Re: Revelations (Unearthly #2) (Joe Jonas)

por **xlivelikeitsnowornever** Miér 29 Ene 2014, 6:53 pm

Capítulo 7

Skylar

Antes de entregarme, debo averiguarlo.

¿Quién es el heredero al cual buscan y por qué?

Habían muchos aliens, según Joe, así que podía ser cualquiera de los que habían esparcidos por la Tierra. Pero al parecer, era uno que estaba recluido en Nuevo México.

Necesitaba recurrir a alguien o algo. No cuento con Joe. Debo focalizarme en encontrar alguna pista.

A algún alien en Nuevo México.

Joe

— Debemos ir — dice Scott abriendo la puerta. Asiento mientras me bajo de la cama. Me he alimentado dos veces en dos días y me he sentido un poco mejor. Scott ha estado conmigo un rato y es un buen chico. Sólo necesita dinero.

Camino junto a él, decidido a sacarle un poco de información a el científico loco que se hacía llamar mi padre. Sé que hay algo mucho más grande detrás de todo esto, y necesito saber que es.

Además, necesito encontrar una salida e ir por Skylar. Ella está en riesgo desde que tuvo la brillante idea de venir por mí.

— He sabido que te has alimentado. Mírate, incluso luces bien — asiento mientras la puerta se cierra. Scott me da una mirada de disculpa, sacudo la cabeza.

— ¿Qué pasó con mi guardia?

Se pone tenso.

— Está con licencia médica.

— ¿Por qué? — cuestiono.

— A la camilla.

Me recuesto en la camilla.

— ¿Está enfermo con algo alienígena?

— No es de tú interés, Joe — dice y levanta una jeringa llena de suero transparente.

— Lo es.

— ¿Te molesta el chico nuevo? He visto que te habla.

Suspiro.

— Me molesta. Habla mucho. Quiero mi privacidad.

— Te ha hecho comer.

— Como sea — respondo simulando molestia—. ¿Qué me harás hoy? — Pregunto con una fingida sonrisa.

Él no dice nada y clava el suero en mi vena.

Espero que sea como las otras veces, que mi fuego comience a quemar todo, pero en cambio, me comienzo a quedar sin respiración.

— Qué hiciste — murmuro, mi voz sale a penas.

Jack, el científico ayudante de mi padre entra. Comienza a escribir algunas cosas, mientras yo, literalmente me asfixio.

Agarro mi garganta mientras me retuerzo, entonces un hombre, grande y molesto, abre la puerta y entra. Scott me mira con grandes ojos y luego la puerta se cierra.

El hombre camina hasta mí, sus ojos son verde brillante. Me toma y me levanta en el aire. Aspiro aire exageradamente, para ver si mis pulmones pueden recibir algo.

Siento mis pulmones llenarse de dióxido de carbono. Sé lo que está haciendo.

El hombre, me lanza contra la muralla y luego a zancadas, se acerca y me toma por el cuello. Trato de luchar pero es demasiado para mí.

Luego el aire vuelve, pero no sale.

Comienzo a luchar como puedo, no me echaré a morir. No ahora.

El hombre me mete un puño que me deja sin respiración en el estomago y luego, cuando creí que no podía hacerme más daño, siento un gran crack y luego todo se va a negro.

***

Mis ojos se abren y debo cerrarlos enseguida. La luz me ciega.

Quiero salir de la camilla, pero cuando me doy cuenta, hay un baño de sangre bajo a mí.

Pánico sacude mi cuerpo. Estoy pálido, con frío y temblando.

— No murió — avisa alguien.

— ¿No lo hizo? Se supone que se tenía que combustionar a sí mismo.

— Lo sé.

Luego silencio. Probablemente no he muerto, pero estoy seguro de que estoy cerca de hacerlo.

— ¿Recuerdas tú nombre? — Pregunta una voz que se escucha demasiado lejana—. ¿Tú edad? ¿Quién eres? — ahora la voz está sobre mí cubriendo la luz.

Me muevo y me mojo con mi propia sangre, arrastro mi mano hacia el lugar donde duele. Observo mi mano y está llena de sangre.

— ¿Me dejarás morir? — Susurro.

— No. Necesito intentarlo de nuevo.

Cierro los ojos y luego el pinchazo en mi costado. Respiro y cuento hasta diez.

El dolor de las clavadas me gana y comienzo a gritar.

Cuando termina, me mueven a otra camilla y envuelven mi tórax con vendas.

— Vuelve mañana.

— Te mataré antes de que tú lo hagas — le prometo y él se va.

Skylar

Golpeo la puerta y esta se abre sola, dentro hay un chico que está sirviéndose un taco.

— Hola — murmuro insegura. Él deja de morder el taco y sus cejas suben.

— ¿Hola? ¿Quién eres? — Pregunta, se está poniendo en posición—. No me digas. Puedo adivinarlo — rueda los ojos—. Lily no está aquí.

— ¿Quién es Lily? — Pregunto con los ojos entrecerrados.

— Ah — sus ojos se entrecierran—. Entonces, ¿para qué vienes?

— ¿Sabes acerca de aliens? — Pregunto y el chico desaparece. Una chica se hace paso por unas cortinas.

— Claro que lo hago.

— Es… Espera. ¿Qué pasó con el chico? — Pregunto apuntando a la silla vacía. No hay taco.

— Era un espejismo, chica fuego. Lo uso para distraer a la gente si vienen por mí — ella sonríe—. ¿Qué quieres aquí? ¿Sabes que hay una base llena de aliens detenidos?

— Es por eso que estoy aquí.

— No pidas mi ayuda, no te la daré.

— No vengo por eso. Me entregaré — respondo con tranquilidad, sus ojos verdes se abren con incredulidad—. Necesito saber si tú tienes alguna idea de quién es el heredero al cual buscan.

Ella sonríe.

— Ni idea.

Me quedo en silencio.

— Es valiente que hagas eso de entrar. ¿Por qué lo haces?

— Mi novio y mi amigo están allí. Prefiero entrar y buscar una forma de salvarlos a estar fuera yo y ellos allí muriendo.

— Muy noble de tú parte — su sonrisa se borra—. Si vez a Meg, dile que haga algo pronto.

— ¿Cómo sabré quién es? — Pregunto.

— Se parece a mí, o eso dicen — me guiña un ojo y luego desaparece.

Me levanto de la mesa aturdida por el espejismo y salgo de ese lugar. Debo encaminarme a la base de nuevo.

por **xlivelikeitsnowornever** Miér 29 Ene 2014, 7:01 pm

Capítulo 8

Joe

Cuando me capturaron, una de las cosas que primero me prometí fue jamás llorar. Pero el dolor me supera.

Scott entra en la habitación, su rostro se ve afligido.

— Lo lamento. Tuve que hacer algo. Tuve que detenerlo — dice caminando hacia mí, su mano en forma de puño me hace temblar.

— Aléjate, por favor — digo nervioso. Sé que él es bueno, pero jamás debía confiarme.

— No te haré daño, Joe — su ceño se frunce.

— ¿Qué quieres aquí? — Pregunto y él mira hacia la cámara. Mueve su mano disimuladamente hacia mi almohada y esconde algo allí.

— Necesitas dormir. Eso es algo que nos dieron por si lo necesitábamos — me cuenta y luego se aleja un paso—. Buenas noches.

Sale de la habitación y toda la luz se va. Meto la mano debajo de la almohada y encuentro allí una pastilla.

¿Debería confiar en Scott?

La trago.

Skylar

Compro víveres. Suena idiota y como si estuviera prolongando mi entrada, pero estoy segura de que no los están alimentando.

Camino con la bolsa a través de la calle, hasta poder perderme de la vista de las personas.

Luego vuelo, cuidando de no quemar la bolsa.

Guardo las cosas como puedo (de todas formas, no son tantas) y luego miro al establecimiento. Lo haré. Realmente lo haré. Me entregaré al padre de Joe para estar con él.

— Bien, Skylar. No es momento para arrepentirte.

— Espera.

Me volteo a ver y mis ojos se abren con sorpresa.

Joe

Abro los ojos cuando la luz artificial se prende y la voz grita por los parlantes que debemos levantarnos. Mis dientes castañean.

— ¿Estás bien, Joe? — Pregunta Scott.

— Me matarán — digo sin pensarlo. Tuve toda la noche el mismo sueño: una jeringa con el suero transparente, la asfixia y luego los golpes mortales.

— No, Joe.

— Lo harán — digo y me doy cuenta. Ellos me matarán, enserio lo harán. Él no se detendrá a pensar un momento en que él me vio dar mis primeros pasos o lanzar mi primera pelota, simplemente lo hará porque siempre ha querido lograr matar todo lo que no conoce, porque es un miedoso de mierda.

— No, Joe, no lo harán — me calma Scott.

— ¡Lo harán! — Grito y me siento en la cama de golpe, me arrepiento un momento después cuando el dolor me pincha cada fibra del cuerpo—. Me matarán y dejaré a mi madre y a Skylar a disposición de él — comienzo a llorar y tapo mi rostro.

— Joe…

— Lo sabes. No trates de consolarme. Lo viste ayer — argumento—. No trates. No puedes — digo y él me mira con disculpas—. Scott, prométeme que si no paso el día, tú irás fuera y las llevarás con tu madre — él mira a un costado.

— No puedo hacer eso.

— Puedes hacerlo — digo enseguida—. Tienes mi dinero. Lleva a mi madre con la tuya. Aléjate de esto. Busca a Skylar y dile que busque a alguien nuevo. Procura que esté con sus padres y todos vivan cerca. Estará bien. Tú madre sanará. Saca a Leo de aquí y ayuda si puedes a Colton, aunque no lo merece — mis ojos se llenan de lágrimas. Es mucha carga, pero es todo lo que pesa en mis hombros y que probablemente deje de pesar en un par de horas.

— Joe — su voz es dura. Está negándome el asesinato.

— Scott, estoy afrontándolo.

Él baja la vista, luego la sube y asiente.

— Lo haré.

— Llévame al desayuno — pido y él asiente nuevamente. Me ayuda a moverme con lentitud fuera de mi cama.

Camino en el comedor, lentamente y con mi brazo colgando de los hombros de Scott. Él me lleva con cuidado y espero que no le dé problemas ser un chico tan bueno.

Cuando Colton sale de la fila de la comida, su sonrisa se borra y le entrega su bandeja a una chica, luego corre hasta mí.

— Mierda, Joe. ¿Qué pasó contigo? — Pregunta y me ayuda a sentarme. Lo miro hacia arriba y levanto un poco mi polera. Sus ojos azules se vuelven más oscuros.

— Trataron de matarme — y suena demasiado duro decir la verdad otra vez.

— Joe…

— Me matarán — digo seguro.

Colton se sienta junto a mí.

— Voy por tu desayuno — avisa Scott y yo asiento. La chica le tiende a Colton su desayuno y él le agradece.

— Procura que no le hagan nada a Scott, salva a Leo y sálvate a ti, Colton.

— No me hables como si fuese tú último día de vida — sonríe incrédulamente.

— Lo es.

— No, Joe — sacude su cabeza, no queriendo aceptarlo—. Tú y yo saldremos. Lo haremos.

— Me mataran.

— No lo harán.

— Lo harán y ya sabes que debes hacer, te lo he dicho.

Él sacude su cabeza.

Scott deposita la bandeja frente a mí, comienzo a comer en silencio.

— ¿Qué te hicieron? — susurra.

— Una jeringa, suero transparente, me asfixió, un matón me quebró las costillas y el hombre que se hacía llamar mi padre me dejó desangrando sobre la camilla. No sé cuánto tiempo porque estuve inconsciente — Colton aguanta la respiración—. Me sanó para tratar de matarme de otra forma hoy.

— Fantástico — bota irónico.

— Le dije que lo mataría primero, pero eso no pasará.

— Lo hará.

— No, Colton.

— Eres fuego, hermano — dice con la sonrisa incrédula—. Tú puedes quemarlo.

— Ya no lo soy.

Aquella declaración lo deja en silencio, la sonrisa se borra.

— Lo eres. Está en tu ADN.

— No tengo fuerzas. Necesito una recarga — hago un chasquido con mis dedos y no hay ni una pizca de fuego—. Estoy muerto.

Skylar

— Tengo hambre — dice ella.

— Ten — le tiendo un chocolate y ella lo acepta—. ¿Algo más que decirme?

Ella muerde el chocolate y lo come mirando al lugar.

— Estoy segura de ello.

— Quizá no haya vuelta.

— No es vida.

Asiento y nos levantamos. Pasamos la noche conversando. Ella me pidió que lo hiciéramos al amanecer, porque si lo hacíamos durante la madrugada (según ella) descubrirían que se trata de algo planeado y podría ser peor, porque quizá pensarían que es algún tipo de trampa. Podrían torturarnos el doble o el triple.

Además, me pidió que la dejase ver el último amanecer y respirar la última brisa mañanera. Lo acepté.

— ¿Estás lista? — ella asiente.

— Tú por la derecha, yo por la izquierda. Muestra tú mejor show, chica fuego.

Asiento.

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disculpen por desaparecer ljkflkdg

por **MileyCyruZ** Miér 29 Ene 2014, 8:00 pm

*O* nueva lectora :) SIGUELAA!!

por **ale_princess** Jue 30 Ene 2014, 12:43 am

nueva lectora, me encanto
tu nove tienes que seguirla pronto

por **chelis** Jue 30 Ene 2014, 6:58 pm

Aaaaaahhh!!!!.... Esto esta realmente buenoooo!!!!!..... Pon el que sigueeeee

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 30 Ene 2014, 7:17 pm

MileyCyruZ escribió:*O* nueva lectora :) SIGUELAA!!

gracias, ahora la sigo :D

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 30 Ene 2014, 7:17 pm

ale_princess escribió:nueva lectora, me encanto
tu nove tienes que seguirla pronto

gracias :D, ahora subo

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 30 Ene 2014, 7:17 pm

chelis escribió:Aaaaaahhh!!!!.... Esto esta realmente buenoooo!!!!!..... Pon el que sigueeeee

ahora lo pongo :D

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 30 Ene 2014, 7:18 pm

Capítulo 9

Joe

Scott me mira, sus ojos pidiendo disculpas. Se siente frustrado. No me lo dijo, pero lo susurró.

Entro en la habitación ya bastante conocida para mí. La camilla está limpia, no está mi sangre en las sábanas blancas.

— Aquí, Joe.

Avanzo hasta la camilla.

Él pone un elástico en mi brazo, luego la jeringa brilla un momento bajo la luz.

— ¿Me tratarás de matar?

No responde. Un gran sí silencioso.

— ¿Por qué quieres matarme?

No dice nada.

— ¡Soy tú hijo! — grito y él deja la jeringa a un lado.

— No eres mi hijo. Eres un error.

Comienzo a llorar desesperadamente. No quiero que sea de esta forma. Necesito fuego.

— Quiero fumar — digo tratando de calmarme—. Dame ese último deseo.

Sus cejas están arriba.

— No lo veo conveniente. Puede influir en…

— ¿En qué?

— No tengo cigarros.

— Quiero fumar — insisto.

— ¿Desde cuándo fumas?

— Necesitaba canalizar mi ansiedad de alguna forma.

— Jack — grita, Jack entra—. Tú fumas.

— Lo hago — consiente, luego me mira—. ¿Qué pasa con ello?

— Dale un cigarro.

Revisa sus bolsillos y me tiende uno. Lo miro esperando el fuego. Un poco y podría absorberlo.

— ¿Qué?

— Fuego.

— Debes estar loco. Tú tienes fuego propio.

— No, no tengo.

— Ve fuera. Tú guardia te vigilará.

Bajo de la camilla con cuidado, el hombre prende mi cigarro y el fuego parece agua para un hombre sediento. Camino lo más rápido que puedo y luego salgo. Scott me mira y luego al cigarro.

Lo aprieto con mi mano y Scott me mira sin entender. Suelto una exhalación de puro placer al sentir como el fuego se mete en mi cuerpo. Tengo un pequeño impulso.

Entro y arrastro mis pies hasta la camilla, para que no se den cuenta de que podré sobrevivir un rato más a ellos y sus estúpidas pruebas.

Ambos hombres se miran entre sí y luego a mí. Jack toma mi brazo y mete la jeringa.

Miro en dirección hacia mi padre. Ni siquiera tuvo las pelotas para matarme.

La asfixia vuelve. Comienzo a pensar en cosas buenas, no a pensar en que habrá un hombre grande entrando pronto y quebrando lo que me quedó de costillas.

Pienso en Skylar y sus besos, su sonrisa. Pienso en mi madre. En la madre de Skylar. En chocolate. Dios, ¿Cuándo fue la última vez que comí un chocolate? Debería haberlo hecho más veces.

Debería haber pasado más tiempo con mamá. Debería haber besado y dicho más veces te amo a Skylar. Debería haber conversando con su madre un rato más.

— Adentro.

Me levantan de la cama y tocan mis costillas, lo que me produce dolor. El hombre entra y yo me pongo de pie.

Fuego.

Pienso en fogatas, en fósforos, en cocinas, en los incendios forestales, en lo que siento cuando estoy con Skylar.

Un golpe llega a mi mejilla y mi cuerpo es fuego. Doy una larga exhalación de agradecimiento y tranquilidad.

Me golpean de nuevo, pero se quema.

Se aleja gimoteando y apago mi fuego. Tengo que cuidarlo.

Me levanto del suelo, sintiéndome un poco mejor y golpeo de vuelta al hombre. Agarro su mano ardiendo y absorbo el fuego que se ha comenzado a expandir por su brazo.

No soy malo. No es su culpa. El único que tenía derecho a morir quemado es mi padre.

— ¡Sáquenlo de aquí! — grita mi padre y Scott entra. Sus ojos abiertos, bien abiertos. Puedo ver lo celeste que son. Me agarra por los brazos y me saca de allí.

Incluso podría reír, pero mientras caminamos, me siento débil y luego todo se vuelve oscuro.

Skylar

Lanzo fuego hacia las alarmas y comienzan a sonar. Liz está corriendo junto a mí.

Bueno, ella y diez más.

Liz es la chica a la que recurrí por ayuda, y luego volvió a mí para entrar conmigo y estar con su hermana.

Hombres de negro nos agarraran y comenzamos nuestro acto.

— ¡Suelten a los aliens! — grita ella.

— Sueltenlos — apoyo gritando.

— Skylar, cariño — la voz del padre de Joe me llama la atención—. Viniste a mí.

— Sueltalo.

— No — sonríe malévolamente. Todo él es malevolo—. Me alegra que vengas. Joe ya no tiene casi nada de poder y me gustaría probar en ti.

Trago fuerte. Yo sabía esto.

— Con una condición.

— ¿Qué condición? — sonríe—. Mira, has logrado que te dé una condición.

— Quiero verlo.

Él asiente.

— Bien, llamaré a su guardia.

Asiento, mientras él va en busca del guardia de Joe. Liz me mira y asiente, la toman en dirección opuesta.

por **chelis** Jue 30 Ene 2014, 9:35 pm

Aaaaaahhhhh!!!!.... Que haraaaannn!!!!!....?????

por **ale_princess** Jue 30 Ene 2014, 11:36 pm

tienes qe seguirla pronto por fis

por ***annie d' jonas*** Vie 31 Ene 2014, 5:52 am

:x :wut: Siguee

por **chelis** Vie 31 Ene 2014, 2:05 pm

;););)

por **xlivelikeitsnowornever** Vie 31 Ene 2014, 5:14 pm

chelis escribió:Aaaaaahhhhh!!!!.... Que haraaaannn!!!!!....?????

ellos van a....
chan chan chan

por **xlivelikeitsnowornever** Vie 31 Ene 2014, 5:16 pm

Capítulo 10

Joe

Me despierto. Avanzo hasta mi rincón y me siento allí, estiro mis piernas y agradezco por el frío que traspasa mi ropa.

La puerta se abre y espero ver a Scott, pero antes de que él entre, Skylar lo hace.

¿Skylar?

De nuevo están usando trucos, maldición. Quieren hundir mi mente para que aniquilar mi cuerpo con más rapidez.

— ¡Fuera! — grito.

— ¿Joe? — sus ojos están llenos de lágrimas.

— Scott, llévatela por favor. Por favor no me hagas esto. Por favor no juegues con mi mente. No tú — sollozo y Scott medio sonríe.

— Lamento decirte esto, pero ella es Skylar.

Miro Scott y luego a la chica. Sacudo la cabeza.

— No me mientas — sollozo—. Ella está afuera, sana y salva.

— ¿Puedes dejarnos solos? — pide y Scott asiente.

Skylar

Estoy en shock.

Sabía que lo torturarían. Que probablemente estaría mal anímica y físicamente.

Pero es peor.

Está delgado, muy delgado. Pálido. Sus musculos se han ido y hay una gran venda alrededor de su torax. Está llorando. Tiene un moretón y me reniega una y otra vez, mientras repite que no soy yo.

— Joe — pido y me pongo frente a él, él sacude su cabeza y yo la tomo, quito sus lágrimas—. Eres un imbécil. Debiste dejarme. No debiste quedarte tú — susurro y me quiebro. Es mi culpa.

— Aléjate, niña — dice sollozando.

— Estás delgado — acaricio su cuello y luego sus huesudos hombros—. ¿Qué te pasó allí? — mis manos tiemblan como mi voz.

— No eres Skylar.

— Entré aquí por ti — susurro tomando su rostro—. Estamos juntos fuera o estamos juntos dentro.

— Dime algo que sólo tú sabes — pide y yo asiento.

— Coco, el perro — susurro y él comienza a llorar—. Lo paséabamos todos los días a las cuatro. Me gustaba salir contigo y siempre tomaba tú mano, tú te alejabas y lo limpiabas en tus pantalones, pero amabas darme besos cortos.

— ¿Qué mierda haces aquí? — dice molesto—. Si te libré es para que no estés aquí, por la mierda, Skylar — brama al aire—. Te he echado de menos — dice y me abraza. Lo abrazo de vuelta con cuidado.

— Necesitas comer — digo y acaricio su rostro. Él niega.

— No comiences.

— Tengo hershey’s — susurro y él sonríe. Una sonrisa que le ilumina el pálido rostro.

Joe

La odio por entrar aquí, pero la amo porque la necesito y es egoísta, pero estoy feliz de que este aquí.

— Dame otro — pido botando el papel. Ella me tiende otra barrita chocolate pequeña y yo la abro con dificultad. Mis dedos se sienten torpes y grandes. Cuando la abro y la degusto, mi paladar canta de placer.

Estoy feliz de comer chocolate. Había olvidado cómo se sentía y cuando lo recordé luego del suero, no se comparó en absoluto a esto.

Ella acaricia mi mejilla en silencio.

— No me mires de esa forma — pido y boto el papel.

— ¿Cómo? — pregunta y me tiende otro chocolate.

— Con pena.

Abro el papel y ella se mantiene en silencio. Comienzo a comer la barrita individual.

— No te miro con pena. Estoy algo frustrada y dolida. Se siente como mi culpa. Te amo mucho como para soportar verte de esta forma — dice tranquilamente. Mis ojos se llenan de lágrimas.

— Eso, lo lamento — trato de comer para evitar que escuche el nudo que se ha formado en mi garganta.

— ¿Qué? — cuestiona acariciando mi cabello.

— No te respondí cuando me dijiste que me amabas. Yo te amo, Sky.

Ella sonríe abiertamente y acomoda su cabeza en mi hombro desnudo. Su calor me traspasa y, aunque estemos en la miseria, este momento se siente perfecto.

Pero debo romperlo. La realidad no nos dejará escapar tanto rato. No debemos hacerlo.

— Te dañarán — murmuro y ella asiente, sin alejarse—. No quiero que lo hagan.

— Mientras estés junto a mí, estará bien.

— No funciona de esa forma — interrumpo—. Te darán una habitación individual, pondrán un guardia porque eres valiosa. Nos veremos en las comidas y durante todos los intermedios, tendré la incertidumbre de si estarás viva o muerta, sufriendo o no.

— Pero nos veremos — insiste tercamente.

— Tenemos que salir — la detengo. Ella me mira con sus grandes ojos. Ahora es más que yo, Colton, Leo o Scott. Es acerca de ella y de su integridad física y psicológica.

La amo mucho como para ver que soporte todo lo que yo he soportado.

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