ESTOY AQUÍ [Harry y Tu] TERMINADA

La noche fue perfecta para ambas, Invitado se quedó dormida al lado de Harry, al despertarse pudo darse cuenta de varias llamadas perdidas de su madre. Su cara de sueño no favorecía en nada, se levantó para ir al baño antes que Harry la viera, pero fue imposible el ruloso le agarró la mano justo cuando se estaba parando.
– ¡Buenos Días hermosa! –Le compartió una sonrisa.
– ¡Buenos días! –Sonrió penosa.
– ¿Qué tal dormiste? –Preguntó aún adormilado.
– Muy bien, estaba a tu lado.
– Ven para acá –la tomó por la cintura y la posó en su pecho– soñé contigo –le susurró en el oído.
– Ah ¿sí? –lo miró confundida– ¿qué soñaste?
– Es que… no puedo decírtelo.
– ¿Por qué? ¿Acaso fue algo malo? o… ¿No me digas que soñaste cosas…?
– ¡No! –la interrumpió con una leve carcajada– ese tipo de cosas no.
– Entonces, ¿por qué no me puedes decir?
– Porque quiero que se cumpla –besó su frente– después lo sabrás, en serio como daría por que se cumpliera –un inmenso suspiro se presenció en la habitación.
– Entonces, no te seguiré insistiendo pero… ¿me gustará? –Preguntó inquieta.
– Eso es lo que me da más miedo –bajó la mirada.
– No creo que no me guste –tomó su quijada para darle un dulce beso.

Un día tan normal como otro, Invitado se fue a su casa, tenía que reposar y no tratar de hacer desastres. Mari se despidió de su primo y se fue al instituto, ese día no había ido el pequeño irlandés, durante toda la clase estaba aburrida, a veces compartía palabras con el pelinegro, pero la mayor parte del tiempo la pasaba pensando en Niall.
Terminaron todas las clases y ella se dirigía a la salida cuando un cartel le había llamado la atención, se dio cuenta que eran varios y que estaban pegados por todos lados: “No te pierdas el baile de San Valentín, lleva a tu pareja” vio la fecha, y era para el sábado que venía, ¡qué casualidad! –Cayó un sábado– estaba emocionada, la única persona que se le había pasado por la mente, era Niall claramente pero había un gran problema, de hecho muy grande y ese problema se llamaba Harry Styles ¿cómo haría ella para deshacerse de su querido primo? obviamente el iría con Invitado, y era obligatorio ir con una pareja, el baile se realizaría en un club muy conocido por allá, sus ánimos bajaron a millón al saber que no tenía ninguna oportunidad de ir a ese baile con Niall. Caminó molesta hacía la parada cuando una mano le agarró por el hombro haciendo detenerla. Volteó al instante.

– ¿Qué quieres? –Preguntó agresivamente al ver que era el chico que había casi matado a su primo, sí era Zayn.
– Quiero que me respondas algo –le agarró el brazo.
– ¡Suéltame! –exigió– ¿qué quieres saber?
– ¿Desde cuándo sales con Niall? –La soltó.
Ella frunció el ceño–. ¿Lo conoces?
– Es mi mejor amigo –soltó una risa sarcástica, mientras ella abrió los ojos como platos–. Ahora dime ¿desde cuándo sales con él?
– Desde que comenzamos las cla-ases –titubeó nerviosa pero a la vez furiosa, ya había entendido el mal chiste de Niall sobre la paliza a su primo– ¿y a ti qué te importa desde cuándo salga con él? –Atacó.
– Es mi mejor amigo, tengo que saberlo, además él anda algo diferente y quería saber qué rayos le habías hecho a mi amigo.
– Yo no le he hecho nada… aún –culminó.
– ¿A qué te refieres con “aún”? –La miró fijamente.
– Mira Zayn, no quiero hablar contigo –le volteó la mirada y caminó hacia la parada. Él por supuesto la persiguió para pode sacar más información. La volvió a agarrar por el brazo, esta vez más fuerte–. ¡Tú lo pediste! –Se volteó a él para clavarle una cachetada. La ira de Zayn le recorrió por las venas, tenía unas ganas inmensas de devolverle el golpe pero se contuvo lo más que pudo. Su mente volvió a recordar cómo había arremetido contra Isabella, las lágrimas de la chica rogándole que dejara de hacerlo, inmediatamente se decidió ir a su casa, ella trabajaba con él vendiendo carros, era la promotora, mientras él manejaba las cuentas, ambos tenían tiempo sin asistir después de lo sucedido, tanto él como ella estaban a punto de perder su trabajo.
Caminó en dirección a casa de Isabella, ella al verlo cambió le cara absoluta de felicidad que se reflejaba en su rostro, Zayn se quedó embobado stalkeando su figura de arriba para abajo, poseía una polera blanca clarita que apenas y tapaba el sostén de copas que cargaba y unos shorts negros que se amoldaban completamente a sus caderas.
– ¿Se te perdió algo? –Le preguntó al verlo tan distraído.
– No Bella, quiero hablar contigo.
– ¿Sobre qué? –Replicó.
– Quiero pedirte disculpas por lo sucedido de la otra vez.
– ¿A estas horas? ¿Cuándo ya se me curaron todas las heridas?
– En serio estaba arrepentid, pero tenía miedo que no me recibieras.
– Zayn escúchame algo, ¡ya me cansé! ¿y sabes de qué me cansé? –Se acercó a él.
– ¿De qué?
– Me cansé de que siempre tenga que ser el plato de segunda mesa, o de tercero o quizás de cuarto, me cansé que me estés mintiendo todo el maldi’to tiempo como si yo fuese lo suficientemente estúpida como para creerte, me cansé de andar tras tuyo mientras tú vas tras de Invitado como un perrito faldero, me cansé de un nosotros cuando realmente no existe, me cansé de ser la otra y de tus malcriadeces, tus arranques de violencia y locu…–no pudo terminar de hablar cuando Zayn le clavó un beso que la calló por completo, ella se dejó llevar, hace tiempo que no sentía esos labios tan intensos, jugaban con sus bocas, hasta que Isabella lo apartó bruscamente–.Veo que no cambias en nada –le lanzó una mirada asesina.
– La que no cambia eres tú, sigues besando divino y cada vez más –volvió a tomar sus labios.
– ¿Por qué me haces esto? ¿No ves que estoy a punto de perder el trabajo?
– Corrección, estamos a punto y no me importa, quiero estar contigo en este instante –le mordió el labio.
– Hey –lo separó– así que eso era la que querías –bajó la cabeza– tú nunca cambias –lo miró decepcionada.
– ¿Pero si te quiero a ti?
– No Zayn, tú no me quieres a mí, tú quieres mi cuerpo.
– Claro que no –replicó.
– Entonces, demuéstramelo, anda.
– ¿Cómo?
– Dime lo que quieres de mí, ten una relación seria conmigo, dile a todo el mundo que soy tú novia, deja en paz a Invitado.
– ¡NO PUEDO DEJARLA EN PAZ! –Gritó.
– ¿Qué tanto te importa ella?
– Ella… está.
– DIME –le exigió.
– Ella estás esperando un bebé mío –Isabella abrió los ojos como platos, esa noticia le había caído sorpresivamente.
– Dime que es mentira –estaba a punto de llorar.
– No Bella –la miró serio– no te estoy mintiendo, es verdad.

Con lágrimas en sus ojos lo miró y se dio la vuelta para trancarle la puerta en la cara, ¡TE ODIO!, fue lo último que dijo, Zayn lo había arruinado otra vez.


Era el día del baile y Mari no sabía qué hacer, tenía días que no le escribía Niall, por fin tenía su número, daba vueltas y vueltas sin parar en la cama tratando de inventar algo para ir al baile, pero ya todas sus esperanzas se habían esfumado, definitivamente ya no tenía ninguna oportunidad de ir con Niall, y por lo que había escuchado Harry saldría con Invitado así que NADIE podría distraerlo.

– Hola prima –entró el ruloso sonriente.
– Hola –dijo algo desanimada.
– ¿Te pasa algo? –Se sentó al lado de ella.
– Nada, solo que me duele el vientre –la típica excusa.
– Ammm, porque venía invitarte a un baile, pero como no te sientes bien –dijo mientras se iba dirigiendo a la puerta.
– ¿Qué dijiste? –Lo detuvo Mari.
– ¿Ah?... Ah sí, ¿que sí querías ir al baile de San Valentín conmigo? –Esbozó una gran sonrisa.
– Oh Harry –lo abrazó– claro que sí… pero ¿y Invitado?
– No pienses que te iba a dejar sola en casa, además ella no puede recuerda el estado en que está.
– Entonces ¿por qué te escuché hablando del baile con ella?
– ¿Con que nos espiabas? –Rió– es que ella me dijo que a lo mejor querías ir, así que decidí ir contigo.
– ¿Y a Invitado no le importó?
– Por supuesto que no, todo sea por complacerte.
– ¡Los amo tanto! –Volvió a abrazarlo– Eres lo mejor Harry ¿sabes algo?
– ¿Qué? –La miró sonriente.
– Eres como el hermano que nunca tuve –eso hizo que a Harry se le aguaran los ojos, sus brazos rodearon la espalda de ella uniéndose en un gran abrazo.
– Te amo tanto pequeña.



¿Éste? no, ¿éste? tampoco, ¿éste? MENOS, y así pasó Mari media hora tratando de escoger un buen vestido para ponerse, recordó las palabras de Zayn y eso la había hecho arrepentirse de ir al baile por completo, sentía que traicionaría a su primo si iría, le volvió a entrar la rabia sabiendo que Niall, la persona por la cual se volvía loca era el mejor amigo de la persona que golpeó esa vez a Harry, recordando esa escena hacía que toda su perspectiva con el rubio cambiara definitivamente.

– ¡Harry! –Le gritó desde el cuarto aún sin la ropa escogida.
– ¿Qué pasó? –Entró Harry inmediatamente.
– No quiero ir al baile.
– Pero ¿por qué? –La miró extrañado, a su prima le encantaban esas cosas.
– No Harry, no quiero ir, mejor quedémonos aquí, veamos películas que no sean de terror, lo que tú quieras.
– Pequeña, vamos, no quiero que te pierdas nada, dime la verdad ¿por qué no quieres ir?
– No estoy muy segura, tengo nervios.
– Ven aquí –le extendió los brazos– mientras estés conmigo nada malo va a pasar.

Después de horas de indecisión pudo escoger un buen vestido para el baile, al llegar pudo ver bastantes personas que no conocía obviamente por lo nueva que era, claro Harry tampoco los conocía. Su mirada se fijó en un grupo de muchachos, cada quien con una chica claramente, reconoció al corpulento Iván, a Erick, no el pelinegro sino Erick el que la salvó, era una casualidad que ambos chicos se llamaran igual, solo que uno era más lindo que el otro, y no era precisamente el que estudiaba con ella, se dio cuenta que andaba acompañado de la pelirroja que el primer día la había ignorado cuando ella solamente quería entablar una amistad, también reconoció a Zayn, al lado de una rubia alta, su cara le parecía conocida, de algún lado la tenía que haber visto, y por último se fijó en Craig, el sucio y asqueroso Craig, su estomago se le revolvió, pero él único que faltaba en ese grupo era Niall, su adorado Irlandés, le alivió no haberlo visto con otra chica, además estaba algo molesta con él como para querer verlo. Seguía agarrado al brazo de Harry mientras se adentraban cada vez más a la fiesta por el día de San Valentín.

– Idiota –rechinó Harry entre dientes pero Mari alcanzó a escucharlo.
– Te dije que no viniéramos.
– No Mari, no vamos a dejar de disfrutar el baile por un imbécil.

La pelirroja al verla le torció los ojos ¿pero qué rayos tiene ella conmigo?, pensó la castaña.

– Un momento –se quedó mirando fijamente al grupo de chicos.
– ¿Qué pasó Harry? –Ninguno se había dado cuenta de que ellos habían llegado, bueno excepto la pelirroja.
– Esa rubia ¿no es…? –se quedó pensando– Sí –respondió al instante– es la amiga de Invitado.
– No sé quien es Harry.
– Es Sophia pero ¿Qué hace con Zayn? –Ambos se quedaron mirando totalmente confundidos.

Tenían ganas de irse, pero como dijo Harry no le darían el gusto a ellos, esto no era su territorio para echar a quien quisieran. Un viejo amigo de Harry se acercó a él.

– ¡Hermano! –Expresó Harry al verlo.
– Hola, tanto tiempo sin vernos.

En una esquina se encontraban Louis y Frann bailando y en otro punto de la fiesta estaban Liam y Josefa.

– ¡Que linda fiesta! –Comentó Josefa en su brazo el cual estaba agarrada.
– Es bueno que te guste.
– Sí, jamás había asistido a un baile de San Valentín –rió.
– Pero ya asististe –dijo Liam compartiéndole una gran sonrisa que luego la contagió.


Mari al ver que su primo la había ignorado por completo se fue a sentar en una esquina, estaba molesta y algo aburrida. Un mensaje inesperado la sorprendió. Era el irlandés.

“Estoy afuera, sal”

Será que Niall sabía que ella estaba en el baile, pero había un problema, que una vez que salías no podías volver a entrar, así que quiso asegurarse.

“¿Sabes dónde estoy?” –Le envió un mensaje.
“Claro, solo sal” –respondió él.

Mari observó a su primo a lo lejos y notó que seguía inspirado hablando con su viejo amigo, creo que ni se había dado cuenta que su prima ya no se encontraba allí, al ver que estaba completamente distraído salió del salón.

La calle estaba algo sola, todos se encontraban en la fiesta, de paso eran las 11:30 pm y a las 12:00 pm era el gran baile, aún así se arriesgó a ver a su irlandés, pero no lo veía por ningún lado, se empezó a preocupar bastante, sentía que en cualquier momento le iba aparecer Craig por algún arbusto, pero él se encontraba adentro en la fiesta, así que era técnicamente imposible. Unos brazos le rodearon la cintura.

– Pensé que me habías hecho venir por gusto –comentó la castaña.
– Claro que no, tontica.
– Menos mal –se volteó para mirarlo– quiero preguntarte algo.
– Dime pequeña.
– ¿Por qué no me dijiste que eras el mejor amigo de Zayn?
– Porque nunca me habías preguntado.
– Claro que sí –el rubio soltó una carcajada– me dijiste que tenías un amigo, te pregunté quién era y no me dijiste NADA –alzó la voz en la última palabra– además ¿por qué el vino a reclamarme?
– Mira Mari, Zayn ahorita no está muy bien del todo, está molesto porque ya no me la paso tanto con él, no lo he buscado y obviamente piensa que es por ti.
– ¿Y tú piensas también qué es por mi culpa?
– Claro –se acercó a ella.
– ¿Por qué?
– Porque me tienes loco –su cuerpo comenzó apegarse más a ella y sus manos se estancaron en su cintura para luego unir sus labios con los de ella. La chica le latía el corazón a mil, ese irlandés la hacía sentir tantas cosas que ni podían explicarse.
– Niall –dijo cuando se habían separado– me gustas.
– Tú también –rió– ¿quieres algo de diversión?
– Sí –dijo tímida.
– Entonces ven –la agarró para montarla en la moto, ella se puso el caso y partieron afueras de él pueblito, llegaron a un lugar muy alejado del todo. Era un lago y la noche brillaba radiante.
– ¡Qué hermoso! –Comentó cuando llegaron.
– ¿Quieres lanzarte? –Le preguntó el rubio.
– ¿Estás loco? No me lanzaré con ropa.
– Entonces puedes quitártela –se rió a carcajadas.
– No Niall, no lo haré –cruzó sus brazos algo molesta.
– Entonces lástima –salió corriendo a sus brazos y la lanzó junto con él.
– ¡Está fría!, ¡está fría! –exclamó temblorosa adentro del agua. El rubio se acercó a ella rodeándole la cintura con sus brazos.
– Todo está bien -Se quedaron un rato en aquél lago.
– ¡Oh! son las doce, ya comenzó el baile –comentó angustiada.
– Baila conmigo –juntos salieron del agua completamente empapados– ahora concédame éste baile –le hizo reverencia.
– Eres un tonto –puso sus manos alrededor de su cuello mientras el las posaba en su cintura.
– ¿Bailaremos sin música? –Preguntó sonriente.
– Si quieres canto una canción –la chica se rió.
– ¿Ahora cantas?
– Hago lo posible, bueno realmente me gusta componer canciones.
– Entonces déjame escucharte –puso su cabeza en el pecho de él.
– Esta es una canción que la compuse hace tiempo, siempre quise cantársela a alguien, ahora tengo la oportunidad, la canción tiene que ver con este momento y con lo que estoy sintiendo. El silencio inundó la noche, y una dulce voz comenzó a cantar en su oído.

The night shines
It’s getting hot on my shoulders
I don’t mind, this time it doesn’t matter
Cause your friends,
They look good but you look better
Don’t you know all night
I’ve been waiting for a girl like you to come around, round, round

Ambos bailaban al ritmo de su voz, la chica se sentía completamente feliz en su pecho, Niall realmente le encantaba.

I’m waiting for a girl like you –culminó la canción y ambos se quedaron mirando por un minuto.

– Harry va a matarme –dijo cuando ya había recuperado la noción del tiempo.
– Son las 12:30, ¿te llevo de nuevo al baile?
– Nooo, mejor llévame a casa, creo que Harry no… –iba terminar de hablar pero una llamada de su primo la sorprendió.
– Aló –contestó temerosa.
– ¿DÓNDE ESTAS?
– Calma Harry, ya voy para allá.
– DIME DONDE ESTAS –gritaba.
– Pero…
– Mira Mari más te vale que llegues ahora mismo, ya alguien me dijo con quien estabas, vente ya.

La chica tenía los nervios a millón, estaba asustada y temblando por el frío de la noche, y más sumándole el chapuzón.

– Ya sabe que estoy contigo –le dijo preocupada a Niall.