Anything Can Happen [Novela Colectiva]|Primera Parte|

CAPITULO 6 UN VAMPIRO EN POITÉINSEAL OLIMHÓR

Los Lluminate eran un matrimonio desde hacía ya 5 años, Alex el jefe de la casa era un cirujano exitoso y Cristal una escritora de renombre, cualquiera pensaría que lo tenían todo pero no, Cristal pese a ser una mujer bastante exitosa y de una belleza inigualable no podía tener hijos y como era de esperarse después de 5 años de matrimonio la pareja deseaba más que nada en el mundo un hijo para así crear una verdadera familia, al ver el problema de su esposa Alex le propuso adoptar un hijo así que se dedicaron a buscar de orfanato en orfanato un niño o niña que llenara el lugar de un hijo, por desgracia ninguno de los niños que encontraban lograba satisfacer sus necesidades, no muy lejos de donde vivían los Lluminate en un orfanato eclesiástico vivía una niña de escasamente 5 años, las monjas la habían encontrado abandonada cuando recién nacida y la habían bautizado bajo el nombre de Danielle, la pequeña desarrollo una curiosidad muy grande desde muy temprana edad por saber todo acerca del mundo, así que había pedido con mucho esmero que las hermanas le enseñaran a leer, fue así como ella a sus 5 años podía leer como si tuviera 10 y sabía de todo un poco, podía platicar tanto con chicos como con grandes y las hermanas la adoraban más que a ningún otro niño del lugar fue por ello que cuando se presentaron los Lluminate frente a la madre superiora no dudó ni un momento en presentarles a la pequeña Danielle, ella entró a la oficina de la madre superiora con un vestido azul marino sin mangas, debajo llevaba una camisa blanca perfectamente abotonada y una corbata del mismo tono, zapatos negros muy limpios con tobilleras blancas que tenían un adorno de holanes en la orilla, con el cabello perfectamente cepillado y una boina negra sobre este, al ver a la niña Alex estaba seguro de que esa niña debía irse con ellos a casa más sin embargo Cristal decidió hacerle preguntas, Cómo te llamas? –dijo Cristal muy seria- Danielle –respondió la niña sin titubear- ¿me van a llevar con ustedes? –Cristal quedó petrificada tras la pregunta- Es lo más probable pequeña Danielle –respondió su esposo con una amable- ¿y tierna sonrisa- ¿Y tienen muchos libros en su casa? –interrogó nuevamente la pequeña- Si, tenemos muchos libros, si quieres yo te puedo leer por las noches –Cristal por fin había podido moverse y había quedado fascinada con la niña- No, mejor yo te leo a ti –Cristal la miró incrédula- Sabes leer? –la niña sonrió levemente- ¿Si, me dejarás leerte antes de dormir? –lo que más atrapaba a los Lluminate eran sus enormes ojos verdes a los que desde ese día no se podrían negar a nada- Claro, será divertido –respondió Crislal- ese día fue el más duro para las monjas, su niña, su bebé, su ángel se iba, lo único que vieron fue como la mano de la pequeña se movía de un lado a otro despidiéndose mientras el auto de los Lluminate se alejaba, algo que nunca podría olvidar era el olor de aquella rústica casa que se encontraba en el centro de un pueblo bastante pintoresco, la entrada estaba adornada con rosas de todos colores, había un pasillo enorme que daba a una entrada de madera con un vitral de un ave fénix, los Lluminate cruzaron la puerta mientras la pequeña Danielle miraba asombrada el interior de la casa, era una casa de dos pisos con azulejos que simulaban madera, tenía cuatro pilares centrales y en el centro estaba la entrada a una enorme escalera con barandales de madera perfectamente tallados, la casa era cálida y olía parecido a un bosque en plena mañana de primavera, desde ese día Danielle amo su casa, su familia y sobre todo su nueva vida, todavía recordaba aquella tarde en que todo cambió por lo menos con las personas que conocía -es un monstruo-gritaban las madres en la escuela mientras veían incrédulas como Danielle atacaba a un hombre que había intentado asaltar a una anciana -tenga– Danielle le intentaba devolver el bolso- pero la anciana sólo se levantó y corrió despavorida y asustada mientras todos la veían como un fenómeno, su madre y padre buscaron quien les explicara él porque ella había hecho aquella barbarie -un vampiro eso es lo que es su hija un vampiro- les dijo un sacerdote de la comunidad, ambos padres quedaron sorprendidos más sin embargo no pudieron dejar de amar a esa chiquilla que les había robado el corazón hacia años, buscaron un lugar dónde mandarla a la escuela que quedara lejos para que así nadie le hiciera daño, fue a internados y casi no veía a sus padres pero entendía que era por su bien, después de algunos años ya cuando era más grande y casi todas las personas habían olvidado lo sucedido la dejaron volver a casa y ahí estaba después de 12 años sentada en una banca bajo un árbol intentando organizar sus ideas en aquel extraño instituto al que había llegado hacía ya una semana, cerro los ojos y comenzó a pensar en lo que había sucedido, se vio nuevamente en su habitación sentada leyendo un libro que recién le había comprado su padre -Danielle– se oyó desde la puerta pero ella no respondió -Danielle– insistió la voz, en ese momento ella se levantó y abrió -Dime mami– Cristal le dio una sonrisa -traje algo para ti– dijo mientras extendía una caja roja con un moño dorado -enserio?– preguntó emocionada -espero que sea un nuevo libro o tal vez una enciclopedia o– miro confundida el interior de la caja -un vestido para esta noche– su madre terminó la frase por ella -para qué?– sonrió amablemente -pues oí a una niña emocionada porque Laurent la invitó a salir ¡al fin!– Danielle comenzó a reír -si, pero creí que este vestido sería para una ocasión especial– Cristal la miró incrédula -es el chico del que llevas enamorada un año ¿y no es una ocasión especial?– Danielle regresó a sentarse a la cama -pero…¿ y si no le gusto yo a él?–Cristal se sentó a su lado -eres una niña hermosa además de inteligente, estaría loco si no le gustases –Danielle se acostó en la cama- lo dices porque soy tu hija –Cristal sacó el vestido- tal vez, pero este vestido en mi hija luce hermoso, si no le gustas le gustarás para esta noche –ambas comenzaron a reír mientras Cristal buscaba zapatos y accesorios que combinaran con el hermoso vestido vino que habían comprado un mes a tras- por fin terminamos –gritó Cristal victoriosa mientras veía como había quedado su hija- luces hermosa –se escucho una voz mientras bajaban las escaleras- gracias papá –sonrió Danielle al ver a Alex parado frente a Laurent que se encontraba en el sillón- luces muy linda Danielle –dijo nervioso el chico sentado, Laurent era hijo de un medico amigo de su papá, tenía los ojos verdes al igual que ella, el cabello castaño y ondulado no estaba muy corto ni muy largo simplemente lo suficiente para que se notaran sus rulos que cubrían su frente, tenía la piel blanca, los labios rojos como dos cerezas y una sonrisa bastante amplia que era lo que más le gustaba a Danielle de el- ¿nos vamos? –dijo Danielle mientras observaba el tono rojizo que habían obtenido las mejillas del chico- claro –se levantó del sillón apresuradamente –no se preocupe señor Lluminate regresaremos temprano –Danielle lo tomó del brazo y comenzaron a caminar- eso espero –se oyó un grito desde el interior de la casa mientras cerraban la puerta tras de si- tu papá siempre me pone nervioso –dijo el chico para romper el hielo- se nota –le respondió Danielle con una leve risita- ¿sabes porque te invite a salir no? –Danielle se detuvo sorprendida- no, ¿no es por qué quieres pasar más tiempo con una vieja amiga? –Laurent rió levemente- no linda –acarició su mejilla y ella sintió como si un millón de mariposas revolotearan en su estomago- me gustas y mucho y quisiera saber si tu Danielle Lluminate –Danielle sonrió levemente al ver como el chico la tomaba de la mano- ¿quieres ser mi novia? –se hizo un silencio y ella sólo podía escuchar como su corazón latía rápidamente, por un momento se le hizo agua la boca, trago saliva y se dispuso a responder- sí, me encantaría ser tu novia –respondió mientras lo abrazaba- después de pasar una magnífica velada Laurent se dispuso a regresarla a casa, caminaron y vieron como varias personas se agrupaban alrededor del lugar gritando y lanzando piedras a las ventanas <> -gritaban algunos- <> -se oía de otros- su casa estaba en llamas y no veía movimientos en ella, corrió e intentó entrar pero un hombre algo corpulento la jaló del cabello impidiéndole correr, Laurent intentó defenderla pero otros hombres lo golpearon ella al ver la golpiza que le propinaban se desesperó y atacó al hombre que la sujetaba corrió hacia Laurent dónde más hombres se habían agrupado y lo golpeaban con un palo, nuevamente los atacó para poder llegar a su amado, lo cargo y salió corriendo mientras los hombres furiosos la perseguían armados de las diferentes cosas que tenían -¿estás bien linda?- preguntó Laurent casi agonizante- si, estoy bien –Danielle lo recostó en el pasto- lamento no habértelo pedido antes –Danielle comenzó a llorar – no hables ¿si? Déjalo así, ya lo hiciste y tu y yo estaremos juntos –los gritos comenzaban a oírse a lo lejos- no vamos a estar juntos, aun que te golpeen no te pasará nada pero yo… yo soy un simple humano y estoy seguro que después de esto –señalando los golpes- no voy a sobrevivir –Laurent hablaba con dificultad- ¿tu cómo sabes que no soy humano?-preguntó sorprendida -lo sé desde que te conocí– sonrió Laurent -no dejaré que te pase nada, yo te amo- Danielle tomó la mano de Laurent -no tanto como yo mi vampirito- fue lo último que escuchó de los dulces labios de Laurent, en ese momento llegaron los hombres y ella desquitó toda su furia con ellos preguntándose ¿por qué le habían hecho eso? ¿Ella que mal les había causado? Por detrás llegó un anciano y le estrelló una botella lo que causo que callera al suelo perdiendo así el conocimiento, todos los hombres comenzaron a golpearla y patearla con toda la fuerza que su cuerpo les permitía, un chico llegó corriendo y comenzó a golpear a todos los presentes, de sus manos sacaba bolas de fuego e incendiaba a cualquiera que se le acercara a él o a la chica, al ver eso los habitantes del pueblo huyeron, el chico la levantó del suelo y se elevó por los aires con ella en brazos, al despertar Danielle escuchó una discusión -¿que no aprendiste nada Azrael?- preguntaba muy molesto uno- si aprendí, pero ella tenía problemas y graves –respondió algo preocupado el otro- un demonio nunca salva a un vampiro –parecía estar más furioso- pero aun así el vampiro se lo agradece –interrumpió Danielle levantándose con dificultad de lo que parecía ser una cama- te sientes mejor? –se acercó a preguntar un chico de cabello negro y lacio, piel pálida, estatura de 1.77 ojos color gris y labios color rojo cereza - si, gracias emm ¿cómo te llamas? –el chico rió levemente- mi nombre es Azrael ¿y el tuyo? –Danielle lo miró desconfiada- Danielle… Danielle Lluminate –Azrael le acarició la mejilla- un placer Danielle, ahora duerme ¿si? –Danielle miro a su alrededor- dónde estoy? –frente a ella vio a un chico de estatura de 1.70, ojos color miel, tez morena clara, cabello rizado castaño obscuro y labios color durazno- en dónde no deberías -respondió este mirando feo a Azrael- discúlpalo Darren es algo –Danielle lo interrumpió- ¿irritante? –Azrael comenzó a reír- ¡Danielle! ¡Danielle! –se escuchó una voz dulce a su lado- ¿a caso estás dormida? –pregunto nuevamente la tierna voz- no –contesto Danielle abriendo los ojos- ¿por qué estás aquí tan sola? –preguntó el chico insistente por hacer una conversación con ella- te van a regañar si te ven conmigo Azrael –respondió ignorando la pregunta del chico- ¿Qué me pueden hacer? –se bufó- pues… ¿que te parece sacar del colegio y no dejar que des clases en ningún otro lugar? –detrás de ambos se escuchó una voz serena- ¡Darren! Amigo ¿cómo te va? –Danielle esbozó una sonrisa al ver el nerviosismo de su amigo- y tu –señalando a Danielle- ¿no se supone que deberás estar en tu habitación? La directora ya te dijo que ningún mago te puede ver –ahora si se oía molesto- pues –Danielle lo miro retándolo- ya me aburrí y quería conocer en donde se me a recluido –le dio una sonrisa sarcástica- ¿recluido? Es increíble, te salvan la vida y dices que te recluyen, vámonos Azrael- Azrael comenzó a caminar y luego se detuvo en medio de ambos –dije vámonos- detuvo su camino para voltear a ver lo que hacía –anda vete, yo estaré bien- Danielle le regaló una sonrisa y este se fue, una vez sola siguió recorriendo el lugar, a su lado pasaban chicos que no notaban que no era una hechicera y no le tomaban mucha importancia excepto una que se detuvo ante la sonrisa amable de la chica –hola… me llamo Elizabeth ¿y tú?- amablemente le extendió la mano –Danielle, es un placer- Elizabeth la miro de arriba abajo –y dime Danielle ¿cuánto tiempo llevas aquí?- Danielle comenzaba a sentirse nerviosa –una semana- Elizabeth insistió en saber de la chica –y ¿que poderes tienes?- Danielle esbozó una sonrisa -¿poderes? Parece que eres una chica muy curiosa, no tengo poderes- la chica quedó muda al oir esa palabras –¿no tienes poderes? ¿entonces qué haces aquí?- Danielle dio un paso adelante –soy un vampiro, me salvaron la vida y eme aquí- en ese momento Elizabeth tomó una posición de ataque de manera un poco torpe –puedo preguntar ¿para qué viniste aquí sanguijuela?- Danielle afiló sus colmillos si había algo que le molestara era que le dijeran sanguijuela por lo general ella era muy pasiva –¡ya te dije!- comenzaba a calcular cada movimiento de su contrincante en su mente y podía sentir sus latidos -¡basta!- se oyó a lo lejos -¡directora Agatha!- más rápido de lo que había hablado había dejado su posición –esta… chica no es una de nosotros y según las reglas todo vampiro que llegue a entrar merece –la directora le hizo una seña de silencio –¿ya me van a dejar ir?- preguntó Danielle inocente –¿irte? ¿A dónde? Este es tu nuevo hogar- la directora la miró severa –por lo que entiendo no se admiten vampiros ¿por qué me quiere aquí?- Danielle estaba molesta -por razones que no pienso explicar ahora- respondió Agatha con una sonrisa socarrona – ¿Qué puedo aprender en una escuela de magos siendo un vampiro?- Disculpe que me meta- interrumpió Elizabeth –pero estoy de acuerdo en este vampiro- la directora miro severamente a ambas chicas –es una decisión tomada así que quieran o no se hará lo que yo diga, ahora señorita Miller valla a clases- miró de reojo a Danielle –y usted señorita Lluminate sígame- Dicho esto Danielle caminó tras la directora mientras Elizabeth caminaba a su siguiente clase algo confundida por lo acontecido.