
—Yo también quiero que tú tengas un descanso. Gregory piensa que un poco tiempo en frente de tus fans este verano seria genial para publicidad. Quizás podrías hacer un concierto en la playa, o sólo ir a algunos estrenos de películas.—Joe negó con la cabeza.
—De ninguna manera, Mamá. Me niego que se sepa que estoy aquí. Elegí Alabama porque no es una zona altamente poblada. Mejor aún, esta pequeña isla es privada. Voy a considerar algunos estrenos de películas, pero nada más. No hay conciertos.— La Sra. Jonas se encogió de hombros.
—Bueno, le dije a Gregory que lo intentaría, y lo hice. Él puede tratar contigo, tú eres un adulto. No te voy a presionar más.— Joe continuó comiendo, y yo estaba junto a Kevin mirando por la ventana y al bol de Joe esperando el momento en que tendría que quitarlo. Miré a Kevin, y se encontró con mis ojos con una sonrisa. Él era todo negocios, y me dí cuenta de que él quería que lo hiciera bien aquí. Había hecho un amigo. Kevin tocó ligeramente mi brazo y dio un paso adelante. De inmediato lo seguí y sacamos los bol.
—¿Más té dulce, señor?—Joe me miró y deslizó su mirada hacia Kevin.
—Si, por favor.— El vaso de la Señora Jonas le quedaba a lo más un trago. Kevin otra vez dio un paso hacia atrás y me permitió salir primero. Hicimos la misma rutina que antes. Una vez en la cocina, recogimos las bandejas ya preparabas con las más ricas, exóticas comidas que jamás había visto.
—Wow, seguro comen un montón.—
—La Señora Jonas raramente prueba su comida hasta el momento, y mi conjetura es que apenas tocará esto.—
—Él come todo lo suyo.—
—Sip, pero él es un chico en crecimiento.—Me reí con la imitación de la señora Mary que hizo Kevin, recogí la bandeja, y lo seguí por el ya pasillo familiar. Una vez dentro, coloqué la comida frente a Joe otra vez, y Kevin colocó el té dulce por mí. Joe y su madre comieron en silencio esta vez. Ocasionalmente, sentí que él me estab amirando, y un breve toque de la mano de Kevin que sin duda me recordaba que necesitaba parecer invisible. Nunca miré esos curiosos ojos marrones como la miel. Madre e hijo intercambiaron unas casuales palabras, pero la mayor parte, comieron en silencio. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, inspeccioné a Joe para ver si él había finalizado, y nuestros ojos se encontraron.Traté de mirar lejos, pero sus ojos tenían un toque de risa. Me quedé mirando a mis pies, y Kevin me apretó el brazo. Me impresionó. Lo miré, y él asintió para que tomáramos los platos. Limpiamos los lugares en frente de ellos al mismo tiempo, y caminé hacia la puerta.
—No voy a comer el postre—dijo la Sra. Jonas a Kevin.—No me gusta dejarte comiendo solo, pero estoy agotada. Estaré en mi habitación si me necesitas.— Joe se paró cuando su madre dejó la mesa. Un vez que ella se fue, se sentó otra vez.
—Me encantaría el postre—nos aseguró… o me aseguró a mí. Kevin asintió.
—Si, señor—él dijo en su tono serio, y nos fuimos. Una vez en la cocina, Kevin colocó su bandeja.—Bien, esto es raro. Se supone que tienes que tomar su plato, y desde que su madre se fue, no tengo razón para volver. Yo podría ir en tu lugar, lo que sería la mejor idea, pero me temo que él se enojará. Él te ha notado, y yo sé que vas a ser bastante inevitable, pero yo esperaba ya que él es famoso, no prestaría atención a otra cara bonita—Kevin suspiró y apoyo su cadera en la mesa y cruzó sus largas piernas.—Estoy dejándote esto a ti.—
—¿A mí?—
—¿Qué es lo que quieres hacer, ____? No es sobre tu trabajo; es sobre el mío. Si tú no vuelves, podría perder el mío por tomar tu lugar. Creo que él ya se dio cuenta de que estoy protegiéndote. Si tú vas o no, tu trabajo está seguro… por ahora.—Suspiré y recogí la bandeja con el postre. Yo no pondría en peligro el trabajo de otro por ayudarme.
—Lo haré.—
Sin otra palabra, me dirigí al pasillo por mí misma.
Gabywriter
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Aaaa hyfdbsajdjs Joeeeee! Jhdhsajkdfhdhj
Me mato el cap:g3 fdjshjdfsd joe coqueto:3
Hjjajkfhjs siguelaa anda!
Te digo que me traume con tu nove :D
Ahora que pasara que me dira? Bhxjhsd
Me mato el cap:g3 fdjshjdfsd joe coqueto:3
Hjjajkfhjs siguelaa anda!
Te digo que me traume con tu nove :D
Ahora que pasara que me dira? Bhxjhsd
Pao Jonatica Forever :3
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Ay por dios! Hahah que pasará!?
Sisi!leete contento existence. Son 4 libros, pero te los terminas comiendo hahah
Sisi!leete contento existence. Son 4 libros, pero te los terminas comiendo hahah
Augustinesg
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Aw gracias por los comentarios y por leer chicas. Son geniales! Aca les dejo el capitulo de hoy ;)
Una vez que entré, los ojos marrones como la miel se encontraron con los míos y él sonrió.
—Ah, entonces él dejo que vinieras sola. Me preguntaba si en tu lugar lo vería a él.— No quería sonreír por ese comentario pero lo hice. Puse el postre delante de él y tomé mi lugar.
—¿Tú hablas?—él preguntó.
—Sí —Kevin había hablado por mí toda la noche.
—Nosotros normalmente no tenemos jóvenes mujeres empleadas. ¿Cómo lo hiciste para convencer a Mary?—
—Soy madura para mi edad.— Él sólo asintió y le dio un mordisco a un tipo de pastel de chocolate con más chocolate goteando del interior. Después de que él masticó y tragó, él me volvió a mirar. Volví a mirar por la ventana las olas rompiendo en la orilla.
—¿Qué edad tienes?—
—Diecisiete—esperaba que mi simple respuesta pondría fin a su interrogación.
—¿Cómo supiste que vivo aquí? —Su pregunta me tomó fuera de guardia y me encontré con su mirada.
—Es difícil no mirar las fotos cuando sacaba el polvo y trapeaba.—Él frunció el ceño.
—¿Aplicaste para este trabajo sin saber que yo vivo aquí?—Me di cuenta de que él asumió que era una fan que pasó a través de las grietas de su seguridad y él quería saber cómo lo hice.
—Mi madre ha estado limpiando aquí por dos meses. Sin embargo, su embarazo ha avanzado y ella me envió aquí en su lugar. Demostré que era digna, y la señora Mary me mantuvo. Mi estadía aquí no tiene nada que ver con usted, señor, pero tiene todo que ver con el hecho de que quiero comer y pagar el arriendo—yo sabía que sonaba molesta, pero yo estaba molesta,y no podía evitarlo. Él asintió y se puso de pie.
—Lo siento. Cuando te vi, y tú eres joven y bueno… atractiva, yo pensé que la única razón de que alguien como tu estuviera trabajando aquí era para estar cerca de mí. Yo trato muy poco con mujeres, y asumí que estabas trabajando aquí para estar cerca de mí no era justo. Por favor, perdóname.— Me tragué el nudo en la garganta. Sentí que este trabajo se me estaba deslizando fuera de mis manos, pero no iba a llorar.
—Entiendo—me las arreglé para salir. Una sonrisa de niño apareció en sus labios, y el asintió con la cabeza hacia la puerta.
—Supongo que debería haber imaginado que estabas tomada por la actitud posesiva del otro empleado esta noche. Te miré más de lo que debería, pero me mantuve esperando que preguntaras por mi autógrafo o deslizaras tu número en una servilleta.— Levanté mis cejas en sorpresa. Él se encogió de hombros.—Esas cosas son de la forma de vida que tengo. Sólo lo esperaba.— Le devolví la sonrisa esta vez. Él no era tan malo como lo había creído. Él no iba a despedirme.
—Estoy aquí para hacer mi trabajo, señor, nada más.—
—Hazme un favor y no me llames “señor”. Sólo soy dos años mayor que tú.— Tomé el plato, con cuidado para no tocar sus manos, y di un paso hacia atrás.
—Está bien—respondí, con la esperanza de irme.
—Entonces, ¿él es tu novio?—Me atrapó con la guardia baja con esa pregunta, y me detuve en seco.
—¿Quién? ¿Kevin?— Una sonrisa torcida apareció en su rostro. Era difícil no mirarlo.
—Si Kevin es el tipo que se veía muy determinado a asegurarse de que no cometieras errores esta noche, entonces sí.—
—No, él es… él es un amigo —era extraño decir esas palabras. Nunca había llamado a nadie amigo en mi vida. Joe sonrió y se inclinó para susurrarme en mi oído.
—Espero que algún día tu me consideres un amigo de esa forma. No tengo muchos de aquellos.— Mi cara se puso caliente, y mi piel se estremeció con su cercanía. Su aliento cálido en mi piel hacía difícil formar las palabras. Tragué saliva, tratando de concentrarme en su comentario y no desmayarme en sus pies como una loca lunática.
—Sólo tengo uno—solté como una idiota. Joe frunció el ceño.
—Encuentro eso difícil de creer.—Me encogí de hombros.
—No tengo tiempo para amigos.—Joe dio un paso adelante, abriendo la puerta para mí y sonrió.
—Bueno, espero que puedas encontrar algún tiempo en tu apretada agenda porque sucede que necesito un amigo…Alguien que no le importe quién soy... Alguien que se ría de mis bromas cuando no sean graciosas. Si no me equivoco, no te importa el hecho de que estoy en la portada de la revista Rolling Stone este mes, y en las paredes de las habitaciones de todas las adolescentes en América.— Su comentario parecía facilitar mi momentáneo lapso de sentido común por su cercanía, y negué con la cabeza.
—No todas las adolescentes en América. Nunca has visto mis paredes. Entonces, supongo que estás en lo correcto. No me importa.—me alejé, dejándolo detrás de mí.
Kevin esperaba por mí en la cocina, bebiendo té dulce y hablando con la Sra. Mary. Se puso de pie cuando me vio.
—Bueno, ¿cómo te fue?—
—Él pensó que yo era una fan que se deslizó a través de las grietas, y quería saber cómo lo había hecho. Le informé que había reemplazado a mi madre debido a su embarazo, que no era una fan, y que no me di cuenta de que ésta casa le pertenecía a él cuando acepté el trabajo.—Kevin frunció el ceño.
—¿Cómo te tuvo dándole explicaciones?—
—No creo que haya ningún problema ahora que él sabe que no soy una fan loca a punto de resbalar mi número en una servilleta. Dudo que se de cuenta de mi existencia a partir de ahora.—Kevin levantó sus cejas como si no me creyera. La Sra. Mary se acercó y tomó la bandeja de mis manos.
—Bien, sabía que ibas a trabajar muy bien. Ahora, ve cambiarte el uniforme y vuelve a casa. No espero que regreses hasta las siete de la mañana.— Corrí al cuarto de lavado para cambiarme. Una vez que estuve de nuevo en mi propia ropa, me dirigí a la puerta. La Sra. Mary tarareaba mientras limpiaba, y Kevin estaba apoyado contra la puerta, esperando.
—Es tarde, ¿conduces o caminas?—preguntó cuando llegué junto a él.
—Vine en bicicleta.— Abrió la puerta, y salimos a la noche juntos.
—Déjame ponerla en la caja de mi camioneta y llevarte a casa.—Él realmente parecía preocupado por mí.
—De acuerdo. Gracias.—
Capitulo 4
Una vez que entré, los ojos marrones como la miel se encontraron con los míos y él sonrió.
—Ah, entonces él dejo que vinieras sola. Me preguntaba si en tu lugar lo vería a él.— No quería sonreír por ese comentario pero lo hice. Puse el postre delante de él y tomé mi lugar.
—¿Tú hablas?—él preguntó.
—Sí —Kevin había hablado por mí toda la noche.
—Nosotros normalmente no tenemos jóvenes mujeres empleadas. ¿Cómo lo hiciste para convencer a Mary?—
—Soy madura para mi edad.— Él sólo asintió y le dio un mordisco a un tipo de pastel de chocolate con más chocolate goteando del interior. Después de que él masticó y tragó, él me volvió a mirar. Volví a mirar por la ventana las olas rompiendo en la orilla.
—¿Qué edad tienes?—
—Diecisiete—esperaba que mi simple respuesta pondría fin a su interrogación.
—¿Cómo supiste que vivo aquí? —Su pregunta me tomó fuera de guardia y me encontré con su mirada.
—Es difícil no mirar las fotos cuando sacaba el polvo y trapeaba.—Él frunció el ceño.
—¿Aplicaste para este trabajo sin saber que yo vivo aquí?—Me di cuenta de que él asumió que era una fan que pasó a través de las grietas de su seguridad y él quería saber cómo lo hice.
—Mi madre ha estado limpiando aquí por dos meses. Sin embargo, su embarazo ha avanzado y ella me envió aquí en su lugar. Demostré que era digna, y la señora Mary me mantuvo. Mi estadía aquí no tiene nada que ver con usted, señor, pero tiene todo que ver con el hecho de que quiero comer y pagar el arriendo—yo sabía que sonaba molesta, pero yo estaba molesta,y no podía evitarlo. Él asintió y se puso de pie.
—Lo siento. Cuando te vi, y tú eres joven y bueno… atractiva, yo pensé que la única razón de que alguien como tu estuviera trabajando aquí era para estar cerca de mí. Yo trato muy poco con mujeres, y asumí que estabas trabajando aquí para estar cerca de mí no era justo. Por favor, perdóname.— Me tragué el nudo en la garganta. Sentí que este trabajo se me estaba deslizando fuera de mis manos, pero no iba a llorar.
—Entiendo—me las arreglé para salir. Una sonrisa de niño apareció en sus labios, y el asintió con la cabeza hacia la puerta.
—Supongo que debería haber imaginado que estabas tomada por la actitud posesiva del otro empleado esta noche. Te miré más de lo que debería, pero me mantuve esperando que preguntaras por mi autógrafo o deslizaras tu número en una servilleta.— Levanté mis cejas en sorpresa. Él se encogió de hombros.—Esas cosas son de la forma de vida que tengo. Sólo lo esperaba.— Le devolví la sonrisa esta vez. Él no era tan malo como lo había creído. Él no iba a despedirme.
—Estoy aquí para hacer mi trabajo, señor, nada más.—
—Hazme un favor y no me llames “señor”. Sólo soy dos años mayor que tú.— Tomé el plato, con cuidado para no tocar sus manos, y di un paso hacia atrás.
—Está bien—respondí, con la esperanza de irme.
—Entonces, ¿él es tu novio?—Me atrapó con la guardia baja con esa pregunta, y me detuve en seco.
—¿Quién? ¿Kevin?— Una sonrisa torcida apareció en su rostro. Era difícil no mirarlo.
—Si Kevin es el tipo que se veía muy determinado a asegurarse de que no cometieras errores esta noche, entonces sí.—
—No, él es… él es un amigo —era extraño decir esas palabras. Nunca había llamado a nadie amigo en mi vida. Joe sonrió y se inclinó para susurrarme en mi oído.
—Espero que algún día tu me consideres un amigo de esa forma. No tengo muchos de aquellos.— Mi cara se puso caliente, y mi piel se estremeció con su cercanía. Su aliento cálido en mi piel hacía difícil formar las palabras. Tragué saliva, tratando de concentrarme en su comentario y no desmayarme en sus pies como una loca lunática.
—Sólo tengo uno—solté como una idiota. Joe frunció el ceño.
—Encuentro eso difícil de creer.—Me encogí de hombros.
—No tengo tiempo para amigos.—Joe dio un paso adelante, abriendo la puerta para mí y sonrió.
—Bueno, espero que puedas encontrar algún tiempo en tu apretada agenda porque sucede que necesito un amigo…Alguien que no le importe quién soy... Alguien que se ría de mis bromas cuando no sean graciosas. Si no me equivoco, no te importa el hecho de que estoy en la portada de la revista Rolling Stone este mes, y en las paredes de las habitaciones de todas las adolescentes en América.— Su comentario parecía facilitar mi momentáneo lapso de sentido común por su cercanía, y negué con la cabeza.
—No todas las adolescentes en América. Nunca has visto mis paredes. Entonces, supongo que estás en lo correcto. No me importa.—me alejé, dejándolo detrás de mí.
Kevin esperaba por mí en la cocina, bebiendo té dulce y hablando con la Sra. Mary. Se puso de pie cuando me vio.
—Bueno, ¿cómo te fue?—
—Él pensó que yo era una fan que se deslizó a través de las grietas, y quería saber cómo lo había hecho. Le informé que había reemplazado a mi madre debido a su embarazo, que no era una fan, y que no me di cuenta de que ésta casa le pertenecía a él cuando acepté el trabajo.—Kevin frunció el ceño.
—¿Cómo te tuvo dándole explicaciones?—
—No creo que haya ningún problema ahora que él sabe que no soy una fan loca a punto de resbalar mi número en una servilleta. Dudo que se de cuenta de mi existencia a partir de ahora.—Kevin levantó sus cejas como si no me creyera. La Sra. Mary se acercó y tomó la bandeja de mis manos.
—Bien, sabía que ibas a trabajar muy bien. Ahora, ve cambiarte el uniforme y vuelve a casa. No espero que regreses hasta las siete de la mañana.— Corrí al cuarto de lavado para cambiarme. Una vez que estuve de nuevo en mi propia ropa, me dirigí a la puerta. La Sra. Mary tarareaba mientras limpiaba, y Kevin estaba apoyado contra la puerta, esperando.
—Es tarde, ¿conduces o caminas?—preguntó cuando llegué junto a él.
—Vine en bicicleta.— Abrió la puerta, y salimos a la noche juntos.
—Déjame ponerla en la caja de mi camioneta y llevarte a casa.—Él realmente parecía preocupado por mí.
—De acuerdo. Gracias.—
Gabywriter
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Aaww ese jose pregunton y celoson de Kev. Ups! La rayis se molesto --' pues qien no vdd! Pero en fin siguela!
Pao Jonatica Forever :3
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Aww siiii!! Que te digo, lo esperaba haha .
Gracias por subir el cap de hoy!
Que felicidad haha
Un beso y gracias!!
Gracias por subir el cap de hoy!
Que felicidad haha
Un beso y gracias!!
Augustinesg
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Vuelve pronto por favor!! :3
... Listo, ya me volvi adicta haha
... Listo, ya me volvi adicta haha
Augustinesg
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Gracias por los comentarios! :) Pasense por mi otra novela https://onlywn.activoforo.com/t38459-beautiful-disaster
Acá les dejo el otro capitulo ;)
Una vez que los dos estuvimos en la camioneta, me relajé y me eché hacia atrás en sus asientos de cuero gastado.
—Así que, ¿cuánto tiempo llevas trabajando en la mansión Jonas?—Él me miró.
—Comencé el verano pasado. Sólo trabajo los veranos aquí. Soy un local, pero actualmente estoy estudiando en la Universidad de Alabama. Este es un empleo de verano para mí.—
—Obviamente es un trabajo de verano para mí también. Voy a empezar mi último año en el otoño. Nos acabamos de mudar aquí desde Tennessee.—Nos quedamos en silencio durante unos minutos, y yo miré por la ventana ya que las familias caminaban por las aceras, aún en su ropa de playa. Nunca había visto la playa antes de que nos mudáramos aquí. No podía dejar de estar fascinada observando las olas romper sobre la playa de arena.
—Pareces mucho mayor que una chica de último año de secundaria. De hecho, eres más madura que la mayoría de mis compañeras.—Sonreí para mis adentros. Si tan sólo supiera. Pero aquella noche no era la noche para descargar mi vida con alguien que podría llegar a ser un verdadero amigo.
—Lo sé. Siempre he sido una mujer grande en el cuerpo de una niña. Eso pone a mi madre como loca.—
—Yo no diría que eres una mujer mayor, sólo eres más madura que el resto de las chicas de diecisiete años.—Las adolescentes normales se reían y coqueteaban por las calles. El romance de verano no era algo que comprendiera, pero al parecer era una cosa muy grande por estos lados. Las chicas de aquí se referían a los turistas como chicos de verano. Yo realmente no lo entendía, o sí lo hacía, pero no me parecía normal. Kevin se volvió hacia mí.
—¿He herido tus sentimientos? No quise hacerlo. Fue un cumplido,de verdad. Me canso de la estupidez y la superficialidad de las niñas. Eres como un soplo de aire fresco.—Volví la cabeza hacia atrás en dirección a él y lo vi sonreír. Realmente era un buen tipo. Deseé que mi interior se volviera cálido y cosquilleara cuando me miraba fijamente, pero al parecer mi cuerpo sólo se reservaba aquella respuesta para las estrellas del rock adolescente. El pensamiento de que tal vez fuera superficial en mi interior, me hizo sentir enferma.
—Gracias, nunca me han felicitado por mi personalidad extraña antes.—Frunció el ceño y sacudió la cabeza.
—Yo no la llamaría extraña... más bien, refrescantemente única.—Me reí de su intento por hacer que suene mejor.
—Gracias. Refrescantemente única suena mucho más atractivo. Gira a la derecha en el siguiente semáforo, y es dos casas más abajo, a la izquierda.—Permanecimos en silencio el resto del camino hasta el apartamento.—Ponla a un lado. No se nos permite utilizar la unidad del propietario. Son los dueños de la casa. Alquilamos el pequeño apartamento de abajo.—Kevin se detuvo en la puerta.—Gracias de nuevo por traerme a casa.—Abrió la puerta, saltó, y tomó mi bici de la caja de su camioneta. Vi como él la bajó y la apoyó contra la pared de la casa, junto a la puerta.
—Cuando quieras. Si te marchas al mismo tiempo que yo lo hago, siempre puedo darte un empujón.—Le di las gracias de nuevo. Él movió los pies y miró hacia mí.—Puesto que eres nueva aquí, y estamos trabajando juntos este verano, ¿por qué no salimos una noche después del trabajo, o el domingo durante el día,cuando los dos estamos libres? Te puedo mostrar lo que es divertido por aquí y presentarte a algunas personas. Ya sabes, como amigos.—Parecía divertido, pero me quedé un poco sorprendida por el comentario del domingo.
—¿El domingo?—pregunté.Él frunció el ceño.
—¿No sabes que todos tenemos libres los domingos, incluso la Sra. Mary?—Negué con la cabeza.
—No, yo no lo sabía. Pero, sí, me encantaría ir a disfrutar de esta zona con alguien que sepa a dónde ir.—Él sonrió y se pasó la mano por el cabello rubio.
—Genial. Voy a hacer planes esta semana y te haré saber lo que tengo preparado.—Nos despedimos, y lo observé entrar de nuevo en su camioneta. Saludé con la mano, y me volví para enfrentar a Jessica y sus indudables veinte preguntas sobré por qué me había tardado tanto. El apartamento estaba en silencio y oscuro. Me asomé a la habitación de Jessica y la encontré dormida en la parte superior del cobertor, con el aire acondicionado encendido. Tomé una manta y la cubrí antes de ir a mi habitación y prepararme para una ducha. Ella había ido a dormir temprano. No hubo veinte preguntas, y no tuve que cocinar la cena. Sonreí y me dirigí hacia el cuarto de baño. Necesitaba estar limpia y dormir. Me las había arreglado para superar mi mayor obstáculo. Mañana debería ser más fácil. No habría más encuentros con Joe, y tener un amigo debería hacer las cosas aún más agradables. La semana siguiente cayó en una rutina. Llegaba al trabajo e iba directo a la cocina con la Sra. Mary. Ella hablaba mucho más que Fran, y sus historias eran entretenidas. Me contó todo acerca de sus dos hijas y sus siete nietos. Su vida criando a sus hijas me hizo dar cuenta cuán disfuncional mi vida con Jessica sonaría. Me imaginé una vida completamente normal, como la de la Sra. Mary. Yo sabía que algún día podría tener una, tan llena de familia y amor como la que ella parecía tener. A menudo soñaba despierta con una vida como la que ella me contaba. Mis primeras tardes con el Sr. Greg comenzaron siendo un poco tensas, ya que a él no le gustaba tener una adolescente ayudándolo, pero después de un día de no tener que apoyar sus artríticas rodillas parecía apreciar mi presencia allí. Después de mi cuarto día, el Sr. Greg y yo nos sentábamos y jugábamos al ajedrez en el mirador, cuando los días de trabajo terminaban. Me ganaba cada vez, pero estaba comenzando a gustarme y le prometí que mejoraría mis habilidades, y que un día lo vencería.Veía a Kevin en las noches, cuando todos nos sentábamos alrededor de la mesa y disfrutábamos de un plato de sopa y ensalada. La Sra. Mary siempre enviaba un plato de comida a casa para Jessica, y yo sospechaba que ella lo hacía por mí. De alguna manera, sin que yo le dijera, ella parecía entender cómo mi vida de hogar funcionaba. Después de que Kevin salía del trabajo, nos llevaba a mi bicicleta y a mí a casa. La Sra. Mary contrató a otro sirviente que Kevin sugirió. Él estaba trabajando bien, y las cosas parecían funcionar sin problemas con el personal y la familia. El domingo por la mañana llegó antes deque lo notara. Me acosté en la cama, tapándome la cara frente a la brillante luz del sol que se colaba por las ventanas. Fue bueno no tener que saltar y prepararme para salir. Disfrutaba de mi trabajo,pero también me gustaba dormir hasta tarde. Bostecé y me estiré. Saldría con un amigo. Yo estaba más emocionada de lo que una persona normal estaría, pero no pude evitarlo. Me senté y me froté la cara, tratando de despertar lo suficiente como para ir a desayunar. La casa estaba muy tranquila todavía, ya que Jessica normalmente dormía hasta las once todos los días. Fui a la cocina y me serví un plato de Crunchs de mantequilla de maní, y luego fui a sentarme en el pedazo de losa, saliendo por nuestra puerta de atrás. El sol brillaba fuera del agua, y me calentó mientras yo disfrutaba de mi plato de cereal. Ese día se sentía como mi primer día real de verano. Ese día sería capaz de ir y hacer algo que todos los chicos de diecisiete años suelen hacer.
—¿Qué estás comiendo?—preguntó Jessica, mientras caminaba hacia la puerta, o mejor dicho, se contoneaba por ella.
—Cereales de mantequilla de maní —le contesté, y les di otro mordisco. Se hundió en la silla de jardín a mi lado y suspiró.
—¿Me amas?—Puse los ojos en blanco, sabiendo las palabras que vendrían después.
—Sí —respondí, y tomé otra cucharada de cereal.
—Entonces, ¿tendrías piedad de mí y mi enorme estómago, y me servirías un tazón cuando hayas terminado?—Ese era un viejo juego. Ella creía que era lindo preguntarme si la quería antes de pedirme que fuera a buscar algo. Me comí el resto de mi cereal y bebí toda la leche antes de ponerme de pie.
—Voy a buscar tu cereal—le dije, caminando de regreso hacia la puerta.
—Gracias, cariño—respondió ella sin abrir los ojos. Le serví un tazón grande, así no tendría que buscar un segundo luego, y se lo llevé. Tenía que decirle acerca de Kevin antes de que él llegara. Le di la taza, y ella se echó hacia atrás,reclinándose en una silla que no era reclinable, y tomó el tazón.
—Muchísimas gracias—dijo, sonriendo.Volví a sentarme.
—He hecho un amigo en el trabajo, y él viene a buscarme hoy para mostrarme los alrededores y pasar el rato.—Jessica puso la cuchara llena de cereal hacia abajo.
—¿¡Un chico!? ¿Tú?—
—Él no es un chico con el que estoy saliendo. Es sólo un amigo. Es de por aquí y quiere salir hoy. Ella sonrió y le dio un mordisco al cereal. Apenas había tragado cuando dijo:
—No puedo creer que hayas hablado con alguien lo suficiente como para hacer un amigo. ¿O es un recluso también?—Me puse de pie, no me encontraba de ánimo para las bromas de mi madre. Le encantaba recordarme que carecía de habilidades sociales.Empecé a entrar, y ella se rió.—Sólo estoy tomándote el pelo, ____. No te molestes. Me alegra que tengas un amigo. Pero no te olvides de mí y estés fuera todo el día. Me siento sola por aquí.—Odiaba cuando ella me hacía sentir culpable.
—Tienes un auto. Ve a un lugar y has algo.—Ella dio un suspiro melodramático.
—Me hace falta ir a buscar una pedicura, ya que no puedo ver los dedos de mis pies.—Negué con la cabeza.
—No, algo donde no se necesite dinero. Como dar un paseo por la playa.—Rodó los ojos en ese momento, y entré. Hice una línea recta hacia el dinero escondido que había salvado de las facturas, y lo escondí en otro lugar. No tenía necesidad de llegar a casa y ver que había gastado todas nuestras reservas. Después de que el dinero estuvo asegurado, me fui a prepararme para mi día con Kevin. Tenía que lavarme el pelo y ponerme bloqueador solar. El sol aquí podría ser brutal. Pero primero, tenía que encontrar un traje de baño y algo de desgaste. Miré la hora. Treinta minutos hasta que llegara a recogerme. Tenía que estar lista para que Jessica no respondiera a la puerta y encontrara una manera de avergonzarme.
—Buenos días—dijo Kevin cuando abrí.
—¡Buenos días a ti también! Espera sólo un segundo, voy a buscar mi bolso.—Me di vuelta, volví a entrar en la sala de estar, y tomé el bolso que había dejado sobre la mesa.—Me fui. Sal y ve a hacer algo—le dije a mamá antes de caminar hacia la puerta.
—¿Qué? ¿No lo traes adentro?—Ella todavía estaba vestida con su camisón negro, que se extendía por encima de su estómago.
—No, mamá, no contigo vestida con tu camisa de dormir.—Ella se rió, y me apresuré a volver a la puerta.
—¿Estás lista para ver este lugar desde una perspectiva local?—me preguntó con una sonrisa.Asentí con la cabeza, emocionada.
—Sí, lo estoy.—Abrió la puerta de la camioneta para mí, y me balanceé dentro. Saltó y se deslizó en un par de gafas de sol oscuras.
—¿Comes ostras crudas?—
—¡De ninguna manera!—Él sonrió.
—Debí haberlo adivinado: eres una niña de Tennessee. Pero está bien, también están asando hamburguesas, mazorcas de maíz, y costillas.—
—Me encantan las hamburguesas, el maíz, y las costillas.—
—Ah, bien. Bueno, vamos a ir a la casa de un amigo. Están asando fuera hoy, con las ostras crudas en su concha como aperitivos.—Hice una mueca ante la idea de primas blandas y viscosas manchas en conchas que la gente realmente iba a poner en sus bocas. Él se rió en mi cara.—Creo que cuando uno crece por aquí, no parece tan malo.—No respondí, porque no estaba segura de que alguien pudiera acostumbrarse a comer lodo.—Garbo ha sido mi mejor amigo desde la escuela primaria. Te gustará. Iremos a una parrillada, y luego a practicar esquí acuático. Ellos tienen un barco y vamos a ir a lanzarlo en el puerto deportivo. ¿Has hecho esquí acuático alguna vez?—
—Me temo que no, pero me gustaría intentarlo.—Parecía que eso era lo que debía decir,porque una gran sonrisa estalló en su rostro.
—Te puedo enseñar. Estarás esquiando antes de que el día haya terminado.—Llegamos a una casa de una sola planta, construida sobre pilotes, como la mayoría de las casas de por allí. No era lujosa, y parecía haber sobrevivido a algunos huracanes. El revestimiento había sido remendado unas cuantas veces. Kevin me encontró cuando salí de la camioneta y deslizó un par de gafas de sol en mi cara.—Vas a necesitarlos. Sin ellos, el sol te dará dolor de cabeza.—
—¿Siempre llevas gafas de sol de mujer por ahí?—le pregunté en broma. Se echó a reír.
—No, tengo una hermana.—Yo no sabía nada de su familia. Me gustó saber algo sobre él que no fuera lo obvio.—Por favor, dime que te pusiste bloqueador solar. Incluso los más bronceados se queman con este sol.—
—Sí, estoy usando.—
—Ven por aquí —dijo, tirando de mí con él a través de un poco de hierba muy alta, que crecía en la arena. Un simple rectángulo de piscina se encontraba en el centro del patio, rodeado de chicos en traje de baño y chicas en bikini. Ellos arrojaban barro de unas conchas, y me recordé a mí mismo que no debía hacer muecas cuando me hablaran y comieran esas cosas. Kevin me apretó la mano y tiró de mí hacia la fiesta.
—Kevin, ya era hora de que llegaras. Todos los depósitos están casi vacíos—llamó un tipo con rastas largas de color marrón. Kevin sonrió y me susurró:
—No voy a comer en frente de ti, te lo prometo.—Negué con la cabeza.
—No, en serio, está bien.—Él se rió y me llevó hacia el grupo de chicos de pie junto al muchacho de rastas. Varias personas llamaron a Kevin, y él agitó la mano y asintió con la cabeza. Mi estómago se revolvió con nerviosismo cuando me di cuenta de que la mayoría me observaba.
—Hey, chicos, esta es ____, ____ este es Garbo—un tipo musculoso, bastante grande, con el cabello negro.—, Jack—a quien podría haber considerado un vagabundo de la playa, con el pelo largo y rubio, y la piel bronceada—, y Ryan—el chico rasta, que también pasó a tener varios tatuajes y piercings.—Hemos sido amigos desde el segundo grado.—Ryan se sacudió las rastas de los ojos y sonrió.
—Desde que Garbo le dio una paliza a Jack y el viejo Kevin aquí saltó a defenderlo, entonces comenzó a recibir golpes de Garbo, hasta que yo salté, y todos fuimos suspendido de la escuela.—Los cuatro se rieron de aquel recuerdo, y yo traté de representármelos como niños pequeños en combate.—Nuestros padres estaban muy orgullosos. Ellos tuvieron delincuentes de escuela primaria.—Ryan sonrió y se comió otra ostra.
—Ryan recordará todo el día si tú se lo permites. No actúes como si disfrutaras de sus historias. No se detendrá—sonrió Kevin .La amistad entre esos cuatro me hizo sentir calor en mi interior. No era algo con lo que estuviera familiarizada.
—Así que, ____, ¿cómo es que el feo culo de Kevin encontró a una hermosa muchacha ciega?—preguntó Garbo, a tiempo que daba vuelta una hamburguesa. Eché un vistazo a Kevin sólo para ver como me sonreía.
—Trabajamos juntos. Él vino a mi rescate en mi segundo día allí, y mi vista es 20/20.—Uno de ellos lanzó un silbido, y el otro se rió malvadamente.
—Kevin es un habitual caballero de brillante armadura, te lo aseguro.—dijo Ryan con un movimiento de sus rastas. Kevin lo empujó juguetonamente, y Ryan se echó a reír.
—Voy a llevarla a conocer a otras personas si ustedes tres no pueden comportarse.—
—¿Qué he hecho?—Kevin le envió una mirada burlona antes de pasar a mí.
—¿Tienes sed?—Ryan metió la mano en una hielera detrás de él y me ofreció un refresco. Lo tomé, le di las gracias, y los escuché hablar de un juego de voleibol de playa que tendría lugar próximo fin de semana, entre ellos y un equipo rival. Me hacían preguntas, o me traían a la conversación de vez en cuando, pero la mayoría del tiempo simplemente planeaban y proponían estrategias.No tenía ni idea de que el voleibol de playa fuera un deporte serio.Una rubia en un ardiente bikini rosado, que apenas cubría las cosas importantes, se acercó por detrás Garbo, le rodeó la cintura con sus brazos, y le besó el cuello.
—____, ella es Paris, la novia de Garbo, y Paris, ella es ____, una amiga mía.—Paris me sonrió y luego pasó la mano por la cabeza de Garbo.
—Si te aburres con la conversación de este grupo, eres bienvenida a quedarte conmigo y las chicas.—
—Está bien. Gracias.—
—¿Estás aburrida? ¿Quieres ir a nadar y refrescarte?—Yo no estaba muy segura de querer quitarme el vestido de verano frente a todas esas personas. Mi bikini de color rojo no era tan escaso como los que las otras chicas llevaban, y no lo llenaba igual que ellas lo hacían. Pensé en mis piernas flacas y largas en comparación con las curvas y grandes torsos de las muchachas que yacían ahí afuera, y quise mantener mi ropa puesta. Sin embargo, también quería hacer amigos y no decepcionar a Kevin, así que necesitaba tirarme al sol o nadar. Dado que la natación me mantendría cubierta la mayor parte del tiempo, decidí que sería la mejor opción.
—Nadar me parece bien.—Él sonrió y tiró de su camiseta para revelar un pecho muy bronceado y musculoso. Tragué saliva y deseé no tener que hacer esto, pero yo sabía que debería tarde o temprano. Así que me quité el vestido y lo puse al lado de la camisa de Kevin. No quería hacer contacto visual con nadie, y deseé poder saltar en el agua sin tener que ir con calma hacia allí y entrar. Un silbido desde atrás me sorprendió y oí un "ouch". Me volví para ver a Kevin observando a Ryan y Jack.
—Lo siento, ____, estos dos no tienen modales.—Él tomó mi mano de nuevo. Él siempre tomaba mi mano por casualidad. Nunca me había molestado antes, pero que estuviera semidesnudo lo hizo un poco incómodo.
—Vamos. Vamos a nadar.—Él me sonrió sin siquiera prestar atención a mi cuerpo. Me sentí aliviada y avergonzada, al mismo tiempo. No quería que Kevin me gustara como algo más que un amigo, pero tampoco quería ser tan varonil en mi traje de baño como para que él ni siquiera lo notara. Decidí dejar de pensar tanto en todo, y sólo lo seguí hacia agua a través de las escaleras. Nos unimos a un juego de baloncesto con un objetivo flotante en el centro de la piscina. Yo apestaba, pero nadie más que Kevin y un chico llamado Rick, parecía ser bueno, así que no me preocupé demasiado. Después de correr con Kevin en la longitud de la piscina, y ganar una de tres veces, salimos a buscar algo de comer. Me acerqué a mi vestido de verano, a tiempo que Kevin vino detrás de mí y me ató una toalla alrededor del cuerpo.
—Gracias.—Él sonrió. Nuestra amistad estaba yendo muy bien, y eso hizo que mi sonrisa brillara un poco más. Tal vez mi personalidad no era tan mala como Jessica decía.
Acá les dejo el otro capitulo ;)
Capitulo 5
Una vez que los dos estuvimos en la camioneta, me relajé y me eché hacia atrás en sus asientos de cuero gastado.
—Así que, ¿cuánto tiempo llevas trabajando en la mansión Jonas?—Él me miró.
—Comencé el verano pasado. Sólo trabajo los veranos aquí. Soy un local, pero actualmente estoy estudiando en la Universidad de Alabama. Este es un empleo de verano para mí.—
—Obviamente es un trabajo de verano para mí también. Voy a empezar mi último año en el otoño. Nos acabamos de mudar aquí desde Tennessee.—Nos quedamos en silencio durante unos minutos, y yo miré por la ventana ya que las familias caminaban por las aceras, aún en su ropa de playa. Nunca había visto la playa antes de que nos mudáramos aquí. No podía dejar de estar fascinada observando las olas romper sobre la playa de arena.
—Pareces mucho mayor que una chica de último año de secundaria. De hecho, eres más madura que la mayoría de mis compañeras.—Sonreí para mis adentros. Si tan sólo supiera. Pero aquella noche no era la noche para descargar mi vida con alguien que podría llegar a ser un verdadero amigo.
—Lo sé. Siempre he sido una mujer grande en el cuerpo de una niña. Eso pone a mi madre como loca.—
—Yo no diría que eres una mujer mayor, sólo eres más madura que el resto de las chicas de diecisiete años.—Las adolescentes normales se reían y coqueteaban por las calles. El romance de verano no era algo que comprendiera, pero al parecer era una cosa muy grande por estos lados. Las chicas de aquí se referían a los turistas como chicos de verano. Yo realmente no lo entendía, o sí lo hacía, pero no me parecía normal. Kevin se volvió hacia mí.
—¿He herido tus sentimientos? No quise hacerlo. Fue un cumplido,de verdad. Me canso de la estupidez y la superficialidad de las niñas. Eres como un soplo de aire fresco.—Volví la cabeza hacia atrás en dirección a él y lo vi sonreír. Realmente era un buen tipo. Deseé que mi interior se volviera cálido y cosquilleara cuando me miraba fijamente, pero al parecer mi cuerpo sólo se reservaba aquella respuesta para las estrellas del rock adolescente. El pensamiento de que tal vez fuera superficial en mi interior, me hizo sentir enferma.
—Gracias, nunca me han felicitado por mi personalidad extraña antes.—Frunció el ceño y sacudió la cabeza.
—Yo no la llamaría extraña... más bien, refrescantemente única.—Me reí de su intento por hacer que suene mejor.
—Gracias. Refrescantemente única suena mucho más atractivo. Gira a la derecha en el siguiente semáforo, y es dos casas más abajo, a la izquierda.—Permanecimos en silencio el resto del camino hasta el apartamento.—Ponla a un lado. No se nos permite utilizar la unidad del propietario. Son los dueños de la casa. Alquilamos el pequeño apartamento de abajo.—Kevin se detuvo en la puerta.—Gracias de nuevo por traerme a casa.—Abrió la puerta, saltó, y tomó mi bici de la caja de su camioneta. Vi como él la bajó y la apoyó contra la pared de la casa, junto a la puerta.
—Cuando quieras. Si te marchas al mismo tiempo que yo lo hago, siempre puedo darte un empujón.—Le di las gracias de nuevo. Él movió los pies y miró hacia mí.—Puesto que eres nueva aquí, y estamos trabajando juntos este verano, ¿por qué no salimos una noche después del trabajo, o el domingo durante el día,cuando los dos estamos libres? Te puedo mostrar lo que es divertido por aquí y presentarte a algunas personas. Ya sabes, como amigos.—Parecía divertido, pero me quedé un poco sorprendida por el comentario del domingo.
—¿El domingo?—pregunté.Él frunció el ceño.
—¿No sabes que todos tenemos libres los domingos, incluso la Sra. Mary?—Negué con la cabeza.
—No, yo no lo sabía. Pero, sí, me encantaría ir a disfrutar de esta zona con alguien que sepa a dónde ir.—Él sonrió y se pasó la mano por el cabello rubio.
—Genial. Voy a hacer planes esta semana y te haré saber lo que tengo preparado.—Nos despedimos, y lo observé entrar de nuevo en su camioneta. Saludé con la mano, y me volví para enfrentar a Jessica y sus indudables veinte preguntas sobré por qué me había tardado tanto. El apartamento estaba en silencio y oscuro. Me asomé a la habitación de Jessica y la encontré dormida en la parte superior del cobertor, con el aire acondicionado encendido. Tomé una manta y la cubrí antes de ir a mi habitación y prepararme para una ducha. Ella había ido a dormir temprano. No hubo veinte preguntas, y no tuve que cocinar la cena. Sonreí y me dirigí hacia el cuarto de baño. Necesitaba estar limpia y dormir. Me las había arreglado para superar mi mayor obstáculo. Mañana debería ser más fácil. No habría más encuentros con Joe, y tener un amigo debería hacer las cosas aún más agradables. La semana siguiente cayó en una rutina. Llegaba al trabajo e iba directo a la cocina con la Sra. Mary. Ella hablaba mucho más que Fran, y sus historias eran entretenidas. Me contó todo acerca de sus dos hijas y sus siete nietos. Su vida criando a sus hijas me hizo dar cuenta cuán disfuncional mi vida con Jessica sonaría. Me imaginé una vida completamente normal, como la de la Sra. Mary. Yo sabía que algún día podría tener una, tan llena de familia y amor como la que ella parecía tener. A menudo soñaba despierta con una vida como la que ella me contaba. Mis primeras tardes con el Sr. Greg comenzaron siendo un poco tensas, ya que a él no le gustaba tener una adolescente ayudándolo, pero después de un día de no tener que apoyar sus artríticas rodillas parecía apreciar mi presencia allí. Después de mi cuarto día, el Sr. Greg y yo nos sentábamos y jugábamos al ajedrez en el mirador, cuando los días de trabajo terminaban. Me ganaba cada vez, pero estaba comenzando a gustarme y le prometí que mejoraría mis habilidades, y que un día lo vencería.Veía a Kevin en las noches, cuando todos nos sentábamos alrededor de la mesa y disfrutábamos de un plato de sopa y ensalada. La Sra. Mary siempre enviaba un plato de comida a casa para Jessica, y yo sospechaba que ella lo hacía por mí. De alguna manera, sin que yo le dijera, ella parecía entender cómo mi vida de hogar funcionaba. Después de que Kevin salía del trabajo, nos llevaba a mi bicicleta y a mí a casa. La Sra. Mary contrató a otro sirviente que Kevin sugirió. Él estaba trabajando bien, y las cosas parecían funcionar sin problemas con el personal y la familia. El domingo por la mañana llegó antes deque lo notara. Me acosté en la cama, tapándome la cara frente a la brillante luz del sol que se colaba por las ventanas. Fue bueno no tener que saltar y prepararme para salir. Disfrutaba de mi trabajo,pero también me gustaba dormir hasta tarde. Bostecé y me estiré. Saldría con un amigo. Yo estaba más emocionada de lo que una persona normal estaría, pero no pude evitarlo. Me senté y me froté la cara, tratando de despertar lo suficiente como para ir a desayunar. La casa estaba muy tranquila todavía, ya que Jessica normalmente dormía hasta las once todos los días. Fui a la cocina y me serví un plato de Crunchs de mantequilla de maní, y luego fui a sentarme en el pedazo de losa, saliendo por nuestra puerta de atrás. El sol brillaba fuera del agua, y me calentó mientras yo disfrutaba de mi plato de cereal. Ese día se sentía como mi primer día real de verano. Ese día sería capaz de ir y hacer algo que todos los chicos de diecisiete años suelen hacer.
—¿Qué estás comiendo?—preguntó Jessica, mientras caminaba hacia la puerta, o mejor dicho, se contoneaba por ella.
—Cereales de mantequilla de maní —le contesté, y les di otro mordisco. Se hundió en la silla de jardín a mi lado y suspiró.
—¿Me amas?—Puse los ojos en blanco, sabiendo las palabras que vendrían después.
—Sí —respondí, y tomé otra cucharada de cereal.
—Entonces, ¿tendrías piedad de mí y mi enorme estómago, y me servirías un tazón cuando hayas terminado?—Ese era un viejo juego. Ella creía que era lindo preguntarme si la quería antes de pedirme que fuera a buscar algo. Me comí el resto de mi cereal y bebí toda la leche antes de ponerme de pie.
—Voy a buscar tu cereal—le dije, caminando de regreso hacia la puerta.
—Gracias, cariño—respondió ella sin abrir los ojos. Le serví un tazón grande, así no tendría que buscar un segundo luego, y se lo llevé. Tenía que decirle acerca de Kevin antes de que él llegara. Le di la taza, y ella se echó hacia atrás,reclinándose en una silla que no era reclinable, y tomó el tazón.
—Muchísimas gracias—dijo, sonriendo.Volví a sentarme.
—He hecho un amigo en el trabajo, y él viene a buscarme hoy para mostrarme los alrededores y pasar el rato.—Jessica puso la cuchara llena de cereal hacia abajo.
—¿¡Un chico!? ¿Tú?—
—Él no es un chico con el que estoy saliendo. Es sólo un amigo. Es de por aquí y quiere salir hoy. Ella sonrió y le dio un mordisco al cereal. Apenas había tragado cuando dijo:
—No puedo creer que hayas hablado con alguien lo suficiente como para hacer un amigo. ¿O es un recluso también?—Me puse de pie, no me encontraba de ánimo para las bromas de mi madre. Le encantaba recordarme que carecía de habilidades sociales.Empecé a entrar, y ella se rió.—Sólo estoy tomándote el pelo, ____. No te molestes. Me alegra que tengas un amigo. Pero no te olvides de mí y estés fuera todo el día. Me siento sola por aquí.—Odiaba cuando ella me hacía sentir culpable.
—Tienes un auto. Ve a un lugar y has algo.—Ella dio un suspiro melodramático.
—Me hace falta ir a buscar una pedicura, ya que no puedo ver los dedos de mis pies.—Negué con la cabeza.
—No, algo donde no se necesite dinero. Como dar un paseo por la playa.—Rodó los ojos en ese momento, y entré. Hice una línea recta hacia el dinero escondido que había salvado de las facturas, y lo escondí en otro lugar. No tenía necesidad de llegar a casa y ver que había gastado todas nuestras reservas. Después de que el dinero estuvo asegurado, me fui a prepararme para mi día con Kevin. Tenía que lavarme el pelo y ponerme bloqueador solar. El sol aquí podría ser brutal. Pero primero, tenía que encontrar un traje de baño y algo de desgaste. Miré la hora. Treinta minutos hasta que llegara a recogerme. Tenía que estar lista para que Jessica no respondiera a la puerta y encontrara una manera de avergonzarme.
—Buenos días—dijo Kevin cuando abrí.
—¡Buenos días a ti también! Espera sólo un segundo, voy a buscar mi bolso.—Me di vuelta, volví a entrar en la sala de estar, y tomé el bolso que había dejado sobre la mesa.—Me fui. Sal y ve a hacer algo—le dije a mamá antes de caminar hacia la puerta.
—¿Qué? ¿No lo traes adentro?—Ella todavía estaba vestida con su camisón negro, que se extendía por encima de su estómago.
—No, mamá, no contigo vestida con tu camisa de dormir.—Ella se rió, y me apresuré a volver a la puerta.
—¿Estás lista para ver este lugar desde una perspectiva local?—me preguntó con una sonrisa.Asentí con la cabeza, emocionada.
—Sí, lo estoy.—Abrió la puerta de la camioneta para mí, y me balanceé dentro. Saltó y se deslizó en un par de gafas de sol oscuras.
—¿Comes ostras crudas?—
—¡De ninguna manera!—Él sonrió.
—Debí haberlo adivinado: eres una niña de Tennessee. Pero está bien, también están asando hamburguesas, mazorcas de maíz, y costillas.—
—Me encantan las hamburguesas, el maíz, y las costillas.—
—Ah, bien. Bueno, vamos a ir a la casa de un amigo. Están asando fuera hoy, con las ostras crudas en su concha como aperitivos.—Hice una mueca ante la idea de primas blandas y viscosas manchas en conchas que la gente realmente iba a poner en sus bocas. Él se rió en mi cara.—Creo que cuando uno crece por aquí, no parece tan malo.—No respondí, porque no estaba segura de que alguien pudiera acostumbrarse a comer lodo.—Garbo ha sido mi mejor amigo desde la escuela primaria. Te gustará. Iremos a una parrillada, y luego a practicar esquí acuático. Ellos tienen un barco y vamos a ir a lanzarlo en el puerto deportivo. ¿Has hecho esquí acuático alguna vez?—
—Me temo que no, pero me gustaría intentarlo.—Parecía que eso era lo que debía decir,porque una gran sonrisa estalló en su rostro.
—Te puedo enseñar. Estarás esquiando antes de que el día haya terminado.—Llegamos a una casa de una sola planta, construida sobre pilotes, como la mayoría de las casas de por allí. No era lujosa, y parecía haber sobrevivido a algunos huracanes. El revestimiento había sido remendado unas cuantas veces. Kevin me encontró cuando salí de la camioneta y deslizó un par de gafas de sol en mi cara.—Vas a necesitarlos. Sin ellos, el sol te dará dolor de cabeza.—
—¿Siempre llevas gafas de sol de mujer por ahí?—le pregunté en broma. Se echó a reír.
—No, tengo una hermana.—Yo no sabía nada de su familia. Me gustó saber algo sobre él que no fuera lo obvio.—Por favor, dime que te pusiste bloqueador solar. Incluso los más bronceados se queman con este sol.—
—Sí, estoy usando.—
—Ven por aquí —dijo, tirando de mí con él a través de un poco de hierba muy alta, que crecía en la arena. Un simple rectángulo de piscina se encontraba en el centro del patio, rodeado de chicos en traje de baño y chicas en bikini. Ellos arrojaban barro de unas conchas, y me recordé a mí mismo que no debía hacer muecas cuando me hablaran y comieran esas cosas. Kevin me apretó la mano y tiró de mí hacia la fiesta.
—Kevin, ya era hora de que llegaras. Todos los depósitos están casi vacíos—llamó un tipo con rastas largas de color marrón. Kevin sonrió y me susurró:
—No voy a comer en frente de ti, te lo prometo.—Negué con la cabeza.
—No, en serio, está bien.—Él se rió y me llevó hacia el grupo de chicos de pie junto al muchacho de rastas. Varias personas llamaron a Kevin, y él agitó la mano y asintió con la cabeza. Mi estómago se revolvió con nerviosismo cuando me di cuenta de que la mayoría me observaba.
—Hey, chicos, esta es ____, ____ este es Garbo—un tipo musculoso, bastante grande, con el cabello negro.—, Jack—a quien podría haber considerado un vagabundo de la playa, con el pelo largo y rubio, y la piel bronceada—, y Ryan—el chico rasta, que también pasó a tener varios tatuajes y piercings.—Hemos sido amigos desde el segundo grado.—Ryan se sacudió las rastas de los ojos y sonrió.
—Desde que Garbo le dio una paliza a Jack y el viejo Kevin aquí saltó a defenderlo, entonces comenzó a recibir golpes de Garbo, hasta que yo salté, y todos fuimos suspendido de la escuela.—Los cuatro se rieron de aquel recuerdo, y yo traté de representármelos como niños pequeños en combate.—Nuestros padres estaban muy orgullosos. Ellos tuvieron delincuentes de escuela primaria.—Ryan sonrió y se comió otra ostra.
—Ryan recordará todo el día si tú se lo permites. No actúes como si disfrutaras de sus historias. No se detendrá—sonrió Kevin .La amistad entre esos cuatro me hizo sentir calor en mi interior. No era algo con lo que estuviera familiarizada.
—Así que, ____, ¿cómo es que el feo culo de Kevin encontró a una hermosa muchacha ciega?—preguntó Garbo, a tiempo que daba vuelta una hamburguesa. Eché un vistazo a Kevin sólo para ver como me sonreía.
—Trabajamos juntos. Él vino a mi rescate en mi segundo día allí, y mi vista es 20/20.—Uno de ellos lanzó un silbido, y el otro se rió malvadamente.
—Kevin es un habitual caballero de brillante armadura, te lo aseguro.—dijo Ryan con un movimiento de sus rastas. Kevin lo empujó juguetonamente, y Ryan se echó a reír.
—Voy a llevarla a conocer a otras personas si ustedes tres no pueden comportarse.—
—¿Qué he hecho?—Kevin le envió una mirada burlona antes de pasar a mí.
—¿Tienes sed?—Ryan metió la mano en una hielera detrás de él y me ofreció un refresco. Lo tomé, le di las gracias, y los escuché hablar de un juego de voleibol de playa que tendría lugar próximo fin de semana, entre ellos y un equipo rival. Me hacían preguntas, o me traían a la conversación de vez en cuando, pero la mayoría del tiempo simplemente planeaban y proponían estrategias.No tenía ni idea de que el voleibol de playa fuera un deporte serio.Una rubia en un ardiente bikini rosado, que apenas cubría las cosas importantes, se acercó por detrás Garbo, le rodeó la cintura con sus brazos, y le besó el cuello.
—____, ella es Paris, la novia de Garbo, y Paris, ella es ____, una amiga mía.—Paris me sonrió y luego pasó la mano por la cabeza de Garbo.
—Si te aburres con la conversación de este grupo, eres bienvenida a quedarte conmigo y las chicas.—
—Está bien. Gracias.—
—¿Estás aburrida? ¿Quieres ir a nadar y refrescarte?—Yo no estaba muy segura de querer quitarme el vestido de verano frente a todas esas personas. Mi bikini de color rojo no era tan escaso como los que las otras chicas llevaban, y no lo llenaba igual que ellas lo hacían. Pensé en mis piernas flacas y largas en comparación con las curvas y grandes torsos de las muchachas que yacían ahí afuera, y quise mantener mi ropa puesta. Sin embargo, también quería hacer amigos y no decepcionar a Kevin, así que necesitaba tirarme al sol o nadar. Dado que la natación me mantendría cubierta la mayor parte del tiempo, decidí que sería la mejor opción.
—Nadar me parece bien.—Él sonrió y tiró de su camiseta para revelar un pecho muy bronceado y musculoso. Tragué saliva y deseé no tener que hacer esto, pero yo sabía que debería tarde o temprano. Así que me quité el vestido y lo puse al lado de la camisa de Kevin. No quería hacer contacto visual con nadie, y deseé poder saltar en el agua sin tener que ir con calma hacia allí y entrar. Un silbido desde atrás me sorprendió y oí un "ouch". Me volví para ver a Kevin observando a Ryan y Jack.
—Lo siento, ____, estos dos no tienen modales.—Él tomó mi mano de nuevo. Él siempre tomaba mi mano por casualidad. Nunca me había molestado antes, pero que estuviera semidesnudo lo hizo un poco incómodo.
—Vamos. Vamos a nadar.—Él me sonrió sin siquiera prestar atención a mi cuerpo. Me sentí aliviada y avergonzada, al mismo tiempo. No quería que Kevin me gustara como algo más que un amigo, pero tampoco quería ser tan varonil en mi traje de baño como para que él ni siquiera lo notara. Decidí dejar de pensar tanto en todo, y sólo lo seguí hacia agua a través de las escaleras. Nos unimos a un juego de baloncesto con un objetivo flotante en el centro de la piscina. Yo apestaba, pero nadie más que Kevin y un chico llamado Rick, parecía ser bueno, así que no me preocupé demasiado. Después de correr con Kevin en la longitud de la piscina, y ganar una de tres veces, salimos a buscar algo de comer. Me acerqué a mi vestido de verano, a tiempo que Kevin vino detrás de mí y me ató una toalla alrededor del cuerpo.
—Gracias.—Él sonrió. Nuestra amistad estaba yendo muy bien, y eso hizo que mi sonrisa brillara un poco más. Tal vez mi personalidad no era tan mala como Jessica decía.
Gabywriter
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Awww, me hace acordar a mi haha.
Me encanta porque los adaptaste con los nombres de todos haha.
Muchas gracias por subir! Vuelve pronto! :D
Me encanta porque los adaptaste con los nombres de todos haha.
Muchas gracias por subir! Vuelve pronto! :D
Augustinesg
Re: Breathe (Joe Jonas y tu)
Hjdfjsadhsd wow que cap :3 fjskfd siiguelaa! Cuando saldra Shoe?
Pao Jonatica Forever :3
Página 2 de 12. • 1, 2, 3, ... 10, 11, 12
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