ESTOY AQUÍ [Harry y Tu] TERMINADA

Gritaba, lloraba, sentía un inmenso dolor recorrer por mi cuerpo, no tenía la noción del tiempo, solo veía a los doctores, veía a Zayn.


No me di cuenta en qué momento me había quedado dormida, volteé a mi lado derecho y no vi nada, vi al otro y mucho menos, ¿dónde rayos estaba?, intenté levantarme pero no pude estaba demasiado débil como para poder ejercer un poquito de fuerza, traté de insistir de nuevo pero un estremecedor dolor me hizo gritar, sentí como si me hubiera orinado, toqué mis piernas y al ver mis dedos me dieron ganas de vomitar, estaba empapada de sangre.

– ¡Ayuda! –Grité a la vez que lloraba, tenía miedo–. ¿Hay alguien allí? –Pregunté mirando a la puerta. Sentí como se acercaban unos pasos y pude reconocer fácilmente que eran del doctor.
– Cálmese, ya llegué… ¿qué pasó? –me miró preocupado. No emití ninguna palabra, solo alcé mis dedos y se los mostré. Vi como se asombró, salió por la puerta corriendo rápidamente ¿qué estaba ocurriendo? En cuestión de segundos llegó con otras enfermeras, me hicieron cesárea y la herida se me había abierto, mi piel estaba débil, muy débil.
– ¡AAAH! –Dolía, me dolía mucho, sentía el bisturí sobre mi piel, sin anestesia, sentía como iba desgarrando mi piel– ¡AAAAAAH! –No paraba de gritar, quería a mi mamá a mi lado, estaba viviendo lo peor de mi vida, pero ya no tenía el bebé adentro ¿dónde estaba mi bebé? quería verlo.

– Todo estará mejor –me acarició delicadamente mis cabellos, ya había terminado el sufrimiento, me había vuelto a coser y al parecer mucho mejor.
– ¿Y mi bebé? –Pregunté antes de que saliera. Éste agachó la cabeza y salió de la habitación–. ¿Y MI BEBÉ? –Pregunté esta vez más desesperada, ¿por qué no me respondía nada?, mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal– dígame, por favor... –pero justo antes de terminar de hablar se fue sin decir nada, su mirada era rara, no era de felicidad por haber tenido mi bebé, era de lástima, como si algo malo hubiese ocurrido, no sabía nada de lo que pasaba y eso me desesperaba. Mis lágrimas caían solas, ¿cómo podía estar pasándome esto?... Me quedé pensando en todas las cosas por las que pasé, las peleas, el sufrimiento, todo lo que hice para poder tenerlo ¿para nada? porque si todo estuviera en orden el doctor estuviese con una sonrisa en sus labios y me hubiese felicitado, o al menos eso pensaba yo. Miré a la puerta y estaba Zayn acercándose, ¿por qué precisamente tuvo qué venir él?, la persona que más facilidad tiene para mentir en el mundo, ¿por qué no simplemente trajeron a mi mamá y ya? de seguro porque no sabría ocultarme si algo malo fuese pasado y mucho menos Harry–. ¿Y mi bebé? –Fue lo primero que le pregunté apenas se acercó un poco más.
– Todo estará bien –me miró serio, sin ninguna expresión ¿cómo podía hacerlo? ¿Cómo fingía tan fácilmente su estado de ánimo?
– Te pregunté ¿y mi be be? –hablé muy fuerte, ya me estaba molestando con tanto misterio.
– Invitado, está bien, deja de preocuparte… tú eres la que tienes que descansar –me acarició la frente– confía en mí.
– No Zayn, no puedo confiar en ti ¿cómo no sé si me estás mintiendo? –Pregunté a punto de llorar.
– No digas cosas como esas, no te mentiría –me miró fijamente, esa mirada que incomodaba a cualquiera, era pesada, demasiado diría yo.
– Si me mentiste en todo el tiempo que estuvimos juntos, también puedes hacerlo ahora –hablé decidida, mi tono de voz era fuerte.
– Escucha algo Invitado –tomó una pausa– nuestro bebé está bien, aquí la que está delicada eres tú, tranquilízate… es por tu bien.
– Entonces si todo está bien ¿por qué no vino mi mamá a verme? porque saben que ella no podía mentirme ¿o no es cierto? ¡QUIERO A MI BEBÉ! –Grité con un nudo en la garganta, esto no podía estar pasando. Los brazos de Zayn me rodearon.
– Shhh, nada malo pasará, confía en mí –trataba de tranquilizarme, pero eso era imposible.
– Zayn –me separé un poco de él– dime la verdad –lo miré a los ojos–, cuéntame todo. Suspiró fuerte.
– Hubo una complicación en el parto y tuvieron que hacerte cesárea, lastimosamente no pudieron colocarte anestesia porque eso complicaría la situación, eso explica el por qué de tus dolores, nuestro bebé tuvo un problema con sus pulmones pero le instalaron unos aparatos y por suerte ya está respirando –una lágrima recorrió por sus mejillas– todo estará bien –noté como lentamente se le iba quebrando la voz– dicen que dentro de una semana podrá respirar naturalmente sin la necesidad de esos aparatos.
– Abrázame –se lo pedí casi de súplicas, necesitaba un abrazo.
– Todo estará bien, te quiero mucho –besó mis mejillas que en esos momentos ya andaban inundadas de lágrimas.


Ya había pasado una semana, estaba emocionada y ansiosa, ayer me habían informado que mi hijo ya se estaba recuperando y hoy lo podría tener en mis brazos aunque sea por media hora, yo no me encontraba muy bien del todo, pero eso no me importaba… lo único por lo que temía era por la salud de mi bebé y al parecer todo estaba bien.

– Hola princesa –entró mi mamá a la habitación, le extendí los brazos–. Mira quien tenemos aquí –señaló a la puerta y pude verlo, se encontraba en los brazos de Zayn, cubierto completamente por una manta, cuando este se acercó pude verlo mejor, era hermoso y se parecía mucho a mí, estaba emocionada.
– Es algo llorón y malcriado –dijo riendo Zayn– creo que salió a mí en el carácter.
– Pero es tan hermoso como tú –lo tomé en mis brazos, y al verme sonrió, mi corazón se partió por completo, escuché un ruido y pude ver a Harry entrando– ¿ya lo viste? –Pregunté– es hermoso ¿verdad?
– Tanto como tú –me miró con sus verdes esmeraldas que brillaban más que nunca.

Estaba feliz, veía a mi mamá, veía a Zayn, veía a Harry, veía a mi bebé.

– Harry no me quiere contigo –habló la chica en el pecho de Niall. Ya había pasado un mes desde que llegó Zarry al mundo. Todo era feliz entre Invitado y Harry, Josefa y Liam y Zayn con Isabella.
– ¿Hasta cuándo vamos a seguir ocultándonos? –Preguntó el rubio cerca de su oído, ambos estaban en la azotea del edificio donde se besaron por primera vez.
– No quiero separarme de ti –habló desanimada.
– Pero Mari, ¿tú crees qué es muy bonito tener que vernos a escondidas? eso no me gusta, vamos a tener que hablar con Harry.
– Pero si así estamos bien –replicó.
– No Mari, no estamos bien –acotó– ya somos grandes para tener que hacer este tipo de juegos, yo te quiero de verdad y no sabes cuánto deseo salir agarrado de la mano contigo, diciéndole al mundo que tú eres mi chica –eso erizó la piel de ella, subió la cabeza y se encontró con aquellos ojos azules mirándole fijamente, en ellos podía ver el amor, la felicidad, todo. Se acercó a él y rozó sus labios con los de él, eso le encantaba a él y ella lo sabía.
– Si Harry nos viera haciendo esto –le dijo ella sin despegar sus labios de los de él.
– Nos mataría de seguro –mordió el labio inferior de Mari para luego atraparlos completamente, sus manos acariciaban las curvas de la chica, al separarse se miraron fijamente, ella volvió a acomodar su cabeza en el pecho de Niall, mientras el comenzó a cantar bajito en su oído. Just one touch and I was a believer, Every day it gets a little sweeter.
– ¿Y esa canción? –Lo miró.
– La estaba componiendo ayer, la creé pensando en nosotros –los ojos de Mari se aguaron e inmediatamente volvió a atrapar sus labios en un intenso beso, el chico la apegaba más contra ella, estaba viviendo el mejor momento de su vida, lastimosamente la alarma de la chica sonó, era la hora de irse.
– Ya es tarde, tengo que irme –lo miró triste.
– Mañana nos vemos, tranquila –le guiñó el ojo. Ambos se pararon y bajaron todas las escaleras– colócatela –le ordenó a Mari mientras le entregaba su chaqueta de cuero negro, esta le hizo caso y se lo puso, se montó junto con él en la moto y rodeó sus brazos en la cintura de él.
– No quiero perderte por nada del mundo –le habló en el oído.
– Y no me perderás –volteó la cara y le dio un beso– en sus marcas, listo, fueeera –gritó jugando a la vez que arrancaba a todo velocidad en la moto, en el camino gritaban, se reían, la pasaban muy bien juntos, una luz muy fuerte lo cegó y tuvo que frenar de golpe, Mari apretó fuertemente su cintura–. ¿Pero qué carajos? –Protestó el rubio furioso.
– Te dije que me las ibas a pagar algún día –era Iván y Craig junto a 4 compañeros más y la pelirroja, el único que faltaba era Erick, el cual no le habían avisado nada.
– Solo era un carrera, unos ganan, otros pierden –Mari estaba nerviosa, Niall trataba de prender la moto pero Iván se bajó de la suya dándole una pata a la del rubio– Oye ¿qué te pasa? –Le gritó Niall furioso.
– Bájate de la moto y pelea como el buen hombre que eres.
– ¿Buen hombre qué eres? –Se rió irónicamente Niall– el que no es hombre eres tú por tener que traer a tus defensores –señaló a los demás.
– Que no se te olvide que antes eras uno de los nuestros, pero decidiste enamorarte como un pendejo y después dices que los hombres no somos nosotros –habló uno alto que no conocía Mari.
– Un verdadero hombre no trata a las mujeres como las tratas tú, y menos mal que me salí de ese asqueroso mundo –volvió a prender la moto pero Craig quien andaba agarrado de la cintura de la pelirroja se bajó para tumbar a Niall, este cayó en el piso junto con la moto y Mari. Lo estaban provocando y funcionaba.
– Tu lo buscaste –dijo el rubio molesto mientras se dirigía a la moto de Craig y la pateó hasta el barranco que había cerca.
– ¿Qué te has creído pedazo de imbécil? –Protestó Craig con todas sus ganas, mientras se acercaba a él para meterle un buen golpe.
– ¡NOOOOO! –Gritó Mari con todas sus fuerzas, por dentro sentía un dolor inmenso, tenía ganas de llorar.
– La niñita tiene miedo –habló la pelirroja riéndose. Craig comenzó dándole un golpe que rompió los labios del rubio, Mari gritaba intensamente, Niall atacó de igual forma y este cayó al piso, de inmediatamente fueron dos de los que estaban y agarraron a Niall este le ofreció un codazo a uno dejándolo inconsciente mientras el otro seguía sujetándolo.
– ¡Suéltenlo! –Gritaba Mari.
– Cállate niñita –replicaba la pelirroja. Craig respondió y clavó otro puño en toda la nariz de Niall, este falló y Craig aprovechó para meterle una patada en toda la entrepierna haciéndolo caer en el piso, Mari seguía gritando tratándose de zafar de los otros chicos, del alto y el gordo.
– No sabes con quien te has metido –habló Iván a la vez que se reía malévolamente– ustedes ya saben lo que tienen que hace chicos.
– Uno de los que estaba allí agarró un bate y comenzó a pegarle a Niall sin parar, le pegaba en el estómago en las piernas, Niall sangraba, no podía moverse. La pelirroja se acercó a Niall que yacía tirado en el piso y se posó arriba de él.
– Lástima que hoy vas a morirte porque quería tener un buen sexo contigo –dijo mientras pasaba su lengua por todo su cuello llenó de sangre– sabes delicioso. Esto enfureció a Mari y comenzó a soltarse desesperada, gritaba auxilio, hacía todo lo posible por salvarlo. Un fuerte rugido se escuchó en el callejón, era Zayn junto a Erick, este último se dio cuenta a donde iban e inmediatamente le avisó a Zayn.
– Y pensé que me amabas –habló Erick que miraba a su novia, ahora su ex que estaba arriba del rubio.
– No es lo que piensas –se paró asustada.
– No vales la pena –contestó este– ¡dejen en paz a Niall! –ordenó muy fuerte.
– O si no ¿qué? –Se acercó Craig desafiante a Zayn, este siempre le había tenido rabia a él, ambos se odiaban mutuamente.
– O si no te la verás conmigo –se señaló Zayn retándolo con la mirada– y más te vale que la suelten –miró a Mari que tenía el corazón acelerado. Pero este soltó una carcajada.
– Púdrete –le escupió la cara. Todos se quedaron tensos, mientras Zayn se secaba. El moreno se paró de la moto lanzándola con fuerza.
– ¿Qué carajos te has creído? –Se acercó a él empujándolo– responde maricón –atacó de inmediato dándole un puño que lo tumbó por completo– ¿ahora tienes miedo? por eso me odiabas tanto ¿no? porque yo era el jefe de la pandilla y tú no, porque tenía a todas las mujeres arrastradas, ¿ahora qué? claro como no estoy yo piensas que puedes mandar a todo el mundo y matar a quien te dé la gana –Zayn le dio varias patadas.
– Déjame en paz –suplicaba Craig– ayúdenme le dijo a los demás pero no le hicieron caso, Zayn tenía la facilidad de hacerlos temer.
– Pide que la suelten –ordenó Zayn
– No lo haré –gritó.
– ¡Qué lo hagas! –Se agachó y le dio una cachetada– dilo ¡ya! –volvió a pegarle.
– ¡Qué no!
– ¡Qué sí! –seguía pegándole.
– Ya basta –escupió sangre– déjame por favor.
– No me pidas que te suelte, pide que suelten a Mari.
– Que no lo voy hacer –Erick se bajó de la moto y fue hacia donde los dos tipos que andaban agarrando a Mari, le pegó a uno dejándolo caer mientras el otro se puso a luchar con él, Mari al estar libre corrió a donde Niall tocándo su ensangrentado rostro, las lágrimas caían libremente.
– Niall reacciona, Niall por favor, no me dejes –gritaba fuerte, estaba sufriendo.
– No va a vivir –se acercó la pelirroja tirándola del cabello, Mari respondió y le clavó las uñas en la muñeca.
– Suelta mi cabello perra –ordenó la castaña para luego darle una pata en toda la barriga haciéndola caer– eso es por tocar a mi novio –le indicó. Mari estaba desesperada, veía como todos se peleaban y su novio estaba en el piso, recordó que Niall tenía guardado un revolver en una parte de la moto, era por defensa personal, salió corriendo antes de que la pelirroja se parara y se dirigió a la moto sacó el revolver y apunto a Iván.
– ¡Paren! –Gritó. Todos voltearon a verla y se quedaron estáticos– váyanse de aquí o juro que los mato.
– Eres incapaz de apretar el gatillo –rió irónicamente Craig y Zayn volvió a pegarle en las mejillas.
– ¡Qué se vayan dije! –Apuntó la pistola al cielo y disparó de inmediato–. ¿Quién dijo miedo?– Miró a todos. El gordo, el alto y los otros salieron de allí en sus respectivas motos, inclusive Iván.
– ¿A dónde vas? –Dijo Craig que se había quedado solo, tan solo estaban él y la pelirroja, aterrorizados por la castaña.
– Todo está bien –se acercó Erick a ella y le bajó el arma, Mari sollozaba– ya vámonos –la dirigió a la moto.
– No me iré de aquí sin Niall –dijo con lágrimas esparcidas en sus mejillas.
– Todo estará bien –le suplicó.
– No Erick, no me iré de aquí sin él.
– Aléjate de mi novio –dijo parándose la pelirroja.
– ¡Basta! quédate tranquila –le ordenó Erick– vete de aquí y ya no somos novios. Esto enfureció a la chica quien salió corriendo del lugar.
– No te vayas tú también –habló Craig que la veía alejándose.
– Ni que me importaras –replicó esta.
– Olvídalo Craig –dijo Zayn– nadie te quiere –le devolvió el escupitajo de hace rato.

El moreno se paró y cargó a Niall, Erick se montó en la moto con Mari, mientras Zayn junto a su amigo, manejaron lo más rápido posible, Mari escondió de nuevo la pistola en el compartimiento de la moto, llegaron en un dos por tres, llevaron a Niall a emergencias y solo tuvieron que quedarse esperando.

– ¿Qué fue lo que pasó? –Preguntó uno de los doctores.
– Unos maleantes nos atracaron –dijo Erick naturalmente.
– Esperemos que se salve –comenté.
– ¿Cómo qué esperemos? –Se paró Zayn molesto– él tiene que sobrevivir.
– Cálmese un poco joven.
– ¿Cómo voy a calmarme? –se alteró– ¡¡es mi mejor amigo‼
– Siéntate Zayn –le dijo Erick. Yo lloraba en silencio, sentía el dolor dentro de mí, el teléfono comenzó a sonar y era Harry ¿ahora qué mentira le decía? seguro ya se había dado cuenta que no fui a casa de mi compañera de estudios, a lo mejor la llamó y esta le dijo que no estaba allí. Le tranqué la llamada, no tenía tiempo para reclamos, solo me preocupaba la vida de Niall.


Invitado trataba de dormir a su bebé, era muy llorón y dormilón, ella le cantaba suavemente en su oído para que lograra calmarse, se sentía muy feliz al lado de él, a veces se sentía mal por haber intentado abortar pero por otro lado bien porque todo no haya resultado.

– Te amo –le susurró a la vez que le besaba la frente y lo acostaba en la cama, le prendió el móvil que le había regalado la mama y se acostó en la cama, tenía el corazón acelerado y no sabía por qué, como si algo horrible estuviese a punto de ocurrir. Se acostó y de inmediato recibió un mensaje de un desconocido.

“Niall acaba de morir”

Se quedó completamente atónita, las lágrimas corrieron al instante de leerlo, no podía creerlo, tenía que ser mentira, sus manos temblaban, sabía que él se iba a ver con Mari, así que le marco a ella.

– ¿Aló? –Contestó afligida.
– ¿Es verdad lo de Niall? –Preguntó Invitado con la mano en el pecho.
– Sí Invitado, es verdad –dijo con lágrimas en sus ojos.