Revelations (Unearthly #2) (Joe Jonas)

por **xlivelikeitsnowornever** Mar 14 Ene 2014, 6:21 pm

Nombre: Revelations
Autor: Yo.
Adaptación: No.
Genero: Drama/Romance/paranormal
Advertencias: Mal lenguaje. Contenido que quizá sea considerado violento (peleas). La reseña tiene spoilers de la primera parte. Va a ser narrado desde dos puntos de vista (Joe y Skylar)
Otras páginas: Nop.

Reseña

Todo fue una trampa.

Agarraron a Joe.

Pero Skylar no se quedará tranquila hasta tenerlo de vuelta.

No importa lo que se interponga.

Y lo que parece un simple rescate, hará que los secretos aun guardados, salgan a la luz.

Las revelaciones serán de otro mundo.

Ustedes me dicen si subo ;)

por **chelis** Mar 14 Ene 2014, 6:48 pm

Suuubeeeee!!!!.... Porfiiisss!!!.... Pooorrrfiiissss!!!!...

por **chelis** Mar 14 Ene 2014, 6:51 pm

;);)... Okiiissss!!!!..... Jejejeje

por **xlivelikeitsnowornever** Miér 15 Ene 2014, 5:57 pm

chelis escribió:Suuubeeeee!!!!.... Porfiiisss!!!.... Pooorrrfiiissss!!!!...

Aquí vengo :D

por **xlivelikeitsnowornever** Miér 15 Ene 2014, 5:58 pm

Capítulo 1

Joe

Su recuerdo es lo que me mantiene vivo.

A veces creo escucharla, aunque sé que es solo un espejismo, un sucio juego de mi mente; yo creo que ella está aquí junto a mí, pretendo por un momento que está sentada a mi lado, abrazándome y brindándome su calor tan acogedor. Me dejo cegar como un hombre en el desierto buscando por agua y que cree en un espejismo que no es más que arena. Que no es más que una mentira que cree realidad, porque eso le da esperanzas por un momento y le hace seguir buscando por la verdadera fuente de agua.

La puerta se abre. Mi cabeza se levanta en dirección a la puerta. Cada vez que oigo como el cerrojo se abre, mi corazón se salta un latido. La mayoría de las veces, no se trata de nada bueno.

— Levántate, es tú turno — grita el hombre. Es el mismo guardia que me ha estado cuidando desde el comienzo de esta tortura—. ¡He dicho que te levantes! — da un paso hacia adelante, en forma amenazadora. Levanto los brazos cuando él me apunta con su pistola, demostrándole que haré caso a sus instrucciones.

Aunque a veces desearía que me dé un disparo y todo acabe. Pero no me daría ese gusto. Mamá me necesita. Skylar me necesita. No les puedo fallar.

Y sé que no me dañarán. No querrán arruinar a su rata de laboratorio.

Me levanto con lentitud, estoy tan débil que siento que mi cuerpo pesa el doble. No he querido comer. Como únicamente cuando estoy tan hambriento que acepto la comida de aquel hombre que se hacía llamar mi padre.

Siempre he estado paranoico ante la idea de que él haya puesto algo en mi comida.

Y a mí abstinencia de comida, debía sumarle el hecho de que paso por scanners, análisis y sacadas de sangre casi día por medio.

— Apúrate, marciano — se burla el guardia. Le doy una mirada. No soy un marciano, no vengo de Marte. Y ni siquiera soy completamente alíen, soy un híbrido.

Camino fuera de la habitación, sin rebatir las ignorantes palabras del guardia.

Mis pies descalzos se arrastran por los pasillos brillantes y blancos. Sé a dónde vamos, y eso me hace querer ir a un ritmo mucho más lento.

— Muévete — grita el guardia, prácticamente en mi oído. Le doy una mirada de advertencia, aunque sé que el gorila me dará mucho antes de que yo pueda reaccionar.

Él abre la puerta y yo me quedo un momento allí. Luego, aquel hombre que se hacía llamar mi padre, aparece en la habitación y con un gesto en la mano me invita a entrar.

Doy dos pasos dentro y la puerta se cierra, fuerte, como si me dijera que no hay salida.

Y de hecho, no la hay.

— A la camilla — dice él, mientras toma una jeringa con un suero transparente. Avanzo hasta la camilla y me recuesto allí, las luces me dan de frente en los ojos, debo taparlos con mi antebrazo. El hombre mueve las luces y puedo quitar mi antebrazo de mi frente.

— ¿Qué me harás hoy? — Pregunto, él se da la media vuelta, dándome la espalda mientras anota algo.

— No has estado comiendo — declara y tiene un eco en la habitación—. Debes comer. Según lo que he estudiado, tú organismo se sana a sí mismo por las proteínas y calorías que adquieres de la comida.

Debe ser un chiste.

— No es de esa forma. Mi organismo necesita proteínas y calorías porque soy humano — respondo a su estúpida teoría.

— ¡No eres humano! — Grita fuera de sí y golpea el mesón con fuerza.

— Deja de torturarme, soy tú hijo — grito y él se da la media vuelta. Sus ojos están mirándome como si pudieran aniquilarme, su cuerpo tiembla de rabia, su rostro está rojo y una vena resalta en su frente.

— No eres mi hijo. Jamás lo has sido y jamás lo serás — su tono es tan venenoso que me produce escalofríos. Él aprieta un botón y mis muñecas y tobillos están amarrados por grilletes de acero. Avanza hasta su escritorio y aprieta el citofono allí—. Jack, puedes entrar.

La puerta se abre, un hombre vestido con una bata blanca entra en la habitación.

— Empecemos.

Skylar

Una línea más hecha con mi uña en la muralla de la cabaña.

Ni siquiera quería detenerme a contarlas, porque sabía que me frustraría saber el número final.

Miro alrededor, papá está sentado en un lado, leyendo un libro de astronomía mientras mamá teje.

— ¿No me dejarán ir por él? ¿Dejarán que muera allí? — les encaro. Papá levanta la vista de la revista. Mamá detiene su tejido y mira a un costado—. ¡Mírenme a los ojos si me lo van a negar!

— No queremos perderte. No ahora que estamos los tres — responde mamá con voz calma.

— Ayúdenme, entonces — ruego. Ellos deben correr su vista—. Él lo dio todo por mí.

— No, Skylar. Y es todo lo que hablaremos — termina papá. Lo miro sin poder creerlo.

— ¡El salvó tú vida y la mía! — Grito fuera de mí—. Los tres somos poderosos juntos. No seré como mamá y me quedaré haciendo nada y esperando algún milagro — encaro.

— No, y es todo — responde mirándome molesta.

Me siento en el suelo, en la esquina de la cabaña. Abrazo mis piernas y hundo mi rostro en ellas. Todo está mal, completamente mal y yo estoy aquí sin hacer nada.

Quizá, si podía ir al baño y lo quemaba, podría huir. Si tan solo supiera donde estoy.

A la mierda con todo.

Me levanto decidida. No iré con nada más que mis poderes. Yo y ellos, contra todo lo que se interponga en el camino entre Joe y yo.

— ¿Dónde vas? — Pregunta mamá.

— Al baño. ¿Me prohibirás ir al baño? — Cuestiono y ella rueda los ojos mientras suspira y vuelve a su tejido. Le doy una mirada a mi papá. Nuestros ojos se encuentran y algo en su mirada me dice que sabe lo que haré, y que en cierta forma lo aprueba. Me está invitando implícitamente a hacer lo que creo correcto.

Me meto al baño, trato de abrir la ventana con cuidado, pero está bloqueada.

Las cadenas de fuera hacen un ruido y pronto tengo a mamá tocando la puerta, exigiéndome abrirla.

Traté de hacerlo por el buen camino.

Doy un paso atrás, me concentro y luego el fuego está en mis manos. Lo lanzo contra la ventana y esta se hace trizas. La muralla cae, convertida en cenizas. Los gritos de mi mamá son más fuertes que el sonido de todo quemándose.

Pero no la oigo.

Me concentro en que cada célula de mi cuerpo se convierta en fuego y corro a gran velocidad, colina a bajo, hasta que tengo el impulso suficiente para saltar en el cielo y poder sobrevolar la ciudad.

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:)

por ***annie d' jonas*** Jue 16 Ene 2014, 8:55 am

mmmmmmmmmmm.... estoy tan triste que quiero llorar
pobre joe pero el tiene la culpa por no decirle nada, ojala y sky lo rescate

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 16 Ene 2014, 1:24 pm

*annie d' jonas* escribió:mmmmmmmmmmm.... estoy tan triste que quiero llorar
pobre joe pero el tiene la culpa por no decirle nada, ojala y sky lo rescate

Nooo, no llores. Me siento mala persona.

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 16 Ene 2014, 1:26 pm

Capítulo 2

Skylar

Aterrizo, arrastrando un poco de tierra quemada bajo mis botas. Miro alrededor y no reconozco nada. ¿Dónde mierda me trajeron?

Veo las luces de la ciudad a lo lejos y camino arrastrando mis pies.

Hay un restaurant, de esos que atienden día y noche. Estoy en medio de una carretera, al parecer, ya que hay varios camiones en la entrada.

Camino dentro del restaurant y una mujer dirige su mirada hacia mí, termina de servir café y deja la cafetera a un lado.

— ¿Dónde estoy? — Pregunto y las cinco personas que están allí se voltean a verme—. ¿Qué estado?

— Idaho.

Estoy en Idaho y Joe está en Nuevo México. ¿Cuánto impulso necesitaría para recorrer todos esos kilómetros rápido?

— Quiero una hamburguesa. Grande — digo y reviso mis bolsillos. La mujer que me dio la mirada cuando entré, sacude su cabeza y luego se mete en la cocina. Me siento junto a un camionero y él me mira de soslayo.

La mujer con el gran peinado, el cabello rojo como el fuego y el traje rosado me tiende una hamburguesa doble. La miro sin entender y ella sacude la cabeza, para que yo no diga nada.

El cabello rojo.

Ella debe ser una de los nuestros. Una mesera es una alien que me está ayudando.

No dudo antes de darle una mordida.

— ¿Y tus padres? — Pregunta el camionero. Le doy una mirada mientras enarco una ceja.

— ¿Y los tuyos? — Pregunto de vuelta. Un hombre que está junto a él ríe.

— ¿Cómo comes tanto? — Pregunta.

— ¿Cómo lo haces tú?

— ¿Será de esta forma?

— ¿Así lo quieres?

— Suficiente — una voz de mujer nos detiene. Es la mesera—. Termina eso rápido, chica.

Me como la hamburguesa tan rápido que los hombres parpadean con fuerza para verificar que realmente lo hice. Salto fuera del taburete y miro a la mesera.

— Aquí — me toma por el brazo y salimos fuera del local. Es de noche, está helando—. ¿Qué hace alguien como tú en Idaho? — cuestiona con voz seria—. ¿Te enviaron a matarme? ¿A capturarme?

— No, señora — respondo enseguida, sacudiendo mi cabeza—. Estoy aquí porque vengo huyendo.

— ¿De quienes? ¿Hay captores en Idaho? — Pregunta paranoica, mirando a todas partes—. Te van a seguir y…

— Son mis padres, que son… Especiales, también — respondo tratando de tranquilizarla, lo que menos necesito en este momento es una alien loca lanzándome bolas de fuego—. Vengo huyendo porque me tenían cautiva. No quieren que vaya a Nuevo Mexico a buscar a mi novio — comento mientras miro el cielo, tratando de idenfiticar constelaciones que puedan guiarme. Cosa que es algo inútil, desde que no sé en que parte de Idaho estoy—. ¿Puedes decirme hacia dónde está Nuevo Mexico?

— ¿Arriesgarás tú vida por un chico? — Pregunta tomándome por el brazo. Miro su agarre y luego su rostro—. No lo vale, chica. Mejor vuelve con tus padres y quédate tranquila — aconseja inútilmente, ya que no escucharé.

— No me quedaré tranquila mientras lo torturan. Sé que está mal porque no tiene el mismo aguante que nosotros, él es un híbrido — digo y ella suelta mi brazo—. Me necesita. No lo dejaré allí. Él me salvó y ahora le devolveré la mano — declaro decidida.

La mujer mira al cielo, luego de vuelta a mí.

— Hacia allá — apunta—. Buena suerte — dice y se da la media vuelta, se mete al restaurant y yo me encamino al bosque, para que nadie me vea convirtiéndome en un fuego andante.

Joe

Mi cuerpo tiembla como gelatina. Todo mi cuerpo está sudado y duele, todo duele.

Lo peor de todo es que estoy más despierto, más consciente que nunca.

— Adentro — grita el guardia y se oye mil veces más fuerte. Me empuja y caigo sobre mis rodillas. Escucho la puerta cerrarse y debo apoyar las palmas de mis manos en el suelo para no caer allí. Mantengo el peso un momento y luego mis brazos ceden.

Estoy en el frío suelo, y de alguna forma se siente bien. Cierro los ojos y apoyo mi mejilla en el suelo.

Escucho las botas militares resonar contra el suelo y me arrastro hasta mi rincón. Me siento allí como puedo.

Las botas se detienen frente a mi puerta y luego se abre.

— Tienes que comer — una mujer entra. Mi corazón se detiene un momento, porque en su rostro veo a Skylar. Ella camina hasta mí y se sienta a mi lado—. Sé que es complicado, pero…

— ¿Te mandaron para tratar de convencerme de comer? — Pregunto a la defensiva. Ella no es Skylar, no lo es.

— Tienes que hacerlo, Joe — pide y todo es borroso. Apoyo mi cabeza contra la muralla. Ella suena como Skylar.

— No, no tengo.

— Vamos, Joe. Un bocado. Te gustará.

— Preferiría besarte — digo mirándola, ladeo mi cabeza un poco. Sigue apoyada en la muralla pero tengo una mejor visión de ella.

— ¿Lo quieres de esa forma? Porque podría pasar, si no tuviera miedo de que a la mitad del beso te desmayes por el hambre — levanta un sándwich y mi estómago grita. Se ve apetitoso. Relamo mis labios. Comeré el sándwich, haré feliz a mi estómago y besaré a Skylar.

— ¿Por qué estás aquí? — pregunto—. Yo te salvé de venir a acá, ¿Cuál es la idea de que estés aquí?

— Estoy aquí para salvarte. Estoy pretendiendo ser parte del grupo para ello.

A través de mi locura, oigo lo mal que suena eso.

— Ellos te tendrían como un experimento si te hubieses entregado.

— Lo soy. Trabajo para ellos.

— No, Skylar. Tú tienes que ser libre.

— ¿Qué clase de libertad es no tenerte a mi lado? — mi garganta es aplastada por un nudo de sentimientos. La amo de la misma forma. La amo—. Vamos, come — pide y me tiende el sándwich. Lo acepto y me quedo mirándolo.

— ¿Lo preparaste tú? — Pregunto y ella asiente emocionada.

— Tomate, lechuga, mayonesa y un poco de carne. Tú favorito.

Sí, seguro. Skylar sabe que me gustan las hamburguesas de carne y queso.

— Soy vegetariano.

Ella parpadea varias veces. La miro a los ojos. No encuentro el resplandor cósmico.

— ¡Dejen de hacer esto! — grito y lanzo la bandeja lejos—. Ya me tienen aquí, ¿no es suficiente? — grito a las cámaras, incluso si sé que no hay sonido. La chica se levanta.

— ¡Joe, detente! ¡Soy Skylar! ¡Joe! — grita desesperada.

— ¡No eres Skylar! — camino hasta ella y la agarro por los brazos—. ¿Qué o quién eres?

— Skylar — sostiene.

— Bien, Skylar — digo y suelto un poco el agarre. Ella parece creer que me he calmado—. ¿Por qué no recordaste que soy vegetariano? — Una vil, vil mentira.

— No lo eres. No lo eres — dice cortadamente. Sus ojos están llenos de lágrimas.

— ¿Dónde está mi tatuaje? — Pregunto.

— Jamás me dijiste de un tatuaje.

— Lo sabes. Tienes el mismo.

— Lo tienes en el costado — responde. Entrecierro mis ojos. ¿Primero no sabe y ahora está segura?

— ¿Qué costado?

— Izquierdo — me acerco más a ella, casi empujando su cuerpo con el mío.

— Error.

Tomo a “Skylar” y la lanzo contra la muralla. Unos ojos verdes me miran desde allá y el cuerpo pierde todo color, volviéndose algo transparente.

La puerta se abre y varios hombres entran. La chica transparente me mira, mientras los hombres la sacan escoltada de allí.

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:O

por **chelis** Jue 16 Ene 2014, 7:02 pm

;););)

por **chelis** Jue 16 Ene 2014, 7:35 pm

aaaaaaaaaAAAHHH!!!.. POBRE DE JOEEEEE!!!!!..... OJALA Y LO SALVE LA RAYIS!!!!!

por ***annie d' jonas*** Dom 19 Ene 2014, 9:52 pm

Sigueeee no llorare lo juro :lloro:
Pero sigue

por **xlivelikeitsnowornever** Lun 20 Ene 2014, 6:23 pm

Capítulo 3

Skylar

El cielo luce oscuro esta noche. No hay muchas estrellas.

A veces miro allá, al espacio y trato de imaginar cómo sería vivir allá, en mi lugar de origen.

Un estallido revienta en mi pierna y me hace perder el fuego. Caigo en círculos, gritando como loca.

Caigo sobre un árbol y me deslizo entre las ramas, pero por efecto de mis reflejos, puedo agarrarme de una de ellas.

— Baja de allí, fogata andante — miro hacia abajo y un chico de mi edad está mirando desde allí—. Hazlo o te arrepentirás.

Me acomodo mientras bajo, luego salto lo último al suelo y lo miro.

— ¿Qué quieres?

— ¿Por qué tan molesta? — pregunta divertido con las manos en los bolsillos mientras se balancea hacia adelante y atrás.

Apunto con obviedad a mi pierna, donde mi jean tiene un agujero.

— Era una roca — gimotea.

— ¿Qué quieres de mí?

— ¿A dónde vas? — Sonríe.

— No te interesa — comienzo a caminar a través del bosque, hasta un lago—. ¿Dónde estoy?

— Utah.

— Utah, genial — sonrío irónicamente.

— ¿Hace cuánto vienes volando? ¿De dónde? — pregunta mientras mojo mi rostro.

— No te interesa, niño. Deja de molestar a la gente que pasa — le digo molesta.

Su sonrisa se borra.

— He estado esperando toparme con alguien como yo desde hace mucho — comenta y sé que vendrá algo que me hará sentir mal—. Mis padres me echaron de casa. Ellos me dijeron que yo era adoptado, así que supongo que nunca conoceré a mis padres y jamás entenderé por qué puedo hacer levitar cosas — mueve un hombro.

— ¿Has estado levitando cosas desde…?

— Dos años. He estado esperando encontrar a alguien. Estaba practicando la levitación de la roca y quise tirártela porque pensé que eras un cometa.

Un cometa. Fantástico.

— ¿Y qué quieres de mí?

— Explícame — pide.

— Debo ir a Nuevo Mexico, con urgencia.

— Te acompaño.

— No — lo detengo—. No debes, saldrás herido. Lo que estoy haciendo es una misión suicida en la que no quiero involucrar a nadie.

— ¿Crees que dañaría a alguien que yo muriese? — Pregunta y aquello me deja sin palabras—. Mis padres me echaron, la gente me teme. Quiero usar mis poderes para algo bueno y si logro hacerlo, moriré feliz.

— Debe ser una broma — murmuro.

— Por favor. Te serviré levitando. Puedo lanzar cosas lejos. Y cosas pesadas. Una vez moví un camión como si fuera una pluma y mira — sus manos se mueven hacia el lago, el agua comienza a agitarse y él hace un ademan con las manos, hasta que el agua, toda el agua del lago sale de este y parece como si estuviera enfrascada o algo. Puedo ver a los peces nadando y como el agua se mueve estática en el aire—. ¿Qué te parece? — Pregunta y devuelve el agua al lago.

— Chico…

— Leo, mi nombre es Leo — interrumpe.

— Leo — comienzo de nuevo—. No quiero que hagas esto.

— Te seguiré — promete.

— ¿Cómo? Tú no puedes volar como yo. Eso entorpecerá todo.

— No puedo volar, pero sí levitar — sonríe—. Puedo seguirte.

Suspiro, debo haberme vuelto loca.

— Estás delgado, Leo — digo mirándolo—. Y tengo hambre. ¿Dónde puedo comer?

— Hay algo más allá, pero no te podré acompañar.

— ¿Por qué no? ¿No dijiste que me seguirías? — digo divertida mientras comienzo a caminar. En mis bolsillos tengo algo de dinero.

— La gente del pueblo me tiene miedo — me dice—. Si apareces conmigo, te tendrán miedo.

— Eso es divertido — comento despreocupada.

— No cuando te siguen con antorchas — lo miro de soslayo. Salimos del bosque por fin y veo el lugar a unos pasos más allá. Si tenía suerte, podría comprar algo decente para tener energías de aquí hasta Nuevo Mexico, de todas formas, no era tanto.

— Eso me da energías. Atrapo todo el fuego que pongas a mi alrededor.

— ¿Cómo cocinas? — Pregunta anonadado.

— No lo hago — respondo y empujo la puerta del restaurant.

Joe

La puerta se abre. El guardia aparece. Me levanto de mi rincón y arrastro mis pies una vez más fuera de la habitación.

Entro a la misma sala que el día de ayer.

Pienso una y otra vez en la chica y lo que habrá sido de ella. Incluso si quiero culparla por lo que hizo, no puedo; entiendo su situación y en su lugar, probablemente hubiera hecho lo mismo.

— No has comido — dice él. Ni siquiera sé cómo llamarlo: papá, señor o científico loco. Creo que me quedaré con señor porque ahorra saliva.

— No, señor — respondo y él se voltea a mirarme. Está revisando unos papeles.

— Estás seis kilos bajo lo normal — me cuenta mientras avanza por las hojas—. Necesito que te alimentes o me obligarás a amarrarte y alimentarte por una vía intravenosa.

— Entendido.

— Joe — dice y casi se escucha como mi padre. Se sienta en la camilla y me mira—. No quiero matarte, simplemente examinar qué clase de peligro eres.

— No soy un peligro.

— Lo eres. Puedes encenderte — dice seguro—. Quiero descubrir cómo transformar tú sangre híbrida a una completamente humana. Así podrás ser normal.

— Soy normal — susurro.

— No lo eres. Eres alguna cosa fallida — aunque lo odio, me duele oírlo tratarme de esta forma—. Además, ayer tuviste una actitud descontrolada con la alien.

— Tú sabes por qué me descontrolé. No fue porque soy un híbrido — respondo mirándolo mal. Él sonríe.

— Tú vida, por la de Skylar. La encontraremos de todas formas. Y cuando el suero funcione, la convertiré en humana.

— Estás probando en alguien que tiene mitad sangre humana.

— Estoy probando en ti y en diez más.

Trago fuerte. Hay diez personas más en este lugar que tienen que pasar por mí mismo suplicio.

— Entre ellos, algunos aliens. Otros híbridos.

— Genial — sonrío falsamente.

— Te daré este día de descanso — me avisa—. Quiero que comas y mañana vengas listo.

— ¿Y si no lo hago? — él se baja de la camilla, luego ríe.

— No sirves para ninguna mierda. Estás débil, no puedes controlar bien tus abominaciones… No podrás con toda la gente que tengo aquí. ¿Crees que eres una amenaza?

Es la verdad, la que no quiero aceptar porque sí quiero servir para algo como solía hacer.

No digo nada.

— Guardia — grita y la puerta se abre. El gorila entra y me toma por los brazos, arrastrándome fuera de allí.

por **chelis** Lun 20 Ene 2014, 7:23 pm

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!! ESE ES UN HOOOMBREEE MUUUYY MAAALOOOO!!!!.. PERO TENEMOS ALIADOOOSS

por **Ed Sheeran** Mar 21 Ene 2014, 5:58 pm

Sky me recuerda a Chris Evans en los cuatro fantasticos jajajajaja :P

Pobre Joe, eso que le hicieron de la chica parecida a Sky :sad: y está mas flaquito Revelations (Unearthly #2) (Joe Jonas) 4242539333

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Leo... me gusta ese nombre Revelations (Unearthly #2) (Joe Jonas) 1661743686

ha de ser sexy no? porque según yo los sexys se llaman Leo jajajaja okno.
Me imagino a Sky haciendo su entrada triunfal al laboratorio tipo: THIS GIRL IS ON FIIIIREEEEE!!!! :shakeitbb:
okno esto es serio...
Che y qué paso de Colton el traidor? *Colton bb tu eres sexy, me refiero al de la fic de Pao*

por **Ed Sheeran** Mar 21 Ene 2014, 5:59 pm

Esta segunda parte me recuerda mucho mucho a Origin Revelations (Unearthly #2) (Joe Jonas) 4242539333

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