Sentimientos Mutuos[Logan Lerman] Terminada.

Madison corrió por las calles de noche, asegurándose de que Sabina la siguiera detrás de él solo que esta parecía realmente cansada, así que con un chasquido, apareció una nube blanca. Sabina salto y se subió sobre ella y paso a Madison para luego sacarle la lengua y festejar su victoria en la carrera.

La castaña río y negó con la cabeza ante lo infantil que estaba su estrella. Comenzó a correr aún más rápido, siguiendo a Sabina, quien sabía dónde era la casa de Lerman. Si bien, en su presente había visitado la casa del castaño, pero no tenía permitir recordar nada si no es que quisiera enfrentar las consecuencias, pero Sabina lo sabía perfectamente por lo que podían llegar sin perderse.

Luego de unas cuantas cuadras, pararon en una casa bastante lujosa y con un patio especioso, del cual tenía un jardín de hermosas rosas rojas y tulipanes rosas por doquier. Su color era de color mantecol, con las puertas y ventanas de color marrón fuerte. Esa casa era la de Logan, donde vivía con su madre, Patrick (el padre de Rouse) y Logan. Nunca supo exactamente si la relación entre el castaño y su padrastro era buena, pero Logan nunca se había quejado de él, si de su madre, pero nunca de Patrick, por lo que sentaba que se llevaban bien.

Se preguntó cómo diablos haría para entrar a la habitación de Logan. Sabina había convertido su diario en una fotografía de ella y Sheila, cosa que la desesperaba por si algún pensamiento tenia Logan sobre su supuesta amiga ¿Cómo entraría? ¿Y por qué Sabina había tenido esa idea tan descabellada? Aun así, no había tiempo para cuestionarios e interrogaciones, sino de conseguir su diario convertido en foto antes de que sucediera algo malo que la mantuviera lejos de los brazos de su amado.

Sabina la ayudo a subir en la nube y esta se dirigió a la ventana de Logan. Madison se aseguró con cuidado observando a través de la ventana si él estaba dormido, afortunadamente lo estaba. Abrió la ventana con ayuda de Sabina sin hacer el menor ruido posible y metió una pierna pisando el suelo del cuarto. Entro con cuidado y luego ayudo a su estrella a entrar a la habitación. Observo con cuidado cada parte del lugar. A decir verdad, nada había cambiado de lugar a diferencia de aquel pasado y de su presente, Logan no había hecho cambios en un año. Las paredes seguían siendo de un color olivo, la cama de dos plazas seguía ubicada al medio de la habitación, a un costado estaba su armario, y al lado de este había un escritorio con varias carpetas y una laptop descansando allí arriba, además tenía una gran biblioteca cerca de la ventana junto con un sillón negro y también había un gran equipo de música. Nada había cambiado.

- ¡Mira! - susurro en un grito Sabina - ¡allí está el diario!

Madison observo que arriba de la mesa de luz de Logan, al lado de su despertador digital, estaba una foto doblada a la mitad dando la cara de una persona. Se acercó temerosa, preguntándose si había doblado la parte de ella o Sheila, pero las dudas desaparecieron cuando observo su foto. Era su rostro, era ella. Logan la había preferido a ella. Sonrío tontamente y luego le dirigió una mirada enternecida al castaño, quien parecía un ángel durmiendo de aquella manera. Le dio un corto beso en la frente. Se giró agitando la foto contenta, lista para decirle a Sabina que ya confirmaba que Logan sentía cosas fuertes por ella.

- ¿Madison? ¿Eres tú? - escucho el susurro de la voz de Logan.

Se paralizo dónde estaba aún sosteniendo en alto la fotografía. Mierda santa.
Se dio vuelta y observo que Logan tenía el ceño fruncido y se pasaba la palma de la mano a uno de sus ojos. Además, estaba sin camiseta, por lo que podía ver sus expectórales y su cuerpo esculpido. Los colores vinieron a su cabeza rápido.

- ¿Qué haces aquí? ¿Que estas sosteniendo...?

Sabina le dio un golpe en la cabeza a Logan haciéndolo dormir nuevamente. Madison se puso las manos en la boca para no gritar por el susto que tenía que Logan se acordara de algo o si el golpe fue demasiado fuerte.

- ¿Qué hiciste? - mascullo acercándose a Logan para acomodarlo. Sintió sus dedos quemar ante la piel desnuda del castaño.

- Había que dormirlo ¿Que íbamos a decirle? - replico Sabina susurrando - Hubieras quedado como una pervertida.

- Mierda santa - siseo tapando a Logan - ¿Se acordara de algo?

- Esperemos que no, linda - dijo Sabina nerviosa - Ahora larguémonos antes de que alguien venga. ¡Vamos!

Madison le hizo caso a Sabina y se metió por la ventana para saltar en la nube que las esperaba. Cerró con cuidado la ventana y con la nube llegaron a su casa. Sabina volvió a convertir el diario en la normalidad y le prometió a Madison nunca volver a tocarlo.

Una vez acostada, sonrío como tonta al recordar el día anterior que había sido el casamiento de su tía, además de su primer beso con Logan. Se había sentido radiantemente feliz cuando ella había besado casi toda la noche, con besos tímidos, otros tiernos, y algunos más pasionales, pero sin lugar a dudas, se sentía tan feliz con él a su lado.

Decidió dejar de pensar y dedicarse a dormir, era bastante tarde y el sueño la estaba matando. Mañana ayudaría a sus amigas a organizar los dulce dieciséis de Lucy, quien los festejaba en su casa. En realidad, la pelinegra no había querido fiesta de ningún tipo, sino un viaje a Europa, pero sus amigas y su familia habían insistido tanto en que fuera al menos en su casa para celebrar antes de que ella tuviera sus vacaciones con Mía (quien cumplía a mediados de Junio) en la hermosa de Londres.

Mañana le esperaría un día largo, solo esperaba que sus exámenes terminaran al fin y poder aprovechar todo su tiempo libre en una sola cosa: Logan Lerman.

No había sido nada fácil organizar en una semana un cumpleaños de dieciséis, por más que sea uno sencillo, era un caos total porque ninguna se ponía de acuerdo o no tenían demasiado tiempo. Ninguna podía llevar a Madison para que repartiera las invitaciones a personas que habían faltado ese miércoles donde habían repartido. Sheila - por más raro que le haya parecido a la castaña - se ofreció a pedirle a su madre su auto y llevarla, y Madison no pudo oponerse, porque el cumpleaños era el sábado y todos querían darle una gran sorpresa a Lucy. Sheila le comento que se estaba encontrando con un chico del cual siempre estuvo hechizada por él, era Jasón Watson, el chico donde en el presente ella engañaba a Logan. Madison suspiro con felicidad al ver que Sheila realmente quería algo con ese chico y no perjudicaría su relación con Logan.

Madison se encargó de las bebidas junto con Aarón y Dean, quien exigía que hubiera más alcohol, cosa que no pudo controlar porque ellos hicieron el pedido, pero dudaba que alcanzara aquello con la cantidad de personas que habían invitado. Luego ella, Rouse y Debbie se dedicaron a decorar el lugar, mientras Mía, Sheila y Josh acomodaban las mesas y ponían los aperitivos para la noche.

Logan también había sido invitado por Lucy, quien se la pasaba cargándola a Madison con él desde que ella le conto a ella, Mía y Rouse sobre los besos del sábado. El castaño llegaría un poco tarde debido a la reunión familiar, y Madison estaba ansiosa de verlo. La relación de ellos se tornaba tímida, porque Logan cada vez que se despedía de ella, lo hacía con un dulce beso en los labios, haciéndola sentir la persona más afortunada del mundo. Claro que el romanticismo terminaba cuando Dean, Aarón y Josh saltaban arriba de él y le extendían sus labios para que los besara también.

Madison les abrió la puerta a todos los invitados y los invito a entrar. Después de unas conversaciones entre todos, Lucy se le acerco preocupada.

- La fiesta se esta volviendo aburrida, y Debbie está bebiendo unos cuantos vasos demás - le informo señalando a la rubia que era sostenida por Sheila, quien la miraba con desaprobación. - ¿Qué hacemos?

- Dale una botella a Mía, ella bailara primera y romperá el hielo - le aconsejo Madison - Yo iré a ayudar a Sheila antes de que golpee a Debbie.

- Mía se marea muy rápido…

- Pero es increíblemente extrovertida con un trago de cerveza. Sacará a bailar a todo el mundo - levanto las cejas Madi - además, solo será un trago, ella no toma más que eso a no ser que este deprimida. Y esta lo más bien con Aarón, así que no hay mucho de qué preocuparse - se encogió los hombros.

- Ya, tienes razón. Si la última vez en mi cumpleaños basto un trago para hacer que todo el mundo bailara como loco, lo volverá a conseguir - sonrío la pelirroja - Las luces ya están conectadas ¿Apagamos las luces claras para poner las de colores?

- Es más cómodo cuando casi nadie ve sus propios movimientos - sonrío la castaña y le palmeo el hombro a su amiga - Deja de preocuparte y pasa bien tu fiesta.

- Si - contesto Sheila tras segundos de silencio - Comenzó a principios del verano, cuando Cole Watson la rechazo para el baile de otoño.

- ¿Por qué nunca me lo dijo? - siseo Madison dejando caer varias lágrimas.

- No te sientas mal, tampoco me lo hubiera dicho a mí sino se hubiera desmayado cuando fuimos de compras… No quería que nadie lo supiera y yo no me atrevía a traicionarla. Trato de convencerla de que valla a un psicólogo y les cuente a sus padres sus problemas, al menos ellos podrán ayudarla más que podremos ayudarla nosotras.

Madison lloro en silencio, sin poder creer que el distanciamiento de ellas lograra que Debbie le ocultara algo tan importante, pero ¿Por qué se sentía así? Ella tampoco le había contado del amor que experimentaba por Logan, jamás le había vuelto a contar un secreto temiendo que ella le contara a Sheila, la había cambiado por Rouse. Madison tampoco confiaba en Debbie, y Debbie no confiaba en ella. Era duro después de los momentos felices y tristes que ambas habían pasado junto, luchando para salir de la depresión y seguir sonriendo acompañadas. No podía creer que tan lejos la había mantenido de su vida hasta ese entonces.

- Será mejor que volvamos a la fiesta - sugirió Sheila terminando su cigarrillo y tirándolo hacia abajo - Debbie no despertara hasta dos horas o más…

Se giró y camino para llegar a la salida, hasta que la voz de la castaña la detuvo.

- ¿Por qué siempre somos así, Sheila? ¿Por qué siempre competimos? ¿Por qué eres así conmigo?
Sheila se giró nuevamente y miro los ojos verdes de la castaña.

- Porque suelo tenerte demasiado envidio, Madison, y también es viceversa - respondió con tranquilidad - Las dos deseamos ser mejores porque nos sentimos inseguras una al lado de la otra. Nos cuesta ser verdaderas amigas.

- ¿Por qué me tendrías envida? Yo soy la envidiosa en todo caso - dijo Madison frunciendo el ceño. - Eres hermosa, puedes tener todo lo que quieras con solo proponértelo…

- Porque, aunque no lo veas, eres especial. Yo soy la hermosa, pero la gran persona eres tú. Me di cuenta que los chicos no solo buscan una cara linda para una relación seria, sino que también una muchacha dedicada y cariñosa como lo eres tú. Por eso tienes los amigos que tienes, por eso los chicos de la escuela gustan de ti, por eso hay personas que te admiran y te adoran. Yo solo tengo realmente a Debbie, porque sé que Mía, Lucy y Rouse estarán siempre a tu favor sin importar que. Es difícil nuestra amistad, supongo que somos amigas porque has estado para mí por más que yo haya sido demasiada perra contigo. Así que gracias por todo, y espero que algún día, tengamos una amistad como la que tú tienes con las demás.

Sheila se marchó dejando con miles de pensamientos en la cabeza de Madison. ¿Qué era lo que había dicho? ¿Sheila le tenía envidia? ¿Realmente era especial? Se quedó en la terraza por media hora más, hasta que diviso el auto de Logan estacionando en la casa de Lucy. Sonrío medianamente, al menos podría contarle lo sucedido y el la escucharía, también la comprendería y le daría unos consejos.
Bajo las escaleras sintiendo el martilleo de felicidad en su corazón, aumentando ante cada paso que daba, porque cada paso era estar más cerca de él.

Se paralizo de repente, su respiración no llegaba correctamente por lo que veía: Sheila había chocado sin querer a Logan, este se disculpaba mientras ella le arrebataba bruscamente el pañuelo y comenzó a limpiar su blusa donde había caído el contenido de su brazo. Sheila parecía demasiado molesta y le decía varias cosas, a lo que Logan respondía molesto, pero en el momento en que ella levanto la mirada , los dos se perdieron por unos segundos, hasta que ambos sonrieron y fueron a sentarse juntos mientras ella seguía limpiando su blusa con una sonrisa en el rostro.

Se dijo a si misma que no debía preocuparse, porque Logan y ella solo hablaban, hablaban lo mas bien y sin quitarse la sonrisa ni la mirada. Espero por minutos, tomando cerveza cada vez que Aarón o Dean le pasaban el vaso. Su respiración aun no llegaba bien a sus pulmones, estaba aterrorizada por lo que sus ojos veían ¿debía intervenir o algo? ¿Debía acercarse y plantarle un beso en la boca a Logan para que ella no se le acercara? Pero eso daria la razón a Debbie de que competían constantemente ¿Y si así Sheila se encaprichaba con Logan? No sabía qué hacer, no podía localizar a Sabina por más que gritaba su nombre en su mente.

Y simplemente paso. El ruido se volvió lejano y solo escucho el sonido de su corazón romperse en miles de pedazos.

Logan estaba besando a Sheila.