Re: JOE joe y tu TERMINADA

por **jamileth** Sáb 07 Dic 2013, 4:05 pm

Capítulo 14

Feliz Cumpleaños

Las puertas del ascensor se abren, tomo un profundo respiro y camino fuera. Estaba un poco mareada, no borracha.

Tragos de Limón.

Pero mis piernas estaban temblando. Mi estómago hecho nudos. Ese hormigueo se esparció hasta arriba de mi columna, desde mi cuello hasta el cuero cabelludo y también a lo largo de mi cintura, el trasero y por mis muslos internos y no se iba.

Y sabía que yo ya estaba mojada.

Esto era porque había sido traviesa.

Y esto era porque eran la una y media de la mañana y por siguiente la última hora y media, había sido el cumpleaños de Joe.

Él no me lo dijo.

Después del facial de Kathleen el miércoles, cuando estábamos charlando, ella pregunto por casualidad:

— ¿Qué le regalarás a Joe por su cumpleaños el domingo?

No sabía que era su cumpleaños. Y estaba tan sorprendida por esto que ni siquiera recuerdo que le dije.

Estaba en pánico.

¿Qué le regalas a un hombre que lo tiene todo o puede comprarlo por sí mismo?

Fui al centro comercial dos veces desde entonces, le compre algunas cosas y ninguna de ellas estaban bien. Ninguna era lo suficientemente buena. Ninguna significaría nada.

Entonces vino a mí. Algo que sabía a él le gustaría.

Era agosto, dos meses y medios después que Joe me reclamó para siempre porque lo dejé. Mi spa abriría en unas semanas. Mi apartamento estaba lleno como un mini-spa porque eso era todo lo que hacía ahí. Mis cosas y algunas de mis ropas se encontraban ahí pero no las necesitaba desde que Joe me había consentido. Nuevos sedosos, camisones con encaje y satinados. Nuevos pantalones. Vestidos para ponerme en Slade cuando fuera. Zapatos. Blusas. Él me ordeno:

—Bota toda esa mierda lejos, nena, te pillo en cualquiera de ellas, y te ganas un trasero rojo. — lo que significaba que mi ropa interior venían en bolsas y bolsas de ropa interior sexi.

Y tenía un auto nuevo. Un Mercedes convertible de dos asientos. Negro. Él dijo que no era para exhibirse, solo algo de clase, pero ciertamente para mí era exhibirse. Tuvimos una discusión. Me negué a aceptarlo. Joe se negó a aceptar negativa. Esto continúo así por un rato. Entonces él se volvió dulce y no pude seguir rechazándolo. Luego él se quejó sobre cuán “jodidamente” difícil era darme “algo”. Luego tuvimos otra discusión porque le informe que un auto no era exactamente “jodidamente algo”, era, “¡Un maldito auto, por todos los cielos, Joe!” (Esa era yo gritándole)

A esto, él estallo en risas lo que hizo enojarme más. Luego él me callo y alejo mi temperamento besándome, aunque eso solo funciono porque le dejé hacerme otras cosas.

Así que ahora tenía una dulce casa, un dulce auto, un dulce Kit y un dulce día de trabajo.

Y una dulce vida.

Y a Joe.

Joe solo me tenía a mí.

Y yo no sabía que más darle.

Excepto esta manera.

Así que planee. Le mande mensajes cuando ya estuviera en el trabajo y le dije que Sandrine había llamado y que saldríamos. La verdad era, yo si salí a tomar algunos tragos solo con ellas dos Sandrine y Vivica. Sin bailar. Sin hombres. Solo las chicas en la parte trasera en una cabina en el rincón, tragos de limón (yo), martinis (Viv) y cosmos (Sandrine). Tomamos un taxi así que estábamos seguras.

Joe llamó cuatro veces a las que no respondí, y dejó dos mensajes.

Así que no quise tomar más de lo que podía manejar, le respondí de regreso dos veces también, diciéndole que no podía escuchar el teléfono sobre la música pero asegurándole que estábamos bien y que conseguiría un taxi.

Luego él me escribió en respuesta un último texto.

Trasero. Casa. Ahora.

Eso fue hace treinta minutos. Estaba empujándolo, lo sabía. Pero yo estaba siendo mala.

Y estaba esperando que tuviera éxito en no abarcar mucho más de lo que podía soportar. Saque mi llave de la cartera, la inserte en la cerradura de Joe, la giré y tome otro profundo respiro para calmarme, deseando haber tomado un último trago de limón para tener coraje antes de entrar.

Apenas había terminado de cerrar la puerta detrás de mí, cuando Joe vistiendo pantalones de traje gris oscuro, zapatos y una camisa a medida entallada del color más profundo, y oscuro frambuesa, vagaba fuera de su estudio.

Me detuve en seco cuando el calor vibrante me golpeó.

—¿Saliste con Sandrine? — susurre él y fue siniestro.

Que inicie el juego, o debería decir continúe el juego.

Sacudí la mano enfrente de mí, empezando a tomar un paso diciendo con ligereza:

—Estábamos bien, cariño.

—Detente… justo… ahí.

Me detuve y me enfoque más en él.

—¿Saliste con Sandrine? — repitió él en su escalofriante susurro.

—Cariño, en serio, solo estábamos…

Él me corto.

—Sin un hombre contigo.

—Como dije, estábamos…

Otra interrupción mientras él cruzaba sus brazos sobre el pecho.

— ¿Recibiste mis mensajes?

—No podía escucharlos sobre la música, — dije suavemente luego ofrecí: —Recibí tus textos.

—Así que sabías que quería tu trasero en casa hace tres horas.

—Joe, nosotras estábamos…

—Vestido y bragas fuera, deja los zapatos, — gruño él y mi vientre cayó.

—¿Qué? — susurré.

—Justo ahí, quítate el maldito vestido, tus bragas y deja los zapatos puestos. Luego lleva tu culo hacia mi estudio y colócate sobre mi escritorio, el culo hacia la puerta.

Mis piernas temblaban y mi vientre se contrajo.

—Joe… — su nombre también se contrajo.

—Tú no quieres, — cortó él. — hacerme decirlo otra vez.

Sostuve sus ojos y él sostuvo los míos.

Presione, por él.

Luego sus brazos empezaron a descruzarse mientras su cuerpo empezaba a moverse y deje caer mi cartera y llaves al suelo.

Luego, con mis ojos todavía en los de él, levante mi vestido lentamente y enganche mis dedos en mis bragas. Luego las empuje abajo, ellas cayeron por mis piernas, la seda y encaje pasando suavemente a través de mí ya sensible piel mientras caían hasta mis tobillos. Salí de ellas y enrosque mis dedos en la seda negra de mi vestido, mordiendo mi labio y empujándolo sobre mi cabeza.

Cuando cayó de mis dedos hacia el suelo, Joe gritó:

—Estudio, — dio media vuelta y se alejó.

Camine con piernas temblorosas hacia el estudio.

De acuerdo, todo bien.

La evidencia estaba sugiriendo que abarque más de lo que podía soportar.

Camine hacia la cálida oficina de madera dorada, directo al escritorio, respirando pesadamente y esperando saber qué demonios estaba haciendo.

Nuestra palabra de seguridad era jirafa. En todo el tiempo que hemos estado juntos, nunca había considerado usarla. Y Joe frecuentemente se inspiraba. Había sido amordazada con un pañuelo y atada con las piernas abiertas en su cama. Había bajado sobre él en su baño de vapor. Él follo mi cara y mi coño mientras estaba atada en cuatro en su cama.

Y ame cada minuto.

Esto, él estaba tan molesto, ese calor vibrante continuando, estaba preocupada.

Quizás debí dejarle ver el hecho de que Viv estaba con nosotras. A él le gustaba ella. Confiaba en ella y decía que tenía una buena cabeza sobre sus hombros.

Con paso vacilante, me posicione y lo hice muy cuidadosamente. El torso hacia su escritorio. Culo fuera, y me asegure de que mis piernas estuvieran tan abiertas como podía cómodamente. Así era como le gustaba a Joe, siempre. Con entrenamiento, aprendí a hacer eso automáticamente cuando lo pedía. No quería olvidarlo ahora.

Lo escuche venir por detrás y presione mis labios juntos mientras presionaba mi mejilla contra algunos papeles sobre su escritorio. Luego rodé mis labios. Sentí una ligera brisa y escuche un ligero zas mientras algo golpeaba el escritorio al lado de mi trasero no me atreví a mirar.

Entonces nada.

Espere, respirando profundo pero fallando en calmar mi creciente pánico.

Más de nada.

Cuando estaba a punto de decir algo, decirle que Viv estaba con nosotros, incluso decirle que este era su regalo de cumpleaños, su mano repentinamente estaba entre mis piernas, tirando ásperamente pero aun así tan gentil como Joe podía. Di un grito ahogado. Luego sentí algo que no sabía lo que era corriendo a través de mi trasero.

—Esta noche te ganaste la correa, nena. — lo escuche decir suavemente.

Oh dios.

9/10

por **jamileth** Sáb 07 Dic 2013, 4:18 pm

¡Oh dios!

Bueno, al menos no era la vara. No estaba lista para eso aun. Viv dijo que dolía como puta madre.

La cosa en mi trasero continúo acariciando mientras Joe se acunaba entre mis piernas y continuaba.

—Esta es nueva. Toda para ti. Abre mientras entro, — murmuró.

Luego su mano se alejó y esa cosa, que sabía era la correa, se deslizó entre mis piernas.

Mis ojos cerrados porque eso se sentía bien.

—Vamos a prepararte, — susurró Joe y mis ojos se abrieron.

Luego la correa se fue y su mano estaba entre mis piernas, dos dedos empujando arriba, apretando y duro yo chille en sorpresa y junto a algo más.

—Mójate, — gruñó. —Fóllate a ti misma en los dedos de papi.

Oh dios. Quería eso.

Así que lo hice.

—Más duro, ________________, tienes que estar lista para recibir los azotes.

Me moví más rápido, más duro, golpeando sus dedos y seguí por un tiempo, con este escalofriante, loco, y caliente movimiento mientras me quejaba.

—Detente, — ordenó pero él continúo dentro de mí. —Quédate quieta, — continúo ordenando mientras su dedo me follaba. —No te muevas al menos que sea para saltar la correa. Bajo ninguna circunstancia, te corras. Sin importar que te haga, nena. Susurrarás “papi” si piensas que te vas a correr. A parte de eso, no hables al menos que te pregunte algo directamente. Entonces respondes inmediatamente. Y sabes cuánto quiero tu respuesta, ________________. Conseguirás más si tengo que recordártelo. ¿Me entiendes?

—Sí, papi.

Sus dedos dejaron de empujar, y ellos empezaron a frotar duro mi clítoris, yo gemí y él susurro.

—Bien, nena.

Luego su mano se alejó y al poco tiempo sabía exactamente sobre lo que Viv estaba hablando.

Esto era bueno. Mejor que su mano dándome nalgadas. Era increíble.

La correa pico, sin duda alguna. Mi culo salto, e hice una mueca. Y el sonido de chasquido contra mi piel solo hicieron las cosas mejor. Pero como cuando él uso su mano, Joe nunca lo dejaba caer en el mismo lugar dos veces en rápida sucesión o incluso cerca. Y él también golpeó a través de mis muslos.

Cada golpe, que la correa daba picaba, y cada escozor se propagaba fuera, el dolor y escozor viajando justo entre mis piernas hasta que estaba consistentemente gimiendo con necesidad. Pero tan aguda como la picadura era, el dolor fue fugaz y desde que él no cubría la misma área repetidamente, se mantuvo fugaz.

Él se detuvo e introdujo su mano entre mis piernas.

—Frótate contra eso, duro, hazte casi correr, — ordenó él e hice lo que me dijeron hasta que estaba casi cerca y luego gemí:

—Papi.

Él se detuvo y la correa estaba de regreso a mí. Más escozor. Más fuego. Mis piernas estaban temblando, mi culo saltando.

Entonces su mano entre mis piernas.

—Arriba ________________, quédate enfrente del escritorio. Rápido, nena.

Me empuje arriba y sentí su cuerpo atrás cerca del mío.

—No ha terminado y no te correrás hasta que te lo permita. ¿Sí?

—Sí, papi, — respire.

Luego se movió y sentí sus manos trabajando en la parte delantera y trasera de mí cuerpo luego sentí algo liso girando alrededor entre mis piernas desde el trasero hasta mi vientre, apretado. Luego estaba frotando atrás y adelante, gentil, rápido, la fricción, me trabajaba, separándome hasta que estaba justo ahí y mi cabeza cayó atrás mientras gemía.

Los labios de Joe se acercaron a mi oreja.

—¿Te gusta tú correa?

Oh sí. Me gustaba mi correa. Joder sí.

—Sí, papi.

—Toma los extremos, delantero y trasero, frótate tú misma. No te corras. Detente si piensas que lo harás.

Asentí y tome los extremos de la correa, delantero y trasero.

—Mantenlos apretados, nena, — ordenó Joe, obedecí y él se apretó contra mí mientras sus manos se movían sobre mí.

Oh dios. Esto era bueno. Esto era increíblemente bueno.

Trabajé con la correa mientras Joe movía sus manos sobre mí, sobre todo mi cuerpo y su boca trabajaba en mi cuello.

Entonces me llevé a mí misma al borde, mi boca jadeando, y me detuve.

—Mi nena, ha sido buena, — Murmuró Joe contra mi cuello. —Dale tiempo, baja y luego continúa.

Le di tiempo, sus manos moviéndose sobre mí y entonces continúe.

—Eso es, hazte llegar otra vez al borde, — susurró él, sus manos moviéndose arriba luego ellas estaban acunando mis senos. —Mírate. Joder, mi nena, es tan malditamente dulce.

Entonces sus dedos estaban en mis pezones, pellizcando, apretando, rodando, tirando.

Pare de mover la correa.

—Sigue frotando, — gruño con un fuerte tirón de mis pezones.

—Papi, — usé la palabra como una advertencia. Estaba cerca.

Él tiro otra vez de mi pezón y se disparó a través de mí, mi cabeza sacudiéndose hacia atrás, golpeando su hombro.

—No te corras, ________________, y continúa haciendo lo mismo.

Oh dios. No podía hacer esto. Iba a correrme.

Pero hice lo que me dijeron.

—Maldición sí, — gruñó en mi cuello, presionando su entrepierna en mi trasero.

—Papi, —me quejé.

Él apretó mis pezones.

—No te corras, nena.

—Papi, — gemí, todavía frotándome.

—No te… corras.

Hice lo que me dijeron y estaba presionando mi cabeza en sus hombros, mordiendo mí labio, voraz cuando gruñó:

—Déjala caer.

Deje caer la correa instantáneamente.

Luego estaba de regreso al escritorio, las manos de Joe detrás de mis rodillas empujándolas arriba y abiertas. Entonces una fue hasta su bragueta. Luego estaba de regreso a mis rodillas e introduciéndose en mí, brutal, salvaje, mis ojos sobre él mientras estaba follándome, su calor en mi cuerpo sacudiéndome sobre su escritorio.

Al tercer empuje, me corrí.

Luego me corrí.

Y me corrí.

Y me corrí.

Y luego perdí la cuenta de cuantas veces me corrí.

Luego con un último, violento empujé, Joe se corrió.

Con los ojos todavía en mí, manos todavía detrás de mis rodillas, él fue de empujar a deslizarse. Luego se hundió profundamente y susurró:

—Ven aquí, nena.

Me incorpore arriba, sus manos fueron a mi culo, mis piernas envueltas alrededor de sus caderas y el me alzó. Mis brazos envueltos alrededor de sus hombros y caminó conmigo a través de la habitación hacia su sofá y luego nos llevó hacia abajo, yo sobre mi espalda, Joe arriba y él hizo toda esta maniobra conectado a mí.

Él quito algo de su peso sobre mí con un antebrazo en el sofá y su otra mano vino a mi cara, sus dedos acariciando mi mandíbula, mis mejillas, sus ojos sobre mí y él pregunto gentilmente:

—¿Estás bien?

—Feliz Cumpleaños, — susurré y él parpadeó.

Luego el susurró:

— ¿Qué?

—Kathleen me dijo, — compartí. —No estaba en un club. Estaba con Sandrine pero también estaba con Vivica. Estábamos en un bar. En un reservado al fondo. Nadie ni siquiera podía vernos. No bailamos. Nada. Solo nosotras las chicas. Tomamos un taxi así nadie manejaría borracha. Y Rhashan estaba al tanto de la sorpresa, más o menos, no conocía los detalles, él solo sabía que era una actuación para un regalo sorpresa para ti y él supo donde estuvimos todo el tiempo.

Él se me quedo mirando y siguió así un largo tiempo, sin dejar ver nada.

Así que continúe suavemente y ahora insegura:

—No sabía que regalarte.

—Mierda, — finalmente murmuró.

—¿Joe?

—Mierda, — repitió.

—Estuve… ¿Estuvo eso bien?

Él enterró su cara en mi cuello y gruñó:

—Mierda. Joder. Joder. — no sabía que hacer al respecto.

—¿Joe? — pregunté.

Su cabeza se alzó.

—Sí, — dijo con voz entrecortada. —Sí, ________________, nena, mierda, nena. Sí, eso estuvo malditamente bien. Eso fue malditamente hermoso lo que me diste.

Lo fue. Él creía eso. Lo que le di significó algo para él.

Significaba mucho. Lágrimas llenaron mis ojos.

—Joe, — susurré.

—Joder, — él susurró de regreso, mirándome, sus ojos ardiendo porque su corazón estaba latiendo allí.

Dios.

Hermoso.

Sonreí, incline mi cabeza, y con los labios cerca de los de él, susurré.

—Y aún no he terminado.

—Joder, — repitió él y sonrío ampliamente.

—Pero necesitas quitarte encima de mí— vi sus ojos cerrarse lentamente y luego observé como emoción pasaba sobre sus rasgos.

E hice eso fascinada.

Dios.

Hermoso.

10/10

bueno chicas aqui aca la maraton :D
fue un gusto subirles...
si veo muchos pero muchos comentarios subo 4 caps mas :D
bueno cuidense bayyy
:bye:

por **chelis** Sáb 07 Dic 2013, 4:44 pm

cielos;!!!!!!.... La rayiss se lucio!!!....

por **chelis** Sáb 07 Dic 2013, 4:46 pm

que regalo mas original!!!!!.... Joe se lo merecia!!!!..... aaaaaahhh pon el que sigue!!

por **Mili Malik** Sáb 07 Dic 2013, 5:35 pm

Rayis siempre tan inteligente. La adoro! (Como todas somos rayis tambien me adoro a mi misma...)

Awww! A Joe le gusto que la rayis fuera una nena mala...

SEGUILA!

por **chelis** Sáb 07 Dic 2013, 5:47 pm

otroooo

por **aranzhitha** Dom 08 Dic 2013, 9:01 am

oww Joe es un amor!
Le regalo un spa!!
Pero el regalo de la rayiz estuvo mejor!!
Siguela!!

por **chelis** Dom 08 Dic 2013, 10:31 am

:wut: :wut:

por **aranzhitha** Dom 08 Dic 2013, 12:13 pm

siguela!!

por **chelis** Dom 08 Dic 2013, 2:40 pm

otroooo

por **jamileth** Dom 08 Dic 2013, 4:31 pm

Luego él toco su boca con la mía, se deslizo fuera y se levantó de mí, empujándome arriba con él. Me sostuvo cerca con un brazo alrededor de mi cintura mientras me estabilizaba sobre mis pies.

Luego cuando le lancé una sonrisa, él murmuró:

—Camisón, nena, escritorio. — así que ese era el suave silbido.

Mi hombre, incluso molesto, él siempre recordaba cuidar de mí.

Mi sonrisa se volvió más amplia.

Luego fui a su escritorio tiré del camisón de seda rojo corto de encaje con las ranuras altas a los costados que Joe había comprado para mí por encima de mi cabeza. Le lancé otra sonrisa mientras caminaba fuera para ver que él todavía estaba de pie cerca del sofá, él ajusto sus pantalones y sus ojos estaban en mí.

En el minuto que supe había perdido la vista de mí, me moví rápido.

Lo tenía todo planeado y lo puse en marcha rápidamente. Limpié y me quite los zapatos. Luego agarre la bolsa de regalos envueltos. Luego fui a donde había escondido el elaborado pastel comprado en tienda, tome las velas y encendedor. Coloque las velas y las encendí. Luego balanceé el pastel en ambas manos con la bolsa de regalos colgando. Y fui de regreso a su estudio.

Joe estaba sentado, su trasero en el escritorio donde yo había pasado una cantidad de tiempo memorable, piernas estiradas enfrente de él, los ojos hacia sus pies cruzados, manos a los lados, dedos curvados alrededor del borde del escritorio pero su cabeza se alzó cuando camine dentro cargando el pastel.

Sus ojos fueron al pastel luego a mí e instantáneamente su cara se volvió suave y sus ojos cálidos pero sorprendidos y definitivamente complacido.

Totalmente hermoso.

—Jesús, nena, — él susurró mientras caminaba hacia él.

Me detuve enfrente de él.

—Feliz Cumpleaños, amor.

Sus ojos se quedaron fijos en los míos.

—________________.

Espere. Él no dijo más nada.

—Pide un deseo y sopla tus velas, cariño, — susurré.

Su cuerpo no se movió y sus ojos tampoco lo hicieron.

—Pide un deseo, Joe.

Entonces sus ojos se movieron, escaneando mi cara, bajando mi cuerpo, el pastel, más de mí y de regreso a mis ojos.

—Cariño, las velas van a apagarse, — le señale con una sonrisa.

—Déjalas, — replicó él. —No hay nada que quiera. Todo lo que quiero está de pie, justo enfrente de mí.

Oh.

Dios

Mío.

Mi nariz picó y mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Por favor, — suplique suavemente, —Sopla las velas, Joe.

Él sostuvo mí mirada. Una lágrima salió del ojo izquierdo, seguida por otra de mi ojo derecho. Luego él se inclinó hacia adelante y soplo las velas.

—Gracias, — susurré.

Él agarró el pastel y lo colocó en el escritorio. Luego el saco la bolsa de mí mano y la lanzó en una de las sillas cerca. Entonces él tiró de mí entre sus piernas, en sus brazos, haciéndolo bruscamente, sosteniéndome apretadamente, un brazo alrededor de mi cintura, una mano en mi cabello, su boca aplastada en la mía y él la saqueó.

Me derretí en él, mis brazos serpenteando alrededor de él y lo dejé.

Él dejó ir mis labios, mi cabeza se movió de nuevo una pulgada atrás y su mano se deslizó alrededor para acariciar mi mandíbula, su pulgar moviéndose a través de mi mejilla izquierda mojada por la lágrima.

—No llores por mí, ________________, jamás llores por mí, — murmuró él.

—¿Es esa una orden? — bromeé y sus ojos fueron de su pulgar a mis ojos.

—Sí.

Mis brazos se deslizaron de alrededor de él así mis manos podían curvarse alrededor de su cuello y me puse de puntillas así podía tocar mi frente con la de él.

—Tragos de limón, — murmuró él y sonreí.

Él recordaba.

Dios, amaba a este hombre.

—Alabado dios por defectuosos, baratos celulares, — murmuré. Él cuerpo de Joe dio una pequeña sacudida y luego ambos brazos se cerraron fuerte alrededor de mí mientras él estallaba en risas.

* * * * *

—¿Así que, cual regalo te gusto más?

Yo estaba ávida por información, descansando en la cama en mi camisón al lado más que todo encima de Joe, recostada en su antebrazo y en su pecho, sonriendo a su cara.

—Uh… ¿En serio? ¿Estás preguntando esa mierda?

—Escalofriante, loco, caliente castigo y resultante de escalofriante, loco, caliente, dura follada no está incluido, — modifique mi pregunta y el brazo de Joe se curvo alrededor de mi cintura apretadamente mientras se reía.

Entonces respondió.

—La camiseta negra de Black Sabbath*.

(Es una banda británica de heavy metal formada en 1968 en Birmingham por Tony Iommi (guitarra), Ozzy Osbourne (voz), Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería))

Incline mi cabeza a un lado y pregunte.

—¿No la biografía de Beethoven?

—Nena, no tengo tiempo para leer.

—Pero te gusta su música.

—¿Qué?

—Estaba sonando en tú oficina cuando tú, um… me llevaste esa primera vez.

Él me estudió pero podía decir que él estaba remontándose atrás luego su cara se volvió suave y pregunto en voz baja:

— ¿Recuerdas eso?

Sentí mí cara volverse suave también y susurré:

—Recuerdo todo.

Su mano se deslizo a mi lado mientras su brazo me apretaba fuerte otra vez. Él murmuro:

—Nena. — Me acerque más y él termino, —Pero ese era Bach.

Fui yo quien parpadeó entonces me reí y pregunte:

— ¿En serio?

—Sí.

—Bueno, como sea, — murmure entonces ofrecí, —Sí tu no lees, yo lo haré. En voz alta. En la cama. Para ti. — sonreí. —Desnuda.

Él sonrío de regreso y comento.

—Apuesto que eso hará a Beethoven interesante.

—Leí la cubierta de la portada. Él ya es interesante. O lo era.

—Puedes hacerlo, nena, pero lo haces desnuda, y no escuchare una maldita palabra sin importar cuan interesante sea.

—Entonces quizás debería ponerme un enterito para la nieve, — sugerí, sus brazos otra vez cerrados alrededor de mí mientras estallaba en risa y me rodaba sobre mi espalda.

Luego se alzó, su mano viniendo a mi cara para trazar ligeramente a lo largo de mi piel sus ojos nunca dejando los míos.

—El mejor cumpleaños jamás, — murmuro él.

Mi vientre se fundió, y mis brazos serpentearon alrededor de él y susurre:

—Oh, cariño.

Sus manos dejaron de recorrerme, se deslizaron en mi cabello mientras él compartía:

—Incluso antes de que Carl viniera a mi vida. Mama hizo su esfuerzo, cada año. Salíamos todos, buscaba algunas de sus chicas para ayudar. Carl estaba ahí, se volvía mejor. Pero este fue el mejor.

De repente, mi nariz empezó a escocer, esto significaba tanto para mí susurre en un feroz susurro:

—Bien, me alegra. Eso es lo quería darte, eso es lo quería para ti. Y desde que me enteré el miércoles que hoy era tu cumpleaños, había estado en pánico porque no tenía idea que hacer para que fuera especial para ti. Así que estoy feliz que lo encontré y pude dártelo.

—Jesús, joder, mierda, — susurró él de regreso, sus ojos abrazadores mirando los míos.

—Te quiero, Joe, — continúe susurrando luego mis labios se curvaron y continúe. —Y las buenas noticias es, que apenas es tu cumpleaños. Tendrás un desayuno de cumpleaños, almuerzo de cumpleaños y cena de cumpleaños al que esperar. Lo tengo todo planificado e hice todo un mercado de víveres así que ya la comida está aquí. Y te haré un pastel casero, no esa cosa comprada en una tienda que lleve a tu estudio. Conseguí eso solo para que la presentación fuera buena. Y desde que es domingo y te tengo todo el día, me tienes a mí todo el día, lo que sea que quieras, cuando lo quieras, lo que sea que quieras hacer conmigo.

Estaba tan ocupada soltando todo, que no note su reacción hasta que su mano se deslizo en mi cabello, hecho puño y su boca se acercó a la mía.

—Cállate, ________________, — dijo en un murmullo.

—De acuerdo, — respire, mirando hacia sus ardientes ojos.

—Necesitas dormir porque voy a comer tú desayuno, almuerzo, cena y pastel de cumpleaños y voy a hacértelo en todas las maneras que puedo pensar en hacértelo y necesitas estar preparada.

—De aa…— fue inestable y continúo inestable cuando termine. —cuerdo.

Su puño en mi cabello se relajó y regreso a medio centímetro.

—Te quiero, nena.

—Y yo te quiero a ti, cariño.

—No, — declaró él firmemente, sus ojos fijos en los míos. —Te amo, nena.

Oh dios.

Oh dios.

Contuve el aliento para que mi nariz parara el escozor (¡otra vez!) Y luego deslicé una mano en el pecho, arriba, sintiendo el cabello abrasivo, pero impresionante, en contra de mi piel hasta que estaba pasando los dedos curvados alrededor de su mandíbula.

Luego susurré:

—Y yo… te amo… cariño.

Él dejo caer su cabeza y me beso, mojado y dulce. Luego se elevó, estirándose a través de mí hasta mi mesita de noche para apagar mí luz. Luego hacia la de él para apagarla. Luego rodo de regreso a mí y curvó su cuerpo hacia el mío, su brazo envuelto apretadamente alrededor de mi vientre, empujándome cerca.

Suspire, me acurruque y relaje en él.

Mis parpados estaban cayendo cuando el llamo suavemente.

— ¿Nena?

—¿Sí?

Su mano se deslizo arriba y se enrollo fuerte alrededor de mi seno. Mis parpados se cerraron por una razón diferente.

—Sales otra vez, no importa a donde o con quien, sin un hombre contigo, y será azote con vara.

Oh mí.

—¿Me entiendes? — pregunto.

—Entiendo, — susurré.

—No es broma, nena.

—Okey, Joe.

Su mano se relajó pero no se movió.

Mi cuerpo se relajó también. Luego murmuré, —Buenas noches, cariño. Feliz cumpleaños.

—Deja de hablar y vete a dormir, nena, — fue su respuesta.

Solté una risita. Luego cerca de dos minutos después, hice lo que me dijeron.

bueno aqui acaba el cap :D
joe es tan ahhh lo amo!!!
bueno cuidense y gracias por comentar :D bay
:bye:

por **chelis** Dom 08 Dic 2013, 5:58 pm

Aaaaaaaahhhhh!!!!!!...... Yo quede a un nene como ese!!!

por **aranzhitha** Lun 09 Dic 2013, 6:34 am

aww y como no amarlo!!
Siguela!!

por **chelis** Lun 09 Dic 2013, 9:14 am

:wut: :wut:

por **aranzhitha** Lun 09 Dic 2013, 10:38 am

siguela!

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