Sentimientos Mutuos[Logan Lerman] Terminada.

Cuando Madison se bajó de la montaña rusa, lo primero que hizo fue darle a Logan una mirada que transmitía deseos de estrangularlo, mientras la mirada de él solo había burla y egocentrismo. Le pego con fuerza en el brazo y el exclamo un gemido de dolor. Madison al instante se echó a reír y corrió hasta un tacho de basura que estaba cerca. Vomito su desayuno sin poder detenerse.

Por un momento creyó que Logan estaría riéndose, pero en cuanto lo vio detrás de ella sosteniéndole el cabello permitiéndole más comodidad. La risa era de otra persona no de él, era parecida sin dudas pero por extraña razón esa risa le hacía muy familiar a alguien. Comprendió que la risa era de Sabina. Cuando termino, Logan le paso una servilleta de la cual la uso para limpiarse la boca.

- te odio - mascullo Madison sonriendo.

- Lo siento, no creí que en todo el juego te la pasaras gritando y tapándote la cara. Y menos que después vomitarías y me pegarías. - Soltó una pequeña risita - Por cierto, voy a demandarte, me va a quedar un moretón.

- te lo merecías - replico Madi caminando hacia los baños que eran Mixtos.

Se lavó la boca hasta que el horrible gusto se fuera, luego comió unos caramelos y chicles que Logan compro para ella. Juntos comenzaron a caminar una vez más hacia la montaña rusa. Esta vez Madison no temería ni tampoco vomitaría, le iba a demostrar que ella no era tan miedosa a la segunda vez.

Subieron una vez más y esta vez, ella se la paso levantando los brazos hacia arriba cada vez que podía, sonriendo y gritando de felicidad junto a Logan. El solo la observaba mientras ella disfrutaba a cada momento, al principio le gusto que ella le tuviera terror al juego. Y en cuanto la vio que estaba asustadísima, algo en su interior nació. Era una especie de fuerza que le rogaba que la protegiera de lo que le hacía mal o lo que la asustara, pero se había contenido. Apenas la conocía y no quería tomar tanta confianza. Quiso soltar una carcajada de lo irónico que estaba siendo. Le había dado la confianza absoluta hablándole de su vida, de sus gustos, reírse con ella y hablar con ella de una manera tan liberal. Nunca le había pasado antes, le costaba demasiado abrirse con las personas y temía que le fallaran. Y algo dentro de él le podría jurar que Madison jamás haría algo para lastimarlo, ni tampoco lo decepcionaría. Esa chica era especial.

Al bajarse, Madison miro triunfante a Logan con una sonrisa de oreja a oreja. El también sonreía contento.

- Ahora, yo elijo el juego- dijo mientras tomaba la mano de él.

Logan se preguntó a donde irían, pero tampoco quiso averiguarlo, quería que ella lo sorprendiera, y lo hizo, La vuelta al mundo los esperaba.

Ambos dieron un boleto que utilizaban para subirse a los juegos. El hombre les sonrió y les deseo un buen paseo. Los dos adolescentes al subirse, se sentaron uno al frente del otro. Madison no dejaba de sonreír ¡En la vuelta al mundo con Logan Lerman! Con la persona que más amaba en su vida, la que más apreciaba y deseaba con todas sus fuerzas, estaba con ella, allí disfrutando del paseo que estaba comenzando. Agradecía una y mil veces a la estrella que le había cumplido el deseo, agradecía una y mil veces porque Logan se haya abierto tan rápido con ella, y agradecía que Sheila no estuviera allí para arruinarlo todo como siempre.

- Así que… ¿Tocas la guitarra? – pregunto Madison entablando una conversación.

- Si, desde chico que me gustaba así que le rogué a mi mama para que me llevara a unas clases – contesto mientras miraba hacia la ventana.

El corazón de Madison comenzó a oprimirse y a sentir un dolor. Logan amaba a su madre, pero no podía perdonar por dejar a su padre cuando más la necesitaba, por separarlo de él y de sus hermanos, Lindsay y Lucas. Odiaba a ver sido el único de sus hermanos que su madre había elegido, gracias a eso solo se gano el odio de sus dos hermanos.

- Eso es genial – susurro y trago saliva – yo aprendí sola – comento mirando también el paisaje.

- ¿Ah sí? – exclamo Logan sorprendido.

- ¡Claro! – contento y se echo a reír – mi hermana ama tocar, siempre estaba aprendiendo nuevas canciones y componiendo todos los días. Así que no me fue difícil aprender, solo miraba como tocaba y fui haciéndolo también. Aunque todavía me cuesta un poco, me gusta tocar, y más componer.

- Podríamos componer una canción juntos algún día – propuso Logan con una gran sonrisa.

<< Como en los viejos tiempos >> pensó Madison con alegría. Ella asintió con la cabeza y le dedico una enorme sonrisa, la cual Logan respondió.

- ¿Te gustan las películas de Batman? – pregunto Madison.

- Prefiero Spiderman – contesto el muchacho encogiéndose los hombros.

- Bah, Batman es mejor. Sus películas son híper mega geniales – aseguro.

- ¿Una fan de Batman? ¿Acaso luego me dirás que tienes un disfraz de batichica en tu armario? – bromeo Logan.

Las mejillas de Madison se enrojecieron al ver que Logan había acertado, la sonrisa incrédula del chico se esfumo y comenzó a reírse a carcajadas mientras ella lo miraba con cara de pocos amigos, avergonzada de que haya descubierto su pequeño secreto.

- Ya está bien – replico Madison roja – lo uso para noche de brujas.

- ¿Seguro que solamente para Halloween? – pregunto Logan burlándose.

- Bueno, también lo uso cuando miro sus películas o cuando miro la serie – confeso ella aun más roja.

Logan siguió riéndose como un desquiciado ¡Esa chica cada vez lo sorprendía mas! Y extrañamente, eso le… encanta, y le llenaba de felicidad. Madison podía hacerlo sentir relajado, completo y no estaba el escudo protector que ponía alrededor de si mismo para que nadie lo lastimara. En el pasado, había sufrido mas de la cuenta, pero estaba casi seguro de que aquella muchacha jamas lo lastimaría.

Madison, por su parte, se sentía totalmente avergonzada de que descubriera ese pequeño e insignificante - entre otras palabras GRANDISIMO - secreto que guardo por años. ¿Como pretendía hacerle ver a Logan que ella era toda una mujer dispuesta a amarlo cada segundo de su vida sin con la edad que tenia seguía poniéndose su traje de Batichica? No había podido ser mas inmadura que esos instantes.

- ¡Oh vamos! ¡Apuesto que tienes algún trajecito de Spiderman en tu armario! - aseguro ella cruzándose de brazos.

- En verdad si, pero eso fue hace años cuando era niño - contesto de forma triunfante el castaño.

- Vete al diablo - entrecerró los ojos la castaña y le lanzo el dedo del medio. Logan solo rió mas.

Una vez que bajaron de La vuelta al mundo, Madison propuso mas juegos que jugar, donde allí se divirtieron, se rieron y hubieron mas miradas de por medio. Casi podía sentir su corazón reventar de alegría, de emoción, chorreando de felicidad. Ni siquiera en su presente había sido tan feliz con Logan a su lado, y ahora lo estaba siendo totalmente.

Logan consiguió derribar tres latas, logrando ganar un peluche grande. Madison dio pequeños saltitos y lo felicito totalmente por su victoria. El castaño observo con una media sonrisa en el rostro al peluche y luego a la muchacha, de inmediato le extendió el oso dejándola sorprendida.

- Para ti, creo que te lo mereces mas que yo - dijo el muchacho antes de que ella pudiera articular alguna palabra.

- Gracias... pero ¿Por que me lo merecería mas?

- Por hacerme pasar esta tarde la mejor de mi vida - respondió Logan conectando sus ojos azules a los ojos color chocolate de Madison.

La conexión que hubo entre los dos duro unos pequeños segundos pero los suficientes para explorar el interior del uno y del otro. Madison rompió la conexión bajando la cabeza, totalmente sonrojada y nerviosa, con la respiración entrecortada y apunto de gritar y llorar de felicidad. Y de pronto su corazón paro segundos, cuando sintió que Logan la redondeaba la cintura con uno de sus brazos y la pegaba hacia el. No se atrevió a levantar la mirada y solo apoyo su cabeza en el pecho de este, sosteniendo con fuerza al peluche y sin parar de sonreír. Sin lugar a dudas, esta también era la mejor tarde de toda su vida

Sabina estaba recostada boca abajo sobre una pequeña nube invisible, donde tenia una de las manos apoyada en su barbilla y con otra bebía un refresco, observando totalmente feliz viendo como Madison se conectaba con el gran amor de su vida. Explorar el pasado vació y doloroso de Logan la había dejado con un gran sabor amargo dentro suyo ¿Quien mas podría ser perfecta para ese muchacho que necesitaba alguien que lo amase realmente en su vida? Madison era perfecta para esa tarea. Sabina no solo cumplía el deseo de Madison, sino también, el de Lerman.

Horas después.

Los dos adolescentes seguían divirtiéndose entre juegos y juegos, sin darse cuenta que hora era. Estaba anocheciendo y ya habían informado en sus casas sobre que ambos se habían fugado de la escuela, pero ninguno de los dos sospechaba aquello, solo estaban absordos por la diversión y la satisfacción de estar en compañía del otro. Fue hasta que Madison se fijo la hora en un pequeño reloj que vendían en un puesto. Sus ojos se abrieron impresionados y aterrorizados, lo que menos quería era ver a su madre furiosa.

- ¡Logan! ¡Son la siete y media! ¡Hace bastante tiempo debí haber vuelto! - exclamo llamando la atención del castaño, quien también se sorprendió al comenzar a ver el cielo negro.

- No me di cuenta cuan tarde era - suspiro triste, lo menos que quería era que acabara el día. - ¿te llevo a tu casa?

- No, que va. Llévame directo a la morgue para no darle otro viaje a mi padre cuando mi madre me asesine - bromeo la castaña y el solo sonrió, pasandole una vez mas el brazo por la cintura y estrechándolo hacia el como tanto le gustaba a ella.

Madison se volvió a apoyar en el e inspiro su dulce fragancia, preocupadamente de memorizarla para soñarla en la noche las veces que sean necesarias. No quería que el tiempo siguiera transcurriendo, quería que se congelara en ese instante y poder seguir disfrutando por mucho mas tiempo su compañía. ¿Que era lo que tenia Lerman que hacia enloquecerla de aquella manera? ¿Por que era tan atento y tan cariñoso con ella como nunca antes lo había sido? Quizás... solo quizás ¿El podría sentir algo mas allá de amistad por ella? De solo pensar así la felicidad inundo aun mas dentro suyo. Solo Dios sabia cuanto deseaba permanecer a su lado por el resto de su existencia, incluso reencontrarse con el en su otra vida. Ya no quería que existiera ninguna barrera que pudiera separarlos, que el la amara con tanta intensidad como ella lo hacia desde la primera vez que vio aquellos ojos azules. Quería que Logan fuera feliz a su lado.