Remember that Summer [HarryStyles]

Las cosas con Louis no han estado bien, para nada bien. Es molesto que no esté hablando las estupideces que siempre habla, o sino que siquiera se digna a dirigirme la mirada, solo hablando entre susurros con palabras secas y bruscas. No puedo aun creer lo cerca que estuve de desfigurarlo, sino hubiera aparecido Luna, Louis estaría agonizando y yo me quedaría sin la única persona que me ha aceptado tal como soy.

Estoy a punto de salir por la puerta, pero antes doy un vistazo y veo a Louis leyendo unos libros de cocina que ha comprado en la recepción del hotel. Se lo ve bastante concentrado leyendo, también muy emocionado. De seguro que se muere por hacer cada una de las recetas, y luego de hacerlas, querrá que las pruebe sí o sí. Aun no me olvido las veces que ha venido a mi casa a las cuatro de la mañana porque quisiera que probara algo. Louis es un maniático en la cocina.

Cuando vuelva, no quiero que el siga enojado conmigo, que me siga ignorando y fingiendo que no existo. Quiero que tenga listo un sinfín de platos nuevos para que pruebe, que actué nuevamente como una chica cuando le hable de Luna, que siga siendo el mejor amigo que he tenido todos estos años.

- Louis – digo captando su atención, por lo que baja el libro y me mira por primera vez en dos días, solo que lo hace con indiferencia - ¿Puedes perdonarme como actué?

Oh mierda, sí que me ha costado decirlo, casi como si algo estrangulara mi garganta. Mi amigo parece gravemente sorprendido, abre los ojos al igual que su boca sin poder creérmelo. Muy pocas, de verdad, muy pocas veces le he pedido perdón. Creo que fueron dos veces, cuando lo golpee en un ataque de ira y cuando su novia se había enamorado de mi cuando teníamos catorce. No había podido sentirme más culpable – al menos antes de que pase con Luna – cuando Louis comenzó a llorar porque Kristen estaba loca por mí. Me arrepentía porque no había sido franco con Louis desde el principio, no le había contado de que su novia vivía coqueteándome y tirándome indirectas, no hasta como vio que trato de besarme y como la aparte con brusquedad.

- ¿Me estas jodiendo? – Louis dejo su libro en el sillón y se incorporó, cruzado de brazos y con las cejas hacia arriba - ¿Harry Styles pidiendo perdón? ¿Y por qué perdón?

Suspiro y cuento hasta diez antes de que pudiera mandarlo a la mierda. Louis se está aprovechando del momento, sabe que odio que estemos peleados y aun más que deje mi orgullo de lado.

- Por haberte tratado como lo hice cuando tenías razón en reaccionar así – lo mire fijamente, esperando a que creyera en mis palabras. Hizo un asentimiento con la cabeza, esperando a que yo siguiera hablando – Sé que lo haces para que deje de ser tan cabron.

- Solo no cometas el error de hace cuatro años atrás – me pidió, comenzando a caminar hacia a mí. Puso una mano en mi hombro y sonrió – eres mi mejor amigo, casi un hermano.

- Lo mismo digo, Louis – sonrió medianamente y le doy un corto abrazo.

- ¿Así que, a dónde vas? – pregunta mientras vuelve al sillón y toma su libro de nuevo.

- Iré a llevarla a Luna a navegar, alquile un pequeño barco – conteste sonriendo. – Estuve pensando y… y creo que hare las cosas bien – añadió y observo como Louis sonríe.

- Suerte entonces – me guiña el ojo y termino de despedirme finalmente de él.

Abro la puerta y la cierro tras de mí una vez que estoy afuera. Se me es inevitable largar un gran suspiro al darme cuenta de que, por primera vez en mi vida, le he mentido a Louis. Mi intención no es estar con Luna, es hacerla recordar quien era yo en su vida, es hacerla recordar todas esas tardes y noches en que estábamos juntos, divirtiéndonos y amándonos. Sé que Louis no me lo perdonara, quizás lo haga algún día. Solo espero que si ese día llegue, logre comprenderme.

Espero al ascensor y una vez que esta frente mío, me adentro y toco los botones para llegar a la recepción. El elevador comienza a bajar mientras sigo pensando en la forma descarada en que he engañado a mi mejor amigo, y más aún en lo difícil que será no besar a Luna en cuanto la vea. Quizás quiere guardar distancia, quiere que vayamos lentos, y es lo que menos quiero. Necesito tenerla a mi lado, realmente lo necesito.

Cuando llego al piso de abajo, comienzo a caminar hacia la salida de emergencia, donde me espera Luna sonriendo con timidez. Desde el beso, hemos estado encontrándonos a todas horas, esperando a que Liam no note la ausencia de su hermana menor. Al parecer, ni Ella ni Tracy pueden hacer mucho distrayendo al hermano de la castaña. Según lo que me dijo ayer, ha estado bastante paranoico desde que me vio con su hermanita menor.

- Hola, Harry – sonríe aún más cuando estoy al frente suyo.

- Hola, Luna – le devuelvo la sonrisa y me agacho para darle un sonoro beso en la mejilla, acto que provoca que cierre los ojos.

- ¿A dónde vamos? – pregunta dándose vuelta y abriendo la puerta.

- Ya verás – me limito a decir, y una vez afuera, tomo su mano y comenzamos a correr hacia su mini bus.

Me siento un pendejo haciendo esto, escapándome de Liam y de Runa, cuando en verdad podría ir a golpear al castaño y encerrar a la muchacha con Louis para que sufra un buen rato. Pero es algo que perjudicaría a Luna, por lo que si ella quiere mantener todo en secreto y sin levantar sospechas de otros ¿Qué más puedo hacer? Una parte de mí, lo único que quiere es tomarla de la mano y jamás soltarla, y la otra, solo quiere alejarse y dejar que ella sea feliz sin mí. Es mi egoísmo el que no hace que tome mi maleta y me marche en el primer avión a Londres.

- ¿Harry? Hola, tierra llamando a Harry – escucho la risita de Luna, lo que hace que salga de mis pensamientos. - ¿Vas a conducir tú? Porque si te soy sincera, no tengo muchas ganas.

Tiene las llaves en sus manos y la balancea de un lugar a otro, esperando a que yo las tome. Le sonrió y las deja caer en la palma de mi mano, para luego ir corriendo hacia el asiento del copiloto. Sonrió al ver ese acto infantil.

Arranco la mini bus una vez que estoy en el asiento del conductor. Se me es un poco difícil manejar y colocar los cambios, se es a que en mi país los volantes están del lado derecho, en cambio, aquí está del lado izquierdo. No sé porque, pero me pregunto si también el agua de los retretes van del sentido contrario. El mundo esta tan loco.

- ¿No vas a decirme dónde vamos? – pregunta Luna, acomodándose en el asiento, quedando sentada en forma de indio.

- Nop – contesto sencillamente – No insistas porque no te lo voy a decir.

- ¿Por qué eres tan malo? – refunfuña y observo de reojo que se cruza de brazos.

- ¿Tengo cara de malo? – pregunto señalando mi rostro cuando paramos en el semáforo.

La castaña me sonríe y se acerca hacia a mí, dándome un corto beso en los labios. Se tira hacia atrás y se cruza de brazos nuevamente, solo que con una pequeña sonrisa tímida.

- Eso creía – digo y acelero cuando el semáforo cambia a verde.

- Que engreído.

El viaje es tranquilo, bastante para decir verdad. Solo son treinta minutos del hotel al muelle más apartado de la ciudad. No quiero tener que encontrarme nuevamente por casualidad a Liam y tener que contenerme nuevamente para no golpearlo, cuando es lo único que he querido hacer desde que interrumpió mi beso con Luna. Hablando de esta, parece más concentrada en las canciones de amor que pasan, cantándolas en susurros y mirando el paisaje, hipnotizada y sonriente. De vez en cuando, aparto mi mirada del camino y la observo por pocos segundos, vuelvo la mirada a la carretera pero sigo haciendo el mismo gesto.

- Pareces un acosador mirándome así – voltea a verme justo cuando poso mi mirada sobre ella.

- Es tu culpa.

- ¿Mi culpa? ¿y ahora por qué?

- Eres única – le sonrió y aun mas, al observar sus mejillas teñirse de rojo.

- ¿Sabes? Diría que eso se lo dices a todas las chicas, pero como tu mejor amigo y tu actitud con Leslie me demostraron que no eres un don Juan, tengo que decirte que te creo.

- ¿Y ahora quien es la engreída? – remarco divertido.

- Oh, cállate y mira al frente antes de que nos mates.

Nos quedamos callados nuevamente hasta que Luna me pregunta si no me molesta que ponga la radio. Asiento con la cabeza y regalo una sonrisa, un poco confundido por su pregunta; es su auto, si quiere poner música tiene que hacerlo sin importarle si a mí me molesta o no.

Primero empieza a sonar música estúpida como electrónica o un intento de heavy metal. Luna las cambia con una mueca de desagrado, y por ese gesto, sonrió torcidamente. A pesar de los años, de las experiencias que ha tenido, sigue siendo la misma que conocí hace cuatro veranos atrás. Aunque me pregunto a veces, como era Luna en aquel verano cuando tuvo el accidente. No se muchos detalles, tampoco creo que me merezca saberlos, pero necesito respuestas a muchas preguntas. Quizás, hoy pueda obtenerlas.

Una vez que nos alejamos de la ciudad, comenzamos a ir en la carretera donde había palmeras a nuestro alrededor y se podía sentir aun la brisa y el olor al mar. Luna, finalmente, deja una estación de radio, los primeros acordes comienzan a sonar y no se me es difícil distinguirla. Green Day es una de mis bandas preferidas, pienso comentárselo a Luna, pero cuando la miro de reojo, me preocupo de inmediato; está mirando hacia el frente y pareciera que no está respirando. Su mirada está poblada de la más pura y dolorosa tristeza, junto con un sufrimiento que provoca un puñal dentro de mí.

{Clik}
Thought I ran into you down on the street,
Then it turned out to only be a dream,
I made a point to burn all of the photographs,
She went away and then I took a different path.

- ¿Luna? – la llamo, pero no contesta.
- Luna – le muevo el hombre, esperando a que reaccione, sin resultado alguno. Parece estar en un estado de shock, siquiera parpadea.

Mientras la canción sigue escuchando, estaciono a un lado de la carretera, asustado y sin saber qué hacer. Tambaleo mis dedos en el manubrio cuando finalmente apago el motor. Vuelvo hacia el rostro de la castaña y observo como pequeñas gotas de su rostro comienzan a caer, inevitablemente. No sé qué le sucede, no sé cómo es que la canción puede provocar esto en ella cuando una vez le llegue a tocarle y cantarle la canción en la guitarra.

Seems that she disappeared without a trace,
Did she every marry old what's his face,
I made a point to burn all of the photographs,
She went away and then I took a different path.

Mentalmente, me golpeo con la palma de mi mano al darme cuenta de lo que sucede: Luna puede estar recordando mediante la canción. Se la cante ese verano donde estaba enojada porque no podía ir a un concierto de un grupo que hacia covers de Green Day; se había molestado y enfadado con su padre y sus dos hermanos, por lo que se había ido muy enojada a la azotea. Yo había ido con la guitarra de Louis y me senté a su lado, comenzando a tocar las finas cuerdas y ella comenzó a cantar, luego la seguí y así estuvimos toda la noche.

Whatsername fue la única que no le permití cantar; solo cante yo.

Despierto del recuerdo cuando pone sus manos sobre su rostro y comienza a llorar, incluso gime como si estuviera herida, como si hubiera algo que le provoca demasiado dolor. Y la canción sigue, y ante cada estrofa, el dolor de Luna sigue aumentando igual que sus llantos e incluso grita con la voz ahogada.

No tengo idea que hacer. Mi cuerpo está paralizado de solo pensar que ese dolor pude haber provocado yo mismo, que no solamente me hice daño a mí mismo, sino que sobre todo a ella. La respiración me falla y mi garganta está siendo estrangulada, mis ojos picas y aprieto con fuerza los dientes para no echarme a llorar. Un cosquilleo de ansiedad va convirtiéndose en rasguños.

- Luna – murmuro con la voz quebrada. Aclaro de inmediato la garganta – Luna ¿Qué sucede? ¿Estás bien?

- ¡No aguanto más, Harry! – exclama con la voz ahogada. La miro confundido.

- ¿A qué te refieres? Luna, dime que pasa…

Remember, whatever,
It seems like forever ago,
Remember, whatever,
It seems like forever ago.

- Este dolor – musita y se señala hacia su corazón. Me mira directo a los ojos, dejándome ver sus ojos llenos de dolor y lágrimas – Te juro que no sé qué es – cierra con fuerza sus ojos y comienza a negar con la cabeza – llévame de vuelta al hotel. Necesito hablar con Ella, por favor.


- Necesito saber qué te pasa, Luna. No puedo llevarte así al hotel…

- Solo hazlo – ruega aun derramando lagrimas – Te prometo que te contare todo si quieres, pero será otro día ¿Si?

Observo su barbilla temblar y sus lágrimas caen sin cesar. Solo puedo sacar el auto del costado de la carretera y dar la vuelta, conduciendo de nuevo hacia el hotel, esperando que Luna se mejore y no este ninguno de sus hermanos para ocasionar una pelea.

Una punzada de dolor agudo sigue atravesándome. Esto no puede ser nada bueno.

And in the darkest night,
If my memory serves me right,
I'll never turn back time
Forgetting you, but not the time.

Horas después.

Termino de contarle a Louis lo que sucedió esta mañana con Luna, de cómo lloro al escuchar la canción, de ese dolor que sentía. Verla tan angustiada y herida no me gusto para nada, fue horrible. Quizás tuve que haberla abrazado, haberla besado o darle siquiera palabras de apoyo, diciéndole que todo iba a estar bien aun sabiendo muy poco que era lo que le sucedía. Odio reaccionar tarde. No tuve que dejarla partir sin más.

Estamos en el restaurante del hotel, donde hay muchas mesas aparte de la nuestra; las paredes son de color bordo, con varios cuadros colgados en ellos; una barra donde sirven tragos y un pequeño escenario donde esta una muchacha cantando una canción romántica que habla sobre el desamor y el engaño

Lo que me faltaba; mas indirectas de que soy una mierda.

Louis parece demasiado pensativo, también preocupado y un poco confundido. Finalmente, larga un suspiro y menea con la cabeza. Sé que piensa que todo es mi culpa, porque realmente lo es. Si yo no me hubiera ido así sin más, sino le hubiera prometido tantas estupideces y hubiera hecho las cosas bien por una puta vez en mi vida, Luna no habría tenido el accidente y nada de esto pasaría ¿O quién sabe? Hasta Louis podría haber conquistado a Runa con algunas (miles) insistencias más.

- ¿Y no te dijo nada más?

- No, solo lo que te conté – suspiro y paso una mano por mi frente – No sé qué hacer, Louis.

- Primero, tendrías que averiguar qué es lo que la hace sufrir tanto, y luego hacer algo para remediarlo – me aconseja mientras tomaba su copa de vino y le daba un sorbo.

- Es toda una mierda. Nunca debí venir aquí.

- En eso estamos de acuerdo – escucho una voz familiar a mi lado, lo que hizo que levantara la vista.

Genial, el estúpido de Payne está para arruinarme la noche, como si fuera poco con ver sufrir a Luna. Louis me dio una mirada de advertencia, sabe que soy capaz de golpearlo hasta que muera ahora que no está Luna para detenerme. No sería bueno que golpee a Liam cuando me estoy hospedando en su hotel y gratis. Aunque, bueno, no es exactamente su hotel sin de su padre, pero de todas formas no quiero problemas. Liam no debería buscarlos tampoco.

- ¿Puedo ayudarte en algo, Liam? – pregunto mientras mis manos se cierran convirtiéndose en puños. Tengo que controlarme, por más nervioso que me pone la puta ansiedad que tengo adentro, debo mantener el control de mí mismo.

- Si desaparecieras de la vida de mi hermana, harías mucho – contesta fulminándome con la mirada, luego mira hacia Louis, quien le levanta la barbilla al verlo - ¿Todavía sigues siendo su perrito faldero?

- No es mi perro faldero, a diferencia de otros.

- No te pregunte a ti, Styles.

- Ya basta – interrumpe Louis. Sonríe burlonamente hacia Liam – De todas formas llegare a ser tu cuñado. A Runa y a mí nos encantara recibirte los domingos por la mañana. Claro, si es que no estamos haciendo otras cosas.

Liam está decidido a golpearlo, pero aclaro mi garganta con fuerza, lo que lo obliga a mirarme de nuevo. Señalo disimuladamente con mi índice a su padre, que esta cenando al parecer con unos amigos, está riendo a carcajadas y tomando champagne mientras cenan. Eso parece calmar al castaño, porque de inmediato suspira y susurra palabras por debajo. Seguramente, maldice su mala suerte por no poder golpear a Louis o a mí; no le servirá de nada, soy más fuerte que él y podría hacerlo añicos en segundos. Apuesto que con mi amigo tiene el mismo nivel de pelea que el nene de papá.

- Tu ganas, Styles – suspira y me envía una mirada que no logro descifrar, pero de inmediato desconfió. Liam es un hijo de puta cuando quiere. – Mi padre dijo que sería un desconsiderado sino te invitaba a mi cena de compromiso – de su bolsillo trasero, saca dos invitaciones. Miro al ojiazul y esta tan sorprendido como yo, al igual que desconfiado – Es aquí y de gala.

- No es necesario que nos invites sino quieres – se apresura a decir Louis mientras toma la invitación que le tiende.

- ¿Tengo otra opción? – levanta sus cejas – Los veo mañana, a las siete. Y no quiero peleas de ningún tipo, tampoco comentarios ofensivos.

- No lo hagas tú, y no lo haremos nosotros – replico.

- Trato.

Liam se da media vuelta y se marcha, caminando hacia su padre, quien lo recibe con los brazos abiertos y les presenta a sus amigos, los cuales lo saludan con alegría. Liam, aunque puede estar insultándolos por dentro, sonríe con amabilidad y se sienta al lado de uno de ellos. Odio su maldita hipocresía.

Louis opina que no sea bueno asistir, lo cual estoy totalmente de acuerdo con él; aun así, me intriga saber cuál será la estrategia de Liam, por lo que decido que de todas formas asistiremos al estúpido compromiso.

Tengo un muy mal presentimiento.

Al otro día.

- Pareces un maldito acosador – bufa Louis a mi lado. Los dos estamos arreglándonos enfrente del espejo nuestras corbatas, solo que yo he dejado el trabajo a medias para llamar a Luna – Debe estar muy ocupada con los preparativos. Que no se te olvide que Liam es su hermano.

- Lo sé, Louis, lo sé – suspiro y guardo el celular en mi bolsillo. Decido concentrarme en mi corbata – es que desde ayer no la veo y estoy preocupado.

- La veras hoy. No desesperes, enamorado – dice con un toque de humor en su voz. Palmea mi hombro y va directo hacia el saco que está arriba de la cama – Apúrate o sino llegaremos tarde.

Termino con la estúpida corbata y tomo mi saco, colocándomelo y acomodándolo. Me gusta usar trajes, realmente me gusta, pero no me agrada para nada usarlos para la fiesta de compromiso del estúpido de Liam. Como si a mí me importara que el malnacido se casara. Lástima por aquella muchacha que va a unir su vida con él, tiene suerte de que el divorcio exista, sino también está el suicido.

Louis se termina de preparar colocándose un poco de perfume y partimos hacia el ascensor, pero un grupo de personas nos gana de mano, lo que hace que tengamos que bajar las escaleras. Tengo que aguantarme a Louis renegando porque no quise esperar cinco minutos más ¿Enserio quiere que espere tanto? De solo pensar que puedo ver cinco minutos antes a Luna, hace que quiera bajar la escalera más grande del mundo y sin cansarme. Mis manos no dejan de abrir y cerrarse, tengo la maldita necesidad de rascarme la nuca, aprieto con fuerza los dientes y aun así, la ansiedad no disminuye.

Pasa una eternidad hasta que llegamos a la recepción, solo tenemos que cruzarla y allí estará las puertas del lujoso restaurante del hotel. Abro la puerta y de inmediato, veo dos guardias de seguridad con trajes de negro y un hombre que nos pide la invitación. Las mostramos y nos pregunta el nombre, por lo que contestamos y nos da la bienvenida a la cena de compromiso.

Todo ha sido decorado exclusivamente para los novios, con flores y globos por doquier, también un estúpido cartel de “Liam y Tracy” y tantas estupideces más. Louis me pregunta qué tipo de platos podrían servir, solo le digo que vaya a la cocina y pregunte; estoy buscando a Luna con la mirada y soy incapaz de encontrarla, algo que me está desesperando aún más. Logro divisar a Geoff, hablando con algunas personas, así que cuando el castaño y yo nos separamos, me dirijo hacia él, dispuesto a preguntarle por su hija.

- Señor Payne – digo una vez que estoy frente suyo.

- ¡Oh, Harry! – exclama contento – Él es el hijo de Des Styles – me presenta a un señor barbudo y a otro calvo, ambos de unos cuarenta a cincuenta años.

- Un placer – me saluda el barbón mientras estrechamos la mano – Víctor Evans.

- Edward Miller – repito la acción con el hombre calvo.

- Es un gusto, señores – mi voz suena cortes y seca, como siempre.

- ¡Qué bueno que estés aquí, Harry! Sabía que eras más maduro que Liam para dejar todas esas peleas absurdas – me dice Geoff una vez que los dos hombres se disculpan y se marchan.

- Gracias, señor – digo, aunque muy por dentro quisiera contarle lo cabron que es su hijo. - ¿Y sus hijas? No las he visto desde que llegue.

No puedo preguntar solo por Luna, debo también hacerlo por Runa, por más que esta me odie y me quiera muerto.

- Runa está en la cocina, supervisando la comida. Ya sabes lo controladora que a veces puede ser – ríe de la buena gana y forzó una sonrisa. Runa va a matar a Louis en cuanto lo vea y no tendré jamás a mi buen amigo – Luna esta con… - la busca con la mirada y cuando abre los ojos sonríe con auténtica alegría - ¡Allí esta! – me señala con el mentón y miro en la misma dirección que él.

Esta hermosa, simplemente hermosa. Su vestido color coral le sienta demasiado bien, con pequeñas tiras sosteniéndolo, además de unas telas finas cayendo detrás de su vestido. Es preciosa. Muy preciosa. Pero ¿Quién es el muchacho a su lado? Esta sonriéndole, incluso ella se sonroja cuando él se acerca a su oído y le susurra algo.

En cualquier momento, romperé la copa que Geoff me paso hace unos segundos, cuando mi mirada estaba exclusivamente para Luna, y ahora solo para su acompañante masculino.

- ¿Y el joven, quién es? – pregunto tratando de sonar desinteresado.

- Zayn Malik – contesta el hombre aun sonriendo de oreja a oreja – Su prometido.

La copa en mis manos se rompe, y de inmediato, me encuentro con la mirada de Luna.