Siempre juntos... adios para siempre...

Me había quedado dormido. Horas más tarde me encotraba en la sala meditando todo lo que me ha ocurrido. Algo me decía que no fuera al hospital… Y una llamada telefónica me saco de mis pensamientos. Respondí, provenía de las oficinas de Cambridge.
-¿Skandar Keynes?
-¿Sí?
-Necesitamos decirte que es urgente que te presentes a justificar tus faltas y a presentar los exámenes finales del semestre, el cual inicio en agosto, por lo tanto terminaría en febrero, nos llegó la justificación de tus inasistencias, pero son dos meses de atraso. Es urgente que te presentes si no quieres repetir nuevamente el primer semestre –explico la señorita que me atendía.
-¿Qué?... primer semestre, pero… -me exalte.
-Los estudiantes ya están en el tercero, tres meses del tercer semestre para ser exacta. Estas muy atrasado jovencito. Te recomendaría que te presentaras a la de ya, pidas apuntes, estudies y este viernes presentes los exámenes. Hasta luego, y suerte –dijo un poco más gentil.
-De acuerdo. Gracias –hable resignado.
Colgué el teléfono, mire al cielo, suspire y avente mi celular al sofá. Fui por mis cosas, después llame a uno de mis mejores amigos, se encontraba en clases, pero para cuando yo estuviera en Cambridge podría hablar con él en la cafetería. Mi plan era estudiar estos cuatro días, presentar los exámenes el viernes y volver lo más pronto posible con Eddy.
Llegue lo más rápido que pude, Allen un buen amigo mío ya me esperaba en una de las mesas de la cafetería al aire libre.
-Hola –salude mientras me sentaba.
-Hola Skan. Mira amm… son las notas del semestre pasado, son a partir de aquí -decía señalando una hoja marcada con un post it- Y algunos trabajos en equipo que están registrados aquí –me entregaba un USB- están resumidos, no necesitaras más que leer y concentrarte. Y por último una lista de todos los libros que utilizamos. ¿Sabes hablar árabe no?
-Un poco –respondí inseguro.
-Descuida, con eso es suficiente. Sería bueno que realizaras leves investigaciones por internet. Si te aplicas sin distracciones, ¡el semestre esta pasado! –explico mi amigo.
-Gracias Allen –dije conmovido por la gentileza de mi amigo.
-No es nada, yo comprendo. Tu novia me caía bien, se veía buena persona –comento.
Asentí con la cabeza, en un gesto de melancolía y agradecimiento.
-Bueno, me voy tengo tres clases seguidas. Si necesitas algo, llámame –se despidió.
Tomé el cuaderno que me dejó, la lista de libros y me dirigí a la biblioteca, no hay lugar más tranquilo para estudiar y ya que es un lugar tranquilo y callado, apagué mi teléfono, no sin antes registrar algunos links en mi IPad. Bien aquí vamos, a despejar mi mente, y a concentrarme.

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Skandar Keynes, cometió un error grandísimo al apagar su teléfono, tal parece que olvido el trato que hizo con Edward y el francés que no soporta “Si sucede algo, te llamaremos”
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Narra Edith:

Todo me resultaba muy extraño. Recordaba algunas cosas, pero cuando mencionaban a “Skandar” yo no tenía idea de quien era él.
Supongo que alguien apegado a mí. Preferí no hacer preguntas y disfrutar mi “despertar”
Mientras hablaba con Ed, Gaspard y Mikayla, entró una chica de cabello obscuro algo ondulado, ojos marrones y piel sumamente blanca.
-¡Edith! –exclamo mientras se dirigía a abrazarme.
-Hola. –Creo que para todos mi saludo pareció más un “¿Hola?” que un “¡Hola!”
-¡Soy Soumaya! –exclamo mientras me abrazaba.
-Perdóname, estoy algo aturdida y sumamente confundida –Explique.
-¿A qué te refieres? –interrogo.
-Eddie no recuerda muchas cosas –interfirió Edward.
-¿Quieres decir que… no me recuerdas?... ¡No sabes quién soy! –se exaltó.
Negué delicadamente con la cabeza.
En ese momento se abrió la puerta, eran mis papás y mis hermanos… Sonreí inmediatamente al verlos, los abrasé, los salude, y por supuesto les agradecí sus atenciones y cuidados en estos tres meses. Después de un rato de hablar sobre cómo me sentía, y tratar de aparentar que todo para mí era normal, la puerta se abrió estrepitosamente… Dos chicos y tres chicas entraron cubiertos de globos multicolores en tonalidades platinadas. Cuando pude verles el rostro: Uno de los chicos era rubio, alto y de ojos azules. El otro era moreno, alto, atractivo. De las chicas una era pelirroja con la tonalidad de los ojos entre azul y grisácea. Una chica, tendría 15 o 16 años, estaba inquieta y sonriente. Y por último, la chica de ojos azules, de cabello castaño claro y con la piel extremadamente blanca compartía una sutil sonrisa.
-¡Venimos en cuanto nos enteramos!... Eddie, ¿cómo estás? –me preguntó el rubio.
-Eh, bien –respondí.
-¿Qué tienes? –interrogo la chica de menor edad.
-Mi hermanita no recuerda muchas cosas –explico nuevamente Edward.
-¿Cómo está eso? –pregunto mi padre.
-Señor Cullen, ¿podría venir un segundo? –habló Gaspard.
Mi padre y Gaspard salieron de la habitación, mi madre, mis hermanos, la chica Soumaya y Mikayla, además de los chicos recién llegados estaban insólitos… todos excepto Ed.
-¿No me recuerdas? –pregunto el rubio acercándose lentamente hacia mí- ¡Soy Will! –exclamo mientras tomaba una de mis manos.
Cerré los ojos, en forma de: “Espera, revisare los cajones de mi memoria”
Y ahí, recostada en la cama de la habitación de hospital, con miles de cojines en mi espalda, seguía sosteniendo la mano de Will.
Abrí mis ojos, pestañe un par de veces y negué despaciosamente ladeando mi cabeza de lado a lado. Llevé una mano a mi cabeza, pues un dolor me atacó de sorpresa.
-¡Auch! –exclame.
Y de un instante a otro, los rostros de los 5 chicos que acababan de llegar vinieron velozmente a mi cabeza, tal vez me estaba volviendo demente, ya que también escuchaba sus voces. Recordé un momento en específico, William y yo estábamos en un café, hablábamos de temas divertidos –ya que rememore que reíamos-y de temas importantes –estábamos apoyándonos mutuamente- ¡Un segundo!... ¡Ya los recuerdo! A Will le gustaba Anna, pero finalmente se enamoró de Isa.
Otro recuerdo asalto mi memoria, ¡una pijamada!... ¡Anna, Isa, Georgie y yo!... A Georgie le atraía Will, pero ahora le interesa Alex Jackman. ¡A Anna le interesaba Ben!, actualmente, cautivada por Will… Y en efecto… yo actué en una película. Fue ahí donde los conocí.
-¡Will eres un galán! –exclame en broma, ya que además de recordarlos a todos, caí en cuenta de que William cautivo a las tres chicas.
El semblante de todos demostró más desconcierto, salvo el de William, él estaba sonriendo.
-¡Los recuerdo chicos!... ¡Ben, Anna, Isa, Geo, Will!, ¡vengan aquí! –solicite un abrazo grupal.
Los abrase a todos, un tiempo después Edward preguntó:
-¿Y… a Skandar, lo recuerdas?