Crazy In Love |Niall Horan| [Terminada]

Era sábado y Samantha junto a Louis habían ido de compras temprano en la mañana.
Algo que siempre hacían para pasar el rato, era salir. Sólo ellos dos. Sin Eleanor, sin nadie. Y ahora, más que nada, necesitaban distraerse por la situación en la cual pasaban.
Sammie venía conversando y riendo junto a Louis, mientras caminaban por las tiendas, cuando de repente, divisó una cabellera rubia, la cual a ella le encantaba a pesar de que fuese teñida. Inmediatamente, se puso nerviosa y más con la presencia de Louis a su lado.
—¿te pasa algo Sammie? —le preguntó Louis, haciéndola sacar la mirada del rubio, quien caminaba a unos metros de ellos.
—nada… no me pasa nada—sonrío.
—estás tensa…
—no es cierto.
—sí, lo es—entonces, Louis comenzó a mirar hacia todos lados—¿viste algo que te gustó y quieres comprar?
Samantha pensó que era un gran idiota al pensar que por eso ella se ponía tensa. Si supiera que era por Niall Horan de seguro la molestaría de aquí, hasta cuando ella terminase muerta con cincuenta gatos.
—no he visto nada Louis. Ahora, ¿Qué te parece si continuamos?
—gran idea, primita—ambos siguieron caminando por el centro comercial, perdiendo completamente de vista a Niall.

Tienda en Tienda. Compra en Compra. Ese fue el “productivo” día para ambos. Se sentían completamente agotados cuando llegaron a casa. Dejaron las bolsas tiradas por cualquier lado de su hogar y se fueron a descansar cada uno a su cuarto.
Samantha se tumbó en su cama y cerró los ojos, pero sin dormir. Si no, para pensar.
Él se le aparecía en los lugares que ella menos esperaría. Estaba convencida de que Niall la seguía… o ella lo seguía a él. No lo sabía, pero sí estaba segura de algo.
Samantha lo amaba. Ella era una convencida del amor a primera vista, el amor imposible.
Desde que lo vio entrar a su salón hace cuatro años, sintió como su estómago de llenaba de mariposas y como la piel se le erizaba al sólo oírlo hablar.

/Flash Back/
El salón del octavo grado “A” se estaba volviendo un completo caos. Los chicos se lanzaban papeles de un lado a otro, las chicas aprendían a maquillarse, otros peleaban por cosas estúpidas –como Connie y Harry – y otros simplemente dormían como en el caso de Sammie.
—¡ALUMNOS! —el grito de la señorita Mcdonald hizo que todo el salón callara y en menos de dos segundos todos estaban en sus puestos—Dios santo… no se les puede dejar solos ni un segundo por qué ya están causando desórdenes… ¡FINN SUELTA A TU COMPAÑERO! —todos en la clase se voltearon a mirar a Finn, un chico quien tenía a su compañero agarrado de la polera. Él lo soltó, y ahora sí, el salón quedó en completa armonía.
—bien alumnos… tardé un poco en llegar, ya que fui a dirección a buscar a un nuevo integrante al curso—dijo sonriendo—chicos, les presento a su nuevo compañero—tímidamente, un chico de cabello castaño, un poco rubio, de ojos azules y tez pálida, entró al salón. todas las niñas se volvieron locas al verlo entrar y los niños lo miraban con rareza—preséntate…
—hola…—dijo tímido—soy Niall Horan y vengo de Irlanda—al oír esa voz, la pequeña chica de cabellos negros y ojos turquesas, cuyo nombre era “Samantha” levantó la cabeza y miró a quien lo bautizó como “perfección”. Sin duda, para ella, era el niño más lindo que había visto. Y eso que su mejor amigo era Harry Styles, el chico más lindo para las demás.
—bien Niall, ve a sentarte con Jennifer. Señorita Chad, levante la mano por favor—entonces, Jennifer levantó la mano y Niall sonriendo fue hacia ella. A Samantha no pudo evitar sentir celos, al ver que el niño más lindo que ella había visto, se sentara con una de las más pesadas del salón.
—está mono—oyó que le decía alguien. Ella giró su cabeza y vio a su amiga Connie sonriendo como idiota
—Constance, él es mío—dijo sonriéndole. Sin más, volteó su cabeza nuevamente hacia la profesora, para prestarle atención.

/Fin Flash Back/

Aquel recuerdo a Sammie le sacó una sonrisa gigante. Desde que lo vio entrar supo que era el amor de su vida… el IMPOSIBLE amor de su vida.
Aquello la deprimía, pero había aguantado tantos años con aquel dolor y amargura que supo sobrellevarlo, hasta hoy. Se consideraba a sí misma una chica fuerte por eso.
Mientras pensaba, decidió que saldría a caminar otra vez. Quizás con suerte, se topaba con Niall de nuevo.
Se levantó de un golpe de su cama y tomó su teléfono para luego dirigirse a la puerta principal de la casa y salir. El día estaba con sol, pero corría viento. Eso sólo significaba que más tarde se nublaría. Perfecto, pensó.
Comenzó a caminar por las calles de la ciudad, mirando como los niños pequeños se divertían jugando a pillarse o andaban en sus bicicletas y también veía como los chicos que andaban en Skate, hacían sus piruetas y ese tipo de cosas.
Realmente, era un día genial. Y lo estaba pasando sola.
Decidió ir al parque en el cual se había topado con Niall el miércoles y sentarse allí un rato a pensar y escuchar música de su IPod.

(…)

Tonto, tonto, tonto. Se repetía una y otra vez Niall por haber dejado las llaves de su casa quién sabe dónde y ahora no puede entrar. Esto pasa por no vivir con nadie. O por lo menos, para él eso parece.
Tenía la opción de irse a la casa de Liam, pero no. El pobre necesita descansar después de una larga práctica ayer por la tarde. Y bueno, podría ir a la casa de sus muchos “amigos” pero él no era tonto. Eran falsos. Su único y verdadero amigo era Liam, y nadie más.
Por no tener las llaves, decidió comenzar a caminar hacia cualquier parte que sus pensamientos tontos lo llevaran.
Se sentía tonto… tonto… esa palabra. Sonrió. Ya que le recordaba a Samantha. Quizás, no era una palabra adecuada para tratar a una chica, pero… la pensaba con cariño hacia ella. La palabra de Sammie, era más bien “distraída”. Recordó el día en que trató de explicarle lo más básico de química, que eran los modelos atómicos y la configuración electrónica. Samantha miraba las moscas y de vez en cuando lo miraba a él, pero no presentaba atención. Es como si estuviera drogada, pero consciente.
Saliendo de sus pensamientos, Niall recordó el parque en el cual se había topado con Samantha y de inmediato se fue allá. Quizás, podía toparse de nuevo con ella y así no estaría solo.
Caminó a paso rápido hacia allá y cuando llegó por fin al parque vio una escena que jamás olvidaría.
Zayn Malik peleando a viva voz en pleno parque con Samantha. Al parecer, a ninguno de los dos le importaba que hubiera gente allí, escuchándolos con todos sus gritos y alboroto.
Antes de intervenir en la pelea, se quedó allí, escuchando, a ver si aquella situación ameritaba realmente su intervención.
—¡estúpido! ¡imbécil! ¿Quién te crees que eres? ¿el rey del mundo? ¿Qué acaso puedes llegar y golpearme? —Zayn río antes las preguntas histéricas de la chica.
—¿y tú quien te crees para llegar y cruzarte en mi camino?
—¿cruzarme en tu camino? ¡JÁ! ¡perfecto idiota! ¡tú llegaste a mi lado y me golpeaste con tu estúpido disco!
—necesitaba hacerlo, tenías una cara de tonta mirando hacia la nada, y había mucha gente aquí para que te viera en ese estado.
—¿y a mí que mi importa si mi cara es de tonta o no?
—en realidad, parecías drogada, ya que también tenías la boca abierta—Zayn volvió a reír y de pronto calló, ya que el puño de Samantha se situó en su mejilla izquierda.
—¡cállate idiota! —le gritó Samantha a Zayn. Él la miró con furia.
—te pasaste de tu límite Woods. O mejor dicho Tomlinson. Aquel golpe me hizo recordar que no tienes padres. Sólo vives con el vago de tu primo—él se echó a reír de nuevo mientras que Samantha estaba al borde de las lágrimas.
—¡maldito hijo de put…!—esta vez lo iba a golpear de nuevo, pero unas manos, por atrás, delicadamente tomaron sus muñecas, impidiéndole proporcionarle el golpe—¿Qué diablos? —ella giró la cabeza topándose con el rostro de Niall.
—vaya, vaya… pero si salió el bascketbolista nerd en rescate de la princesa puta—se burló Zayn.
—¡tú eres el puto aquí Malik! —le gritó Samantha, sin importar que Niall estuviera allí.
—cálmate—le susurró Niall a Samantha—¡hey Zayn! ¿Por qué no mejor te vas a molestar a otro lado? Aquí en el parque no cabe alguien tan inútil como tú.
—el inútil eres tú Horan—miró a Niall—y tú—ahora miró a Samantha—lo arreglamos el lunes en biología—y fue así, como el gran Zayn Malik se fue, con el pedido de Niall.
—¿estás bien? —le preguntó Niall a Sammie. Ella no le respondió—¿Samantha? —él le soltó las muñecas y se puso frente a ella, para darse cuenta que sus ojos estaban llenos de lágrimas.
—yo…—dijo ella—lo siento—sin más, se tiró a los brazos de Niall y éste confundo le correspondió el abrazo.
Después de unos segundos, Niall le dijo.
—tranquila—le susurró, mientras le acariciaba su larga cabellera negra—vamos a sentarnos— Samantha se separó de él y en silencio se sentaron en la misma banca de hace unas noches atrás.
—gracias—dijo bajito ella
—de nada—sonrió Niall—te la debía.
—sí… gracias de nuevo.
—no tienes por qué agradecer tanto Samantha.
—lo tengo que hacer. Un segundo más y estaría en la comisaría y Zayn en el hospital en coma—dijo sonriendo de lado. Niall pegó una carcajada, que de inmediato sonrojó a Samantha. Lo había hecho reír.
—si bueno, de todos modos se lo merecía.
—pero yo no merecía ir a la comisaría ¿o sí? —dijo riendo
—no, por que como fui testigo, yo te hubiese sacado de allí—él sonrió y aquella sonrisa se la contagió a Samantha.
—gracias Niall…
—pues como dijo, no tienes por qué agradecer tanto. Ahora dime… ¿Qué ocasionó que te pelearas con Zayn?
—¿más preguntas?
—no terminamos el juego la otra vez…
—de acuerdo—sonrió—el muy idiota de Malik me golpeó con un disco, por que según él “tenía cara de tonta”. ¡es la única cara que tengo!
—sí, es la única cara que tienes. Pero no es de tonta…
—que lo sea es otra cosa—dijo algo avergonzada. Entonces, Niall sonrió. Ella sabía que era algo torpe.
—eres distraída. No tonta—le corrigió Niall
—suelo distraerme con facilidad. Es un problema que tengo desde que era pequeña. Que no te sorprenda que en las tutorías sea así…
—lo noté el miércoles, en nuestra primera clase—sonrió—creo que debería hacerte las tutorías más dinámicas.
—oh, claro que no. Tu hazla al modo que tú puedas…—pausó—y todo esto… ¿Qué haces aquí?
—ya hiciste una pregunta… estoy aquí porque perdí las llaves de mi casa…
—¿y yo soy la distraída? —ambos rieron—¡tú igual lo eres!
—quizás las dejé en las escuela, en la práctica de ayer.
—¡cierto! ¿Qué tal con el backetball?
—pues, bien. Ser capitán es duro… pero cuando ya te llevas con todos, haces que el juego sea divertido. ¿a ti como te va en la literatura? ¿aun escribes? —Samantha lo miró con cierta incredulidad. ¿él sabía que era la “alumna estrella” en literatura?
—excelente. Amo leer… y escribir. Ahora me dedico a escribir poemas—sonrió—me gusta hacer esas cosas… quizás es por eso que me va mal en química.
—no, mi hermano mayor siempre me dice, “todos tenemos capacidades diferentes”
—tú tienes habilidades en todo.
—no es cierto…
—¿alguna cosa que te vaya mal?
—literatura.
—¡eres un tramposo Niall! te va bien, eres mi competencia—Niall río por la forma divertida en la que ella exclamaba. Tenía razón… no había nada en lo que le fuera mal.
—está bien… me va bien en todas las materias, pero es que desde niño me estimularon a ser un genio…—Samantha sonrió algo nostálgica. Ella desde niña se la pasaba en la casa de sus tíos porque sus papás estaba siempre “trabajando”. Nadie la incentivaba a ser una genio, a excepción de Louis.
—eso… eso es bueno—respondió ella.
—y bien, ¿Qué haces tú aquí?
—¡oh! Yo venía a pensar. Siempre que salgo me distraigo y doy en algún lugar y pienso. Creo que ahora este es mi lugar.
—eso también es bueno—sonrió—¿puedo preguntarte algo?
—lo estás haciendo—río.
—no quiero ser un entrometido pero… ¿por qué Zayn dijo eso tan feo?
—¿Qué cosa? —preguntó inmediatamente nerviosa.
—eso… de que… vives con tu primo… por eso—se estaba arrepintiendo. Se arrepentía de haberle hecho aquella pregunta a Sammie. Notó como de inmediato el rostro de ella cambiaba a una mueca de tristeza… e incluso, notó dolor.
—¿sabes? A muy pocas personas realmente les importa lo que sucede con mi vida. Eres el único a quien no conozco del todo y me lo pregunta.
—si quieres no me contestas…
—te puedo hablar un poco de mí, y tú me hablas un poco de ti ¿vale?
—de acuerdo—dijo sonriéndole, dándole confianza.
—ok—suspiró—verás, mi nombres completo es Samantha Amelié Woods Tomlinson—Niall río—si mi segundo nombre es bastante extraño… en fin, nací en Doncaster y bueno… siempre he vivido aquí. Yo… mi vida jamás fue y ha sido estable. Es más. ¿te confieso algo? Estoy segura que no fui planeada por mis padres. Cuando nací, mis padres eran unos jóvenes! Como nosotros! Y bueno, a los jóvenes les gusta salir mucho y hay consecuencias. Yo fui una. Si bien, ellos era novios, no querían tener hijos… y aquí estoy—sonrió con ironía
—insisto que si no me quieres contar… no te obligaré…
—ya comencé…—dijo riendo—el punto es que… cuando tenía ocho años, mi madre se volvió drogadicta y mi padre alcohólico. Tenían muchos problemas, y recurrieron a eso que te mata lenta… pero no dolorosamente—Niall quedó impresionado ante eso. No podía creer, que aquella chica de linda sonrisa, quien siempre se le veía alegre, había pasado por eso
—lamento mucho eso, Samantha…
—no lo lamentes… es más, ¡ni yo lo lamento! Ya que, como eran unos desperdicios de vida, los mandaron a rehabilitación, y me fui a vivir con mis tíos.
—los padres de Louis ¿no?
—los padres de mi querido Louis…—sonrió al recordar a su primo—estuve cuatro años con ellos… desde los ocho hasta los doce y luego, como Louis cumplió la mayoría de edad y ya estudiaba en la universidad, decidió llevarme con él, a vivir. Fue el momento más feliz que he vivido… él no es sólo mi primo… es mi hermano, consejero, mejor amigo, mi “novio” ya que solían pensar sus amigos que él salía conmigo, antes de decirles que era su primita—río—él es mi todo. Él me sacó adelante…
—pues tu primo hizo un buen trabajo ahora. Jamás pensé que detrás de tu sonrisa se escondía aquel pasado.
—dicen que las personas que más sonríen es porque más penas han pasado… pero creo que también sonrío porque me gusta.
—eso es genial. Eres fuerte…
—lo soy—dijo sonriendo
—¿y a tus amigos? ¿los conociste después de todo eso?
—¡para nada! Ellos también son personajes de mi historia, en especial Harry…—una sonrisa boba se le formó a Samantha al recordar a su mejor amiga. Ella lo quería tanto a aquel ruloso, que no se imaginaba que sería su vida sin él—a Harry, el ruloso alto, lo conozco, literalmente, desde que estábamos en el vientre de nuestras madres. Mi mamá y Anne fueron siempre muy unidas… aunque mamá era la loca y Anne era su cable a tierra. El punto, es que estoy segura que en otra vida, fuimos gemelos, pues nacimos el mismo día, del mismo año y en el mismo hospital
—¿eso es posible? Woow! Yo entraría a dudar si soy adoptado su me enterase que mi mejor amigo y yo tenemos todo eso en común.
—cuando éramos niños, yo pensaba que era hija de Anne y Harry pensaba que era hijo de mi mamá. Es muy gracioso eso—río—y a la peliroja loca de Constance, la conocimos en 5to grado a la escuela, cuando a su padre desde Londres, lo trasladaron a Doncaster. Harry y yo fuimos los únicos que les hablamos.
—¿sabes? Con esta introducción de tu vida, me doy cuenta que Liam tenía razón
—¿en que tenía razón Liam?
—eres una chica bastante interesante—Sammie se sonrojó al escuchar eso… ¿ella era interesante para Niall Horan?. Estaba a punto de salir corriendo, pero no. Se controló.
—¿soy interesante? Pues yo encuentro mi vida aburrida y monótona…. En fin, ahora háblame de ti—dijo sonriendo.
—pues… mi nombre completo de Niall james Horan Gallagher—ella aquello lo sabía—vengo de Mullingar, Irlanda… y… mi vida tampoco ha sido fácil—suspiró— pues, tener unos padres completamente ausentes no ayuda en nada. Desde que era niño, solía quedarme con mi abuela, ya que siempre están trabajando. Nunca tuvieron tiempo para mi… y tengo un hermano mayor, Greg… pero él es como mis padres… ausente. Asiste a la universidad, así que no hablo mucho con él, además de que vive en Dublín.
—wow… ¿por eso no tenías quien te abriera la puerta cierto?
—si… ahora tendré que esperar a mis padres hasta muy tarde para que me abra—río.
—¿y cómo conociste a Liam?
—cuando llegué a Doncaster en octavo grado, él se me acercó y me habló. Me pareció algo extraño me hablara de inmediato… pero así nos hicimos amigos.
—él siempre fue un chico reservado. Quizás por eso nunca hablaba con el—dijo riendo—siempre lo veía estudiando… y cuando tu llegaste, nos pareció genial que le llegara competencia—esta vez los dos rieron ante el comentario de Sammie.
—quizás nuestros cerebros nos hicieron más amigos—sonrió.
Increíblemente, Samantha y Niall se quedaron un buen rato hablando de ellos. De cómo eran en todo aspecto.
Niall, tenía seguro de que ella era una chica bastante fuerte y que jamás en su vida olvidaría su historia.
Samantha tenía claro que de lo que le estaba pasando ahora no era ni su más loco sueño. Niall Horan intercambiaba historias con ella.
—entonces, le dije a Harry ¡apaga eso, quemaremos tu casa! Y bueno, como resultado, quemamos parte de la cocina. Gracias a dios no fue tanto el daño, si no, Anne nos mata, a ambos—Niall comenzó a reír ante la anécdota de Harry y Samantha. No podía creer que un par de niños de quince años causaran tantos desordenes.
La risa de Niall, se vio interrumpida por el sonido de un celular. Los dos se miraron y Samantha supo de inmediato que era el de ella, ya que “We found love” era su tono.
—disculpa—dijo Sammie algo avergonzada—¿Qué sucede Lou? —contestó, al ver que era su primo—ahá… está bien… de acuerdo. Sí, mi iré por la acera… sí Louis… ¡hasta luego Tomlinson! —y colgó.
—¿tu primo?
—sí, quiere que me devuelva, necesita que lo ayude en algo—se levantó y Niall también lo hizo—gracias por escucharme Niall, y de nuevo, gracias por ayudarme con Malik.
—no hay de qué Samantha, todo sea por ayudarte—sonrió—después de todo, ¿para qué están los amigos?
—¿amigos?
—¡claro! No creo que te guste que un completo extraño te enseñe cada miércoles… además, eres una chica distinta—dijo sonriendo—distinta a las demás chicas de la escuela.
—pues… ¿gracias? —dijo riendo—bien, nos vemos el lunes en clases.
—de acuerdo—él le sonrió y se acercó a besarle la mejilla—adiós, nueva amiga—río.
—adiós, nuevo amigo—y sin nada más que decir o hacer, Sammie dio la vuelta y caminando a paso moderado, se fue a su hogar.

Niall se quedó allí pensando en todo lo que había dicho y escuchado en aquella tarde. Y cayó en la conclusión de que…
Para ambos, algo nuevo comenzaría.