ESTOY AQUÍ [Harry y Tu] TERMINADA

Mi dios me asustaste demasiado!! Fue como... Mi dios! Mi dios! ¿Porqueeeeee?
Casi me da un paro cardíaco!
Ok ya mucha exageración por hoy
Que mal eso de ir al instituto!!
Bueno espero el capitulo con mucha impaciencia...

– Muchas gracias –dijo mi madre al doctor.
– La próxima cita será dentro de dos semanas –comentó amablemente.

Los tres salimos de la sala asombrados. Miré a mi madre, intenté mostrar en mi rostro que quería estar a solas con él, para mi suerte mi madre captó, aunque no quería tuvo que hacerlo, al fin y al cabo Zayn era el padre de mi bebito.

– Nos vemos luego –comentó mi madre y se fue.
– No tengo nada que decirte –contestó con indiferencia.
– Tan solo un “sí, fue lindio” bastaba -todo rastro de la sonrisa que tenía se había borrado al instante, iba a irme y dejarlo solo pero me detuvo.
– Disculpa –me miró dulcemente– no sabía que decirte… la verdad me emocionó haber visto el eco, nunca pensé que me iba a sentir así.
– Yo tampoco –bajé la cabeza– al menos hay algo que nos une.
– ¡No! –reclamó– tú no estás conmigo porque no quieres.
– ¿Cómo voy a querer estar contigo si tú no te comportas de la manera correcta? –Me exalté.
– No pienso discutir contigo –replicó.
– Ya sé Zayn –me calmé un poco– es que tú no sabes lo doloroso que es –me sentía horrible pensar que lo único que me quedaría de Zayn era el bebé.
– Ven acá pequeña –me agarró para recostar mi cabeza contra su pecho, giré mi cara para verlo, quería besarlo, mis labios lo suplicaban, hace tiempo que no lo hacía, pero recordé a Harry, no podía hacerlo, no tenía que volver a caer en lo mismo.
– Quiero ir a casa –indiqué.
– Yo te llevo… -iba a recordarle lo de la moto pero se adelantó– en bus claro –ambos reímos, justo cuando nos montábamos en el bus me llegó una llamada de mi duende favorito.



– Aló –contesté cuando ya me había sentado en el bus.
– ¿Se puede saber cuándo me perdiste la confianza? –Escuché su voz de reclamo, Zayn frunció el ceño tratando de adivinar quién era “es Niall” dije con los labios para ahorrarle el trabajo– responde.
– ¿Por qué me dices eso tontín?
– No me respondas con otra pregunta –normalmente estaba acostumbrada a hacerle eso y él a cada rato me lo recordaba.
– Claro que no te he perdido la confianza –reí por la manera en que me hablaba. Volví a ver a Zayn pero esta vez tenía cara de querer saber de nuestro gran tema de conversación.
– Así que embarazada ¿no? –Preguntó irónicamente.
– ¿Cómo lo sup…?
– Preguntas no –me interrumpió.
– Ok, está bien… si lo estoy –afirme.
– ¿Estás qué? No escucho.
– Ya para Niall, estoy en un autobús –dije casi en susurro, Zayn soltó una risa.
– Dilo que no escucho.
– Ok Niall, estoy embarazada –hablé fuerte a lo que todas las personas voltearon, “me las pagarás Horan Gallagher”, decía en mi mente.
– Esto tenemos que hablarlo en persona.
– Adiós –dije cortante y tranqué, Niall siempre obtenía lo que quería, aunque la mayoría del tiempo ganaba yo, esta vez le tocó ganar a él.


– ¿Qué fue eso? –Preguntó Zayn mirándome, yo tan solo torcí los ojos y pude ver que ya casi llegaba a mi casa, me despedí de la mano con Zayn y me bajé no sin antes haber pagado, toqué la puerta de la casa pero pude notar que no andaba mi madre en ella, era algo raro, de paso no cargaba las llaves encima y no tenía como entrar, agarré mi celular, algo que nunca podría dejar y nada más y nada menos, lo tenía apagado.
¡Rayos! ¿Ahora qué haré?, me alborotaba los cabellos, estaba desesperada, unas manos misteriosas me rodearon la cintura por detrás, pegué un brinco del susto, era Liam, tenía tiempo sin verlo, estaba hermoso, de impulso lo abracé.

– Te venía a visitar pero ya veo que no estabas –su voz sonaba dulce y tranquila, al parecer ya no andaba tan molesto.
– Te quiero –seguí rodando mis brazos en su cuello, unidos en un gran abrazo, un abrazo de mejores amigos.
– Yo igual y lo sabes –me separé para mirarlo– ¿y el bebé?
– Mejor –dije sonrojada– hoy tuve mi primera ecografía.
– ¡Qué bien! –Se entusiasmó– ¿por qué no pasamos?
– Mi madre no estás –la desesperación por entrar había vuelto.
– No cargas tus llaves –asintió negativamente con la cabeza en forma de reclamo.
– No digas nada tonto –traté de hacer puchero y él solo se rió de mí.
– Hagamos algo mientras llega tu madre ¿sí? –Quiso de calmarme.
– Está bien –acepté sin saber que era lo que quería hacer.


Me llevó al centro comercial, estaba repleto de personas, jamás lo había visto tan lleno. Nos dirigimos a la feria.

– ¿Qué quieres para comer? –Me compartió una sonrisa.
– Lo que tú quieras –Contesté.
– Entonces pediré un pulpo Semi cocido –él sabía que odiaba los pulpos e imaginármelo Semi cocido me daba más repugnancia aún, le pegué en el h obro, Liam soltó una carcajada– no vale unos pollos ¿están bien? –dijo entre risas.
– Como sea –acepté todavía con cara de asco imaginándome la escena del pulpo.
– Ya, quita esa cara –me apretó con sus brazos fuertemente.

Apenas y localizamos una mesa desocupada, caímos como abejas al panal.

– Espérame aquí, pediré los pollos –dijo eso y se paró en busca del refrigerio, me quedé pensando en diferentes.


– ¿Y eso qué no has ido al trabajo? –Pude escuchar a una chica que se sentaba tras mío.
– Lo menos que quiero es ver a Zayn –respondió la otea que al escuchar “Zayn” hizo que prestara atención a su conversación, al parecer no se habían dado cuenta de mi presencia, pero sentía que esa voz la conocía de algún lado.
– Tarde o temprano volverás a verlo –seguí escuchando.


– ¡Sale pollo frito! –Llegó Liam eufórico.
– Shh –respondí al instante lo que al parecer llamó la atención de las chicas porque se habían callado completamente– ¿por qué lo hiciste? –Dije entre labios.
– Disculpa –hizo lo mismo.

Algo molesta abrí la Ketchup y se la eché al pollo, sentí que las chicas que hablaban anteriormente se habían parado, traté de ver quiénes eran por encima del hombro y me sorprendí al ver que era Isabella con una compañera, y más me extraño el no haber reconocido su voz. Pero ¿por qué ella no quería ver a Zayn, la verdad me extrañaba.

– Ya veo por qué te prensaste –ironizó mi amigo.
– Estaba escuchando algo –repliqué.
– Te apuesto que tenía que ver con Zayn ¿o me equivoco? –Le saqué la lengua y soltó una risa– creo que no me equivoqué –mordisqueó un poco de la comida, hablamos durante todo el aperitivo, tenía tiempo que no compartía con él de esa forma, comenzó a moverse la mesa, era una llamada que le llegaba.