Los Principes Existen (Niall Horan, Harry Styles y tu)

-No te puedo llevar sin antes decirte lo importante que eres para mí – mordí mi labio en espera que hablara – veras… - mi celular comenzó a sonar, hice una cara de disculpas contestando.

-Ya es demasiado tarde y tu sigues en la calle… - los gritos de mi mamá me ponían mal – quiero que regreses ahora mismo… - Harry me quito el celular poniéndolo en su oreja. Se mantenía atento a lo que decía mi mamá.

-Claro… - respondía repetitivamente.



Malditos rayos de luz, odiaba el hecho que amaneciera tan pronto, tenia la necesidad de dormir y quedarme así por un buen rato, odiaba estar despierta y que mi cabeza comenzara a hacerse preguntas, querer buscar respuestas a mis dudas. Pasos fuera de la puerta de mi habitación se escuchaban muy despacio, cerré los ojos de nuevo para parecer dormida.

-MUJER YA DESPIERTA… - los gritos ensordecedores de Gio impidieron que siguiera fingiendo estar dormida.

-¿Qué haces aquí? –Farfulle frotándome los ojos con las manos –es tan temprano que…

-Anoche hice el amor con Niall – me levante de golpe de la cama, me quede muda mirándola, aun mi cabeza estaba procesando la información que Gio me había dado.

-¿Qué hiciste que? – mi voz sonó desgarradora, incluso a mi me espanto el haberme escuchado hablar tan autoritariamente, el semblante de mi amiga cambio a uno de sorpresa haciéndome sentir aun mas culpable por todo.

-Tranquila, es algo que debía pasar en cualquier momento… - pero ella no sabia la gravedad de la situación.

-Pero tu no sabes si él se acuesta con otras – conmigo – no sabes si solo te utilizo y ya dejara de hablarte – y correrá a mis brazos – no debiste haberlo hecho en tan poco tiempo, Gio, lo acabas de conocer… - así como yo cuando me acosté por primera vez con él.

-Esta equivocada, se porto de lo más lindo… - no tenia que decírmelo, eso yo ya lo sabia – incluso hoy me envió un mensaje – me dio su celular poniendo el mensaje en la pantalla:

“Amor mio, lo que paso anoche demuestra lo mucho que te amo, creo que ya no tendrás dudas de lo que siento por ti, te quiero con el alma y estas palabras jamás las he dicho a alguien, solo tu estas en mis pensamientos, solo tu eres la única que hace mi cuerpo vibrar y la única en que he puesto mi confianza – Niall”

Por supuesto, todo ese mensaje de texto era una farsa, mentiras que Niall había dicho sin ningún arrepentimiento, pero ¿Por qué le mentía? Por Dios, esto debía llegar a su fin, sentía celos de mi amiga, ella tenia ahora a un hombre que estaba a su lado y mentía solo para que ella no se apartara de su lugar, ¿acaso me había enamorado en secreto de Niall Horan?



Comienzo de semana, el lunes siempre era aburrido, había pasado un no agradable fin de semana, gracias a Niall, Gio y Harry, pero lo peor se venia, pude escuchar como los gritos de Zayn me perseguían, corrí hacia la parte del instituto donde utilizaba para esconderme, mire hacia atrás pero algo delante de mi me hizo tropezar, seguido de un fuerte quejido.

-¿Podrías fijarte por donde corres? – me levante sacudiendo el pasto de mi uniforme. – Eres una descuidada… - me gire a verlo, era ese chico, Liam.

-¿te quebré una costilla? – dije sarcástica.

-No, pero pudiste hacerlo… - frunció el ceño mirándome, le hice una mueca.

-Lo siento, delicado – le lance algo del pasto que se había quedado en mi ropa.

-No porque te allá ayudado el día del baile ya significa que seamos amigos – fruncí el ceño.

-No me interesa ser tu amiga – comencé a caminar cuidadosa de no encontrarme con Zayn.

-Mal agradecida…

-Lo que digas… - murmure saliendo de entre los arbustos, eche un vistazo hacia atrás sin dejar de caminar mirando como se recostaba de nuevo en el pasto cerrando los ojos, me tropecé de nuevo con un fuerte cuerpo.

-A ti te estaba buscando – resople sin prestarle atención a lo que me decía.

-Niall tan solo déjame, ocupo ir a clases…

-Silencio – trate de protestar pero me contuve. – Hoy mis padres saldrán, supongo que seria buena idea que tú y yo… - sonrió tan malditamente.

-No – sonreí hablando - ¿Por qué mejor no se lo pides a Gio? O ¿es que tu cabeza ya no da para más mentiras? – abrió los ojos con asombro pero en un dos por tres volvió a su cara neutral.

-No sabia que se contaban todo – arquee una ceja notando su sarcasmo.

-Nos contamos todo…

-No todo, porque lo nuestro aun sigue en secreto… - fruncí el ceño mientras él sonreía victorioso.

-¿Este estúpido te esta molestando? – sentí el brazo posesivo de Harry en mis hombros.

-Solo tengo una charla con ella, no la molesto… - asentí mirando a Harry quien tenia el ceño fruncido.

-Aun así ella no se ve muy feliz de estar charlando contigo

-Lo estará hoy en la noche – sonrió guiñándome un ojo…

Me pareció tan extraño que Harry no haya preguntado nada, ni siquiera que haya tomado el comentario de Niall como algo ofensivo hacia mi, solo caminaba a mi lado con el semblante sin ninguna expresión, no me miraba, no me dirigía la palabra en el camino, solo seguía con la mirada al frente. Me sentía mal por decir tantas mentiras que tal vez él se había dado cuenta de mi juego, tal vez esperaba que se lo contara, que confiara en él. Mire hacia el suelo mientras caminaba, sentí algo chocar con mi hombro, alce la vista observando el rostro desfigurado de Emma. Una enemiga más, pensé. ¿No le bastaba a la vida haberme mandado a Zayn como enemigo numero uno?

-Fíjate por…

-Emma – le interrumpió Harry poniendo un brazo entre ambas. – Ve a clases… - la chica rubia me miro con el ceño fruncido pero al ver a Harry sonrió tan angelicalmente que ni siquiera se parecía a la Emma que me había amenazado la noche del baile.

De nuevo seguimos por nuestro camino, no sabia porque seguía a Harry, solo que esa actitud sabia que me lo pedía, él quería que lo siguiera. Llegamos a la cafetería, se veía raro verla sin un alma recorriendo los pasillos, en silencio. Se dirigió hacia una mesa y miro detenidamente algo sobre mi cabeza, no quise girarme a ver.

-¿Por qué estamos aquí? – pregunte al fin, su mirada seguía distraída, no me miraba a los ojos.

-No lo se, yo vine a meditar un poco, me imagino que tu me has seguido porque tienes algo que decirme – sonrió posando la mirada sobre mi. Sabía a lo que se refería, ¿debía contarlo?

-Se lo que tienes que decirme, pero no lo diré, y no creeré lo que me digan hasta no escucharlo salir de tus labios – y esas palabras fueron las que me mataron, las que hicieron que las lagrimas brotaran de mis ojos, en unos segundos mis ojos estaban inundados y Harry me veía con la misma expresión. ¿Desde cuando se había vuelto tan frio al verme llorar? No es que quisiera que con llorar se solucionaran los problemas, pero era una forma de demostrar que las cosas me dolían. Hizo un movimiento de manos atrapando mis manos con sus largos dedos, comenzó a jugar con ellas moviendo delicadamente sus dedos, las yemas me rosaban con cuidado las pequeñas venas que brotaban en mi muñeca.

-¿Por qué estas tan tranquilo mientras yo estoy hecha un lio con todo esto? – proteste mirando como no cambiaba su expresión, estaba haciendo que me desesperara por dentro.

-Tu solo vez el exterior… - suspiro – pero jamás te has dado cuenta lo que en verdad hay en el interior… - en verdad no entendía lo que estaba diciendo – No entiendes el significado de lo que hay aquí… - señalo su corazón con su mano libre – no pudo creer que seas tan ciega para no notar donde hay amor verdadero, en cambio te conformas con… - se detuvo mirándome con dolor, el corazón se me hizo trisas al escucharle decir eso, él lo sabia, ya no había dudas.

-¿A que te refieres? – mi voz no salió como yo hubiese querido. ¿Acaso el sentía lo mismo por mi? Mi cabeza comenzó a formular demasiadas preguntas, pero no encontraba la respuesta, ¿a que se refería con amor verdadero?

-Hable con Zayn, incluso lo vi… - apreté la mano, lo había olvidado, Zayn contaría todo e incluso tenia una copia del video. Los ojos de Harry estaban sin vida ahora, apretó mi mano delicadamente. – debes decírselo a Giovanna, sino… - frunció el ceño dejando de mirarme.

-Sino ¿Qué? – quise saber.

-Me veré forzado a contárselo yo… - soltó mi mano, se levanto de la silla y camino decidido hacia afuera de la cafetería. Las lágrimas salieron de nuevo, un silencio profundo se mantenía en el lugar, solo mis sollozos y yo.



Corrí deprisa, quería tener una solución para lo que me estaba pasando, pero no quería contárselo a Gio. Lo único que quería era no haber conocido a Niall, no quería estarme sintiendo culpable por el hecho de haberme acostado con alguien a quien no amaba.

Era esto cierto, no amaba a Niall en el primer momento en que tuvieron relaciones, con el paso de las semanas, el cariño surgió, no lo pudo evitar, ella estaba enamorada de dos hombres. Dos hombres que eran totalmente diferentes, Harry, era un chico sencillo, romántico, amigable, era como un pequeño ángel bajado del cielo para ella, pero en cambio la adrenalina que le hacia sentir Niall, hacia que se olvidara de Harry mientras estaba con él, le llenaba estar cerca del rubio, quien a comparación de Harry, era un chico malo, coqueto y no le había prometido nada a cambio de su relación-amistad.

Paso su mano por encima de sus ojos, aparto las lágrimas de ellos pero unas nuevas se hacían paso para salir. Estaba hecha en mil pedazos, y sabia que no se iban a pegar los pedazos hasta no ser sincera con las personas que quería. Pero era demasiado egoísta para dejar la relación con Niall, era demasiada mala amiga como para decírselo a Gio, y era demasiado cobarde como para enfrentar a Harry diciéndole lo que sentía por él.

-ERES UNA ESTÚPIDA, ¿CÓMO PUDISTE HABERME HECHO ESO? – las lagrimas y palabras de Gio me tenían hecha pedazos.

-Gio, por favor…

-¿POR FAVOR? - rio sarcásticamente – eres una mala amiga, pensé que en realidad eras mi amiga pero y veo que no… - su mano se estampo contra mi rostro.

Las miradas de los demás estudiantes estaban sobre nosotras, puse mi mano sobre mi mejilla, sentía como me punzaba por el golpe. Giovanna iba a hacer un movimiento mas pero llego Niall sosteniéndola por los brazos, ella se movía deprisa y gritaba palabras que jamás pensé que su boca pudiera pronunciar.

-NIALL, SUELTAME… ESTUPIDO ASQUEROSO… - me miro con dudas. – TE IBAS A ACOSAR CON ESTA MIENTRAS QUE A MI ME JURABAS AMOR… - las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos, ¿Cómo podía ser tan cruel? ¿Cómo había podido lastimarla?

-Amor, tranquilízate, esto podemos hablarlo sin estar gritando…

-¿QUE? – Grito mas fuerte – ¿NO QUIERES QUE SE ENTEREN DE LO QUE ES TU “AMIGUITA”…? – se giro a verme logrando zafarse de los brazos de Niall – ERES UNA ZORRA… SI, SEÑORAS Y SEÑORES, __________ ES LA MEJOR AMIGA QUE PODRIAN TENER, SI SIGUES ASI, PODRIAS SER LA ZORRA ESTUPIDA MAS SOLICITADA DE AQUÍ… - mi mano se movió rápidamente cayendo en su mejilla, ella se quedo paralizada al verme hacer eso. Sabia muy bien que había hecho las cosas mal, pero no era para que me insultara.



-¿Cómo pudiste haberlo hecho? Jamás pensé que fueras de ese tipo de persona, creí que eras una chica diferente – la voz de Harry me ponía más mal de lo que estaba, sus palabras me ponían a llorar más de lo normal. – Creí que entre nosotros podría… - se detuvo apartándose de mi lado, comenzó a caminar sin siquiera mirar atrás.

Sentía las lagrimas quemar mis mejillas, no podía soportar tanto sufrimiento, pero una voz llamo mi atención, suspire y como si fuera por cosas del destino desperté, abrí los ojos y vi que me había quedado dormida toda la tarde, no recordaba el momento exacto pero así había pasado. Suspire de alivio al darme cuenta que solo había sido una pesadilla, una muy mala y cruel pesadilla. De nuevo escuche la voz.

-Hija, Niall esta aquí… - suspire levantándome de mi cama. Camine escaleras abajo, Niall estaba sentado mirando la pequeña mesa frente a él.

-Hola… - me saludo al darse cuenta que estaba ahí.

-Hola, ¿Qué quieres?

-Solo vine a invitarte un helado, o lo que quieras – fruncí el ceño mirándolo.

-No quiero…

-No podemos dejar de lado nuestra amistad… - se acercó a mi, di un paso atrás pero su brazo rodeo mi cintura haciéndome detener.

-Niall, no estamos solos – susurre ya sobre sus labios.

-Lo estamos… - me beso despacio – tu mamá salió, dijo que regresaría en unos momentos, pero olvido las llaves – señalo hacia la mesa donde antes él tenia su mirada – así que nos enteraremos cuando llegue…

-No, Niall… yo…- me beso mas haciéndome que me recostara en el sofá, su cuerpo comenzó a presionar el mio, sus manos se movían velozmente por mi cintura haciéndome erizar la piel.

-Solo déjate querer, quiero hacerte el amor de nuevo… - murmuro sobre mis labios, pero se detuvo mirándome – no sabes cuanto te amo, eres con la única persona que quiero estar, he puesto toda mi confianza en ti… - mi cabeza comenzó a trabajar, esas palabras, las mismas palabras que le había dicho a Gio.

-Niall déjame, no quiero nada de ti, no mas… - su expresión fue de desconcierto, parecía no entender el significado de mis palabras.

-No lo entiendo… - le hice que se apartara de mi.

-Lo entiendes, y muy bien… - suspire levantándome del sofá – no puedes venir a decirme las mismas palabras que le dijiste a mi amiga…

-Ella no es tu amiga, si tu supieras todo lo que yo se, no pensarías mas que ella es tu amiga… - fruncí el ceño sin comprender.

-¿A que te refieres?

-Esas cosas no me corresponde decírtelo, pero porque no le preguntas a Harry, tal vez él pueda decírtelo – me miro por unos segundos y después salió por la puerta de mi casa.

Perfecto, mas dudas, no podía estar peor, las cosas estaban empeorando, y no me apetecía esto. Últimamente me sentía la persona mas falsa, pero ¿Cómo cambiar esto? Si lo hacia podría destrozar una vida.

Había pasado la noche pensando en las palabras que Niall me había dicho, y eso de haber dormido toda la tarde no me ayudaba demasiado par dejar de pensar. No dejaba de decirme miles de veces que era una estúpida, me sentía en verdad como una completa zorra.



La mirada de Harry me perturbaba, solo me miraba de lejos, mientras que Emma se tiraba en sus brazos, no soportaba verlo lejos de mí.

-Hermosa – sentí que susurraron en mi oído, se me erizo la piel, pero cuando vi quien era arrugue la nariz – con que mirando a Harry de lejos, he?

-Es raro que no se siente con nosotros en receso, creí que este año pasaríamos mas tiempo juntos… - frunció el ceño mirándome.

-Igual yo pensé lo mismo, no podremos vernos al terminar el instituto, pero parece que él se lo esta tomando muy a la ligera, solo para tiempo con su novia y le molesta todo tipo de bromas que hago en clases…

-Eso no puede ser posible, él ama seguirte el juego cuando haces algún broma…

-Ya no mas, algo lo ha cambiado, y el problema es que no sé que… no puedo ayudarlo así – suspire intentando pensar que no era yo quien había hecho que él cambiara.

-Mira viene tu chica – reí mirando como se tensaba Louis, miro a todos lados buscando a la chica.

-OH! Hablas de ella – frunció el ceño mirando a Eleanor.

-Tranquilo, solo pasara por tu lado, debes hacer lo mismo de siempre, ¿lo olvidas? – no paraba de reír mirando su rostro preocupado.

-Hola chicos – sonrió Eleanor deteniéndose detrás de Louis.

-Hola Eleanor – sonreí saludándola, Louis no quiso mirarla, solo hablo.

-Hola Eleanor… - abrí mas los ojos escuchando saludarla, no la había llamado con su típico acento “Eleanah”, había dicho su nombre bien, ella frunció el ceño mirándome a mi.

-¿Por qué no te sientas con nosotros? – le invite, ella sonrió sentándose al lado de Louis. Mi amigo me miro amenazándome, sabia muy bien la incomodidad de su parte, lo conocía bien, y él estaba enamorado de ella, aunque no lo quisiera aceptar.

Sentí un poco la tensión, sabia que debía dejarlos solos, no quería hacer mal tercio entre esta parejita de tortolos primerizos, sonreí excusándome, según ellos pensaban que iba a ir al baño, pero en el camino me desvié hacia el jardín con pequeñas mesas. Los alumnos no usaban esas mesas para almorzar por el día nublado, todos había optado por entrar a la cafetería y cubrirse por si llovía.

El aire comenzó a soplar mas fuerte, un escalofrió me recorrió el cuerpo, no sabia si era buena idea quedarme allí, solo llevaba un pequeño suéter del instituto, y no me cubría muy bien del frio. Mi cuerpo comenzó a titiritar al sentir de nuevo otra corriente de aire, sentí un suéter caer sobre mis hombro, seguido de un abrazo de hombros. Gire el rostro castañeando los dientes.

-Mala elección para observar el jardín en este día – sonreí un poco sintiéndome rara del contacto que teníamos.

-Creo que no pensé que seria mala idea, hasta que ya estuve aquí afuera – sonrió acercándome más a él por los hombros, me cubrió bien con su suéter y me abrazo. Sentí su aroma entrar por mis poros nasales, su cuerpo cálido dándole calor al mio.

-Últimamente no eres buena para tomar decisiones – fruncí el ceño negando con la cabeza.

-No me regañes, Harry…

-Mi gatita… - acaricio mi cabello como si fuera una pequeña en peligro – este tipo de problemas son parte de la vida, y uno tiene que afrontarlos tarde o temprano, aunque lastimemos a personas que queremos… - su voz se fue apagando.

-¿Te lastime? – alce la cabeza en busca de sus ojos.

-No solo a mi – murmuro clavando su mirada en la mía.

-¿A quien mas? – se aclaró la garganta para después comenzar a hablar.

-A mi corazón… - me aferre mas a su cuerpo abrazándolo, no podía de nuevo llorar, últimamente me estaba volviendo muy vulnerable y eso no me agradaba.

-No me digas eso… - murmure sobre su pecho.

-Tú preguntaste, querías saberlo y… yo quería decirlo.

-Pero yo no soy una buena persona, soy una estúpida, soy una zor… - me silencio buscando mis labios apresuradamente, un pequeño y dulce beso.

-Jamás vuelvas a expresarte de esa forma sobre ti, tu vales mucho… - suspire agachando la mirada – para mi eres perfecta tal y como eres, no me gustaría cambiar nada de ti, solo que…

-¿solo que que? – hizo una mueca.

-Me duele que hayas elegido mal, que no hayas sido lo bastante lista para darte cuenta las intenciones de rubio

-Soy una tonta, me lo advertiste, pero caí como una…

-Como una chica enamorada – susurro contra mi cabello – pero eso no cambia lo que yo siento por ti…

-Y ¿Qué es lo que sientes? – me tomo la mano, la beso despacio y después me hizo mirarle, acaricio mi mejilla con su mano libre.

-Solo dos palabras… - pego su frente contra la mía, cerré los ojos. – Te amo…