Hippie in troubles. {Nick&tú. [Terminada]

Hooola chicas!, sjahs tenía escrita una respuesta individual para toditas y se me borró cuando le di enviar. Es el mundo contra mi(?). PERO les quiero agradecer a todaas, son un amours de lectoras, en serio, que genial que les guste la novela y que.... Lo demuestren. Okno. Pero en serio, muchisimas gracias por ser tan buenas lectoras :D!
Subiré cap en unos 20-30 minutos, en lo que termine de escribir lo subo. Otraa vez graacias y nada, amours para todas<3.

Pd: Lu! sé que me pediste el link de la otra novelita pero no me deja ponerlo en el mensaje, lo intentaré en el otro n_n!

Aquí mi otra novelita .https://onlywn.activoforo.com/t16126-numero-de-destruccionnicholastu#1063930

Capitulo veintiuno.

______. salió del instituto de Arte a paso lento, sin apuros. Llevaba toda la semana intentando llegar lo más tarde posible a la casa, pero aquel le día se le hacia casi imposible. Las clases, por motivos de "Eficiencia" terminaron más temprano de lo usual, debido a que tanto ella como el resto de su clase habían terminado con las asignaciones del día a tiempo. Así que allí estaba, a las tres de la tarde en vez de la cinco saliendo del instituto.
Varios de los compañeros de clase se ofrecieron a llevarla, pero _______. se negó. No quiso mentirles al respecto así que les dijo la verdad: No tenía ganas de llegar a la casa. Le hubiese gustado decir "mi casa" pero no lo era. Su casa estaba en California, a miles de kilómetros de distancia.
Se apartó el cabello rosa de la cara y apretó los dedos sobre las tiras del bolso que llevaba en la espalda. Cruzó por la calle a la derecha y siguió de largo. Se había comprado un pequeño mapa de aquella parte de la ciudad y se aprendió todas las maneras diferentes de llegar hasta la casa. Esa era una de sus vías favoritas, la había descubierto el martes, el segundo día que se esforzaba por llegar tarde y le encantó.
Era una calle llena de tiendas pequeñas, independientes, y siempre estaba rodeada de música y olor a café. Le recordaba a los bulevares que cerca de su casa en California, y eso, de alguna manera, la hacia sentir mejor.

______. se detuvo en una pequeña cafetería de color verde brillante y le sonrió a Christina. Era una de las que estudiaba fotografía con ella, y recién descubrió que trabajaba allí. Chris la saludo con la mano y esperó hasta que se acercara a la barra.

- ¿Qué haces por aquí? Pensé que ya estarías en tu casa. -Le comentó la pelinegra, sirviendo una taza de café a un cliente- Son 2,35 señor. -Tomó el dinero y se giró hacia ______.- ¿Quieres algo?
- Un frapuchinno helado, de chocolate por favor. -Se descolgó el bolso del hombro y sacó su billitera- Gracias. -Dijo, extendiéndole el dinero. Tomó un trago del café frío y sonrió- Estoy explorando ésta parte de Londres.

Christina asintió, dándole a entender que la había escuchado y siguió atendiendo al siguiente cliente. La fila no era muy larga y en menos de diez minutos la pelinegra estaba desocupada nuevamente.

- ¿Ya te vas? -Chris alzó la cabeza sobre la barra, mirándola.
- Sí, veré algo más de las tiendas. -Alzó la taza de café sobre su cabello rosa en forma de despedida y salió de la tienda.

El clima afuera seguía siendo el típico clima londinense. Frío y con nubes que amenazaban con dejar caer la lluvia en cualquier segundo. ______. se dejó llevar por el ritmo de la música al tiempo que caminaba a paso lento, disfrutando de su repentina soledad.
Desde la pelea que tuvieron Nicholas y ella el último fin de semana lo había estado evitando por completo. Nicholas empezó a llegar más temprano para intentar hablar con ella, o se quedaba más tiempo en la mañana, esperando a que _______. bajara las escaleras. Pero la pelirosa seguía evitándolo.
Algunas personas cuando están heridas se vengan, otras gritan hasta más no poder y lo dejan pasar. Cada persona tiene su manera de enfrentar las heridas; y esa era la suya: Evitarlas. ______. no era de las que se vengaba, nunca en su vida lo había hecho y quería seguir así. Tampoco podía pasar todo el día llorando, pues terminaba por sentirse inútil e indefensa. Su manera de enfrentar a las heridas era así, evitándolas poco a poco hasta que desaparecieran por completo. No era la mejor manera, pero era algo.
Tiró el envase vacío del Frapuchinno a la basura y volvió a tomar con fuerzas las tiras de su bolso. Logró ver la hora en uno de los relojes de la calle y le indicó que apenas eran las cuatro.
Necesitaba perder más tiempo, al menos lograr llegar a las cinco. Se detuvo nuevamente en uno de los locales y esta vez compró un muffin de arándanos, se sentó en una de las mesitas exteriores y se lo comió como sí fuera el último pedazo de comida que probaría nunca.
Cuando terminó volvió a ponerse en marcha y tuvo que doblar a la izquierda, dejando su calle favorita atrás e internándose nuevamente en las ruidosas avenidas de Londres, sin más que edificios empresariales y tiendas famosas.


_______. sintió el deseo de tomar el autobús de regreso. No era que estaba cansada de caminar; sino que nunca se había subido a uno, al menos no en esa parte del mundo. Buscó la parada más cercana y se plantó allí como un árbol. La parada estaba sola, al parecer la gente tenía auto, caminaba o pagaba por un taxi.
El próximo autobús que se dirigía a la parte norte de la ciudad llegaría, según el horario, en veinte minutos. Era el tiempo que necesitaba perder.
Sintió una gota de agua caerle en la frente y levantó la vista, rogando no ver el principio de una lluvia. Pero ese día la suerte no estaba de su lado, y pronto las nubes descargaron toda el agua sobre la ciudad. En menos de tres minutos el cabello rosa de _______. escurría gotas de agua por las puntas, y su ropa estaba igual de empapada. Estuvo a punto de correr a refugiarse en alguna tienda cuando pensó en su cámara, pero recordó haberla metido en el estuche anti-agua. "Al menos algo está seco" pensó.
La gente a su alrededor corría a refugiarse en algún lado, o subía a sus autos como sí el agua fuera ácido mortal. Todos menos ella. Se rehusaba a moverse, de todas maneras ya estaba calada hasta los huesos y solo tendría que esperar unos minutos para que el autobús llegara.
Pero lo que se estacionó en la parada frente a ella no era ningún bus ni mucho menos.

El auto de Nicholas, aún con el motor en marcha se detuvo frente a la parada. ______. quiso creer que solo era otro auto parecido, pero en el momento en que la ventanilla se bajó y dejó ver el rostro de Nick no le quedó ninguna duda.

- ¿Qué haces ahí bajo la lluvia? -Gritó, haciéndose oír sobre el repicar de las gotas.- Súbete, ______., vamos.
- No, gracias. -Se aferró a las tiras de su bolso y negó con la cabeza- Esperaré a que llegue el bus.
- No seas ridícula, súbete, voy camino a la casa.

Nicholas se inclinó para abrir la puerta desde adentro del auto pero _____. se puso en marcha, retomando su caminar de un momento a otro. Nick soltó un bufido y pisó suavemente el acelerador, moviendo el auto a la par con los pasos de la pelirosa.

- Vamos, súbete. Te estás mojando sin razón... -Dio un rápido vistazo a la calle y volvió su vista hacia ella- ¡______.!

______. se detuvo y clavó su mirada en el pelinegro.

- Prefiero caminar. -Dijo con el tono más calmado que pudo y siguió caminando- Vete, llegaré yo sola a la casa.
- Por el amor de Dios...

Nicholas aparcó el auto y se bajó, corriendo para alcanzarla. Sabía que ella podía ser bastante terca, tanto o más que él. Pero mojarse hasta el alma bajo la lluvia cuando él le estaba ofreciendo un lugar en su auto rayaba en lo absurdo. Pronto sus rulos perfectamente peinados se encontraban pegados a su frente, escurriendo chorros de agua, y su caro traje se había mojado hasta el último tejido.
Estiró el brazo, tomándola de la mano y la hizo girarse. ______. abrió los ojos como platos a ver lo empapado que estaba y soltó una risa.
El pelinegro no se esperaba aquello, en absoluto. Se había esperado que gritara y le pidiera que la soltara, como siempre, pero en vez había reído.

- ¿Qué es tan gracioso? -Preguntó, echándose los cabellos mojados hacia atrás.

______. Se tapó la boca con las manos y esperó a que su risa se calmara para poder hablar.

- Pareces un pollo desnutrido así, mojado. -Soltó la pelirosa, controlando su risa.
- Y tu pareces una barbie abandonada así, mojada. -Le dijo él, curvando una sonrisa.

Por un segundo ambos se quedaron completamente callados, pero el silencio fue sustituido por una risa ruidosa de parte de ambos. ______. pensó que nunca lo había visto reírse así, a carcajadas, y que era una de las risas más contagiosas que había escuchado en su corta vida. Continuaron así por un par de minutos hasta que Nicholas se calló de golpe y ladeó la cabeza.

- Sube al auto conmigo, por favor. -Le pidió, señalando el auto a sus espaldas- ______., ¿Qué te hice para que ni siquiera te quieras subir al auto conmigo?

______. se mordisqueó el labio inferior; no quería contestarle.

- No es nada, solo quiero caminar. ¿Sí? -Dijo, haciendo su mejor esfuerzo para no tartamudear- Solo me quedan un par de cuadras y... ¡Nicholas bájame!

Nicholas la alzó en sus brazos, despegandola del suelo y la aferró a su pecho, asegurándose de que no se cayera mientras caminaba. Se giró en seco y volvió de regreso al auto. La gente probablemente hubiera pensando que la estaba raptando por los gritos que ______. daba, pero la calle estaba casi completamente vacía.
Abrió la puerta del auto y la introdujo en el asiento del copiloto antes de rodearlo nuevamente y subirse al volante.

- ¿Que...? ¡ DÉJAME SALIR! -Era la primera vez que ______. gritaba tan fuerte- ¡Me voy a tirar del auto, Nicholas, me voy a tirar!

Nick detuvo el auto de un tirón, haciendo que ella se precipitara hacia adelante unos centímetros y volviera a caer en el asiento.

- No vas a saltar de ningún lado. -Retiró la manos del volante y la miró, penetrando hasta su alma- Vamos a hablar de lo que sea que está pasando entre nosotros, ¿Me entiendes?. Ahora cálmate, por Dios, o te juro que te arranco los labios de un beso si sigues gritando así.

Es posible que siempre quiera mas? Me escape para leer el cap mas o menos! En argentina son la 3:05 de la madrugada y mañana me tengo que levantar a las 9:00 ! Pero la curiosidad mato al gato y quería saber como seguía la nove!.
Espero significa que soy un gato!Awww amo los animales así que por ende me amo a mi!!! ajjaja bueno, la falta de sueño me hace mas loquita de lo que estoy!Espero que la sigas pronto y que Nick le aclare todo a la rayis!
Si puedes pásate por mis noves, que yo ahora me paso por la tuya

Chicas subiré capitulo en unos minitos, como siempre me tardaré unos 30 minutos y luego subo. Paciencia conmigo(?). Las quiero<3.
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Wow Lu, era super tarde en Argentina o.o, sjhjs no sabes lo genial que me siento porque te pusiste a leer la novela a esa hora sjahjs. JAJAJA la falta de sueño te tiene mal, eh?xd. Muchas gracias Lu<3. Claro ya me paso por tus novelas :D
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Añuñuñu Qué genial que te guste tanto la novela, Kim, really, eres un amours<3. Graaacias gracias, dentro de unos minutitos subo cap n_n.
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Yo hoy me desperté super tarde o.o, ansajhs. Muchiisimas gracias Fran, que bueno que te guste tanto la novela<3.
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Capitulo veintidós.

Comparado a las calles donde caía la fría lluvia el apartamento de Nicholas parecía el cielo. Un cálido y cómodo cielo. Todo el camino hasta el edificio Nick estuvo intentando sacarle alguna palabra a la pelirosa, pero ella se negó a hablar. En realidad, podía haber hablado con él, pero no sabía que decir, ni como empezar. Así que al quinto intento de Nicholas por hacerla hablar le dijo que lo haría después que se encontrara seca y respuesta.
Y ahora que recién estaba saliendo de una de las duchas más reconfortantes que había tenido, aún no sabía que rayos le diría a Nick. No era buena dando discursos, y no estaba acostumbrada a hablar con casi nadie de sus problemas.

_______. Se colocó un pijama de Nick, el cual le quedaba gigante y se amarró la camisa sobre su ombligo, dejando que la piedra brillante color verde de su pircing saliera a la vista. Se dejó el cabello rosa suelto y se miró al espejo unos segundos, vacilante. Tenía que salir de la ducha y enfrentar a Nicholas de una vez por todas, eso lo sabía; lo que no sabía era como rayos lo iba haría.
Meneó la cabeza, despejando sus pensamientos que eran como un remolino en ese preciso momento y salió por fin del baño.
En la habitación no estaba nadie, era obvio que él se encontraba en la sala o en la cocina. ______. cerró la puerta del baño con cuidado y dio unos pasos por el cuarto antes de salir, fijándose en algo en lo que no se fijó cuando entró por primera vez. El atrapasueño seguía sobre la almohada de Nick.
Sonrió para ella misma y soltó una pequeña risita. Quizás él no lo demostrara tanto como ella, pero en el interior también era un romántico perdido.

Salió de la habitación para encontrarse con todo el resto del apartamento en total oscuridad. Por un segundo pensó que la luz se había cortado, pero enseguida tachó la idea cuando vio que en la habitación aún había electricidad.

- ¿Nicholas? -Alzó la voz, tanteando las paredes del pasillo mientras avanzaba torpemente- ¿Nick, donde estás? ¿Hay algo mal con tu luz? Porque en tu cuarto sí hay pero aquí...

Unas luces verdes y azules invadieron sus ojos de repente, cegándola por un par de segundos. Esperó a que sus ojos se acostumbraran a la poca luz de la sala y pronto pudo ver lo que había frente a ella.
No sabía como, pero Nicholas había logrado armar el mismo escenario que ella había puesto el día de la discusión. Era exactamente el mismo.
______. se quedó tiesa, sin saber muy bien que hacer, o que decir. Eso la tomó completamente por sorpresa, y valla que era difícil sorprenderla; por lo general era ella la que sorprendía a los demás.
Nick se encontraba sentado en el sofá de cuero y se levantó cuando se percató de que ______. ya había salido del baño. Se acercó con paso tranquilo hasta que llegó hasta ella y extendió una mano, atraiéndola hacía él.

- ¿Tu hiciste todo ésto? -Preguntó la pelirosa, caminando con cuidado de no pisar la mini alfombra verde.
- Algo así. Solo volví a colocar todo en su lugar mientras tu estabas en el baño. -Mostró una de sus sonrisas de medio lado y la guió hasta el medio de la sala- Estuvo exactamente así toda la semana desde el día en que tu armaste todo ésto. Solo lo quité para que no lo vieras hasta ahora.

Los ojos de ______. absorbían toda la imagen de la sala decorada así. De lo guapo que se veía Nick debajo del color de las luces verdes y azules. Alzó la cabeza y se le quedó mirando por un par de minutos sin decir nada. Intentaba organizar sus pensamientos para saber como rayos le haría entender lo molestaba que estaba con él. Se quedaron así un rato; mirándose el uno al otro en el medio de la sala sin decir absolutamente nada hasta que ______. se sentó de un movimiento, colocándose en forma de loto sobre la alfombra.

- Siéntate. -Dijo, señalando el espacio junto a ella.

Nick asintió con la cabeza y se sentó junto a ella sin interrumpirla. No entendía porque tenía que estar así, pero si eso iba a hacer que hablara no diría nada.
______. lo miró entre la oscuridad y las pocas luces y soltó un suspiro.

- Yo no sirvo para ésto, Nicholas. No doy buenos discursos, ni sé como enfrentarme a mis problemas. ¿Por qué crees que soy tan tranquila? Al menos en ésto. Yo no... -Cambió de posición y acercó sus rodillas al pecho- No sirvo para ésto. Y por eso es que trato de.... Hum, de evitarte. -Las palabras salían de su boca como balas impulsadas, tan rápido que era difícil seguirle el ritmo- Antes de que pasara lo que pasó, te intenté llamar millones de veces, Nick. Hasta tu mamá lo hizo, pero no respondías. Incluso fui al tu trabajo, a la empresa, a tratar de verte pero nada, cero. Desapareciste por días. ¡Yo no soy celosa! no es por eso que lo digo es que... -Se mordisqueó el labio, intentando buscar las palabras correctas- Somos como el gato y el ratón. No sé cual es cual, solo sé que el gato está acostumbrado a perseguir al ratón, y el ratón a ser perseguido. Y cuando uno de los dos deja de hacerlo, pierden eso que los conecta. ¿Me explico? -Movió su cabellera rosada y hundió su rostro entre las rodillas- Me hacias falta, eso trataba de decirte. Y armé todo ésto el otro día para sorprendente pero... Pero luego te vi con esa rubia soy-perfecta-como-una-barbie y sentí... Sentí que no cuadraba ahí.

______. quería fundirse con el suelo en el momento en que terminó de decir todo. Por un lado se sentía como si un gran peso hubiese sido levantando de sus hombros, y por el otro la vergüenza de haberlo sacado de su pecho la comía por dentro. Por si fuera poco un silencio invadió la sala después de eso. ______. no quiso levantar la cabeza, temía encontrarse con el rostro enfadado de Nicholas. Pero no fue así.
Sintió la mano de él apoderarse de su mentón y levantar su cabeza de entre las rodillas. El rostro de Nick no expresaba enfado, por el contrario; una sonrisa divina cursaba su rostro.

- ¿Es por eso que estás así? -Preguntó, mirándola directo a los ojos. La pelirosa asintió y de los labios de Nicholas salió una risa fresca como la brisa- No puedo creer que todo ésto halla sido por nada. -Acarició el mentón de ella unos segundos y habló- Mi celular tiene un virus desde unos días antes de que tus padres se fueran. Pensé que te lo había dicho; no podía hacer nada con él. Me hubiese comprado uno, en realidad, pero allí es donde tengo varias copias de los contratos de la empresa y no lo puedo botar sin antes recuperar esa información. Y con respecto a tu visita a la oficina, nadie me avisó nada, y me sorprende que no me dijeras nada, somos estrictos con la seguridad, y sí querías ir solo tenías que pedirme un pase, y si no me encontrabas, como dices, se lo podías haber pedido a mi madre. Hey, mírame, por favor. -Volvió a subir su mirada con su mano y le dedicó una rápida sonrisa- Esa "rubia" de la que hablas, sí no hubieras salido corriendo como una furia aquel día te podría haber dicho allí mismo quien era. Se llama Nadia, y es la prometida de uno de mis socios. Conozco a ambos desde pequeños y ella solo subió conmigo al apartamento ese día porque necesitaba unos documentos de mi parte, y sí me hubieras dejado hablar, siquiera, te hubieras dado cuenta de que Jack, el prometido de Nadie, estaba esperándola abajo, en su auto. -Hizo una rápida pausa y acercó su rostro al de ella- Ahora, ______. , a la mierda con eso de que no cuadras. Eres parte de mi vida, hippie.

______. pestañeó un par de veces, absorbiendo con cada célula de su cuerpo toda la información que Nicholas acababa de darle y estiró los brazos, saltando sobre él y apretándolo en un espontáneo abrazo.
La sensación de que el alma le volvía al cuerpo era algo raro, extraño... Pero se sentía bien. Lo rodeó con los brazos por el cuello y se hundió en el ancho pecho del pelinegro, apretando su mejilla contra él.

- ¡Eres un tonto, un tonto, tonto, tonto! -Le soltó sin dejar de abrazarlo. Levantó su rostro juntó su nariz con la de él- Lo siento. Soy terca, lo sé, pero tu.... ¡Tú tienes que aprender a tratar con ésta hippie!

Nicholas soltó una carcajada con ese tono ronco típico de él y atrapó el rostro de _______. entre sus grandes manos, clavando sus ojos café directamente en los de ella.

- Ambos aprenderemos. Ya verás.

Y dicho eso atrapó los labios de ella entre los suyos, robandole el aliento de un tirón. Nicholas hundió sus labios entre los de ella, dejando que dulce sabor de su boca llenara la suya. Había algo, algo cuando ellos dos estaban juntos que era indescriptible. Como sí una pequeña burbuja los encerrara, dejandoles saber que pensaban, que sentían.
______. Sintió como Nicholas la tomaba de las caderas y la levantaba del suelo, llevándola cargada hasta su habitación. Separó sus labios de los de él, rompiendo el beso por un par de segundos y apoyó la frente en sus hombros, sonriendo.

- ¿Qué haces? -Preguntó, jugueteando con su cabello.

Pronto sintió el colchón hundirse bajo su espalda y se acomodó sobre el mismo. Nicholas sonrió y se acercó nuevamente a ella. Primero besó sus parpados, su frente, su nariz y se detuvo, dejando sus labios a penas a centímetros de los suyos.

- Haremos el amor ésta vez sobre un lugar que no se rompa, ______.

Volvió a besarla, está vez con más calma, más ternura. _______. respondió el beso y se dejó llevar nuevamente a ese único lugar donde solo existían ella y Nicholas.

Hola! nueva y super fiel lectora jojo aunque voy apenas en la pàgina 3 :cyclops: querìa comentar la verdad està muy buena la nove! escribes muy bien y bueno espero ponerme al dìa con los caps pronto xo xo saludos y siguela esta muy linda :)...besos y abrazos.

Pasen por mi nove https://onlywn.activoforo.com/t8079p135-calido-invierno-en-tu-corazon-nick-j-y-tu

Morí, morí, morí, morí , morí!(me costo poner os acentos) Dios, Nicholas es una ternura, creo que desde que empezó la nove quise comerme a Nick a besos1
Y tambien, cada vez me identifico mas con la rayis! Es como Rayis=Hippie=Yo!
ajjajaja Amo la novela y espero que la sigas muy pronto!Besos

Hoola chicas, nia reportandose :D!. Dentro de unos minutos me pongo a escribir y les subo cap n_n!
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Oh por Dios Fran, muchísimas gracias, en serio<3. No sabes lo que significa que te guste tanto la novela. jahsj, muchas muchas gracias.
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Hey Shantirosse (Te digo así porque no sé cual es tu nombrexd) ¡Bienvenida! y que bueno que te gustó, sjhj, yo soy nia y puesh nada, muchas gracias<3.
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Hey Lu! ajhsj, ah los acentosxd. ¿En serio? añuñuñu, graacias<3. Qué genial que te gustó *w*.
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JAJAJAJA Mira a la Patu, dudando de la "Inocencia" de Nicholas. sajhs, seamos honestas, en algunas cosas no es taaan inocente. Okno. Muuchas gracias Patu, eres un amours<3 y no te preocupes!

Capitulo Veintitrés.

El cabello rosa le caía alborotado por la espalda, cubriendo parte de su camisa blanca. Estaba sentada frente al ventanal piso-techo de la sala, absorta por la vista que tenía el apartamento. Afuera hacía uno de esos días dignos de marcar en el calendario con una cara feliz al lado. El sol brillaba en lo alto, el cielo tan azul como su anterior tinte de cabello no presentaba ni una nube.
Se había levantando temprano en la mañana y Nicholas se ofreció a llevarla al instituto; por más que quiso saltarse las clases sabía que no podía, así fue de todas maneras y ya, horas después, se encontraba de regreso en el apartamento de Nick.
Él por otro lado, después de haberla traído de regreso se fue a la oficina, diciendo que estaría de vuelta en menos de veinte minutos, y entonces podrían salir.

_______. Estaba a punto de ponerse a rodar por el suelo del aburrimiento que cargaba encima. Ya estaba cansada de tomar fotos, pues había fotografiado casi cada rincón del apartamento. Había borrando algunas fotos que no servían de nada, pero la mayoría seguían en la memoria de la cámara.
Ya habían pasado más de treinta minutos y no había señal de la cabellera negra de Nicholas. No se preocupaba, era normal que estuviera retrasado. Sin embargo, encontraba infinitamente aburrido el lugar sin él.

La pelirosa se levantó de un salto ágil al escuchar el teléfono fijo repicar y se encaminó hacia la cocina para atenderlo. Lo descolgó y se lo llevó a la oreja.

- ¿Aló? -Nadie le respondió al otro lado. Miró el teléfono, asegurándose de que servía y volvió a preguntar- ¿Hola, quien habla?

Y de nuevo reinó el silencio. _____ frunció el ceño y colgó. Quizás habían esperado escuchar la voz masculina de Nicholas y no hablaron al escuchar la de ella.
Se encogió de hombros, y dio un paso de regreso a la sala cuando el teléfono repico nuevamente.

- Ah, vamos... -Murmuró, devolviendose para atender- ¿Diga?

No se escuchaba nada del otro lado de la linea. ______. preguntó otra vez pero nadie le respondió. Colgó con fastidio y ésta vez no se movió, esperando a que volviera a repicar. Pero no lo hizo, por el contrario, el teléfono se quedó completamente en silencio, mientras la puerta principal se abría.
De repente, sin saber porqué, la invadió un miedo irracional. Sus piernas se pusieron pesadas como plomo y su corazón empezó a latir a millón. Era como esa película de "La llamada perdida".
Estuvo a punto de gritar sin razón cuando la cara familiar de Nicholas apareció por el hueco de la puerta.

- Lamento la tardanza, la reunión se extendió más de lo debido... ¿______., qué te pasa?

Nicholas la tomó por los hombros y clavó su mirada en ella. Estaba pálida y fría. Se le quedo observando, en busca de alguna reacción cuando por fin ______. alzó la mirada y negó con la cabeza, rodeándolo con los brazos.

- Nada, solo tengo que dejar de ver películas malas de terror. -Aseguró, colocando su mejor sonrisa- Alguien llamó dos veces, pero no hablaron, y luego la puerta... -Soltó un bufido- Solo me asusté no es nada.
- Ah, eso. Algún idiota ha estado llamándome cuatro veces por día desde hace dos semanas. -Dijo, aflojándose la corbata- Siempre repica cuatro veces y si no atiendes, se cae la llamada. No te preocupes.

______. se sintió aliviada después de la explicación de Nick y asintió con la cabeza.

- ¿Ya podemos salir? -Preguntó, plantándose frente a él- No soy sirvo encerrada en espacios pequeños.
- Claro. Solo dame unos segundos para cambiarme y nos vamos. -Le dio un rápido beso en la frente y se perdió por el pasillo hasta la habitación.



En pocos minutos Nicholas ya se había cambiado y ahora lucía mucho más informal con un tejano oscuro y una camisa azul manga larga debajo. Aunque el tráfico estaba pesado, pues al parecer todo el mundo eligió salir a disfrutar del sol aquel día, llegaron en menos de una hora a un pequeño parque al otro lado de la ciudad.
Había gente de todo tipo ahí. Familias enteras jugando bajo el sol, personas solitarias que salieron a pasear a su perro en la tarde, parejas mayores que disfrutaban de la tranquilidad del parque.
El parque constaba, además de todas las áreas verdes y pequeños senderos decorados, de un lago artificial en el medio en el alrededor del cual se situaban las tiendas de comida y unas lindas mini-cabañas individuales.

- ¿Qué te parece? -Preguntó Nicholas, caminando junto con ella por uno de los senderos paralelos al lago.

______. Llevaba la cámara colgada al cuello y los ojos le brillaban. Era como ver una de esas postales con paisajes perfectos y alegres. Era contagioso ver a la gente así de feliz. Ladeó la cabeza para mirarlo y le sonrió, dejando saber que estaba más que contenta allí.

- Es como... Como un pequeño mundo paralelo. -Aseguró, guiándose por el sendero- No te ofendas, pero nunca esperé verte en uno de éstos lugares. Tu eres más de, hum, oficinas y edificios.

Nicholas soltó una risa ronca y negó con la cabeza sin detener el paso.

- Descubrí éste lugar un día en que quise salir del apartamento. Fue pura casualidad, el restaurante al que iba estaba cerrado ese día y terminé aquí. -Se encogió de hombros y alzó la vista. Él estaba allí, pero su mente parecía más lejana, en algún lugar más profundo- Vengo aquí de ves en cuando, me relaja bastante. Y pensé que te gustaría. -Agregó, volviendo en sí.
- Pues me encanta. Tiene una energía limpia, sana. Como California. -______. sonrió al recordar su hogar, el lugar que tan bien conocía.

Llegaron al final del sendero el cual daba a un espacio completamente verde y más allá del mismo, el lago. Bajaron del sendero y decidieron sentarse bajo uno de los múltiples árboles del lugar. Estaban lo suficientemente lejos del lago para no mojarse, pero cerca para poder verlo al mismo tiempo.

- Me gustaría visitar California algún día. -Murmuró el pelinegro, rodeándola por los hombros con un brazo.
- ¿Nunca has ido? -Su voz sonó incrédula, causando que Nicholas sonriera de medio lado.
- Cariño, nunca he salido de Londres.

_______. Alzó la vista, sin poder creerlo. Siempre, por alguna razón, imaginó que Nicholas había viajado. Que conocía montones de países llenos de cultura, que era un hombre que ya había visitado la mitad de países que ella soñaba con conocer alguna vez. Pero se equivocó.
Ella era un alma libre y uno de sus sueños era conocer todos los países que pudiera antes de abandonar el mundo. Había tanto por ver allá afuera. Quería conocer Egipto, Francia, Australia, Grecia, Brasil, China... Tantos lugares a donde ir. Tanta cultura que absorber.
Sintió que un escalofrío le recorrió el cuerpo ante la idea de siquiera visitar uno de esos países. Ladeó la cabeza, moviendo su cabellera rosa y miró de frente el rostro de Nick.

- Un día viajaremos, Nicholas. -Le aseguró con toda la certeza de su pequeño cuerpo- Conoceremos gente nueva, culturas... ¡Iremos a las pirámides y tomaremos café en París!
- _____. Yo estoy bien así, linda. -Sus ojos se apagaron, carecían del brillo que embargaba los de ella- Soy... Soy un hombre que no le gusta lo desconocido.

______. Negó con la cabeza tan fuertemente que el cuello le dolió. Se acomodó y se puso sobre sus dos rodillas, quedando por sobre el rostro de Nick apenas unos centímetros. Los ojos le brillaban, y su rostro parecía crispado de la emoción. Cuando ella, con sus ideas extravagantes, con sus visión única de la vida, hacía una promesa, la cumplía.

- ¡Lo desconocido solo es un pedazo de polvo esperando a ser soplado, Nick! -Su voz dejaba ver la emoción dentro de ella- Un día, quizás cuando estemos viejos, quizás más temprano, no lo sé. Pero un día viajaremos. Recorreremos el mundo. Todo. Un día vamos a estar en las playas de Grecia y al siguiente estaremos en las ancestrales calles de China. Iremos al río Nilo, al Amazonas, bailaremos samba en Brasil. Tocaremos un canguro en Australia, subiremos la torre Eiffel y conoceremos la cultura de los Mayas. -Tomó aire, exhausta y acercó su rostro al de él- Nicholas Jonas, así tenga que arrastrarte conmigo, no dejaré que mueras sin conocer algo más que ésta parte del mundo.


Nicholas no dijo nada, se limitó a rodearla con los brazos y apretarla contra él por unos segundos. Él jamás soñó con recorrer el mundo. No era algo que se muriera por hacer ni mucho menos. Le gustaba la tranquilidad y sabía el lío que armaba la gente para viajar. No era lo suyo. Pero la manera en que aquella pelirosa había hablado, la manera en que cada célula de su cuerpo vibraba al hablar de todos esos países, lo hizo reconsiderar las cosas.
La soltó y sin decir nada recostó su cabeza en las piernas de ella y clavó la mirada en el cielo.

Quizás, algún día recorrería el mundo a su lado.