The perfect boys. {One Direction}

3 – Niall Horan. “Me estoy enamorando de ti”.

Danny miro a Harry a los ojos y solo se limito a contestarle con un tímido “Hola”. Harold estaba dispuesto a decirle algo más, a hablarle. Pero todo eso se esfumo debido a escuchar el rotundo chillido del profesor de química llamando la atención de dos personas.

Y esta vez no era Styles ni su nuevo amor, Danny.

Esta vez era un rubio y una castaña clara casi rubia. La pareja de mejores amigos.

- ¡Horan y compañía! –grito el profesor de química logrando tener la atención de toda la clase- ahora mismo van con el intendente, ¡vamos!

Niall miro los castaños ojos de su mejor amiga, Gizeh. Ambos se miraron y solo se encogieron de hombros. El rubio tomo su mochila y la de su mejor amiga, ambos miraron al profesor y le sonrieron, en fin, no les importaba que les pudiera suceder si juntos se encontraban.

- Ahora mismo profesor. –anuncio Gizeh tomando a Niall del brazo para avanzar el paso- lo siento.

El profesor se limito a hacerles una mueca y a ordenarles nuevamente que abandonaran el aula. Ambos chicos salieron y al salir del aula comenzaron a carcajearse, Niall observo nuevamente a su amiga y sintió una especie de retorcijón en el estomago, algo diferente que no había sentido con ella.

- ¿enserio tenemos que ir a dirección? –pregunto la castaña haciendo una gran mueca.- Nialler, enserio ¡no quiero ir! Mejor hay que fugarnos e ir al centro comercial ¿Qué dices?

- Sabes que ya no podemos fugarnos más Gigi. –hablo esta vez un Niall un poco más maduro pero seguía siendo el mismo- si nos fugamos una vez más nos expulsaras, ya nos advirtieron –el rubio negó con la cabeza divertidamente- pero si vamos con el intendente… y le decimos que no fue nuestra culpa quizá después de allí nos fuguemos ¿Qué te parece?


Y nuevamente Niall complacía lo que Gigi quería. La delgada chica asintió con su rostro y abrazo a su amigo. Pero esta vez el rubio no sintió cariño, sintió algo más profundo, algo muy extraño. El rubio por un momento cerró sus ojos y trato de imaginarse que no había nada más que estar con su mejor amiga, pero al sentirse extraño abrió sus ojos de repente ruborizado encontrándose con los ojos de Gigi.

- Últimamente te encuentras extraño Nialler. –confeso la chica de labios gruesos mirando con curiosidad al irlandés- demasiado extraño.

Niall solo comenzó a reírse nerviosamente. No dijo nada y ambos se dirigieron hacia la dirección. Ambos chicos saludaron a la secretaria, ya conocían a todo el personal debido que cada tres veces por semana los mandaban a dirección.

- ¿otra vez aquí? ¿Qué hicieron hoy Gigi y Niall? –pregunto el intendente, frunciendo el seño.

Ambos chicos se encogieron de hombros e hicieron su gesto favorito, la cara de inocencia.

- La verdad es que no lo sabemos –respondió Niall, mirando el portapapeles.

- El profesor solo nos miro y nos saco de su clase… -Gigi guardo silencio y sonrió con culpa- una vez más… ¡pero esta vez no hicimos nada!

- ¡se lo juramos! –dijo el irlandés sonriendo con seguridad.

El intendente sonrió. Conocía perfectamente al par de estudiantes. Sabía que no eran malas personas, solo eran adolescentes.

- Está bien, solo por hoy se los dejare pasar. Regresen a clases.

Gigi y Niall sonrieron abiertamente. Ambos se despidieron del intendente con una gran sonrisa, al salir de dirección ambos chicos comenzaron a brincar de alegría, nuevamente habían hecho de las suyas.

- ¡somos los mejores! –grito Nialler.

- ¡lo sé! ¡te amo Niall! –grito Gigi besando la mejilla de su mejor amigo, este se quedo quieto disfrutando del rose de los gruesos labios de ella.

- Yo… yo también. –tartamudeo el rubio, después arreglo la oración- claro. ¿Por qué no amaría a mi mejor amiga? ¿cierto?

Gigi asintió y después lo miro con sus ojos llenos de ese brillo especial que Niall amaba. Este la miro con miedo pero con adrenalina a la vez, ella le tomo su mano y le sonrió.

- ¿nos vamos señor irlandés?

- Sus deseos son ordenes mi princesa.