Hidden Feelings (Larry Stylinson)

Capitulo Cuatro

¿Verdaderamente los sueños se hacían realidad? ¿La felicidad era real? ¿El amor es consentido? No importaba para nada en ese momento, lo único que Harry podía sentir era los labios del hombre que se mantenía cautivo en su mente, día y noche. Nada era comparado con eso, ni siquiera estar en una banda, o ser conocido mundialmente. Ese beso, ese beso era lo más hermoso para Harry.

Los labios de Louis eran suaves como una brisa de verano, delicados como un cristal, y con un sabor que hacía delirar. Louis se apodero de las caderas de su amigo, mientras profundizaba el beso, un beso que pasaba de ser delicado a ser una completa necesidad. Ambos se encontraban compartiendo un deseo que rugía dentro de sus almas, explorando todo lo que podían, y entregándose a sí mismos a lo irresistible.

Con ferocidad, Louis subió a Harry a la mesada, pero en ningún momento sus labios se separaron, solo continuaron besándose como si sus amigos no se encontraran en el cuarto próximo a ellos. Harry abrió momentáneamente los ojos, solo para ver si era la realidad, o simplemente un sueño. Al ver a su amigo, el cual él amaba, no pudo hacer más que llorar de alegría en su interior.

Louis se sentía descarrilado, fuera de control, y con la sangre corriendo a toda velocidad por sus venas, sangre caliente. Los labios de Harry habían sido más deliciosos de lo que él había creído, e incluso muchísimo más adictivos. Manteniendo una mano en su cadera, y la otra jalando suavemente los rulos de Harry, Louis se sentía completo.

La felicidad inundaba el cuerpo de ambos, no solo era un beso, era algo más, tal vez era que ambos correspondieron el beso, o el saber que no se negaron a ocultar la necesidad de compartir algo tan íntimo como eso lo era. En ese momento, no importaba lo que los demás dijeran, no interesaba si lo aceptaban o no, solo era lo que era, un hombre y un hombre amándose como cualquier otro, Louis y Harry compartiendo el amor que florecía cada día dentro de su cuerpo.

Louis se separo lentamente, dando unos cuantos besos más, mordiendo, saboreando, y lamiendo el labio inferior de Harry. Realmente no quería alejarse, él quería quedarse de esa manera para siempre, sin siquiera pensar en lo que después pasara. Lamentablemente, la vida no era así de justa, y uno tenía que vivir acoplada a ella.

Ambos abrieron sus ojos, y sin decir nada, se quedaron mirándose por unos minutos. Se encontraban agitados, y sus corazones latían tan fuerte y rápido, que jurarían se saldrían de sus cuerpos. A pesar del beso recién compartido, la incomodidad volvía, y el aire pasó de caliente a frío. El miedo tomaba lugar en sus vidas nuevamente, ese pequeño sentimiento que dolía, que se enterraba como una daga en sus corazones. Miedo, molesto como ningún otro sentimiento, ¿verdad?

- Zayn pasó al nivel 21… Hey, ¿Qué paso? – la voz de Liam hizo que ambos saltaran del susto, y dejaron de mirarse, para ver al recién llegado – Harry, ¿Qué haces arriba de la mesada? – la cara de Liam demostraba tanto como preocupación como intriga. Ninguno de ellos lo culpaba, él siempre era así, y por un lado, era lindo sentir que alguien se preocupara por ti

- Trataba de alcanzar algo, algo ahí…

- Nos estábamos besando

Las palabras de Louis hicieron que una chispa de electricidad recorriera la espina dorsal de Harry. ¿Acaso él había admitido delante de uno de sus mejores amigos, que se habían besado? Era como estar presenciando una de esas películas que esperas un final, pero termina completamente diferente. Debo estar soñando, esto no puede ser verdad. Harry repetía esas palabras para él mismo, una y otra vez, dentro de su mente, pero de ninguna manera despertaba.

- Ya quisieras, Louis! – rió Liam, mientras palmeaba a el chico su amigo – Vengan a ver como Zayn pateaba esos asquerosos traseros de zombis

- Yo lo hago mejor – bufo Louis, mientras se desplazaba hacía la sala, sin siquiera mirar atrás.

Harry se largo a llorar.


- Creo que tenemos que hablar de algo

Harry se giro a mirar a la persona cuya provenía de la puerta. Ahí se encontraba Louis, apoyado sobre el marco de la puerta, tan sencillo y relajo, con ambas manos en sus vaqueros, casi pareciendo desinteresado. Un nudo se formo en el estomago de Harry, sintiendo nervios de los pies a la cabeza, ¿Por qué tenía que estar enamorado de él? Ahí, justo debajo de esa puerta, Louis se veía maravillosamente hermoso, un bocado tentativo para cualquiera que lo viera.

Louis miro a su amigo acostado en la cama. ¿Cómo podía ser tan perfecto? Los rulos caían como una cascada sobre la almohada, y con una mano sosteniendo su cabeza, sus abdominales se remarcaban en su remera. Claramente no solo el físico de Harry, hacía que Louis delirara, pero era una gran causa del fuego que crecía dentro de él. Y cuando lo miraba…él podía jurar que cuando Harry lo miraba, era como una ola de alivio llenando su cuerpo, una medicina para su enfermedad, alejando todo lo malo, y trayendo alegría a su vida. Nada ni nadie comparaba a Harry, y Louis no podía amarlo más de lo que lo hacía.

- ¿Ahora? – Pregunto Harry, y cuando él asintió, comenzó a negarse – No, ahora no, estoy viendo la televisión, tal vez mas tarde

Sin decir una palabra, Louis se acerco al conector del televisor, y lo desenchufó. Harry se levanto enfurecido, gritando y maldiciendo, pero nada de eso hizo que él se enojara o preocupara. De alguna manera, ver a su amigo rojo por el enfurecimiento, era algo demasiado tierno.

- No tengo tiempo para estupideces, yo soy directo, y creo que lo sabes – declaro Louis, honestamente, mirando profundamente dentro de los ojos verdes de Harry

- Bien, hablemos – él había gritado, pero aun así, se sentó en la cama, esperando a que Louis comenzara la conversación

El teléfono sonó. Dando una mirada de advertencia a Harry, para que no se moviera, fue hacía el comedor, y cuando llego, contesto la llamada.

- ¿Hola?

- Tu maldito maricón, ¿acaso no entendiste lo que hablamos? - Louis se estremeció al escuchar la voz de William el hombre mas anciano del Management

- ¿De qué hablas? – susurro él, tratando de que Harry no escuchase

- ¿De qué hablo? ¿Acaso sabes lo que tengo ahora en la mano? Una maldita revista! – el grito le hizo dar un salto a Louis. Él sintió una mirada, y percibió la presencia de alguien más. Dándose vuelta, vio que Harry estaba ahí

- Sigo sin entender – él ahora se encontraba nervioso, con la mirada de su amigo clavaba en su rostro, no podía evitar sentir estrujones en el estomago

- “Bromance o Romance” – Louis escucho la voz enojada de William del otro lado del teléfono – ¿Y sabes qué? Hay una hermosa foto tuya y de Styles, bailando bajo la lluvia, ¿qué opinas? Oh no, espera hay muchísimos más, escucha esto “Ayer por la noche, vimos entrar a los chicos de 1D a la fiesta, ¿Si que se divierten, eh?. Aunque lo más curioso, es que salieron por separado. Harry Styles salió del club, y segundos más tarde, su compañero de banda y amigo, Louis Tomlinson, salió detrás de él gritando su nombre. El dúo que algunas llaman “Larry Stylinson” fue visto abrazado y bailando bajo la lluvia. Fotógrafos cercanos a ellos, aseguran que Louis se encontraba cantando “More Than This”, un tema muy romántico de la banda británica, al oído Harry. Otros aseguran que le dijo “te amo”, pero no lo podemos asegurar, mientras tanto miren las fotos de ambos bailando” Malditos gays! – grito William al terminar, lo que creía Louis, una revista donde había un articulo hablando de Larry. Cuando Louis quise responder, él otro hombre ya había cortado

- ¿Paso algo? – pregunto Harry, luego de varios minutos de silencio. Louis se veía preocupado, como si algo lo estuviera incomodando

- Ayer… ¿te dije que te amaba?

Harry no pudo sorprenderse más. Si, él lo había hecho, pero… ¿se lo tendría que decir? ¿Correría si él le decía lo que le tenía que decir? En esos momentos, Harry no quería que Louis supiera acerca de ese “te amo” que no lo dejaba dormir. No era porque no quería ser sincero, era porque tenía miedo de que si le decía acerca de esas palabras susurradas la noche anterior, Louis podría responder si eran ciertas o no, y Harry no estaba preparado para escuchar una negativa. No ahora, y tal vez nunca.