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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA
siguelaaaa!!!me encanta tu nove si no la siges muero hoy mismo!!, siguelaaa!!!
maru!!
Re: VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA
AI MI TIFFU!!!
ME DEJASTE CON UNAS GANAS DE MAS CAPS ENORMES!!
TE LO JUROO!! QUERIA SEGUIR LEYENDOO! No son unas de esas veces k dices, o la sigue o la matoo!! Noo! ES DIFERENTE! PERO ES K... QUIEROOO MAASS CAPPSSS!!
QUIEROO SABER K PASAAAA!! Y NO K LA IBAS A TERMINAR YA?? PUES PON CAAAAAAAAAAAAAAAAPSSS!!! VAMOS! O PONGO UNA BOMBA TAMBN PARA TI xD
tkm :hug:
ME DEJASTE CON UNAS GANAS DE MAS CAPS ENORMES!!
TE LO JUROO!! QUERIA SEGUIR LEYENDOO! No son unas de esas veces k dices, o la sigue o la matoo!! Noo! ES DIFERENTE! PERO ES K... QUIEROOO MAASS CAPPSSS!!
QUIEROO SABER K PASAAAA!! Y NO K LA IBAS A TERMINAR YA?? PUES PON CAAAAAAAAAAAAAAAAPSSS!!! VAMOS! O PONGO UNA BOMBA TAMBN PARA TI xD
tkm :hug:
LittleVickJ♥
Re: VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA
Hola!!
mee eencaanta tu Nove!!
eeesta geniial!!!!
POooon maaaaa!!
No mee aguanto las ganas de seguir leyendO!!
mee estas matando con la espera!!
mee eencaanta tu Nove!!
eeesta geniial!!!!
POooon maaaaa!!
No mee aguanto las ganas de seguir leyendO!!
mee estas matando con la espera!!
Invitado
Invitado
Re: VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA
Hola xd, me leí toda tu novela en un día :H
Boe, me llamo Karen y NickJ me hizo suya (; xd
Boeee, niña, siguela. Me mato porque la sigas(?
Oknot, pero si , Siguela :GGGG, no me gusta hacer amenazas.
Pero este caso lo requiere :]
SIGUELA O el chanchito (cerdito) muere :Z ->
Boe, me llamo Karen y NickJ me hizo suya (; xd
Boeee, niña, siguela. Me mato porque la sigas(?
Oknot, pero si , Siguela :GGGG, no me gusta hacer amenazas.
Pero este caso lo requiere :]
SIGUELA O el chanchito (cerdito) muere :Z ->
Karenhernándezm
Re: VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA
esto no se hace tiffu!!! =( me voy, goodnigth and goodbye
TKM :hug: :sad:
TKM :hug: :sad:
LittleVickJ♥
Re: VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA
Chicas ayer les dije q hoy la termianba
pero toda la tarde estuve haciendo un taller con una amiga
y luego llegue un poco cansada, pero ya q tengo un cap acomodado lo
subo y mañana subire los otros dos.
pero toda la tarde estuve haciendo un taller con una amiga
y luego llegue un poco cansada, pero ya q tengo un cap acomodado lo
subo y mañana subire los otros dos.
♥..:Tiff:..♥
Re: VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA
Karen Bienvenida y de amenazas ya estoy aconstumbrada :P
Capitulo 14
-Créeme cuando te digo que lo que viste no significa nada -insistió con furia-. Era algo que tenía que hacer, una prueba. No eres tonta, ____*, y tienes razón al decir que hubo algo entre nosotros. Nosotros no sólo éramos amantes, íbamos a casarnos. La boda iba a ser quince días después de que me dejara por Ballistrat. Creí que nunca iba a reponerme de lo que me hizo, y por eso vine. Pero me he dado cuenta de que podré. Cuando me ha pedido bailar con ella, pensé que sería una buena idea para estar seguro de ello.
-¿Y? -Ella me parece patética, más que patética, está absolutamente corrompida, no puedo creer que un día la amara. -Pero lo hiciste. -Creo que sí. Pero sólo tenía veinticinco años, y ella ya entonces sabia mucho de hombres y de sexo. Quizá eso lo explique todo. No era amor, era atracción física simplemente.
-¿Y ya no te atrae?
-Casi he sentido ganas de vomitar esta noche cuando la he tocado.
A ella no le había parecido eso cuando los había visto.
-Prefiero tocarte a ti -dijo, sentándose a su lado en la cama y recorriendo el escote del vestido con los dedos. -No, no me toques -protestó débilmente, a pesar de que su pulso se había acelerado violentamente. -No seas tonta, tú también me deseas -susurró, entonces la dio la vuelta y comenzó a desabrochar la cremallera. -Oh, Dios -exclamó ____*, cuando Nick se inclinó para besarla en el comienzo del cuello, luego fue bajando la boca por su espalda desnuda mientras iba quitándole poco a poco el vestido.
La respiración de ____* se alteró por el deseo.
«Sí, bésame ahí», gemía en silencio. Después no tan silenciosamente.
-No pares -exclamó-. Por favor, no pares.
La desnudó poco a poco, besando cada trozo de piel que quedaba al descubierto.
La deliciosa tortura no cesó un momento.
Cuando finalmente estuvo desnuda y los cuerpos se unieron, ella se retorció bajo su cuerpo, agarrando las sábanas con las manos en tensión, las mejillas ardiendo contra la almohada. Su único consuelo era que él parecía apasionado y fuera de si, como ella, ciego a todo menos su cuerpo y al placer que encontraba en él.
____* gritó su nombre cuando llegó al clímax. Luego lloró, con la cara hundida, sin mirarlo. Más tarde intentó resistirse a que la tomara de nuevo en sus brazos, pero no pudo. Estaba demasiado exhausta para resistirse.
-Calla, amor mío -murmuró, tomándola en sus brazos-. No llores. Pero siguió llorando hasta quedarse dormida, porque ella sabía que ella no era su amor. Y nunca lo sería.
-Yo no lo hice -gritó ____* en sueños-. No lo hice, tienes que creerme. Dios mío, ¿por qué no me crees? -____* -Nick la sacudió por los hombros-. ____*, despierta, tienes una pesadilla. ____* se incorporó en la cama, mirando a su alrededor confusa, antes de darse cuenta de dónde estaba y de que la pesadilla que había vivido hacia tiempo ya no volvería a ocurrir. Era un sueño que tenía siempre que estaba enfadada. En él se encontraba de nuevo en la celda, intentando convencer a los demás, pero nadie la creía, nadie.
¡Lo peor era que siempre parecía muy real!
-Gracias a Dios -exclamó aliviada.
Cuando Nick la rodeó con sus brazos, se estremeció, luego con un sollozo sordo enterró la cara en su pecho.
-Era sólo un sueño -explicó entre sollozos-. Sólo un sueño...
Nick la apretó con fuerza y comenzó a retirarle el pelo de la cara.
-Sólo un sueño, amor mío.
____* se puso rígida de repente, e intentó apartarse, pero él la sujetó con más fuerza.
-Cuéntamelo.
Ella miró en su rostro cubierto de sombras, incapaz de ver la expresión de sus ojos, la única luz de la habitación era la luz de la luna que entraba por la ventana. -Creo... que es mejor que no -era muy fácil para la doctora Seymour aconsejar que fuera sincera, pero ser sincera no garantizaba automáticamente que creyeran en una. -Dime, ____* insistió. -¿Me... estás llamando ____*? -Mmmm -Nick la besó en la frente Parece que estás destruyendo todas mis defensas, lo próximo será decirte que te amo.
____* se quedó helada en sus brazos.
-¡No digas eso!
-¿Por qué no? Ya no me odias, ¿no, amor mío? -preguntó, con tanta ternura que sus propias defensas estuvieron a punto de sucumbir.
-Sabes que no -acertó a decir.
-Me da miedo no saber nada de ti. No sé nada de tus sentimientos más íntimos.
-¿Me estás diciendo... que quieres saberlos? -preguntó con suspicacia, sin atreverse a esperar que realmente ella significara algo para él. -Si, eso es lo que quiero decir -dijo, sorprendiéndose de sí mismo, aunque pareció complacido-. Y puedes empezar contándome la pesadilla. ____* lo deseaba, pero tenía miedo. -No tengas miedo -le dijo con cariño. Como si leyera sus pensamientos-. Nada me puede impresionar. ____* dio un suspiro profundo, luego se encogió de hombros. -Puedes asombrarte más de lo que te imaginas, pero está bien, te explicaré por qué tengo esa pesadilla. -¿Es siempre la misma? Siempre. -Eso suena un poco traumático -dijo pensativamente Nick-. ¿Quieres que encienda primero la luz? ¿O que te ponga una copa?
-No, abrázame y escucha.
-Está bien.
-Dios, no sé por dónde empezar.
-¿Por qué no por el principio?
-¿El principio? -repitió.
« ¿Dónde demonios estaba el principio?»
Por alguna extraña razón, su mente volvió al miércoles lejano en que había vuelto de la clase de ballet, y supo que su madre se había ido para no volver. -Se ha marchado con su amante -le había dicho su padre sin delicadeza alguna. -¿Pero... dónde se ha ido? -había preguntado ella destrozada. Su madre no se había comportado como una madre normal, pero ella sólo tenía once años y todavía no estaba segura de ello. Aunque de carácter un poco obsesivo, Maria Richmond por lo menos era un poco más cariñosa y responsable que su marido.
-No lo sé y no me importa -había contestado su padre-. Siempre fue una golfa, sólo me casé con ella porque estaba embarazada de ti. No había hombre que entrara en esta casa que ella no intentara seducir, y me atrevo a decir que la mayoría de las veces lo consiguió.
-Veo que te pareces mucho a ella en el físico -continuó brutalmente -. Sólo Dios sabe lo que me espera como padre dentro de unos años. Pero te lo advierto, ____*. Averguénzame sólo una vez con tu comportamiento y te echaré de esta casa sin un céntimo. ¡No voy a sufrir con mi hija lo mismo que he sufrido con mi mujer!
Así había sido. Sin una palabra amable o de cariño para la niña abandonada y sorprendida, sólo porque se parecía a su madre. Al día siguiente fue enviada a un internado. ¿Por qué consideraba que eso era el principio?, se preguntaba ____* confusa. Porque se había dado cuenta, por fin, de que ése había sido el comienzo de su larga soledad en la adolescencia, que fue lo que la convirtió en la víctima perfecta para un hombre como Dillon.
-¿Prometes que no volverás a juzgarme mal? ¿Me prometes que vas a escucharme con atención?
-Lo prometo.
____* dio un suspiro profundo y comenzó por el principio mientras Nick escuchaba en silencio.
Le habló de la huida de su madre y de la tristeza en el internado, y de cómo las acusaciones y amenazas de su padre habían provocado en ella un miedo hacia los chicos cuando empezó a sentirse atraída por ellos. Había llegado a ser reticente con el sexo opuesto y se había convertido en una chica extraña, sobre todo cuando había descubierto sentimientos en los que veía una señal de que era una perdida como su madre lo había sido.
Por lo tanto rechazó cualquier compañía masculina para sorpresa y agrado de su padre. Él le regaló un viaje por haber sacado unas notas excelentes en los exámenes, y fue con una señorita de compañía a galerías de arte, museos y teatros famosos de todo el mundo. Incluso así atraía la atención de los hombres, pero ella siempre los rechazaba, aunque se sintiera atraída por ellos.
Cuando volvió a Sydney, comenzó a estudiar en la universidad, y después de dos años de éxitos en las notas. Su padre se presentó con un formidable coche rojo como regalo por su veinte cumpleaños.
Por ironías del destino, fue aquel coche lo que atrajo la atención de Dillon. Lo vio en un aparcamiento y se quedó observándolo un rato, luego miró hacia la chica ingenua que había detrás del volante. A continuación, fue directamente a su objetivo.
Dillon. Un nombre lleno de sugerencias para un joven lleno de sugerencias. Era rubio de piel bronceada y tan atractivo que todas las chicas suspiraban al verlo. Era inteligente, ingenioso y encantador, y pasaba el tiempo intentando terminar una ingeniería que varias veces había suspendido. En él el fracaso también sonaba sugerente.
____* sucumbió enseguida a su encanto, una vez que el joven intentó seducirla, aquel mismo día en el aparcamiento. Con su personalidad arrolladora. Aunque no era una mujer fácil, sexualmente hablando. Se había protegido levantando barreras contra el sexo opuesto durante años, y Dillon tuvo que hacer un gran esfuerzo para seducirla, quitando gradualmente aquellas barreras antinaturales hasta que ella había llegado a ser la chica que probablemente tenía que haber sido. Se convirtió en una mujer apasionada, amante y sensual. Cálida, cariñosa y generosa.
Una vez que llegaron a ser amantes, ____* alcanzó su plenitud física. Comenzó a vestirse de manera más provocativa, se dejó el pelo, normalmente por los hombros, hasta una longitud mayor, y se hizo más segura y cómoda con sus encantos femeninos. Incluso se hizo coqueta, aunque sus ojos sólo miraban a Dillon. Estaba muy enamorada de él.
Las primeras veces que Dillon pidió que le dejara dinero prestado se lo había dado sin más, diciéndole que no se preocupara por devolvérselo. Él siempre decía que se lo iba a devolver, pero nunca era así, y pronto empezó a pedirle más. También le pedía prestado el coche, ya que el suyo siempre estaba en el taller. Ella volvía a su casa frecuentemente en transporte público, y si su padre se enteraba, se enfadaba, afortunadamente no solía estar en casa.
____* había continuado en manos de Dillon varios meses. La vida nunca había sido tan maravillosa, ella era amada, necesitada y deseada. Nunca se había dado cuenta de que simplemente la estaba utilizando para lo que él, un joven ansioso y vago, no era capaz de conseguir o nunca tenía bastante.
Dinero y sexo, ropa de marca, y un coche caro.
Un día descubrió que tenía otras amantes, ella no era su única presa.
Aquel sábado volvían a casa después de una fiesta, ____* estaba en el último año de universidad cuando sobrevino el desastre. Eran las cuatro de la mañana y Dillon conducía a la velocidad habitual. ____* intentó que fuera más despacio, pero él se rió y no hizo caso.
____* había bajado la vista porque le daba miedo mirar la carretera y los coches que iban y venían. -Estaba mirando paro abajo todavía cuando nos saltamos un semáforo y chocamos contra un coche contó a Nick-. Me golpeé la cabeza y quedé inconsciente. Cuando me desperté, estaba sentada en el asiento del conductor con las manos al volante, y Dillon había desaparecido la mujer que conducía el otro coche estaba muerta.
Nick encendió la lámpara de la cama y ____* lo miró cautelosamente. -Pasé toda la noche en el hospital con uno conmoción cerebral. Cuando me desperté, estaba arrestada. -¿Cuál fue la acusación? -preguntó Nick frunciendo el ceño. -Acusaciones -corrigió con expresión seria-. Acusada de soltarme un semáforo en rojo, homicidio y posesión de narcóticos. Dillon había dejado su dosis de cocaína escondida bajo el asiento del conductor -terminó con amargura.
-¡Dios mío! -No hubo testigos -siguió explicando-. Y era «mi» coche. Dillon debió de irse andando hacia su casa, no estábamos lejos de donde vivían sus padres. Contó a la policía que yo lo había dejado antes de que ocurriera todo. A esas horas de lo mañana no había mucha gente despierta poro corroborar o negar lo que él declaró.
-¡Qué canalla! Espero que tuvieras un buen abogado, parece que era lo que necesitabas. -Me... me crees... -dijo ____*, mirándolo o los ojos. -Pues claro que sí. ¡Nadie podría inventar una historia así! Además, se nota que eres una persona muy sincera. Incluso uno persona cínico como yo se puede dar cuenta. ____* se puso a llorar. -¡Oye! -dijo Nick con cariño, secándole las lágrimas-. ¿Por qué lloras? -de repente la mano de Nick se quedó quieta y la miró fijamente-. ¿Te declararon culpable, no? Aquel canalla permitió que tú pagaras por lo que habla cometido él.
-Sí -balbuceó-. Fui condenada a ocho años.... cumplí cuatro. Terminé hace seis meses. - Oh, Dios mío, pobrecilla. ¡Qué canalla! ¿Y qué fue de él, lo sabes? Espero que haya muerto por uno sobredosis, el mal nacido. -No, no sé qué ha sido de Dillon, pero tampoco me importa -y por extraño que parezco era verdad. -¿Que no te importa? ¡Maldita sea, tendría que pagar sus crímenes! Me gustaría poder pegarle con los puños, mandarle directamente al infierno.
-La gente como Dillon encuentran ellos mismos el infierno. Nick.
-No creo que pienses eso de verdad.
-Si, mira por ejemplo Vanessa, ella no es feliz, lo sabes. Cuando se haga mayor y pierda su belleza, nadie la querrá ni la deseará, espera y verás. -He esperado diez años y todavía no ha ocurrido -dijo con amargura Nick-. De todas maneras, prefiero no hablar de esa desvergonzada, si no te importa. Volvamos a ti, debió de ser un golpe muy duro cuando te arrestaron.
-Sí. Mi padre rechazó contratar o un buen abogado, así que tuve uno de oficio, y parecía sentir resentimiento por tener que defender a la hija de un millonario. Ambos, el juez y el jurado parece ser que sintieron lo mismo, y mi caso se constituyó en modelo de justicia verdadera, una chica rica caprichosa que era castigada por su egoísmo y falta de moral. Ocho años eran una sentencia severa.
-Oh, ____*... lo siento mucho... Haces que me sienta muy pequeño. Has tenido que sufrir un infierno, mientras yo... -Nick se interrumpió de repente, y su rostro adquirió uno expresión perpleja.- ¡Y ahora continuemos! Ahora háblame sobre el protector millonario del que me hablaste, el que te regalaba joyas y... – se interrumpió de nuevo y la miró con desesperación-. ¿Era tu padre, verdad? Jugaste con las palabras cuando me lo contaste, ¿verdad? Dillon ha sido tu único novio y tu padre fue el que te pagó los viajes, las joyas... Una especie de protector -terminó con tono de burla-. ¡Era tu propio padre!
____* lo miró con una expresión sumisa. -¿Estás... enfadado conmigo? -Tendría que estar furioso, pero en vez de eso estoy estupefacto. ¡Qué cruel puedes llegar a ser a veces, señorita Richmond! -Está bien, tú tenías una opinión de mí bastante negativa, y yo quise alimentarla para mantenerte lejos. Ya me entiendes... me sentía atraída hacia ti, te deseaba con locura. -Tú no tendrías por qué mantenerme alejado, créeme -declaró pensativo-. Ya sé cuáles son mis sentimientos hacia ti. -¿No tendremos que esconder nuestros sentimientos más? -preguntó, descansando la cabeza sobre el pecho desnudo de ____*.
-Nunca.
- Soy tan feliz de que me creas, Nick.
-Y yo estoy contento de que me lo hayas dicho. No tengas miedo de contarme nada, amor mío.
El corazón de ____* no cabía en sí de gozo. La había vuelto a llamar «amor mío» y esa vez le creía. La amaba de verdad, aunque todavía no estuviera preparado para decirlo. -Tú tampoco tengas miedo de contarme nada -replicó adormilada. Si no se hubiera dormido enseguida, habría sentido la mano de él repentinamente quieta, se habría preocupado de que no contestara nada.
Mañana cuando llegue les subo los otros dos :P
Capitulo 14
-Créeme cuando te digo que lo que viste no significa nada -insistió con furia-. Era algo que tenía que hacer, una prueba. No eres tonta, ____*, y tienes razón al decir que hubo algo entre nosotros. Nosotros no sólo éramos amantes, íbamos a casarnos. La boda iba a ser quince días después de que me dejara por Ballistrat. Creí que nunca iba a reponerme de lo que me hizo, y por eso vine. Pero me he dado cuenta de que podré. Cuando me ha pedido bailar con ella, pensé que sería una buena idea para estar seguro de ello.
-¿Y? -Ella me parece patética, más que patética, está absolutamente corrompida, no puedo creer que un día la amara. -Pero lo hiciste. -Creo que sí. Pero sólo tenía veinticinco años, y ella ya entonces sabia mucho de hombres y de sexo. Quizá eso lo explique todo. No era amor, era atracción física simplemente.
-¿Y ya no te atrae?
-Casi he sentido ganas de vomitar esta noche cuando la he tocado.
A ella no le había parecido eso cuando los había visto.
-Prefiero tocarte a ti -dijo, sentándose a su lado en la cama y recorriendo el escote del vestido con los dedos. -No, no me toques -protestó débilmente, a pesar de que su pulso se había acelerado violentamente. -No seas tonta, tú también me deseas -susurró, entonces la dio la vuelta y comenzó a desabrochar la cremallera. -Oh, Dios -exclamó ____*, cuando Nick se inclinó para besarla en el comienzo del cuello, luego fue bajando la boca por su espalda desnuda mientras iba quitándole poco a poco el vestido.
La respiración de ____* se alteró por el deseo.
«Sí, bésame ahí», gemía en silencio. Después no tan silenciosamente.
-No pares -exclamó-. Por favor, no pares.
La desnudó poco a poco, besando cada trozo de piel que quedaba al descubierto.
La deliciosa tortura no cesó un momento.
Cuando finalmente estuvo desnuda y los cuerpos se unieron, ella se retorció bajo su cuerpo, agarrando las sábanas con las manos en tensión, las mejillas ardiendo contra la almohada. Su único consuelo era que él parecía apasionado y fuera de si, como ella, ciego a todo menos su cuerpo y al placer que encontraba en él.
____* gritó su nombre cuando llegó al clímax. Luego lloró, con la cara hundida, sin mirarlo. Más tarde intentó resistirse a que la tomara de nuevo en sus brazos, pero no pudo. Estaba demasiado exhausta para resistirse.
-Calla, amor mío -murmuró, tomándola en sus brazos-. No llores. Pero siguió llorando hasta quedarse dormida, porque ella sabía que ella no era su amor. Y nunca lo sería.
-Yo no lo hice -gritó ____* en sueños-. No lo hice, tienes que creerme. Dios mío, ¿por qué no me crees? -____* -Nick la sacudió por los hombros-. ____*, despierta, tienes una pesadilla. ____* se incorporó en la cama, mirando a su alrededor confusa, antes de darse cuenta de dónde estaba y de que la pesadilla que había vivido hacia tiempo ya no volvería a ocurrir. Era un sueño que tenía siempre que estaba enfadada. En él se encontraba de nuevo en la celda, intentando convencer a los demás, pero nadie la creía, nadie.
¡Lo peor era que siempre parecía muy real!
-Gracias a Dios -exclamó aliviada.
Cuando Nick la rodeó con sus brazos, se estremeció, luego con un sollozo sordo enterró la cara en su pecho.
-Era sólo un sueño -explicó entre sollozos-. Sólo un sueño...
Nick la apretó con fuerza y comenzó a retirarle el pelo de la cara.
-Sólo un sueño, amor mío.
____* se puso rígida de repente, e intentó apartarse, pero él la sujetó con más fuerza.
-Cuéntamelo.
Ella miró en su rostro cubierto de sombras, incapaz de ver la expresión de sus ojos, la única luz de la habitación era la luz de la luna que entraba por la ventana. -Creo... que es mejor que no -era muy fácil para la doctora Seymour aconsejar que fuera sincera, pero ser sincera no garantizaba automáticamente que creyeran en una. -Dime, ____* insistió. -¿Me... estás llamando ____*? -Mmmm -Nick la besó en la frente Parece que estás destruyendo todas mis defensas, lo próximo será decirte que te amo.
____* se quedó helada en sus brazos.
-¡No digas eso!
-¿Por qué no? Ya no me odias, ¿no, amor mío? -preguntó, con tanta ternura que sus propias defensas estuvieron a punto de sucumbir.
-Sabes que no -acertó a decir.
-Me da miedo no saber nada de ti. No sé nada de tus sentimientos más íntimos.
-¿Me estás diciendo... que quieres saberlos? -preguntó con suspicacia, sin atreverse a esperar que realmente ella significara algo para él. -Si, eso es lo que quiero decir -dijo, sorprendiéndose de sí mismo, aunque pareció complacido-. Y puedes empezar contándome la pesadilla. ____* lo deseaba, pero tenía miedo. -No tengas miedo -le dijo con cariño. Como si leyera sus pensamientos-. Nada me puede impresionar. ____* dio un suspiro profundo, luego se encogió de hombros. -Puedes asombrarte más de lo que te imaginas, pero está bien, te explicaré por qué tengo esa pesadilla. -¿Es siempre la misma? Siempre. -Eso suena un poco traumático -dijo pensativamente Nick-. ¿Quieres que encienda primero la luz? ¿O que te ponga una copa?
-No, abrázame y escucha.
-Está bien.
-Dios, no sé por dónde empezar.
-¿Por qué no por el principio?
-¿El principio? -repitió.
« ¿Dónde demonios estaba el principio?»
Por alguna extraña razón, su mente volvió al miércoles lejano en que había vuelto de la clase de ballet, y supo que su madre se había ido para no volver. -Se ha marchado con su amante -le había dicho su padre sin delicadeza alguna. -¿Pero... dónde se ha ido? -había preguntado ella destrozada. Su madre no se había comportado como una madre normal, pero ella sólo tenía once años y todavía no estaba segura de ello. Aunque de carácter un poco obsesivo, Maria Richmond por lo menos era un poco más cariñosa y responsable que su marido.
-No lo sé y no me importa -había contestado su padre-. Siempre fue una golfa, sólo me casé con ella porque estaba embarazada de ti. No había hombre que entrara en esta casa que ella no intentara seducir, y me atrevo a decir que la mayoría de las veces lo consiguió.
-Veo que te pareces mucho a ella en el físico -continuó brutalmente -. Sólo Dios sabe lo que me espera como padre dentro de unos años. Pero te lo advierto, ____*. Averguénzame sólo una vez con tu comportamiento y te echaré de esta casa sin un céntimo. ¡No voy a sufrir con mi hija lo mismo que he sufrido con mi mujer!
Así había sido. Sin una palabra amable o de cariño para la niña abandonada y sorprendida, sólo porque se parecía a su madre. Al día siguiente fue enviada a un internado. ¿Por qué consideraba que eso era el principio?, se preguntaba ____* confusa. Porque se había dado cuenta, por fin, de que ése había sido el comienzo de su larga soledad en la adolescencia, que fue lo que la convirtió en la víctima perfecta para un hombre como Dillon.
-¿Prometes que no volverás a juzgarme mal? ¿Me prometes que vas a escucharme con atención?
-Lo prometo.
____* dio un suspiro profundo y comenzó por el principio mientras Nick escuchaba en silencio.
Le habló de la huida de su madre y de la tristeza en el internado, y de cómo las acusaciones y amenazas de su padre habían provocado en ella un miedo hacia los chicos cuando empezó a sentirse atraída por ellos. Había llegado a ser reticente con el sexo opuesto y se había convertido en una chica extraña, sobre todo cuando había descubierto sentimientos en los que veía una señal de que era una perdida como su madre lo había sido.
Por lo tanto rechazó cualquier compañía masculina para sorpresa y agrado de su padre. Él le regaló un viaje por haber sacado unas notas excelentes en los exámenes, y fue con una señorita de compañía a galerías de arte, museos y teatros famosos de todo el mundo. Incluso así atraía la atención de los hombres, pero ella siempre los rechazaba, aunque se sintiera atraída por ellos.
Cuando volvió a Sydney, comenzó a estudiar en la universidad, y después de dos años de éxitos en las notas. Su padre se presentó con un formidable coche rojo como regalo por su veinte cumpleaños.
Por ironías del destino, fue aquel coche lo que atrajo la atención de Dillon. Lo vio en un aparcamiento y se quedó observándolo un rato, luego miró hacia la chica ingenua que había detrás del volante. A continuación, fue directamente a su objetivo.
Dillon. Un nombre lleno de sugerencias para un joven lleno de sugerencias. Era rubio de piel bronceada y tan atractivo que todas las chicas suspiraban al verlo. Era inteligente, ingenioso y encantador, y pasaba el tiempo intentando terminar una ingeniería que varias veces había suspendido. En él el fracaso también sonaba sugerente.
____* sucumbió enseguida a su encanto, una vez que el joven intentó seducirla, aquel mismo día en el aparcamiento. Con su personalidad arrolladora. Aunque no era una mujer fácil, sexualmente hablando. Se había protegido levantando barreras contra el sexo opuesto durante años, y Dillon tuvo que hacer un gran esfuerzo para seducirla, quitando gradualmente aquellas barreras antinaturales hasta que ella había llegado a ser la chica que probablemente tenía que haber sido. Se convirtió en una mujer apasionada, amante y sensual. Cálida, cariñosa y generosa.
Una vez que llegaron a ser amantes, ____* alcanzó su plenitud física. Comenzó a vestirse de manera más provocativa, se dejó el pelo, normalmente por los hombros, hasta una longitud mayor, y se hizo más segura y cómoda con sus encantos femeninos. Incluso se hizo coqueta, aunque sus ojos sólo miraban a Dillon. Estaba muy enamorada de él.
Las primeras veces que Dillon pidió que le dejara dinero prestado se lo había dado sin más, diciéndole que no se preocupara por devolvérselo. Él siempre decía que se lo iba a devolver, pero nunca era así, y pronto empezó a pedirle más. También le pedía prestado el coche, ya que el suyo siempre estaba en el taller. Ella volvía a su casa frecuentemente en transporte público, y si su padre se enteraba, se enfadaba, afortunadamente no solía estar en casa.
____* había continuado en manos de Dillon varios meses. La vida nunca había sido tan maravillosa, ella era amada, necesitada y deseada. Nunca se había dado cuenta de que simplemente la estaba utilizando para lo que él, un joven ansioso y vago, no era capaz de conseguir o nunca tenía bastante.
Dinero y sexo, ropa de marca, y un coche caro.
Un día descubrió que tenía otras amantes, ella no era su única presa.
Aquel sábado volvían a casa después de una fiesta, ____* estaba en el último año de universidad cuando sobrevino el desastre. Eran las cuatro de la mañana y Dillon conducía a la velocidad habitual. ____* intentó que fuera más despacio, pero él se rió y no hizo caso.
____* había bajado la vista porque le daba miedo mirar la carretera y los coches que iban y venían. -Estaba mirando paro abajo todavía cuando nos saltamos un semáforo y chocamos contra un coche contó a Nick-. Me golpeé la cabeza y quedé inconsciente. Cuando me desperté, estaba sentada en el asiento del conductor con las manos al volante, y Dillon había desaparecido la mujer que conducía el otro coche estaba muerta.
Nick encendió la lámpara de la cama y ____* lo miró cautelosamente. -Pasé toda la noche en el hospital con uno conmoción cerebral. Cuando me desperté, estaba arrestada. -¿Cuál fue la acusación? -preguntó Nick frunciendo el ceño. -Acusaciones -corrigió con expresión seria-. Acusada de soltarme un semáforo en rojo, homicidio y posesión de narcóticos. Dillon había dejado su dosis de cocaína escondida bajo el asiento del conductor -terminó con amargura.
-¡Dios mío! -No hubo testigos -siguió explicando-. Y era «mi» coche. Dillon debió de irse andando hacia su casa, no estábamos lejos de donde vivían sus padres. Contó a la policía que yo lo había dejado antes de que ocurriera todo. A esas horas de lo mañana no había mucha gente despierta poro corroborar o negar lo que él declaró.
-¡Qué canalla! Espero que tuvieras un buen abogado, parece que era lo que necesitabas. -Me... me crees... -dijo ____*, mirándolo o los ojos. -Pues claro que sí. ¡Nadie podría inventar una historia así! Además, se nota que eres una persona muy sincera. Incluso uno persona cínico como yo se puede dar cuenta. ____* se puso a llorar. -¡Oye! -dijo Nick con cariño, secándole las lágrimas-. ¿Por qué lloras? -de repente la mano de Nick se quedó quieta y la miró fijamente-. ¿Te declararon culpable, no? Aquel canalla permitió que tú pagaras por lo que habla cometido él.
-Sí -balbuceó-. Fui condenada a ocho años.... cumplí cuatro. Terminé hace seis meses. - Oh, Dios mío, pobrecilla. ¡Qué canalla! ¿Y qué fue de él, lo sabes? Espero que haya muerto por uno sobredosis, el mal nacido. -No, no sé qué ha sido de Dillon, pero tampoco me importa -y por extraño que parezco era verdad. -¿Que no te importa? ¡Maldita sea, tendría que pagar sus crímenes! Me gustaría poder pegarle con los puños, mandarle directamente al infierno.
-La gente como Dillon encuentran ellos mismos el infierno. Nick.
-No creo que pienses eso de verdad.
-Si, mira por ejemplo Vanessa, ella no es feliz, lo sabes. Cuando se haga mayor y pierda su belleza, nadie la querrá ni la deseará, espera y verás. -He esperado diez años y todavía no ha ocurrido -dijo con amargura Nick-. De todas maneras, prefiero no hablar de esa desvergonzada, si no te importa. Volvamos a ti, debió de ser un golpe muy duro cuando te arrestaron.
-Sí. Mi padre rechazó contratar o un buen abogado, así que tuve uno de oficio, y parecía sentir resentimiento por tener que defender a la hija de un millonario. Ambos, el juez y el jurado parece ser que sintieron lo mismo, y mi caso se constituyó en modelo de justicia verdadera, una chica rica caprichosa que era castigada por su egoísmo y falta de moral. Ocho años eran una sentencia severa.
-Oh, ____*... lo siento mucho... Haces que me sienta muy pequeño. Has tenido que sufrir un infierno, mientras yo... -Nick se interrumpió de repente, y su rostro adquirió uno expresión perpleja.- ¡Y ahora continuemos! Ahora háblame sobre el protector millonario del que me hablaste, el que te regalaba joyas y... – se interrumpió de nuevo y la miró con desesperación-. ¿Era tu padre, verdad? Jugaste con las palabras cuando me lo contaste, ¿verdad? Dillon ha sido tu único novio y tu padre fue el que te pagó los viajes, las joyas... Una especie de protector -terminó con tono de burla-. ¡Era tu propio padre!
____* lo miró con una expresión sumisa. -¿Estás... enfadado conmigo? -Tendría que estar furioso, pero en vez de eso estoy estupefacto. ¡Qué cruel puedes llegar a ser a veces, señorita Richmond! -Está bien, tú tenías una opinión de mí bastante negativa, y yo quise alimentarla para mantenerte lejos. Ya me entiendes... me sentía atraída hacia ti, te deseaba con locura. -Tú no tendrías por qué mantenerme alejado, créeme -declaró pensativo-. Ya sé cuáles son mis sentimientos hacia ti. -¿No tendremos que esconder nuestros sentimientos más? -preguntó, descansando la cabeza sobre el pecho desnudo de ____*.
-Nunca.
- Soy tan feliz de que me creas, Nick.
-Y yo estoy contento de que me lo hayas dicho. No tengas miedo de contarme nada, amor mío.
El corazón de ____* no cabía en sí de gozo. La había vuelto a llamar «amor mío» y esa vez le creía. La amaba de verdad, aunque todavía no estuviera preparado para decirlo. -Tú tampoco tengas miedo de contarme nada -replicó adormilada. Si no se hubiera dormido enseguida, habría sentido la mano de él repentinamente quieta, se habría preocupado de que no contestara nada.
Mañana cuando llegue les subo los otros dos :P
♥..:Tiff:..♥
Re: VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA
Wuuooh! Ame tu novelaa,generalmente nos posteo mucho,pues solo me cree la cuenta para poder leer las novelas sin restriccion(? hahahah esta Genial..de verdad la AMÉ ESPEROOO & LAA CONTINUUES!..PORFA..POORFAAA SIGUEEEELA :)
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