Crazy In Love |Niall Horan| [Terminada]

Esto no andaba bien, para nada bien. Eso nunca debería haber pasado y debí haber salido de mi casa como un estúpido gritando: “SUÉLTALA, MALDITO”. Pero, no. No lo hice porque la amo y si lo hacía, Samantha no me hablaría hasta que por lo menos, yo muera.

Ok Harry, estás exagerando pero… él la tomó con tanta delicadeza y la besó. O por lo menos eso fue lo que yo vi, y no me agradó en absoluto. ¡Por qué él y yo no!. Jamás lo entendería, a menos que Sammie llegue un día a la puerta de mi casa y me diga: “Harry, en realidad siempre estuve enamorada de ti, bésame, casémonos y tengamos hijos” pero yo sé que eso nunca pasará.
Y además, se estuvieron haciendo todo el día de hoy como los que: “No pasó nada, no nos besamos delante de Sara”. No, ningún nerviosismo, ¡NADA! ¿acaso ellos en realidad están saliendo? Oh no, no podía permitir que eso ocurriera tan rápido. No se la podía poner fácil a Horan.

Era jueves y pasaría a buscar temprano a Sammie a la escuela y trataría de sacarle información acerca de ese beso. ¿Qué demonios pensaba cuando lo besó? Lo más probable es que algo como: “Ay Niall, te amo, casémonos y tengamos hijos”. Demonios, Harry, estás jodido.
Pensé para mí cuando ya me veía imitando a Samantha.
Ese día particularmente me levanté con pereza. Arrastré literalmente mis pies al baño para poder alistarme e ir al jodido instituto.
Me miré al espejo.
¡No tenía ni una pisca de feo! Es más, era atractivo. Mis hoyuelos, mis rulos y mis ojos verdes. Era atractivo, pero Sammie, durante los dieciocho años que llevamos de amistad, jamás se fijó en mí. Y si alguna vez lo hizo, fue discreto.
En fin, me alisté y cogí mi mochila para ir a buscarla.
Me despedí de mi mamá y salí. Caminé sólo unos pasos y llegué a su casa. Toqué el timbre y Louis salió a abrirme.
—¡Hey enano! —dijo saludándome, haciendo un saludo secreto que sólo los dos teníamos.
—¡hey viejo! —dije riendo
—¿vienes por Sammie? —me preguntó, corriéndose de la puerta para poder entrar. Yo lo hice y me volteé a verlo.
—así es… ¿se quedó dormida?
—no, está arriba arreglándose, de seguro ya baja— y dicho y hecho, a los minutos, Sammie bajaba a zancadas a tal punto que casi se cae de bruces. Honestamente yo hubiera reído y después la hubiese ayudado a levantar.
Cuando me vio, me sonrió y acercó a mí para besarme la mejilla.
—¡buenos días Harold! —saludó alegre como de costumbre. Sí, ella es mí Sammie.
—buenos días pequeña—sonreí—¿nos vamos?
—claro, sólo espera un segundo… ¡WILLIAM MI DESAYUNO! —gritó sin despegarse de mí. A los segundos Louis le entregó dos tostadas y me dio una a mí.
—gracias—le agradecí.
—ahora vámonos. ¡ADIÓS LOU, NOS VEMOS! —gritó lo último desde la puerta. Ambos salimos de la casa de Sammie dispuestos a irnos a la escuela pero ella dio un pequeño desvío al frente. ¿qué? ¿a dónde iba?. La seguí y me di cuenta que tocó el timbre de la casa blanca. Ahora entendía. Liam.
—¡Samantha, cariño! —salió una señora a atenderla y la abrazó. Supongo que era la madre de Payne—y… hola, muchacho. A ti no te conozco.
—hola Karen! —saludó alegre—él es Harry, otro amigo de Leeyum—sonrió—¿está disponible Liam?
—ahora lo llamo, por mientras pasen y espérenlo—nos sonrió y nos dejó pasar. Los dos entramos y pude notar que mi hermosa Sammie entraba con toda la confianza del mundo. Quizás cuantas veces había estado aquí. Los dos caminamos al living y nos sentamos allí. Ella me sonrió al ver mi cara de confusión.
—paso a buscar a Liam porque él me lo pidió ayer por la noche—sonrió—además, ¿mejor irnos todos no? Y otra cosa, este cariñoso chico va por nuestra Connie, así que tenemos que vigilarlo—me guiñó el ojo. ¡CLARO! Estúpido Styles, Liam había empezado a “salir” más que amistosamente con Constance. Ok, aquí es cuando los celos de mejor amigo sobreprotector deben brotar, pero nunca tanto como con Sammie.
De un momento a otro, sacándome de mi “activamiento” -ni siquiera sé si es una palabra- de celos, escuché como Samantha gritaba un chillón “Leeyum” y se tiraba a sus brazos para abrazarlo.
¿Qué acaso ella debía ser tan cariñosa?
Pude ver como él la abrazaba también levantándola del piso y sonriéndole. ¿Qué no salía con Connie? Demonios Harold, cálmate.
Me levanté del sofá y cuando por fin se separaron de su “amistoso” abrazo, saludé a Liam como de costumbre.
—¿nos vamos? —preguntó ella ansiosa. ¿quería llegar a la escuela? Raro.
—claro—le dijo Liam sonriendo. Ok, aquí había gato encerrado.
Salimos de la casa de Liam y comenzamos a caminar a la escuela, y sin darme cuenta fue entre risas y chistes. Realmente no me di cuenta el “cómo” pero reía como loco por las cosas que decía Sammie y también por las de Payne.
Cuando llegamos a la escuela, Niall y Connie estaban conversando en la entrada y al vernos, Constance se lanzó rápidamente a los brazos de Liam. ok, aquí es cuando me doy cuenta que Niall, Sammie y yo somos el triángulo amoroso del grupo. Incómodo.
—¿a que no se ven lindos? —la voz de Sammie me sacó de mi súper conclusión y la miré. Ella tenía su mirada puesta en Connie y Liam que se hacían mimos de forma… cursi.
—hacen una linda pareja—oí que decía Niall, posándose a su lado. Entonces, otra vez los celos me invadieron. ¡Y sólo con ponerse a su lado! Estás mal Styles.
Pero esto no se quedaba así. Pasé mi brazo por los hombros de Sammie acercándola a mí y separándola de Niall, el cual lo notó e hizo un gesto extraño.
—muy lindos—dije abrazando a Sammie—pero me imagino una pareja mejor.
—¿Quiénes? ¿el Señor Shelley y la bibliotecaria? —preguntó Samantha riendo—ellos sí se verían lindos..
—no boba—reí—hablaba de ti y de mí—sentí como el cuerpo de Sammie se tensó al oír eso y también noté como Niall me miró molesto y con la cara de: “idiota, te mataré a la salida. Te espero a las 3:00 pm en el estacionamiento”. Pero ¡JÁ! Yo no le dije a Sammie que no lucharía por ella.
—pues, no lo sé, eres muy feo para estar conmigo—entonces oí que respondió. La miré molesto. ¿me dijo feo?
—pues, dicen que los feos y las bonitas son la mejor pareja—respondí sonriente. Aún ignorando a Niall.
—¿saben? —de pronto el rey de Roma se unió a nuestra conversación— Sammie se vería mejor con alguien de ojos azules ¿no creen? O sea, hace juego con los suyos—entonces, Niall le guiñó el ojo y noté como las delicadas mejillas de mi Sammie se sonrojaban. Oh no Horan, ella es mía.
—¿a sí? —pregunté desafiante—pues el verde y el color turquesa se ven lindos.
—no más que el azul profundo y el turquesa—respondió él serio. Ok, miré a Samantha y tenía la mirada en sus zapatos. Estaba incómoda.
—¿Qué tal si nos vamos a clases? —entonces, la voz de Liam hizo que los tres voltearan a mirarlo y que Samantha aprovechara mis distracción para salir de mi brazos e irse al lado de Connie sonriendo falsamente.
—¡vamos! Mientras antes, mejor—dijo ella. Connie la miró un tanto sorprendida y Liam la sonrío. Ellos tres comenzaron a caminar menos yo, y el rubio que tenía al lado.
—¿Qué demonios planeas Horan? —le pregunté mirándolo—primero la besas y luego haces como si nada. Sí que estás mal—Niall puso los ojos en blanco cuando me escuchó decir eso, pero luego sonrío. Maldito engreído.
—la besé, y fue lo mejor—dijo como si nada—ella es la mejor. Ahora, yo igual quiero ir a clases, hoy me toca sentarme con Samantha—y me dejó solo. ¡¿Qué demonios le sucedía a ese chico?! Estaba muy equivocado sin pensaba que iba a ganar.
Niall Horan no sabe con quién se ha metido.

Primera clase, geografía.
Estaba sentado al final del salón, en la file del medio con Constance. Hoy me tocaba sentarme con ella.
Dejé de mirar al pizarrón y observé delante de mí. Liam con el primo de Connie, Mike. Después, miré al costado derecho de mí y estaban Niall y Sammie, ambos “mirando” al pizarrón cuando perfectamente se podía ver como se daba miraditas y sonrisitas. ¡OH MIERDA! Como detesto eso. Debería ser yo, no él! ¿¡y donde está Justin Bieber para que haga más patética mi situación y cante aquella canción que le gustaba a Sam!? ¿Cómo era? Así, That Should be me. Yo quería ser ese que la hiciera reír, yo quería ser aquel chico que le besara. Que solamente probara sus labios. Yo, y nadie más.
Aunque claro, agradezco tener ventaja.
Ya los había probado, y sonreí ante mi estúpido y emocional recuerdo.

/Flash Back/

Tener doce años es lo peor. Ahora que reconocen que ya estás grande te mandan a todos lados. Y a mí, ahora me mandan a comprar. Agradezco que Sammie está aquí en casa conmigo para que me acompañe. Y hablando de ella, se veía linda hoy. Usaba un vestido de tiritas de color violeta tal como le gusta a ella y unas sandalias de color blancas que la hacían parecer una princesa. Bueno, ella era una princesa.
Sí, tengo doce años y ya pienso como un enamorado, pero es que tener a Samantha Woods como tú mejor amiga no ayudaba en mucho.
—Sammie, ¿me acompañas a comprar? —le pregunté mientras ella se acomodaba en mi cama.
—¡claro! Justo cuando me siento tú me dices eso.
—anda, vamos! —le rogué. Ella suspiró
—de acuerdo, pero vamos en tu bici, no quiero caminar
—¡bien! —los dos salimos de casa y nos montamos en mi bici. Ella en el banquito que tenía atrás sujetándose de mi polera.
Cuando llegamos al negocio para comprar, Samantha me esperó afuera, no quería entrar. Hoy no andaba de muchos ánimos y aquello realmente me preocupaba.
Cuando salí, me di cuenta que estaba tirada en el césped de la calle del frente y tenía los ojos cerrados. ¡DIOS Y SI LE PASÓ ALGO! Pero había avanzado con la bici hasta allí.
Caminé hasta ella y noté que aun respiraba. Tonta, se había quedado dormida. ¡Ni cinco minutos tardé! Quizás estaba cansada.
La miré.
¿por qué demonios debía sentir cosas raras en mi estómago cuando la veía? ¿era normal? El otro día se lo pregunté a Anne y ella sonrió y me dijo: Hijo, todo tiene relación con el amor.
Yo la miré con cara de que cosa dice, era imposible enamorarme de Samantha… ¿o si?.
Agité mi cabeza y me acerqué a ella, a tal punto de quedar casi encima. Le miré el rostro. Era como una muñeca, un maniquí perfecto. Había conocido otras chicas pero ella era la más linda.
Me acerqué un poco más a tal punto de oír su respiración. Era lenta, y pasiva. Un poco más cerca, noté que la podía besar… besarla.
¡Harry eres un genio! Me dije a mí mismo. Dormida o con ojos cerrados, no sé, no lo notaría.
Sonreí victorioso.
Lentamente me acerqué a ella y como había visto a Gemma besarse con su novio, lo hice. Puse mis torpes labios sobre los de ellas, haciendo un poco de presión.
Presión suficiente para que pronto un manotazo me apartara de inmediato de ella haciendo que caiga en el césped.
Harry, las has cagado.
Samantha se levantó, quedando sentada ahí, con la mano en su boca, las mejillas rojas y su ojos a punto de salir de su lugar.
Yo por otro lado, estaba rojo también pero no me arrepentía.
—¡Idiota! —me gritó—¡estúpido! ¿Cómo te atreves a hacer eso!?
—sólo quería y ya—me encogí de hombros. Ahora ella denotaba furia.
—¿querías y ya? PRETENDÍA QUE MI PRIMER BESO FUERA ESPECIAL! —ahora sí, estaba molesta. Me gritó hasta que casi quedo sordo.
—para mí fue especial—sonreí calmo. Ella también se calmó y suspiró. Se levantó y me estiró su mano para que yo hiciera lo mismo. La acepté y después quedamos los dos de pie.
—lo que acaba de pasar, no lo sabrá nadie. Ni siquiera Connie. ¿oíste? —me dijo seria. Para luego sonreír haciendo que no pasó nada.
—de acuerdo—le sonreí también.
Tomamos la bicicleta y luego de la misma forma que nos vinimos, nos devolvimos a la casa.

/Fin Flash Back/

Oh sí, yo tenía ventaja -o eso en realidad quería pensar-. Una sonrisa idiota se me formó en el rostro y lo más probable es que justo por eso, algo me golpeara la cabeza de forma violenta quitándome la sonrisa.
Miré a mi lado y quien más podría ser si no era Connie. Pues, nadie.
La peliroja me miraba sonriente e inocente, queriendo decir: “yo no fui la que te golpeó con la libreta” pero, fue ella.
—¿Qué demonios te pasa? —le pregunté confundido
—¿y a ti qué? La clase terminó y tu seguías pegado con aquella cara de estúpido que llevas siempre, solo que hoy es más exagerada—sonrió.
—¿Cuándo va a ser el día en que dejes de tratarme así? —le pregunté también sonriéndole y tomando nuestras cosas para iros
—el día… no lo sé, cuando muera quizás—se encogió de hombros—Harry—me llamó. Yo volteé a mirarla.
—¿si?
—por favor, y por lo que más quieras, no hagas nada tonto contra Niall.
—¿Qué? —le pregunté haciéndome el desentendido.
—no te hagas el idiota que conmigo no funciona. Dejen de hacerla pasar momento incómodos. Y tú entiende, si vas a luchar que sea de forma simple, sencilla y honesta. ¿escuchaste?
—¿y por qué solo peleas conmigo si Niall también lo hace?
—Liam hablará con él—sonrió—ahora vamos, nos esperan los chicos—y comenzamos a caminar hacia nuestros amigos.
Realmente me quedé pensando en lo que me dijo Constance. Tenía razón, me estaba comportando como un estúpido. Debía ser limpio jugando.
Cuando nos estábamos acercando, notamos algo bastante fuera de lo común.
Zayn Malik, el brabucón estaba allí conversando, pero no con Liam o Niall. si no con mi Sammie. ¿Qué demonios le picó a este? ¿quiere un flash back o qué? Miré a Connie y ella tenía la misma cara que yo, de confusión.
Luego, volví a mirar la escena y analicé las caras de Liam y Niall. Eran de enfado, confusión y ganas de golpearlo. Y claro, tenían sus motivos. Zayn la otra vez golpeó a Liam y bueno, Niall podía estar celoso de que le estuviera hablado a Sammie, tal como yo estoy.
Entonces, me di cuenta que pensé en los sentimientos de Niall e hice una mueca extraña.
—Harry, deja de cambiar tus muecas—río Connie—vamos a ver qué sucede—nos acercamos hasta llegar junto a ellos. Zayn nos miró y Samantha y los demás también
—hablamos después Sammie—le dijo Zayn sonriendo y yéndose, y pasando al lado de Connie mirándola con una sonrisa.
¿Qué demonios? ¿y ahora Connie? Oh no, claro que no. No puedo quedar solo.
—¿Qué te dijo ese estúpido? —le pregunté a Sammie.
—no es estúpido—sonrió—es sólo mi compañero de biología hablando sobre el trabajo—y después de eso, iniciamos una conversación normal olvidando que Zayn Malik estaba hablando con Sam.
—¡chicos, Sam, Liam y yo debemos ir a buscar algo en el salón del profesor Shelley, ya volvemos? —gritó de pronto Connie, llevándose a rastras a Liam y a Samantha.
Ahora solo quedábamos Niall y yo.
—hey—le dije a Niall.
—¿Qué?
—¿es verdad lo que me dijiste en la entrada?
—¿Qué cosa?
—eso de que… besar a Samantha fue lo mejor—me sentía estúpido pero debía preguntarlo. A Niall se le formó una sonrisa de bobo. Oh oh, esa misma sonrisa que tengo yo cuando pienso en ella.
—se siente como estar en el paraíso—me miró—yo no puedo creer que lleves tanto tiempo con ella y no sean novios. Aunque es mejor así.
—¿mejor así? Tú no has vivido años enamorado de la misma chica—contesté molesto.
—no, quizás no. Pero ella tiene algo especial y seré sincero contigo Harry, ella me está comenzando a gustar y es extraño por qué después de mi exnovia, juré nunca más caer—¿Qué había oído? ¿Cómo se atrevía a decirme semejante cosa? Apreté mis puños para contener la rabia.
—pues, ella es especial. Y te diré una cosa Horan. Haré que ella me quiera a mí tanto como te quiere a ti—Oops. Harry metiendo la pata de nuevo. Ahora es cuando quería azotar mis cabeza contra mi casillero y repetirme la palabra: “idiota” un millón de veces.
—¿Qué dijiste? —preguntó él con sus ojos casi saliéndose de su cara.
—nada, olvídalo. El punto es, que comienza a olvidarte de Sammie, por qué ella fue mía primero, y siempre será así—contesté con rudeza y lo dejé solo.

Harry, has te has metido en un grande. Y lo peor, es que expuse los sentimientos de Samantha y eso traería muchas consecuencias, de las cuales no sabía si eran buenas o malas.
Eres un idiota, Harry, un grandísimo idiota.