Siempre juntos... adios para siempre...

Y llegue a Londres, baje del taxi del aeropuerto, saque las llaves que llevaba en mi maleta, di un leve giro en la chapa y entre. Todo estaba remodelado, tal y como hace unos meses mi familia y yo lo planeamos, la casa era linda y acogedora, -como siempre lo fue-cada quien puso su toque… estaba intacta y sin una pizca de polvo, totalmente reluciente, pues según tenía entendido, había personal que se encargaba de eso. También cada quien tenía un auto, y aunque parezca extraño, no tengo ni mínima idea de donde esta mi Ferrari, si en Francia, en Londres, posiblemente en Italia, en si, estuviera donde estuviera, no me importaba. Subí a mi habitación, y simplemente me tire a la cama, el viaje había resultado devastador. Me quede dormida, pero el sonido de mi teléfono me despertó. Era un mensaje de texto por parte de Andrew, prácticamente mi jefe, el mensaje decía que me veía mañana a las 10:00 am. Tal y como habíamos acordado el otro día, solo conteste un simple “Ok”
Después baje al comedor, -y como estos ultimo días ha sucedido- no tenía apetito, pero como siempre, no podía dejar de comer, pues la comida era energía que necesitaba y blablablá… entonces tocaron la puerta, era Marie, el ama de llaves, la encargada de coordinar todo en mi dulce hogar, la limpieza, el orden, todo…
-Hola Señorita –dijo nerviosa a modo de saludo-
-Hola, Marie, soy Eddie, o Edith, olvida eso de las cortesías… todo sigue igual que antes –dije con cansancio, comenzaba a molestarme que las personas me trataran de esa manera, excesivamente corteses, con nervios, ¡Por dios!, seguía siendo la misma, bueno… casi podría decirse que la misma.
-Ok, Eddy, es que, bueno has crecido, eres mayor y ya no eres la misma niña de hace 5 años. Ahora eres una jovencita de 18. –respondió-
-Marie, te conocí desde muy niña, y que tiene que ver que tenga 18, sigo siendo la misma Eddy, con la que jugabas –dije, aunque muy dentro de mi, sabia que eso no era cierto, hace tiempo deje de ser la misma-
-Este bien. ¿Quieres algo de comer? –Dijo-
-Justamente iba a comer un sándwich, bueno iba a prepararlo –dije-
-Bueno, pues, ya estoy aquí, ¿tienes ganas de algo en especial? –dijo-
-No. Lo que tú prepares esta bien. Cocinas delicioso –dije-
-Gracias –respondió-
Minutos después, Marie me aviso que la comida estaba lista. Había preparado uno de sus múltiples y deliciosos platillos. Comí despacio, sin prisa alguna… Cuando termine recogí mi plato y lo lleve al lava-platos. Eche una mirada al reloj color naranja que llevaba en la muñeca izquierda -Usualmente no usaba relojes pero este era especial era un regalo de Edward con motivo de navidad- 7:19 pm. Fui hacia donde Marie, ella iba bajando las escaleras.
-Marie, si quieres puedes irte. Ve a casa, yo estaré bien. –dije-
-¿Segura? –me preguntó-
-¡Claro!... Si quieres tomate el día de mañana, después de todo, mañana mismo espero irme. No vine para quedarme mucho tiempo. Solo regrese con motivo de una “reunión laboral”… -dije-
-Esta bien Eddy… te tomare la palabra. Cuídate mucho mi niña, espero volver a verte pronto. –Dijo acercándose a mí-
-Igualmente Marie –dije dándole un abrazo, prácticamente de despedida- Tu también cuídate mucho, ¿si?... te quiero.
-Yo también Eddy. –dijo-
Después la acompañe hasta la puerta principal…
Luego, fui a mi habitación… y volví a mirarla detenidamente, la remodelación había quedado genial, pues no era lo mismo una habitación a los trece años, que una habitación a los dieciocho. Me di una ducha, me coloque un pijama, seque mi cabello y baje a la sala. Encendí el televisor, busque un canal de espectáculos, y la novedad era, “Skandar Keynes y su posible novia, una chica misteriosa, su nombre tal vez, Mariana” Di un bufido a forma de burla, ni siquiera el nombre de Melissa pudieron averiguar bien.
Al parecer yo ya había pasado de moda. O eso creí, hasta que el siguiente tema fue “próximos estrenos”; el mas esperado: “Hannibal el origen del mal”, actor: “Un guapo francés, de nombre Gaspard Ulliel, según se rumora, puede que haya vuelto con Edith Cullen, la que posiblemente sea la ex de Skandar Keynes” –eso según comentaron las mujeres, las conductoras que se creían unas sabelotodo.-Termine de ver la nota, al final una de ellas dijo que Skandar hacia mas bonita pareja con Melissa; las demás conductoras, la contradijeron. Apague la tv y subí a mi habitación, me sentía extraña… mas extraña que en estos últimos días. Finalmente dormí profundamente.
Desperté a causa del sonido de mi alarma, eran las 8:30 am. Tenía el tiempo perfecto para ducharme, desayunar y acudir a mi cita laboral. Me encontraba yendo a la cochera por mi auto, el que me pertenecía de todos los que estaban ahí, solo era el mercedes platinado. A las 10:01 am iba en camino, no sabia como se me había hecho tarde. Las calles de Londres estaban cubiertas de nieve.
Y finalmente llegue al set. 10:15 am, ¡Perfecto Cullen, que puntual eres! –Pensé irónicamente- La asistente de Andrew dijo que éste se encontraba en su oficina, que estaba esperándome. Llame a la puerta, abrió Andrew, y para mi sorpresa se encontraba la persona a quien menos quería ver: Skandar Keynes. Apenas estaba diciendo “Hola And…” Cuando me di cuenta que estaba él ahí y calle de inmediato.
-Hola Edith. Bienvenida, te estábamos esperando –dijo Andrew con una sonrisa-
Disimule una sonrisa. Skandar seguía con el rostro serio.
-Oh vamos, chicos, ¡salúdense! –Dijo nuevamente Andrew-
-No me dijiste que el estaría aquí –dije ignorando su comentario-
-A mi tampoco me dijiste que ella vendría –dijo Skandar- de lo contrario es obvio que no hubiera venido.
-Pues no eres el único. Andrew, viaje kilómetros para venir y al final me encuentro con… ¿él?–dije
-Si lo se, chicos necesitamos hablar –dijo Andrew-
-¿Necesitamos? –Le interrumpió Skandar-
-Mejor dicho NECESITAN hablar –corrigió Andrew-
-¿Necesitan? –Interrogue - Sabes algo Andrew, creo que mejor me voy –dije-
-Nada de eso Edith, te quedas aquí. Hasta que no terminemos de hablar, nadie se mueve de aquí –dijo Andrew- Salúdense ambos, ¡ahora!, los dos se comportarán como dos jóvenes maduros de 18 años, ¿Entendido?
-Hola Edith –decía Skandar con una sonrisa de medio lado, más que fingida-
-¡Hola Skandar! –dije fingiendo emoción y sobreactuando la sonrisa y el saludo-
-Muy bien. Ahora hablaremos de temas importantes. Comenzaremos con una dinámica de preguntas, a todas tienen que contestar, Edith toma asiento. –dijo Andrew ofreciéndome asiento alrededor la una amplia mesa redonda que se encontraba en su espaciosa oficina-
Hice lo que él me pidió me senté unos cuantos asientos alejada de Skandar y de Andrew.
-Ok, iniciemos contigo Edith. Pregunta número uno, ¿Quién es el famoso Gaspard Ulliel? –pregunto Andrew serio-
-Un joven y guapo actor francés. –respondí-
-Sé que es un actor francés. Me refiero a que tiene que ver contigo –dijo Andrew –
-Bueno, es un gran amigo mio. –dije-
-Tampoco me refiero exactamente a eso. Creo que tú sabes muy bien lo que quiero decir–decía Andrew, y en efecto yo desde el inicio sabía a que se refería-
Medite un segundo mi respuesta, apenas una fracción; pude darme cuenta que Skandar estaba muy atento.
-Hace aproximadamente dos años, era mi novio, ahora mi exnovio y un grandioso amigo. –dije cortante-
-Bien, a eso me refería. –Dijo Andrew sonriente- Tu turno Skandar, ¿Quién es Melissa Wells?
-Es mi novia. –Respondió Skandar en tono arrogante-
-¿La amas? –Pregunto Andrew-
-Si. –Dijo Skandar-
Al escuchar eso, quite un mechón de mi rostro y desvié la vista, después deje escapar una sonrisa incrédula y burlona.
-Edith, ¿Por qué terminaron Gaspard y tú? –me pregunto Andrew, eso si que no me lo esperaba-
Lo mire un poco desconcertada.
-Porque tubo que ir a Alemania a causa del trabajo de su padre. Un empresario bastante amable por cierto –contesté-
-Ah, entonces conoces a su familia y todo, ¿eran novios formales? –Interrogo Andrew-
-Si, podría decirse que si, conozco a su familia porque es amiga de mis padres, en si ambas familias nos llevamos bastante bien. –manifesté-
-Bien… entonces la situación esta así, ustedes no se soportan… Skandar adoras a tu novia, Edith te llevas de maravilla con tu ex. Pero, resulta que antes de que ustedes no se soportaran, según decían se amaban infinitamente… eso complació a muchos fans, pero ahora con la posible famosa ruptura están molestos, la prensa se ha centrado en ustedes, y si se confirma la ruptura, Narnia puede quebrar y para ser sincero no pienso permitir eso… Y creo que ambos están aquí por que están dispuestos a asumir las consecuencias de haber desobedecido… ¿Me equivoco? –dio Andrew muy serio-
-No Andrew, no te equivocas… -declaré seria-
-Tienes razón Andrew, solo por eso vine. –Dijo Skandar-
-Bien, entonces veo que trato con chicos responsables. Lo que tengo pensado hacer es que ustedes dos guarden las apariencias y finjan ser la pareja de jóvenes perfecta. –Dijo Andrew-
-¿Eso no seria mentir? –Interrogo Skandar-
-Lo que ustedes dos hicieron fue desobedecer. Así que ahora no importa si mienten o no, las premieres y promociones están próximas, y no acepto negaciones –decía Andrew decidido-
Yo mire a ambos disgustada, pero al final solo dije:
-Okey, esta bien… tienes razón Andrew, tengo parte de la responsabilidad, y aunque yo no sabia que algo como esto pasaría, esta bien, lo hare aunque no este de acuerdo.
-Bueno… entonces igualmente asumiré las consecuencias. –Dijo Skandar-
-Y bueno, ¿ya puedo irme? -quise saber--
-No aún no… solo un detalle más, Skandar por favor se discreto con tu novia, no se exhiban en publico. Y Edith, lo mismo va para ti, no te quiero cerca de tu guapo francés –dijo Andrew-
-Andrew, no estoy de acuerdo con eso, con todo respeto, pero no permito que me prohíban cosas –dije-
En ese momento la puerta se abrió bruscamente, era nada más y nada menos que Regina Adamson.
-Hola papi, ¡hola Skandy! –Dijo con su odiosa voz chillona, además de besar a Skandar cerca de la comisura de los labios-
-Creí que sabias tocar la puerta. –dije irritada-
-Ah, hola Edith, no te había visto –dijo Regina superficial-
Rodee los ojos soportando las ganas de llamarla estúpida, no lo hice solo porque ahí se encontraba su padre.
-Regina, te veo al rato ¿si?... estoy ocupado. –Dijo Andrew-
En este instante mi teléfono móvil sonó sobre la mesa. Pedí permiso para hablar y fui hacia un rincón de la oficina de “mi jefe” que en teoría si era mi jefe.
-¿Hola? –respondí-
-Hola, soy Gaspard, ¿Cómo estas linda? –Pregunto Gaspard-
-Prácticamente bien, ¿y como estas tu guapo? –dije-
-Bien, estoy bien… te tengo una invitación pero espero a que vuelvas a Francia… ¿estas ocupada? –dijo-
-Un poco… ¿de que se trata? –dije-
-Te lo digo después, no quiero distraerte… Cuídate mucho ¿si? No dejes que te afecte ningún estúpido…. –dijo-
-También cuídate, gracias tomare eso en cuenta…–dije, finalmente ambos colgamos al mismo tiempo-
Cuando volví a mi lugar en la mesa, Andrew me miro interesado, y Skandar estaba como ido, Regina ya no estaba.
-Era Gaspard, y como decía no pienso alejarme de él, lo estimo mucho. –dije-
-Esta bien, entonces no des mucho de que hablar, no hagas que lo rumores crezcan… Chicos organicen una salida… el primer intento para callar chismes y demostrar que su relación esta perfecta. –Dijo Andrew-
-No creo que eso sea posible, me voy mañana mismo a París–dije-
-Bueno, entonces inicien hoy… ¿Qué opinas Skandar? –Pregunto Andrew-
-Eh, bien bien muy bien… -respondió Skandar bastante distraído-
Di un leve chasqueo con lo dedos de mi mano derecha.
-Skandar… ¿sabes lo que And preguntó? –dije desconcertada-
Guardo silencio un instante y me miro atento.
-En realidad no –respondió finalmente-
Andrew dejo escapar una leve sonrisa y le repitió el plan a Skandar, él por supuesto, al igual que yo se negó.
-Bueno, entonces seria mucho pedir que ambos salgan juntos, y se despidan como… como dos enamorados. –Dijo Andrew-
Hice una mueca de disgusto y pude notar como Skandar alzo una ceja acompañando ese gesto con una de sus sonrisas irónicas
-No claro que no, ¿verdad Eddy? –Dijo con una sonrisa superficial en el rostro-
-No lo se Skandar –respondí seca-
-Bueno entonces, creo que esta reunión ha terminado. Gracias chicos… nos vemos luego –dijo Andrew-
-Bye And –dije yendo hacia la puerta-
-Adiós Andrew –dijo Skandar justo detrás de mí-
Abrí la puerta y salí… en ese momento vi como Regina se le lanzó a Skandar, él estaba justo a mi lado. Pude notar una sonrisa egocéntrica de su parte.
-Skandy, ¿ya te vas amor? –Dijo Regina-
-Si Regina… por favor no me digas amor… tengo novia… -dijo Skandar-
-¿Edith? Pff… por favor no creo que le importe, además admite que te gusto… soy mas linda que ella, lo se –respondió Regina-
Escuche su respuesta aunque yo ya iba unos pasos más adelante, imagine una sonrisa en el rostro de Skandar… y no se porque me di la media vuelta, abrase a Skandar de la cintura y dije:
-A ver Regina, entiende que Skandar es MI novio, ¿ok?... y por supuesto que tu no le gustas… ¿Verdad cariño? –Dije mirando a Skandar-
Skandar me miraba incrédulo con una mirada y sonrisa divertidas.
-Si es cierto… Regina solo te veo como una amiga… -respondió Skandar correspondiendo mi abrazo-
-Ya escuchaste niñita… y no quiero que volver a escuchar que lo llamas amor o Skandy o algo así… ¿entendiste? –Dije – Vamos cariño –dije dejando a Regina parada con la boca abierta, tomando la mano de Skandar-
Una vez que estuvimos fuera de la vista de Regina, solté la mano de Skandar y me aleje bruscamente de él. Aun así el seguía sonriendo y continuaba caminando a mi lado.
-¿Por qué hiciste eso? –pregunto divertido-
-Porque tenemos que guardar apariencias… no te hagas ilusiones –respondí seca y severa, dejando en claro que no jugaba-
Una vez que salimos, ambos notamos a varios reporteros encubiertos, de pronto Skandar paró en seco, tomo mi rostro entre sus manos y me besó... Yo le correspondí y entonces sentimos los flashes de las cámaras, Skandar nuevamente tomó mi manó y masculló "Solo es para guardar las apariencias, no te hagas ilusiones"
-Descuida, eso es imposible… me enseñaste bien la lección –le respondí-
El chico del valet parking me entrego mi auto, y fingiendo me despedí de Skandar con un beso en la mejilla.
Llegué a casa, me tire en el sofá más grande… Entonces reflexione que frente a Skandar podía fingir ser fuerte… pero a sus espaldas era sumamente frágil, a sus espaldas me quebraba, y en su cara era de hierro, ¿irónico, no? Y volverlo a ver hoy, parecía distinto...podría decirse que maduro pero infame, egocéntrico… un idiota, no lo reconocía. Además eso de guardar las apariencias, no me gustaba en absoluto, era fingir, era mentir, era engañar… traicionar a las personas que confiaban en nosotros creando una perfecta ilusión… bella, pero no era más que una vil mentira. Y quien iba a decirlo, yo que odiaba las mentiras era participe de un gran embuste.