Sombras del Pasado - NicholasJ&Tu (Adaptación) - TERMINADA

- Voy a adelantarme un poco... Andrew parece inquieto. - la voz de la joven parecía indicar un enorme deseo de huir de allí, y la indignación se apoderó de él al notarlo.
Sabía que no era ese el motivo de que quisiera abandonar la multitud. El reverendo había ofrecido un sermón hermoso aquella soleada mañana, y Nicholas se preguntó, mientras observaba a sus hipócritas vecinos, porqué se había empeñado en obligarla a asistir con él. Aquellas viejas solteronas no habían cesado de mirarles y murmurar durante la ceremonia, como si buscaran en aquella extraña pareja, cualquier señal que confirmara sus teorías. ¿ Qué sabían ellos de su dolor ?. ¿ Qué derecho tenían a mirarla con aquella mirada condescendiente y crítica a la vez ?. No la conocían, y sin embargo, cometían el atrevimiento de juzgarla al espiar a hurtadillas el pequeño rostro de su hijo.
Quiso que nada de aquello sucediera. Que cerraran sus malditas bocas de una buena vez, y que permitieran que su esposa paseara frente a ellos con la cabeza erguida. Ni una sola de aquellas personas, poseía la milésima de humanidad que la dulce ____(tn) albergaba... Qué ignorantes eran al pensar que ella les debía la más mínima explicación... Podía leer la velada pregunta en cada una de aquellas miradas que se clavaban en él, y deseó tener el poder de hacer que se desvanecieran en el aire. El había provocado aquellas habladurías, inmiscuyéndose en su vida y despojándola de su virtud a los ojos de todos. Pero, que le ahorcaran si iba a permitirlo un sólo segundo más.
Se dirigió hacia el elegante grupo que conversaba en círculo frente a la iglesia, controlando el impulso de abalanzarse sobre aquellas personas, para arrancarles a golpes cada insulto que sus miradas proferían contra su esposa.
<< - ¿ Te has fijado ?- la anciana del ridículo sombrero de plumas, señalaba con disimulo el lugar donde Andrew y ____(tn) le esperaban - Esa chica no tiene decencia, créeme... ¡ Qué descaro !. Atreverse a venir a la casa de Dios, con ese hombre y su pequeño bastardo... No sé cómo es capaz de salir de su casa siquiera, después de lo ocurrido con el pobre Sr. Hamilton.>>
Otra de las mujeres que formaban aquel patético jurado, asintió con vehemencia, haciendo ver al resto que daba la razón a su amiga en sus venenosos comentarios.
<< - Tienes razón, Virginia- aceptó, mientras secaba con su pulcro pañuelo las gotas de sudor que caían de sus flácidas mejillas - ¡ Qué vergüenza !. Según tengo entendido, Edward Hamilton se resistió durante mucho tiempo antes de caer en las redes de esa indecente... La propia Verónica me lo confesó durante la partida de Bridge. Pobrecita... Todos sabemos que Verónica es algo alocada... ¡ Pero tratar de robarle el marido !. Y eso no es todo, Virginia... ¿ Qué me dices de la paliza que recibió Edward en aquella ocasión ?>>
El grupo se cerró sobre ella, con una maligna curiosidad dibujada en sus rostros.
<< - Ha llegado a mis oídos, que ese niño no es hijo del caballero que la acompaña... Puede que incluso el propio Sr. Hamilton sea el padre. Pero, por supuesto, nada de esto se ha confirmado aún... Y creo que Verónica no quiere siquiera oír hablar de ello...>>
<< - Por Dios, Amelia... ¿ Supones que puede ser cierto ?. De ser así, creo que tendré que hablar con el reverendo esta misma tarde. No podemos tolerar que esa mujerzuela vuelva a pisar la casa del Señor...>>
Nicholas fue incapaz de seguir escuchando una sola blasfemia más. Se acercó a ellas con el semblante descompuesto por tantas mentiras, dispuesto a terminar con aquello definitivamente. Pero al ver las caras sonrientes y sorprendidas frente a él, la sensatez le dijo que debía luchar con ellas con sus mismas armas, o de lo contrario, ____(tn) no podría vivir tranquila en aquel lugar jamás.
En el mismo momento en que advertían su presencia, las voces se apagaron como si quisieran ocultar cuanto decían de su curiosa intromisión.
- Buenos días, señoras... Se las ve radiantes bajo este sol. - tomó una a una, las arrugadas manos de aquellas mujeres, presentándose con pomposidad, y observando como se ruborizaban al ser el centro de atención de aquellas presentaciones.- Se diría que son ustedes unas deliciosas florecillas asomando sus pétalos en la mañana.
- Oh, por favor... Qué adulador...- Amelia Wintherton ocultó sus amarillentos dientes tras su abanico, agitándolo para sofocar el calor que la ira que adivinaba en la mirada masculina le producía. - Casualmente, estábamos comentando la buena pareja que hacen usted y la preciosa ____(tn)...
- Algo agradable, supongo...- su sonrisa disfrazaba el deseo de abofetear aquel rostro hipócrita, pero respiró con profundidad para evitar el inútil enfrentamiento. Quería facilitar las cosas a la joven, y no provocar que la ignoraran el resto de sus días.
- En realidad, Sr. Jonas... Nos preguntábamos porqué usted y la señorita ____(tn), no habían tenido la delicadeza de invitarnos a sus esponsales... Usted sabe que este es un pueblo pequeño, y la gente murmura sobre esas cosas, ¿ comprende ?. Después de todo, somos sus vecinos, y nos debemos un poco de cordialidad, ¿ no cree ?
El sintió el irrefrenable impulso de introducir el enorme abanico en aquella boca mentirosa, y apretó los puños para detenerlo.
- Entiendo... Lo que quiere decir, Srta. Amelia, es que debíamos haberla mantenido informada, ¿ me equivoco ?.
La blanca cabeza se inclinó para asentir, y él le dirigió una sonrisa de fingida amabilidad.
- Lamento de veras haber pasado por alto ese importante detalle - aseguró, conquistando con su atractivo gesto a las mujeres que le observaban con sorpresa - Les aseguro que mi esposa y yo, estamos terriblemente arrepentidos por nuestro inexcusable error. Es más, precisamente comentábamos ayer, que nos complacería enormemente que asistiesen ustedes al cumpleaños de nuestro hijo. Andrew necesita de toda la sabiduría que sus innegables consejos puedan facilitarnos, ya que ____(tn) está algo delicada...
Las mujeres le miraron intrigadas, deseosas de que continuara con sus explicaciones, y él rió interiormente la estupidez de aquellas ancianas.
- ¿ Delicada ?- preguntó la Srta. Wintherton, casi con actitud avergonzada -. ¿ Es que se encuentra enferma ?... No sabe cuánto lo sentimos, ¿ no es cierto, Virginia ?
La aludida agitó la barbilla repetidamente, desviando su ahora compasiva mirada hacia la joven que les observaba a unos metros.
- Comprenderán que el incidente con ese hombre aún la inquiete.- puso en su rostro una expresión excesivamente dramática, haciendo que ellas murmuraran de nuevo.- No quiero aburrirlas con mi conversación, señoras. Pero lo cierto, es que no consigo entender como pueden existir hombres tan abominables. Un alcohólico, un hombre que trata de abusar de una mujer comprometida en matrimonio... Mi esposa es tan bondadosa que ni siquiera quiso denunciar el hecho, a pesar de que he insistido siempre en que lo haga. Incluso cuando viaje a Francia durante nuestro noviazgo para atender mis negocios, me preocupaba que ese hombre siguiera aquí... ¿ Imaginan ustedes que intentara lo mismo con otra de las mujeres de este pueblo ?. En verdad, he de confesar que temo por la seguridad de ustedes, considerando lo hermosas que son... Podría ser usted, Srta. Virginia... Incluso usted, srta. Amelia
Escuchó las ahogadas exclamaciones, fingiendo estar tan preocupado como ellas lo estaban por su seguridad. En el fondo, estaba seguro de que alguna de ellas estaría encantada porque alguien desentumeciera de nuevo sus polvorientas enaguas, aunque se tratara del abominable Sr. Hamilton. Pero al menos había despejado algunas dudas de sus retorcidas mentes, y se sintió satisfecho por ello.
- Dios no lo quiera, señor. - la mujer se santiguo exageradamente al oír sus especulaciones. - Siempre he pensado que ese Sr. Hamilton se comportaba de una manera extraña... ¡ Sinvergüenza !
- Creo que voy a desmayarme - Virginia Hudson se santiguo también, en un gesto que le pareció de lo más teatral.
- De todos modos, no deben preocuparse. Sé perfectamente, que si algo les ocurriera, ustedes no serían responsables de nada. Su virtud, señoras, está a salvo de las malas lenguas. Y pueden contar con mi ayuda si tuvieran que defender su reputación... Siempre les estaré agradecido, porque sé que han defendido la de mi esposa en mi ausencia.
Podía leer en aquellas ajadas caras el remordimiento, y se sintió feliz de haber conseguido su propósito.
- Por supuesto, que las espero en la fiesta de nuestro hijo.- comentó con suspicacia, y las mujeres suspiraron, envidiando la suerte de aquella triste jovencita que aferraba la mano de su pequeño con nerviosismo. - Será un placer para mí, recibirlas en nuestra casa.
Amelia Wintherton dejó que volviera a besar sus dedos al despedirla, elevando sus huesudos hombros con coquetería al verle marchar.
- Un hombre encantador, ¿ no te parece, Virginia ?. Es una lástima que exista gente tan malintencionada... Me aseguraré personalmente de que esa chica asista a nuestra reunión del próximo viernes.
Nicholas aceptó el cálido abrazo de Andrew, al tomarle entre sus brazos para recorrer el camino hacia la casa. La inocencia de sus ojos le pareció un respiro, después de la hipocresía ante la que se acababa de enfrentar. Aún así, se sintió agradecido por el hecho de que hubiera podido inculcar en ellos cierta simpatía hacia su familia.
El alivio le acompañaba mientras caminaba junto a ella con lentitud, observando su expresión callada e inquieta, como si quisiera preguntarle sobre la extraña conversación que mantenía con aquellas arpías.
- ¿ No quieres saber de qué hemos hablado ?
____(tn) se encogió de hombros con indiferencia. Lo que aquellas mujeres pudieran pensar de ella no le importaba. Todo cuanto tenía importancia para ella, paseaba en ese momento a su lado, recorriendo el camino a casa, y no quería pensar en nada que lo estropeara.
- He invitado a la Srta. Wintherton a visitarnos.- comentó, esperando ansioso su reacción. Pero ella se limitó a asentir.
Era algo habitual en ella, y a medida que pasaban los días, iba conociéndola cada vez mejor. Sabía que no le agradaba la noticia, pero no iba a discutir con él. Nunca discutía con él, y eso le crispaba los nervios. Sospechaba que era una forma más de recordarle que no compartían nada, y le dolía reconocer que tenía razón. Pero no dejaba de sentir que al menos merecía de ella una palabra, una sola, que le indicara que estaba de acuerdo o no con su actuación. Después de todo, lo había hecho por ella, aunque no esperaba que lo comprendiera. Por ella, y porque Andrew no fuera observado más como el triste resultado de una imprudencia.
- ¿ Es que no vas a decir nada ?- insistió, comenzando a enfurecerse por las muestras de desinterés que recibía de ella. Andrew se movió en sus brazos, como si notara que los fuertes músculos de su padre se tensaban al hablar con ella, y ____(tn) lo puso en el suelo, siguiendo con él pegado a sus piernas.
- No tengo nada que decir. No me has consultado al respecto.- le recriminó en un murmullo, apresurando el paso y obligándole a acelerar el suyo propio para alcanzarla.
- Pues lo hago ahora.- su tono de voz denotaba con claridad el enfado que sus palabras causaban en él. - Y quiero saber qué opinas. Después de todo, esas mujeres me importan un bledo. Si les he dicho que podían visitarnos, es porque no quiero que sigan murmurando sobre ti... o sobre Andrew. No es bueno para él que sigas ocultándole de la vista de todos, y no quiero que vuelvan a miraros como si fueras dos apestados. Tarde o temprano, nuestro hijo se preguntará el motivo, ¿ no crees ?
- Sé perfectamente cómo he de educar a Andrew, lo he hecho muy bien hasta que llegaste. No necesito que me digas cómo hacerlo. - se detuvo en seco frente a él, ofendida - Y tampoco necesito que esas mujeres husmeen en mi vida. No necesito nada de nadie.
- ¡ Oh, claro que no !. Pero, ¿ no has pensado, querida, que tal vez el mundo si necesite algo de ti ?. No puedes encerrarte en casa, como si todo lo que ocurriera a tu alrededor no perteneciera a tu vida. Y no permitiré que se refieran a Andrew de nuevo, como a “ese bastardo”. Si tengo que oír una vez más esa palabra, te juro que soy muy capaz de matar a alguien.
- No me importa lo que digan...
- A mí sí, ____(tn).- replicó, sujetando su mano con fuerza, bajo la inocente mirada del niño - Me importa mucho. No toleraré que nadie arrastre tu nombre por el fango, ¿ comprendes ?. No pienso permitir que levanten una sola calumnia más sobre ti.
Ella esquivó la profundidad de sus oscuros ojos, sintiéndose en el fondo conmovida porque la defendiera de aquel modo. Pero el respeto que él exigía para ella no la preocupaba tanto como el saber que no la amaba, y quiso tener el coraje de gritárselo allí mismo.
Se soltó de su mano, apresurando su andar para alejarse de aquella mirada que adoraba.
- Eso es, ____(tn)...- oyó sus palabras siguiéndola al traspasar la puerta - Huye de todo... ¡ Qué demonios me importa ya !
Su voz se le clavó en el corazón como si la apuñalara con ella, y acurrucó a su hijo contra su pecho, deseando que nunca adivinara cuánto sufrimiento producía en ella mirarle. Veía a Nicholas en cada uno de sus rasgos, y los besó con ternura, escuchando como la puerta golpeaba con violencia tras él al encerrarse en la biblioteca.

Nicholas detuvo el torrente de reproches que querían escapar de sus labios. No necesitaba que ella le dijera el motivo. Simplemente, ya no podía soportar su presencia allí... Los delgados dedos de la joven temblaban al sostener la copa, y tuvo que apartarlo de su vista para no derrumbarse... Ella quería que se marchara, se lo había pedido antes, cuando él reclamaba un poco de amor y la oportunidad de conocer a su hijo... Pero, al parecer, era demasiado como para poder tolerarlo sin poner en su cara aquel gesto de cansancio cada vez que él tenía la osadía de espiarla a hurtadillas...
Debía concederle lo que sus asustados y huidizos ojos pedían a gritos, aunque ello supusiera morir por dentro... Lo haría por el bien de los dos, y por el de Andrew, por el bien de una inocente criatura que merecía todo cuánto él no había tenido... Porque si ella no era feliz del todo, no podría hacer feliz a su hijo, y era lo último que deseaba que ocurriera... Por una vez en su vida, podía hacer algo bueno, algo desinteresado y honesto, y no permitiría que su egoísmo lo estropeara también.
- ¿ Ha sido por algo que he hecho, ____(tn) ?. Me gustaría saber porqué has enfurecido de repente hace un instante, porque te aseguro que no sé luchar contra lo que desconozco. No puedo defenderme si no me dices qué te ha molestado antes...- hablaba en voz baja, como si temiera que sus palabras la lastimaran - Ya sé que no te gusta que saque a Andrew de la casa sin tu permiso, pero sólo quería estar un momento a solas con él... No sé porqué, pero tengo la sensación de que sospechas, cada vez que me acerco a nuestro hijo, que mi intención es llevármelo de tu lado... No es así, ____(tn)... No quiero arrebatarte a Andrew. Eres una buena madre para él, y no podría estar mejor cuidado lejos de ti.
- Te agradezco tu sinceridad...- contestó casi con cinismo, provocando que todos los músculos del rostro masculino se tensaran.- Pero no sé a qué te refieres... De todos modos, no tienes de qué preocuparte, ¿ no es así ?...
Nicholas apretó los labios, luchando por contener la ira que empezaba a apoderarse de él. ¿ Acaso tenía que ser tan sincera ? ¿ Porqué tenía que mostrar tan abiertamente su alegría al leer en sus ojos que se iría ?
- ¿ Estabas espiándome mientras hablaba con Andrew ?- preguntó con voz fría - Debes saber que me ha costado mucho tomar esta decisión. Esperaba que, cuando menos, demostraras un poco más de comprensión...
- ¡ Mientes ! Siempre mientes, Nicholas, ¿ no te das cuenta ?.- su voz se elevaba a medida que se atrevía a enfrentarse a él - Sólo tratas de eludir tu responsabilidad una vez más, de la misma forma en que la eludiste con Charlotte...
- Basta, ____(tn)...- ordenó, con los puños apretados sobre la mesa - Estás siendo cruel deliberadamente...
- ¿ De veras ?. Sigues siendo tan mezquino como hace unos años... ¿ Es que no puedes comportarte con honestidad, aunque sea por una sola vez en tu vida ?.- cerró los ojos, dispuesta a no dejarse amedrentar por su encendida mirada - Pretendes dejar que tu hijo crezca sin un padre, ¿y aún reclamas en mí que lo apruebe ?. Tú mismo has sufrido el dolor de no tener una familia, ¿ esperas que Andrew pase por lo que tú pasaste ?... Hubiera sido mejor que no te hubiera conocido nunca, así no tendría que explicarle dentro de unos años, la clase de padre que tiene...
- Esto no es una familia, ____(tn)...- lo había dicho con amargura, pero ella estaba tan enojada que no pudo apreciarlo- No hay amor entre nosotros... Y no debemos dejar que Andrew pague las consecuencias de nuestra desafortunada unión...
- No digas nada más...- el nudo que se le hacía en la garganta impidió que siguiera hablando ella misma. << No hay amor entre nosotros >>. Por fin tenía el valor de confesarlo, pero su sinceridad no evitaba que su corazón se rompiera al pensarlo.
- No debes preocuparte por nada... He hablado con el Sr. Williams para que administre por ti una suma considerable de dinero... Es suficiente para que vivas sin problemas tú, Andrew y los hijos de Andrew, si Dios quiere que así sea... No tendrás que volver a verme, pero te pido que permitas que Andrew viaje una vez al año para reunirse conmigo. Pienso volver a Francia en cuanto todo esté resuelto...
____(tn) sintió que la habitación comenzaba a dar vueltas a su alrededor... Una vez más, le vería marchar y llevarse con él su alma...
- No quiero tu dinero, nunca lo he querido...¿ Pedirás la anulación ?- preguntó con la voz quebrada por el llanto - Supongo que en algún momento, necesitarás tu libertad... Tal vez quieras formar una verdadera familia allí donde vas...
Nicholas la miró vencido, preguntándose si ella habría estudiado ya aquella posibilidad. La idea de que otro hombre pudiera besar aquellos labios o acunar a su hijo en su lugar, lo estaba matando. Pero comprendía que ella debía buscar su propia felicidad, a pesar de que eso le enviara al infierno para siempre.
- Lo haré si me lo pides...- él sabía que le hería con toda intención, pero prefiero dejarlo correr.
- Eres tan considerado que me sorprendes.- torció la boca en un gesto de sarcasmo - En realidad, esposo mío, me trae sin cuidado si lo haces o no. No espero que seas caballeroso conmigo...
- Eres tan dura, ____(tn)... ¿ tanto daño te he hecho ?...¿ Cuánto tiempo ha de pasar hasta que logres perdonarme ?- su voz se perdió en la noche como el eco, y la joven trató de ignorarlo.
- Tú has hecho que me endurezca. Por eso no espero un trato especial ahora que te vas...
- Sabes que no permitiré que nadie vuelva a mancillar tu nombre... Ya han murmurado bastante por mi culpa...- pensó en lo amargo que había tenido que ser para ella, el dejar que su hijo naciera sin poder explicar su procedencia. La admiró por su valentía, que la hacía aún más adorable para él. Cuánto más examinaba sus virtudes, más se daba cuenta de cuánto le costaría apartarse de ella.
- Pues entonces, haz lo que debas hacer... Pero no busques en mí agradecimiento. No busques ya nada de mí...
Se levantó para seguirla, mientras ella ascendía temblorosa por la amplia escalera, en dirección a su alcoba.
Cuando giró el pomo de la puerta, la mano grande de él se cerró sobre la suya, apretándola contra el frío metal con fuerza, como si no quisiera soltarla jamás.
- He deseado tantas noches atravesar esta puerta, ____(tn)... Mi querida, mi dulce y hermosa ____(tn)... No puedes siquiera imaginar la tortura que es tenerte tan cerca...- susurraba contra el cabello femenino, recorriendo con su cálido aliento el pálido cuello, y ella se debatía ante la necesidad de apoyarse en él.- Pero no puedo ser un monstruo por más tiempo... No tengo derecho a tomarte de nuevo... No sin amor...
Las lágrimas corrieron con toda libertad por las mejillas de la joven, mientras pensaba en sus palabras. No la amaba... ¿ Era necesario que lo repitiera continuamente para atormentarla ?
- Lo sé, y lo siento... por los dos, y por nuestro hijo- articuló la frase con dificultad, ahogándose en su propio llanto - Será mejor que no hablemos más de ello...
Cerró la puerta a sus espaldas, consciente de la respiración agitada de él al otro lado.
Por un instante, deseó tenerle para ella, aunque fuera sólo para saciar el apetito que había adivinado en su mirada ansiosa. Pero cuando abrió la puerta para buscarle, él ya no estaba, y no pudo evitar seguir llorando en silencio toda la noche.

Aún no había amanecido, cuando Nicholas despertó sobresaltado al escuchar un ruido en la parte inferior de la casa. Corrió hacia la habitación de Andrew para asegurarse de que estaba bien, y tras comprobar que así era, bajó la escalera intrigado.
El sonido provenía de la biblioteca, y se deslizó en su interior, protegiendo su figura en la oscuridad. Espió la figura de la joven, conteniendo la respiración para no sobresaltarla con su presencia.
____(tn) podía sentir su cuerpo a sólo unos pasos de ella, y volvió el rostro hacia él, invitándole en silencio a que se acercara a ella.
- Creo que deberías ver esto...
Rasgó con sus dedos la tela podrida que servía de forro al viejo arcón que le mostraba, y recogió de su interior un paquete amarillento por el polvo. Lo depositó en las manos del hombre, temblando ante la expresión de furia que veía en los negros ojos, a medida que iba abriendo las cartas y leyéndolas con dificultad. Acercó una vela a su cara para facilitarle la lectura, y él se lo agradeció con una mirada.
- Son de Charlotte...- él asintió con la cabeza, inmerso en el pasado de aquellas líneas.
- Recordé, mientras trataba de conciliar el sueño, que no había sido capaz de desprenderme de esto en la subasta... Pensé que si te ibas, debías llevarte al menos un recuerdo de tu madre, y al palpar en la oscuridad, noté que había un bulto en el interior, oculto bajo la tela... Son las cartas que te envió hace años, ¿ no es así ?. Están selladas aún. Ella tenía razón... Tu padre las devolvió una a una, como si nunca hubieran sido escritas...
- Yo creía... creía....- su voz se apagó ante su valioso descubrimiento - Ese bastardo... Me dijo que ella no quería saber nada de mí... Que no esperara noticias suyas que no llegarían nunca... Y cuando la vi aquel día... Parecía tan feliz con su nueva familia, que creí todas las mentiras de mi padre...
- No debes culparte por ello- le consoló, deseando poder hacer algo más por él, sintiendo su dolor como si fuera el suyo propio - Sólo eras un niño... No podías saber la verdad.
- Debí tener fé en ella, ____(tn).... Me amaba, ¿ comprendes ?. Está todo aquí escrito...
Ella asintió, y se retiró de su lado, para dejarle en la intimidad de sus recuerdos y su pena. Esperó paciente en el salón, mientras servía té en el hermoso juego de porcelana que Charlotte le había dejado como legado.
Pasaron algunos minutos antes de que él se sentara junto a ella, con el gesto airado y feliz a la vez. No dijo una sola palabra. Quería respetar aquel momento, en que él y Charlotte se habían encontrado por fin después de tantos años de engaño. Agradeció al cielo que hubiera conservado aquel viejo arcón. Sabía que había logrado proporcionar un poco de paz al hombre que amaba, y se alegró por ello.
- Subiré a mi habitación, si lo prefieres...
El la retuvo a su lado, colocando una mano sobre su hombro.
- Por favor, no te vayas... Aún te debo una disculpa por cuanto te he hecho sufrir...- sonrió amargamente - Tantos años odiando a la persona equivocada, desperdiciando la oportunidad de amar y ser amado... Le debo mucho a mi padre, ____(tn).... Le debo todo el daño que te he causado... Le debo incluso el haberte perdido, y eso es lo que no podré perdonarle jamás...
Ella le miró con fijeza, tratando de desvelar lo que sus palabras querían decirle realmente. ¿ Perderla ?. No comprendía el mensaje que se escondía tras aquella mirada llena de ternura.
Sin duda, su arrepentimiento al conocer la verdad, le hacía divagar con respecto a ellos. ____(tn) no quería que él siguiera disculpándose por el pasado. Pero se sentía feliz porque él hubiera encontrado por fin la paz que buscaba.
- No pienses más en ello... Es muy tarde...- se irguieron ambos a la vez, dejando que sus cuerpos apenas se tocaran unos instantes. Los ojos de él brillaban en la oscuridad. ____(tn) se preguntó si lo que veía en ellos podía ser una lágrima, y la conmovió descubrir que era así.
- He sido tan necio, mi querida amiga... He dejado que los fantasmas que atormentaban mi mente te hirieran... He puesto en ese hermoso rostro tuyo todo mi veneno, y quisiera morir por ello, ____(tn)... He destruido a mi camino, todas las cosas hermosas que la vida me ofrecía, convencido de que si lo hacía, lograría saciar mi deseo de venganza... Construí durante todo este tiempo una cárcel de mentiras y rencores, y ahora es demasiado tarde para escapar de ella...
Ella recorrió con timidez las arrugas de dolor que se dibujaban en su frente. Estaba sufriendo tanto, y parecía tan indefenso y desvalido... Deseó poder apartar de su rostro aquella expresión de amargura, consolarle tal y como hacía con Andrew cuando algo le hería...
- Mírame bien- dijo con voz torturada por los recuerdos - El engaño de otros ha hecho de mí el ser miserable que ves ante ti... Ni siquiera merezco una sola palabra tuya de aliento... Y sin embargo, estás aquí, compartiendo mi dolor, haciéndome sentir aún más insignificante y mezquino...
- No hables así... No permitas que tu amargura estropee este momento...
El estrechó los dedos que acariciaban con suavidad su mejilla. Había compasión en sus palabras, y sentía que debía estar agradecido al menos por eso. Pero no era lo que quería de ella. No quería conmover su corazón, sino poseerlo. Sabía que no tenía ningún derecho a esperar cualquier otro sentimiento de ella, y a pesar de todo, no podía ignorar el impulso de hacerla suya en ese mismo momento. Si pudiera, aunque fuera sólo durante un fugaz instante, deshacer todo el mal que había hecho, borrar el pasado para quedar a solas con ella...
Era egoísta una vez más, anhelando aquello que no podría poseer jamás. Reconocerlo hizo que su mirada se ensombreciera, e intentó apartarse de ella, huyendo de la dulzura que demostraban sus caricias.
- Ahora comprendo porqué a Charlotte le resultó tan fácil amarte.- dijo con voz queda, envidiando en silencio a su propia madre. Pero ____(tn) se tensó ante sus palabras, interpretándolas como un nuevo reproche hacia ella.- Hay tanta bondad en ti, tanto amor por ofrecer... Vendería mi alma al diablo si con ello pudiera experimentar un sentimiento igual alguna vez.
____(tn) sintió pena por él, y quiso acercarse para que él pudiera ver la amargura que inundaba su corazón.
Pero Nicholas parecía ansioso por alejarse de ella. Era como si a su contacto, sus recuerdos se hicieran cada vez más vivos en su memoria, como si su presencia junto a él le lastimara.
Envolvió una a una las cartas que con tanto amor, su madre había escrito para él. Con paso indeciso, se dirigió hacia la chimenea, arrojándolas lentamente al fuego, y observando con mirada sombría, cómo las llamas devoraban su pasado ante él.
- Creo que ha llegado el momento de dejar que los muertos descansen en paz.- su tono era frío, e hizo que el corazón de la joven se encogiese. Tal vez, ella misma era parte de ese pasado que él deseaba olvidar, y pensarlo la sobrecogió.- Adiós, mi querida Charlotte... Ojalá puedas perdonarme, estés donde estés...
____(tn) trató de recuperar del fuego los restos que ardían frente a ellos, pero él se lo impidió, sujetando con suavidad sus dedos.
- Deja que se vaya, ____(tn)... No más dolor, no más fantasmas en esta casa. Ya no...
Ella asintió con un gesto, percibiendo el leve temblor de su voz y retirando con disimulo la humedad de sus ojos.
- No sufras por mí... No soy digno de una sola de esas lágrimas...- su rostro estaba muy cerca del de la joven, y se abandonó al impulso de besar aquellos labios palpitantes. La ternura que encontraba en ellos le hacía enloquecer, ante la idea de que quizá fuera esa la última ocasión en que la sentiría. Se comportaba como un ladrón, queriendo robar de ella la dulzura que su fresco aliento le ofrecía. Pero era tan difícil renunciar a ella... Tan difícil alejarse de lo que amaba más que a su propia vida...
- Nicholas... Mi triste y torturado esposo...- ____(tn) pronunció la frase contra su cuello, besándolo con adoración y temor a la vez, y notando cómo su cuerpo se endurecía al contacto - Cuánto peso han soportado tus hombros... cuánta amargura y engaño destruyendo tu niñez... Tu fortaleza me inquieta, me hace temer por ti, por nosotros, por Andrew... Necesitas que alguien te ayude a cargar tu pesada cruz, Nicholas. Quisiera poseer el valor de hacerlo...
El hombre se alejó de ella, como si la compasión que mostraba hacia él, le quemara la piel. Ya había causado suficiente daño... No podía pensar siquiera en aceptar la mano que ella le tendía para sanar sus heridas.
- Vuelve a tu habitación, ____(tn)... Vuelve a tu vida... Y que Dios me ayude a soportar el resto de la mía.
Ella se tapó la boca, acallando la protesta que amenazaba con brotar de un momento a otro. Pero el modo en que él escondía su mirada bajo sus espesas pestañas, le dijo que debía obedecerle. Y se alejó desconsolada hacia su cuarto, consciente de que él quedaba atormentado en su soledad, y de que no podía hacer nada para evitarlo.