Re: VENGANZA FINAL Nick y Tu TERMINADA

por **LittleVickJ♥** Sáb 11 Sep 2010, 4:44 pm

CAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAP

por Invitado Sáb 11 Sep 2010, 7:56 pm

Siguelaaa!

por **LittleVickJ♥** Dom 12 Sep 2010, 6:49 am

tiffuuuuuuuuuuuuuu!

por Invitado Dom 12 Sep 2010, 11:15 am

Sigueeee!

por **MariiJonas** Dom 12 Sep 2010, 1:06 pm

Nueva lectoraa!
Sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeee! pon cap x favor

por Invitado Dom 12 Sep 2010, 2:53 pm

Sigueeee!

por **♥..:Tiff:..♥** Dom 12 Sep 2010, 3:09 pm

Bienvenida Marii, perdonen la demora pero no tenia animos de acomodar
aqui les dejo un cap y mas tarde subo otro, puede q hoy mismo la termine de subir

Capítulo 11

Llegaron a desayunar bastante tarde; Ann y Henry se marchaban cuando entraron en el comedor.
-Parece que no has dormido mucho -dijo Henry, dirigiéndose a Nick-. Tienes ojeras.
____* no habría sido tan sincera, pero Henry tenía razón. Parecía que Nick hubiera estado en vela

toda la noche. No tenía idea de a qué hora se había acostado, pero se había estado tomando una copa a medianoche, sentado en la oscuridad. Cuando ____* se había despertado aquella mañana, después de un sueño bastante intranquilo también para ella, lo había visto adormilado en el sofá, todavía vestido, sin ni siquiera haberse molestado en abrir las sábanas.
Era extraño. Pero en Nick las ojeras no disminuían su atractivo. Era uno de esos hombres en los que una mirada turbia añadía belleza, algo que ella había notado más de una vez en aquellos seis meses.
-Ya sabes, Henry -contestó Nick sin dar importancia-, cama extraña y todo eso. -Claro, claro, ésa es tu versión. Es mejor que desayunes o llegarás tarde a la primera conferencia. -¿Te apetece jugar al tenis, ____*? -sugirió Ann-. Voy a jugar con Henry esta tarde y necesito practicar. -Me encantaría -contestó. Necesitaba quemar las calorías de la cena del día anterior. Al mismo tiempo podía sacar fuera toda la frustración que sentía. Nick se había duchado y vestido aquella mañana en absoluto silencio. Cuando iban a abandonar la habitación había dicho a ____* que esperaba se comportara en un futuro de acuerdo al trato. ____*se había enfrentado al desayuno y al día en un estado de total confusión. Los ruegos de Sylvia daban vueltas y vueltas en su cabeza, pero, como había descubierto el día anterior, era imposible mantener alejado de Vanessa a Nick si él no quería.
-Reúnete conmigo en el campo de tenis a las diez -terminó diciendo Ann mientras salía corriendo detrás de Henry, que había desaparecido ya. -Así lo haré -admitió ____*, luego se apresuró detrás de Nick que ya había entrado en el comedor y, con un plato en la mano, elegía los alimentos del desayuno tipo buffet. ____* tomó otro plato y se dedicó a buscar algo que no engordara de entre la amplia selección de alimentos, cuando un murmullo la hizo girar la cabeza.
Vanessa acababa de llegar al comedor del brazo de su marido, y se oyeron murmullos procedentes de las mesas ocupadas. Se podía hablar de bastantes cosas, pensó ____* amargamente. La mujer rubia había elegido un traje de pantalón de color morado, brillante y hechura suelta, parecido a un pijama, con lo cual parecía que venia directamente de la cama, su pelo rubio mantenía el aspecto sedoso increíblemente sensual, y sus pechos altos se balanceaban bajo la seda, firmes, con los pezones apuntando hacia delante, revelando que no llevaba sujetador.
____* no pudo evitar ver a Nick mirándola, y notar que sus ojos recorrían el cuerpo de Vanessa como los ojos de los otros hombres. Intentó no sentirse celosa, o preocupada, ni siquiera curiosa, pero fracasó.
Puede que se haya casado con un neurocirujano -murmuró ____*-, pero debe de visitar frecuentemente cirujanos plásticos. -Algo que tú nunca necesitarás -replicó Nick, con un tono seco y a la vez divertido-, mi querida ____, así que no seas tan mala.
____* se quedó sorprendida por el cumplido, aunque también hubiera habido algo de cinismo.
-Yo creí que no te gustaba adular.

-No me gusta, tú tienes una figura perfecta, y lo sabes. ____* se ruborizó de placer y sorpresa. Desde luego ella no se veía nada perfecta, pero la inquietó que Nick pensara que así era. Sus ojos se encontraron un momento, y por primera vez ____* estuvo segura de ver deseo físico en esos ojos profundos. El descubrimiento la sorprendió. Quizá se había equivocado cuando había pensado que los besos de la noche anterior no había significado nada para él. Podía ser que le hubieran impresionado tanto como a ella.
-No te quedes mirándome así - exclamó Nick-. Tú sabes perfectamente que siempre me has parecido una mujer deseable. Como le pasaría a cualquier otro hombre, ¿no? Ahora date prisa y elige el desayuno. El tiempo pasa.
____* se quedó totalmente confusa con los últimos comentarios. ¿Él siempre la había deseado? Era un pensamiento bastante inquietante, que la desconcertaba. No sabía que elegir, finalmente tomó zumo de naranja, tostada y café.
Cuando se sentaron a la mesa, no muy lejos, desgraciadamente, de donde estaban Vanessa y su marido, estaba tan nerviosa, que no fue capaz de comer más que unos cuantos bocados. Vanessa la miró con desprecio, examinando su aspecto con ojos azules burlones.
____* sabia que los pantalones y la sencilla camiseta de rayas que llevaba eran adecuados para la ocasión, pero la mirada de Vanessa era molesta. -No estás comiendo mucho -comentó Nick, concentrado en su plato de huevos con bacon. Era extraño que un hombre que había pasado una mala noche, y estaba deprimido por un amor perdido tuviera tanto apetito.
-No tengo hambre.
Nick dejó el tenedor y el cuchillo a un lado y la miró fijamente.
-¿Estás enfadada conmigo por tratarte con brusquedad o por decirte que eres atractiva?
____* dijo que no iba a contestar a esa pregunta, y él se encogió de hombros.
-Mira, sé que he sido un poco brusco contigo. Desearía poder explicar...
-¿Por qué no lo haces?
-No puedo arriesgarme - dijo moviendo la cabeza.
-¿Arriesgar el qué?
-Mi salud mental.
-No te entiendo, Nick.
-Así es mejor, creo -dijo sombrío.
-Dime una cosa. ¿Sigues enamorado de Vanessa Ballistrat?
Nick observó a Vanessa con calina, luego miró a ____*.
-Debes de estar bromeando -contestó.

El odio era la otra cara del amor, ¿no era así? ¿O se refería a que sólo sentía una obsesión estrictamente sexual?
-¿Entonces qué hay entre vosotros ahora? ¿A qué estás jugando, Nick?
-A un juego más viejo que el tiempo, cariño.
-¿Y qué juego es ése?
-Toma tú café, ____, y deja de preocuparte por cosas que no son asunto tuyo.
-Pero sí son asunto mío, Nick.

-¿Por qué? No es nada que tenga que ver contigo. -Sí tiene que ver, ¿no te das cuenta? Tú me has implicado en mucho más de lo que dijiste: Ann y Henry creen que estamos comprometidos. ¿Qué vas a decirle a Sylvia cuando ellos le den la noticia? Y lo harán, Ann es muy cotilla.
No había pensado en ello -contestó Nick frunciendo el ceño.
-Creo que hay muchas cosas en las que no has pensado, Nick.
Nick la miró, y a ella le hubiera encantado saber qué pensaba en esos momentos.
-Sí -admitió despacio- , estoy empezando a ver que...
-Tú... no vas a hacer nada violento, ¿verdad?

-¿A quién? Un extraño brillo sexual se reflejó en sus ojos despiadados y ____* se estremeció, porque era a ella a la que miraba en esos momentos.
-A... a Vanessa, desde luego -acertó a decir temblorosa -. O a su marido.
-¿Por qué iba a hacer algo?

-No soy estúpida, Nick, puedo leer entre líneas. Vosotros fuisteis amantes hace tiempo, ¿verdad? Y ella te dejó cuando huyó con Ballistrat. La cara de Nick se puso tensa al oír aquello. Sus ojos reflejaron una tristeza inmensa y el corazón de ____* se dejó arrastrar por su evidente sufrimiento -Olvídalo, Nick -aconsejó-, ella no se lo merece. La mirada de Nick se posó en la mujer que, evidentemente, le seguía obsesionando, luego la apartó.
-No es tan sencillo -dijo con frialdad.
-Puede serlo
-No -negó él-, no puedo. Ahora termina tu desayuno, ____, y vete a jugar al tenis.

Hubiera querido gritarle que no fuera tan estúpido o tan ciego. Que había muchas mujeres en el mundo que merecían ser amadas, y Vanessa Ballistrat no era una de ellas. Pero ____* se daba cuenta de que la mente de Nick estaba cerrada al amor, era un hombre amargado que había ido allí para vengarse de la traición de Vanessa.
A ____* le preocupaba que todavía pudiera volver a caer rendido a ese amor, que esa mujer inteligente y perversa pudiera atrapar de nuevo su corazón contra su voluntad. Su belleza y sus atractivos femeninos eran increíbles. No habría muchos hombres que pudieran rechazarla una vez que ella pusiera su mirada en ellos.
El desayuno se terminó en un silencio tenso. ____* se alegró de poder dejar a Nick y estar un rato sola en la habitación. Se sentó en la cama, la cabeza le daba vueltas y el estómago le quemaba.
¿Qué demonios iba a hacer? ¿Cómo iba a persuadir a Nick de que la venganza era algo autodestructivo que no iba a darle ninguna felicidad? Peor que eso, ¿cómo podría ella apaciguar o eliminar la poderosa fuerza de aquella mujer? No podía soportar el pensamiento de esa mujer acariciando a Nick de nuevo, y menos besarlo. Y hacer el amor con él...
Quizá podría hacer lo que Sylvia había sugerido, ¡seducirlo ella misma! Le encantaría, Dios mío, tenía tantos deseos que casi le dolía el cuerpo. Pero tenía miedo, miedo de sentirse emocionalmente implicada con ese hombre. De hecho ya estaba sufriendo con sus problemas, deseaba resolverlos, protegerlo.
Por su bien, tenía que apartarse un poco, distanciarse de la situación. No era asunto suyo, como había dicho Nick varias veces. El tenis sería la respuesta, y nadar, y cualquier actividad que la mantuviera ocupada, que la cansara y la alejara de Nick. ____* se levantó y se quitó los vaqueros y la camiseta para ponerse su traje de jugar, un femenino traje de color limón, compuesto por una falda plisada y una camiseta a juego, ambos con un borde blanco. Calcetines y zapatillas blancas completaban el atuendo. Luego ____* se sujetó el pelo en un moño alto sobre la cabeza.
Una mirada al espejo le aseguró que su aspecto era encantador, aunque seguía viéndose grande en comparación con la pequeña y perfecta figura de Vanessa. Había cuatro campos de tenis. Eran de tierra y estaban rodeados por altas hileras de pinos que daban al lugar una protección natural contra el viento. Había una caseta donde se podían encontrar raquetas, así como mesas y sillas de plástico para descansar, y una nevera con bebidas frescas sin alcohol.
-Para mí es suficiente -declaró ____* después del tercer set. Había perdido los dos anteriores y el último lo había ganado-. Estoy terriblemente desacostumbrada -añadió mientras ambas se sentaban con botellas de agua mineral en la mano.
-No parece que estés muy oxidada --replicó Ann, con admiración-. Tienes una figura fantástica. Era lo que ____* necesitaba escuchar. Sabía por experiencia que las mujeres no solían halagar a otras mujeres. -Eres muy amable por decir eso, Ann, pero la verdad es que necesitaría perder un poco de peso, algunas faldas se me están quedando muy estrechas. -Yo no me preocuparía demasiado por eso. A los hombres no les preocupan las faldas estrechas, ni les importa que las mujeres tengan algunos gramos de más. O por lo menos si están tan bien distribuidos como los tuyos.
Ann se acercó de repente a ____*. -Dime que no es asunto mío si quieres, pero, ¿hay algo todavía entre Vanessa y Nick? -Quizá sí, quizá no -contestó ____*, esforzándose por mantener un tono de voz natural-. Sinceramente, no me importa si tienen algo. No doy importancia a una mujer que ha sido una antigua amante de un hombre. El pasado es el pasado.
-Estoy de acuerdo, pero es estúpido arriesgarte cuando hay una mujer como ésa en juego. Si fuera tú, la vigilaría. Creo que sigue enamorada de Nick. ____* no pudo evitar que una expresión de fastidio se instalara en su rostro. -Oh, querida, quizá no tenía que haberte dicho nada. Está claro que adoras a Nick. Cuando te besó ayer noche, lo miraste de una manera... ____* abrió la boca y luego la cerró, no se le ocurría nada que decir. -Los hombres son tan tontos algunas veces -continuó Ann-, y las mujeres así tienen tan pocos escrúpulos... Si el doctor Ballistrat tiene problemas de dinero, ella no se quedará con él; es lo que ese tipo de mujeres hace. Si ella y Nick han sido novios, y si intuye que él todavía siente algo por ella, es casi natural que intente atraparlo de nuevo. Y seamos sinceras, tiene bastantes armas para atraparlo...
____* se sentía casi enferma. No por la advertencia sobre Vanessa, ella ya había pensado en la posibilidad de que Nick cayera de nuevo en sus redes. No, la tristeza de ____* venía de las palabras de Ann: «está claro que adoras a Nick...»
«Lo adoro», admitió con la mente confusa. «Lo quiero con locura. Dios mío, lo amo. Pensé que no era posible, sencillamente porque no me gustaba, pero mi corazón estúpido se ha enamorado». -Oh, querida, por favor no te quedes así - -exclamó Ann-. No quise preocuparte, lo siento muchísimo. Por favor, olvida lo que te he dicho. Ningún hombre en su sano juicio preferiría esa mujer a ti.
«Ningún hombre en su sano juicio...»
Las palabras hicieron eco en la mente de ____*.
Nick no estaba en su sano juicio en lo que se refería a esa mujer.

Ella había destrozado su mente durante años, distorsionando su punto de vista sobre las mujeres, haciéndole que se volviera cínico en vez de confiar su corazón a otra mujer. Sylvia conocía la existencia de esa locura, por eso le había preocupado tanto que fuera allí, por eso había pedido a ____* que lo alejara de ella.
-Perdonad, ¿podríais ayudarnos? Queremos jugar y sólo somos tres, nos falta uno. ____* miró a las tres mujeres que esperaban respuesta y negó con la cabeza.
-No puedo -murmuró, todavía pensativa-, juega tú, Ann.
Ann no sabía qué hacer.
-¡Por favor! -rogaron las tres mujeres a la vez.
-De acuerdo -dijo suspirando-, pero sólo un set. Se marchó y ____* se quedó sola. Con un gemido,

apoyó los codos en la mesa, hundió la cabeza entre las manos y cerró los ojos. ¿Cómo había permitido que ocurriera? ¿No le enseñó nada Dillon? «Dios mío. ¿Voy a estar toda mi vida enamorándome del hombre equivocado?» «Desde ahora dejaré de sufrir por él, me niego a comportarme como una mártir. Diablos, desprecio a las mujeres que aman a hombres que no las aman a ellas. ¿Cómo puede ser una persona tan autodestructiva?»
-¿Te duele la cabeza? ____* alzó el rostro y se encontró a Vanessa, tomando asiento en la silla que Ann había dejado. El traje morado de seda que llevaba demostraba que no había ido a jugar al tenis. -No, no es un dolor de cabeza -contestó ____* con frialdad. Sólo estoy cansada, he estado jugando al tenis. -Ya te he visto, he estado dando un paseo por los jardines, y cuando he visto que tu compañera se iba a jugar he venido para acompañarte.
-¿De verdad? ¿Por qué? -preguntó ____*.
-No hay necesidad de ser grosera.
-Creo que hay muchas razones para ser grosera.

____* no iba a rendirse fácilmente. En la cárcel habla descubierto que las personas como Vanessa confundían la educación con debilidad y el tacto con estupidez. -No me gustas más de lo que te gusto yo a ti. También conozco tus intenciones, así que no trates de manipularme con alguna de tus mentiras. Di lo que tengas que decirme, y luego apártate de mi vista.
-No... Eres la chica educada que pareces ser.
-No, y no lo olvides.
-¿Eso qué quiere decir?

-Quiere decir que no vuelvas a agitar tus pestañas postizas delante de Nick, o te quitaré a tiras tus pechos también falsos.
Vanessa se quedó con la boca abierta y se levantó tambaleándose.
-¡Diré a Nick lo que me has dicho!
-Ve ahora mismo, se reirá con ganas.
Los ojos azules se cerraron suspicazmente mientras se sobreponía rápidamente.
-No sabes con quién estás tratando.
-Lo sé muy bien. Con una persona sin moral, con una prostituta que se vende por dinero.
-Vas a sentir haber dicho eso.
Lo dudo.

La mirada que Vanessa le dirigió habría estremecido a cualquier mujer, pero ____* sostuvo la mirada y, para su satisfacción, fue Vanessa la primera en apartar los ojos, luego se marchó. -No ganarás -murmuró ____* entre dientes-. No me importa lo que tenga que hacer, el hombre que amo no va a terminar en tus redes de nuevo. ¡No señor!

Del proximo cap no me hare responsable por traumas

por Invitado Dom 12 Sep 2010, 3:25 pm

Tonta Vanessa -.-
Laaa odiiiooo!!
Sigueelaa!

por **maru!!** Dom 12 Sep 2010, 3:38 pm

siguelaaaa!!!(odio a vanesa)

por **angie- d jonas** Dom 12 Sep 2010, 4:36 pm

hola siguela, no me acuerdo si ya habia comentado antes asi q, nueva lectora haha XD

por **LittleVickJ♥** Dom 12 Sep 2010, 5:38 pm

COMO K TRAUMAS???

PON EL OTROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!

LA BOMBA ACECHAAAAAAAAAAAAAAAA

SIGUELAAAAAAAAAAAAAAA

por **♥..:Tiff:..♥** Dom 12 Sep 2010, 6:39 pm

Capítulo 12

-Me voy a la habitación -gritó ____* a Ann, aquella seguía jugando y se despidió con la mano. Quince minutos más tarde, ____* estaba en el cuarto de baño, mordiéndose el labio inferior, mientras hacía muecas ante el espejo. Había estado mirándose horrorizada un buen rato. El bikini negro era más escandaloso de lo que había pensado. Intentó por todos los medios colocar los senos dentro de las copas, pero sólo alcanzaban a tapar los pezones. La parte de abajo tampoco le quedaba bien, dos diminutos triángulos, unidos en los laterales por dos cintas atadas. La parte de delante era tan pequeña que iba a tener que afeitarse casi por completo para estar presentable. ¡Sólo Dios sabía qué aspecto tendría por la espalda!
Suspiró profundamente, abrió la puerta del baño y se echó hacia atrás, poniéndose de puntillas para verse las caderas y la cintura en el espejo pequeño del lavabo. Se giró un poco para mirarse la espalda. Dios mío, dejaba mucha piel al descubierto.
-No puedo llevar esto en público -murmuró desesperada. -Estoy de acuerdo. ____* se dio la vuelta y sus ojos escrutaron la habitación con el corazón en vilo. Nick estaba sentado en el sillón que había cerca de la ventana, con los brazos estirados y las piernas cruzadas. La luz entraba a su espalda, así que tenía la cara en la sombra, por lo que no pudo ver sus rasgos ni su expresión.
Se ruborizó, al tiempo que deseaba encontrar algo con qué cubrirse. -Yo... no te había oído entrar -balbuceó--. ¿Y qué quieres decir con que estás de acuerdo? ¡Creo que me queda muy bien!
-Sabes de sobra que no te sienta nada bien -contestó Nick-, te sienta estupendamente.
-Oh...

Nick se levantó despacio, su considerable altura tapó casi todo el hueco de la ventana y apenas dejaba pasar la luz. -Pero tienes razón en que no debes llevarlo en público, creo que deberías guardarlo sólo para mí. ____* parpadeó, la atmósfera de la habitación se cargó de repente de una tensión sexual electrizante. Sabia, aunque no podía ver sus ojos, que estaba mirando su cuerpo, y no precisamente con desagrado, sino con deseo. Un escalofrío recorrió su espalda. Le ardía la cara y el cuerpo siguió el mismo proceso.
Nick empezó a caminar despacio hacia ella, ____* levantó la barbilla con desafío, aunque se sentía atraída intensamente por él. Su corazón empezó a latir con fuerza, pero al acercarse más y ver sus ojos se dio cuenta de que no había en ellos deseo, sino una mirada fría y pensativa.
-¿Qué... qué haces aquí? preguntó temblando cuando se paró delante de ella- . La conferencia duraba media hora más. -Me dolía la cabeza -explicó, los ojos se posaron en sus senos, que se alzaban rítmicamente a una velocidad traicionera-. Necesitaba tomar algo. -Oh... -Ya no me duele -dijo, y tranquilamente, casi con frialdad, se puso detrás de ella, le desató la parte de arriba y la tiró al suelo. ____* no dijo nada, simplemente se quedó mirándolo confusa, mientras una terrible euforia la invadía. Nick se inclinó y rozó sus labios, las manos se posaron en los senos, jugando suavemente pero sin piedad. ____* intuyó que no pararía aunque ella se lo pidiera.
Pero ella no quería que parase, ¿no? Amaba a ese hombre y lo deseaba con todas sus fuerzas. Además, sería la manera perfecta de eliminar el poder sexual que Vanessa ejercía sobre él. Nick amaba como ella siempre había sospechado. Con frialdad, casi como una máquina, y aun así la excitaba terriblemente. No había en sus movimientos ningún intento de seducción, ningún intento de hacerle el amor, sólo unas caricias sin sentimiento dirigidas a excitarla lo suficiente para llegar a su oscuro propósito.
____* descubrió en ello una perversa provocación. Era totalmente diferente de Dillon, que adornaba todo con palabras bonitas y falsas promesas. ¿Cuántas veces le habría dicho que la amaba mientras hacía el amor con ella?
Mentiras. Habían sido todas mentiras. Por parte de Nick no habría ninguna. Estaba ofreciéndole sólo sexo, y sin embargo lo amaba y esperaba secretamente que le diera más. Además, podría controlar ese tipo de amor mejor que las mentiras de Dillon.
¿Controlar? Oh, Dios... que palabra más inadecuada para los sentimientos que se agolpaban en su interior. ____* se encontraba a punto de marearse de deseo, anhelaba más y más, le dolía todo el cuerpo.
Cuando las manos de Nick abandonaron sus pechos, se quejó, pero fue sólo un suspiro porque las manos bajaron suavemente hacia las caderas. Simultáneamente su boca profundizó el beso, quizá en un intento de distraerla mientras desataba la parte de abajo.
A ____* no le importaban los motivos de sus caricias, siempre que no apartara su boca ni sus manos de su piel. Gimió suavemente bajo el ritmo de su boca, entonces el gemido se hizo más intenso cuando deslizó las manos entre sus muslos, y el ritmo de sus movimientos aumentó.
____* casi no podía creer lo que estaba sintiendo. Su cuerpo se tensó bajo las expertas caricias. Finalmente comenzó a temblar. Nick la apretó fuertemente, antes de tomar su cuerpo ardiente y echarlo en la cama. A continuación la miró implacable mientras se desvestía con movimientos meticulosos, colocando cada prenda en una de las sillas cercanas.
El corazón de ____* recuperó su ritmo normal, pero su mente y su cuerpo permanecieron bajo el control de su mirada. Incluso cuando estaba desnudo, con su miembro erecto reflejando su necesidad urgente, parecía totalmente equilibrado. Se tumbó a su lado y comenzó de nuevo a excitarla con una sucesión de besos y caricias calculadas, hasta que ella estuvo de nuevo al límite del deseo.
- Por favor, no pares -pidió ____* sin aliento-. Oh, Dios... Sólo entonces él le abrió las piernas y dobló las rodillas para acomodarse perfectamente al cuerpo de ____*. ____*cerró los ojos anticipándose a la sensación del cuerpo de Nick invadiéndola, luego los abrió sorprendida y en ese momento él la penetró. Su miembro era del mismo tamaño que el de Dillon, y sin embargo, la sensación era diferente.
Tenia que ser ella, entonces, quien estaba diferente. Estaba mucho más excitada de lo que nunca había estado con Dillon, su cuerpo abrazaba el de Nick con una necesidad y una pasión que no desaparecería hasta llegar al final.
Su cabeza parecía dar vueltas y vueltas al notar cómo él se introducía más y más profundamente. Emitió gemidos de placer. La penetración se hizo completa, entonces él colocó las piernas de ____* alrededor de su espalda y comenzó a moverse dentro de ella de la misma forma implacable que su lengua y sus manos la habían acariciado.
«Nick era inhumano», pensó con desesperación. Su cara era una máscara que reflejaba una concentración perfecta, entrando en ella como si fuera un robot, sin emoción alguna que enturbiara la simetría de sus rasgos atractivos. Y sin embargo ella estaba fuera de sí, moviendo la cabeza de un lado a otro, agarrándose con fuerza a él para intentar prolongar el placer y no tener un orgasmo demasiado pronto.
El pensamiento de él mirándola implacable mientras llegaba al clímax le desagradaba. Quería que él llegara con ella. Deseaba verlo salvaje y fuera de sí, con el rostro desencajado expresando un éxtasis que sólo con ella encontraría. No podía soportar ni un momento más esa cara implacable. Había un hombre vivo, apasionado, anhelante bajo esa fachada fría y calculadora, y ella tenía que descubrirlo.
Los movimientos de ____* eran instintivos, sus manos acariciaron con fervor sus hombros, después recorrieron su cuello y se dirigieron hacia los músculos de su rostro. La boca de Nick se abrió cuando ella comenzó a bordear sus labios con los dedos. No vaciló, introdujo los dedos en su boca, y los movió sobre su lengua hacia delante y hacia atrás, repitiendo el movimiento de su cuerpo dentro de el de ella.
-Nick -gimió apasionada-. Oh, Nick... Él se paró un segundo y luego se estremeció violentamente, un sonido ronco salió de sus pulmones. Empezó a lamer violentamente los dedos y a moverse con frenesí. ____* sintió que él ya no podía más y juntos llegaron al orgasmo, entonces sus dedos salieron de la boca de Nick a la vez que él se curvaba y se separaba de ella violentamente. ____* dio un suspiro profundo para alimentar sus pulmones cansados.
Nick gritó y cayó junto a ella, tomándola para que se echara encima de su pecho. Sus manos acariciaron furiosamente la cara de ____*, forzándola a mirar su rostro atormentado. -¿Por qué demonios haces eso? -exclamó Nick, respirando entrecortadamente-. Yo pensaba haberme retirado a tiempo... no deberías haber hecho eso... Tenías que haberme frenado... ¿Por qué diablos no lo hiciste?
« ¿Frenarlo? ¿Estaba bromeando? No hubiera podido pararlo aunque hubiera querido». ____* dio un suspiro profundo. La pasión del momento se había convertido rápidamente en una cruda realidad. De todas maneras hacía tiempo que ____* era una persona realista, sabía lo que hacía cuando dejó a Nick hacerla el amor, sabia lo que podía esperar de él después.
Nada. «Pero dolía. Dios, ¿cuándo iba a aprender?» -Está bien, Nick -contestó, con una voz relativamente tranquila-. Si lo que te preocupa es dejarme embarazada, no hay problema. Si te preocupa algo diferente, tampoco hay problema, nunca he hecho el amor antes sin protección. Espero que tú puedas darme la misma confianza.
-No seas ridícula -dijo mirándola como si estuviera loca-. Por supuesto que puedo. ____* casi rió. Podía adivinar que era la primera vez que Nick perdía el control y hacía algo realmente arriesgado. La sensación de triunfo, de que el riesgo había venido de ella, suavizó el dolor que sentía.
-¿Estás totalmente segura de que no te vas a quedar embarazada? -preguntó impaciente. ____* no quería discutir sobre el tema. Ella siempre había creído que el embarazo que resultase de un acto de amor no era algo que podía ser eliminado con una píldora o una operación. Y había sido un acto de amor. Para ella.
La verdad era que el riesgo era mínimo en ese fin de semana, y decrecería cada día que pasara. Conocía su cuerpo bien y debía de haber ovulado al principio de semana. Era una posibilidad de nueve sobre diez, aunque había veces el que su ciclo había sido extraño, generalmente cuando
estaba nerviosa.
Pensó en todo lo que le había pasado la semana anterior y rezó una oración en silencio.
-No hay riesgo -dijo en voz alta-, mi período será muy pronto, y soy muy regular.
-Puedo conseguirte una receta para la píldora del día después, si quieres.
-Oh, calla, Nick. Estás estropeando el momento.
-¿Qué momento? -dijo mirándola fijamente.
El de tú y yo abandonando nuestra habitual hostilidad.
Nick se quedó un momento callado, sorprendido, luego reaccionó con una carcajada.

-Debería haber adivinado que hacer el amor contigo no era como hacerlo con cualquier otra mujer. ¡Dios, desde luego ha sido diferente! Nunca he conocido algo así. -¿Debo sentirme halagada por el comentario? -No, complacida. Ya te he dicho que no creo en los halagos. Eres una profesional en la cama, ¿lo sabías?
-No estoy en la cama, estoy encima de ti.
-Que es otra posibilidad que habrá que explorar en un futuro próximo.
-¿Cómo de próximo?

____* casi se sorprendió del anhelo con que lo había preguntado, pero era normal. Se había rendido a su boca, a sus caricias, a su cuerpo. Nunca había sentido eso antes, con Dillon no había llegado siempre al orgasmo, y cuando lo conseguía era después de mucho tiempo. Habían pasado menos de diez minutos desde que Nick la quitara el sujetador.
Ya lo deseaba de nuevo. Diez minutos no eran suficientes, ella deseaba una vida entera haciendo el amor con él. Pero como no podía ser, tomaría lo que pudiera cuando pudiera. Mantenerlo lejos de Vanessa iba a ser un estímulo añadido.
-¿Qué te parece después de comer? -sugirió Nick, acariciando sus labios con los dedos.
El corazón de ____* dio un vuelco y se quedó pensativa.
-Se supone que vamos a jugar al tenis con Ann y Henry.
-Déjame a mí -dijo, antes de besarla en la boca, demostrando a ____* que siempre iba a estar a

su merced, siempre. Era un pensamiento inquietante, y ____* se prometió a sí misma resolverlo cuando el fin de semana terminara. -¿Te gusta hacer el amor por la tarde? -murmuró contra su boca. -Mmmm -fue todo lo que ____* pudo contestar. Nick comenzó a darle un masaje en la espalda y en las nalgas.
-¿Y en medio de la noche?
Ella hizo un pequeño ruido de asentimiento. Dios mío, estaba de nuevo dentro de ella, llenando

su cuerpo sensibilizado por segunda vez en quince minutos.
-¿Y por la mañana?
-Sí -exclamó.

-¿Y qué te parece antes de comer? -preguntó, sujetándola por las caderas y obligándola a sentarse encima. -Sí -dijo, justo antes de cerrar los ojos y perder el control. De nuevo.

Ahorita subo otro y mañana subire los ultimos 3 cap, Bienvenida angie creo q te habia visto en otra adaptacion :P

por Invitado Dom 12 Sep 2010, 7:00 pm

O.O dioos!!!
Nicholas Calenturiento xdd
LOL Sigueeela!

por **LittleVickJ♥** Dom 12 Sep 2010, 7:02 pm

por **♥..:Tiff:..♥** Dom 12 Sep 2010, 7:12 pm

Capítulo 13

____* se sirvió otra copa de vino, tomó un pequeño trago, luego caminó hacia la ventana, corrió las cortinas y miró la puesta de sol. Vuelve a correr las cortinas, quiero verte mejor.
____* hizo lo que le habían dicho antes de girar la cabeza y mirarlo.
Nick estaba echado en la desordenada cama, la sábana le cubría la parte inferior del cuerpo, la

cabeza y los hombros sobresalían de una montaña de almohadas. Bebía un whisky escocés a pequeños sorbos mientras la miraba, con un destello de deseo en los ojos. ____* no podía creer lo rápidamente que Nick había hecho que dejara a un lado todas sus inhibiciones. Nunca antes se había sentido tan cómoda con su cuerpo, y caminaba desnuda no sólo sin timidez, sino disfrutando de la tremenda excitación que le producía.
« ¡Había sido una tarde increíble!», pensó mientras miraba a Nick. Después de comer habían hecho el amor velozmente y con urgencia. La tomó contra la puerta, dejándola insatisfecha y salvajemente excitada. Más tarde, la había desvestido y la había llevado a la ducha, donde la había lavado de una manera extraordinariamente erótica, excitándola hasta creer que se volvería loca.
-No -le había ordenado cuando ella había ido a por la bata nada más terminar-, te quiero desnuda y con el pelo suelto. Y así es como había pasado el resto de la tarde, desnuda y con el pelo suelto, y totalmente dispuesta a cualquier propuesta sexual. Nick había hecho que finalmente tuviera un orgasmo... después de una hora de exquisito tormento, sorprendiéndola al provocar en ella varios orgasmos sucesivos. ____* no tenía poder contra su experiencia, especialmente contra esa boca sin piedad que la daba un placer exquisito.
En respuesta ____* también le había hecho el amor con la boca... era algo que Dillon, sorprendentemente, nunca le había pedido, y ella había estado segura de que no le gustaría. Pero si le gustó. Se había sentido poderosa cuando hizo que Nick perdiera el control de nuevo. Y un momento en que ____* había parado para quitarse el pelo de la cara, él le había suplicado que continuara. Dios, ¡cómo habla disfrutado con sus ruegos!
-Henry no creyó que te doliera la cabeza, ya lo sabes -dijo ____*. Esas fueron las primeras palabras normales en toda la tarde.
-Tampoco tu excusa de que estabas cansada y querías leer -contestó con dureza.
-No.
-¿Te has dado cuenta de que lo que les dijiste sobre nosotros casi se ha hecho verdad?
-¿Qué les dije? -preguntó ____*, frunciendo el ceño.

-Sobre lo de la explosión de sentimientos que habían sido reprimidos. No sé tú, pero en mi caso es verdad, he estado deseando esto desde que te vi por primera vez. -¿De verdad? -preguntó sorprendida. -¿Quieres decir que no lo sabías? -ahora el sorprendido era él-. Pensaba que lo habías visto en mis ojos la primera vez que te vi. Parece que tú al verme te llevaste una sorpresa.
-Me sorprendió lo joven y atractivo que eras.
-A mí no me sorprendió nada tu belleza -dijo secamente-. Tuve el presentimiento de que Sylvia iba a contratar a una mujer bonita para tentarme.

-¿Y te tenté? -____* tuvo que reírse. -Terriblemente. Yo odiaba los viernes, pero a la vez empezaron a gustarme de una manera perversa. No puedes imaginar las ideas que se me pasaban por la mente -continuó Nick, bebiendo un poco de whisky-. ¿Y tú, qué sentías hacia mí todo este tiempo?
-Te odiaba -confesó, descubriendo ahora que el odio había sido la otra cara del amor. Nick rió, pero de una forma amarga. -Entonces sigue haciéndolo, por el amor de Dios. No hay ningún futuro conmigo, ____, soy veneno para cualquier mujer. Francamente, no confío en las mujeres, especialmente en las bonitas, y posiblemente nunca confiaré.
____* miró sus ojos amargos y fríos, y supo que estaba diciendo la verdad. No habría ningún futuro con él, ninguno real. Había sido estúpida al tener esperanzas.
-No te preocupes -dijo No voy a enamorarme de ti -no puedo», pensó con ironía, «ya lo estoy».
-No pensé que te enamoraras, tú y yo somos parecidos, cariño. Tú también has sido herida, y eres fuerte. Eso me gusta. Aunque no quiero que odies hacer el amor conmigo, tengo planes a ese respecto.
-¿Me estás diciendo que sigamos siendo amantes cuando volvamos a Sydney?
-Si, desde luego.
-¿Y qué hay de mi trabajo los viernes? -quiso saber ____* con angustia.

-No mentí a Henry, voy a enviar a Sylvia a unas largas vacaciones, se lo merece. Cuando se vaya, puedes trabajar para mí todos los días, te pagaré bien y te trataré bien, lo prometo. Sé que eres una chica orgullosa.
____* tragó saliva. Nick hablaba con palabras que parecían respetuosas, pero ella sabía exactamente lo que estaba pidiendo. A simple vista sería una recepcionista, pero en realidad... sería su concubina. Estaba intentando comprar su cuerpo como compraría el de la prostituta callejera más baja. No estaba segura si podía hacerse éso a sí misma, pero tampoco estaba segura de tener fuerzas para negarse.
-Ya veremos, Nick -fue todo lo que dijo en ese momento, y se tomó otro sorbo de su bebida, observándolo fijamente sobre el borde de la copa. -Ven aquí. Un estremecimiento recorrió su espina dorsal y, sin prisa, atravesó seductoramente la habitación. -¿Qué quieres? -preguntó, quedándose de pie al lado de la cama. Él se incorporó, enrolló los dedos en un largo mechón de su cabello, y la atrajo hacia la cama. La brusquedad del movimiento hizo que el vino se derramara en el pecho de él. -Tú sabes lo que quiero -exclamó. -Pídemelo -susurró en voz baja, queriendo vengarse de alguna manera por usarla sin contemplaciones-Pídemelo -le ordenó. Él obedeció. ____* apartó la sábana hacia atrás e inclinó la boca hacia donde el vino se había derramado. Lamió las gotas con calculada lentitud, deslizándose sobre sus pezones masculinos por un tiempo interminable, antes de continuar despacio hacia abajo.
Él gimió mucho antes de que llegara a su objetivo final. -Ponte este vestido esta noche -ordenó Nick, sacando la prenda marrón de encaje fuera del armario, y tirándosela sobre su cuerpo desnudo. -Di «por favor». -Por favor. -Eres el único hombre que conozco que dice la palabra «por favor» como si fuera una orden -comentó ____* con una carcajada. Nick la agarró por las muñecas y la atrajo hacia sí, entre sus cuerpos desnudos sólo estaba el vestido de encaje. -¿Cuántos hombres has conocido, cielo?
Sus celos repentinos sorprendieron a ____*.
Buscó dentro de los ojos de él con esperanza y rezando, sintiéndose muy insegura.
-¿Me creerías si te digo que sólo ha habido uno antes que tú?
Se veía claramente que para él era una lucha interior.
-No importa –dijo ____*, de manera cortante-. No importa, ¿no?
-No debería -exclamó con expresión atormentada-, pero, ¡maldita sea, sí que importa!
-Entonces créeme, Nick -ordenó desesperada-. Créeme.
-Quiero creerte.
-¿Y qué te lo impide?

-No tiene sentido. Eres tan bonita y tan seductora, que no puedo dejar de desearte. Habrá habido muchos hombres que te hayan deseado de la misma forma -gimió, inclinándose para besarla. ____* dejó que el vestido cayera al suelo y lo rodeó con sus brazos, Nick dio un suspiro profundo cuando ella rozó contra él sus pezones duros.
-Y haces tan bien el amor... -murmuró contra sus labios.
-En ese caso calla y disfruta, Nick. Yo no te he preguntado cuántas amantes has tenido, ¿no?
-No, pero es porque tú no... -Echan se interrumpió, con un gesto de agonía en la boca.

-¿No qué? -susurró ____*, anhelando que la besara, que la acariciara. ¿Por qué tenía que hacer preguntas así en esos momentos? -No importa -dijo, y tomándola de la cintura, la levantó y volvió a llevarla a la cama.

-Bailas muy bien -susurró Nick al oído. Habían cenado con Henry y Ann hacía rato, y luego los cuatro habían ido al salón de baile. ____* aceptó el cumplido de Nick como verdadero. En la prisión no había habido muchos bailes, aunque las chicas a veces ponían la radio y daban algunos pasos. ¡Pero diez años de ballet, clásico y moderno, tenían que haber servido para algo!
-Tú también eres un buen bailarín -dijo, pensando en que era imposible concentrarse estando tan pegada al pecho de Echan.
-Y hueles muy bien -murmuró. ¿Cuál es el perfume que llevas este fin de semana?
-Chanel Nº 5.

-Otro regalo, me imagino. Las mujeres no se compran esos perfumes para ellas mismas. No te enfades siguió cuando ella se puso rígida ante su tono de burla-. Parece que me estoy poniendo contigo celoso de manera irracional, sólo puedo pedirte disculpas por mi hipocresía al esperar que no tengas pasado. ¡Maldita sea, el mío no es maravilloso!
La mención del pasado la hizo recordar su estancia en la cárcel. Desearía poderle hablar de ello, pero sabía que sería un error. -He escogido el vestido apropiado para bailar, ¿verdad? - dijo Nick alegremente, apretándola más fuerte cuando giraban. Nick se refería a que no llevara sujetador, claro. ____* había aceptado ponérselo, a pesar de saber que le estaría muy ceñido, y que el que no tuviera hombros y el escote fuera tan amplio, significaría ir sin nada debajo. Había perdido bastante tiempo y bastante esfuerzo en abrocharse la cremallera.
El vestido parecía un corsé sobre sus formas redondas, la seda fría caía resaltando sus pezones duros, especialmente cuando Nick la apretaba fuertemente contra él, como hacía en esos momentos. Gracias a Dios la falda era amplia desde las caderas, o no hubiera sido capaz de moverse, y menos de bailar. -Eres cruel, ¿lo sabías? -susurró ____*. -Entonces hacemos una buena pareja, ¿no te parece? replicó en voz baja-. Cállate, ____*, quiero saborear este momento. ____* sintió un momentáneo dolor interior al notar que él no había cambiado de opinión sobre ella. Por supuesto, sólo ella tenía la culpa, nunca debería haberse inventado lo del amante protector del que le había hablado. Una vez más pensó en decirle toda la verdad, ¿pero la creería?
Lo dudaba. Todo lo que conseguiría sería que su amistad cesara, aparte de perder el trabajo. No, no iba a arriesgarse a perder ninguna de las dos cosas. Así que ____* cerró los ojos, enterró la cara en el cuello de Nick y disfrutó también ella del contacto con su cuerpo duro y la promesa del placer que vendría luego... cuando el baile se hubiera terminado.
Hasta que escuchó decir a Nick algo que la hizo alzar la vista.
-¿Qué pasa?
-Nada por lo que tengas que preocuparte.

La curiosidad natural de ____* hizo que mirara a su alrededor, no tuvo que mirar mucho. Vanessa acababa de entrar, con el vestido más escandaloso que ____* había visto jamás. Era de satén rojo, con un escote que llegaba hasta la cintura, la cuál estaba ceñida con un cinturón ancho de dorado. No tenía espalda, y la falda era tan estrecha que seguramente no llevaba nada debajo.
Una vez más, Philip Ballistrat no estaba con ella. Fue inmediatamente reclamada a bailar por un admirador. Vanessa se abandonó en sus brazos como si perteneciera a ellos, con una sonrisa seductora en los labios rojos.
-Por lo menos lleva el color apropiado -dijo ____* con aspereza. -Es cierto. La afirmación de Nick despertó esperanzas en ____*, esperanzas de que su antigua llama se hubiera extinguido al fin. -A ti... ya no te importa, ¿no es así, Nick? Quiero decir... puede que sea hermosa y sexy, pero es superficial y frívola, ya lo sabes.
-Sí, lo sé.
-¿Que es hermosa y sexy? ¿O que es superficial y frívola?
-Las dos cosas.
Los celos hicieron que ____* se apartara de él por un segundo, pero él la agarró de nuevo.
-No seas estúpida, ella no es tan guapa y sexy como tú.

- ¿Y qué hay de superficial y frívola? - exclamó desafiante-. ¡Espero que no pienses que soy tan frívola y superficial como ella! -Desearía creerlo, pero tengo el presentimiento de que hay un interior profundo que todavía no he empezado a descubrir -dijo, rozando su cabello con los labios-. Eres una criatura enigmática, un camaleón. Muchas veces no sé cómo tratarte, pero, francamente, no tengo deseos de conocer todavía esas profundidades, puede que no me gustaran. Por ahora quiero divertirme -le besó el pelo y la apretó un poco más.
____* tenía ganas de llorar. Incluso sin el obstáculo de Vanessa, no la quería más que como objeto de placer sexual. Así de sencillo y duro. ____* miró con los ojos destrozados sobre el hombro de Nick, confiando en apartar sus emociones distrayéndose con el elegante salón de baile. Sus ojos se posaron en cada pareja. De repente, vio una cara entre la gente que la hizo dar un salto.
-¿Qué pasa? -preguntó Nick, apartándola para mirarla a los ojos. -Yo... yo... nada. Creo que me he mareado. -Te has quedado pálida. ¿Quieres que nos sentemos? -¿Qué? Sí... sí. Creo que debería, pero no aquí, iré al servicio. Quizá me sentaría bien un vaso de agua. No, no vengas conmigo, estaré bien. -Si estás segura... Iré a hablar con Henry y Ann mientras te recuperas. No tengas ninguna prisa. ____* se dirigió precipitadamente hacia el lavabo de señoras y permaneció escondida un tiempo, temerosa de volver a la habitación y darse cuenta de que no se equivocaba, de que la cara que había visto pertenecía a quien creía. Finalmente salió de los servicios y allí estaba la misma cara, mirándola sorprendida desde el espejo.
- ¡ ____*! -exclamó la mujer.
El corazón de ____* se encogió, había sido muy mala suerte.
-Hola, doctora Seymour -saludó, esforzándose por mantenerse tranquila-. ¿Qué está haciendo aquí?

-Tener un merecido descanso. No he venido como profesional, sólo como esposa, mi marido es cirujano. -¿Y tú, ____*? ¿Qué haces aquí? Tomó aliento y deseó disimular su sorpresa. ¿Quién habría imaginado que la psiquiatra de la prisión aparecería en aquella conferencia? -Estoy aquí con mi prometido explicó—, es doctor -nada más decirlo se arrepintió. Podría haber dicho que estaba con un amigo.
-¿Quién? ¿Lo conozco?
____* tragó saliva, ya estaba dicho.
-Doctor Jonas, Nick Jonas.
-¿El cirujano ortopédico?
-Sí, así es.

-No lo conozco personalmente, pero he oído hablar de él. Es un excelente doctor, y muy guapo, si he oído bien. -He estado trabajando para él como recepcionista -continuó ____*, sintiendo alivio de que Nick y el marido de la mujer no fueran colegas. -¡Qué maravilla! Estoy muy contenta por ti, querida. Nunca pensé que pudieras olvidar fácilmente ese otro asunto desagradable, pero parece que lo estás haciendo muy bien. Éso demuestra lo que el amor es capaz de hacer. Puede hacer que la verdad impere de nuevo y que la vida merezca la pena, ¿verdad?
-Sí -contestó ____* débilmente. -Espero que seas muy feliz, querida. Siempre creí en tu total inocencia y parece que alguien más también lo cree. Eso puede hacer que la actitud de tu familia cambie. ¿Te perdonó tu padre?
-No -contestó ____* inquieta- . No, no me ha perdonado.
-Éso no está bien, ¿y tu madre?
-Tampoco ha cambiado nada en ese asunto.
-No importa, no puedes obligar a nadie a que te crea. Tú tienes el amor de un hombre ahora,

-Y eso será un consuelo. Sé totalmente sincera con él y seguro que todo irá bien. ¿Me prometes que lo harás así? -Lo intentaré -contestó, limpiándose las lágrimas que salían de sus ojos-. Ahora tengo que irme - añadió-. Nick estará preguntándose dónde estoy. -Claro. Cuídate, querida. Me ha alegrado mucho volver a verte, he pensado muchas veces en ti. ____* casi corrió hacia el salón de baile, confusa por las emociones agolpadas en su interior. Si hubiera sido capaz, habría seguido corriendo, lejos de la doctora Seymour y de los recuerdos que evocaba su persona. Lejos de Nick y de la herida que pronto iba a abrir en ella. Pero sabía que no podía. Lo amaba, y lo deseaba, y lo buscó con ojos hambrientos entre la multitud. Con los mismos ojos que se abrieron por la sorpresa cuando lo encontraron, sorpresa y consternación que se hundieron en su corazón. Porque estaba bailando con aquella desvergonzada del vestido escarlata, abrazándola fuertemente, con los ojos fijos en ella mientras giraban sobre el suelo brillante, con los cuerpos y las piernas perfectamente entrelazadas. ____* sintió ganas de vomitar al verlos, descubriendo en ese preciso instante que lo que Nick sentía por Vanessa nunca lo sentiría por ella.
Porque aquello había sido amor un día, aunque el fin fuera amargo, un amor obsesivo que había dejado en Nick una costra que hacía que utilizara a las mujeres estúpidas, como ella, para satisfacer sus deseos carnales, mientras que secretamente amaba a aquella mujer, a la única que había significado algo en su vida.
____* palideció mientras los observaba. Ellos ignoraban a las demás parejas, ignoraban lo que les rodeaba, la ignoraban a ella, que los observaba con el corazón sangrando y roto en mil pedazos. Vio las manos de Nick moviéndose suavemente en la espalda desnuda de Vanessa, vio los brazos delgados y blancos de ella acariciando seductoramente su cuello...
No podía seguir mirando, se giró y fue a su habitación, cerró de un portazo y se tiró en la cama antes de romper en sollozos. Estaba llorando todavía cuando Nick apareció.
-¿Por qué no volviste al salón? -preguntó con brusquedad-. ¿Y por qué lloras?
-¡Porque eres un canalla y te odio!
-Me has visto bailando con Vanessa -dijo resignado.

-¿Bailando? -____* soltó una carcajada-. Yo no llamaría bailar a lo que estabais haciendo. Me has mentido diciéndome que no te importaba esa desvergonzada, y me sigues utilizando, Nick. Haciendo el amor conmigo mientras piensas en ella. Y me has humillado esta noche. Si recuerdas,
se supone que yo era tu novia. Te odio y te desprecio.
-Ya hemos hablado de eso.
-¡No volveré a hacer el amor contigo después de esto! Nunca.
-No digas eso.
____* de repente lo miró, tenia una expresión desoladora. ¿Qué iba a hacer con ese hombre?

Si me animo y termino de acomodar el otro lo subo
pliss no me maten :P

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