Sentimientos Mutuos[Logan Lerman] Terminada.

Horas después

Los dos adolescentes seguían divirtiéndose entre juegos y juegos, sin darse cuenta que hora era. Estaba anocheciendo y ya habían informado en sus casas sobre que ambos se habían fugado de la escuela, pero ninguno de los dos sospechaba aquello, solo estaban absordos por la diversión y la satisfacción de estar en compañía del otro. Fue hasta que Madison se fijo la hora en un pequeño reloj que vendían en un puesto. Sus ojos se abrieron impresionados y aterrorizados, lo que menos quería era ver a su madre furiosa.

- ¡Logan! ¡Son la siete y media! ¡Hace bastante tiempo debí haber vuelto! - exclamo llamando la atención del castaño, quien también se sorprendió al comenzar a ver el cielo negro.

- No me di cuenta cuan tarde era - suspiro triste, lo menos que quería era que acabara el día. - ¿te llevo a tu casa?

- No, que va. Llévame directo a la morgue para no darle otro viaje a mi padre cuando mi madre me asesine - bromeo la castaña y el solo sonrió, pasando le una vez mas el brazo por la cintura y estrechándolo hacia el como tanto le gustaba a ella.

Madison se volvió a apoyar en el e inspiro su dulce fragancia, preocurandose de memorizarla para soñarla en la noche las veces que sean necesarias. No quería que el tiempo siguiera transcurriendo, quería que se congelara en ese instante y poder seguir disfrutando por mucho mas tiempo su compañía. ¿Que era lo que tenia Lerman que hacia enloquecerla de aquella manera? ¿Por que era tan atento y tan cariñoso con ella como nunca antes lo había sido? Quizás... solo quizás ¿El podría sentir algo mas allá de amistad por ella? De solo pensar así la felicidad inundo aun mas dentro suyo. Solo Dios sabia cuanto deseaba permanecer a su lado por el resto de su existencia, incluso reencontrarse con el en su otra vida. Ya no quería que existiera ninguna barrera que pudiera separarlos, que el la amara con tanta intensidad como ella lo hacia desde la primera vez que vio aquellos ojos azules. Quería que Logan fuera feliz a su lado.

Logan le abrió la puerta del auto y ella se subió sentándose en el asiento, sin poder apartar la mirada del ojiiazul. Este le devolvió la mirada aun cuando cerro la puerta del auto. Redondeo su coche y se subió en el asiento del piloto y encendió el auto, dejando con tristeza - al igual que Madison - el parque de diversiones, donde habían pasado uno de los mejores días de sus vidas. Algo que jamás olvidarían ninguno de los dos.
El camino a la casa de Madison fue acompañado por música y por pocas palabras que ambos se dirigieron. El silencio no fue incomodo por ninguna parte, aun se sentían tristes porque la tarde allá acabado pero podían haber otras ¿No? Iban a la misma escuela, se podían juntar en los resesos y almorzar juntos, pero tendrían que esperar hasta el lunes para que todo aquello ocurriera. Y lo que menos tenían era paciencia cuando querían verse locamente uno al otro.

Al estar al frente de la casa de Madison, Logan le abrió la puerta y le extendió la mano para que bajara cómodamente. Ella se ruborizo ante tal acción del castaño y sintió su corazón palpitar mas de lo normal. Caminaron en silencio y con pequeños pasos vagos hacia la puerta, donde se podía escuchar el partido de football y las exclamaciones del padre y el hermano de Madison. Ella se ruborizo y se disculpo ante tal cosa que hacían sus familiares.

- Mi mama es peor cuando no sucede lo que quiere en su novela preferida - respondió Logan encogiéndose los hombros - Así que… ¿Nos vemos el lunes?

- Claro que si - asintió con las mejillas enrojecidas - ¿Dividimos las fotos?

La castaña saco de su pequeño bolso una larga tira que eran pequeñas fotos de ella y Logan, y antes que pudiera elegir, Lerman se la arrebato de la mano y corto la mitad de la tira. Madison recibió su parte y observo con una sonrisa la imagen de Logan y ella sonriendo a las cámaras.

- No puede ser ¡Te quedaste con todas las graciosas! - lo acuso ella mirándolo divertida - En todas esas tengo cara de tonta ¿Qué tal si la intercambiamos?

- ¿Y arriesgarme a que las subas en Facebook y dejarme como un total tonto? Olvidelo, señorita.

- ¿Entonces tengo que arriesgarme yo a que tu las subas? - replico Madison cruzándose de brazos. - Dame alguna, te prometo que no la subiré. Soy una mujer de palabra.

- Como yo, que soy un hombre de palabra, así que confía en mi - insistió el castaño.

Madison le sonrió abiertamente, dejando que sus ojos se conectara con los de el y se volviera a pronunciar esa conexión fuerte entre ellos. Aun no caía en cuenta todo lo que estaba pasando, ya no le importaba ser castigada un mes o dos meses o incluso todo el año. Ella estaba feliz tan solo estar a su lado. No creía que su madre le negase juntarse con el en la escuela, después de todo, ella estaba enamorada y su madre siempre había sido comprensivo con el tema del amor. Habia apoyado muchas veces a Natalie en sus amores de adolescencia, ahora le tocaba apoyar a Madison.

- Ya debo entrar antes de que me agreguen otro castigo a la larga lista. - dijo con un débil susurro, aun concentrada en esos ojos azules.

- Yo también debo volver a casa. Aunque no creo que mi madre no me valla a decir nada igual estoy en problemas. Espero que el director no se haya enterado de nuestra fuga.

- ¿Qué… que podría hacerte s-si se entera? - balbuceo torpemente temiendo lo peor.

- Suspensión o un llamado de atención - se encogió los hombros el castaño - Sinceramente, no me importa.

- Lo siento, por mi culpa podría pasarte aquello - dijo sintiéndose terriblemente culpable si lo de hoy podría perjudicar al muchacho.

- Tranquila, Madison. No es tu culpa, yo acepte y te juro que no me arrepiento de haberme escapado - le sonrió corriendo le un mechón del pelo y llevándolo detrás de la oreja de la chica - Nos vemos el lunes ¿De acuerdo?

- De acuerdo - asintió la castaña, y cerro los ojos al sentir el tacto de los labios de Logan en su frente.

Antes de que Logan pudiera separarse completamente, sus ojos quedaron conectados nuevamente por unos segundos que transcurrieron lenta y maravillosamente. Madison beso la mejilla de Logan y se separo de el con una sonrisa tímida y agitándole la mano. El le devolvió el gesto y la sonrisa mas ancha, aun sintiendo su corazón latir una y otra vez.

Al entrar en su casa, se encontró con la sonrisa cómplice de Natalie y sus ojos que le pedían a gritos que comenzara a contarle desde el principio. Madison se echo a reír y no escucho ni una palabra del regaño que su madre le echo encima. Estaba tan absorda en sus pensamientos donde reinaba Logan Lerman que no escucho las siguientes palabras.

- Estarás día y noche ayudando a tu tía Evangeline a organizar su boda para dentro de dos semanas ¡Y no quiero ninguna queja, señorita!

- ¡Si! - exclamo Madison, justo cuando en su mente escucho la voz imaginaria de Logan pidiéndole que fuera su novia - Si, si quiero.

Donna miro confundida a su hija menor y volteo a mirar a su hija mayor cuando esta le puso la mano en el hombro.

- Déjala soñar, parece que nuestra pequeña Madison se ha enamorado.

La madre de Madison sonrió y por esta vez, dejo pasar el regaño, aun así ayudaría a Evangeline para la boda. Y eso era lo que exactamente Sabina quería que hiciera.

Madison se salteo la comida y corrió hasta su cuarto aun con una sonrisa en su rostro. Al ver a Sabina, chillo de felicidad y juntas comenzaron a saltar totalmente emocionadas por lo sucedido. Logan había sido lo mas caballero y atento con Madison, la había acompañado hasta la puerta de su casa y besado en la frente, algo que nunca sucedió antes. Por fin, todo estaba yendo como ella siempre lo deseado.

Pero todo no es color de rosa, Madison.