Siempre juntos... adios para siempre...

Solo bastaron dos horas a tu lado para darme cuenta de ese sentimiento que tenía atorado en el pecho y que yo no permitía salir, no dejaba fluir con libertad… El infinito amor que siento por ti.

Todo comenzó por el asunto de las premieres. En la premiere de Londres… Aquella mañana:

-¡Despierta dormilona! –grito Alice entrando a mi habitación.
-Cinco minutos más –suplique con los ojos cerrados mientras me cubría con la almohada.
-¡Ni uno solo!, hoy es la premiere y tienes muchas cosas que hacer. Tu vestido está listo, el diseñador reveló que se inspiró en ti y por lo tanto está encantado de que portes ese precioso y exclusivo diseño–explico Alice.
-¡Oh, mi vestido!!! –me levante de golpe al recordarlo.
Largo, strapless sin escote, en color verde jade con piedras incrustadas decorando la parte de la cintura, suelto y ligero a partir de la cadera, consideraba que era una excelente elección.
-Y, ¿tu cabello?, ¿Cómo lo arreglaras? –preguntó algo desesperada.
-Es un secreto –sonreí orgullosa.
-Como sea, tenemos que ir de compras –insistió Alice.

El desfile por la alfombra roja comenzaba alrededor de las 6:30, calculo que la película terminaría cerca de las 10. Llegaría con Skandar, quien pasaría por mí a las 6:00…
Accedí a salir con Alice, recorrimos muchísimas tiendas, compramos bastantes cosas. Bueno, Alice las compro, yo solo renové mi perfume… La botella que tenía estaba casi vacía.
El día pasó rapidísimo. Recibí muchas llamadas con buenos deseos, por ejemplo de Gaspard y Mikayla. El ojos verdes me aconsejaba no ponerme para nada nerviosa, y Mikayla que luciera guapísima –Alice llevaba todo el día diciéndome eso- También hable con Will, no paró de hacer bromas, ambos coincidimos en que estábamos emocionadísimos… ¡Seríamos la sensación!!!...
Yo solo quería tener contacto con mis fans. Han sido increíbles durante todo este tiempo… Sé que la prensa lo único que quiere son notas de la pareja adolescente del momento, Skandith, cosa que se vuelve un poco irritante… ¡No podía esperar a que fueran las 6:30!


A las 5:00 me encontraba dándome una ducha, Alice –la necia Alice- estaba esperándome afuera con el vestido listo. Me ayudo a ponérmelo, ¡en verdad era precioso!... De mi castaña cabellera definidos rulos hechos a tenaza caían sobre mi hombro izquierdo. Aunque era alérgica al maquillaje Alice insistió hasta el cansancio en que un poco de él no caería nada mal. Colocó pequeñas porciones sobre mi rostro… rematé con brillo labial. A decir verdad, el maquillaje quedó muy natural.
Y aquí venía mi pesadilla… tacones (o tacos, es que si digo tacos se me imaginan los tacos mexicanos, asdfghjklñ!! Los deliciosos tacos, ok ya) eran un poco altos, elegantes y eran lindos, pero yo no estaba muy acostumbrada a ellos. Finalmente me los puse, aunque el vestido los cubría…
Y el toque final… los lindos aretes del diminuto diamante que compré en cuanto los vi… simplemente me enloquecieron. No eran exagerados y eran sencillos además de lindos. Quedaban con la ocasión.
Miré el reloj…. ¡Eran las 6:10!... Rosalie entró en mi habitación acompañada de mamá.
-Edith, Skandar esta… -guardo silencio en cuanto me vio- ¡Estas lindísima! –exclamo mi rubia hermana.
-Gracias. Eso solo lo dices porque eres mi hermana –dije.
-Claro que no. De verdad te ves lindísima –comentó mi madre.
-Fingiré que les creo… ¿pero, que decías Rose? –interrogue.
-Ah, que Skan está esperándote abajo –respondió un poco distraída.
-¡Oh por dios!... ¡qué pena! –me avergoncé. Lo estaba haciendo esperar.
-¡Tranquila!... el tiempo de espera vale la pena. Aun te falta esto –interrumpió Alice mientras me entregaba una cartera de mano al color de mi vestido, ¡era simplemente increíble!
-¡Gracias Al! –exclame emocionada.
-De nada. Adentro esta tu teléfono y todo lo que necesitaras. Ahora así, ya no hagas esperar a Skan –guiñó un ojo.
Roedee los ojos y reí. Finalmente Rose, mi mamá y Alice me dieron un abrazo.
Posteriormente abrí la puerta de mi habitación, Alice se fue casi corriendo adelante de mí, camine con paso normal por el corredor, hasta que llegue a los escalones… uno, dos… Mis hermanos se encontraban charlando con Skandar, quien se encontraba de espaldas. Alice sonreía emocionada y yo continuaba avanzando cuidadosamente.
Percibí como Alice le hizo señas a Skandar, quien volteo en un lento movimiento –yo iba a mitad de los escalones- ¡que guapo lucía!... Llevaba un traje negro una camisa blanca y una corbata negra. Su cabello estaba peinado natural, es decir un poco despeinado. Esbozo una sonrisa en cuanto me vio… ¡a quien engaño!... ¡También esbocé una enorme sonrisa en cuanto lo vi!!!
Por fin termine el recorrido de escalones y me posicioné ante mis hermanos y Skandar.
-Lamento la tardanza –dije torpemente.
-Descuida. Luces… increíble –respondió aun sonriendo.
-Gracias –conteste mirándolo directamente a los ojos… sus radiantes ojos marrones.
-Bueno, creo que es mejor que se vayan… se les hace tarde –interrumpió Alice.

Cinco minutos después nos encontrábamos en la limusina negra, y la verdad es que no podía dejar de sonreír.
-En verdad estás bellísima –comentó.
-Gracias, tú estás… muy guapo –respondí.
Divise como del bolsillo de su saco sacaba una cajita negra aterciopelada, era de tamaño mediano.
-Lo compre para ti –revelo mientras se dedicaba a abrirla.
-No debiste haberte… -decía, cuando entonces la vi completamente abierta, contenía un precioso brazalete en oro blanco.
-No digas nada, lo hice con todo el gusto –me interrumpió- ¿Me permite su mano señorita Cullen? –cuestiono sonriente.
Suspire y extendí mi brazo derecho. Él lo tomo con delicadeza y coloco el brillante brazalete.
-Muchas gracias –correspondí.
-No es nada. ¡Se te ve fabuloso!


Finalmente habíamos bajado de la limusina y estábamos al pie de la alfombra roja. Miles de flashes se centraron en nosotros, avanzamos enroscados de los brazos, saludábamos aquí y allá… Gran cantidad de fans se encontraba alrededor.
Una reportera se acercó a nosotros…. Y que comience la entrevista –pensé.
Después del saludo y de algunas preguntas exprés sobre la película, nuestro trabajo, compañerismo… Llegaron las “esperadísimas” interrogaciones sobre nuestro noviazgo. Hubo una que no me agrado en absoluto y por lo visto a Skandar tampoco.
-¿Skandar, porque después del rompimiento tuviste otra novia y, Edith, volviste con tu ex por celos? –preguntó con cizaña.
-¿Cuál rompimiento? –cuestione con algo de burla.
-El que tuvieron cerca de Diciembre. Eso demuestra que no se quieren tanto como aparentan –contestó la insolente reportera.
-Te aclaro dos cosas: La primera, nunca hubo ningún rompimiento. Y la segunda, es cierto, no solo la quiero. Yo a esta chica la amo enloquecidamente. ¿Quedo claro? -afirmó Skandar con gran seguridad.
La inútil reportera abrió los ojos de par en par, le dedique una mirada victoriosa, y después de haberla puesto en su lugar no le quedo más que decir: “Gracias, mucha suerte”… Me sentí tan orgullosa… “Yo a esta chica la amo enloquecidamente” sonreí para mí al volver a repetir mentalmente esas palabras.
-Skan, creo que debemos separarnos. ¿Te veo al rato? –pregunte al notar que los chicos estaban separados, daban entrevistas y proporcionaban autógrafos.
-Está bien –aceptó.
Camine por la alfombra roja, apenas di cinco diminutos pasos y tres reporteros se abalanzaron a mí, literalmente.
-Hola Edith, ¿me concedes unas preguntas? –Asentí sonriente- ¿Qué significo Narnia para ti? –comenzó un pelirrojo.
-Narnia significa un gran proyecto para mí, es un increíble proyecto en equipo. Es sin duda una fabulosa experiencia –respondí sin abandonar la sonrisa que tenía desde que llegue- Hice excelentes amigos, ¡son extraordinarias personas!
-Y… también, conseguiste más que un amigo –habló con un tono pícaro una rubia.
-Ah, bueno… Sí, mi novio Skandar –conteste sin rodeos.
-Se ven muy felices –comentó un castaño.
-Lo somos. Lo quiero… Lo amo demasiado –corregí.
-Se percibe. Desde que comenzaron su noviazgo, el amor entre ustedes ha sido más que notorio. Yo tome varias fotografías cuando el inicio… Así que soy Skandith fan –volvió a hablar el pelirrojo, a lo que yo solo atiné a reír.
-¿Cómo fue que se enamoraron? –interrogó la rubia.
-Bueno, como saben nuestras familias son muy amigas, y con la producción de Narnia convivimos más tiempo juntos… creo que ese sentimiento simplemente fluyó con más fuerza, y bueno… henos aquí –explique.
-Las Skandarians son un poco celosas… -dijo el castaño.
-Mis Edithers también. Jajajaja, no es cierto. La verdad es que han tenido buen recibimiento para conmigo, son chicas increíblemente lindas, me envían tweets amistosos y he de confesar que me hacen el día –revele.
-Edith, eres muy amigable y además luces muy linda. ¡Gracias! –agradeció el pelirrojo, seguido por la rubia y el castaño.
-¡Igualmente, espero verlos pronto! –me despedí para seguir avanzando.

Conforme caminaba sentía flashes, decidí parar cuando un grupo de chicas me llamo. Me dirigí hacia ellas y no pudieron evitar los gritos, instantáneamente me ofrecieron cuadernos, playeras, lapiceros y plumones para firmar.
-¿Para quién es este? –cuestione en el tercer autógrafo.
-¡Para mí, Kate! –chilló una chica pecosa y carismática.
“Con cariño, para mi buena y tierna amiga Kate…Abrazos: Eddie Cullen” -escribí.
-¡Mi turno, mi turno! –grito entre la multitud una chica alta de cabellera negra- Me llamo Alice –revelo mientras me entregaba una playera.
-¡Como mi hermana! –atiné a decir. Me enorgulleció la sonrisa que se formó en su rostro. Firme su playera y dibuje una carita feliz.
Después de diez autógrafos más, para Skandarians y Edithers en su mayoría, una dulce niña de tal vez 12 años halago mi brazalete.
-Gracias, me lo obsequió Skandar –declaré.
Y apenas termine de pronunciar la frase, estallaron agudos grititos por parte del grupo de chicas que se encontraba cerca de mí.
-¡Es tan lindo! –grito una chica de quizá… 16 años.
-Lo sé –concuerde con ella mirando el brazalete.
-Bueno, el brazalete y Skandar –corrigió en un intento de morderse el labio, no lo hizo porque creo que mi presencia se lo impidió.
-Jajajaja… no soy celosa –confesé.
-Cuida mucho a Skan –suplico una pequeña de aproximadamente 10 años. Llevaba una playera de Narnia y un poster.
-Eso es lo que hago pequeña, y te prometo que nunca dejare de hacerlo –dije en un tono susceptible.
-Edith –llamo una chica del staff- primera llamada –indicándome que tenía que ir con los chicos, ya que la película comenzaría en unos minutos.
-Ya voy. Bueno chicas, fue un placer –me despedí.
-¡Estas guapísima! –gritaron todas mientras me alejaba.

Seguí desfilando por la alfombra, atendía algunas peticiones para fotografías, posaba rápido y con la mano me despedía. Los chicos se encontraban a 10 pasos. Aceleré el paso y me posicione al lado de Skandar. Ahora nos tomarían fotografías a todos… Nos abrazamos y más que emocionados tuvimos que despedirnos.
Ese contacto y plática con las chicas fue fabulosa. También la conversación que mantuve con los tres reporteros, aunque no sabía muy bien solo “seguí la corriente” como Andrew me indicó. Confieso que todo eso me parecía muy natural, como si en realidad Skandar y yo fuéramos novios, sinceramente me sentía increíble de que todos supieran que Skandar era “mi novio”…

Y la película comenzó… acorde las escenas transcurrían recordaba detalles de esa época. Inicie recordando mi llegada a Londres, cuando Carl nos recogió en el aeropuerto… La gira del libro de Randal, la mini pelea que tuve con Skandar… comencé con un comentario algo irritante burlándome de su educación:

-Jajajaja, ven Eddie, seguramente debes estar cansada, te llevare a tu habitación... Skandar, demuestra, o más bien finge un poquito de educación y lleva a Ed a la suya... –dijo Soumaya.
- Ja-ja-ja muy graciosa hermanita muy graciosa, para tu información no tengo que fingirla, yo nací con ella –respondió Skan.
- Si, se nota –me burle.
-Y mira quien lo dice...-contra ataco
-¡Disculpa!, ¿qué quieres decir? –me hice la ofendida.
-Nada, nada...-contesto Skandar.
- ¡Aun no olvido el jugo de moras! –manifesté mi infantil rencor.
-Ni yo olvido, la cubeta de agua...
-¡Fue un accidente! –exclame.
-Si claro, "un accidente" –dijo sarcástico.
- Ok, Ok, Fue una venganza... Jajajaja... por cierto, no me arrepiento....-revelé con algo de desdén.
-Lo mío, SI, ¡fue un accidente!, y viéndolo bien, ahora no me arrepiento...
-Ya no peleen, acaban d llegar, y una pelea, no creo que sea lo ideal.-interrumpió Soumaya.
-¡NO ESTABAMOS PELEANDO! –exclamamos Skandar y yo al unísono.
Lo hice solo por molestarlo, aunque por dentro estuviera embelesada con cada uno de sus ademanes.

Con los días, Skandar y yo fuimos llevándonos mejor… Otro recuerdo vino como un flash: un piano, él y yo… juntos, acercándonos cada vez más. Esperaba con ansias un beso, pero Soumaya nos interrumpió.

Un beso… ¡nuestro primer beso!!!... El bombardeo intenso de nuestros corazones, los nervios, la ternura… Un momento perfecto.
Y ya no podía ver nada más, era como si estuviese fuera de sí, y en mi mente solo hubiera lugar para recordar la historia de Skandar y mía… Nuestra historia.

Un lugar especial, hojas de otoño en el suelo… árboles alrededor de un camino… un atardecer en Londres, ante el Big Ben y el Támesis como testigos de aquella inmensa felicidad abrumadora que sentí al momento… Y que no deje de sentir por meses, ¡ese día nos hicimos novios!!! Aquel momento en el que dure por un largo tiempo recargada en el hombro de Skandar, aquel instante que prometí quedaría grabado en mi memoria por siempre. ¡Como pude olvidarlo!...
Nuevamente el crujir de las hojas se apodero de mis oídos, cerré los ojos y me deje llevar… Me transporté al 18 de Octubre del 2011. ¡Cumplíamos dos meses de novios!, Te amo –resonaron 5 letras en mis oídos con mi voz y con la de Skandar.
¡Los dijes de corazón!... Automáticamente llevé una mano a mi cuello, ¡¿dónde estaba mi dije?! El que tenía la inscripción de “Te amo” en la parte frontal y “Skandar” en la parte opuesta. Otro momento más que prefecto…
¡Y ahora tenía las respuestas a todas mis preguntas!, me sentía incompleta porque me faltaba Skandar, porque lo necesitaba, él está siempre conmigo por eso… por que nos amábamos. ¡Maldita amnesia, nos separó!...

Abrí los ojos de golpe, el trance en el que estaba se esfumo rápidamente… se cortó como espuma.
-Edith, ¿estás bien? –preguntó Skandar con tono severo.
-Yo… yo… ¡Te amo! –exclame de repente, percibí como abrió sus ojos de par en par- Si Skan, acabo de recordar todo. ¿Dónde está mi dije, el que tiene tu nombre? –interrogue impaciente.
Él sonrió… ¡Cuánto extrañaba su sonrisa!, hace mucho que no lo veía sonreír… al menos, no como ahora.
-Aquí –susurro mientras sacaba una delgada y reluciente cadenita, la cual tenía el especial corazón. Lo tome veloz, con demasiada prisa… Lo admire por unos segundos.
-¿Podrías? –cuestione entregándoselo mientras hacia a un lado mi cabello.
Atinó a sonreír y asintió, en estos momentos ninguno de los dos ponía atención a la película. Sentí el frío y delgado metal deslizarse por mi cuello, como la primera vez que me lo puso. Lo abrochó, y entonces tome ese corazón entre mis manos... esbocé una inmensa sonrisa. Skandar tiró un poco del cuello de su camisa y logre divisar ese pequeño y resplandeciente corazón.
-No tienes idea de cuanta falta me hacías. Te amo Skandar Keynes –revele con seriedad.
-Y tú no tienes idea de cuánto te extrañaba. Te amo más que nada Edith Cullen –dijo con una sonrisa plegada en los labios.