Remember that Summer [HarryStyles]

La brisa cálida de las Bahamas combinada con la brisa del mar, me hacen sonreír. Sonrió porque pasare mucho más tiempo aquí, quizás incluso debería acostumbrarme a un clima como este. Nunca me imaginé vivir otro lado que no fuera Londres, mi ciudad natal y característica a la cual estaba acostumbrado desde siempre; pero no volveré a allí por un buen tiempo, creo que Des debe darle una oportunidad a Josh para que maneje la cadena de hoteles, o puedo yo manejarlas desde Florida.
Formo otra estúpida sonrisa en mi rostro, de solo pensar en que hace tres días atrás todo había cambiado para mí, mis decisiones habían dado un giro completo y la inseguridad había quedado atrás, echándola a un lado y abriéndole paso a mi alegría. Estoy feliz, muy feliz porque sé que no tendré porqué separarme de Luna. Viviremos en la misma ciudad, ella estudiara y será una gran bióloga, mientras tanto yo podré ver que hacer de mi vida, o como he dicho, ocuparme a distancia de los hoteles de la familia; por lo menos de los de América del Norte.
Sé que al quedarme con Luna mi vida sufrirá un gran cambio, no dudo que sea para bien, pero temo llegar a arruinarlo todo como siempre suelo hacerlo. Tampoco quiero dejarle todo el trabajo a Des cuando el médico le ha dicho que debe tomarse su tiempo y no estresarse, temo ser la provocación de un nuevo infarto. Des ha sufrido desde siempre problemas en el corazón, pero es tan cabezota –incluso más que yo – que no ha querido ir a hacerse un simple chequeo todo este tiempo. Tuvo que estar al borde de la muerte para que dejara de exigirse más de la cuenta a sí mismo.
Tal vez, estoy siendo muy egoísta al solo pensar en la felicidad que me espera a mí y dejarle todo el trabajo de Josh con los hoteles y papá, además que se casara con la hija de un empresario y las empresas pasaran a su poder. ¿Qué más puedo hacer? Luna se negara a ir a vivir a un lugar tan frío y seco como lo es Londres, no pega con su personalidad alegre y brillante. Temo incluso que el lugar cambie su forma de ser y de pensar, que la vuelva más fría.
Termino de cambiarme con unos pantalones cortos que me llevan un poco más debajo de la rodilla, son negros y no tienen ninguna caricatura o algún diseño; Louis me los ha comprado y sabe un poco cuales son mis gustos. Finalmente, me coloco mis zapatillas y una musculosa blanca. El día parece estar aún más caluroso de lo que esta común mente, me gustaría poder andar solo en boxers por la calle, pero eso ya sería suicidio social y un pase directo a la cárcel.
El teléfono de la habitación me detiene antes que saliera de la suite, por lo que me pregunto quién podrá ser. Louis esta con Niall en no sé dónde y le deje bien en claro que hoy pasare la tarde con Luna. Seguramente volverá a insistir para que los acompañe, pero realmente quiero ver a mi novia.
Pienso en declinar la llamada, hasta que el teléfono deja de sonar y vuelve a marcar la llamada, exasperándome. Si es por una estupidez, juro que voy a golpearlo por ser tan cabeza dura, ¿Qué acaso a él le gustaría que lo interrumpiera con Runa o alguna otra?
- ¿Sí? – contesto una vez que levanto el teléfono, dejándolo en mi oído.
- ¿Harold? – la voz familiar de Josh se escucha desde el otro lado de la línea. Abro los ojos en grande y me pregunto cómo es que sabe que estoy aquí, en este hotel precisamente – Harold, dime, ¿eres tú?
- ¿Qué quieres? – carraspeo y aprieto con fuerza el teléfono. Solo me falta que él venga a molestarme justamente ahora.
- Harold, estoy llegando a Miami y tomare un vuelo hacia allí. – dice en un tono de preocupación, pero no logro captar porque vendrá - ¿La asistente de Des te llamo?
- No – murmuro confundido y atontado. Lo  oigo suspiras con pesadez.
- Harold, tu padre tuvo un ataque cardiaco esta mañana.
Camino de un lugar a otro sin siquiera poder parar, no sé si pueda hacerlo con todos los nervios revoloteando por cada parte de mi cuerpo y mis músculos tensos. Necesito aire. Realmente la necesito, pero no pienso irme hasta que Des despierte o hasta que los médicos me digan que está estable. No sé bien que podría pasar en los segundos que estaré afuera, quizás quedare me quedare sin padre o no, solo sé que no estoy dispuesto a averiguarlo, por más cobarde que pudiera parecer.
Sigo rascando mis brazos con mis cortas uñas, eso no evita que estas ardan ante el calor y los rasguños que me produzco a mí mismo, pero no me importa con tal de calmarme un poco. Solo pido que mis nervios no sigan destrozando mi sistema nervioso, como tampoco quiero seguir sintiendo esta desesperación e inquietud. Nunca pensé que volvería a pasar por una situación así, la última vez fue cuando murió mama y no podía comunicarme con nadie para que pudieran salvarla, tampoco podía dejarla sola, sino que la deje morir justo enfrente mío.
Golpeo la pared con fuerza y estoy a punto de gritar de impotencia. Voy a odiarme aún más de lo que me odio por dejar que Des muera como murió Anne, no podría perdonármelo jamás. Él no debió volar hasta aquí, el cambio de clima le afecto en gravedad, ¡Maldito viejo que es tan terco como para hacer caso a todas nuestras advertencias! ¡Maldito sea por no haber esperado a que el puto verano terminara! ¡Y lo peor es que si es mi culpa, porque de no venir aquí, él tampoco hubiera venido!
Reprimo las terribles ganas de llorar, realmente no es momento de dejar que las lágrimas me consuelen cuando debo permanecer fuerte, listo ante todo lo que venga por delante, ¿no? No debo ser débil, soy yo el sano y fuerte como para enfrentar todo lo que venga, sea o no sea duro. Sin embargo, por más fuerte que intente ser, por más grande que ya este o lo frío que pueda parecer, no sé qué será de mí una vez que Des ya no este conmigo, ya sea para aconsejarme, gritarme o insultarme, nunca me di cuenta de cuanto necesito a mi padre a mi lado. Y me arrepiento tanto por todas aquellas veces que lo aparte de mí.
Siento un profundo dolor que se va mezclando con la desesperación y la angustia, cortándome la regularidad de la respiración y dejándome indefenso, como si fuera un pequeño niño en medio de una guerra. Odio sentirme así, sentirme tan débil y como si todos pudieran tener acceso libre a lastimarme, y si voy al caso, creo que me lo merezco por haber sido una terrible jaqueca todos estos años para mi padre.
- Harold, deja de golpear la pared. Ya estas sangrando – dice mi hermano detrás de mí. Ya ha llegado, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde su llamada?
Detengo mis golpes sobre la pared y observo mi puño, viendo como he creado nuevas heridas y manchando la pared. Un grupo de enfermeras pasa cerca de nosotros y nos preguntan que es lo que estaba sucediendo, hasta que ven mi mano y la pared, lo que es suficiente para echarme un gran regaño y otra se ponga a limpiar el desastre que he dejado.
Sigo causando problemas.
Dejo que me desinfecten las heridas que me he hecho, incluso los brazos que están vendados por mis rasguños que iban con intensidad cada vez más. Josh está a mi lado mientras yo estoy sentado en la camilla, mirando hacia un punto fijo donde solo puedo pensar en que me merezco más que esto por haber decepcionado a mi padre tantas veces, por no haber sido el modelo de hijo que esperaba que me convirtiera, por no haber salvado a su esposa cuando tuve la oportunidad de hacer algo más.
- Harry, deja de castigarte a ti mismo. Des va a estar bien – insiste. Es raro que suene tan serio cuando suele pasarse la vida entre fiestas.
- Está en grave estado, ¿Quién asegura que estará o no bien, Josh?
- Es un Styles, después de todo. – sonríe torcidamente – Siempre son tan cabeza dura y nunca se dejan vencer por nada, ¿o me equivoco?
- No sé, tampoco me interesa – me encojo de hombros y suelto un suspiro.
- Joven, creo que con esto ya estará bien – murmuro la enfermera una vez que termino conmigo - ¿Necesitas que te recete algún psiquiatra? Podría darte calmantes para tus nervios o…
- No, gracias – le interrumpo y me incorporo, sin siquiera echarle una mirada a ella o a mi hermano, y sin más, salgo de la habitación – Hazte cargo de la cuenta, Josh.
Ignoro los llamados de mi hermano y comienzo a caminar en dirección de las escaleras, dispuesto a tomar algún café en el bufet antes que me duerma por completo. Tengo tanto sueño que sería capaz de dormir en la incómoda camilla, pero no puedo pegar un ojo y perder el tiempo en dormir cuando mi padre esta tan grave.
- Harry, espera – dice una vez más el castaño. Decido hacerlo o sino no me librare más de él, por lo que me doy vuelta y lo enfrento – Esto es tan difícil para mí como para ti, trata de tranquilizarte y pensar las cosas en positivo…
- Cuando murió mama, también pensé en positivo y mira como resulto todo. – replico, molesto por su repentina posición de hermano mayor. – No me consueles, Joshua. Nunca lo hiciste y tampoco es como si lo hubiera necesitado.
- ¿Puedes dejar tu arrogancia y tu soberbia por unos minutos? – espeta, exasperado - ¡Estamos hablando del hombre que nos crio, Harry! Yo no seré su hijo, pero eso no quita todos los años en que estuvo a mi lado. No te pido que seamos hermanos, porque te guste o no, lo somos. Solo te pido que cuentes conmigo para lo que necesites, mas ahora cuando alguien importante para ambos está pasando una difícil situación.
Me encojo de hombros y sigo mi camino, aun ignorando todo aquello que está a mí alrededor. No lo necesito, ni su compasión, comprensión o hermandad; nada de eso es importante ahora, solo que Des este bien.
El sabor amargo del café era justamente lo que necesitaba para que mis ojos dejaran de cerrar contra mi voluntad, pero creo que le he exagerado al tomarme tres tazas más de lo necesario. Ahora estoy completamente despierto y listo para seguir con la terrible espera, la cual rezo porque se termine de una buena vez antes que pierda la poca paciencia que me queda. No alcanzo a levantarme completamente cuando una mano se sitúa en mi hombro y me empuja hacia la silla, obligándome a sentarme de nuevo. Estoy a punto de girarme y gritarle en la cara, dispuesto a liberar todas las emociones acumuladas por dentro; sin embargo, me detengo cuando veo que es Runa, mirándome sin una pizca de emoción en sus ojos.
Suelto un suspiro y paso una mano por mis rizos, desordenándolos ante la desesperación que esto me causa, ¿y ahora que me dirá? ¿Qué vendrá a decirme? ¿Qué soy una mierda, un hijo de puta y miles de cosas más que yo ya lo sé?
- Dejaste plantada a Luna – dice de manera severa.
Abro mis ojos en grande y suelto una maldición al ser tan idiota como para no haberle avisado antes. ¿Cómo se me pudo olvidar que tenía una cita con mi novia? Había estado tan conmocionado que ni siquiera se me había pasado ella por la cabeza. Debe estar tan enojada conmigo y dispuesta a matarme.
- Tranquilo, Des sufrió el ataque cuando estaba con Liam y mi padre, así que Tracy se encargó de avisarle a Luna.
Suspiro con alivio y me destenso, al menos me he ahorrado un grave problema antes que la castaña arme un lio por haberla plantado.
Instintivamente, me tenso cuando noto que Runa está siendo demasiado amable al contarme esto, lo que no puede ser nada bueno. O bien, tendrá compasión por la situación de Des, o si no significa que algo se trae entre manos. No, no confió nada en Runa, sé que es la hermana de Luna y haría cualquier cosa porque no saliera lastimara, incluso alejarme de ella sería una de las cosas.
- ¿Algo más? – inquiero con frialdad.
- Si, vengo a contarte un par de cosas – se sienta en la silla al frente de mí, su mirada glacial choca con la mía. – No me sorprendió lo de Ella y Zayn, sabía que había algo raro entre ellos por como pasaban más tiempo juntos de lo que la pasaban con Luna.
- Le diré a Louis que te envié las fotos de la boda luego.
Su sonrisa cínica no se hizo esperar ante mi comentario irónico. Runa me odia demasiado, la comprendo porque lo hace porque yo también lo hago, más en estos momentos en que me doy cuenta que solo he sido un grano en el trasero para todos los que están a mi alrededor; pero me intriga saber que dirá ahora para hacerme sentir fatal, y como es tan desgraciada, sé que lo lograra, por lo que me preparo internamente a que suelte la bomba.
- ¿Sabes? Yo fui quien sugirió que Luna y Zayn se comprometieran…
- Eso he escuchado, ¿algo más?
- Y lo hice por todo lo que le hiciste a Luna – continua, haciendo omiso a mis palabras – Tal vez estés pasando un mal momento con la situación que está viviendo Des, lo entiendo porque yo estaría peor aún si le sucediera algo a mi padre, pero no soy el tipo de personas que se queda callada por más cosas que llegaran a intervenir. Voy a decirte esto que vengo posponiendo hace tiempo: Harry Styles no tienes derecho a reaparecer en la vida de mi hermana y pretender que nunca nada pasó hace cuatro años atrás.
- Nunca dije que me creía digno de derecho el aparecer, Runa…
- ¡Cállate, estoy hablando yo! – golpea la mesa al mismo tiempo que exclama, atrayendo la mirada de algunos curiosos del bufet, pero Runa parece ignorarlos – Por tu culpa, Luna casi desaprueba el año, dejo el club marino, también se la pasaba encerrada en su cuarto y sin querer salir con sus amigas. No nos hacía caso a mi padre, mucho menos a Liam o a mí. Dejo de sonreír y a ignorar cada situación que estuviera a su alrededor. Apenas y baja a comer algo; estuvo meses anémica y sin ganas de reponerse. Y todo porque alguien le había jurado amor eterno a una pequeña de solo catorce años que recién comenzaba a abrir sus ojos ante el mundo. Dime, Harry, ¿era justo para Luna entregarse cuerpo y alma a un hombre que solo el dejo atrás y llena de promesas?
No soy capaz de levantar la mirada y verla a los ojos, porque todo lo que dice es verdad y no tengo intensiones de negarle nada. ¿Cómo pude siquiera pensar en volver con Luna cuando le hice tanto daño? ¿Cómo es que no fui capaz de responder las cartas que me enviaba diariamente? ¿Por qué no conteste sus mensajes por e-mail o todas las llamadas que solía hacer?
- Eres un maldito cobarde, Styles – murmura Runa, sé que está llorando por su voz quebrada – No tienes idea de cuánto dolor fue ver a Luna en ese estado; ella que era una chica tan simpática y alegre, se había convertido en algo que no era mi hermana, ni siquiera podía dar una sonrisa sin forzarla. Me das asco, lastima y te odio por todo lo que le hiciste, ¿y qué crees que pretendías? ¿Qué Luna jamás iba a recordar nada? ¿Qué sucede si el día de mañana tienen una familia y recuerda todo ese año? Dímelo, porque me encantaría escuchar tu excusa sobre cómo diablos manejarías la situación. ¿Le harías creer que era un sueño o…?
- Basta, Runa - la voz de Louis se hizo presente, logrando que ambos nos sobresaltáramos. Nunca lo he visto tan serio como está ahora, jamás – Harry tiene suficiente con la situación de su padre como para que vengas a echarle más leña al fuego.
- ¡Pero si…!
- No grites, estamos en un hospital.
Runa se queda callada, y como Louis parece no desistir ante ella esta vez, se levanta de su asiento y se marcha. Ignoro las palabras de mi amigo porque realmente no necesito que este diciéndome que he pagado mis deudas con la vida porque en cierta forma no lo he hecho, tampoco quiero que mienta y diga que todo estará bien, una parte de mi me dice que no es así y debo enfrentarme a la verdad.
Estoy cansado de huir de todos los problemas, de todos a quienes amo y también de mí mismo.
- Un año como mínimo sin estrés laboral o personal. No quiero que viaje a ninguna parte, debe comer sano todos los días y hacer ejercicio al menos tres veces por semana, ¿escucho, señor Styles?
Des asiente a regañadientes las advertencias del doctor. Casi me hace gracia de solo pensar que parece un niño pequeño siendo regañado por comer tantos dulces, pero no llega a lograr una sonrisa en mi rostro al recordar que casi muere. Mañana por la noche nos trasladaremos a Londres en el jet privado que Josh contrato, debo admitir que ha estado portándose bien esos tres días en que nos pasamos encerrados en el hospital, sin importarnos llevar la misma ropa todos los días.
Louis me palmea la espalda y me sonríe en grande, contento porque mi padre al fin se recupere. Me gustaría poder llevarlo conmigo, pero sé que su lugar es pertenecer aquí, después de que Geoff Payne probara uno de sus platillos, le propuso asociarse con él y crear su propia línea de restaurantes en todos los hoteles que este tiene. Mi amigo no puede ser más feliz ahora, y más cuando sabe que Runa estará cerca de él.
Solo tengo una cosa por hacer antes de irme, y es ver a Luna.

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