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Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
Hola! Sí, estube muuuuy ausente. Pero estoy escribiendo caps. AVIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISO! (? En fin, si querés estar con Nialler, No problem. Mandame tu descripción por mp. Muchas gracias por tus halagos :')
NotesOfLove~
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
Capítulo III.
Apenas sentí el impacto de mi cuerpo contra la cama, cerré los ojos con fuerza e imaginé por un momento que mi vida era perfecta.
Mis piernas aún flaqueaban y mis manos temblaban levemente. Mis mejillas estaban rojas de furia, pero a la vez mi rostro permanecía pálido.
No sabía que era más frustrante. El haber olvidado a mi propio hermano, sangre de mi sangre y eco de mis pensamientos, o el que me hayan ocultado que tenía uno.
Y lo más extraño seguía siendo que yo no recordaba nada de él, por alguna razón. Pero sabía exactamente como me sentía desde que él se había alejado.
Porque, aunque no tengo ni la menor idea de cómo fue todo aquello, sé que desde un momento en mi vida… Todo cambió.
Y aún recuerdo esas pesadillas que tenía cada noche cuando tenía casi diez años. No hace tanto.
Solía despertarme cada noche, en un mar de lágrimas y corría a la habitación de mis padres en busca de ayuda. Pero ellos no podían brindarme más que un abrazo y un beso y eso, no me consolaba para nada.
Y me preguntaba si eso tendría algo que ver con todo ese embrollo.
Pero, fuera por lo que fuese, yo debía encontrar a ese hermano mío y averiguar qué era lo que faltaba en mi vida. Cuál era la pieza que había olvidado colocar.
Y tal vez este, era el momento perfecto para reinventar mi vida.
Desperté tirada en el suelo, y me pregunté en qué momento había caído.
Solía dormir en cualquier posición, y ya que amaba dormir, cualquier lugar era cómodo para mí. Pero los dolores de espalda eran terribles después.
Me tomé de uno de los bordes de la cama y me incorporé con torpeza.
Y apenas pisé el suelo firmemente, recordé lo que había ocurrido aquel día. Todo ese asunto, que con solo recordarlo hacía que mi cabeza doliera.
Era de madrugada y mi reloj despertador indicaba las 02:00 am.
Mis padres se quedarían en mi apartamento, en una de las habitaciones de huéspedes y mientras mi hermana, dormiría en el sofá.
Me hubiera gustado ofrecerle mi cama y yo dormir en el sofá, pero por cómo me había tratado aquella noche, preferí dejarla sufrir un poco.
Tomé mi laptop y me senté en mi cama, colocándola sobre mis piernas. Apenas el Google cargó, ingresé en el buscador lo que precisaba saber y en cuestión de segundos todos los resultados aparecieron.
‘Universidad de Cambridge’
‘Universidad de Manchester’
‘Universidad de Oxford’
‘Universidad de Londres’
Sonreí ante la última opción y suspiré antes de dar clic.
– ¿Cursos fotográficos? –Musité y luego de un rato, una sonrisa se escapó de mis labios. – ¿Por qué no?
Abrí la puerta principal con brusquedad y entre sonriendo a más no poder. Mi madre salía de la cocina en ese momento, con el cabello enmarañado y una bata de dormir. Tenía una taza de chocolate caliente en las manos y se dirigía hacia el comedor.
– ¿Por dónde andabas? –Me sonrió cortamente.
–No creas que estás perdonada. –Me acerqué a ella y besé su mejilla. –Pero por si tanto te interesa saber… Me ocupé de unos asuntos. –Elevó cortamente su ceja derecha y sonrió.
– ¿A sí? ¿Qué tipo de asuntos?
–Asuntos, ya sabes… –Respondí con cierto tipo de ignorancia y me dirigí a la cocina. – Mamá. ¿Qué pensarías acerca de que yo estudiara fotografía? –Con una manzana en mano, me acerqué a ella y me senté a su lado.
–Creo que sería estupendo. –Tomó un sorbo del chocolate y dirigió su mirada a la mesa. – ¿Piensas estudiar?
–La verdad, es que sí. Y ya que tengo que estudiar, prefiero que sea algo que me gusta. Ya sabes… ahora tengo la libertad de elegir.
–Muy bien. ¿Y adónde irías a estudiar? ¿A Roma? ¿Aquí mismo? –Le dio otro sorbo al chocolate y me miró.
–Bueno… tenía planeado viajar a Londres. –Me miró con incredulidad, como si estuviese jugándole algún tipo de broma absurda. Pero al notar que ni me inmuté, borró la expresión divertida de su rostro.
– ¿Estás haciendo esto por tu hermano? ¿No es así? –Rodé los ojos con fastidio y reí sin humor.
–Yo sueño con ir a estudiar a Londres. Y ahora tengo otro motivo muchísimo más importante por lo cual hacerlo. ¿No crees que sea así? ¿No crees que no debería desaprovechar la oportunidad de hallarlo?
– ¡Louise, eso fue hace años!
–Pero ustedes me dijeron que el estaba en Londres.
–Y sé de buena fuente que así es, pero Londres es demasiado grande.
–Aguarda, ¿Sí? Me gustaría saber porque ustedes no se preocupan por encontrar al chico. –Le dirigí una mirada de desaprobación e insuficiencia y volví mi vista hacia la mesa.
–Para empezar, estuvimos muchísimo tiempo buscándolo. Pero nadie lo vio. Y en segundo… –Suspiró.
–Todo esto es extraño. Hay muchas dudas sobre esto y quiero detalles. –Ordené.
–Mira, Louise. Yo sé que él está bien, y mientras él esté bien… No iré por él.
– ¿Por qué no? –Elevé el tono de voz, lo suficiente como para que los sonidos de la habitación contigua se oyeran. Por lo que deduje que había despertado a mi padre.
– ¡Por qué no todo es tan simple como te parece! –Exasperó. Las lágrimas no tardaron en hacer presencia y hacerme sentir culpable. El silencio se tornó infinito. Hasta que mi madre decidió proseguir: –Sé que él no querrá volverme a ver, porque pensará que ni siquiera nos hemos preocupado por él. ¡Pero tú no tienes idea de las ganas que tengo de ir a abrazarlo y decirle cuanto lo amo!
– ¿No crees que es un poco cobarde de tu parte? –Insistí.
– ¡No, Louise! ¡No pienso arriesgarme a ser rechazada! –Gritó. Suspiré y negué.
–Aún tengo mucho por saber, mucha información que hallar. –Mi madre rodó los ojos con indignación y suspiró con pesadez.
– ¿Qué más quieres saber?
– No sé, yo… –Me encogí de hombros. – ¿Cuál es esa buena fuente de la que sabes que mi hermano está en Londres? –Había sonado lindo llamarlo así. Algo dentro de mí se revolvió y una sonrisa tímida se asomó por mi rostro.
–No lo entenderías. –Bajó la vista y negó.
–No, sí. Quiero entenderlo. Déjame entenderlo. ¡No tengo cinco años, madre!
–One Direction. –Susurró. Fruncí el ceño.
– ¿One qué, qué?
–One Direction. –Repitió, y elevó su vista hacia la mía.
– ¿Tú estás diciéndome que sabes que mi hermano está bien, porque una famosa banda pop te lo dijo? –Solté una firme carcajada y la miré con incredulidad. –Ya, enserio.
– ¿Le has prestado atención a los nombres y apellidos de los integrantes de la banda, alguna vez? –Fruncí el ceño y negué. –Pues hay uno de ellos que se llama Zayn Malik. –Medio sonrió con nostalgia y sorbió por la nariz.
– ¿Y tú crees que él es mi hermano?
–No lo creo… Lo sé. No es solo por su nombre y su apellido. Lo sé. Lo siento. ¡Louise, él es tu hermano! –Cerré los ojos con fuerza y negué.
–No, madre. No sé de donde sacas esto, pero… –Suspiré. –Está bien, ¿Sabes qué? Yo iré por mis maletas y en unos días, mi vuelo saldrá. Ya sabes, cuanto antes… Mejor. –Musité, al final.
– ¿Aún quieres irte? ¿Irás por él? –Preguntó con los ojos destellantes.
–Ya te dije que sí. Tal vez tú no quieras ir por él, pero yo no me quedaré sentada de brazos cruzados y viendo como la vida se me va sin vivirla junto a él. –Me levanté de su lado y antes de irme, me giré hacia ella una vez. –Yo lo encontraré, y yo sabré en ese mismo momento… si es él en verdad.
–Entonces… ¿Te irás? ¿Así como así? –Preguntó por, lo que rogaba, sea la última vez. Mi padre aun no creía que realmente me fuera de Venecia. Al principio, lo tomó como una broma absurda. Pero al notar la seriedad de mi madre y la mía, se tensó. Mi hermana no sabía cómo responder y parecía haber olvidado mágicamente como articular palabras coherentes. Y el silencio, fue lo que agradecí por un minuto.
–Por décima vez… sí. –Respondí divagando. Con las manos cruzadas sobre el pecho y una pierna sobre la otra. Nerviosa.
– ¿Qué pasa si no lo encuentras? –Rodé los ojos.
–Wow, ¡Cuánto apoyo! –Ironicé. –Lo encontraré, ya verás. –Por primera vez en aquella noche, pareció quedarse complacido con mi respuesta y se tranquilizó. No al punto de relajarse, pero sonrió cortamente y suspiró con pesadez.
–Confío en ti ¿Sabes eso? –Asentí tímidamente y sonreí.
–Y es por eso que quiero que quede claro que no los defraudaré.
– ¿Y cuándo te vas? –Mi hermana se decidió a hablar.
–Mañana por la tarde. –Respondí con seguridad. Ya no había vuelta atrás, me iría y lo encontraría… como fuera.
Las dos maletas se hallaban a un lado de la puerta de mi habitación. Las dos grandes, pero una más predominante que la otra.
Una de ellas era de un color rosa chicle, bastante chillón. Tenía varías letras en blanco, un tanto gastadas y bastante ilegibles. Mientras que la otra, era de un azul apagado y tenía algunas flores como estampado.
Hacía aproximadamente veinte minutos que me encontraba frente a ellas. Parada y observándolas. Buscando mi futuro dentro de aquellas maletas, en las que no había más que ropa y algunas cosas importantes.
La universidad a la que iría ya me había registrado, el vuelo saldría en un par de horas y no tenía absolutamente nada de qué preocuparme. O eso creía… o eso quería creer.
Lo único que me quedaría por hacer era buscar pistas sobre mi hermano. Y puesto a que este era famoso, No sería tan difícil.
No necesitaba un departamento, ni nada como eso. La universidad portaba un increíble campus, y nosotros nos veíamos obligados a permanecer viviendo allí. En cada apartamento dentro de los edificios de esta.
El auto lo enviarían unos días después de mi llegada, y tendría que quedarme dentro de la universidad hasta que lo enviaran.
– ¿Todo en orden? –Preguntaron a mis espaldas. La voz de mi hermana se introdujo en mis oídos y por primera vez no me hizo despreciarla. Yo la adoraba más que a nadie. Pero a veces llegaba a ser la persona más insoportable del mundo. Sentí un poco de nostalgia y me giré hacia ella en el momento en el que ella posó su mano en mi hombro.
–Todo en orden. –Repetí, a modo de afirmación. Me sonrió complacida y me atrajo a sí. –Voy a extrañarte, aunque no lo creas.
–No, Louí. Si te creo. –Me separó de ella y besó mi mejilla sonoramente. –También yo te extrañaré.
–Es bueno saberlo. –Le sonreí cortamente y bajé la mirada. –Creo que ya tenemos que partir hacia el aeropuerto.
–Ven, vamos. –Se acercó a la puerta de mi habitación y tomó las dos maletas. Me entregó una y me guió hasta el comedor. – ¡Mamá! ¡Papá! Acompáñenos al aeropuerto. –Gritó. Los dos aparecieron sonrientes por la puerta.
Mi madre traía el cabello mojado, por lo que deduje que recién había acabado de bañarse. Traía una remera gris, que portaba un estampado negro. Un jean azul y unas zapatillas deportivas negras, de una marca bastante reconocida en Estados Unidos.
Mi padre, en cambio, traía una remera azul y unas bermudas de mezclilla. Unos lentes de sol opacos y unas zapatillas blancas.
Mi padre se acercó a nosotras y quitándonos las maletas de la mano, abrió la puerta principal y salió seguido por mi madre. Miré a mi hermana, quien se encogió de hombros y me hizo salir del apartamento.
– ¿Sabes? ¿Por qué no te mudas aquí? –Arqueó una ceja y medio sonrió. –Hablo enserio. –Rió por lo bajo.
– ¿Estás dándome permiso para mudarme a tu apartamento en tu ausencia, acaso? –Me encogí de hombros y asentí. – ¡Gracias! ¿Ya te había dicho que te amo? –Negué mientras reía y una vez fuera del edificio, entré a la camioneta de mis padres.
***
–Cuídate mucho. –Mi madre tomó el cuello de mi abrigo y lo subió hasta arriba. –Para que no tengas frío. –Añadió sonriendo. Reí silenciosamente y la abracé.
–Lo encontraré, ya verás. –Repetí una vez más, en lo que iba desde que me habían comentado de la existencia de mi hermano. Mi madre me apretujó a sí y cuando deshizo el abrazo me sonrió.
–Lo sé. Sé que lo harás. –Mi padre la hizo a un lado y me abrazó cortamente.
–Y solo me quedas tú. –Me acerqué a mi hermana y ella con los ojos llorosos me abrazó.
–Perdóname por ser una mala hermana, Louí. Perdóname por hacerte enfadar, por meter tus calcetines rojos con los blancos en la lavadora, por comerme tu último trozo de pastel y por encapricharme con todo, siempre. –Dijo sin soltarme. Podía sentir como mi espalda se mojaba de apoco por sus lágrimas, y las mías no tardaban en salir. La apretujé más a mí y sonreí.
–No, Liz. Perdóname a mí por no ser lo que todos quieren que sea. –Me separé de ella cortamente, besé su mejilla y sonriente tomé el bolso de mano en el que se hallaban mi celular, mi laptop, entre otros objetos de suma importancia.
La voz en el altoparlante señaló por vez primera que mi vuelo estaba arribando y cerré los ojos con fuerza.
Abracé a todos una vez más y me alejé sin mirar atrás. Sin pensar en el pasado y en todos los errores cometidos.
Pensando únicamente en el futuro que había buscado siempre para mí y en encontrar aquella pieza que me faltaba en mi vida.
Coloqué el bolso a los pies de mi asiento y crucé la pierna derecha sobre la izquierda. Había apagado el celular justo unos momentos antes de que la azafata pidiera que lo hiciéramos, ya que el vuelo saldría en unos minutos.
Me removí en el asiento y mientras me abrochaba el cinturón de seguridad, observaba por la ventanilla del avión a la gente movilizarse para no perder sus vuelos. A los empresarios correr de aquí para allá, con sus maletines y atendiendo llamadas. Como había sido la vida de mis padres desde que yo había nacido.
Corrí mi cabeza hacía el frente y me enfoqué en lo que era importante. Nada de nostalgias, nada de llanto. Mirada al frente y cabeza en alto, tal como solían decirme. Porque ahora no era momento de lloriqueos, era momento de encontrar lo que iba camino a buscar.
Después de que el vuelo aterrizara y ya tenga todas mis maletas en mano, salí en busca de un taxi. Coloqué mis maletas en el suelo y me senté sobre la más grande de ellas, procurando descansar un poco. Había estado más de veinte minutos parada, tratando de encontrar un taxi. Pero al parecer, la modalidad de Londres para encontrar un taxi disponible, era muy distinta a la de Venecia.
Suspiré y a escasa resignación, me incorporé de nuevo con el único afán de que un taxi me llevara a mi destino.
– ¿No eres de aquí, cierto? –Pronunciaron a mi lado. Era una voz masculina, que parecía sensible y sonaba bastante dulce. Desperté del pequeño trance en el que tan solo su voz me había metido, y me giré hacia él. Era bastante más alto que yo, con el cabello castaño y corto y unos ojos cafés, increíblemente destellantes. Su sonrisa estaba plasmada en su rostro, dejando ver lo perfecto de su blanca dentadura. Y tenía un pequeño hoyuelo del lado derecho. Parecía encantador, y tenía el encanto de un irlandés.
–No. –Torcí la boca. – ¿Por qué?
Apenas sentí el impacto de mi cuerpo contra la cama, cerré los ojos con fuerza e imaginé por un momento que mi vida era perfecta.
Mis piernas aún flaqueaban y mis manos temblaban levemente. Mis mejillas estaban rojas de furia, pero a la vez mi rostro permanecía pálido.
No sabía que era más frustrante. El haber olvidado a mi propio hermano, sangre de mi sangre y eco de mis pensamientos, o el que me hayan ocultado que tenía uno.
Y lo más extraño seguía siendo que yo no recordaba nada de él, por alguna razón. Pero sabía exactamente como me sentía desde que él se había alejado.
Porque, aunque no tengo ni la menor idea de cómo fue todo aquello, sé que desde un momento en mi vida… Todo cambió.
Y aún recuerdo esas pesadillas que tenía cada noche cuando tenía casi diez años. No hace tanto.
Solía despertarme cada noche, en un mar de lágrimas y corría a la habitación de mis padres en busca de ayuda. Pero ellos no podían brindarme más que un abrazo y un beso y eso, no me consolaba para nada.
Y me preguntaba si eso tendría algo que ver con todo ese embrollo.
Pero, fuera por lo que fuese, yo debía encontrar a ese hermano mío y averiguar qué era lo que faltaba en mi vida. Cuál era la pieza que había olvidado colocar.
Y tal vez este, era el momento perfecto para reinventar mi vida.
Desperté tirada en el suelo, y me pregunté en qué momento había caído.
Solía dormir en cualquier posición, y ya que amaba dormir, cualquier lugar era cómodo para mí. Pero los dolores de espalda eran terribles después.
Me tomé de uno de los bordes de la cama y me incorporé con torpeza.
Y apenas pisé el suelo firmemente, recordé lo que había ocurrido aquel día. Todo ese asunto, que con solo recordarlo hacía que mi cabeza doliera.
Era de madrugada y mi reloj despertador indicaba las 02:00 am.
Mis padres se quedarían en mi apartamento, en una de las habitaciones de huéspedes y mientras mi hermana, dormiría en el sofá.
Me hubiera gustado ofrecerle mi cama y yo dormir en el sofá, pero por cómo me había tratado aquella noche, preferí dejarla sufrir un poco.
Tomé mi laptop y me senté en mi cama, colocándola sobre mis piernas. Apenas el Google cargó, ingresé en el buscador lo que precisaba saber y en cuestión de segundos todos los resultados aparecieron.
‘Universidad de Cambridge’
‘Universidad de Manchester’
‘Universidad de Oxford’
‘Universidad de Londres’
Sonreí ante la última opción y suspiré antes de dar clic.
– ¿Cursos fotográficos? –Musité y luego de un rato, una sonrisa se escapó de mis labios. – ¿Por qué no?
Abrí la puerta principal con brusquedad y entre sonriendo a más no poder. Mi madre salía de la cocina en ese momento, con el cabello enmarañado y una bata de dormir. Tenía una taza de chocolate caliente en las manos y se dirigía hacia el comedor.
– ¿Por dónde andabas? –Me sonrió cortamente.
–No creas que estás perdonada. –Me acerqué a ella y besé su mejilla. –Pero por si tanto te interesa saber… Me ocupé de unos asuntos. –Elevó cortamente su ceja derecha y sonrió.
– ¿A sí? ¿Qué tipo de asuntos?
–Asuntos, ya sabes… –Respondí con cierto tipo de ignorancia y me dirigí a la cocina. – Mamá. ¿Qué pensarías acerca de que yo estudiara fotografía? –Con una manzana en mano, me acerqué a ella y me senté a su lado.
–Creo que sería estupendo. –Tomó un sorbo del chocolate y dirigió su mirada a la mesa. – ¿Piensas estudiar?
–La verdad, es que sí. Y ya que tengo que estudiar, prefiero que sea algo que me gusta. Ya sabes… ahora tengo la libertad de elegir.
–Muy bien. ¿Y adónde irías a estudiar? ¿A Roma? ¿Aquí mismo? –Le dio otro sorbo al chocolate y me miró.
–Bueno… tenía planeado viajar a Londres. –Me miró con incredulidad, como si estuviese jugándole algún tipo de broma absurda. Pero al notar que ni me inmuté, borró la expresión divertida de su rostro.
– ¿Estás haciendo esto por tu hermano? ¿No es así? –Rodé los ojos con fastidio y reí sin humor.
–Yo sueño con ir a estudiar a Londres. Y ahora tengo otro motivo muchísimo más importante por lo cual hacerlo. ¿No crees que sea así? ¿No crees que no debería desaprovechar la oportunidad de hallarlo?
– ¡Louise, eso fue hace años!
–Pero ustedes me dijeron que el estaba en Londres.
–Y sé de buena fuente que así es, pero Londres es demasiado grande.
–Aguarda, ¿Sí? Me gustaría saber porque ustedes no se preocupan por encontrar al chico. –Le dirigí una mirada de desaprobación e insuficiencia y volví mi vista hacia la mesa.
–Para empezar, estuvimos muchísimo tiempo buscándolo. Pero nadie lo vio. Y en segundo… –Suspiró.
–Todo esto es extraño. Hay muchas dudas sobre esto y quiero detalles. –Ordené.
–Mira, Louise. Yo sé que él está bien, y mientras él esté bien… No iré por él.
– ¿Por qué no? –Elevé el tono de voz, lo suficiente como para que los sonidos de la habitación contigua se oyeran. Por lo que deduje que había despertado a mi padre.
– ¡Por qué no todo es tan simple como te parece! –Exasperó. Las lágrimas no tardaron en hacer presencia y hacerme sentir culpable. El silencio se tornó infinito. Hasta que mi madre decidió proseguir: –Sé que él no querrá volverme a ver, porque pensará que ni siquiera nos hemos preocupado por él. ¡Pero tú no tienes idea de las ganas que tengo de ir a abrazarlo y decirle cuanto lo amo!
– ¿No crees que es un poco cobarde de tu parte? –Insistí.
– ¡No, Louise! ¡No pienso arriesgarme a ser rechazada! –Gritó. Suspiré y negué.
–Aún tengo mucho por saber, mucha información que hallar. –Mi madre rodó los ojos con indignación y suspiró con pesadez.
– ¿Qué más quieres saber?
– No sé, yo… –Me encogí de hombros. – ¿Cuál es esa buena fuente de la que sabes que mi hermano está en Londres? –Había sonado lindo llamarlo así. Algo dentro de mí se revolvió y una sonrisa tímida se asomó por mi rostro.
–No lo entenderías. –Bajó la vista y negó.
–No, sí. Quiero entenderlo. Déjame entenderlo. ¡No tengo cinco años, madre!
–One Direction. –Susurró. Fruncí el ceño.
– ¿One qué, qué?
–One Direction. –Repitió, y elevó su vista hacia la mía.
– ¿Tú estás diciéndome que sabes que mi hermano está bien, porque una famosa banda pop te lo dijo? –Solté una firme carcajada y la miré con incredulidad. –Ya, enserio.
– ¿Le has prestado atención a los nombres y apellidos de los integrantes de la banda, alguna vez? –Fruncí el ceño y negué. –Pues hay uno de ellos que se llama Zayn Malik. –Medio sonrió con nostalgia y sorbió por la nariz.
– ¿Y tú crees que él es mi hermano?
–No lo creo… Lo sé. No es solo por su nombre y su apellido. Lo sé. Lo siento. ¡Louise, él es tu hermano! –Cerré los ojos con fuerza y negué.
–No, madre. No sé de donde sacas esto, pero… –Suspiré. –Está bien, ¿Sabes qué? Yo iré por mis maletas y en unos días, mi vuelo saldrá. Ya sabes, cuanto antes… Mejor. –Musité, al final.
– ¿Aún quieres irte? ¿Irás por él? –Preguntó con los ojos destellantes.
–Ya te dije que sí. Tal vez tú no quieras ir por él, pero yo no me quedaré sentada de brazos cruzados y viendo como la vida se me va sin vivirla junto a él. –Me levanté de su lado y antes de irme, me giré hacia ella una vez. –Yo lo encontraré, y yo sabré en ese mismo momento… si es él en verdad.
–Entonces… ¿Te irás? ¿Así como así? –Preguntó por, lo que rogaba, sea la última vez. Mi padre aun no creía que realmente me fuera de Venecia. Al principio, lo tomó como una broma absurda. Pero al notar la seriedad de mi madre y la mía, se tensó. Mi hermana no sabía cómo responder y parecía haber olvidado mágicamente como articular palabras coherentes. Y el silencio, fue lo que agradecí por un minuto.
–Por décima vez… sí. –Respondí divagando. Con las manos cruzadas sobre el pecho y una pierna sobre la otra. Nerviosa.
– ¿Qué pasa si no lo encuentras? –Rodé los ojos.
–Wow, ¡Cuánto apoyo! –Ironicé. –Lo encontraré, ya verás. –Por primera vez en aquella noche, pareció quedarse complacido con mi respuesta y se tranquilizó. No al punto de relajarse, pero sonrió cortamente y suspiró con pesadez.
–Confío en ti ¿Sabes eso? –Asentí tímidamente y sonreí.
–Y es por eso que quiero que quede claro que no los defraudaré.
– ¿Y cuándo te vas? –Mi hermana se decidió a hablar.
–Mañana por la tarde. –Respondí con seguridad. Ya no había vuelta atrás, me iría y lo encontraría… como fuera.
Las dos maletas se hallaban a un lado de la puerta de mi habitación. Las dos grandes, pero una más predominante que la otra.
Una de ellas era de un color rosa chicle, bastante chillón. Tenía varías letras en blanco, un tanto gastadas y bastante ilegibles. Mientras que la otra, era de un azul apagado y tenía algunas flores como estampado.
Hacía aproximadamente veinte minutos que me encontraba frente a ellas. Parada y observándolas. Buscando mi futuro dentro de aquellas maletas, en las que no había más que ropa y algunas cosas importantes.
La universidad a la que iría ya me había registrado, el vuelo saldría en un par de horas y no tenía absolutamente nada de qué preocuparme. O eso creía… o eso quería creer.
Lo único que me quedaría por hacer era buscar pistas sobre mi hermano. Y puesto a que este era famoso, No sería tan difícil.
No necesitaba un departamento, ni nada como eso. La universidad portaba un increíble campus, y nosotros nos veíamos obligados a permanecer viviendo allí. En cada apartamento dentro de los edificios de esta.
El auto lo enviarían unos días después de mi llegada, y tendría que quedarme dentro de la universidad hasta que lo enviaran.
– ¿Todo en orden? –Preguntaron a mis espaldas. La voz de mi hermana se introdujo en mis oídos y por primera vez no me hizo despreciarla. Yo la adoraba más que a nadie. Pero a veces llegaba a ser la persona más insoportable del mundo. Sentí un poco de nostalgia y me giré hacia ella en el momento en el que ella posó su mano en mi hombro.
–Todo en orden. –Repetí, a modo de afirmación. Me sonrió complacida y me atrajo a sí. –Voy a extrañarte, aunque no lo creas.
–No, Louí. Si te creo. –Me separó de ella y besó mi mejilla sonoramente. –También yo te extrañaré.
–Es bueno saberlo. –Le sonreí cortamente y bajé la mirada. –Creo que ya tenemos que partir hacia el aeropuerto.
–Ven, vamos. –Se acercó a la puerta de mi habitación y tomó las dos maletas. Me entregó una y me guió hasta el comedor. – ¡Mamá! ¡Papá! Acompáñenos al aeropuerto. –Gritó. Los dos aparecieron sonrientes por la puerta.
Mi madre traía el cabello mojado, por lo que deduje que recién había acabado de bañarse. Traía una remera gris, que portaba un estampado negro. Un jean azul y unas zapatillas deportivas negras, de una marca bastante reconocida en Estados Unidos.
Mi padre, en cambio, traía una remera azul y unas bermudas de mezclilla. Unos lentes de sol opacos y unas zapatillas blancas.
Mi padre se acercó a nosotras y quitándonos las maletas de la mano, abrió la puerta principal y salió seguido por mi madre. Miré a mi hermana, quien se encogió de hombros y me hizo salir del apartamento.
– ¿Sabes? ¿Por qué no te mudas aquí? –Arqueó una ceja y medio sonrió. –Hablo enserio. –Rió por lo bajo.
– ¿Estás dándome permiso para mudarme a tu apartamento en tu ausencia, acaso? –Me encogí de hombros y asentí. – ¡Gracias! ¿Ya te había dicho que te amo? –Negué mientras reía y una vez fuera del edificio, entré a la camioneta de mis padres.
***
–Cuídate mucho. –Mi madre tomó el cuello de mi abrigo y lo subió hasta arriba. –Para que no tengas frío. –Añadió sonriendo. Reí silenciosamente y la abracé.
–Lo encontraré, ya verás. –Repetí una vez más, en lo que iba desde que me habían comentado de la existencia de mi hermano. Mi madre me apretujó a sí y cuando deshizo el abrazo me sonrió.
–Lo sé. Sé que lo harás. –Mi padre la hizo a un lado y me abrazó cortamente.
–Y solo me quedas tú. –Me acerqué a mi hermana y ella con los ojos llorosos me abrazó.
–Perdóname por ser una mala hermana, Louí. Perdóname por hacerte enfadar, por meter tus calcetines rojos con los blancos en la lavadora, por comerme tu último trozo de pastel y por encapricharme con todo, siempre. –Dijo sin soltarme. Podía sentir como mi espalda se mojaba de apoco por sus lágrimas, y las mías no tardaban en salir. La apretujé más a mí y sonreí.
–No, Liz. Perdóname a mí por no ser lo que todos quieren que sea. –Me separé de ella cortamente, besé su mejilla y sonriente tomé el bolso de mano en el que se hallaban mi celular, mi laptop, entre otros objetos de suma importancia.
La voz en el altoparlante señaló por vez primera que mi vuelo estaba arribando y cerré los ojos con fuerza.
Abracé a todos una vez más y me alejé sin mirar atrás. Sin pensar en el pasado y en todos los errores cometidos.
Pensando únicamente en el futuro que había buscado siempre para mí y en encontrar aquella pieza que me faltaba en mi vida.
Coloqué el bolso a los pies de mi asiento y crucé la pierna derecha sobre la izquierda. Había apagado el celular justo unos momentos antes de que la azafata pidiera que lo hiciéramos, ya que el vuelo saldría en unos minutos.
Me removí en el asiento y mientras me abrochaba el cinturón de seguridad, observaba por la ventanilla del avión a la gente movilizarse para no perder sus vuelos. A los empresarios correr de aquí para allá, con sus maletines y atendiendo llamadas. Como había sido la vida de mis padres desde que yo había nacido.
Corrí mi cabeza hacía el frente y me enfoqué en lo que era importante. Nada de nostalgias, nada de llanto. Mirada al frente y cabeza en alto, tal como solían decirme. Porque ahora no era momento de lloriqueos, era momento de encontrar lo que iba camino a buscar.
Después de que el vuelo aterrizara y ya tenga todas mis maletas en mano, salí en busca de un taxi. Coloqué mis maletas en el suelo y me senté sobre la más grande de ellas, procurando descansar un poco. Había estado más de veinte minutos parada, tratando de encontrar un taxi. Pero al parecer, la modalidad de Londres para encontrar un taxi disponible, era muy distinta a la de Venecia.
Suspiré y a escasa resignación, me incorporé de nuevo con el único afán de que un taxi me llevara a mi destino.
– ¿No eres de aquí, cierto? –Pronunciaron a mi lado. Era una voz masculina, que parecía sensible y sonaba bastante dulce. Desperté del pequeño trance en el que tan solo su voz me había metido, y me giré hacia él. Era bastante más alto que yo, con el cabello castaño y corto y unos ojos cafés, increíblemente destellantes. Su sonrisa estaba plasmada en su rostro, dejando ver lo perfecto de su blanca dentadura. Y tenía un pequeño hoyuelo del lado derecho. Parecía encantador, y tenía el encanto de un irlandés.
–No. –Torcí la boca. – ¿Por qué?
Hey, hey, hey! Siento TANTO haberme ausentado, enserio. Pero bueno, acá les va el cap. Las quiero!
NotesOfLove~
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
Algo mejor qué terminar mis exámenes? Terminar los exámenes y encontrarme con qué has subido capítulo!! Wohooooo haha oh sii!
Ojalá la sigas pronto muero por saber qué pasará =)
Te mando un beso & POCITO te manda otro haha
Ojalá la sigas pronto muero por saber qué pasará =)
Te mando un beso & POCITO te manda otro haha
~TortuguitaIrlandesa~
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
¡Hola!
Ya leí el capitulo estuvo genial, Louise tiene algo que se parece a mi, ¡quiere estudiar fotografía! amo la fotografía.
So, síguela pronto.
Besos.
-Luci xxo.
Ya leí el capitulo estuvo genial, Louise tiene algo que se parece a mi, ¡quiere estudiar fotografía! amo la fotografía.
So, síguela pronto.
Besos.
-Luci xxo.
Luci.
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
Hola! Me encanta que te guste! Si sí, la fotografía es hermosa <3 aksja, estoy considerando estudiar eso en la universidad... en un par de años. Bueno, varíos años (? La sigo :) Beso!.imagine. escribió:¡Hola!
Ya leí el capitulo estuvo genial, Louise tiene algo que se parece a mi, ¡quiere estudiar fotografía! amo la fotografía.
So, síguela pronto.
Besos.
-Luci xxo.
NotesOfLove~
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
NotesOfLove~ escribió:Hola! Me encanta que te guste! Si sí, la fotografía es hermosa <3 aksja, estoy considerando estudiar eso en la universidad... en un par de años. Bueno, varíos años (? La sigo :) Beso!.imagine. escribió:¡Hola!
Ya leí el capitulo estuvo genial, Louise tiene algo que se parece a mi, ¡quiere estudiar fotografía! amo la fotografía.
So, síguela pronto.
Besos.
-Luci xxo.
Oh, entonces estudiaremos lo mismo c: me faltan técnicamente 2 años para ir a la universidad :l
Luci.
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
AAAAAAAH, Te juro que no es mi intención dejarte con la intriga, así que no me hagas daño (? HOLA! ¿Cómo estás? Yayayayaya, que en poco aparecés! No me olvidé. Si me olvido las cosas, pero no tanto :B Pronto la sigo, decile Gracias a Pocito y Brilli, te manda uno a vos y otro a él <3. AMOR UNICORNIANO.~TortuguitaIrlandesa~ escribió:Algo mejor qué terminar mis exámenes? Terminar los exámenes y encontrarme con qué has subido capítulo!! Wohooooo haha oh sii!
Ojalá la sigas pronto muero por saber qué pasará =)
Te mando un beso & POCITO te manda otro haha
NotesOfLove~
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
NotesOfLove~ escribió:AAAAAAAH, Te juro que no es mi intención dejarte con la intriga, así que no me hagas daño (? HOLA! ¿Cómo estás? Yayayayaya, que en poco aparecés! No me olvidé. Si me olvido las cosas, pero no tanto :B Pronto la sigo, decile Gracias a Pocito y Brilli, te manda uno a vos y otro a él <3. AMOR UNICORNIANO.~TortuguitaIrlandesa~ escribió:Algo mejor qué terminar mis exámenes? Terminar los exámenes y encontrarme con qué has subido capítulo!! Wohooooo haha oh sii!
Ojalá la sigas pronto muero por saber qué pasará =)
Te mando un beso & POCITO te manda otro haha
Haha ntp prometo no hacerte daño, sino POCITO me regaña!! =) hahaha woohoo!! que bonito =) ya apareceré xD xD ¡Gracias! de nuevo xD xD & bueno esperemos que la inspiración te ataque pronto!! =)
Cuidate tQmm
P.D: Awww!! amor unicorniano, como ese no hay dos =D hahaha POCITO recibe los besos & manda el doble!! =D
~TortuguitaIrlandesa~
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
Gracias! aksjak. Pocito es sabio(? No hay de qué linda, ya veo si puedo subir las dos noves :) Tkm más, cuídate también.~TortuguitaIrlandesa~ escribió:NotesOfLove~ escribió:AAAAAAAH, Te juro que no es mi intención dejarte con la intriga, así que no me hagas daño (? HOLA! ¿Cómo estás? Yayayayaya, que en poco aparecés! No me olvidé. Si me olvido las cosas, pero no tanto :B Pronto la sigo, decile Gracias a Pocito y Brilli, te manda uno a vos y otro a él <3. AMOR UNICORNIANO.~TortuguitaIrlandesa~ escribió:Algo mejor qué terminar mis exámenes? Terminar los exámenes y encontrarme con qué has subido capítulo!! Wohooooo haha oh sii!
Ojalá la sigas pronto muero por saber qué pasará =)
Te mando un beso & POCITO te manda otro haha
Haha ntp prometo no hacerte daño, sino POCITO me regaña!! =) hahaha woohoo!! que bonito =) ya apareceré xD xD ¡Gracias! de nuevo xD xD & bueno esperemos que la inspiración te ataque pronto!! =)
Cuidate tQmm
P.D: Awww!! amor unicorniano, como ese no hay dos =D hahaha POCITO recibe los besos & manda el doble!! =D
Brilli manda el triple! :)
NotesOfLove~
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
Perdón por no seguirla, pero sinceramente no creo poder subir más la novela. No es por nada, pero solo dos personas la comentan. No podré así, perdón.
NotesOfLove~
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
¡no! ¡síguela! esta novela me encanta, si quieres puedo ayudarte a conseguir lectoras.
Luci.
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
No, por favor! Sol, tienes que seguirla yo también me comprometo a ayudarte a que la nove tenga más lectoras =)
Por POCITO! =)
Por POCITO! =)
~TortuguitaIrlandesa~
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
Holas carolas!
¿como estas? Espero que bien, y eso bla bla bla
Soy nueva lectora, tengo 16 y soy de Argentina :D :D
La chica loca de arriba me recomendó tu nove ;) Y le agradezco inmensamente, ya que, esta muy buena... Me encanto :P
Por favor te suplico, NO LA DEJES :wut:
Ya veras que van a llegar mas lectoras mientras van pasando mas capítulos, no te desanimes y te fe, tu novelas es genial como para que nadie la lea..
Yo fui la primera de muchas lectoras que llegaran, ya lo veras ;)
Si queres hacemos el baile friki de nuevas lectoras, capas así llegan mas rápido eh? eh? okya jajjja
Como sea, ¿la vas a seguir? Por fis! *Inserte cara de lastima del gato con botas aquí*
Eso del hermano perdido, que se sentia incompleta, me emociona :')
y es que es tan.. ¡ASHH!
Eaaeaa El encanto irlandés ;) ;) jajaj
¿como estas? Espero que bien, y eso bla bla bla
Soy nueva lectora, tengo 16 y soy de Argentina :D :D
La chica loca de arriba me recomendó tu nove ;) Y le agradezco inmensamente, ya que, esta muy buena... Me encanto :P
Por favor te suplico, NO LA DEJES :wut:
Ya veras que van a llegar mas lectoras mientras van pasando mas capítulos, no te desanimes y te fe, tu novelas es genial como para que nadie la lea..
Yo fui la primera de muchas lectoras que llegaran, ya lo veras ;)
Si queres hacemos el baile friki de nuevas lectoras, capas así llegan mas rápido eh? eh? okya jajjja
Como sea, ¿la vas a seguir? Por fis! *Inserte cara de lastima del gato con botas aquí*
Eso del hermano perdido, que se sentia incompleta, me emociona :')
y es que es tan.. ¡ASHH!
Eaaeaa El encanto irlandés ;) ;) jajaj
live.to.eat♥
Re: Thirteen Reasons Why Smile -Harry y Louise Malik.
Hola. Gracias, gracias, infinitas gracias. No es que me guste pedirlo, pero voy a aceptar solamente porque en realidad no quiero decepcionarlas y no terminar la nove, porque enserio me gusta como va hasta ahora. Gracias, enserio!Luci. escribió:¡no! ¡síguela! esta novela me encanta, si quieres puedo ayudarte a conseguir lectoras.
NotesOfLove~
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